Notas de la autora: Mis disculpas por haberme tardado tanto, quería aclararles que de ahora en más sólo actualizaré los sábados, debido a ciertos problemas me es imposible en la semana y lo segundo que iba diciendo es que este capítulo va dedicado a Yami y de nuevo a misi-chan. El título del capítulo significa "flor pálida".

Disclaimer: YYH no me pertenece, y este fic está echo sin fines de lucro. ((Valga la rebundancia)).

Warning: ya saben, YAOI!. Quedan advertidos. ((Aunque si leyeron hasta aquí es porque ya lo sabían, je)).

Un pasado cercano: Capítulo 6: Kawaita hana

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Era la época de la creencia, era la época de la incredulidad,

Era la estación de la luz, era la estación de la oscuridad.

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Kay apoyó su codo en la mesa de fórmica, y suspiró, eso era aburrido, aburrido. Molesto, si, esa era la palabra, escuchar su parloteo, su estúpido e incesante parloteo. Ver como el profesor abría y cerraba la boca, como retorcía sus manos nerviosamente y se acomodaba sus lentes, como escribía sobre el escritorio. Si, molesto, esa era la única palabra que le venía a la menta al hablar de las clases, una molestia.

¿Qué es lo que se supone que haremos Kay?. –susurró una voz a sus espaldas, otra vez la palabra molesto le venía a la mente. Apretó los puños y suspiró, no se dio vuelta y tampoco contestó nada. Shinobi se aferró más a su asiento y se volvió hacia Kay de nuevo.

¿No sabes contestar?. Vamos, me dijiste que hoy si podríamos irnos. ¡No tenemos evaluaciones!. ¡Nada!. Podemos irnos en cuanto termine la hora si queremos, es fácil. –la voz a sus espaldas volvió a replicar. Kay apretó los puños un poco más y permaneció en silencio. Al otro lado del salón Yoru negaba con la cabeza.

¿Quién es ese?. ¿Lo conocemos?. –Shinobi volvió a preguntar con un poco más de insistencia. El profesor dirigió su mirada hacia algún punto fijo del salón, más exactamente a donde estaban sentados, Kay apretó los dientes, bajó la mirada y se concentró en su hoja, vacía ...

El profesor se acomodó los lentes, de nuevo, y se dirigió rápidamente hasta donde estaban, Kay le lanzó una mirada amenazante y eso fue todo. El profesor tomó en el aire su hoja y la miró, mostró una pequeña sonrisa, apenas insinuada, y la alzó en alto.

Claro que hasta ese momento todo el resto de la clase estaba concentrada en ellos, y eso no lo hacía sentir mejor. El profesor miró a Kay con ese estúpido gesto de suficiencia y sonrió, de nuevo, con esa sonrisita estúpida, que a todos les molestaba tanto. Aunque, con todo, sería la clase de historia menos aburrida de todo el trimestre.

¿Qué se supone que hizo durante toda la clase Jaganshi?. ¿Ah?. –Kay permaneció callado, Shinobi murmuró algo y el profesor lo miró no precisamente amablemente. "Gracias Shinobi". Murmuró Kay para sus adentros, estaba perdido. ¡Perdido!. Lo castigarían y luego .. ¿luego qué?. Tendría que soportar más tiempo dentro de ese horrible instituto.

Disculpe profesor, fue mi culpa ... Yo ... estaba hablando cuando él me pidió que guardase silencio. –Kay giró la cabeza bruscamente. Las mejillas de Yoru estaban completamente sonrojadas y parecía bastante apenado. El profesor abrió bien los ojos y no dijo nada.

Yoru bajó un poco la mirada y volvió a sentarse en su asiento, luego, todo lo demás transcurrió con el mismo tiempo lento y horrible del pasar del tiempo y del incesante palabrerío. Kay continuó escribiendo en silencio. La clase terminó y el profesor recogió sus cosas, le dirigió una última mirada y se fue sin más.

Yoru Fue el último en salir, estaba apenado. ¿Por qué había echo eso?. No tenía porque hacerlo, no tendría que importarle Kay o lo que sea que hiciera. Pero ... no había echo nada. Si, eso era, Kay no había echo nada. Había sido ese idiota. ¿Shinobi?. Sí, ese era su apellido. ¿No?. Tal vez por eso, de otra forma hubiera sido injusto.

De pronto sintió como algo, más precisamente alguien se aferraba con fuerza a su brazo. Su rostro se volvió pálido por momentos. Kay volvió a tirar de su brazo con más fuerza. No estaba contento, eso se podía ver claramente.

¡¿Por qué hiciste eso!. –Yoru se volvió un poco a ver el rostro de Kay, no dijo nada. Kay tiró con más fuerza. -¡Contesta!. ¿Crees que necesito tu ayuda?. ¡¿No puedes contestar!. –Kay volvió a tirar del brazo de Yoru y ambos cayeron. Yoru miró a Kay, seguía molesto, pero es más, también parecía, sorprendido. Yoru se incorporó rápidamente, recogió todo y se fue.

Kay lo miró irse, aún un poco confundido. ¿Por qué no había dicho nada?. Podría haberse incorporado y reprocharle haberle hablado de esa manera, podría haber ... ¡Hablado!. ¡Hacer algo!. Pero no, el rostro de Yoru estaba completamente teñido de rojo cuando se incorporó. ¿Acaso había dicho algo ...?.

Kay se levantó, le dolía un poco la cabeza. De acuerdo, quizás no tendría que haberle hablado de esa manera pero ... ¿disculparse?. ¡Disculparse!. ¡Ni modo que se disculparía!. Kay intentó incorporarse y tropezó con algo y entonces miró el suelo, había un libro. Kay lo abrió. No parecía un libro de clase.

Es mío. –Kay volvió la cabeza bruscamente. Era Yoru, sonreía. Kay sintió como sus mejillas ardían. ¡Pero no estaba avergonzado!. ¡Y no se disculparía por una idiotez como esa!. Yoru lo recogió y lo miró, se sonrojó un poco cuando volvió a tomar la palabra. –Yo ... me disculpo, la próxima vez no lo haré. –

Es mi culpa .. –replicó Kay con tonó firme. Se levantó rápidamente y lo miró sin expresión alguna. –Yo soy quien se disculpa. –continuó mientras su expresión se suavizaba un poco. No por mucho. Luego volvió a mirarlo e hizo una mueca. –Hn, te acompañaré a tu casa, pero no creas que lo haré muy seguido, me gusta estar sólo. –

Yoru lo miró impresionado. ¿Qué era eso?. Asintió y ambos comenzaron a caminar, Yoru miró a Kay, se veía un poco molesto, como si el echo de que no estuviese corriendo apresurado le molestase Yoru rió un poco con este pensamiento, Kay giró la cabeza bruscamente hasta donde estaba Yoru, no dijo nada.

Cuando llegaron Kurama les abrió la puerta. Kurama lo miró con algo de impresión y abrió bien grande los ojos. ¡Era tan parecido a su padre para que lo mirasen así!. Entró rápidamente y no dijo nada. Después de todo, tendrían que hacer el trabajo de Biología juntos. Kurama los miró cuando entraron y entraron en el cuarto de Yoru.

Cerró la puerta y se dejó caer en el sofá. Kay se parecía demasiado a Hiei para su gusto, demasiado.

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Hiei se sentó a la sombra del árbol, nada más a ver, el atardecer, allí donde caía el sol en el horizonte, eso le traía recuerdos. Miró hacia el árbol, hacia arriba, recordaba todo lo que Kurama le había dicho cerca de ese mismo árbol. Esbozó una pequeña sonrisa, aquellas verdaderas que sólo mostraba cuando en verdad se sentía bien, cuando sabía que nadie lo vería hacer ese gesto, y lo sabía, era hermoso. Unos minutos más y el sol ya no se vería más, y comenzaría la noche. Suspiró, sus manos se colocaron detrás de su cabeza y se recostó sobre el tronco del viejo roble, recuerdos, malditos recuerdos, vivir en el pasado no es bueno.

¿Qué haces aquí?. –Hiei levantó la mirada y abrió bien grandes los ojos, de haber sido Kurama no se sorprendería para nada en absoluto ya que se habían encontrado ya varías veces esa semana, casi podría decir que intencionalmente, pero aquello si que era una sorpresa, aún más, sabiendo que el ningen había estado pasando los dos últimos años junto a la onna en América.

No. La pregunta es qué haces tú aquí Yusuke Urameshi ... – el ex detective le devolvió la mirada, estaba feliz, como siempre, Hiei murmuró un "Hn" seguido de múltiples insultos hacia los ningen-no-baka. Yusuke rió, igual que como solía hacerlo, pero estaba cambiado, Hiei lo había notado, sus ropas, esas no eran las ropas que Yusuke solía usar. Es decir. ¿Urameshi de traje?. Eso no sonaba normal, no, mejor aún, no sonaba algo de ese mundo y de echo, de ningún otro, pero así era. Yusuke se corrió uno de los mechones de su cabello que le caía sobre los ojos, Hiei también lo había notado, su cabello también era diferente. Una vez alguien le había dicho que la gente cambiaba con el tiempo, y que esos cambios se notaban mucho más allá de su aspecto. Pero ... ¿Yusuke realmente había cambiado?.

Yusuke rió un poco ante la intimidante pregunta del youkai de ojos rojizos y prefirió callarse por unos segundos mientras que Hiei dirigía su mirada hacía un punto fijo en sencillamente "ninguna-parte". Se esforzó un poco para levantar la mirada hasta los fríos ojos de Hiei y cambió un poco su expresión, parecía más sería, pero a la vez lo hacia ver más satisfecho consigo mismo.

Hiei. Kurama pidió que viniésemos todos para reunirnos en su casa. Creo que el martes. No se si te ha dicho, pero creo que sería muy especial para él que vayas ... –Hiei le dirigió una mirada de fastidio y resopló, hizo reír a Yusuke, eso le enfadaba, que se riesen de él, pero sabía que nadie nunca se atrevería a hacerlo. Pateó una piedra cercana a sus pies.

Eso ya lo sé, baka. ¿Y crees que voy a ir?. –Hiei hizo una mueca, como si se tratase de algo tan simple, suspiró, ojalá fuese así. Yusuke frunció el ceño, pero no dijo nada. Arriba, las estrellas se hacían visibles. Yusuke caminó hacia Hiei y le tocó el hombro.

Hiei. Se que va a ser difícil pero ... –Yusuke suspiró, los ojos de Hiei se habían clavado en él desde que había empezado a hablara y no había la menor intención en ellos. -...Se que a Kurama no le eres indiferente y que, si le das tiempo, te lo explicará todo. Además, yo creo que a él le gustaría verte. –sonrió. –Además, sólo será una reunión de amigos, eso nada más. ¡Ah!. Y Yukina puede ir también. Ya que Kuwabara no está le dará algo que hacer mientras está aquí. ¿O no?. –

Hn ... Supongo ... –Hiei contestó mientras le daba la espalda, no se sentía como para bromas. ¡Hablar de Kurama!. Aquello era como hablar de cosas como una ... una indigestión. No importaba, es decir, como si le importara lo que Kurama hiciera. ¡Claro que no!. Y si Yusuke o quien sea pensaba que todo iba a cambiar por ... "lo que pasó" el día anterior, estaban equivocados, si así era, muy equivocados.

...Bien iré ... –Yusuke sonrió al escuchar el casi susurro de Hiei y rió despacio, a lo que el youkai de fuego levantó la cabeza bruscamente y lo amenazó con la mirada, de esa clase de miradas que dicen claramente "te-mataré-si-no-dejas-de-reírte", viniendo de Hiei ya podía tomárselo bien en serio.

De acuerdo. Nos veremos allí entonces. –respondió mientras se alejaba rápidamente y se perdía en el horizonte. Hiei se apoyó en el árbol y suspiró. El viento era fuerte y hacia frío, se sentía estúpido. Miró hacia arriba, la noche ya se alzaba sobre la ciudad, pateó el suelo con fuerza. Como le molestaba que tuviera razón. Volvió la mirada hasta donde Yusuke se había ido.

Se acordó de Kurama, le gustaba acordarse de él, a pesar de todo. Pero ... ¿lo perdonaría?. ¿Y desde cuando se había comenzado a preguntar si lo perdonaría o no?. No importaba, porque de todos modos, sabía que ya lo había echo.

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Kurama miró una vez más la hora, suspiró y luego se volvió hacia lo que estaba escribiendo.

"Hiei, se que te resultará demasiado estúpido lo que te diré. Seguramente pensarás que esto no importa después de tanto tiempo, que yo te he olvidado y que lo que diga a continuación es demasiado hipócrita para que realmente lo tomes en serio. Pues bien, te diré, que estás muy equivocado.

Nunca, repito, nunca, podría olvidarte, y sabes que no puedo hacerlo. Olvidarte significaría olvidar parte de mi mismo, pero haber ignorado todo lo sucedido y seguir siendo amigos, tratando de pensar que todo sigue igual también hubiera sido un error.

Y es que, tenía que hacerlo. Sabes que, a diferencia de ti y digas lo que digas, yo soy humano, un ningen. Si, un ningen, que nace, que existe, que crece, aprende a vivir por uno mismo, decide, se equivoca y sufre.

Y se que en mi vida pasada yo fui un Youko, que nunca olvidaré mi verdadera naturaleza, que nunca olvidaré lo que una vez fui y que en algún lugar de mí sigo siendo, pero eso no modifica la realidad de que ahora mi vida está concentrada en ser humano.

Por eso, yo soy todas esas cosas, nací, de una madre a la que adoro, que la conoces, y que no tiene la culpa de que yo sea lo que soy ahora.

Que yo aprendí a vivir, como pude, y aprendí a vivir en un mundo que me era desconocido. Al igual que tú, si, yo también una vez vi este mundo como un mundo desconocido.

Que yo también puedo decidir, y es que a veces, cuando tomamos las decisiones demasiado en serio, cuando no las pensamos, nos equivocas, si, nos equivocamos también.

Y algunas de nuestras equivocaciones nos hacen sufrir. Pero ... ¿quién podía evitarlo?. Nadie más que nosotros, los seres humanos cuando cometemos un error, somos los únicos capaces de arreglarlo, y es que sufrir es inevitable y no puedo torturarme a mi mismo pensando en lo que fue y no puedo ser.

Así ves, todo lo que alguna vez creíste que fui es una mentira, no soy perfecto, y jamás lo seré, se que tú tampoco lo eres y todo esto te parecerá una enorme trivialidad sin sentido alguno. Pero yo no.

Yo no cambié, no he cambiado y jamás cambiaré. Por qué se que me equivoqué, porque se que aún te amo, y cuanto, y se que si existiese en algún momento la oportunidad de que me perdonases, te aseguro de que jamás volvería a cometer el mismo error de antes.

Porque los seres humanos aprendemos de nuestras equivocaciones, de lo que tú dices debilidad, de eso nos hacemos más fuertes. Por eso ... te pido perdón."

Kurama tomó la hoja donde lo había escrito, no, se dijo, y lo arrojó ala basura.

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¡Yukina!. ¡Me alegra verte!. Pasa, Kaiko no está conmigo en este viaje, pero, pasa. –Yusuke la saludo cordialmente mientras que abría la puerta. Yukina le sonrió y entró, rápidamente tomó asiento en una de las sillas de la habitación. Yusuke frunció el ceño y la miró.

¿Cómo está?. –preguntó, Yukina bajó un poco la mirada, y lo miró a Yusuke seguidamente, no dijo nada hasta después de unos momentos. Tomó la taza de té que Yusuke le había traído y luego de haber bebido unos sorbos contestó.

Se encuentra mejor, pero está un poco confundido. –Yusuke asintió y miró a Yukina comprensivamente.

¿Por eso viniste?. –Yukina asintió y se sirvió un poco más de té. Yusuke la miró y no dijo nada, así pasaron unos minutos hasta que Yusuke tomó la palabra.

¿Le entregaste el poema?. –preguntó mientras la miraba ansioso, Yukina asintió y sonrió, las luces del atardecer se filtraban por la ventana y Yukina las observó un poco antes de continuar hablando.

Hiei ... Está mejor, creo que eso lo ayudará a pensar. Pero el poema no se lo di a él. –Yusuke frunció el ceño y la miró con algo de curiosidad.

¿A quién se lo diste?. –Yukina ladeó la cabeza y miró de nuevo hasta el jardín, porque la habitación del hotel de Yusuke daba al jardín, y a Yukina siempre le han gustado las flores.

A Kay. –respondió después de un rato, Yusuke arqueó las cejas. –Mi sobrino. –se corrigió después de ver la expresión de asombro en el rostro de Yusuke. Yusuke iba a decir algo cuando Yukina señaló una de las flores del jardín. Yusuke la miró algo desconcertado. ¿A qué venía eso?.

Esa flor. –señaló. –Me gusta. Me recuerda a mi hermano. –Yusuke volvió a arquear las cejas y la miró. Era una hermosa flor, era una rosa, pero una rosa blanca.

¿Por qué?. –preguntó mientras la miraba bien, no se parecía en nada, y era con lo que él menos identificaría a Hiei. Primero porque era una rosa y segundo, porque era blanca. ¡Hiei detestaba el blanco!.

Aunque él diga que no, yo se que él es así ... por dentro. –agregó y se rió un poco. Yusuke la observó y le sonrió, luego observó a la rosa y añadió:

Tienes razón. Después de todo eres su hermana. –dijo y Yukina rió un poco, pero más bajo. Y entonces Yusuke la miró y sonrió.

Ya verás. Los ayudaremos y ... se arreglarán. –Yukina asintió. –Yo también cumplí mi parte. Le pedí a Hiei que fuese a la casa de Kurama. Estoy seguro de que irá. Le dije que te invitará. Por si necesita "apoyo emocional". –Yusuke rió un poco por su "brillante" comentario, y es que, había veces que no se imaginaba como es que había resultado "tan" gracioso.

Tienes razón. –Yusuke se inclinó un poco más sobre su asiento y miró a Yukina con mucho más interés.

¿Por qué le diste el poema a tu sobrino?. –Yukina rió un poco y lo miró, algo en sus ojos brilló extrañamente, algo parecido a cuando Hiei se reía, sarcásticamente, tan sólo un gesto, pero, por algo serían hermanos. Ya sabía Yusuke que algo debían de tener en común.

Yusuke. Creo que él comprenderá todo aún más que nosotros. –replicó mientras volvía a beber otro sorbo de té. Yusuke volvió a mostrar esa expresión confundida, y Yukina le sonrió de nuevo con un poco de inocencia. Yusuke continuó hablando y Yukina asentía en señal afirmativa. Ese sería un buen día ...

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Kurama sintió el sonido del timbre de la puerta y bajó rápidamente a abrirles. Detrás de la puerta estaba Hiei, el youkai de fuego se volvió hacia Kurama, sus mejillas se tiñeron de un color rojizo y Kurama sonrió. Miró a Hiei, se veía realmente bien, ese día Hiei había decidido no ir de negro como siempre y se había vestido con una camisa azul, y todo lo demás era un traje negro, con algunos toques de blanco aquí y allá.

Pasa Hiei. ¿Dónde están los demás?. –Hiei negó con la cabeza y pasó. Yukina lo había convencido de ir más tarde para que él y Kurama hablasen un poco. Hiei al principio no había querido, y se había sorprendido mucho de que Yukina lo supiese, pero ella le había dicho que ya habría tiempo para explicaciones más tarde y que debía irse.

Se retrasaron. –explicó no muy convencido, sentía una gran urgencia de irse y no volver, pero eso era algo necesario y por otro lado, había estado esperando ese momento. Pasó y se sentó en uno de los asientos de la sala y se quedó allí.

Kurama entró en la cocina. ¡Hiei estaba allí!. No podía creerlo, si Hiei no hubiese ido él no se sorprendería, pero estaba allí. ¡Estaba allí!. Luego de unos segundos, Hiei apareció en la cocina. Lo miró intrigado.

¿Qué haces kitsune?. –preguntó mientras miraba como Kurama preparaba todo para la cena. No estaba cocinando, o como le llamasen los ningen, nada más estaba allí. No hacía nada. Bueno, había creído que Kurama estaba allí para preparar la cena pero ahora ya no parecía.

Nada. Es que ... pensaba. –replicó mientras sonreía nerviosamente, las mejillas de Hiei volvieron a volverse rojas. –Escucha. Con lo que sucedió el otro día ... –Hiei miró a Kurama esperando que continuase hablando. -...-

No tiene importancia kitsune. –replicó Hiei mientras que sus mejillas volvían a tornarse rojas, ambos estaban avergonzados, muy avergonzados.

Hiei miró un poco a Kurama. ¿Qué le diría ahora?. Kurama pareció pensar lo mismo porque miró a Hiei y seguidamente miró sus zapatos, como si hubiese en ellos algo extraordinariamente increíble y no pudiese despegar la vista del suelo. Bueno, definitivamente no había nada diferente de ayer.

El sonido del timbre volvió a sonar y Kurama salió de la cocina rápidamente, aún con aquellos tonos rojizos en las mejillas.

¡Hola Kurama!. –saludó Yusuke. Hiei frunció el ceño y no dijo nada, se volvió hasta el salón y se sentó, sintiendo como por dentro ardía en llamas.

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Yoru volvió su atención hasta la puerta que ahora volvía a abrirse nuevamente, allí estaban Kay y Yukina. Yukina les sonrió a todos y se sentó en su asiento para que la cena comenzase. Kurama estaba charlando amenamente con Yusuke y a Hiei no se le veía cara de muy buenos amigos.

Yukina nada más sonreía y asentía cuando se le preguntaba algo, Kay nada más miraba su plato y resoplaba con fingido fastidio. Él nada más miró como continuaba la "hermosa" velada.

...¿Y entonces qué?. ¿Qué le dijiste?. –volvió a tomar la palabra Yusuke, Hiei lo miró como si se estuviese aguantando las ganas de matarlo. ¿Qué más sucedería ahora?.

Yoru sonrió, bueno, de algo estaba seguro, esa oportunidad no la dejarían pasar por nada.

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N/A: Bueno, debo decir que este capítulo quedó apenas un poquito más corto que el anterior, pero espero que haya quedado un poco más interesante. En fin. Ya se verá que seguirá en el próximo capítulo. Aunque si puedo decirles, que el próximo capítulo se llamará "Enough is enough". ¿Les gusto el fic?. Dejen reviews, sus comentarios son importantes.

Y ahora si, a responder reviews.

Rury Kitsui: pues si, gracias por apoyarme con el fic, jeje. Y si, Hiei sintió bastante vergüenza, pero es que ... ¡estaban en la calle!. ¡Las cosas que se le ocurren a Kurama!. ¿Exámenes?. Pobre ... si, eso es a lo que llamo tortura ... Bueno, besos, y cuídate!.

Naoko: Pues si, actualicé, algo tarde por cierto, pero en fin. Espero que esté capi te guste, y que perdones el enorme retraso, pero es que cuando la inspiración no viene ... Bueno, y ya, que espero que este capi también te guste.

Ashayan Anik: te encantó?. Vaya!. Gracias por los halagos!. ¿Te estabas impacientando?. Uy, entonces ahora de seguro me vas a querer matar por tardarme tanto. Mil perdones, pero es que no sabía bien que escribir. Te juro que cambié el principio como mil veces ya. Perdón de nuevo y espero que este capi te guste. Bye!.

Misi-chan: Ahh!. Ya sabía yo que ibas a dejar review!. Ah, pues si, tengo mucha razón con lo de tour, jaja, naa, descuida, puedes decirle como quieras. Pues, un poco entrometida es, pero en fin, ya ves, aquí también aparece Yusuke, aunque estaba dudando si dejar que ayudase o no en este capi. Pero al final está. Pues si, jeje, el poema quedó bien. Y pues, naa, que sigas así y que espero que este capi también sea de tu agrado.

AngelBlack: Pues gracias, cuando comencé este fic no me imaginaba que les iba a gustar tanto. Bueno, en fin, muchas gracias por los halagos y perdona si me tardé demasiado en actualizar. Espero que continúes al tanto y que este capi también te guste.

Inu: Bien, que bien que te haya gustado el fic, y con lo de Kay ... es complicado cambiarle la actitud ahora que ya comencé el fic, pero lo que pasa es que se supone que sería algo así como un "Hiei más joven", ya que he oído que a veces los hijos se parecen a los padres. Y es que debe de ser un poco cierto, yo me parezco mucho a mi papá, por ejemplo. Quise jugar un poco con todas esas cosas. Muchas gracias a ti por el review y espero que continúes leyendo.

Bueno, muchas gracias por todos sus reviews. Realmente les agradezco que se tomen un poco de tiempo como para comentar este fic, gracias. Saludos,

Matta ne,

Nasaki.