¡Este fic aún vive! Y por mucho tiempo¿Eh?

Lean y dénme ideas, críticas, etc...


Capítulo 5: Allende las fronteras

"¡Hemos llegado a la frontera!"

"¿De verdad? Es que no estoy muy seguro que un LETRERO GIGANTE que dice 'han llegado a la frontera' pueda informarme, Lyn..." contestó todavía no se ha inventado, Pepe..."

tera de Bern con Lycia, como ya se habrán dado cuenta, estaba a muy poca distancia. Si se le puede decir frontera a una línea dibujada con tiza de colores en el pasto.

"¡Voy a ver a mi abuelo al fin!" Exclamó Lyn, mientras corría en dirección a la línea.


Mientras tanto, sobre un árbol...

"Si, creo que puedo darle" sentenció un francotirador mientras ajustaba la mira de su rifle de precisión.

"Pero yo creo que ese tipo de armas todavía no se ha inventado, Pepe..."

"Siempre hechas a perder mi diversión, Bug..."

El francotirador empacó su rifle, sacó un arco y apuntó con cuidado.


"Lyn, escúchame... debemos tener cuidado, aún aquí en la frontera. Nuestros amigos los Bandidos pueden estar por aquí cerca, y no creo que precisamente nos pidan autógraf... ¡AUGH!"

Mark cayó al suelo, tan largo como era, mientras que una flecha se incrustaba en su hombro.

"¡Señor Mark¿Está usted b...?"

Con otro grito, Kent se bajó del caballo artísticamente (Léase: Se cayó también) con una flecha en la espalda.

"¡No te preocupes, Kent: Sain al rescate!"

Antes de acercarse mucho, otra flecha le pegó en la pierna.

"¡AUGH!"

"¡Lyn, ten cuidado!" Gritó Florina, elevándose en los aires.

Los Caballeros de Pegasos no son muy adictos a las flechas.

"¡Nos ataca-AUGH!"

Dorcas recibió una flecha en los "cuartos traseros", y saltando como un loco, aplastó a Wil.

"Ay" se limitó a decir este último.


De nuevo en el árbol.

"Bueno, se me acabaron las flechas, y la chica sigue viva. Vuelvo en un parpadeo" comentó Pepe el Arquero, mientras descendía de su escondite.

"Yo reuniré al resto de la banda... nos vengaremos de quienes ponen en ridículo el nombre de los Bandidos de Ganelon..." sentenció Bug.


"Voy a ver a mi abue... ¡Oigan!" Lyn dejó de andar a saltitos, y se percató de sus amigos heridos. "¿Qué pasó aquí?"

"¡Bandidos de Ganelon... Ataquen!"

Un ejército de rufianes (Compuesto por... siete personas) apareció de la nada, confrontando a la joven.

"Er..." una gota descendió por su cabeza, mientras desenvainaba la Hello Kitty.


Y en un bosque cercano...

"¡Nos hemos perdido OTRA vez, Erk!"

"¡Yo sólo seguí el camino que TÚ decías que era el correcto!"

"¡Bueno, no es que TÚ estuvieras haciendo mucho por guiarme!"

"¡Estoy cansado de discutir así, Serra! No eres la mujer a quien me dijeron que escoltaría..."

Erk, un joven mago (¡De pelo Morado! El tinte sí que existe...), se sentó en el suelo, mientras daba un pequeño bostezo.

"¿A qué te refieres con eso?" Preguntó Serra (Una jovencita de pelo ¡Rosa!)

"A que yo NUNCA hubiese aceptado estar aquí de saber lo que pasaría. Yo necesitaba un trabajo, y alguien me dijo que una joven e indefensa sacerdotisa necesitaba a un escolta para llevarla a Ostia..."

"Sí... y ésa sacerdotisa soy yo..."

"¿Tú? Serra, un ladrón saldría corriendo a toda velocidad tras pasar un rato contigo, lo cual no es muy diferente a lo que yo quiero hacer ahor..."

¡WHAM!

Erk se sobó un chichón recientemente aparecido, mientras Serra esgrimía amenazadoramente su bastón.

"¡Vamos, Erk! Necesito un escolta. Y una mujer como yo no puede ir por allí con cualquiera... es decir, tu personalidad no es nada del otro mundo, pero no tienes para nada una mala apariencia..."

Un rubor apareció en los rostros de ambos jóvenes, mientras guardaban silencio.

"Er... gracias. Supongo que...bueno, es mi trabajo..."

Erk se levantó rápidamente, y empezó a limpiar su capa. En ese momento, ambos escucharon sonidos de batalla.

"¡Algo pasa allí, Erk! Vamos a ver qué es..."

Serra corrió a toda velocidad hacia el exterior del bosque, mientras que el mago la miraba escépticamente.

"Creo que después de terminar con este trabajo, necesitaré vacaciones"


Lyn luchaba ferozmente, utilizando excelentes movimientos de batalla.

"¡Mueranmueranmueranmueran!" Gritaba, mientras giraba en círculos con la espada en posición horizontal.

Los bandidos simplemente pensaron que no era muy buena idea acercarse, así que esperaron a que Pepe volviese con un nuevo cargamento de flechas.

"Típico de esos torpes. ¡Yo siempre hago el trabajo sucio!" Se quejó el aludido, mientras tallaba una tosca flecha con su cuchillo.

Le acababa de colocar la punta de acero, cuando escuchó una voz bastante molesta cerca de él.

"¡Erk, mira! La chica de ahí está luchando contra esos bandidos..."

"¡Silencio! No hables tan fuerte..."

"¡Ajá!"

Pepe apuntó su arco hacia ellos.

"Muy bien¿Son del grupo de esa muchacha, eh? Y tú, mago¿Podrías hacer callar a tu novia? Su voz es algo molestosa..."

Serra lanzó un chillido y se escondió tras su escolta. Erk simplemente volvió a sonrojarse por aquella burla.

"Muy bien. Tú lo has pedido..."

Haciendo un movimiento curiosamente similar al Kame-hame-ha, una bola de fuego golpeó al arquero en el rostro.


"Un momento... creo que hay alguien allí..."

Lyn dejó de girar, y se encaminó al lugar donde quedaban los restos chamuscados de Pepe.

"Vaya. Gracias por eso. ¿Por qué luchan contra ellos?"

"¡Es tu culpa! El tipo pensó que nosotros estábamos de tu lado, y..."

"Serra, está bien. Lo lamento... no causaremos mas molestias..."

El mago se dio media vuelta. El resto de los maleantes los tenían rodeados.

"Pues pienso que al menos por ahora, deberíamos pelear juntos..."

"Sin duda. Por cierto, me llamo Serra, y él es Erk..."

"Yo soy Lyn. Es un placer."

"¡EJEM!"

"Oh, claro. Los bandidos."

A ver, resumamos la batalla.

"¡FUEGOFUEGOFUEGO!"

"¡CURACURACURA!"

"¡MUEREMUEREMUERE!"

Al fin, habían vencido.


Más tarde, y con la ayuda de Serra, el grupo entero se había recuperado.

"¡Muy bien! Estoy recuperado" comentó Wil, al comprobar lo que acabo de escribir.

"Florina también lo está¿Verdad?" Preguntó Lyn, mientras buscaba a su amiga con la mirada.

"...Mejor que nosotros, sin duda..." dijo Mark, mientras la veía escondida entre unos arbustos en posición fetal. Al pegaso le caía una gota por la cabeza.

"Al menos ya puedo sentarme tranquilamente..."

"¡No, Dorcas! Yo... ¡AUGH!"

Wil quedó otra vez con las costillas rotas, mientras que Dorcas disfrutaba de la comodidad.

"Lady Lyndis¿Dónde están la sacerdotisa y el mago que nos ayudaron hoy?"

"No lo sé, Kent... Y por cierto¿A dónde se ha ido Sain?"

"...Creo que... a hacer del 'uno'"


Serra estaba malhumorada (¡Qué extraño!)

"¡No lo entiendo!" gruñó "¿Por qué nos vamos tan rápido?"

"¡Por una sola vez en tu vida: Silencio! Tuvimos suerte de salvarnos hoy, y ellos ya están curados. Debemos seguir cada uno nuestro camino... además, mientras más rápido lleguemos a Ostia, más rápido me libraré de..."

Erk se paralizó y los ojos se le empequeñecieron. Serra chilló y tapó sus ojos.

Sain estaba haciendo "del uno" en un árbol.

Yuck.

El caballero se puso rojo como un tomate. Terminó con su "negocio", y rápidamente se volvió hacia ellos.

"Er... ¡Señores míos! Yo... eh... es decir, gracias por lo que habéis hecho... Lady Lyndis estará agradecida..."

"Mñsfñstikisfñs..." susurró el mago

"¿...Qué...?"

"Dije que tienes el cierre abierto..."

Serra se dio vuelta y deseó fervientemente sacarse los ojos. Sain simplemente se hechó a reír como un psicópata (¿Alguien sabe POR QUÉ se escribe Psicópata, si la P no se pronuncia?)

"Jejeje... mi error... lo siento. Bueno, Lady Lyndis no olvidaría este favor, si es que su capacidad cerebral se lo permitiese..."

"¿Lady Lyndis?" Preguntó Serra, reaccionando "¿Te refieres a Lyn?"

"Así es. Es heredera al Trono de Caelin, y estamos siendo perseguidos por el usurpador Lundgren. ¡Es una tarea riesgosa! Ya saben, asesinos por todos lados..." relató Sain, mientras utilizaba el recurso teatral de "ordeñar la Gran Vaca" (Apretar los puños y mover dramáticamente las manos)

"Hummm... en tal caso, la magia de Erk y mis poderes de curación serán de gran ayuda..."

"¿Qué? Yo nunca..."

"¡Muy bien! Necesitamos toda la ayuda que podamos tener. ¡Hablaré con Lady Lyndis tan pronto como pueda!"

"¡Pero yo no quiero...!"

"Bueno, Erk. Recuerda que soy tu jefa por loas próximas dos semanas y media...así que simplemente has como te digo. ¡Sé un buen chico!"

"...Creo que voy a terminar necesitando un psicólogo..."


Reconozco que éste debe ser el capítulo más aburrido de todos, pero bueh... no me siento muy inspirado por el momento..

Ojalá que ya deje de demorarme tanto con esto...

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