Fuga de Azkaban.

Hace un rato, se han confirmado la huida de mortífagos de la cárcel de Azkaban. En total son cuatro: Pansy Parkinson, Gregory Goyle, Vicent Crabbe y Draco Malfoy. Se ruega, de saber información, avisar lo anteriormente posible.
Esta huida puede llegar a tener que ver con la noticia de la muerte de 20 muggles que publicamos ayer.

Esta noticia ya no le impresionó tanto, estaba seguro que algún día pasaría.
Malfoy fuera de Azkaban…

Y por tercera vez en dos días, una lechuza se posó en su ventana.
Se dio cuenta que era de su mejor amiga, Hermione y también novia de Ronald Weasley.

Harry:

De seguro ya has leído la noticia que apareció en El Profeta y seguramente, como yo, sabías que esto iba a pasar. Era casi inevitable. Ahora con esta fuga, es todavía más importante que vengas, aunque, según me contaron Ron y Ginny que te lo pidieron, me parecería estupendo que vuelvas, todos te echamos mucho de menos.
El pasado hay que pisarlo, Harry, es lo que deberías hacer.
Espero tu respuesta,
Con cariños,
Hermione.

Harry se quedó pasmado, si bien Hermione fue la bruja más inteligente de su clase en Hogwarts, ella fue la que mas la apoyó en su viaje.
Y, pensando en esto, le respondió la carta.

Querida Hermione:

Si, leí el diario y también pensé lo mismo que ti. Cada día estoy más confuso, me pregunto todo el tiempo, si, como dicen los tres, debería volver.
Sabes bien que nadie mas que yo quiere olvidarse de su pasado, pero tengo un sentimiento de culpa, si no fuese por mi, muchas personas hoy estarían vivos, incluyendo a mis padres.
Pero… capaz tengas razón, debería volver…
Déjame pensarlo, ¿vale?
Besos
Harry.

Lo tenía decidido. Volvía a Londres. Esa misma tarde fue a sacarse su pasaporte en avión. A pesar de su dolor, tenía que volver, extrañaba todo y a todos.

Y con esa mentalidad, escribió tres cartas.

Todas decían lo mismo.

Querido Ron (o en los otros casos Hermione y Ginny)

Mañana por la mañana llego a Londres en avión.
Espero que mi noticia te alegre,
Harry.

Al anochecer, fue hacia el aeropuerto a abordar el avión. Estaba muy feliz. Haría, por fin, su curso para ser auror… ya hasta capaz le pediría matrimonio a Ginny.

Cuando por fin llega a Londres, ahí estaban Ron y Hermione esperándolo.
Se dieron un gran abrazo.

-¡¡ Harry! ¡¡ Nos alegramos tanto que vuelvas!- Dijeron Hermione y Ron al unísono.
-A mi también me agrada verlos… ¿Y Ginny?
-Eh… está en mi casa, bueno ¿vamos?- Exclamó Ron.
.Si, vamos.

En el incómodo viaje (en el conocido autobús noctámbulo), charlaron de todo, del trabajo de Ron, de Hermione.

Cuando por fin llegaron a la Madriguera Harry tuvo un sentimiento de nostalgia. Tantos recuerdos…
Apenas cruzó la puerta, sintió los brazos de la señora Weasley sobre el.

-¡¡Harry, querido! Todos te extrañamos tanto… ¡Nos alegra tanto que vuelvas!

Y así estuvo durante varios minutos. Hasta que Harry preguntó:

-Una pregunta, ¿Y Ginny?- preguntó Harry extrañado de no ver la famosa cabellera pelirroja de la menor de los Weasley.
-Mmm… salió.

Cada vez le parecía mas extraño.
Pensó que sería la primera persona en ir a buscarlo, sin embargo…