Reconstrucción de un amor.
(Palimpsesto)
Capítulo III.
Sentado en un banco del parque que tantos recuerdos le evocaba, Seto Kaiba fumaba con deleite un cigarrillo. La noche descendía sobre él lenta y apaciblemente. Ya no era el mismo y nunca regresaría a ello: el tiempo y el dolor lo habían transformado. Abstraído en sus reflexiones, no oyó los ligeros pasos que se aproximaban.
Una silueta oscura se detuvo ante él. Y le habló en un murmullo:
–¿Me prestas fuego?–la voz sonó extrañamente familiar.
Seto extendió su mano y el desconocido alcanzó el encendedor y lo acercó al cigarro entre sus labios. Cuando la tenue luz de la llama iluminó su rostro, Seto sintió un sudor frío recorrerle el rostro y un temblor incontenible apoderarse de su cuerpo.
–¡Jou!–exclamó sin poder evitarlo.
El aludido descendió los ojos de su cigarro y lo observó fijamente durante un breve y eterno momento.
–Lo siento–respondió con voz que denotaba un dejo profundo de tristeza resignada después de un rato de silencio-, pero hace años que perdí la memoria en un accidente y aún no recuerdo mi pasado. ¿Éramos amigos?
Seto percibió como las lágrimas se agolpaban a sus ojos azules y tristes. Y asintió levemente, con pesar.
–¿Puedo sentarme?
Seto sonrió, y él se sintió tan distinto sonriendo otra vez. La suya era ya una sonrisa sincera.
–¿Cuándo volviste?–preguntó al fin, intentando entender y asimilar esta nueva e inesperada situación.
–Hace un mes más o menos. Y hace siete años que tengo amnesia, si es lo que quieres saber, pero últimamente los recuerdos son persistentes y difusos. En mis sueños veo rostros, oigo palabras, percibo sensaciones tan conocidas ya. Y regresé a Japón por eso: quiero recuperar mi pasado. Volver a querer a quienes amé, porque veo a mi hermana y a mis amigos, y siento que nada me une a ellos. Necesito desesperadamente recordar. Ellos han accedido a revelarme parte de mí paulatinamente. Esa es la única manera para poder continuar con la vida que llevo actualmente. Dime ¿Quién eres tú?
–Seto Kaiba. ¿Me recuerdas?–agregó, ya desesperanzado.
Jou negó lentamente y habló sonriendo:–Nadie me ha hablado sobre ti. Quiero decir, he conversado con mis amigos de antes, y ellos no han dicho nada sobre ti.
–No era amigo de tus amigos, sólo de ti–explicó con voz suave.
–Cuéntame algo, por favor.
A Seto lo invadió la nostalgia como un río tormentoso. Alzó los ojos hasta encontrarse con los mieles de Jou. Él lo miraba lánguidamente, como se mira a un desconocido que se estima sin saber porqué. Y lo sintió tan ajeno, tan distinto, tan otro, que algo se rompió muy dentro en su corazón, y negó lentamente con la cabeza.
–¿Para qué? Nunca fuimos demasiado cercanos–mintió quedamente.
Jou sonrió con dulzura y parecía muy conmovido, porque sus ojos brillaban como si tuvieran lágrimas.
–¿Acaso te duele que no te recuerde?
Seto dio una calada larga a su cigarro. El aire fresco bañó su rostro caliente por la frustración. Su corazón desilusionado latía violentamente rápido. "Me dueles, Jou, todavía aquí dentro dueles".
–No. Sólo fuimos compañeros de clase. Es todo.
–Con Yugi y Tristán, entonces.
–Sí.
El silencio se instaló alrededor de ellos durante mucho rato. Seto se acordó de tantas otras ocasiones en que él, antaño, contemplaba a Jou fumar su cigarro sentado en el banco de siempre, observando el cielo azul y plácido, soñando despierto. Seto se acordó de tantos sentimientos abrumadores. Seto se acordó de sus besos y sus caricias. Seto se acordó de su sonrisa y de sus ojos que siempre reían, porque reír alegraba el alma, decía él, cada vez que Seto le reprendía por su felicidad exagerada de todo.
–Hay algo de ti que me atrae¿sabes? Siento que hay algo más importante que nos une. Me parece haberte recordado antes de este encuentro. Esos recuerdos fugaces que, a veces, me invaden y no alcanzo a retener.
–¿Te quedarás mucho tiempo?
–Hasta que recuerde. Sé que lo lograré–aseguró, mirando a Seto fijamente a los ojos. Suspiró con fuerza y apretó los ojos y las lágrimas tanto tiempo reprimidas rodaron por sus mejillas tersas y heladas–. Necesito mi pasado de vuelta. Si puedes ayudarme, por favor…–casi suplicaba.
Jou dio una última calada, esperando en vano que Seto le contestara y se levantó.
–Gracias–murmuró sin enojo.
A Seto la situación le rememoró otra hacía ya mucho tiempo.
–Adiós, entonces.
–Este es un hasta pronto, Seto, porque volveremos a encontrarnos cuando haya reconstruido mi pasado–sus ojos se iluminaron de pronto en la densa oscuridad.
Se alejó caminado tan serenamente, que Seto pudo haberlo alcanzado en cualquier momento, pero permaneció sentado en el banco de las reminiscencias, evocando los días pasados… Doliéndole hasta el alma este encuentro inesperado, porque comprendió al fin que había perdido a Jou para siempre.
Dio una última pitada a su cigarrillo y lo apagó. Se quedó sentado en el banco, admirando la noche quieta y negra. Y se ilusionó con tantos sueños bonitos, que, de pronto, a sus ojos azules asomaron lágrimas de desconsuelo.
Continuará…
Nota de la autora: Gracias por leer.
Este es el capítulo más corto y a mí no me ha gustado mucho como ha quedado, porque está muy dialogizado, pero era necesario. Y antes que me pregunten, sólo puedo decirles que Jou recuperará la memoria… Queda un capítulo más y el epílogo.
Y muchas gracias a quienes me han escrito también:
Rei Dark Angel: Créeme que no fue una decisión presurosa, Jou dudó bastante tiempo, pero al final decidió acabar con todo. En el próximo capítulo comprenderás mejor que fue lo que realmente ocurrió.
A.R.Z.: Gracias por leer mis fics. Y sí, tiene continuación, ya ves que falta muy poco para que termine.
Remi: Este capítulo es más bien frío y tal vez no te ha gustado mucho, pero espero que el final sí te emocione.
Anya Shoryuky: Muchas gracias. Me ha gustado como has puesto todo, porque yo nunca logro eso. Y ojalá te siga gustando.
keyq: ¿Qué le pasó a Mokuba? Eso lo sabrás en el próximo capítulo, te lo aseguro. Y sobre el final, queda ya tan poco, que mejor te hago esperar una semana más. Sí, Seto se ha dado cuenta de lo que siente… pero esperemos que no sea demasiado tarde.
Sekari Sumeragi: La carta llega a su destinatario, pero cómo y cuándo, lo sabrás en el capítulo que viene. Ya me estoy rayando con esto del capítulo que viene. Ojalá te haya gustado esta parte de la historia. También he leído algunos de tus fics y me ha gustado mucho áquel que escribiste durante un año.
