N/A: Un raro fic donde Hiei y Kurama tienen hijos, espero que el fic sea de su agrado, es como mi primer angst y espero que salga bien
DISCLAIMER: Bueno, ya saben, los personajes de YYH no me pertenecen, este fic esta echo sin fines de lucro.
WARNING: El yaoi está presente, así que si no te gusta o eres homo fóbico, no lo leas, no hay reclamos más tarde.
Un pasado cercano: Capítulo 1: Un largo tiempo
-Buenos días, perdóneme, pero¿su nombre es Hiei-
El chico vestido de negro, y de cabello de igual color volteó la mirada para dirigirla hacia el joven de cabellos rojizos.
Rió, y miró a las negras y ya gastadas vestiduras de su padre y negó con la cabeza.
-Hiei es mi padre, y si no te importa ¿podrías alejarte ahora- dijo dirigiéndole una mirada fría, helada, realmente temible.
-Mi nombre es Yoru¿Y cuál es tu nombre- insistió el pelirrojo.
El chico de cabellos negros se volvió de nuevo hacia el pelirrojo, hizo una mueca y sin siquiera mirarlo se limitó a responder.
-Mi nombre es Kay¿acaso te conozco- preguntó con tono burlón.
El pelirrojo negó con la cabeza.
-Te pareces mucho a Hiei..-
¿¿Acaso conoces a mi padre- preguntó con gestó indiferente, tratando de que no sonara interesado ni nada de eso.
Yoru le dirigió una sonrisa, y asintió. La mirada en los ojos color escarlata de Kay reflejaron algo de asombro tan sólo por un momento, al igual que su padre Kay había tratado de aprender a controlar sus emociones, que sus ojos fueran más fríos que el hielo, y nadie tendría porque saber lo que sentía a través de ellos.
-Sólo lo conozco por mi padre, su nombre en el ningenkai es Shuichi Minamino, pero creo que Hiei le llamaba por su verdadero nombre, se llama Kurama..-
-Hn..-
Kay miró de nuevo sus vestiduras, las mismas que habían acompañado a Hiei cuando era miembro del Urameshi Team, cuando aún estaba contactado con el Makai, con Mukuro, recuerdos y lugares que su padre prefería olvidar.
Su padre nunca le había dicho de la existencia de Kurama, de echo, no hablaban mucho desde la muerte de su madre, y desde que la hermana de su padre, Yukina Jaganshi Kuwabara, se había casado.
Sólo una vez lloró su padre, desde que él tenía memoria, cuando el tenía 5 años, cuando su madre había muerto, recordó que su padre lloraba silenciosamente, y que sus lágrimas se convirtieron en perlas negras al caer al suelo él mismo había recogido una de ellas, y la conservaba porque era el único recuerdo de su madre que tenía.
De no haber muerto él ahora tendría una hermana menor.
Se volteó para irse, no quería seguir hablando con ese ningen, el hijo de Kurama, hn.
-Espera, no te vayas, me gustaría seguir hablando...- Yoru pidió tratando de sonar lo suficientemente amable, tratando de retrasar la partida de Kay.
Kay sonrió, casi con aprensión, y soltó una risita forzada.
-Adivina, yo no...-
Yoru suspiro casi con fastidio, la campana había sonado.
Yoru se dio media vuelta para irse, miró hacia atrás una última vez.
¿No vienes? .-
¿Para sentarme, aburrirme, y estar rodeado de ningens en sus estúpidas clases? No gracias, prefiero quedarme aquí afuera.-
Kay se encogió de hombros y se sentó en uno de los árboles que rodeaban el instituto en el que su padre lo había enviado, no sabía porque, después de todo, Hiei odiaba a los ningens.
Quizás por su madre, ella hubiese querido que fuese a uno de esos institutos para ningens...
¿Y qué es lo que piensas hacer¿Te quedarás ahí por el resto de tu vida-
Kay gruño con fastidio.
-No seas estúpido, claro que no, aquí hace demasiado frío, mejor me vuelvo a mi casa, tu quédate con tu estúpido instituto, para estúpidos ningens.-
Replicó secamente.
Y se alejó.
Camino despacio hasta que Yoru entró en el edificio, entonces comenzó a correr con rapidez, quería llegar a su casa lo más pronto posible.
Si había algo de lo que realmente podía estarle agradecido a Hiei, era haber heredado su rapidez y su velocidad, porque sabía que él no era del todo ningen, ni tampoco del todo un youkai, pero algo era algo, y mientras que le sirviese para escaparse de otra aburrida clase de Matemáticas, estaba bien.
Llegó por fin, hasta una casa, de increíble y a preciable aspecto.
La detestaba, todos en el instituto al que los ningens van, trataban de persuadirlo de sentarse con ellos, o estudiar, o nada más charlar un rato, como si eso pudiera hacer que se ganaran la simpatía de alguien a quienes ellos consideraban muy "afortunado" por vivir en un lugar como ese, con una familia de dinero, como quien dice.
-Otra vez te escapaste¿verdad? .-
-Hn...-
Hiei lo miró como si quisiese reprenderlo, pero no lo hizo, se encogió de hombros, en verdad, nunca lo hacía.
Kay miró a su padre una vez más, realmente se sorprendía de su padre. Él parecía no tener más de 15 años de edad, pero sin embargo era su padre.
Kay siempre creyó que era porque su padre era un youkai, quizás los youkais envejecían con menos rapidez que los ningens, o quizás casi no envejecían. Después de todo cualquiera que los viesen dirían que eran hermanos, ya le había sucedido.
¿Quién es Kurama? .-
-Hn...-
-Comprendo..- Kay dijo casi en un susurro con algo de fastidio, y subió por las escaleras.
Sabía que si Hiei no quería decirle algo no lo haría, y era imposible insistir o tratar de persuadirlo.
Hiei dirigió la mirada hacia la escalera por donde se había ido Kay, no sabía como era que se había enterado de la existencia del zorro, pero no obtendría ninguna participación de su parte.
Aunque debía admitir que le preocupaba, Kurama y él habían sido amigos, los mejores amigos, habían incluso sido amantes, pero la infidelidad era algo que Hiei no estaba dispuesto a perdonar, y así es como el zorro se casó, con una ningen, mientras el sufría en las sombras, así que decidió él también casarse con una ningen.
Al comienzo no la amaba realmente, pero con el tiempo se había maravillado de lo mucho que había podido llegar a quererla.
Por eso, cuando murió, no podía creer que pudiese estar derramando lágrimas por una ningen, pero así era.
Hiei volvió a acordarse de sus ojos uno de esos días tan comunes por la tarde.
"¿Quieres ver esta película-
-Hn...-
¡Oh, vamos Hiei! .-
-Supongo que un último tiempo juntos no me matará- respondió con sarcasmo.
¡No seas así! Yo iba a compartir tiempo contigo mañana pero no quisiste.-
-No, me hiciste a un lado..-
-No te hice a un lado íbamos a ir de compras pero tú no quisiste venir .-
-No quiero formar parte de tu derroche de dinero...-
La chica rió con ganas, eso sorprendió al youkai de fuego.
¿De qué ríes? .-
-Hiei, tenemos dinero de sobra, no tenemos que preocuparnos por eso, pero si prefieres, mañana pasaré el día contigo.- dijo abrazándolo.
-Hn..creo que estaría bien zorro- Hiei dijo casi con angustia, se veía algo de preocupación y nostalgia en su mirada.
La chica a su lado no lo notó, pero le sorprendió que Hiei la llamase "zorro", no sonaba común, pero supuso que era una manera un tanto familiar de referirse a ella y le sonrió con dulzura.
-De acuerdo, entonces..-."
Ese día había sentido no sólo que su esposa ningen estaba presente, si no que había sentido como si el kitsune también hubiera estado allí.
Esa sensación un tanto extraña lo acompañaba desde entonces.
El sonido del timbre en la puerta de entrada lo distrajo de sus pensamientos.
Abrió la puerta esperando que no fuese ningún vendedor inoportuno.
Era un joven, un pelirrojo, se parecía mucho a Kurama.
Sus ojos verdes y hermosos, su cabello rojizo, su mirada, casi todo en él.
-Buenas tardes señor Jaganshi¿está Kay-
-Hn...arriba, sube las escaleras.-
-Gracias...-
Antes de subir las escaleras le dirigió una mirada triste y curiosa a la vez.
¿Es usted el hermano de Kay-
Hiei emitió una sonrisa casi insinuada, e imperceptible.
-No, yo soy su padre...-
El chico asintió y subió rápidamente las escaleras.
Y Hiei pensó, "Si, se parece mucho a mi kitsune".
(Fin del capítulo)
N/A: Bueno, y aquí está el primer capi, espero que les guste mucho a todos los que lo lean, y pronto haré el segundo capi, después de terminar el 8 capi de Fanfics: la orden del día. ((q tengo muchas ideas pero ando retrasada con los fics, U))
Cualquier cosa dejen reviews, please.
Nasaki
