Capitulo 3. De nuevo en casa
El día tan esperado había llegado. En el andén 9 ¾ le esperaba el tren que le llevaría a Hogwarts por ultimo año…
Tras dejarlo su tío en la estación, se dirigió a la entrada del andén, y nada mas traspasarla, ya se sentía como en casa. Todo estaba lleno de gente y el habitual bullicio era frenético, ya que el tren pitaba anunciando la inminente salida del mismo. Harry pudo ver a los Weasley y rápidamente se acerco a ellos. La primera en verlo fue la señora Weasley, que como siempre, fue a recibirlo con uno de sus grandes abrazos.
Harry, querido, ¿Cómo estas? Has crecido mucho este verano, te hemos echado de menos, nos dio pena que este año no vinieras a casa, pero hubiera sido incomodo para ti estar allí con tantas reformas
No importa, yo también me alegro de verla. – respondió Harry
Tras saludar al señor Weasley, a los gemelos y a Ginny, vio a Ron.
Eh, Ron , que de tiempo amigo, ¿como estas?
Hola Harry, bien, me alegro de verte, ¿que tal el verano?
No puedo quejarme, no ha sido tan malo como otros años…Por cierto, gracias por la snicht, me gusto mucho, me e entretenido mucho con ella.
No hay de que amigo, fue un placer
Muchachos, es hora de subir al tren o lo perderán
De acuerdo, mamá, ¿vamos Harry?
Vamos
Subieron Harry, Ron y Ginny, y tras despedirse de todos, se dirigieron a buscar un compartimiento vacío y casi al fondo, encontraron a Hermione, esperándolos en uno vacío. Los 3 entraron y se acomodaron. Harry y Ron se pusieron a contarse todo lo que habían echo este verano, aunque era mas bien Ron el que hablaba, ya que Harry no tenia mucho que contar, y Hermione y Ginny hicieron lo mismo.
El viaje fue muy tranquilo y ameno, pero había algo extraño esta vez…
¿Era
que Draco Malfoy no había venido esta vez a incordiarles como
cada viaje?
En parte si, pero no era tan extraño teniendo
en cuenta que desde que el año pasado el Ministerio admitiera
que Voldemort había regresado y se produjeran tantos cambios
en cuanto a cargos en el mismo, era de esperar que no terminara su
ultimo año y se uniera junto a su padre como mortífago…
Pero no, no era eso, era que en este viaje, Harry no desaprovechaba ocasión de mirar a Hermione, y no podía dejar de hacerlo, algo que ella notaba porque sus miradas se cruzaban a menudo, dándose cuenta Harry, de que ella también lo miraba.
Así transcurrió un agradable viaje, lleno de charlas amenas, interrumpidas solo por la señora del carrito, alguna que otra visita…
Y de pronto el tren comenzó a aminorar la marcha indicando a los ocupantes que se aproximaban al final del viaje.
Una vez el tren se detuvo, Harry y los demás bajaron del tren, y tras saludar a Hagrid, se montaron en los carruajes rumbo al castillo.
