DISCLAIMER: Este cuento esta basado en la obra de JRR Tolkien, a quien perteneces la mayoría de los personajes, yo solo estoy jugando un poco con ellos.
PROVICIONES
CAPITULO 7
Podía escuchar que todavía estaba lloviendo, pero sin la fuerza de la noche anterior, ahora mas bien sonaba como lluvia de primavera, y ella estaba muy cómoda, de hecho podía pasarse así el resto del día, y como según ella, no tenía nada a que levantase decidió que de hecho no lo iba a hacer, así que se acurruco mas.
- ¿Desde cuando duermo en el suelo?-
-¡Legolas!- pensó, -me dormí con Legolas-
Después trato de moverse pero…….
-¡Huch, creo que me dormí con Legolas de almohada- Diana se enderezó un poco para ver como se encontraban, por lo visto en algún momento de la noche había decidido que su acompañante era la mejor almohada en existencia del mercado, pues estaba digamos que literalmente sobre el. El elfo dormía con lo ojos semi cerrados, podía pensarse que estaba despierto, pero su respiración decía otra cosa.
-Todo lo que tengo que hacer es moverme un poquito y ……- pensó mientras que una sonrisa traviesa le atravesaba el rostro.
-¿Te atreverías a besarlo?- le pregunto una voz en su interior.
-Esta dormido, igual y ni se entera- contesto
-¿y si despierta?-
-Solo me tengo que mover un poquito, ¿no me digas que no vale la pena el riesgo, solo velo, por favor, que acaso estas ciega-
-Diana, no es correcto andar besando gente dormida- dijo su voz interna mas severamente.
-Un besito chiquitito-
-No es correcto-
-¡Me estas empezando a caer mal¡, Si me quieres convencer de no aproveche la oportunidad y lo bese vas a tener que salir con algún otro argumento porque no me estas convenciendo y es ahora o nunca-
-¿! Aliento mañanero ¡?-
-¡TE ODIO, definitivo-.
Después de pelearse con su conciencia y decidir que no estaban en buenos términos, e innegablemente despierta decidió que lo mejor era levantarse, -la tentación era demasiada-.
No se había sentado cuando Legolas despertó.
-Creo que vamos a tener que utilizar la hornilla de gas, no creo que haya algo seco como para hacer una fogata, y no se tu pero yo tengo hambre- dijo Diana mientras veía como la lluvia seguía cayendo.
-Buena idea, yo también me muero de hambre, espero que esto no continué mucho, no me gustaría que nos tuviéramos que detener mucho tiempo aquí-.
La lluvia continúo durante toda la mañana, y tanto Diana como Legolas misteriosamente olvidaron hacer cualquier comentario respecto a la noche anterior.
-¿Cuanto tiempo crees que tardemos en llegar a Roham?-
-Un día a lo mucho, si no fuera por la lluvia ya casi hubiéramos llegado-
-Va a ser una visita de doctor como la que le hicimos a la Galadriel o nos vamos a quedar mas tiempo-
-¿Visita de doctor?-
-Tú sabes rápida-
-¿Cómo rápida, recuerda que soy elfo, nunca he necesitado de un sanador?-
Lo estaba haciendo otra vez, se estaba haciendo el que no entendía, la quería hacer enojar, en Rivendel durante sus paseos era una de sus actividades favoritas, pero no lo iba a lograr, no importa que tanto se hiciera el que no entendía de que le estaba hablando no se iba a enojar, así le tuviera que explicar todo como si fuera un niño de dos años ¡NO SE IBA A ENOJAR¡
-Ya te estas enojando- dijo su voz interior
-Todavía estoy enojada contigo- le contesto a su conciencia.
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Por suerte la lluvia ceso pronto y pudieron seguir su camino, tal como había dicho Legolas un día después se encontraban a las puertas de la ciudad de Roham.
Al igual que en Loriel al llegar a las puertas de la ciudad de bajaron del carro y esperaron a que alguien llegara, pues por mas gente que ella fuera, por lo que sabia, esta gente solo sabia de caballos.
No tardaron en llegar seis hombres en los caballos mas hermosos que hubiera visto, Diana no sabía mucho de caballos, pero no se necesitaba ser un experto para darse cuenta de que esos animales era de concurso.
Los hombres a caballo se acercaron de manera amenazadora, por un momento Diana se acordó de tres elfos en la misma actitud, nada mas que en ves de arcos esta vez lo que le apuntaban eran espadas.
-¿Quienes son, y que negocios los trae a la ciudad?
-Son Legolas, hijo de Thranduil, rey de los elfos del Bosque Negro de Norte y la dama es Diana Rodríguez, venimos por ordenes del Lord Elrond Señor de Rivendel y Gandalf el Blanco para darle un mensaje a su rey-
-¿y que es eso?- dijo uno de los jinetes apuntando al hummer.
-digamos que es mi caballo- dijo Diana hablando por primera vez.
Ante esa respuesta los jinetes se empezaron a reír a la vez que murmuraban entre si, era obvio que no le habían creído, y que se estaban burlando de ella, pero lo que mas hizo enojar a Diana fue cuando el jinete que había hablado hizo como si ella no existiera y pregunto.
-Príncipe, ¿Qué es eso de donde se bajaron?-
-Como la dama dijo, es en lo que viajamos- dijo el elfo mas serio.
-magia seguramente-, murmuro el jinete -dicen que vienen de parte de Gandalf el Blanco ¿No?-
- acompáñenos, los llevaremos ante el rey-
No se tenia que ser un genio para darse cuenta de que para ellos Diana era algo así como un ….. Adorno…..
-Y yo que creí que eran solo las construcciones y la ropa, pura nada, estos viven en la época medieval, lo único que falta es que me pidan que me retire porque la conversación va a ser de hombres, ya verán cuando vean lo que mis cosas pueden hacer, pero pura nada que se los presto, bola de machistas, lastima de caballos ……- comenzó a decir Diana para si.
-Cálmate, ya veras que esto pasa rápido- dijo Legolas,-
-¿Todas las ciudades de los hombres son así, dijo, las mujeres son un cero a la izquierda?-
-No, Gondor es muy diferente, digamos que la gente es mas abierta a lo nuevo, además, las mujeres no son un cero a la izquierda, como dices, lo que pasa es que no es normal ver a una mujer viajando, la lógica les dice que yo te vengo cuidando-
La respuesta no convenció a Diana, pero no volvió a hablar.
Después de eso siguieron caminando en compañía de los jinetes rumbo a lo que se notaba era la construcción principal.
Esta era la primera ciudad de hombres que Diana visitaba en Tierra Media.
Inmediatamente pudo darse cuenta del cambio de situación, aquí era a Legolas al que volteaban a ver, el que levantaba sospechas, no ella, el era el forastero, el de otra raza.
Tan sumida estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando fue conducida a un gran salón, -tengo que estar mas atenta- pensó,- así no voy a llegar a ningún lado-.
El salón era largo y de techos altos, al final se encontraba lo que claramente era el trono, y sentado en el se encontraba un hombre de mediana edad, sus vestiduras no dejaban duda de quien era, era el rey de Roham y era un rey guerrero.
-en cualquier momento me va a brincar Merlín por algún lado, esto parece sacado de película-
No bien habían entrado el rey se levantó de su trono y con voz potente dijo.
-¡Legolas! ¿Qué trae a un elfo de los bosque a las llanuras de Roham?- a la vez que se acercaba para darle un caluroso saludo al elfo, y mirando a sus hombres dijo –Pocos guerreros tan valientes como este elfo, yo tengo el honor de haber peleado junto a el en la guerra del anillo, ahora ustedes pueden decir que lo han conocido-.
Diana sintió como los hombres que los habían encaminado cambiaban su postura ante el elfo, las miradas que antes habían estado llenas de desconfianza se habían transformado en respeto y admiración.
-Mas les vale- pensó.
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La cena llevaba horas, Diana estaba realmente aburrida, así que se puso a repasar lo que había pasado desde su llegada a Roham. Después de los saludos reglamentarios y de que se tomaran un tiempo para refrescarse Legolas prosiguió en contarle al rey que los había traído a Roham, demás esta decir que el momento que mas disfruto de la tarde fue cuando Legolas explico que ella venia de otra "Tierra" y que los artefactos que traía si eran lo que ella decía, bueno ese momento y cuando metió su carro a la ciudadela, la cara que habían puesto los "simpáticos" que los habían recibido era suficiente para que ella fuera muy, muy pero muy feliz.
Después de eso se había ido a arreglar para la cena, grande fue su sorpresa cuando se encontró un hermosísimo vestido esperándola en su cuarto, de no haber sido por lo espectacular de la prenda se hubiera quedado con su ropa, presentarse con sus pantalones de mezclilla a la cena le hacia cosquillas, todo con tal de hacer enojar a esa bola de nerthendales (no ofensa al hombre del nerthendal), pero el vestido era en si una obra de arte, parecía sacado de museo nunca en su vida tendría otra oportunidad de ponerse una prenda así –definitivamente, estoy en la "dimensión-Tierra Media-desconocida" y estos se quedaron en la época medieval, Lady Diana de la otra Tierra ahí te voy.-
Pero en estos momentos Lady Diana de la Otra Tierra, estaba muy, muy muy aburrida, toda la noche no habían hecho otra cosa que hablar de batallas y tácticas de guerra, al principio le había interesado, sobretodo cuando le explicaban sobre las diferentes bestias que habitaban Tierra Media, pero como no entendía la mitad de lo que decían y ya le daba pena estar interrumpiendo cada rato para que le explicaran……….decidió hacerle honor al jarrón del vino.
-Estoy o no estoy borracha- pensó
-Solo un poquito, muy poquito- le contesto su de vuelta gran amiga conciencia.
-¿y si me salgo?- pensó, -no creo que se den cuenta, si las clases de Rivendel y la memoria no me fallan aun les faltan muchas guerras por presumirse-
Y sin mas ni mas Diana se dirigió fuera del salón.
Diana camino sin rumbo por un rato, entrando y saliendo a diferentes terrazas y salones, de pronto se vio en una terraza que daba hacia el resto de la ciudadela, la noche estaba estrellada, a lo lejos se podían ver las diferentes construcciones de madera, fogatas encendidas en las cabañas, los caminos de tierra, los animales a lo lejos.
-¿Hace cuanto que no bailo?-dijo
-Tengo ganas de bailar-
-¿Que música queda bailar aquí?- después de pensar un rato dijo.
-!CLANNAD¡¡¡-
Diana corrió hasta llegar a su cuarto, dentro de su borrachera pudo recordar que en la tarde había bajado su laptop.
Muy solemnemente prendió su computadora y se puso a oír música celta a la ves que empezaba a bailar según ella como se bailaba en la edad media.
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Legolas buscó a Diana con la mirada, varias veces recorrió el salón pero nada, Diana no se encontraba en la cena.
La desaparición de Diana no le gusto al príncipe, la muchacha no conocida la ciudad ni las costumbres de este reino, y aunque nobles y valientes era obvio que distaban mucho de los hombres que Diana frecuentaba.
En cuanto pudo Legolas se retiro de la cena y se puso a buscar a su compañera de viaje, depuse de casi una hora Legolas escucho algo que parecía música, venia del cuarto de la muchacha, después de agradecer a los dioses el tener tan buen oído se encamino hacia el cuarto de Diana.
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El elfo toco varias veces antes de entrar, ya que nadie le contestaba.
Diana estaba bailando, perdida en otro mundo.
-Diana, por que no me avisaste cuando dejaste la cena, estaba preocupado- dijo el elfo en tono de reproche
Diana volteo a ver al elfo y muy seriamente dijo.
-Mi nombre es Lady Marian, no Diana- a la vez que hacia una caravana y se ponía a bailar de vuelta.
-¿Qué?-
-Mi nombre es Lady Marian y tu eres Robin Hood- dijo a la vez que rodeaba al príncipe caminando.
-¿Cuánto tomaste?-
-Poquito, ¿Por qué?- dijo manera coqueta.
-Estas tomada, será mejor que te acuestes-
-¿Qué tal si me invitas a bailar?- dijo ignorando por completo lo que Legolas había dicho.
-Diana-
-Marian, Lady Marian-, dijo apuntándose ella misma, -y tu eres Robin Hood- y luego a Legolas con el dedo a vez que decía los nombre muy lentamente.
Después de hacer otra dizque caravana Diana se puso a bailar, viendo Legolas que no iba a llegar muy lejos decidió seguirle la corriente por un rato en lo que lograba que se durmiera.
-¿Por qué Lady Marian?
-Porque tu eres Robin, aunque nunca en mi vida habia visto un Robin tan güero ni con el pelo largo, casi siempre tienen el pelo negro, bueno Kevin Coster lo tenia castaño, pero así tan tan TAAN rubio como tu nunca- mientras decía eso había dejado de "bailar" y se había puesto a jugar con el cabello del elfo, - pero igual y eres Robin Hood versión siglo XXI, de no ser por el pelo güero…. , traes arco, espada, vives en el bosque, eres príncipe, no de los ladrones pero príncipe, usas las botas por arriba de los pantalones, ……sip definitivamente eres Robin Hood,- esto último lo dijo en todo por demás solemne, como si estuviera convenciendo a un jurado- así que…………………..OBVIO YO SOY LADY MARIAN.-
Legolas no había entendido nada del monologo que Diana había dicho, y la verdad tampoco le preocupaba, lo único que le importaba era seguirle el juego, esta faceta "Diana tomada" le estaba cayendo muy bien, aunque no le entendiera.
-¿Me permitiría la dama la siguiente pieza?- dijo por fin el elfo.
- Será un placer- contesto.
Después de eso Diana y Legolas se pusieron a bailar, el elfo bailaba con la gracia de los de su raza, siguiendo el compás de la música, aunque esta le fuera desconocida, por su parte Diana solo se dejaba llevar.
Después de un rato Legolas le tomo el ritmo a una canción y se puso a dar vueltas, Diana paro en seco.
-Estoy mareada, quiero devolver-
Rápidamente Legolas la llevo hasta la cama en donde se sentaron.
Diana no dejaba de pensar,-quiero devolver, lo voy a ensuciar si devuelvo, quiero devolver,- una y otra vez, hasta que se quedo dormida.
Legolas al ver que la muchacha se había dormido prosiguió a quitarle los zapatos y acostarla en la cama.
-Y si la beso- pensó, - esta dormida-
-¿Quieres que no se acuerda de el primer beso que le des?- le dijo su voz interior.
-No, pero mañana nada mas averigüe quien es Robin Hood y Marian….-
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Diana se encontraba en el salón principal, una doncella la había despertado casi a la hora de la comida, y le había explicado que Legolas y el rey habían salido a dar una vuelta a caballo por la ciudad y de que el elfo había dejado ordenes de que no la molestaran, pero pronto regresarían y la mujer había decidió despertarla, decir que estaba preocupada por haber desobedecido las ordenes de Legolas era poco, pero Diana la tranquilizo y le agradeció que la hubiera despertado.
Legolas la encontró frente a un plato con fruta, decir que Diana veía a la fruta como si la fueran a atacar era poco.
-Buenos días, ¿Cómo te sientes?-
-Miserable-, contesto la muchacha, -¿Por qué me dejaste tomar tanto?-
-Creo que no me pediste permiso- contesto el elfo
-Esa no es respuesta- dijo Diana enojada, de hecho Diana estaba muy enojada, había tomado sin ton ni son la noche anterior y en estos momentos hasta los pasos del elfo la ofendían.
Legolas se sentó frente a ella en la mesa, estaba gozando cada momento, no podía dejar pasar esta oportunidad, y muy seriamente le dijo.
-Tenia mas sentido lo que decías anoche-
-¿Qué dije anoche?- dijo Diana preocupada a la vez que levantaba rápidamente la cabeza, lo cual no fue buena idea.
-Nada-
- ¿L E G O L A S, que dije anoche que tiene mas sentido de lo que estoy diciendo ahora?-
-Nada, solo fue un decir- dijo el elfo de manera sospechosa.
-NO me vas a hacer enojar-
-Será mejor que comas algo y luego te recuestes, por lo visto no te cae bien tomar de mas- dijo a la vez que se dirigía a la puerta ignorando las últimas palabras de la muchacha que estaba a punto de estallar de coraje.
-¿Por siento?- dijo casi en la puerta, ¿Quién es Robin Hood?-
