Capitulo 5. El regalo de cumpleaños

El tiempo transcurría normalmente, ya nos encontramos a principios de Octubre. Las clases resultaban especialmente duras este curso, debido a que este era el año de los EXTASIS y los profesores exigían a sus alumnos el 100 y ello hacia que los muchachos de último año estuvieran agobiados y algo tensos todo el tiempo.

Para Harry, no era tan duro como pensaba que seria años atrás, ya que había mejorado bastante en el ultimo año, sobre todo en pociones, y esto era debido, no solo a sus enormes ganas por ser auror, sino porque este ultimo año, Hermione le había ayudado muchísimo, enseñándole técnicas de estudio y apoyándole, había estado siempre ahí y ahí seguía.

Harry se encontraba en la sala común repasando los deberes de transformaciones, asignatura en la que destacaba, sobre todo desde que había conseguido ser animago, un animago especial e insólito, ya que podía transformarse tanto en ciervo, como su padre, como en perro, igual que Sirius.

Cuando terminó de repasar, miró su agenda, regalo de cumpleaños de Hermione del año anterior, y miro si tenía algo apuntado para el fin de semana que se aproximaba.

- A ver que tenemos este fin de semana… ¡vaya! Este sábado tenemos salida a Hogsmeade, que bien, ya tenia ganas de… ¡oh, no, domingo 4, 4 de octubre, el cumpleaños de Hermione, ¿como he podido olvidarlo?. – grito Harry eso ultimo

Algunos compañeros que se encontraban a su alrededor se sobresaltaron al oírlo, y este rápidamente agachó la cabeza y siguió mirando su agenda.

- Bueno, por suerte el sábado podré aprovechar para comprarle algo en el pueblo.

Llegó el sábado y Harry se dispuso a salir al pueblo, iba acompañado de Ron y de Neville, Hermione había ido con sus compañeras de cuarto, ya que están habían insistido en llevarla a comer por su cumpleaños, algo que a Harry le vino muy bien, ya que así aprovecho para buscar tranquilamente el regalo para ella.

Lo primero que se le ocurrió fue en un libro, pero pensó que debía ser mas original, ya que quería agradecerle el regalo que le hizo a el por su cumpleaños y…bueno, quizás algo mas…

Mirando las tiendas, vio una joyería y pensó que podría comprarle algo allí, así que entró.

- Buenos días. – dijo Harry

- Buenos días, señor, ¿en que puedo ayud…? ¡Vaya, no es usted Harry Potter?

- Eehh, si, soy yo

- Es un honor conocerle, señor

- Gracias

- Que deseaba?

- Pues, buscaba un regalo de cumpleaños para una amiga

- Algo en especial?

- Bueno, no se, quería demostrarle agradecimiento y lo mucho que la quiero…..como amiga. – se apresuró a decir, notando como su cara cambiaba a un tono rojizo

- Ya veo. – dijo el vendedor, con una sonrisa pícara.

- He oído que es usted un excelente buscador, es eso cierto?

- Bueno, me defiendo bien

Y a su amiga? Le gusta el Quiddicht?

- Bueno, desde el año pasado, viene a todos los partidos, y parece que no le desagrada.

- Entonces, creo que tengo el regalo que usted busca

El vendedor busco en un estante, y le mostró a Harry una caja rectangular, al abrirla, Harry pudo ver un hermoso colgante en forma de snicht, que se abría por la mitad dejando espacio para poner una foto.

- Le agrada, señor Potter?

- Es perfecto

- Si lo desea, con un hechizo, puede hacer que suene una melodía al abrirlo.

- Me encanta, me lo llevo

- Desea que le ponga alguna inscripción?

Harry pensó por un momento que poner, debía tener cuidado con sus palabras, para evitar "malos rollos" , pero después de meditarlo dijo:

- Para H. G. de H.P. juntos para siempre

Con un gesto de varita, esas letras quedaron grabadas en el colgante.

Harry salió de la tienda muy feliz por el regalo que había adquirido, le parecía perfecto, ahora solo debía buscar la ocasión prefecta para dárselo a Hermione.

A lo lejos, la vio caminar sola mientras leía un libro, la llamó:

- Hermione!

Ella levanto la vista, le sonrió y levantó la mano saludándolo.

Cuando Harry iba a comenzar a andar a su encuentro, vio como en el rostro de Hermione aparecía una mueca de terror y sorpresa y una gran explosión dio lugar entre ellos dos.