Como siempre: 剣心 No es mío...
Capítulo 5
La Cabellera Roja y el viaje a Tokyo
Mientras Kenshin y yo disfrutábamos de unos emparedados que había preparado a la rápida, él comenzó a hacer memoria de sus historias familiares, al fin y al cabo debía haber una historia muy interesante detrás de esa cabellera color fuego…
- Bueno, la historia es más o menos así –comenzó a relatar Kenshin- yo no soy del todo japonés. Verás, mi abuelo era un alemán, creo que vivía en China, creo que ayudaba a los enfermos y a las víctimas de la guerra y mi abuela era una japonesa que nunca estuvo de acuerdo con la guerra así es que se fue a China a hacer lo mismo que mi abuelo… Toda una valiente si consideras que podrían haberla matado por ayudar al enemigo. Sin embargo, los chinos son muy agradecidos de la gente que los ayuda y ellos mantenían a mi abuela muy escondida. Justamente, ese escondite era la casa de mi abuelo, como era extranjero no se meterían con él nunca. Ahí se conocieron y ambos comenzaron una tarea en conjunto ayudando a los chinos que sufrían en esa cruel guerra.
Cuando la guerra terminó decidieron casarse y de ese matrimonio nació mi madre, que también lleva la cabellera roja, así también la tenía mi abuelo, sabes. Luego ella conoció a mi padre, Himura acá en Japón, cuando ella vino a estudiar a la universidad. Se casaron y bueno, acá me tienes, con cabellera roja y rasgos poco ortodoxos.
- Oh, a mí me parecen muy bellos tus rasgos- le respondí después de escuchar su historia.
Nunca había escuchado nada igual. Era realmente interesante, sobre todo el hecho de que su abuela arriesgó todo por no creer en la guerra y que por ello haya sido premiada con el hombre de su vida…
- De verdad, ha sido una bellísima historia, Kenshin, pero jamás se me habría ocurrido pensar en que tu abuelo era alemán… Si hasta se me ocurrió que eras teñido, ya te iba a preguntar dónde hacían teñidos tan perfectos, jejejeje….
- No habría sido la primera vez que me habrían hecho esa pregunta… De hecho, mi peluquero ya es millonario a esta altura con toda la gente que le he mandado gracias a eso. ¡JAJAJAJA!- Su risa llenó el lugar. De verdad se divertía mucho con esto del cabello, eso probaba lo diferente que era al resto, cualquier otro se habría traumado o acomplejado de tener el pelo de un color extraño, pero Kenshin, Kenshin buscaba reírse de ello y de los demás. Creo que en este momento me enamoré más de él.
- ¿Qué hora, es Kaoru?- preguntó mientras terminaba su sandwich.
- Las 4 con treinta- le dije. ¿Vaya tan tarde? El tiempo había volado como nunca antes. Ni en mis mejores días de trabajo se me ha ido el tiempo tan rápido.
- ¿Quieres caminar un rato? Todavía tenemos algo de tiempo antes de ir al Club… Me pregunto si habrán novedades respecto de ese hombre del sello Verve.
- Espero que sí y que sean buenas novedades.
El resto del paseo fue casi en silencio, no hacían falta las palabras realmente. Bastaba con tenernos a nosotros dos y disfrutar del paisaje y de esta brisa que seguía siendo demasiado primaveral… Un buen presagio, sin duda.
- ¿Pero dónde diablos estará Kenshin?- preguntó Sanosuke cuando vio que era el único que faltaba para enterarse de la buena noticia.
- Sabes bien que el gran defecto de Himura es ser impuntual- le dijo calmadamente Aoshi- Paciencia, Sano… Sabes que llegará igual y celebraremos y ensayaremos como siempre lo hacemos.
En ese momento, cuando Sanosuke se fumaba su enésimo cigarrillo, aparecimos en el Club de Jazz… Sansa se veía nervioso o ansioso, no lo sé… Me pregunté si serían buenas noticias, viendo su cara era muy difícil de decir.
- ¡HASTA QUE AL FIN LLEGAS, TARADO!- gritó de pronto el bajista- ¿Sabes qué hora es?
- Lo siento, amigo. Se nos fue la hora caminado por el parque…
- ¿El parque¡Somos la nueva banda del sello Verve y tu te vas a caminar por el parque!
-¿Qué?… ¿QUÉ?- exclamó Kenshin como si no hubiese escuchado bien.
- No puedo creerlo- dije- ¿Cuándo ocurrió todo esto?
- Esta mañana la Kitsune firmó el contrato con un representante. Ya no será nuestra manager, eso está claro pero asignarán uno nuevo y el lunes debemos partir a Tokyo para ir a las oficinas y comenzar a grabar nuestro disco… ¿Te das cuenta, Ken? Nuestro primer disco de verdad y que saldrá para todo el país y tal vez, el mundo.
- ¿Qué?… - Kenshin no respiraba, no reaccionaba. Eran muchas buenas noticias de pronto.
- Oh, vamos, mejor entremos así te relajas y entiendes lo que te acabo de decir, baka.
- Kenshin- dije yo- esto es lo mejor que te podría haber ocurrido, por fin una oportunidad real de ser famosos y reconocidos por el buen trabajo que hacen.
- Vaya… No pensé que todo iría tan rápido. Debes haber sido tú, Kaoru. Tu nos trajiste suerte- aunque eso no era cierto fue una buena excusa para robarme un beso… No me quejo por ello.
- Hasta que llegaste, Ken- dijo la Kitsune muy emocionada- El lunes estarán en Tokyo haciendo historia….
- Entonces hagamos de este concierto el último y el de despedida - dijo Soujiro- El fin de semana, Hiko nos lo regaló para armar maletas y aclarar todas las situaciones antes de partir… Tenemos que dar lo mejor esta noche.
- Es verdad, pongamos lo mejor de nosotros hoy- dijo Sanosuke haciendo el signo de la victoria. Todos estaban muy contentos. Incluso en los rasgos de Aoshi se notaba la felicidad.
- ¿Con qué partiremos esta noche?- preguntó él.
- Que tal con Feeling Good, es un excelente tema para representar lo que nos pasará a partir de este lunes- dijo Kenshin, que por fin reaccionaba a las noticias.
- ¡Excelente idea! A aparte de que es el mejor que le sale a Aoshi…- dijo Sanosuke, mientras todos reían del comentario.
- Kaoru- me dijo Kenshin antes de subir al escenario- Me acompañarás¿cierto?
- Claro que lo haré, tonto. ¿Crees que te voy a dejar solo a merced de tantos fans?- respondí sin pensarlo dos veces. Él se rió de mi comentario y sus ojos brillaron con un extraordinario color dorado… Realmente estaba muy feliz.
Mientras sonaban los acordes de Feeling Good, pensaba en qué le diría a Yumi. Tal vez tendría que renunciar a mi trabajo y cómo me llevaría a Neko a Tokyo…Pobre, tendré que sedarlo y ponerlo en esas horribles jaulitas para mascotas, pero valía la pena… Kenshin me pedía irme con él y yo soy su compañera. ¡Claro que me voy!
Esa noche, decidimos de cómo un acuerdo separarnos para poder arreglar las maletas y poder ir tranquilos a los trabajos respectivos. Fue extraño, pero realmente extrañé su presencia en la cama esa noche. Sólo habíamos dormido una vez juntos y había bastado para echarlo de menos… Me pregunto si le pasará lo mismo… Oh, Kenshin, llevamos una hora separados y te extraño. ¡Qué tonta soy!
- Te voy a echar de menos, Ken- dijo la Ktsune, mientras Kenshin recogía ropa desde el closet y la colocaba cuidadosamente en su maleta- Sé que tú no mucho, porque tendrás buena compañía, pero acá me voy a quedar sola y ya no tendré una excusa para salir al Club de Jazz.
- Megu, no seas tonta. Claro que te extrañaré. Es cierto que me voy con Kaoru y que la adoro, pero tu has sido una excelente compañera y echaré de menos tus bailes con libros mientras estudiabas. Te prometo que te escribiré para contarte todo lo que nos pase.
- Oh, por favor, hazlo… Dudo que Aoshi se acuerde de hacerlo, sobre todo ahora que van a grabar… Sabes cómo se pone cuando empieza a componer, no se acuerda ni de comer.
- No te preocupes, le recordaré que al menos eso haga.
Ambos se rieron del comentario, sin embargo, la pobre Kitsune realmente estaba triste, para ella se había acabado una etapa importante en su vida. Toda esa ayuda había rendido sus frutos es cierto, pero ya no la necesitaban más como banda.
Al día siguiente fue una locura. Primero tuve que poner a Yumi al día de todo lo que había ocurrido desde que me regaló el vestido y más encima tenía que decirle que me iba a Tokyo quién sabe por cuánto tiempo.
- No puedo creerlo… Hace tres días, sólo eras una fan y ahora¿eres la novia de ese Kenshin!
- Sí… Creo que el vestido ayudó mucho, jejeje…. A todo esto, hay algo más serio de lo que debo hablarte.
- ¿Qué pasa, Kaoru¿Estás embarazada?
- No… - y otra vez esos comentarios- No, ni cerca. Debo ir a Tokyo. Iré con Kenshin, el me ha invitado a que lo acompañe como su novia… Debo renunciar a la tienda, no sé cuánto tiempo estaré por allá.
- Vaya, todo esto va más deprisa de lo que pensaba. Ni con Makoto las cosas fueron así. Pero, oye, no es necesario que renuncies. Allá también tenemos una sucursal. No nos gusta mucho Tokyo por eso nos quedamos acá, pero les avisaré que te traslado y así no renuncias y puedes ganar algún dinero para ti. ¿Qué te parece?
- Acepto el trato, Yumi… Te voy a echar de menos.
- Yo también, mi querida Kaoru, pero prométeme que cuando vuelvas a visitarme, lo harás con un enorme anillo en el dedo.
- Lo prometo…
Arreglados los asuntos con Yumi, me puse a pensar en la mejor solución para el pobre Neko… No sé si es buena idea llevarlo y someterlo a tanto estrés. Además no sé dónde nos quedaremos… Debería dejarlo con alguien hasta que me establezca bien y pueda venirlo a buscar. Es lo mejor, para él. Pobre Neko, espero no me extrañe mucho… Pero dónde lo dejo. No sé de nadie que pueda cuidar a un gato. Makoto es alérgico y no conozco tanto a Misao como para pedírselo. Me pregunto si Kenshin conocerá a alguien. Será mejor que lo llame.
Apenas encontré una cabina telefónica disqué el número de su casa. Menos mal que se lo pedí.
- ¿Kenshin?… Qué bueno que te encuentro… Oye, necesito que me hagas un favor… Sí, sí, yo también te extrañé mucho… Mira es importante, se trata de Neko, mi gato… No lo puedo llevar hasta no saber dónde voy a vivir, sabes y no sé con quién dejarlo…. Me preguntaba si tú…. ¿Sí?…. ¿La Kitsune?… Bueno, es verdad se quedará sola ahora que tú y Aoshi se van…. Tienes razón… ¿Cuándo puedo…¿Ahora?… Bien no es mala idea, además tengo una excusa para verte un rato y conocer tu antigua casa…. Puedo llegar en una hora más… estoy en la calle y debo ir a buscar a Neko y sus cosas… Sí, en una hora… Bien, sí… Nos vemos.
Asunto arreglado. Aunque la Kitsune habría sido la última persona que hubiera considerado para encargarle a Neko, era la mejor alternativa que teníamos él y yo.
- Neko…- lo llamé cuando llegué a mi casa- Neko, yo me voy de viaje y te vas a tener que quedar con una amiga. Ella te cuidará hasta que pueda ir a buscarte. Prométeme que te portarás bien- Lo tomé y lo coloqué en su jaulita, además de recoger su cajita de arena y sus comederos y comida.
- Bien, Neko, nos vamos… Ya tengo todo listo.
El taxista me puso mala cara por el curioso equipaje, pero no le di importancia, al fin y al cabo igual pagaba. Además, Neko es un buen gatito y va en una jaula, así es que no tendría que haber ningún problema.
- Así es que éste es mi nuevo huésped- dijo la Kitsune cuando llegué. Bien, pasa. Tengo un espacio armado en la cocina para su cajita y sus cosas. Supongo que lo tienes bien entrenado¿no?
- Por supuesto, es un buen gatito y te hará gran compañía ya lo verás.
- Kaoru… No te sentí llegar- Kenshin me dio un beso muy dulce mientras me saludaba- Hola Neko- dijo mientras yo soltaba al gato para inspeccionara su nueva casa.
- Si no te importa, Kenshin, dormiré acá hoy para que Neko se acostumbre bien- Era una excusa perfecta para poder dormir de nuevo en su compañía.
- Sabes que eres bienvenida….
Y así llegó el día lunes y la partida completa estaba en el andén esperando el tren que los llevaría Tokyo. Desde afuera nos veíamos curiosos, entre maletas y estuches de instrumentos, pero ahí estabamos, listos para salir.
- Por favor, cuídense mucho- dijo la Kitsune- y no te olvides Ken, de escribir…
- Hey, Kitsune! Yo también te voy a escribir o ¿crees que me olvidaré de ti así de fácil?
- Oh, Sansa- y ante toda nuestra sorpresa, Megumi abrazó y besó a Sanosuke. Después de todos estos años de cartitas y recado, sólo ahora que él se iba, ella dejaba ver sus verdaderos sentimientos.
- Apenas terminen las clases ven a verme. Te estaré esperando.
El tren alejaba su marcha, cada vez más de prisa, pronto los ojos llorosos de Megumi eran sólo un recuerdo en la mente de Sanosuke. Kenshin y yo miramos la escena con un poco de lástima, nosotros íbamos juntos y veíamos a nuestro amigo con la pena que sólo la soledad entrega cuando dejas atrás a un ser amado.
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Muchas gracias a las chicas que dejaron sus reviews...
Ghia-Hikari: Me alegro mucho que te hayas devorado los tres primeros capítulos. Espero que ocurra lo mismo con estos dos.
gabyhyatt: Espero te haya gustado la historia de su cabellera roja. Me inspiré en un documental donde salía una niña mongol rubia... Que tenía una acendencia increíble, decendía de una sacerdotiza guerrera, también conocida como Amazona, pero eso es otra historia. Además a ello le agregué el componente de todas las historias que he escuchado de la guerra entre China y Japón (antes de la Segunda Guerra Mundial), donde las atrocidades estaban a la orden del día. Me imaginé a una japonesa que no aceptaba ese tipo de vejámenes y se volvía contra su patria por ayudar a las personas y ahí obtuve a la abuela de Kenshin. Del abuelo, me basé e un personaje real, alemán que efectivamente escondió a los chinos de los ejercitos japoneses y evitó más muertes de las que podrían haber sido. Una historia muy bella... Bueno, he ahí mis bases para la historia de la cabellera de Kenshin, para un poco de pelo, bien profundo, no?
El próximo capítulo, estará cargado con los primeros conflictos y se llamará "Enishi, el nuevo manager". No se lo pierdan.
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Notas de la Autora #4:
Había pensado terminar este capítulo de manera diferente, ya con la llegada a Tokyo y con la presentación de Enishi en las filas de mis personajes, pero finalmente salió este final de capítulo casi solo, como si otra mano me hubiese guiado.
Creo que a la larga fue mejor así, así quedan los conflictos y lo más sabroso pra los siguientes capítulos... De hecho había pensado hacer un cuento de 10 capítulos, pero me doy cuenta de que probablemente el asunto se alargue un poco, pero espero a ustedes no les moelstará...
Sigan dejando sus reviews, me ayudan a continuar con más ánimo esta historia.
Mucha suerte,
パウリナ キツネ
