DISCLAIMER: Este cuento esta basado en la obra de JRR Tolkien, a quien perteneces la mayoría de los personajes, yo solo estoy jugando un poco con ellos.

PROVICIONES

CAPITULO 6

Una semana, eso era lo que Diana llevaba en camino, y si algo podía decir es que nunca en su vida había hecho un viaje tan perfecto, los paisajes eran hermosísimos, y la compañía inigualable, aunque si se podía decir que estaba un poco cansada, ya que no tenía quien le ayudara a manejar.

Sin haberlo planeado se habían instalado en una rutina la cual consistía en caminar durante todo el día, en cuanto empezaba a caer la tarde se detenían y entre los tres elfos armaban el campamento, lo cual no era tan difícil como se suponía debía ser, ya que lo que en otro momento hubiera llevado una gran cantidad de tiempo y esfuerzo, prender un fuego, buscar y preparar la cena, gracias a la tecnología, se había convertido en algo rápido, lo que les daba tiempo para estirar las piernas, después los tres se acostaban a dormir, mientras que uno hacia guardia, Diana nunca hacia guardia y dormía adentro del carro, mientras que los elfos lo hacían afuera.

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Elladan se encontraba perdido en su pensamientos mirando la fogata, al otro día llegarían a el Bosque de la Dama, mientras que su hermano, Legolas y Diana conversaban sobre lo que creían que podían encontrar.

-Un peso por tus pensamientos- dijo Diana

-¿Qué?-

-Elladan, un peso por tus pensamientos, es una frase de mi tierra, ¿Qué te tiene tan callado?-

-¿Sabes todo el tiempo de mi vida que he dedicado a prender fogatas, en los festivales anuales hay concursos que consisten en prender fuegos, incluso es una de las cosas que separan a los niños elfos de los adultos, …….. y llegas con esa cajita llena de palitos y ¡puf, ya esta.- su voz había sido monótona, solemne, mientras hablaba el elfo había continuado viendo el fuego, de hecho no había apartado la vista de la fogata durante todo su discurso.

Diana en realidad no sabia que hacer, ni como tomar todo lo que Elladan le había dicho, no sabía si la estaban acusando, halagando o ¿que?.

De pronto el elfo se levanto y muy seriamente se acerco a Diana, su cara era una mascara que no reflejaba emoción alguna, después de algunos momentos frente a la muchacha, la cual ya estaba realmente nerviosa, Elladan rompió en la mas grande y hermosa de las sonrisas a la vez que rompiendo todo el protocolo y costumbre de los elfos abrazo a Diana y entre risas le dijo –No se como le vas a hacer pero no quiero tener que volver a salir de campamento sin esas cajitas jamás en mi vida, y mira que son inmortal-.

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-La dama esto, la dama aquello, la dama esto otro, que si la sabiduría de la dama, que si la belleza de la dama, que si el reino de la dama, ……. Si vuelvo a oír algo mas de la famosa dama me voy a convertir en asesina de elfas- estos pensamientos, y otros mas, que incluían como matar a la dama y de pasada a los tres bobos (hacia rato que habían dejado de ser elfos) que traía, acompañaban a Diana el último día de trayecto.

Estaba tan metida en sus pensamientos, (como evitar oír hablar de la dama) que no se dio cuanta cuanto la vegetación se volvió mas densa, llegando al grado en que le fue imposible avanzar.

-¿Y ahora por donde?- pregunto

-Ahora esperamos a que alguna brigada del reino venga por nosotros y nos permita entrar-

-¿Cómo que esperamos a que vengan por nosotros y nos permita entrar, es como aduana, ¿no podemos llegar, así nomás?-

-Me temo que al reino de la dama no se puede nada mas entrar, comento Elrohir, por principio nadie sabe realmente llegar, estos bosques son sus dominios y solo los que viven en el lo conocen-

-Será mejor que nos bajemos, no creo que nos reconozcan aquí adentro- dijo Legolas.

No habían terminado de abrir las puertas del carro cuando un grupo de elfos los tenían rodeados, tan rápido y sigilosamente habían aparecido que Diana no pudo evitar gritar al verlos.

-No se asusten- dijo un elfo en su lengua natal, Diana fue capaz de entenderle solo gracias a sus clases, -la Dama los espera y nos mando para que los guiáramos-.

-Y dale con la dama-

El camino no fue largo, de hecho luego se entero que para cuando se vieron inhabilitados para continuar en el carro ya tenían varias horas dentro del reino de Lothlóriel.

Llevaban aproximadamente dos horas caminando, Diana sabia que se estaban dirigiendo al corazón mismo del bosque, la vegetación era cada vez mas tupida, ¡y los árboles, árboles centenarios franqueaban su camino, tan altos que le era imposible ver las copas, y tan frondosos que impedían incluso el paso de la luz.

En algún momento todo se empezó a organizar, árboles, veredas, incluso la luz del sol, tan escasa momentos antes empezó a tener cierto orden, Diana pudo darse cuenta de los pequeños cambios que anunciaban que estaban cerca de llegar pues los elfos que los habían "recibido" no parecían tener intenciones de hablar en la lengua común o en la lengua que hablaban los elfos de Rivendel y para colmo habían acaparado la atención de sus tres acompañantes.

De pronto Diana sintió que estaba en el paraíso, y si esto no era el paraíso era la entrada, a diferencia de Rivendel donde la naturaleza y la ciudad se mezclaban de manera perfecta aquí la naturaleza hacia la ciudad.

El grupo fue conducido a través de una majestuosa escalera, Diana tuvo la leve sospecha de que nunca sabría si franqueada o creada por las mismas ramas de los árboles, hacía una explanada en donde los esperaban mas elfos.

Fue entonces que Diana vio a Galadriel, la Dama de Lóriel la mujer más hermosa que Diana hubiera visto en toda su vida su belleza era indescriptible y la paz y sabiduría que emanaba de su persona era tal que incluso el mas cerrado lo percibía.

-Con razón estos no dejaban de hablar de ella-, pensó Diana, -esta le mueve el piso asta al mas definido-

-Gracias, nunca me habían dando un cumplido de tal naturaleza- Diana oyó una voz en su cabeza.

Legolas vio como a Diana se le abrían los ojos, el sabía que lo mas probable es que la Dama le estuviera dando la bienvenida al bosque, pero ¿Qué le estaba diciendo, ¿porque se había puesto roja?.

-¿PERDÓN,- pensó Diana, - ahora si estoy volviéndome loca de adeveras, estoy oyendo voces, diferentes voces, no solo la mía-.

-No Diana Rodríguez, no te estas volviendo loca, veo que tus compañeros me dejaron una sorpresa para ti, soy Galadriel, la Dama del Bosque, bienvenida-.

-¡Estas en mi cabeza, telepatía estilo Hombres X, o los Hombres del Mañana -

-No conozco a los Hombres X ni a los Hombres del Mañana, tampoco se que es telepatía, pero si, estoy en tu cabeza y puedo ver en tu corazón-.

-Bienvenidos- dijo en voz alta Galadriel, -es un placer tener visitantes de otros reinos aunque el motivo que los acerca sean de preocupación-

-Es temprano, vallan refrésquense y descansen durante la cena conversaremos-.

Dicho esto Diana fue conducida a un "cuarto" en la base de uno de los árboles, donde no solo le esperaba una deliciosa cama, también una muy necesaria tina llena de agua.

Horas mas tarde ya descansados se juntaron en lo que parecía una sala privada, -es increíble como pueden hacer espacios privados dentro de los mismos árboles- no había mas de 10 personas contándolos a ellos.

-He decidido que tengamos una cena privada, así podremos tratar el tema que los trae por aquí, he incluido a Ridhei jefe del ejercito de este reino, Abedon y Coleb dos de los elfos de mas edad y concejeros de la ciudad de Caras Galadon y Celeborn mi marido.-

Después de las presentaciones se dedicaron a poner al día sobre los acontecimientos en Rivendel y las sospechas de Lord Elrond y Gandalf, las exclamaciones fueron muchas, las caras de asombro y la incredulidad, sobre todo ante los avances que la raza de los hombres había alcanzado en la otra "Tierra" no se dejaron esperar, pero al final concluyeron en la importancia de mantener a Saruman dentro de la torre.

-Mucho se ha hablado de lo que te trajo a Tierra Media, tengo que reconocer que me intrigas aunque conozco a la raza de los hombres, por tu lugar de origen, eres un misterio- dijo la Dama a Diana,- me gustaría que te quedaras mas tiempo y me explicaras como es tu mundo, pero se que tanto tu como Legolas tiene la misión de llegar a Gondor, espero que en el futuro exista un tiempo en el que podamos conversar, Celeborn y yo le debemos una visita al Señor de Rivendel, desde la guerra del anillo no nos hemos vuelto a ver, ¡OH siempre es alguna sombra esparciéndose sobre Tierra Media la que hace que nos volvamos a ver!-

Después de eso la plática se volcó a temas menos preocupantes, logrando que la cena se convirtiera en una amena reunión. En algún momento de la noche Diana se paro a estirar las piernas, ante ella espacios robados a los árboles, o quizás, prestados por voluntad propia de la naturaleza a los elfos, daban lugar a una hermosa ciudad.

-¿En que piensas?- pregunto Elladan, -parece que estuvieras en otra parte-.

-Me estaba acordando de una casita que tuve en un árbol-

-¡Tuviste una casa sobre un árbol ¡ exclamo uno de los concejeros ¿y como era?-

-Era magnífica- contesto la muchacha perdiéndose en otros tiempos, -era la mejor casa sobre un árbol que se pueda haber-

-No lo dudo de que halla sido una gran casa, pero no creo que se compare con las de nuestro reino-

-Bueno, tal vez no era tan elaborada ni grande, pero era la mejor……….-

-Mi papá la construyó con sus manos, exclusivamente para mi durante un verano, en un árbol que mi abuelo había sembrado en la parte de atrás del jardín cuando compro la casa, muchos años antes de que yo naciera-

-Hay cosas, lugares, que los seres que poblamos estas tierras y las otras mas allá podemos considerar magnificas o únicas, el reino de Lothlóriel es una de esas maravillas en Tierra Media, pocos lo han visto, y aquellos afortunados no pueden dejar de alabar su grandeza, pero te puedo asegurar que ninguna construcción en este reino va a ser jamás tan grande ni bella como tu casa del árbol querida Diana- Dicho esto la Dama del Bosque se levanto, dando por terminada la reunión.

Legolas acompaño a Diana a su cuarto, al otro día partirían rumbo al reino de Roham.

-Estas triste- dijo el príncipe.

-No,….. Bueno si,….. Solo un poco, lo que pasa es que me dio pena poner a todos tan serios, la cena estaba tan amena y luego yo salgo con nostalgias…..-

-No te preocupes, olvídalo, mejor trata de dormir, mañana nos espera una buena caminata antes de emprender camino rumbo a Roham-

-Me gustaría quedarme mas tiempo aquí, se respira tanta paz-

-Después, cuando todo esto halla pasado igual y nos podemos quedar una temporada-

-Eso me gustaría- contesto la muchacha.

-¡A dormir ¡ voy a pedir unas pocas de provisiones y yo también me retiro a descansar,-buenas noche- y dándole un beso en la frente se fue.

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Legolas se encontraba en camino hacia "la cocina" cuando oyó una voz que le llamaba.

La Dama lo esperaba.

Legolas llegó al jardín privado de la Dama casi inmediatamente, en el centro se encontraba el famoso espejo de agua, en el cual mas de un sabio habían buscado respuesta a sus preguntas.

-¿Deseas saber algo el Príncipe Legolas de los Bosques Negros?-

-No-

-¿Nada oprime tu corazón o carcome tu mente?-

-Muchas cosas carcomen mi mente y mi corazón aunque no esta oprimido se que es muy probable que en un futuro lo este-. Dijo pensando en Diana.

-Pocos seres afrontan lo que puede ser un futuro con el corazón roto con la valentía que tu demuestras hijo de Thranduil, los seres en este mundo han derramado su sangre por poder, han perseguido lo mas hermoso, se han inclinado ante lo sublime, pero tu Legolas, príncipe de los Bosques Negros has abierto y entregado tu corazón no a lo mas hermoso, sublime o etéreo, lo has entregado sin ninguna razón, simplemente porque tu corazón no te ha pedido permiso, no trates de buscar justificantes, lo hecho, hecho esta, solo te pido que nunca olvides que nada esta escrito sobre piedra, ahí tienes a Aragón, hijo de Arathórn el cual burlo no solo el destierro, y la guerra, también la propia muerte y varias veces, sabía que tenia porque luchar y lo hizo, en ti esta la elección joven príncipe -.

-Gracias, sus palabras me brindan lo que mas necesito en estos momentos. Mas que consuelo, esperanza-.

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A la mañana siguiente muy temprano Diana y Legolas se despidieron de los gemelos, los cuales ese día empezaban su tarea de buscar respuestas dentro de la tradición de Lothlóriel.

El camino de regreso se le hizo a Diana mucho mas corto, quizá porque ya lo conocía, quizá porque esta vez iba platicando con Legolas.

El príncipe no había dormido bien, su charla con la Dama lo había dejado inquieto, por primera vez desde que esta aventura empezara se había visto obligado a aceptar sus sentimientos hacia Diana, ese había sido su secreto, nadie, incluso la misma Diana lo sabia, pues era conciente que en el momento en se supiera tratarían de separarlos. –Y lo más probable es que lo logren- dijo en voz alta.

-Legolas, tengo la ligera sospecha de que no has escuchado absolutamente nada de lo que te he dicho-

-¿Que te hace pensar eso?-

-Si nos ponemos a analizar que te estaba comentando de lo imponente de los árboles, y de cómo parece que en cualquier momento van a hablar…… tu "y lo mas probable es que lo logren" me indica que no me estas prestando N A D A de atención-

-Si nos sobra tiempo te voy a llevar a conocer a un par de Ents- dijo mientras hacia acopio de todo su autocontrol para no pasarle el brazo por los hombros.

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Todo se encontraba exactamente como lo habían dejado, después de acomodar los víveres que les habían dando emprendieron su camino al reino de Roham.

El día había estado muy agradable, Legolas había propuesto que se detuvieran a acampar en las márgenes de un río no muy lejos de donde se encontraban en vez de caminar hasta que la tarde cayera como acostumbraban.

Tan absortos iban en la plática que no se dieron cuenta cuando el clima empezó a cambiar, fue cuando el cielo se torno gris que fueron concientes de que una tormenta se acercaba, y por la rapidez con la que el cielo estaba pasando de gris a negro iba a ser una tormenta espectacular.

Legolas estaba pensando en el mejor lugar para guarecerse, aunque estuvieran adentro del carro, sabia que tenia que ser en algún lugar donde la tierra estuviera firme y en donde no hubiera peligro de deslave, por suerte todavía se podía ver, solo tenían que llegar a una formación de rocas, que en algún momento se dice fue un templo de alguna raza ya extinta y que se encontraba mas adelante, la cual les ofrecería un techo mientras pasaba la tormenta, y si la memoria no le fallaba, era lo suficientemente alto como para permitirles meter el carro.

No bien habían llegado a donde pasarían la noche la tormenta arreció a tal grado que era imposible ver mas allá de un par de metros.

-Menos mal que llegamos a tiempo- comento el elfo bajándose del carro.

-Es igual a la otra- dijo Diana.

-¿A que otra?- dijo Legolas confundido al no entender a la muchacha.

-La tormenta, es igual a la que me trajo a Tierra Media-

-¿Estas segura, es una tormenta espectacular, pero puede que solo sea eso, una lluvia muy fuerte-, dijo el elfo tratando de restarle importancia al ver lo nerviosa que Diana se había puesto de pronto.

-Estoy segura, los rayos son iguales, eso me llamo mucho la tención la primera vez, los rayos parecían no tocar el suelo, sino que se abren en el cielo como,…..como abrazando las nubes,…….. Como enjaulando la tierra, no se como explicarlo, pero son los mismo- Diana trataba con todas sus fuerzas de hacerse entender, nunca en su vida le había tenido miedo a una tormenta, pero siempre hay una primera vez para todo.

-Esta utilizando uno de los "pasos" de los que habla Gandalf y Elrond-

-No hay que sacar conclusiones, mientras este lloviendo no podemos hacer nada- dijo el elfo tratando de calmar a Diana a la vez que, ahora si, le pasaba el brazo sobre los hombros, y como aquella vez en Rivendel la acercaba a su pecho.

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Desde que la tormenta arreció parecía que era de noche, pero por el tiempo que había pasado tanto Legolas como Diana sabían que en realidad ya era de noche, habían encendido una fogata y se encontraban sentados uno enseguida del otro recargados en una de las grandes rocas que les servían de refugio.

-He de parecer anuncio-, pensó Diana, -guarecida de la lluvia debajo de unas rocas gigante con una fogata enfrente, un hummer sucio de fondo y un espécimen masculino de película al lado, en cualquier momento alguien va a gritar ¡CORTE Y QUEDA!-

-¿Se puede saber de que te ríes?- pregunto el elfo.

Diana se recargo mas a Legolas, a la vez que le lanzo una mirada que hizo que el estomago del elfo brincara.

Eso fue lo único que recibió como respuesta.

Al rato, ya con su estomago en su lugar, Legolas decidió que era hora de dormir, el día había sido muy largo, y la tormenta no tenia trazas de aminorar, avivaría el fuego y…. algo le impedía levantarse, mas que algo alguien.

-Diana- nada

-Diana-

Diana se encontraba placidamente dormida con Legolas de almohada.

-Diana- volvió a decir el elfo a la vez que la movía un poco semi-despertándola.

-Se que estas despierta-

-hum, hum-

-Es hora de dormir-

-hum, hum-

-¿Eso quiere decir si?

-hum-

-¿Entonces?-

-toi mu agustu-

Después de semejante conversación y dándose por vencido Legolas se acomodo lo mejor que pudo, le dio un beso en la frente a Diana, a la vez que tapaba a Diana y se tapaba el mismo con su capa y se dispuso a dormir.

-Buenas noches princesa-

NOTA: Muchas gracias por los comentarios que me han mandado, me encanta saber que les esta gustando y por esperarme (ya se que no estoy actualizando cada semana como era mi intención original), por otro lado me he dado cuenta que son un poco regionalista para escribir (y eso que lo trato de evitar, porque si no, no me entiende nadie)y que hay palabras o frases que no quedan claras, con confianza díganme que no entienden y aquí empezamos a hacer un diccionario norte de México-Español, Español-norte de México.

Platica.- conversación entre dos personas o mas.