Finalmente un día, cuando volvió del curso de auror y ella estaba esperándolo para ir a almorzar juntos se decidió.

Cuando salió, la vio ahí, sentada tan concentrada en una revista que tenía en sus manos, que se quedó con la boca abierta.

Cuando ella se percató de su mirada, le sonrió y se levantó de su asiento y le habló.

-¿Vamos?

El solo asintió, no le salían las palabras.
Se había quedado mudo, así, por los nervios, por temor a ser rechazado, a que ella se haya desenamorado de el, a que ella ya no lo quiera mas.

Yo pienso que No son tal inútiles Las noches que te di.

Te marchas y que Yo no intento discutírtelo Lo sabes y lo se.

A menos que no atesoro esta noche Prometo no tocarte, esta segura

Hay veces que me voy sintiendo solo Por que conozco esa sonrisa Tan definitiva.

Tu sonrisa que a mi mismo Me abrió tu paraíso.

Se dice que Por cada hombre,
Hay una como tu.

Pero mi sitio, Ocuparas con algunos,
Igual que yo, mejor lo dudo.

Ella lo notó medio raro, y cuando le pregunto que le pasaba, el solo tartamudeó.
-Nno… no mme passsa nadda.

O que esta vez ya bajas, la mirada Me pides que sigamos siendo amigos Amigos ¿Para que? Maldita sea A un amigo lo perdono, pero a ti te amo.
Pueden parecer panales Mis instintos naturales.

Ella no le creyó nada, y se quedó mirándolo… cuanto le gustaba ese chico, pero… el ya se lo había dicho, eran amigos, solo eso ¿Verdad?

Llegaron a la confitería donde tenían mesa reservada.

Cuando el mozo que los atendía se fue, Harry creyó que era el mejor momento para hablar.

-Gin, tengo que decirte algo.
-Habla, dime.

Harry no sabía como empezar, sentía que su rostro hervía, pero no podía hacer nada.

-¿Qué pasa¿Te sientes mal¿Estas enfermo?
-No, no es eso.

Pero hay una cosa que Yo no te he dicho aun.
Mis problemas¿sabes que?
Se llaman tu.
Solo por eso Tuve eso tuve que hacerme el duro Para sentir, Para sentirme, un poquito mas seguro.

-Si, si tengo un problema.
-¿Cuál¿Qué sucede?
-Tu -¿Yo que?
-Mi problema se llama tú.

Y si no quieres mí de ti,
¿En que he fallado? Recuerda que también a ti,
Te he perdonado. Y en cambio tu, Dices lo siento, no te quiero.
Te me vas, De esta historia entre tus dedos.

¿Qué vas a ver?
Busca una excusa,
Y luego márchate.

Por que de mí,
No te quieras preocuparte,
No debes provocarme.

Que yo te escribiré un par de canciones.
Tratando de ocultar, mis emociones.
Pensando pero poco En las palabras.

Y hablare de la sonrisa,
Tan definitiva.

Tu sonrisa que a mi mismo Me abrió tu paraíso.

Pero hay una cosa que Yo no te he dicho aun.
Mis problemas¿sabes que?
Se llaman tu.
Solo por eso Tuve eso tuve que hacerme el duro Para sentir, Para sentirme, un poquito mas seguro.

Y si no quieres mí de ti,
¿En que he fallado? Recuerda que también a ti,
Te he perdonado. Y en cambio tu, Dices lo siento, no te quiero.
Te me vas, De esta historia entre tus dedos.

Ginny se quedó helada.

Pero aun así esbozó una sonrisa.
Se paró.

-¿Qué...?-Dijo el chico que la acompañaba.
-Párate.

El muchacho la vio con una cara rara. Finalmente se paró.

-¿Qué pasa?- Era lo que intentó decir, pero a media frase la chica lo abrazó.

-Harry… ¡oh! Cuanto espere este momento… pensaba que nunca sucedería de nuevo. Perdóname, perdóname lo de Dean, todo, intente reemplazarte. Por favor, perdóname.

-Ya, ya no te preocupes, todo esta bien-Le decía el chico.

Una hora más tarde, dos chicos abrazados salían de la confitería.
-¿A dónde vamos?- decía la chica.
-No se, a donde quiera la princesa-dijo sonriendo.
-Mmm¿Qué tal a tu departamento? Me estorba estar con mucha gente, me siento invadida.
-Si, claro, está bien.

Y así fueron al departamento de Harry.
Era la primera vez que Ginny iba, era esa una de las razones por las que quería ir.

Cuando esta entró, se quedó maravillada. Era hermoso.

-¿Te gusta?
-Me encanta.

El la agarró por la cintura, la dio vuelta, y comenzaron a besarse apasionadamente.

Luego de unas horas estaban los dos en la cama de Harry tapados con una manta.

-Te quiero Ginny.
-Yo no Harry, yo te amo.
-¿Quieres ser mi novia?
-Por supuesto.

Por la mañana, Harry estaba tomando una taza de café leyendo El Profeta. No había nada interesante.

Una dormida Ginny llegó hasta su lado y lo saludó con un beso.

-Buenos días.
-Igualmente¿Vamos?- dijo el chico refiriéndose a el curso y al trabajo de la chica, directora de la parte de defensa de muggles, del Ministerio.
-Me preparo y vamos.

Luego de diez minutos salían los dos hacia el Ministerio.

Sin que se dieran cuenta, por la aparente desolada calle, los seguían varias personas.

Después de un rato las figuras se posaron frente a los dos chicos.

-¿Qué…?-empezó a preguntar Ginny.
-Weasley, aquí las preguntas las hago yo-Dijo el aparente jefe de la banda. A pesar de estar todos encapuchados, Harry y Ginny reconocieron la voz de la persona como el mismísimo Draco Malfoy. Los dos lo miraron con cara de asombro.
-Si, soy Draco Malfoy, por lo visto usaron su inteligencia. Potter… tanto tiempo. ¿No pudiste caer mas bajo, eh¿Con una Weasley? Estos traidores de la sangre, que vergüenza…
-Más vergüenza das tú, Malfoy. ¿O que¿Necesitas a tus guardaespaldas para que te defiendan? Sin previo aviso, Draco agarró a Harry por el cuello.
-No me insultes, que puede ser peor.
Con un chasquido de dedos, los "muchachos" de Malfoy agarraron a Ginny por la espalda.
-¿Ahora no sos tan valiente, verdad? Pero si te agarraron a tu novia… Jajaja.
Con un ¡plop! Malfoy y sus guardaespaldas desaparecieron, soltando a Ginny, sin embargo antes, Draco hizo una acotación.
-Potter, ten cuidado que un día tu preciosa novia puede desaparecer…

Ginny cayo al piso inconciente, debido a que los que la habían agarrado la asfixiaron.

-Gin, Ginny¿Estas bien?
-Harry- dijo entrecortadamente la chica-¿Se fueron?
-Si, no te preocupes amor, ya va a pasar.

Después de cinco minutos, los chicos continuaron su viaje con varitas preparados y atentos todo el tiempo, sin embargo esto no sirvió para nada, ya que no sucedió nada.

Por la tarde, Harry y Ron (quien había retomado sus clases, luego del viaje) estaban charlando en la cafetería del Ministerio:

-Falta poco para terminar, por suerte. En dos semanas damos el examen y, si nos va bien, nos dan el título ese mismo día, así que no voy a estar con días de espera por nervios-decía el ojiverde.
-Si, ya no puedo esperar más. Quiero empezar a trabajar ahora.
-Hablando de eso… No sabes lo que nos pasó hoy cuando estábamos con Ginny viniendo hacia aquí, cuando terminemos, necesito que me acompañes a donde el ministro.
-Si, como no, pero ¿Qué pasó?
-Salíamos con Ginny por la mañana de mi departamento…-a lo que Ron a esto le frunció el ceño-Ron no me pongas esa cara, tu hermana ya es mayorcita…Bueno, continúo…Cundo, de pronto, se nos aparecen unos encapuchados, que resultaron ser ni nada mas ni nada menos que Malfoy y compañía. La agarraron a Ginny, por la espalda, me dijeron que tenga cuidado con Ginny, que un día podía desaparecer, y se desaparecieron.

A todo esto, Ron tenía una cara de susto increíble.
Lo único que atinó a decir fue:
-Harry, vamos YA con el ministro.