Bueno, ahora debería estar comenzando con el 8 capi de "Fanfics: la orden del día", pero ya saben, la inspiración nunca me llega cuando debería, en cambio tengo muchas ganas de terminar este fic porque me gusta mucho la idea de que Hiei y Kurama hayan tenido hijos y que después se reencuentren.

DISCLAIMER: Ya saben, Yu Yu Hakusho no me pertenece.((lástima. T.T))

WARNING: En este fic hay yaoi, así que si eres homo fóbico por favor no lo leas, que no hay reclamos más tarde.((espero no tener que repetirlo a cada capi, jeje))

Y ahora sí,

Un pasado cercano: Capítulo 3: Don't believe in love

Kay interrogó a Yoru con la mirada y espero paciente a que la respuesta llegara .

-Buenos días ... – sentenció Yoru como si nada de la discusión de ayer hubiese sucedido. Kay se mordió el labio inferior esperando no tener que golpearlo.

-Yo no diría buenos ... – concluyó a la vez que cerraba la puerta y se acercaba con aire decidido, esperando que su padre no escuchase los gritos que estaría a punto de dirigir hacia el hijo del kitsune como si de ello dependiese su vida.

Yoru lo miró por unos segundos con temor en los ojos, y luego camino hacia delante al encuentro de Kay , tratando de aparentar tranquilidad.

Al tenerlo enfrente, con esa mirada temerosa en los ojos, Kay se echó a reír, pensando en lo divertido y fácil que resultaba asustar a los ningens.

-No te pegaré, ahora ... – replicó y luego al ver la mirada de alivio en los ojos del pelirrojo, su rostro se volvió tan inexpresivo como siempre, y continuó mientras se alejaba de Yoru unos centímetros. - ¿A qué has venido? .

Yoru lo miró con autodeterminación en la mirada de sus ojos verdes, iguales a los de su padre.

-He estado leyendo tu libro ... –dijo al tiempo en que lo señalaba con la miraba y se lo tendía a Kay amistosamente, mientras este se lo arrebataba de las manos con una expresión indescifrable en el rostro.

A Kay no le agradaba la idea de que otros ojos habían leído aquello que el consideraba suyo, pero obvio que Yoru lo haría, si no lo hubiese echo, ¿para qué le hubiese sacado su libro entonces? .

-Eso es muy obvio, no tenías que decírmelo para que lo supiera, ¿sabes? . Además, no es ese el motivo por el cual has venido a verme, ¿no es así? . –sentenció Kay cerrando los ojos y cruzándose de brazos en una expresión casi impaciente.

Yoru lo miró como si se sintiese sorprendido, y asintió ligeramente.

-Entonces, ¿por qué es que decidiste venir a mi casa a las seis de la mañana de un sábado, el único día libre que tengo? . –preguntó a la vez que sus ojos color escarlata se abrían repentinamente y miraban directo a los ojos verdes del pelirrojo.

-El libro dice que las agonías que son tienen origen en el éxtasis que pudo haber sido, y que la angustia de hoy es memoria de la beatitud pasada, yo pensé que entonces nuestros sufrimientos son causados por la felicidad de nuestros padres en el pasado, y que cuando nosotros nacimos se había esfumado, mientras que ellos seguían siendo infelices por lo que pasó y por lo que pudo haber pasado . –

Kay parecía haberse sorprendido, no le veían ningún sentido a lo que Yoru estaba diciendo, es decir, ¿a qué venía él en todo eso? . Luego de reflexionar unos segundos también se estaba dando cuenta de que Yoru había dicho todo en plural, decía "nosotros" en vez de "yo", y "nuestros" en lugar de "mi".

¿Acaso todo eso tenía que ver con el pasado de su padre? . ¿Quién era Kurama? .

Sus miles de preguntas que se comenzaban a formular en su mente no quedarían sin respuesta, así que entrecerrando la mirada la dirigió hacia Yoru.

-¿Quién es Kurama? . ¿Cómo es que conoció a mi padre? . ¿Cómo es que esto se supone que me involucra? . ¿Cómo podría todo esto ayudarme? . – preguntó esperando ver la reacción de Yoru, esperando ver temor en sus ojos, esperando que lo confesase todo y que no lo viese nunca más en toda su vida.

Pero no fue así, Yoru negó lentamente con la cabeza y prosiguió como si no hubiese escuchado ninguna de las preguntas del hijo del mitad koorime, quien apretó los puños y lo miró con impaciencia.

Yoru suspiró y se dispuso a contestar las preguntas, esperando que si lo hacía, al menos saliera vivo de todo el asunto.

-Mi padre, Kurama, y tu padre, Hiei, habían sido amantes . - Kay palideció y sus ojos se abrieron con sorpresa, demasiada sorpresa . –En realidad, primero habían sido amigos, los mejores amigos, pero luego se dieron cuenta de que sentían algo más el uno por el otro, mucho más que una simple amistad. Mi padre conoció una ningen, ella compartía todos los gustos que Kurama tenía, y era muy agradable, así que mi padre decidió casarse con ella, aunque realmente le molestaba el echo de tener que decírselo a Hiei, se sentía culpable. Luego de casarse, ella fue cambiando poco a poco, ya no compartían ninguna opinión, ni ningún gusto, poco a poco Kurama se dio cuenta del error que había cometido, mis padres ahora están separados, porque mi padre nunca dejó de amar a Hiei, nunca y la verdad es que ... –

No pudo alcanzar a completar la frase cuando recibió aquel golpe en el rostro, cayó en el suelo, su nariz sangraba y también sus labios, se quedó allí, demasiado asustado como para reaccionar al dolor, ni como para levantarse y huir. Con una mano rozó sus labios y observó su sangre por unos segundos, como si dudase de haber recibido aquel puñetazo de parte del hijo del koorime.

-¿Acaso crees que yo voy a creerte esa mentira? . ¿Qué te ayudaré a que tu padre sacie su lujuria? . Yo jamás haría tal cosa, dices que quieres que sea feliz, pero eso no me haría feliz en lo absoluto, ¿o acaso esperabas que ver a mi padre con un pervertido me daría gusto? . Y además de eso, tienes el descaro de venir a mi casa para decirme todas esas porquerías como si se tratase de lo más normal del mundo. Eres un idiota ... –

Yoru se incorporó al oírlo, entendía a Kay perfectamente, toda su furia, toda su tristeza, él no había reaccionado de una manera diferente al oírlo de la boca de su padre.

-Kay, comprendo como te sientes, yo he sentido lo mismo cuando mi padre me lo dijo, pero créeme que no son mentiras, y Kurama realmente lo ama ... -

Yoru calló de repente al ver la expresión de Kay, ahora ya no mostraba nada, ni furia, ni frustración, nada, absolutamente nada. Kay se acercó con una mirada indescriptible en sus ojos rojos como la sangre.

-Yo no creo en el amor ... – le dijo casi susurrándole en los oídos, luego se alejó un poco aún con aquella inexpresividad en su rostro, y entró en su casa, justo a tiempo, antes de que la lluvia comenzase a caer del cielo.

Kay entró en su casa dejando que Yoru se quedara afuera con la lluvia que había comenzado a caer, y tratando de esconder la furia que lo embargaba.

Detestaba a Yoru, detestaba a Kurama, y detestaba a Hiei, detestaba a todos, en ese momento lo único que deseaba hacer era irse a su cuarto y llorar, porque nunca se había dignado a llorar en toda su vida, nunca jamás, y ahora cuando nadie podía verlo, al menos una vez en toda su vida podría permitirse llorar un poco.

Se sentó en uno de los sillones del salón principal, se tapó el rostro con ambas manos y comenzó a llorar, ya no pensaba en nada ni en nadie, estaba en su propio mundo que había comenzado a derrumbarse, todo lo que alguna vez había creído posible se había destruido, todo, sólo era él y su dolor de nuevo.

-Hn ... juraría que nunca llorarías Kay . –esa voz, Kay levantó la mirada para ver de frente a su padre, con aquella expresión de siempre, aquella que la mayoría de la gente cree que dice "nada me importa" y que para él significaba más que cualquier otra cosa, prefería aquella mirada a la de los ojos de Yoru, a la de los ojos de cualquier ningen, la mirada de su propio padre decía mucho más que la de cualquiera, revelaba años de sufrimiento, revelaba un pasado al que la gente teme, revela los pensamientos más lúgubres y siniestros, pensamientos que en la mayoría de la gente no son usuales, y sin embargo, en el fondo de esa mirada había algo de honestidad que Kay siempre había admirado.

-Yo también lo hubiera jurado, no hace mal llorar a veces ... – Kay observó que su padre también había estado llorando, lo veía en su ojos.

Kay lo miró directo a los ojos por una vez y dejó de llorar, se sintió avergonzado, terriblemente avergonzado por haber llorado enfrente de su padre, por dejarle ver aquella debilidad que pretendía ocultar, pero, ¡qué estúpido que había sido, aquellas debilidades que tan bien había sabido alejar de su padre, ahora también los ojos de Hiei los reflejaban con toda su cruda realidad.

Hiei cerró los ojos con fuerza, esperando no tener que llorar frente a su propio hijo, esperando que aquellas lágrimas que no había derramado de hace años atrás no pudieran aparecer en su rostro.

Kay lo observaba de una manera diferente, sin aquel odio irracional que hubiese podido mostrar su mirada en otras ocasiones, esa era, Hiei bien lo sabía, una mirada verdadera, una mirada que se mostraba con toda la franqueza que podría haber quedado en el alma de su propio hijo.

Esa, Hiei pensó, era la mirada que Kurana solía dirigirle, esa, era una mirada de afecto de un hijo a un padre.

De repente Kay se sintió abrazado por unos brazos que creyó, jamás podrían demostrarle nunca nada. Sintió sorprendido como las lágrimas de a quien él consideraba su padre resbalar por su espalda, y convertirse en perlas al llegar al suelo.

Hiei se separó para mirar a su hijo a los ojos, y Kay desvió la mirada, que confusa, comenzaba a demostrar las miles de dudas que habían quedado en su mente luego de la conversación de aquella mañana.

Así que se separó de su padre bruscamente, mientras Hiei lo interrogaba con la mirada.

-Hoy desperté temprano, al llegar a la puerta de entrada vi que había un extraño afuera, él me contó quien era Kurama, nunca creí que fueras infeliz por su culpa padre ... –

Kay hubiera querido confesar que con quien había charlado esa mañana era el hijo del kitsune, pero no lo hizo, es decir, ¿qué diría su padre si le contaba eso?. Nunca más querría que hablase con Yoru, pero, ¿acaso él todavía quería hablar con el pelirrojo?.

Hiei se separó con dolor en su mirada, Kurama ... , ese, era un nombre que nunca podría olvidar ...

Kay observó a su padre de verdad sorprendido, la mirada en los ojos de Hiei ahora era una mezcla de temor y angustia, ¿acaso su padre temía que él supiera la verdad acerca de Kurama?.

Kay dejó escapar un grito ahogado.

¿Acaso todo lo que Yoru le había dicho era verdad?.

Dirigió la mirada hacía Hiei, esperando que la respuesta a su pregunta nunca llegara.

-¿Acaso tengo razón? . ¿Es posible que Kurama haya sido tu amante? . –

-Si ... – Hiei dejó que la respuesta escapara de sus labios en un breve suspiro mientras observaba la reacción que pronto ocurrirían en su hijo, eso después de pudiese recuperarse, esta claro.

Kay dirigió su mirada hacia las gastadas vestiduras de su padre, que ahora le pertenecían, hacía su cabello negro como la noche, hacía sus ojos rojos como la sangre, todo lo que su padre le había dado al nacer. Sintió como un odio indescriptible lo rodeaba, se odiaba, se odiaba a si mismo, pero entonces recordó a su madre, ¿Hiei también había sido muy infeliz con ella por el recuerdo de Kurama?.

Admiraba a su padre, a pesar de todo, él seguía en pie, con la cabeza en alto, aunque el mundo se derrumbase ante sus pies, él seguiría en alto, luchando hasta el final.

Lo miró, aún sorprendido.

-Te admiro padre, nunca creía que podría decírtelo, pero te admiro, algún día, te prometo, que algún día seré igual a ti. – dijo Kay esbozando una pequeña sonrisa.

Esta no era la respuesta que Hiei se imaginaba, él esperaba que Kay le gritase, que le odiase, no esperaba recibir elogios a cambio por los errores cometidos en el pasado.

Lo miró sorprendido, y sin demostrar ninguna expresión sentenció con amargura:

-No, no quieras ser como yo, no quieras ser un niño prohibido, por que eso es lo que soy, no merezco que me admires por nada ... –

-Pero yo sólo ... –

-¡No! . ¡¿No comprendes! . ¡Yo no debo ser admirado y menos por ti, no quieras ser como yo! . – y desapareció rápidamente por uno de los tantos pasillos de la enorme casa en la que vivían.

Kay lo miró irse, no se atrevió a detenerlo, no dijo nada, y él también se fue, salió en medio de la lluvia, no estaba seguro de estar haciendo lo correcto, pero eso nunca, jamás, le había importado.

Yoru suspiró y se dejó caer en su propia cama, de su propio cuarto. Ya no sangraba, y era una verdadera suerte que su padre hubiese curado sus heridas tan rápido.

Recordó las preguntas que su padre le había echo, Kurama había pretendido averiguar quien habría podido golpearlo de esa manera.

((Flash Back))

Kurama observó como su hijo entraba y se paró, dispuesto a reprenderlo por haberse ido sin haberle avisado antes a donde iría y a quien iría a ver.

-Yoru, ¿acaso no te he dicho ya muchas veces que no ... – se detuvo al observar las heridas en el rostro de su hijo y al observar que hacía grandes esfuerzos por permanecer de pie.

Frunció el ceño.

-¿Quién te ha hecho esto? . – preguntó esperando una respuesta.

Yoru negó con la cabeza y le dirigió una sonrisa tratando de calmar un poco a su padre, no podría decirle, después de todo, quien le había pegado y porque, su padre no debía enterarse de la discusión de aquella mañana.

Kurama suspiró y lo ayudo a subir las escaleras, hasta su cuarto.

-Quédate ahí, voy a buscar alcohol para desinfectar tus heridas . –replicó Kurama, más tarde volvería a insistirle, conocía a su hijo, no le diría nada a menos que estuviera seguro.

Yoru observó por unos momentos como su padre desaparecía detrás de la puerta de su cuarto y se sentó en uno de los bordes de la cama, y suspiró pesadamente.

Aún confiaba en que Kay aceptara que sus padres habían sido amantes y quisiese ayudarlo con sus propósitos, esperaba que entendiese que si lo lograban y todo salía a la perfección no sólo sus padres serían felices, si no ellos también.

Kurama volvió y se sentó junto a él, mientras comenzaba a aplicarle un poco de alcohol sobre las heridas de su rostro y le pidió que se lavase para quitarse la sangre de sus labios.

Yoru asintió y se incorporó esperando que su padre no le preguntase nada.

Justo cuando estaba seguro de que podía irse y de que Kurama no volvería a interrogarle.

Sintió como una de las manos del kitsune lo sostenía firmemente del brazo, e intentó zafarse, sin éxito.

-¿Sucede algo padre? . –preguntó luego de un largo suspiro de resignación.

-¿Podrías decirme como y quien te hizo esas heridas? . – Yoru se volvió hacia su padre.

Esperaba no tener que mentirle, pero era mejor que tenerlo preocupado y dirigiéndole esas miradas interrogatorias durante todo el resto del día.

-No me sucedió nada, temo que estaba corriendo muy rápido y sin haberlo querido me choqué contra un árbol, no es nada, luego de eso volví a casa, me sentía demasiado mal como para seguir hasta el colegio para recuperar unas notas que había dejado olvidadas. – explicó tratando de sonar creíble.

Kurama suspiró y lo soltó a la vez que lo miraba esperando poder creerle.

-¿Así que para eso es que te fuiste de la casa tan temprano?. –dijo Kurama frunciendo el ceño.

Yoru asintió con rapidez y sonrió ligeramente.

-Te creo entonces, pero no vuelvas a irte sin antes decirme a donde vas, ¿de acuerdo?. – Yoru asintió y Kurama se dirigió hacia la puerta, antes de irse le dirigió una mirada algo confundida.

-¿De veras crees que nuestra casa está muy desordenada?. –

Yoru rió ante las preguntas de su padre, ¡por supuesto que estaba ordenada! . Siempre lo había estado.

-Claro, siempre lo ha estado, no te preocupes de que mi madre no esté de acuerdo, sabes que sí, ¿no es verdad?. –

Kurama rió al oír la respuesta y volvió a sonreírle.

-Si, así es. –

((Fin del Flash Back))

-Yoru … - el hijo del kitsune giró la cabeza y se sorprendió de ver a Kay en la entrada de su cuarto.

Le sonrió con complicidad y se levantó con rapidez.

-Me alegra mucho que hayas venido, de veras esperaba que vinieras porque eso significa que has comprendido y que ... –

-Cállate, que haya venido no significa que seremos amigos . –

Yoru permaneció en silencio por algún tiempo.

-No creo que quieras ser amigo de un ningen, pero en verdad es necesario, si es que quieres ver feliz a Hiei ... – concluyó el hijo del kitsune, mientras lo observaba con preocupación.

Esto le hubiera molestado a Kay, detestaba que los ningens le tuvieran lástima, no quería la compasión de nadie, pero si era verdad, si Kurama y su padre habían sido amantes ...

-¿En que piensas? ... –

Kay dirigió la mirada hacia Yoru, el hijo del zorro se asustó, realmente, aquella mirada, ahora ya no estaba seguro de que Kay estuviera del todo "bien".

-Eso no te importa, ningen. No vine a ayudarte en tu ridículo y estúpido plan, no quiero estar en mi casa, no quiero estar cerca de mi padre, puede que si hoy me quedo y no tratas de convencerme de que participe de todas esas estupideces, puede que te ayude algo ... – replicó a la vez que se sentaba del otro lado de la cama, mientras sentía la mirada de Yoru clavada en él.

Se volvió de nuevo.

-¿Qué? . –

Yoru se sonrojó levemente y negó con la cabeza.

-Oh, no es nada ... –

Kay se encogió de hombros y se volvió hacia Yoru de nuevo.

-Afuera llueve, ¿no notaste que mis ropas están mojadas? . –

Yoru asintió.

-¿Qué sugieres? . –

Kay hizo una mueca de desagrado .

-¿No es muy obvio? . Tenemos la misma edad, ¿no es verdad? . –Yoru asintió sorprendido con la cabeza. –Entonces, ¿No podrías darme otras ropas para usar que las mías están mojadas? . –

Yoru se sonrojo, asintió con la cabeza y se volvió rápidamente al guardarropas y le dio una camisa blanca, y un pantalón, Kay era un poco más bajo que él, pero aquellas vestimentas no las usaba desde hace un año, así que supuso que le irían bien.

-¿Estas? . – Yoru volvió a asentir y se rió de la expresión del hijo del mitad korime.

Kay se vistió con las ropas de Yoru, este se sonrojo algo, de verás que le quedaban muy bien, Kay le dirigió una mueca un tanto desagradable, de verdad que aquella extraña conducta le estaba molestando.

-¿Entonces me ayudarás? . – insistió Yoru.

Kay suspiró con fastidio.

-¿Acaso no dejarás de preguntarme? . –

Yoru rió.

-No hasta que me contestes . – dijo mientras le guiñaba un ojo.

Kay suspiró.

-Quizás ... –

Yoru lo miró sorprendido y se acercó un poco más a Kay.

-Yo creía que no creías en el amor ... –

-Eso es verdad, yo no "creía" ... –

((Fin del capítulo))

N/A: Bueno, jeje, al fin termino este capi, la verdad espero que cumpla con sus expectativas, o al menos, algunas de ellas. Es bueno saber que les hayan gustado los anteriores capis, y espero no tardar mucho en actualizar. La verdad es que este es el primer fic donde hago sufrir a Hiei, en verdad, casi nunca lo hago sufrir, creo que algunos de ustedes que hayan leído algunos de mis otros fics también se darán cuenta de que Hiei es mi personaje favorito de YYH. Como verán, jaja, creo que ya sabemos que el fic terminará con Kurama y Hiei juntos de nuevo, no espero hacerlos sufrir tanto, jeje, pero quizás también sus hijos se enamoren entre sí, eso se verá en los próximos capítulos, aunque es lo más probable.

Este capítulo se centra más en Kay y en sus pensamientos acerca de lo que le sucede alrededor, así como los anteriores estaban centrados más en Hiei y en Kurama ((respectivamente)) y el próximo estará centrado un poco más en Yoru, y en sus pensamientos.

Bueno, y ahora que ya no tengo más que decir creo que es un buen momento para responder reviews:

Florchi: tu amiga del alma: Bueno, jeje, aquí ya te enteras de que es lo que tramaba Yoru, un plan no muy bueno por cierto, jeje, pero algo tenía que ser. Que bien que te guste, la mayoría de las veces hago sufrir más a Kurama que a Hiei, pero siempre es bueno probar cosas nuevas, aunque duela un poquito porque a mi me encanta Hiei.

Suisho Haruka: Que bien que hayas leído el fic y que me hayas dejado reviews, siempre me dejas reviews y te lo agradezco, porque las reviews me levantan el ánimo. Es bueno saber que te guste el fic porque es algo así como mi primer angst, no del todo porque la verdad quiero que termine bien, pero espero poder hacer sufrir a Hiei y a Kurama antes de terminarlo.((jaja, risa sádica de cómo me encanta hacerlos sufrir))

AomeRL: Si, es verdad, hice sufrir muchio a Kurama, y a Hiei también, y con eso que me dijiste mientras cateábamos, lo que la ex-esposa de Kurama que le decía que en su casa no había orden era nada más para convencer a Yoru de quedarse a vivir con ella, igual creo que no estaba muy claro, así que quizás lo agrego en el capi, como para que quede más claro.

Packy: Temo que ya me secuestraron antes, me tuvieron que soltar, snif, dicen que los hacia sufrir. Jejeje, bueno, te prometo actualizar más seguido.

Kuroandy: Dios! Que sensible! Jaja, bueno, sigue leyendo, que de veras que intentaré no hacerlos sufrir tanto, aunque creo que Hiei sufrió mucho más que Kurama, u.uU

Alba: Pues lo de la ningen me encanta a mi también, de veras que hacer sufrir a Hiei no me causa risa, pero eso de que se haya casado con una ningen me gustó mucho.

Dolphin-chan: Jajaja, pobre, con la tarea, pero admito que a mi también se me pasa eso de usar internet cuando debería hacer la tarea. Espero que sigas leyendo, prometo no hacerlos sufrir tanto.

Misi-chan: Tienes mucha razón, es su clon prácticamente, jaja. Parece que hoy no tenías nada que hacer y te viniste a ver mis fics, jaja, na. Gracias, de veras gracias por tu review, y si te gusta Yoru el proximo capi te va a encantar, pq esta centrado en Yoru y en sus pensamientos, jaja, ia te dije que te lo tomes como si tuviera tu edad, o como si fuera tu novio, jajaja.

Bueno, desde ya les agradezco a todas por sus reviews y dedicar una parte de su tiempo a leer este fic, besos,

Reviews please.

Nasaki