Obsesiones del amor
Capitulo 11 : Verdades engañosas... hundiéndome en dolor
Estaba estático, no podía moverse, ansiaba correr tras el y decirle o demostrarle que sentía lo mismo, no sabia si estar feliz por saberse correspondido o creer que lo estaba... o simplemente derrumbarse por saber que hacia sufrir a la persona que mas amaba en este mundo... a su gran amor... Después de tanto pensar, su cuerpo reaccionó y de inmediato volteo para alcanzar a su hermano, esperando ver su espalda ... verlo alejarse, pensó si soportotaría verlo irse de su lado... pero solo encontró leves rastros de el portal interdimensional de su hermano...
- Sa... SAGAAAAA! – Grito lo mas que pudo, esperando que Saga lo escuchara y que regresara, pero eso jamás paso...
Kannon, el general marino de Poseidón mas poderoso de entre los siete, estaba destrozado... ya ni en la guerra mas sanguinaria hubiese quedado como lo dejo el simple beso de su hermano... el hombre al que por tanto tiempo había amado en silencio... al que sin pensarlo le daría su vida y su devoción...
Callo de rodillas en el suelo de coral, lagrimas de dolor y arrepentimiento salían de sus bellos ojos, empañando sus hermosas esmeraldas con aire de soledad y desolación... sus manos tocaban el piso, suplicando a los dioses que los ojos de su hermano se giraran hacia el ... retomara sus pasos para regresar a su lado... que sus manos rozaran si quiera su piel ... que sus labios volviera a profanar los suyos... deseo que lo poseyera en ese momento... el quería susurrar su nombre, gritarlo... solo quería estar con el...
Mas su orgullo se apodero de el, se seco las lagrimas y se levanto de el duro suelo de coral que tenia bajo de sus pies... su mirada estaba perdida ... no demostraba ni dolor ni felicidad... solo era una mirada perdida... al llegar el al lado de Sorrento... se detuvo instantáneamente... sin voltear a verlo siquiera... Sorrento se estremeció al sentirlo tan cerca de nuevo... mas sintió como su cosmo estaba seco, frió... distante...
- Vete... ya no tienes nada que hacer aquí... – después de decir tan ariamente esas palabras, continuo con su camino para perderse en la oscuridad de su pilar...
Las secas palabras de Kannon se clavaron en su corazón, el verlo sufriendo de tal manera lo hacia sentirse culpable... el no sabia... el fue engañado y no podía evitar detestar a Kannon por eso, pero el corazón es necio... y a pesar de haber hecho lo que hizo, aun lo amaba, y aun lucharía por una oportunidad... de deshizo de ese pensamiento egoísta... y comenzó a caminar hacia su pilar, de donde jamás debió haber salido...
Por otro lado, en en gran santuario de Atenea, Camus caminaba al lado de Shaka en dirección a el templo de la vasija para desempacar... pasaron por el templo de Aries, Tauro, Géminis, Cáncer... estaban cerca de entrar al templo de Leo... cuando de pronto Shaka se detuvo... Camus no comprendió al principio... pero recordó lo ocurrido con el caballero de Leo... así que se quedo viendo, quien no conociera a Camus diría que lo vio con desprecio... pero en realidad era... talvez... lastima y comprensión.
- Shaka...
- Estoy bien...
sigamos...
- No...
- Pe... pero...
- Primero pasare
yo... después tu entraras y hablaras con el...
- No tengo
nada que hablar con el...
- Si lo tienes, le dirás que le
amas y que no sea un completo imbécil...
- No le digas
así...
- Bien... hasta que te de una señal...
paras...
- Pe... ok...
Camus comenzó a caminar subiendo lentamente los escalones... estaba por alguna razón nervioso, no sabia cual seria la reacción de el león al verlo después de lo sucedido hace algunos días... cada escalón se convirtió en una aguja que se clavaba en su pecho... pero su rostro jamás demostraría nada... mucho menos esto...
- Pido permiso para cruzar este templo sagrado
de Leo...
- Aunque no quiera... el permiso es concedido...
-
Si no esta en ti darme permiso caballero de Leo...
- Deja la
hipocresía de lado Acuario... tu mirada ya no me engaña...
- No pretendo engañar a nadie...
- Ya cállate y
lárgate antes de que...
- Antes de que que... Aioria?
-
Lárgate ya...
Camus dio media vuelta comenzando a caminar en dirección de la salida, pero antes de salir se detuvo, aun dándole la espalda y con su voz Helida le dijo al león...
- No lo toque... y su corazón como su
cuerpo ... siguen perteneciéndote Leo... no seas idiota para
perderlo...
- ... Camus ... – susurro viendo como el
francés salía de su templo...
El león se quedo con las palabras de Camus rondándole en su mente... ¿Acaso lo había respetado?... ¿acaso Shaka le había sido fiel...?... ¿acaso el ahora era el malo de esta historia...?... no podía evitar sentirse indigno de haber tocado a Shaka y de haberlo amado como lo hacia aun... sentía que no merecía el amor del rubio, ahora el se culpaba de haber hecho sufrir a su gran amor... a su lindo rubio... Aioria sonrió con solo recordar el bello rostro del angelical guardián de el sexto templo...
- Pido permiso para cruzar este templo
sagrado de Leo...
- ... – se quedo estático al ser
sacado de sus pensamientos por esa voz tan delicada que extrañaba
El corazón de ambos se habían sincronizado, latiendo el uno por el otro... Aioria volteo lentamente... para encontrarse con un rostro opacado por el manto de la tristeza... sonrió al verlo y se acerco... estiro lentamente su mano para rozar la mejilla de Shaka... este al sentir el roce lento y suave... sonrió y recargo su rostro en su mano... se abalanzó a su pecho... Aioria, sorprendido lo abrazo...
- Aioria...
perdóname...
- Shhhhhh ... ya estas aquí... solo
eso importa ya...
- Te amo...
- Y yo a ti...
Shaka sonrió y levanto su rostro para encontrarse con el del león... abriendo los ojos para cruzar un par de zafiros brillantes con unas esmeraldas hermosas... sus labios se sellaron en un profundo beso lleno de amor y perdón de ambos... Camus sonrió levemente al sentir esa paz llenar el templo de Leo... y con ella, se llenaba de un verdadero amor...
Regresando al santuario marino, el pilar de4l atlántico del norte... su guardián se encontraba sentado en su sillón con una botella de vodka en la mano con la cabeza hecha hacia atrás y la camisa abierta a medio torso, mostrando su bien formado pecho, producto de tanto entrenamiento... sus piernas abiertas de par a par con unos jeans de mezclilla entallados negros, contorneando sus muslos fuertes, encargados de soportar su cuerpo... y en algún momento, cargando el cuerpo de algún amante...
A pesar de que siempre había amado a Saga, el intentaba llenar el vacío que su lejanía dejaba con el calor de otros cuerpos... aromas de otras sabanas... con roces de otra piel... cuando llego a los brazos de Sorrento nunca dejo de andar buscando otros brazos ya que la sirena no llegaba a llenarlo... suspiro al recordar cada uno de sus amantes... y cada corazón roto que llego a dejar en el camino...
Se levanto pesadamente del sillón, dejo caer la botella la cual derramo su contenido en el suelo, manchando el blanco mármol con el color marrón de el vino... se dirigió con pasos pesados a su recamara... se sentó en la suave cama... acaricio las sabanas lentamente, sus hermosas esmeraldas estaban teñidas de un amargo dolor... se dedico a proporcionar suaves caricias a la suave tela... imaginándose que era la piel de su hermano... la blanca piel de aquel que amaba con locura... con deseo... con un profundo y doloroso amor...
Apretó la sabana con su puño, su rostro mostró una ira y una desesperación sofocante... arrugo la tela como intentando sacar su coraje con ese acto... de sus ojos comenzaron a salir lagrimas de arrepentimiento y de desesperación... apretó sus dientes y gruño con fuerza arrancando la sabana de el cuerpo de la cama, lanzándola lejos de el... después su ira comenzó a transformarse en un agonizante sollozo... se llevo las manos al rostro, tapando sus ojos que se humedecieron con amargas lagrimas... se dejo caer al suelo de rodillas al pie de la cama... apoyo sus antebrazos en el colchón desnudo... escondiendo su rostro en el hueco que sus brazos hacían... sus sollozos amargos y tristes inundaban la habitación que ahora se sentía tan desolada y deshabitada después de tantos y tantos que pasaron por esa habitación hundiéndose con su dueño en una noche de pasión...
Se deslizo para sentarse en el suelo apoyando su media espalda en el tambor de la cama junto al suave colchón, notando la dureza de la madera y la suavidad de la tela... comenzó a suspirar buscando calma... que sabia que solo aparentemente llegaría pero solo al estar junto a el... esa paz anhelada llegaría por completo... sus esmeraldas contrastando con el rojo que dejo como huella las lagrimas que desde ahora... hasta que el regresara... hasta que el también lo amara...
- Saga... re... regresa...- decía en un suave susurro antes de que los sollozos convulsivos se apoderaron de el nuevamente... una noche larga... dolorosa... torturante... era la que le esperaba al dragón marino...
Por otra parte... en las sombras ... había alguien que seguía los pasos de un aguador que con pesadez subía los escalones del enorme Santuario... dirigiéndose exactamente al templo que le ponía nervioso... que lograba acelerar su frió corazón y que mas de una vez le hizo sonreír sin querer... sin poder evitarlo... el templo de Escorpión... el 8vo templo...
Camus no se daba cuenta... pero unos ojos llenos de maldad lo observaban desde los confines de la oscuridad y una sonrisa malvada se dibujo en su rostro...
- Camus de Acuario... tu eres mi presa... – una voz ronca se escucho... una voz que congelaba hasta las entrañas...
