Capitulo 2. El Callejón Diagon
Los días pasaron a una velocidad no tan despacio como otros veranos, entre pensamientos de su padrino, y pensamientos de Hermione, cuando se dio cuenta, al despertarse una mañana ya estaba a 30 de agosto y era el día de ir al callejón Diagon, por lo que comunicó a sus tíos que salía a hacer unas compras y volvería entrada la tarde.
Se vistió, desayuno y salió hacia el caldero chorreante. Una vez allí, entro en el callejón Diagon y sacó la lista de cosas que necesitaba, y supuso que ya se cruzaría con sus amigos. Una vez comprado sus libros, pergaminos y tintas, se dispuso a comprar algunas túnicas nuevas, ya que las que tenía le venían ya un poco pequeñas, y al salir de la tienda, se chocó con la persona que mas ansiaba ver.
- Perdón, estaba mirando hacia otro lado – dijo Harry
- No pasa nada, yo también….Harry! - dijo Hermione, echándosele a los brazos rápidamente, y respondiendo este rápidamente a este abrazo.
- Hermione, que ganas tenía de verte. –
- Y yo Harry…
Al darse cuenta de que se encontraban obstaculizando la puerta de la tienda, se separaron rápidamente, ambos sonrojados al ver que varias personas los miraban.
- Donde esta Ron?
- Vino con su familia temprano, y se tuvieron que marchar, porque estaban de remodelaciones en la madriguera, ahora que al señor Weasley lo han ascendido a Ministro de Magia, le han subido el sueldo una barbaridad, y están aprovechando.
- Me alegro mucho por ellos, ya veré a Ron en la estación….Entonces, estamos los dos solos, si no me equivoco. – dijo Harry con una sonrisa.
- Eso parece. – dijo Hermione algo sonrojada.
- Tienes algo que hacer? Yo le dije a mis tíos que no volvería hasta entrada la tarde, pensaba quedarme a comer por aquí…
- Le dije a mis padres que tenia pensado quedarme a comer con unas amigas, para charlar un poco
Ah! - dijo apenado Harry
Pero, si tú me propones algo que hacer, ten por seguro que lo cancelo todo. – dijo rápidamente Hermione.
De verdad? Pues yo pensaba invitarte a comer y después a ver algunas tiendas.
Acepto! - dijo ella
Así pasaron, la que para Harry fue el mejor día de todas las vacaciones.
Llegado el momento, ambos amigos se despidieron y quedaron en verse en la estación. Cuando Harry se había girado y se disponía a emprender la marcha hacia su casa, Hermione por detrás, le dio un beso en la mejilla y volvió a salir corriendo hacia donde se encontraban sus padres esperándola, dejando a un feliz Harry un poco sonrojado.
