Capítulo 8
Estudios Primero
Al salir de clases, fueron a la casa de Inuyasha, que aún no sabía nada. Una vez en el lugar, Kagome les brindó unas bebidas. Yusuke y Akina estaban dormidos, pero Yusuke despertó.
-Rin, podrías ir por él, por favor?
-Claro…
-Rin volvió con el pequeño en brazos y se sentó junto a Sesshoumaru.
-Mira mi amor… uno de nuestros bebés se podría parecer a Yusuke…
-Sí?
-Claro, con tus ojos y mi pelo… así como Yusuke, con los ojos de Inuyasha y el pelo de Kagome…
-Y qué tal que sea rubio, y los ojos esmeraldas… como los tuyos…
-Toda una preciosura!
Kagome puso las bebidas sobre la mesa, sonriendo, sin poder ignorar el tema.
-Les digo la verdad. De todas las combinaciones que Inuyasha y yo imaginamos, nunca dimos con Akina y Yusuke.
-Como que no? Si es la más obvia?
-Pero, Akina tiene los ojos de Inu, pero la mirada mía… la sonrisa de Izayoi, el pelo rubio y mis rizos.
-Vaya que es una combinación difícil… entonces no se parece tanto a Sessh, como decían.
-El marco de su cara es como el de Sesshoumaru. Pero Yusuke… fíjate bien… a quién se parece?
-Yo digo que a ti…
-Eso crees… el pelo negro, sí… pero lacio… los ojos de Inu, pero la mirada…
-A papá…
-Qué?
Sesshoumaru tomó al niño en brazos.
-Si fuese rubio, sería la viva imagen de él…
-Vaya! Oye… amor, no le diremos?
-Ah! Claro que sí!
-Qué cosa?
-Sessh y yo nos vamos a casar!
-QUE!
Rin rió.
-Y tío se volvió loco o qué? Estás embarazada?
Sesshoumaru sintió cómo el líquido tomaba el camino equivocado. Rin se sonrojó.
-No-o! Cómo crees! No… pero anoche, cuando Sessh conoció a mi papá… bueno ya sabes como es él. Le preguntó a Sessh que qué pretendía conmigo… y Sessh me lo propuso…
Kagome respiró aliviada.
-Qué tierno! Más te vale!
-Qué cosa?
-Hacerla feliz. Muchas felicidades!
-Gracias!
…………………………
Al salir del apartamento de Kagome, aún era temprano, fueron a una heladería y degustaron del delicioso postre. Más tarde, Sesshoumaru la llevó a su casa.
-Vamos a salir mañana?
-Sí, claro, a dónde quieres ir?
-Llevaremos a Juro a donde él quiera.
Rin sonrió, se inclinó para besarlo, en el justo momento en que Naru le tocaba el cristal. Sesshoumaru bajó el vidrio.
-Buenas tardes, Ikegami-sama…
-Hola… te podrías quedar a cenar, si quieres…
Sesshoumaru vio a Rin que sonrió emocionada.
-Será un placer.
Una vez en la casa, Juro corrió a Sesshoumaru y se enganchó de una pierna de él. Naru sonrió.
-Juro no suele ser tan suelto…
-Bromea? Juro es mi mejor amigo, verdad qué si?
El niño sonrió hasta el punto en que se le cerraban los ojos, igual que a Rin y asintió.
-Ikegami-sama…
-Por Kami, te casarás con mi hija, dime Naru.
-Naru-san… podríamos salir con Juro mañana? Llevarlo a un parque de diversiones…
-Sí, no hay problemas.
…………………………
El día de los exámenes había llegado. Sesshoumaru le había mostrado a Rin porqué no podía cambiar la fecha de su examen. Y comprendiendo que tenía mucho que estudiar, disminuyeron su tiempo juntos hasta casi nada. Rin entregó el examen de álgebra y musitando un adiós se fue. Aún quedaban demasiados estudiantes, como para Sesshoumaru atreverse a dejarlos solos. Trató de llamarla una decena de veces y el resultado era mismo, estaba apagado el celular. Al terminar el examen, recogió lo más rápido que pudo y salió del lugar dirigiéndose a la casa de Rin. Naru le abrió la puerta.
-Por favor dígame que Rin está…
-Ustedes discutieron?
-No.
-Ella vino llorando… está arriba…
-Tengo que verla…
-No creo que sea un buen momento…
-Por favor…
Naru le cedió el paso y le indicó dónde encontrarla. Sesshoumaru subió las escaleras como un rayo y corrió hasta la habitación. Tocó la puerta.
-Déjame sola, papá…
-Preciosa…
Rin abrió la puerta y lo abrazó con fuerza.
-Perdóname!
-Pero porqué?
Estaban sentados en la cama y Rin se refugiaba en su pecho.
-Perdóname…
-Preciosa, no tengo nada que perdonarte…
-Te fallé!
-Cómo me vas a fallar? Rin… cálmate…
Sesshoumaru le llenó la cabeza de besitos y la abrazó con fuerza.
-Sabes algo? Es la primera vez que te veo llorar… y me siento muy mal… preciosa, no quiero verte así… qué pasó?
-Viste mi examen?
-No… atrapé como a 4 con las fórmulas… no pude verlo… quieres que lo busque?
Rin asintió y Sesshoumaru fue a su auto por el papel. Al volver, Naru dejaba unos vasos con jugo sobre el escritorio de Rin.
-Gracias…
Sesshoumaru tomó asiento al lado de Rin y ella se recostó en su regazo. Sesshoumaru comenzó a leer las respuestas. Al terminar, vio a Rin.
-Por esto lloras, preciosa? Es un simple examen…
-Nunca he reprobado un examen!
-Si lo tomas ahora… crees que lo apruebes?
-No quiero.
-Qué?
-No quiero, ya eso sería sacarle ventaja a ser tu novia.
-No. Escucha, mi amor. Cuando un estudiante como tú, de calificaciones sobresalientes, reprueba, se debe ver porqué. No es normal. Pero tampoco es la primera vez que tomas dos exámenes en el mismo día…
Sesshoumaru la besó en la frente y apartó su pelo de su rostro.
-Si sabías que las respuestas estaban mal, porqué entregaste tan pronto? Debiste esperar…
-Estaba apunto de llorar frente a todos…
-Si no quieres volver a tomar el examen… qué hago? No te puedo poner una calificación fantasma… dime, preciosa… qué hacemos?
-Reprobaré el mes…
-No reprobarás. Todo lo demás está perfecto… y no todo el examen esta mal… no tendrás sobresaliente… pero igual tendrás una buena calificación… entonces… no tienes ninguna razón para llorar…
Sesshoumaru sacó un pañuelo del bolsillo trasero de su jeans y le secó las lágrimas.
-Vamos, preciosa… ahora que me fijo tu habitación es muy bonita… es la primera vez que entro aquí… qué es esto?
Se fijó en varios trofeos en la cima de un estante.
-Cuando era pequeña, practicaba gimnasia…
-Y porqué lo dejaste?
-Me lastimé un tobillo a los 10 años, y nunca pude volver…
-No, así, no… quiero la historia completa. A los 10 años no te puedes crear lesiones permanentes.
-De cuándo acá eres medico?
-Creo que olvidé decirte que mi mamá era médico… era ortopeda…
-No me hablas de tu mamá… sólo me dices que murió cuando tenías 5 años…
-Sí… e-es que… amor… no me hagas recordarlo, sí? Sólo que yo pensaba ser médico y hasta entré a la escuela de medicina…
-Y porqué no seguiste?
-El dolor… nunca he superado su muerte, y aquel lugar me la recordaba constantemente…
Sesshoumaru se tocó el hombro derecho.
-Tu cicatriz…
-Olvidemos eso, preciosa.
Sesshoumaru le dio un largo beso en la mejilla y se recostó en su hombro.
-Fue un accidente de autos… yo iba con mamá y un conductor ebrio se pasó la luz en rojo y nos golpeó del lado en que yo iba… la fuerza fue tal que me rompí varios huesos y el tobillo… me hicieron varias cirugías… pero ya no pude hacer la gimnasia… es algo que exige el 110 por ciento de tu cuerpo… mamá estaba embarazada y estuvo en coma por dos días… después perdió al bebé…
-Tenía mucho tiempo?
-5 meses… apenas nos habíamos enterado de que era una niña…
La abrazó y le llenó la cabeza de besitos.
-Qué tal si nos vamos a la casa de campo? Solo tú y yo?
-Pero…
-Vamos, preciosa, los exámenes terminan mañana… nos vamos en la tarde y volvemos el domingo…
-No… tengo que estudiar…
-Rin, no tienes nada que estudiar. Yo sé que te sabes eso. Y si no lo hiciste bien es porque estás cansada. Porque no has dormido…
Naru se apoyó de la puerta.
-Rin… creo que lo mejor sería que te fueras con Sesshoumaru.
-Mamá!
Naru sonrió.
-No hay nada que un fin de semana en el campo no cure…
-Está bien…
-Ahora vengan, la cena está lista.
Después de la cena.
-Con razón cocinas tan rico, amor! Aprendiste de la mejor.
-Sessh…
-No, hablando en serio. Naru-san, usted cocina riquísimo… pero su hija le gana.
Todos rieron, Keitaro le dio una palmada en el hombro.
-No cabe duda. Estás enamorado!
-Papá!
-Qué pasa, preciosa? Claro que estoy enamorado!
-Sabías que Rin quiere poner un restaurante?
-Sí… me estuvo hablando de eso hace poco. Creo que es una maravillosa idea. Hasta podría convertirlo en el estelar de toda la empresa. En vez de hacer una cadena, éste sería único. Estoy seguro que tendrá mucho éxito.
Rin sonrió algo sonrojada.
-Nunca me dijiste que te interesaba tanto…
-Pero claro que sí, preciosa. Haré todo lo posible para que sea realidad… por cierto… no habrás olvidado que me prometiste… cómo se llamaba? Ah! No recuerdo… pero sé que el plato es español… o no?
-La paella?
-Eso mismo! Cuándo lo harás?
-Hm!
-Qué tal mañana?
-Etto… mañana nos vamos de fin de semana…
-Qué tal… oh-oh… qué día es mañana?
-Viernes… 5…
-Tengo una cena… pero nos podemos ir el sábado en la mañana…
-Una cena?
-Sí… tengo que ir junto con Inuyasha… vamos a comprar una compañía y ya estamos dando los toques finales al contrato…
Más tarde, Rin y Sesshoumaru se encontraban en el estudio, ya que Sesshoumaru la ayudaría a estudiar francés.
-Tienes muy buen acento, preciosa… tanto que me gustaría probarlo…
Acarició sus mejillas y la besó perdiéndose en los rincones de su boca. La mantenía pegada a él en un firme abrazo y ella rodeaba su cuello con sus brazos. Rompieron el beso cuando el oxígeno era más que necesario. Rin hablaba en un susurro.
-No puedo concentrarme si estás aquí…
-Y cómo te ayudo, entonces?
-No puedo ni oírte… me sacas de concentración…
-Y qué es lo que hago que te hace eso?
-Me miras como si fueras capaz de hacerme el amor en ese mismo instante…
-Quieres que te haga el amor aquí y ahora?
-Estás loco!
Sesshoumaru rió.
-Estoy loco por ti, preciosa…
………………………
Sesshoumaru estaba dando clases al grupo de segundo año, cuando sonó su celular.
-Preciosa…
-Ya salí…
-Cómo te fue?
-De maravilla!
-Me alegro… podrías pasar por donde Inuyasha? Hay un paquete para ti.
-Está bien. Te amo, mi amor.
-Yo también, cariño.
Al terminar la llamada, Sesshoumaru recordó dónde estaba y sus estudiantes le hacían un coro de "U".
-Ya pasó, vuelvan a sus ejercicios.
-Es su esposa, sensee?
-Pronto lo será…
-Ah! Sensee, se va a casar!
-Tal vez en estas vacaciones…
Rin no podía creer lo que veía. Sesshoumaru le había dejado un juego de llaves.
-Vamos, te llevaré.
-Eh?
-Tengo que llevarte a su apartamento, me queda de paso.
-A dónde vas?
-A buscar a una amiga que se ofreció a cuidar a los niños esta noche.
Cuando Rin llegó, uso las llaves en el ascensor y la llevaron directo al apartamento. Una vez allí, notó un camino de pétalos de rosas, lo siguió hasta la habitación. De la puerta, colgaba una nota, la abrió y rió al leerla. "Entra bajo tu propio riesgo". Entró en la habitación y allí encontró a Sesshoumaru. Se acercó a ella y la besó apasionadamente.
-Acaso crees que me olvidé de la fecha?
-Eres un amor…
-Soy tú amor…
-Sí…
Sesshoumaru la volvió a besar mientras se deshacía de su ropa.
-Amor…
-Tengo que llevarte a tú casa…
-No… les dije que me quedaría donde Kagome…
Sesshoumaru sonrió.
-Te quedarás conmigo?
-Sí…
-Dormirás conmigo?
-Sí…
-Amanecerás conmigo?
-Sí…
-Te casarás conmigo?
Rin sonrió y Sesshoumaru le volvió a colocar el anillo.
-Con los ojos cerrados.
-Así no puedes, después no verás dónde firmar.
-Mi corazón me lo dirá…
Se besaron larga y apasionadamente. Sesshoumaru la apretaba contra él. Cuando finalmente el oxigeno brilló por su ausencia, se separaron, dejando sus frentes unidas.
-Si no salimos de aquí en 5 minutos, te haré el amor ahora mismo…
-Vamos a buscar mi ropa… el vestido y lo de mañana, vamos a irnos, verdad?
-Claro que sí, preciosa…
Rin sonrió y tomándolo de la mano, lo guió fuera de la habitación.
-Ah! Por cierto…
Rin le devolvió el juego de llaves.
-Qué pasa?
-Tus llaves…
-No, preciosa, son las tuyas.
-Qué!
-Son tus llaves.
Rin brincó sobre él, rodeando su cintura con sus piernas y su cuello con sus brazos. Lo llenó de besos.
-Te amo!
………………………………………
Rin tuvo que cerrar la puerta de la habitación mientras se vestía, porque Sesshoumaru estaba dispuesto a volarle arriba. Tenía un vestido color marfil con unos detalles en un color un poco más oscuro, el vestido era largo hasta los tobillos y caía desde sus hombros acariciando sus curvas sugestivamente. Los tirantes se encontraban en la parte trasera del cuello. La espalda desnuda hasta mucho más de la mitad. Se había recogido el pelo a los lados, sujetándolo atrás, dejando que sus rizos cubrieran su espalda. Y tenía unas zapatillas de tacón doradas, que la dejaban a la altura de Sesshoumaru.
Al verla, Sesshoumaru no reaccionó, simplemente se embelezó con la sensual figura de su futura esposa. Se acercó y la besó apasionadamente.
-Despampanante…
-Gracias…
Era realmente difícil creer que sólo tenía 18 años cuando se vestía de esa manera o cuando hablaba. Rin era una mujer en todo el sentido de la palabra. Pero, Sesshoumaru decidió prever aquello y evitar incomodidades.
-Preciosa… qué tal si en caso que te pregunten, decimos que tienes 21 años?
-Pero… por qué?
-Esta gente es… cómo te digo? Adoran el chisme. Y si se enteran de que tienes 18 años, mañana estarás en primera plana. Y es una publicidad que debemos evitar para que te puedas graduar…
-Te avergüenzas de mi edad…
-Para nada! Rin… te lo demostraré. Inuyasha y Kagome tienen 21 y 20, cierto? Hoy es la primera aparición de Kagome en sociedad después del parto. Simplemente mantente alerta a los comentarios y te darás cuenta de lo que digo.
-Y porqué me hiciste venir?
-Porque serás mi esposa. Y deben conocerte como la futura señora Youkai…
Rin sonrió.
-Y a Kagome no le importa lo que digan de ella?
-No… pero me preocupa cómo lo puedas tomar…
-Mi amor… le responderé con la altura de una dama…
Sesshoumaru sonrió y tomó su mano para llevarla a sus labios.
-Algo más que deba saber?
-No…
-Alguna ex – novia?
-…No creo… no me importa… sólo me importas tú.
Al entrar en el lugar, se encontraron con Inuyasha y Kagome. Kagome llevaba un vestido rojo con de finos tirantes, lo que más resaltaba era su gargantilla, de oro blanco con un pendiente solitario, un rubí en forma de corazón.
-Ah! Es precioso!
-Gracias! Creí que te lo había mostrado… Inu me lo regaló de cumpleaños…
-Preciosa, vamos a saludar a los anfitriones, y luego volvemos.
-Está bien.
Llegaron frente a ellos, Rin tuvo que disimular muy bien, pues sabía perfectamente quiénes eran.
-Yarada-sama, me gustaría presentarle a mi futura esposa, Rin Ikegami…
-Un placer conocerlo, señor…
Rin notó la cara de desagrado del hombre y mucho más de la mujer a su lado. Sesshoumaru se extrañó un poco, pero no dijo palabra. Al alejarse, le dijo a Rin lo orgulloso que estaba de ella por haber manejado la situación tan bien.
-Sácame de aquí!
-Qué pasa?
-Ése hombre es mi abuelo! Es el papá de mi mamá! Sácame de aquí ahora!
-Rin…
-No comprendes, Sesshoumaru, ese hombre me negó. Frente a mí! No soporto verlo!
Aunque Rin usaba un tono de voz bajo, Sesshoumaru podía sentir lo alterada que estaba. Volvieron a verse con Inuyasha y Kagome.
-Inuyasha, me voy. Cancela el contrato.
-Dime si perdiste la cabeza. Si cancelamos, las acciones bajarían.
-No importa. No haré negocios con ellos…
Rin le apretó la mano a Sesshoumaru y le pidió hablar. Se apartaron un poco de todos.
-Esto está mal… haz tu negocio…
-No puedo…
-Por qué no?
-Porque de crear alianza con él, sería más que obvio la infinidad de cenas a las que tendremos que ir. Y…
-No deshagas tu contrato por mí…
-Rin…
Sesshoumaru sonrió y la besó en la mejilla.
-No te preocupes… a dónde quieres ir?
-Ah?
-Bueno, pues no hemos cenado, y no nos quedaremos aquí…
Inuyasha se acercó a ellos.
-En realidad, debemos cancelarlo. Impusieron una cláusula matrimonial.
-Bueno... pues… nos vamos. Los invito a cenar.
Después de la cena, llegaron al apartamento de Sesshoumaru. Rin estaba muy pensativa.
-Preciosa…
-Está bien que cancelaras ese contrato?
-Sí. Sabes cuándo se incluye una cláusula matrimonial? Cuando se quiere absorber el capital de la otra empresa. Al haber matrimonio, la esposa es dueña de la mitad de los bienes, eso más lo que ya se haya invertido, le puede dar el poder sobre más del 50 de las acciones.
-No comprendo bien… son unos cazafortunas?
-Exacto. Preciosa, ellos están en la quiebra. Al comprar su empresa, sólo le iba a dar dinero suficiente para que continuaran viviendo cómodamente, renunciando a algunos lujos.
-La familia de mi mamá esta en quiebra?
-Bancarrota financiera. No tienen capital activo. Ahora mismo sus riquezas dependen de sus propiedades.
-Cómo les pasó eso?
-El esposo de una de tus tías. Tu abuelo se retiró hacen muchos años… y él quedó a administrar las empresas. Despilfarró todo el dinero en casinos desde Las Vegas hasta Mónaco.
Sesshoumaru tomó asiento con un trago en las manos.
-No sabías nada?
-No…
Rin se sentó a su lado.
-Quieres que te lleve a tu casa?
-No…
-Entonces vamos a dormir…
Por la impresión que se había llevado Rin, Sesshoumaru desechó toda idea de hacer el amor. Era evidente que aún estaba impactada.
-Preciosa… perdóname por llevarte allí…
-No importa, mi amor…
Rin sonrió. Sesshoumaru se puso de pie y ella lo haló por un brazo con fuerza, haciéndolo quedar sobre ella. Lo besó y sonrió.
-Sabes? Me gustó mucho cuando me presentaste…
Sesshoumaru sonrió.
-Vamos a ponernos cómodos…
Sesshoumaru se incorporó y Rin haló la corbata, desatándola en el proceso. Rin se puso su pijama, un juego de shorts cortos y top de tiritos, de algodón con un estampado de espirales azules y verdes.
Sesshoumaru sonrió al verla mientras se cerraba la camisa de su pijama negra de seda. Rin se acercó y detuvo sus manos aún sobre los botones.
-Me encantas con ese pijama…
-Podría decir lo mismo, preciosa…
Rin lo tentó a besarla, pero cuando él lo iba a hacer, giró y el beso quedó en su cuello.
-Quieres jugar conmigo? Tengo algo para ti.
-Sí? Qué cosa?
Sesshoumaru se sentó en la cama y sacó una cajita de madera de su mesa de noche. Rin esperaba paciente sentada en el centro de la misma. Sesshoumaru volteó y abrió la cajita. En el interior había varias fotos. La primera, era la de una mujer rubia, poseedora de una gran belleza. La mujer vestía un fino kimono blanco con las mangas adornadas con bordados de flores en los que resaltaban los colores lila y azul.
-Es hermosa… es?
-Mi mamá…
-Te pareces mucho a ella… cómo se llamaba?
-Tsukihime…
-La princesa de la luna… realmente parece una princesa…
Sesshoumaru le mostró otra foto, en esta estaba con un hombre igualmente rubio, con el pelo largo y atado en una coleta alta.
-Tu papá… tienes tanto de los dos…
Sesshoumaru sonrió y le mostró una foto de un hermoso bebé rubio, de ojos dorados y cachetes rosados. El bebé sonreía ampliamente mostrando una desdentada encía. Rin sonrió.
-Eras todo un personaje!
-Cómo estás segura de que soy yo?
-Porque te conozco.
Sesshoumaru le mostró otra aparentemente del mismo bebé.
-Éste es Inuyasha!
-Cómo lo diferencias?
Rin lo besó de frente, al lado de la nariz.
-Por qué te gusta besarme ahí?
-Porque ahí, está tu única peca. Y la tienes en la fotografía.
Sesshoumaru se rió a carcajadas.
-No es una peca… es una marca de nacimiento.
-Igual, me encanta.
Rin le devolvió las fotos. Sesshoumaru guardó todas, menos la de él.
-Esa es tuya.
-En serio?
-Sí.
-Gracias!
Rin lo llenó de besos.
-Ahora prométeme algo…
-Lo que quieras, cariño…
-Cuando tengamos bebés… tienen que ser tan bellos y encantadores como su papi.
Sesshoumaru rió.
-Con la condición de que tengan tu sonrisa.
Rin lo abrazó y lo llenó de besos mientras quedaban acostados.
…………………
Sesshoumaru despertó con el sol en su rostro y una mirada esmeralda que estudiaba sus facciones.
-Preciosa…
-Te amo, Sessh…
Sesshoumaru sonrió y la abrazó.
-Yo también te amo, Rin…
Luego de un delicioso baño juntos, emprendieron camino hacia la casa de campo y un fin de semana lleno de amor.
…………………………
-Está comprometido en matrimonio! Quien es esa? La conoces?
-No seas idiota, Kagura. Es la hija de Naru…
-Qué!
………………………
Rin estaba apoyada en la baranda del balcón. Sesshoumaru se acercó con una taza de chocolate caliente.
-Aquí tienes, preciosa…
-Gracias, mi amor…
Haciendo la taza a un lado, Rin se entregó a los besos de su futuro esposo. Sesshoumaru la tomó en brazos y la llevó hasta la habitación.
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