5.- El deseo de Aome…

Los primeros rayos de sol pasaban por la cortina. La chica abrió lentamente los ojos, sintiendo su cuerpo desnudo y recordando lo sucedido la noche anterior. Se giró sobre la cama quedando de frente al chico, el cual seguía profundamente dormido. Se acercó más a él, acurrucándose en su pecho y abrazándolo, le besó delicadamente en los labios provocando así, que despertara…

-Aome…- susurró apenas como tratando de recordar. Sintió una punzada en el pecho, no era arrepentimiento, o sí?...

-Buenos días…

-Aome yo no… perdóname, por favor…

-Perdonarte?... pero por qué?...No me digas que no fue maravilloso?...

-No es eso Aome… claro que fue maravilloso… pero…

-Inuyasha, no me digas nada… Sé muy bien que estás enamorado de alguien más… pero, yo lo único que quiero es estar contigo… no me niegues eso, por favor… - las palabras de Aome eran sinceras. Sabía a la perfección que, Inuyasha quería a alguien más, sin embargo, lo único que ella deseaba era estar junto a él, sin importar el precio…Estaba segura de que, tal ves con el tiempo, él llegaría a quererla de igual forma…

-Aome… no quiero dañarte…

-Y no lo harás… te lo aseguro…solo… solo déjame estar a tu lado sí?...- Se acercó a él tomándolo por el cuello y lo besó. Inuyasha le correspondió con el mismo ímpetu. En verdad que no quería dañarla pero, como negársele?... la quería, le gustaba y ahora también la deseaba… Ya lo había intentado antes y todo había sido en balde. No podía estar lejos de alguien que lo apoyara tanto, no podía estar lejos de Aome…

-Te Amo, Inuyasha…- El chico se quedó inmóvil al escuchar esas palabras… ¿Sería capaz de decirle lo mismo alguna vez?... Solo pudo responderle con una sonrisa al tiempo que le acariciaba el rostro…-¿Por qué no nos damos un baño eh?...-

Inuyasha le sonrió seductoramente aceptando su propuesta…-Con que quieres bañarte eh?...- la cargó por la cintura sorpresivamente. Aome se sujetó por su cuello al tiempo que gritaba y reía divertida…

-¿Qué haces?... Suéltame… Inuyasha… jaja… No! Espera…- Inuyasha abrió ambos grifos de la ducha tratando de templar el agua… Bajó a la chica y la puso bajo el agua…-Aahh! Inuyasha! Está fría…-lo haló hacia ella poniéndolo bajo el agua y abrazándolo también…

-Jajaja… perdón… a ver… - extendió su brazo tratando de solucionar el problema y notó que la chica lo miraba fijamente y se aprisionaba más contra su cuerpo…

-Aunque… ya no tengo tanto frío…- comenzó a acariciarle la espalda y el pecho. Inuyasha cerró los ojos, lo que aprovechó Aome para besarlo…Así pasaron el resto de la ducha, besándose y acariciándose. Aome no podía sentirse más feliz, a pesar de saber que no la amaba, ella se sentía satisfecha y eso era suficiente…

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Llegaron a Sengoku. Antes habían ido a casa de Inuyasha para que éste pudiera cambiarse. Sango los miró sorprendida, ¿Desde cuándo llegaban juntos al trabajo?...

-Hola Aome…Inuyasha…

-Hola Sango…-

-Será mejor que me vaya a mi oficina antes de que Kikyo me mate…-

-No creo que haya problema… Tal vez no venga hoy…

-Por qué?...- No contuvo los deseos de saber lo que ocurría, sabía a la perfección lo que sentía por ella aunque no estuviera muy orgulloso con eso…

-Bueno ya es algo tarde... Ella siempre es muy puntual…

"Espero que no le haya pasado nada…" – Sí… tienes razón…estaré en mi oficina…- entró en ella y cerró la puerta…

-Aome, explícame qué está pasando…

-Hay Sango… creo que soy la mujer más feliz del mundo…

-Ah sí?...- Comenzaron a platicar, interrumpiendo un poco de vez en cuando para atender alguna llamada… Aome le platicó detalle a detalle la situación. Sango solo escuchaba sorprendida y temerosa cada palabra que le decía su amiga.

Las puertas de Sengoku se abrieron, dejando ver a Kikyo pasando por ellas. Lucía un poco demacrada a pesar de que llevaba gafas oscuras… No saludó a nadie, solo entró a su oficina. Miroku venía tras ella, se quedó parado en recepción, junto unas Sango y Aome algo turbadas por aquella situación…

-Miroku, qué le pasa a Kikyo?...

-Ah… la señorita Kikyo está sufriendo mucho…

-Sufriendo?...

-Sí… venimos del hospital…- Inuyasha salió de su oficina escuchando la conversación…

-Del hospital?... Le pasa algo?...

-No, ella está perfectamente… es su hermana…

-Ahh… esa niña siempre causando problemas…

-Sango!...no seas insensible…

-Es la verdad Aome… aunque Kikyo no es una blanca paloma…- (N/A ok, todas las que odian a Kikyo pueden identificarse aquí, un poco con Sango)

-Lo que le pasa es muy grave…-

Inuyasha no pudo contenerse más. Sintió que algo le oprimía el pecho, sacándole el aire. Si algo grave le estaba sucediendo a Kikyo, él debía enterarse, quería hacerlo. Sintió la necesidad de saber sus problemas y así ayudarla. Interrumpió en la conversación, sin importarle como lo observaban todos…-Dime que es lo que le pasa a Kikyo, Miroku…

-Pues… su hermana Kaede… tuvo una sobredosis… está en el hospital…

-Sobredosis?...-Aome también se mostró preocupada…

-Sí… al parecer desde hace algún tiempo consume droga…

-Pobre Kikyo… no crees Inuyasha?... Inuyasha?...-pero el chico no parecía escucharla, tenía la mirada perdida. "Kikyo"… era en lo único en que podía pensar. Sin saber exactamente el por qué, fue hacia la oficina de su jefa abriéndola intempestivamente provocando que Kikyo lo mirara sorprendida…

-Kikyo…

-Inuyasha…- Tenía los ojos bastante irritados e inclusive una lágrima dudaba en salir de sus ojos. Su rostro estaba notablemente pálido y reflejaba una tristeza profunda. Intentó cambiar su semblante ante la presencia de Inuyasha pero, éste que parecía conocerla mejor, no fue engañado…-Qué haces aquí?... No mandé llamarte…

-Ya lo sé… vine porque quería saber cómo estabas…

-Cómo estaba?... ¿Cómo debo estar?...

-Kikyo, no mientas… solo quería decirte que cuentas conmigo…

-¿Por qué tendría que mentirte?...- Comenzó a alzar la voz y a adoptar un tono de ironía…- No entiendo de lo que me hablas…- Sintió que el corazón se le oprimía, un hormigueo le recorrió el cuerpo. Sabía que Inuyasha estaba ahí por una razón en particular pero, ¿Qué era?...

-¿Por qué te empeñas en mentir KIkyo?...- Inuyasha también alzó la voz, sabía que no estaba bien, deseaba más que nada ayudarla, pero ella no parecía dispuesta a eso…- ¿Qué no ves, que lo único que quiero es ayudarte?...

-¿Ayudarme?... Ja, por favor Inuyasha, no seas tonto…- Se puso de pie, dándole la espalda…- ¿Cómo podrías ayudarme?...No me conoces, no sabes por lo que estoy pasando…-Su voz se escuchaba entrecortada y temblorosa…- NO TIENES NI LA MAS MINIMA IDEA SOBRE MI!...

-La tendría si no pretendieras mostrarte diferente hacia los demás!...- caminó hacia ella y trató de verla a la cara, pero Kikyo lo esquivaba...- No pretendo conocerte si tú no lo deseas…- le tomó el rostro e hizo que lo mirara…-Kikyo, solo quiero ayudarte…

Por unos segundos Kikyo se sintió débil, vulnerable ante las palabras de Inuyasha, hacía ya bastante tiempo que no se sentía así. Los dos se miraban fijamente e inclusive una lágrima corrió por el rostro de Kikyo, quiso desahogarse y abrazarse a él, sin embargo, el sentimiento de autosuficiencia salió de nuevo de ella…- Ya te lo dije… No necesito que me ayudes…- Se zafó de Inuyasha y volvió a sentarse tras su escritorio. Inuyasha solo seguía mirándola, con el incontenible deseo de estrecharla contra él y consolarla, decirle que todo estaría bien…

-Ahora, por favor… vete… déjame sola…

Inuyasha le obedeció. Se giró y salió de la oficina. Después de esto, Kikyo no pudo más y, como reacción a lo ocurrido, comenzó a llorar sin control… Sollozaba, al tiempo que se reprochaba a sí misma… "Eres una estúpida… Inuyasha"…

El chico que acababa de salir de ahí, no pareció percatarse de las miradas confusas que se dirigían a él. Estaba en algún tipo de transe, con la mirada fija al piso. Miroku y Sango se miraron entre sí comprendiendo la situación. Ya el chofer se había encargado de contarle lo que Inuyasha sentía por Kikyo. Era por eso que Sango mostraba tanto temor hacia lo que su amiga le platicaba, y trataba de ayudarle pero, no quería lastimarla. Solo le dirigió una mirada, a la cual Aome no correspondió ya que estaba intrigada por Inuyasha. Aome no comprendía muy bien lo que ocurría, así que, con su acostumbrada inocencia se acercó a él, lentamente, para averiguar que era lo que ocurría…

-Inuyasha, estás bien?...- al no obtener respuesta, dedujo que la razón tenía algo que ver con Kikyo…-Kikyo, está bien?...

Fue entonces cuando Inuyasha la miró, ahí de nuevo, siempre cuando más la necesitaba. Aome sintió una pequeña punzada en el pecho. Notó la mirada triste de Inuyasha y se le contrajo el corazón. Como siempre ocurría, si él estaba mal, ella también lo estaría. El chico rompió el silencio hablando en un tono bastante desconsolador…

-Ella… necesita ayuda… mucha ayuda…

Aome le sonrió tiernamente comprendiendo su preocupación hacia Kikyo, sabía que Inuyasha era muy noble, más nunca imaginó que era precisamente de Kikyo, de quien estaba enamorado…-No te preocupes, todos la ayudaremos…

-Sí…- El joven asintió sonriéndole a la chica quien le tomó una mano brindándole su apoyo. Inuyasha le correspondió de igual forma agradeciéndole internamente por estar ahí…

Miroku y Sango se miraron algo confundidos, ¿Qué estaba pasando?... ¿Habría cambiado de parecer Inuyasha?...

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Había pasado una semana ya, desde aquél suceso. Las últimas noticias, que llegaban por medio de Miroku, eran que Kaede había salido del hospital recuperada y que ahora solo debía rehabilitarse. Kikyo parecía más tranquila, aunque con Inuyasha seguía igual. Por el contrario, Inuyasha siempre que tenía oportunidad le preguntaba por su estado y se conformaba con un "ya te dije que no me pasa nada" o un " porqué debería estar mal?" de su parte, conocía el carácter fuerte de la chica, y sabía que esa era su forma de decir que estaba bien, o al menos mejor…

Las cosas entre Aome e Inuyasha habían cambiado un poco. Ahora eran más ocasiones en las que Inuyasha se quedaba en casa de Aome por las noches. La chica parecía feliz y así se mostraba. Cada vez estaba más segura de que las cosas tarde o temprano cambiarían e Inuyasha le diría que la amaba. Inuyasha la quería, y disfrutaba mucho estando a su lado, ya estaba comprobado que no podía concebir al idea de no tenerla cerca, de no recibir su apoyo. Se había convertido más que una amiga, era casi su compañera.

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Inuyasha y Aome habían sido llamados a la oficina de Kikyo y ahí se encontraban cuando esta recibió una llamada…

-Sí?...Ah! Naraku!... Cuánto tiempo… sí, sí…- miró de reojo a Inuyasha quien apretaba la mandíbula y presionaba sus puños. Kikyo mostró una pequeña sonrisa y respondía a simples cosas de Naraku, dando una sonora carcajada o revolviéndose un poco en su asiento… Inuyasha sabía muy bien que lo que sentía eran celos, sabía que Naraku andaba tras Kikyo, y eso no le agradaba mucho, Naraku no le agradaba mucho. Kikyo siguió la conversación sin darle importancia a los presentes…-Hoy?... bueno, no lo sé… sí, claro que quiero pero… bueno está bien, te veré ahí… sí, besos…- Colgó el auricular dando un suspiro…- Bien… los llamé porque…

-Vas a verlo?...- No pudo evitar interrumpirla, no pudo sostener la duda…

-Perdón?...

-A Naraku… vas a verlo?...

-Ah, eso… sí eso parece…- esbozó una ligera sonrisa, Inuyasha sintió como se le revolvía el estómago. Aome solo los miraba algo turbada y confusa…

-A qué hora?...

Kikyo levantó una ceja y lo miró intrigada…- Eso no es de tu inconveniencia…

-Pues lamento decirte que sí lo es… soy tu asistente y como tal, debo acompañarte a todas las reuniones con los clientes…por que, Naraku es un gran cliente no es así?...- trató de obtener la respuesta deseada pero solo obtuvo una risa…

-Jaja…tienes razón Inuyasha, solo que… no me veré con Naraku por cuestiones laborales…Nosotros, bueno tú sabes…así que, no será necesaria tu presencia muchas gracias…

-Pensé que ustedes dos ya no tenían nada…

Kikyo lo miró asombrada por la osadía de su comentario…- Y yo, creí que tú eras un simple empleado más y no mi madre para darte explicaciones…-

Inuyasha solo frunció el ceño. Aome, quien no sabía si hacer o decir algo, carraspeó un poco llamando la atención de Kikyo…- Ejem, ejem… perdón señorita pero, para qué nos llamó?...

-Ah sí!... Higurashi, necesito el último balance de la empresa, es urgente…

-Balance?... perdón señorita pero, no comprendo… eso lo maneja el señor Myoga…

-Eso, lo maneja un contador, y pensé que tú lo eras…El señor Myoga no vendrá más aquí… De ahora en adelante Higurashi, tú serás la Contadora de Sengoku…

Aome sonrió abiertamente y ahogó un ligero grito al tiempo que se cubría con las palmas los labios…-En verdad Señorita Kikyo?...

-Acaso hablo en otro Idioma?...

-Sí, digo, no… quiero decir… gracias señorita, muchas gracias…

-No me agradezcas tanto… Sabes que si no me satisface tu trabajo puedo despedirte…

-Lo sé, no la defraudaré… en verdad…

-Bueno y qué estás esperando?... Dije que me urgía el balance…

-Sí… ya voy… con permiso…- salió del lugar dejando a Inuyasha quien aun seguía sumido en sus pensamientos…Kikyo lo miró y le preguntó…- Sigues aquí?...

-Aun no me has dicho para que me mandaste llamar…

-En serio?...yo te mandé llamar?...

-Sí…

-Ah, pues… ya lo olvidé… puedes retirarte…-

Inuyasha respiró hondo y sacó el aire poco a poco. Trató de pensar en el porqué le mandó llamar, pero fue inútil, así que se giró y salió. Entró a su oficina, intrigado aún, y fue recibido por Aome quien lo esperaba ahí con una gran sonrisa. Se abalanzó hasta él y buscó sus labios, encontrándolos algo distantes. Se separó un poco de él y lo miró a los ojos…

-Pasa algo?...

-Eh?... No, nada…-trató de sonreírle pero Aome lo conocía muy bien como para creerle…

-Y a quién crees que estás engañando?...

-Feh, no sé de que estás hablando… no me pasa nada…- esquivó la mirada de la chica, a quien por alguna extraña razón, nunca podía engañar…

-Ah sí?... y entonces por qué no me has felicitado?...

-Ah?...- abrió los ojos comprendiendo de lo que estaba hablando "Tonto!"… -Bueno, no me diste tiempo… Felicidades…

-Solo eso me vas a decir?...- se acercó a él sujetándolo por el saco tratando de acercarse más pero fue inútil…

-Aome yo…

La chica notó que estaba distante y retrocedió…-No quise molestarte… si no te sientes bien, me iré… No quiero molestarte…- Se dio media vuelta y comenzó a caminar para salir de ahí, pero una mano de Inuyasha la sujetó por el brazo…

Inuyasha estaba molesto, no le gustaba que Kikyo fuera a verse con Naraku, estaba turbado por eso y siempre que estaba así, trataba de refugiarse en Aome, aunque no le gustaba hacer eso. La mayoría de las veces en las que se sentía así, Aome estaba junto él, pero sentir que la usaba lo hacía sentir miserable y muchas veces prefirió esquivarla a refugiarse en ella. Pero esta vez era Aome, quien necesitaba de él, y no podía dejarla ir…

-Perdóname…No quiero que te vayas…- la giró hacia él y la tomó por la cintura. Le levantó el rostro por la barbilla y le sonrió…-Felicidades… Aome…- Se acercó para besarla, sintió cómo Aome le correspondía como siempre solía hacerlo… Fue un beso calmado pero de igual forma, apasionado. Aome lo rodeó por el cuello profundizando el acercamiento, provocando también, la intensificación del beso. Cómo le gustaba sentirse así, con él, cerca de él… Y cuando la tomaba así para besarla, era la locura misma…No pudo evitar dejar escapar suspiros de su boca…

Kikyo pasaba por ahí, recordó que era lo que debía pedirle a Inuyasha, así que fue a su oficina para decírselo, la puerta estaba entre abierta, cuando quiso abrirla por completo le sorprendió escuchar la voz de Aome, así que abrió por completo la puerta, siendo testigo del beso entre Inuyasha y Aome… Abrió los ojos sorprendida y sintió un escalofrío recorrerla por todo el cuerpo. Una mezcla de celos e ira se apoderaron de ella, quiso gritarles, azotar la puerta, cualquier cosa total de separarlos pero, solo contuvo la respiración y salió del lugar dando grandes zancadas…

CONTINUARA….

Hola! Pues aquí toy con otro capi… espero sus comentarios, buenos y malos, pero al fin comentarios… Espero les guste… byes!...

Pd: En verdad necesito sus revws, ya q toy en una transición de cambiar algo… así que, díganme que les gusta y qué no sí?.. grax… bye…