Capitulo 5
La Decisión de Sango
ADVERTENCIA: Este capítulo contiene material violento.
Sango despierta y mira a su alrededor, está sola. Su marido estaba de viaje por trabajo.
Por primera vez en semanas, durmió tranquila. Se ve al espejo.
-Ya no tengo marcas… puedo salir… quiero ver a Kohaku…
Luego de un largo baño, Sango eligió un vestido de algodón con estampado de flores y después de arreglarse se encaminó al apartamento de su hermano. Al llegar, dudó en tocar la puerta, pero finalmente lo hizo. Kohaku abrió la puerta y al ver a su hermana la abrazó con fuerzas.
-Qué alegría verte! Estás bien?
-Sí…
-Pasa, voy a desayunar…
Se sentaron a la mesa y Kohaku colocó un tercer plato en la misma.
-Amor, Sango está aquí.
Sango sintió el rostro caliente. Desde aquel incidente no podía ver a la mujer de su hermano a los ojos, sin importar que ella fuera en extremo dulce y comprendía su situación.
Una mujer joven de pelo castaño, corto y grandes ojos cafés, se aproximó cargando un bebita de no más de 2 meses. Sango, al verla abrió la boca y casi llora.
-Qué torpe de mi parte! Sango, no creo que conozcas a tu sobrina…
-E-es…
-Quieres cargarla?
La mujer se acercó y le pasó la bebé a sus brazos. Sango la contempló al borde de las lágrimas. Con un nudo en la garganta, sacó fuerzas para hablar.
-Es preciosa…
-Se parece mucho a ti…
Kohaku se puso de pie y haló una silla para que su mujer se sentara.
-Kohaku, le dijiste?
-Ah? No! Sango…
-Cómo se llama?
-Iva…
-Como mamá… cuánto tiempo tiene?
-1 mes y 15 días.
-Kami… tengo tanto tiempo sin verte…
-Te sacaré de ahí, Sango… te lo juro…
-No jures Kohaku… no quiero que te hagan daño… por eso ni te llamo…
-Pero… Sango…
-No, Kohaku! Tú tienes tu familia… tienes a Maya y esta hermosa bebita y debes estar con ellas.
La bebé comenzó a llorar. Maya la cargó y se excusó diciendo que le tenía que cambiar el pañal.
-Sango…
-No Kohaku! Y si insistes, nunca más te vuelvo a ver… yo fui quien se casó con él… ahora me toca pagar mi error…
-Por Kami, Sango! Ese bastardo te va a matar!
-Déjalo que me mate! Ya no hay mucho de igual manera… Kohaku, por favor… no te le acerques… si yo puedo salir de esto, lo haré, no lo dudes… trataré de venir más seguido, quiero ver a mi sobrina… pero por favor…
-Está bien, no iré… pero sí iré con un abogado.
-Qué?
-Un amigo me habló de un abogado… me dijo que nunca a perdido un caso y que el tuyo es pan comido, porque evidencias es lo que sobra. Me habló la posibilidad de encarcelarlo y anular tu matrimonio.
Sango no pudo contener las lágrimas y abrazó a su hermano.
-Gracias!
-Iré hoy mismo a verlo. Y luego nos pondremos de acuerdo para que se conozcan…
-Te quiero, hermanito!
-Yo también te quiero… pero necesito saber si lo dejarás sin importar lo que pase…
-Hace demasiado tiempo ya que quiero dejarlo.
-Entonces está decidido… iré con él hoy…
Sango se marchó confiando en esta nueva vía para alejarse de aquel hombre. Pasó por el supermercado y compró lo que necesitaba para la comida. Llegó a su casa y viendo la hora se metió en la cocina, preparó la comida y puso la mesa.
-(No te mereces que haga esto… no te mereces que mueva un dedo por ti…)
Apenas puso la comida sobre la mesa cuando él llegó. La abrazó por la cintura y la besó en la mejilla.
-Huele delicioso…
-Cómo te fue?
-Pésimo, como fue algo de ultima hora el vuelo estaba lleno y tuve que ir en clase económica… y tú? Qué hiciste?
-Pues aproveché que no estabas y desarmé toda la casa, espero que no te moleste, pero cambié las alfombras… las otras estaban muy viejas…
-Sí, es verdad… noté que cambiaste la sala.
-Sí, y las cortinas… está bien?
-Sí…
Sango le sirvió la comida y tomó asiento.
-Te quedó delicioso, cariño…
Al terminar de comer, Sango se levantó y luego de preguntarle, tomó los platos y los llevó al fregadero.
-Sabes? Esta mañana fui donde Kohaku… ya nació su bebé…
-Sí? Qué es?
-Una niña, es preciosa. Le pusieron el nombre de mi mamá… Kuranosuke…
Él la abrazaba rodeando su cintura. Deslizó sus manos por sus hombros y la hizo dejar de lavar los platos.
-Me hiciste falta, cariño… no es fácil dormir sólo…
Cuando se lo proponía Kuranosuke podía ser encantador. Tanto que era capaz de hacerla olvidar por milésimas de segundos quién era él en realidad. La hizo girar y la besó apasionadamente.
Sango muchas veces, se encontraba en un laberinto de sentimientos. Cuando el la golpeaba sentía rabia, y hasta odio. Pero otras veces, cuando se comportaba como ahora. Parecía el marido perfecto.
Sabiendo que era mucho mejor seguirle la corriente, Sango le respondió el beso mientras rodeaba su cuello con sus brazos.
Kuranosuke la cargó y la llevó a la habitación, la acariciaba y besaba con cariño y dulzura, como si nunca fuera capaz de hacerle daño. La desvistió con calma, entre largos besos y suaves caricias. Una vez que el vestido estuvo lejos de su cuerpo, se volvió a ella diciendo que ese vestido le gustaba mucho.
…………………
Kuranosuke dormía abrazándola por la cintura, ella se levantó con cuidado y aún desnuda se fue al baño. Se metió en la ducha y abrió la llave. Dejó que el agua cayera sobre su cuerpo con una pregunta rondando en su mente.
-(Cuánto durará esta vez? Días, horas? Capaz que se despierte y ya sea el mismo… Kami, me dejé hacer el amor!)
Las lágrimas se mezclaron con el agua que caía sobre su cabeza.
-(A veces prefiero que me maltrate… así no me sentiría tan basura cuando me hace el amor… hacer el amor? Esto no es hacer el amor… esto es una versión asquerosa… es simplemente sexo!)
……………………
Miroku estaba sumergido en sus papeles cuando su secretaria le anunció un cliente.
-Hazlo pasar.
Kohaku entró en la oficina, Miroku le extendió la mano como saludo y lo invitó a sentarse.
-Lamento mucho decirle que ahora mismo estoy copado…
-Inuyasha me dijo que sólo usted podría con esto.
-Inuyasha, eh? Bien, señor…
-Yamura. Kohaku Yamura…
-Señor Yamura, explíqueme su caso.
-Es un divorcio. Maltrato intrafamiliar como razón principal.
Miroku no pudo disimular la expresión de su rostro y es que en todos los años que tenía ejerciendo nunca un hombre había denunciado maltrato intrafamiliar.
-Sabe que ya no soy…
-Lo sé. Pero no tengo a quién más acudir… Inuyasha dijo que no se negaría.
-Está bien. Continúe.
Kohaku sacó de su saco una foto de Sango. Hermosa, estaba en un amplio prado lleno de flores, vestía jeans y una blusa cuello de tortuga, su pose era como invitando a quien la viera a seguirla.
-Ella es…
-Mi hermana… su esposo abusa de ella en formas inimaginables…
Le mostró una foto de Sango en la clínica con el rostro hinchado y amoratado. Un monstruo, comparado con la belleza de la otra foto. Miroku no pudo contemplarla sin sentir las náuseas adueñarse de su cuerpo. Puso la fotografía boca abajo en el escritorio.
-A ese paso, la va a matar. Traté de sacarla de allí, pero no quedé mejor que ella en esa fotografía. No puedo hacer una denuncia pública porque es un funcionario.
Miroku abrió los ojos a su máxima capacidad.
-Un funcionario?
-Takeda Kuranosuke…
Miroku aceptó el caso y acordaron fijar una fecha para hablar con Sango. Una vez que Kohaku se marchó. Miroku llamó a Inuyasha. Luego se quedó pensativo. Vio sobre su escritorio y allí estaba la foto del prado. A Kohaku se le había olvidado. Tomó la foto.
-Cómo puede existir alguien capaz de hacerle daño a esta belleza?
……………
Sango decidió mantenerse sin moretes el mayor tiempo posible. Aunque aquello implicara tener relaciones con él. Revisaba la despensa pensando en qué haría para la cena cuando sintió una caricia en su espalda.
-Kurano… suke…
Kuranosuke se inclinó sobre ella y la besó en la mejilla.
-Me dejaste sólo… Qué haces?
-Iba a preparar la cena… pero no hay nada…
Kuranosuke rió.
-No cocines, saldremos a cenar.
Sango sonrió y se irguió para darle un beso en la mejilla.
-Me iré a cambiar.
-Así estás bien… mientras llega la hora de la cena, me prepararías un té?
-Claro.
Kuranosuke salió de la cocina y Sango, completamente desalentada, sacó la tetera y comenzó a preparar el té.
-(Kami… es tan raro! Se comporta como cuando nos casamos! Será que ha cambiado?)
Sango fue a la sala, donde Kuranosuke leía el periódico y colocó la taza de té en la mesita, frente a él.
-Quieres azúcar, cariño?
-No, está bien, yo se la pongo.
Sango se alejó.
-Sango…
-Sí?
-Ven aquí…
Se acercó nuevamente y él la invitó a sentarse a su lado. Una vez que lo hizo, la besó en la mejilla y sonrió.
-Te ves hermosa, te hiciste algo diferente?
Tentada a decirle que era sólo que sus moretes ya no se veían, simplemente sonrió y evitando jugar con fuego, lo besó en la mejilla.
-No hice nada. Es que tú me quieres más… no es así?
-Claro que sí, mi vida. Cada día te quiero más.
La besó en la mejilla y se inclinó para tomar la taza de té. Le dio un sorbo.
-No le pusiste azúcar!
Kuranosuke ladeó la cabeza y sonrió.
-Está delicioso.
Sango sonrió aliviada. Kuranosuke retomó el periódico. Sango se recostó de su hombro y él sonriendo la rodeó con sus brazos, la besó en la frente.
-Eso sí lo extrañaba.
-Sabes? Yo te extrañé mucho…
-En dos semanas?
-No…
Sango bajo la mirada. Kuranosuke la besó en la mejilla.
-Qué pasa, cariño?
-Extrañaba este Kuranosuke… el hombre con el que me casé… un hombre dulce y amoroso…
-Te prometo que las cosas cambiarán… yo estaba en un error…
Sango sonrió queriendo creer en aquellas palabras y lo besó.
-Yo sabía que volverías a ser como antes.
Kuranosuke sonrió. Sango insistió en cambiarse la ropa. Fueron a un restaurante por más romántico. Al bajar del auto, un periodista se les acercó.
-Licenciado Takeda…
-Esta noche no. Hoy es sólo para mi esposa…
-Es su esposa?
-Sí.
-Un placer, señora Takeda!
Sango hizo una pequeña reverencia para saludarlo. Kuranosuke la tomó de la mano y entraron en el restaurante. Ya habían pedido la cena y mientras esperaban, Kuranosuke se había dedicado a decirle cientos de halagos al oído de su mujer. Sango sonreía.
-Cariño… qué piensas de tener un bebé?
Sango sintió que se ahogaba con la soda que acababa de tomar. Con los ojos casi desorbitados vio a Kuranosuke. Él le sonreía, sabía bien que aquello le parecería irracional.
-K-Kuranosuke!
-Sólo dime… ya pronto tendremos 3 años casados y tenemos dinero…
-P-por lo pronto no puedo…
-Porqué no?
-E-el doctor me dijo que las lesiones internas tardan en sanar y que debo esperar al menos de 6 meses a un año…
Kuranosuke desvió la mirada y apretó los puños. Sango temió que allí mismo pudiera ser capaz de levantarle la mano, pero lo que hizo en cambio la dejó con la boca abierta. Kuranosuke le pidió perdón. Incapaz de hablar, Sango sólo asintió.
-Entonces… cuando te recuperes… tendremos un hijo…
-Será como quieras…
………………………
Después de la cena y camino a la casa, Sango pensaba en qué era lo que había pasado. De buenas a primeras, Kuranosuke era un hombre encantador e incluso amante generoso. No quería pensarlo, pero tenía que aceptarlo, aquella tarde había sido lo mejor que había tenido en meses.
-(No pienses bobadas Sango! Nadie cambia tanto tan de repente!... será que aún lo amo? Kami… qué hago?)
Sango apoyó su cabeza del cristal de la ventana del auto. Giró y vio a Kuranosuke cuando aún conduciendo, tomó su mano y la besó.
-Te amo…
Sango agradeció no ser ella la que iba conduciendo, de ser así, ya la noche sería tragedia. Sango se sentía entre la espada y la pared. Llegaron a la casa en completo silencio. Sango estaba sentada en la cama. Kuranosuke se había puesto su pijama y se sentó detrás de ella y la besó en el cuello mientras la rodeaba con sus brazos.
-Ya no me amas?
-N-no lo sé…
-Me puedes perdonar?
-De verdad esperas que en una noche te perdone dos años?
-Sé que no… pero no quiero perderte… Sango, de verdad te amo…
-Kuranosuke…
-De verdad te perdí? Ya no tengo esperanzas para recuperarte? Para que te enamores de mí otra vez?
-Kuranosuke…
-Dame una oportunidad, Sango… déjame demostrarte que aún te amo… déjame enamorarte otra vez…
Kuranosuke la acariciaba sugestivamente. Metió sus manos bajo su blusa y acarició sus senos. Sango arqueó su espalda ante la inesperada caricia.
-Kuh…
-Recuerdas cuando nos conocimos? Quedé prendado de tu belleza… desde ese día supe que serías mi mujer… Recuerdas nuestra primera vez? Aún me quema la piel cuando recuerdo tus caricias… Déjame hacerte el amor…
-Ku…
-Déjame probarte que te amo… déjame hacerte el amor…
Sango no sabe cuando asintió, pero Kuranosuke no perdió tiempo en llenarla de besos y desnudarla entre ardientes caricias. Por momentos Sango sentía náuseas al sentir cómo la tocaba, otras veces sentía que podía volver a amarlo. Quería creer que había cambiado y que ahora le esperaban una vida de tranquilidad y armonía. Casi no lo creía cuando sentía cómo su propio cuerpo se contraía y convulsionaba ante lo inminente, el clímax. Se escuchó a sí misma llamarlo, se vio rodearlo con sus brazos y clavar sus uñas en su espalda. Lo sintió contraer cada músculo, dentro y fuera de su cuerpo.
-S-Sango!
Su cuerpo colapsó sobre ella. Y llenándola de besos y nuevas caricias le dijo que la amaba.
………………………
Sango despertó con las primeras luces del alba, Kuranosuke aún dormía a sus espaldas, la abrazaba como tantas noches ella anheló que lo hiciera.
-(Tal vez sí ha cambiado… Kami! Será verdad que aún lo amo? Será verdad que me ama? No… No puedo… no puedo seguir así… ya una vez se comportó así y me costó la vida de mi hijo… esta vez no hay marcha atrás… hacerme el amor con mi consentimiento una noche no borra las tantas otras que me forzó… Tienes que ser fuerte, Sango… la última vez no te mató de milagro…)
Trató de levantarse. Quería evitar a toda costa que la volviera a golpear y una de las primeras golpizas fue porque él se levantó y el desayuno no estaba servido. Se movió un poco tratando de que no despertara. Pero fue inútil, el abrazo era muy fuerte y el sueño muy ligero.
-Qué haces?
-Tengo que prepararte el desayuno…
-No… quédate…
-Pero…
-No tengo hambre…
La haló nuevamente hacia él y se acomodó entre sus senos.
-Te amo, Sango…
Por más que Sango quiso evitarlo, su corazón no era de piedra y cedió. Al parecer este sería el segundo día de aquella luna de miel. Lo rodeó con sus brazos y sin saber porqué, lo besó en la frente. Él sonrió con los ojos cerrados y la abrazó con más fuerza.
……………………………
Sango se levantó faltando 10 minutos para las 7 de la mañana y logró preparar el desayuno mientras él se bañaba. Al momento de marcharse, se despidió con un apasionado beso y le dijo que no iría al mediodía. Llegó pasado las 8 de la noche. Sango había ido a visitar a su hermano y aún no llegaba.
Estaba lloviendo a cántaros, Sango se apresuró desde la parada del autobús y llegó a la casa empapada de pies a cabeza. La sangre se le congeló en sus venas al ver el auto en el garaje. Al abrir la puerta se quedó paralizada. Kuranosuke estaba sentado en la sala con los brazos cruzados y los ojos fijos en la puerta.
-Dónde estabas?
-En casa de Kohaku… quise esperar a que parara de llover, pero no pude salir hasta ahora…
-Mentira…
-Qué cosa?
-Eres una maldita perra mentirosa!
-No, Kuranosuke…
-Estabas con otro hombre!
-No! Llama a Kohaku y pregúntale, hacen 15 minutos que salí de su casa…
-CÁLLATE, PERRA!
Le dio una bofetada con tanta que fuerza que la hizo perder el equilibrio. Ella se llevó la mano al rostro y con los ojos cristalinos, le lanzó la mirada más dura que pudo. En aquél mismo instante había decidido que ésta sería la última vez que le pusiera un dedo encima. Kuranosuke descargó toda su rabia en ella, tanto en acciones como en palabras. Apenas podía abrir los ojos para ver dónde sería el próximo golpe, patadas, puñetazos, apretaba los dientes tanto que le dolían, no le daría el gusto de verla llorar ni de escucharla gritar. Sango logró alcanzar un florero y se lo reventó en la cabeza.
-YA BASTA! BASTA, MALDITO! ESTA ES LA ÚLTIMA VEZ QUE ME PONES UN DEDO ENCIMA!
Sango salió de la casa como pudo. El rostro le ardía y pulsaba. Corrió bajo la lluvia todo lo que pudo, hasta encontrarse lo suficientemente lejos. Vio a su alrededor y supo entonces que no tenía a dónde ir. No quería poner ni a sus amigos ni a su hermano en riesgo. Volvió a correr, junto con la lluvia azotaba un ventarrón y los rayos surcaban los cielos. De repente chocó con alguien y cayó de bruces en el suelo.
-Señorita!
Era un joven, la ayudó a ponerse de pie y aún con las cortadas sangrantes que tenía en su rostro, la reconoció.
-Sango…
-Disculpe… lo conozco?
-Ese bastardo te volvió a golpear… vamos a un lugar seco.
En medio de aquella turbulencia de sentimientos. Sango sintió calma al escuchar su voz, y calor donde posaba sus manos. Con las mejillas sonrojadas y una marejada de confianza que destilaban aquellos ojos azules, iluminados por un rayo que surcaba los cielos. El joven le abrió la puerta de su auto y la ayudó a entrar. Al subir él y mientras ponía el motor en marcha.
-Lo conozco? Cómo sabe mi nombre?
-Miroku Kudo…
-El abogado?
-Sí… la reconocí por la fotografía que su hermano me mostró…
De repente el auto de Miroku fue embestido por la parte trasera. Sango apenas volteó y lo reconoció.
-E-es el… huya! Váyase!
Miroku bajó del auto con calma. Al momento en que Kuranosuke lo tuvo cerca, lanzó un puñetazo que Miroku logró esquivar con facilidad. Sintió la peste a alcohol que emanaba aquel hombre. Él volvió a intentar siendo certero. Los dos hombres cayeron y rodaron por la calle desierta mientras se acertaban más de un puñetazo. Miroku le partió la nariz, Sango miraba desde el auto, aterrada por los posibles resultados de aquel enfrentamiento. Mientras Kuranosuke maldecía y se doblaba ante el dolor de su nariz partida, Miroku se alejó con Sango. Llegaron a su apartamento. Sango era víctima de un ataque de histeria.
-Me va a matar… me va a matar!
Miroku trataba de calmarla a toda costa.
-SANGO!
Al escuchar su nombre, Sango guardó silencio y se perdió en sus ojos azules.
-Todo estará bien… ese hombre nunca volverá a ponerte un dedo encima… Ven, tienes que sacarte esa ropa.
Entraron al apartamento y Miroku le prestó de su ropa indicándole donde podía bañarse y vestirse. Una vez que Sango se dio un baño y se puso la camisa y el pantalón que Miroku le prestó, salió a la sala. Miroku había preparado té, le extendió una taza humeante.
-Quieres azúcar?
-Sí…
Tomaron asiento. Miroku notó que las heridas de Sango no paraban de sangrar, Se acercó con una servilleta.
-Necesitas que te vea un médico.
-Porqué?
-Creo que necesita puntos…
-No… porqué me ayudó?
-Porque lo necesitabas y aceptaste…
-Sabes que nos va a matar… si me encuentra me mata…
-Entonces te sacaré de la ciudad.
-No! Mi hermano…! Kami! Qué hice!
-Shh! Olvida eso… tu hermano va a estar bien…
-P-pero…
-Kohaku y su esposa están bien protegidos… y usted y yo saldremos de la ciudad.
-Qué! P-pero…
Miroku llamó a Kohaku y le dijo que las cosas habían salido muy mal y que estaba con Sango. Le informó que iría a un lugar lejos de la ciudad con ella para evitar que la encontrara. En menos de una hora estaban abandonando Tokio.
-A dónde iremos?
-A las afueras de Nagoya.
-NAGOYA!
-Mi familia tiene un templo allí. Estarás segura… o… disculpe, me excedí en confianza…
-No… está bien… Sango está bien… me acaba de salvar la vida, es lo menos…
-En ese caso, Miroku para ti…
Durante el camino, Miroku le hizo varias preguntas. Sango le habló de su relación con Kuranosuke y cuándo la golpeó por primera vez. Miroku escuchaba atento y más de una vez se fijó en la belleza oculta tras aquellos nuevos moretes y cortadas de su interlocutora. Al descubrirse queriendo besar aquellos golpes y curarlos de esa manera, apretó el volante y fijó su mirada al frente.
-(Pero en qué diablos piensas Miroku! Será mejor que te olvides de esto! Es tu cliente, no una de tus conquistas!)
Miroku condujo toda la noche. Cuando Sango despertó estaban aún en camino.
-Buenos días…
-Cómo? Has conducido toda la noche?
-No… me detuve varias veces, pero no quise despertarte.
Sango sonrió.
-En menos de una hora llegaremos…
-Gracias…
Sango se bufó de sí misma en un tono burlón.
-Supongo que ahora él tiene la razón.
-Cómo?
-Me golpeó porque creyó que yo tenía un amante… ahora ha confirmado sus sospechas, me vio y peleó con otro hombre…
-Esto no cambia la realidad. Y antes de mí? Hubieron otros? Realmente lo engañaste? Es incluso comprensible que hayas tenido un amante…
-Pero no lo tuve, ni siquiera lo pensé… sólo pensaba en salir de allí…
Luego de un largo silencio, Miroku redujo la velocidad y se detuvo ante un templo.
-Llegamos…
…………………
N/A: Que les parece? estoy enfermita y ando rapido... asi que gracias a todas, realmente aprecio su apoyo y esperemos que les pueda dar todo lo que promete este fic, que al parecer ya es todo un exito (al menos para mi)
besitos
Mizuho
