Plof plof plof… pasos a lo lejos… Plof plof plof… voces lejanas y exaltadas y mas pasos… plof plof plof… se oían risas mezclándose con las voces cuando se oyó el timbre retumbar por toda la casa, colándose por las paredes, hasta llegar a su cuarto… plof plof plof… en la oscuridad se oyó un leve gemido, seguido de unos golpes secos, sus pisadas, se dirigió hacía la puerta y pego la oreja. Se seguían oyendo las voces, ahora mas contentas y animadas, risas, mas pasos y entre todo ella puedo distinguir que uno de los recién llegados pregunto por ella.

"Ja, ahora te das cuenta"

Las risas, las voces, los pasos, todo se paro y se pudo oír melancólicamente la voz de una mujer diciendo

En-en su cuarto… -

Se oyó como Hermione empezaba a hablar y al poco todo volvió a la normalidad, todos volvieron hablar, a reír… Se separo de la puerta y camino hacia el centro del cuarto y se apoyó en el palo de la cama, en ese momento un rayo ilumino por unos segundos la estancia… y en su cara se pudo ver brillar una sonrisa tal falta de sentimientos como tan cargada de odio y frialdad. Se dirigió a la ventana, nunca antes le habían gustado las tormentas, pero ahora le parecían especiales, recargo su cabeza contra el vidrio mientras un suspiro ahogado se escapaba de su garganta y se mezclaba con la noche

¿Como podemos estar tan ciegos¿como pueden dejarse cegar?… me siento tan perdida en este momento sin ti –

Una cristalina y débil lagrima se deslizo por su mejilla hasta morir en sus labios, se separo de hay dispuesta a esperar, se dirigió a tientas hasta el espejo y con la poca luz que entraba se miro, seguía siendo la misma, la misma niña débil y rota que vio la ultima vez, con su trenza despeluzada, su cuerpo escuálido… gruño ante eso y en ese momento supo que eso iba a cambiar, escucho pasos acercándose, era su madre.

Gin… vamos baja a saludar - la dulce y feliz voz de su hermano le produjo arcadas

Claro 'mama'… ya bajo – una voz fría respondió desde dentro del cuarto, sonrió maliciosamente y sin tan siquiera pensarlo dos veces se dirigió a la puerta y la abrió con esa sonrisa sarcástica y con su mirada de rencor empezó a bajar las escaleras.

Ron ya había bajado, informándoles a todos que Ginny ya bajaba, todos se alegraron, pero había tres personas que nos pensaban lo mismo, el trío de oro tenía un semblante tenso y angustiado. Todos esperaban ansiosos a que la pequeña Weasley bajara. Puso su primer pie en el escalón mientras un leve cosquilleo le recorría el cuerpo, solo el pensar las caras que pondría le llenaba de una satisfacción realmente escalofriante, Ya casi había llegado al final cuando oyó un grito de terror ahogado, su sonrisa se ensancho reflejando satisfacción, caminaba con la cabeza baja. Se encamino hacía donde estaba la gente en el salón pero se quedo a unos metros de distancia, el simple hecho de pensar que estaba en el mismo cuarto que esos traidores, le cegaba de odio y dolor

¡Dios!... Gin… ¿q-que te ha pasado? –

La voz de su madre la saco de sus pensamientos, levanto lentamente la cabeza, mientras sonreía. El silenció se apodero de la habitación, solo se oía la lluvia golpear en los cristales y las respiraciones agitadas de los presentes… Plof… Plof… Plof… un gimoteo se apodero de su madre… Plof… Plof… Plof… las lágrimas brotaban de los ojos de su hermano Ron… Plof… Plof… Plof… el plato que Hermione tenía se fue a estrellar contra el piso… Plof… Plof… Plof…

Ginny… - Harry fue el que rompió ese momento, haciendo que Ginny clavara su mirada muerta en el, un escalofrió recorrió al chico haciendo que retrocediera

No dejaban de recorrerla con la mirada, sus ojos fríos, su sonrisa sarcástica, su ropa llena de sangre y sucia, su mano destrozada, sus pies descalzos dejando manchas de sangre a cada pisada… llena de cortes, recorrida por ríos de sangre. Sonrió, una sonrisa llena de satisfacción y su mirada se ensombreció mas, convirtiéndose en un celeste grisáceo

Aquí estoy – su voz fría, capaz de cortar las almas

Ante los ojos desconcertados, confusos y hasta atemorizados de los presentes se dirigió hacía la mesa con comida y cogiendo una galleta se dio media vuelta hacia las escaleras y justo cuando ponía un pie en el primer escalón

¿Ginny que te ha pasado? – pregunto un asustado charlie

Me alegro de veros 'hermanos' – sonrió cínicamente mientras los miraba – creo que me retiro, no me gusta… este ambiente

Y ante el desconcierto de todos subió las escaleras dejando un recorrido de sangre hasta su cuarto, haciendo que el portazo de su puerta llevara a todos a la realidad

"Os habéis quedado sorprendidos, -¡Oh Dios, Ginny que te ha ocurrido-, Ja! Me dais asco, traidores… "

Le pegó una mordida a la galleta con asco, y tiró el otro cacho a la oscuridad "Odio todo esto, los odio, todos, todos me traicionaron" una voz fría y siseante llego desde el interior de su mente "pero… no ellos no me han cambiado, están hay" pensó Ginny atormentada "por cuanto crees que estarán hay, yo te lo diré, Hasta que ella les diga su historia y entonces tu serás la traidora" algo en su interior creció, sus ojos se volvieron mas vacíos y fríos y su sonrisa mas malvada

Pero tu siempre estarás aquí, siempre has estado- dijo Ginny en voz alta y en ese instante recordó lo que una vez le dijo cierta persona

"De verdad crees que están aquí por ti, ellos no piensan en ti, no les haces falta, ni siquiera se preocupan por ti, no los defiendas cuando ellos no lo hacen por ti¿no me crees, míralo por ti misma, no les necesitas no te hagas mas daño, cuando lo sepas aquí estaré, yo me preocupare de ti" – en esos instantes no estaba segura de nada, no le creía, peor algo le decía que cogiera esa mano que le daba y ahora sabía porque.

En ese momento no lo sabía, pero ese instante empezaba a marcar ya su camino y no había forma de volver.