Capitulo 4.
Sin que nadie se diese cuenta, la semana pasó rápidamente.
Ginny y Harry estuvieron sin hablarse, solamente mandándose miradas de odio.
Sin embargo, la familia no se dio cuenta por la nueva gran noticia que revolucionó a todos:
El compromiso de Ron y Hermione.
Estos les pidieron, apenas anunciaron su boda para dentro de tres semanas, a Harry ser el padrino de la boda, y a Ginny, la madrina.
Los dos aceptaron de inmediato, sin embargo, ninguno de los dos quería estar cerca del otro, cuanto más lejos, mejor.
Esa mañana, Harry empezaría el curso de auror. Estaba preparado, quería eliminar a todos los mortífagos que encuentre.
Ginny llegó a la sala con ojos rojos y Harry se la quedó mirando profundamente. ¿Qué era lo que había pasado para que haya llorado?
Sus dudas terminaron al instante cuando la madre de la chica habló:
-Ginny ¿Qué pasa?-
-Corte con Dean- dijo amargamente.
Harry se sintió feliz, pero al segundo cambió de opinión por un motivo, a el no le tenía que importar.
Ron llegó a la sala ya preparado.
-Harry, ¿Nos vamos?
-Si, vamos.
Se aparecieron en el Ministerio y juntos fueron a la sala donde los dos tendrían el curso de auror, ya que Ron ya se había inscrito, pero antes.
Dos horas mas tarde salían del curso. Mas que todo les habían contado como funcionaba el trabajo y que hacer en distintas ocasiones
Luego, fueron a comer a la calle a pasear un rato. No habían cruzado palabra desde que salieron del Ministerio. Después de un rato, Ron habló:
-Harry, ¿No piensas solucionar las cosas con mi hermana?
-Si ella no se da cuenta de que se equivocó, no voy a hablarle.
-No creo, ¿Sabías que la madrina y el padrino de la boda tienen que elegir todo juntos? Desde la vestimenta hasta el color de las servilletas.
-Bueno… ya veremos.
Otro ataque.
Según nos informan nuestras fuentes, se ha notificado otro ataque en la zona muggle de Londres. El Ministerio de Magia está haciendo un desastroso procedimiento (si es que lo hace) ya que en menos de dos semanas, hubieron tres ataques a muggles. Por otra parte se comenta que el niño-que-vivió y el niño-que-ya-lo-venció está de vuelta en Londres y, según nos contaron, está preparándose para hacer el curso de auror.
¿Cómo hacían todos para enterarse si solamente hace poco más de una semana había llegado?
Esa era una de las preguntas que Harry tenía en mente.
Fue solo hasta el Ministerio de Magia.
Cuando llego, se chocó con una chica con aire oriental.
-Disculpe, perdóneme…-Dijo la chica juntando todos los papeles que se le habían caído.
-¿Cho?
-¿Harry? ¿Cómo estás?-Dijo Cho dándole un abrazo.
-Bien y ¿tú?
-Bien… Leí en el diario que habías vuelto, pero pensé que no era verdad.
-Si, es verdad, hace una semana volví de Francia.
-Ahh… ¿Y como andan las cosas? ¿De novio?-preguntó con una media sonrisa-¿Sigues con Ginny Weasley?
-No, termine hace unos días ¿Y tu?
-No…
-Y ¿de que trabajas?
-Soy reportera en Corazón de Bruja. Y, justamente, me mandaron a averiguar si el Gran Harry James Potter había vuelto en verdad.
-Si, y conseguiste una exclusiva.
-Jajaja, si, tienes razón.
-Uh! No me fije la hora, me tengo que ir, lo siento Cho, ¿Qué tal si mañana vamos a comer juntos?
-Mmm, bueno está bien, te paso a buscar, ¿vale?
-Vale, vale, bueno nos vemos mañana, adiós.
-Adiós.
Luego del curso, Harry se fue junto a Ron directo a La Madriguera.
Cuando llegaron almorzaron, y se fueron directo a la cama, pues ninguno de los dos había dormido en casi toda la noche a causa de los nervios de Ron.
Al otro día, Harry se encontraba saliendo del curso de Aurores. Allí lo esperaba
Cho con una sonrisa.
-Hola Harry.
-Hola Cho, bueno… ¿Qué tal si vamos?
-Vale.
Salieron del Ministerio y se fueron a una confitería que quedaba en la esquina.
-¿Qué tal es Francia? ¿Linda?
-Si, muy linda, sobre todo París. Tienen una gran historia sobre los magos allí.
-Si, una vez me habían contado-dijo la chica, sin poder contener sus impulsos, preguntó- ¿Por qué terminaste con Weasley?
-Por que me engañó con otro chico, Dean Thomas, fue compañero mio en Gryffindor-dijo y prosiguió- bueno, resulta que yo le mande a Hermione, Ron y a ella una carta diciendo que volvía, pero parece que a ella no le llegó, y esa misma noche, estaba en el jardín de su casa, La Madriguera, y escuche una conversación, después la encare, y me dijo que hace unos meses se habían hecho pareja, que ella no tubo el valor suficiente como para decírmelo. Pero, lo que mas me molestó, fue que ella, al no tener el valor como para decírmelo, en las cartas actuaba como si nada, y cartas no le faltaban, por que nos escribíamos cinco veces por semana.
-Que tonta… yo me hubiese ido contigo en vez que quedarme aquí. Yo te seguiría hasta el fin del mundo-dijo con una sonrisa al mandar la indirecta.
-Pero parece que ella no…-Dijo Harry sin darse cuenta de la indirecta.
Siguieron conversando, del trabajo de Cho, el curso de Auror de Harry y muchos mas temas.
Cuando terminaron, se despidieron.
Harry tenía, hace ya unos días, una idea revoloteando por su cabeza.
Irse de La Madriguera, para comprarse una casa para el solo.
Le gustaba mucho estar con todos los Weasley y sentirse en familia, pero no podía mas seguir viviendo bajo el mismo techo que Ginny.
Luego de pasearse por varias inmobiliarias (muggles, por supuesto) cerca de Londres, no tan lejos de la Madriguera)
Finalmente, consiguió una casa que se acomodaba a sus peticiones.
Fue con una sonrisa de oreja a oreja a La Madriguera, era la hora de la cena, y de seguro que lo estarían esperando, ya que estuvo toda la tarde averiguando.
Cuando llegó, como supuso, lo estaban esperando con la cena servida.
Saludó, se sentó y comenzaron a comer.
-Tengo que darles una noticia importante-dijo cuando todos ya hubieran terminado. Todos dirigieron su atención hacia el. Ginny lo miró con sus profundos ojos.
-¿Cuál?-Dijeron Fred y George al unísono.
-Me voy a mudar de casa.
