Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece, si me pertenecieran haría que Draco y Hermione se casen y tenga veinte hijos xD. Pero no…

Nombre del fic original: Parenting Class

Autora: IcyPanther

Traductora: Vianecita Malfoy

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Todos estaban sentados en silencio, los dos adolescentes relajándose en la tranquilidad de la habitación. "Ya me tengo que ir a dormir?" se quejo Draco, jalando a Hermione de su túnica. "No estoy cansado" dijo bostezando.

"Pues parece que ya estas listo" observó Hermione, alcanzando al niño y cargándolo. "Vamos a cepillarte los dientes y después te leo un cuento, okay Draco, Draco? Draco?"

"Parece que Pansy lo gasto" rió Harry "deberíamos tenerla aquí mas seguido"

"Claro que no" dijo Hermione mientras se dirigía al cuarto de Draco "Mi gato esta empapado gracias a esa niña! Admito que es muy dulce en algunas ocasiones pero no la vamos a tener aquí todo el tiempo!"

Harry se acomodó en el sillón mientras Hermione metía a Draco a la cama, para luego regresarse a la sala común, no sin antes fijarse que había dejado prendida su luz de noche. "Parece que va ver una tormenta hoy" comentó la castaña, viendo por el ventanal.

Y así fue, grandes nubes negras se estaba acumulando en el cielo, un rayo de color amarillo caía de vez en cuando. Los árboles se doblaban con la fuerza del viento.

Harry unió a Hermione en el ventanal y juntos vieron como caían las primeras gotas del cielo, resbalándose por el cristal de la ventana.

"Oportunidad perfecta para contar historias de terror" comentó Harry.

"No me gustan historias de terror" tembló Hermione, abrazándose a si misma. Un gran estruendo se escucho cuando se apagaron las velas y la chimenea, un gran viento saliendo de ella.

"L-lumos" tartamudeo Hermione, la punta de su varita se encendió alumbrando un poco su rostro que estaba pálido de susto. "Esto de verdad no me gusta Harry" murmuro.

"Te dije que era hora para historias de terror" sonrió Harry "Aquí va una buena, quieres escucharla?"

"La verdad no, pero ya se que de todos modos lo dirás."

"Era una noche oscura" comenzó Harry, su voz bajando de tono "una muy parecida a esta. Un hombre estaba sentado en su silla enfrente de la chimenea, un perro a sus pies mientras fumaba de su pipa. Cuando se estaba quedando dormido escuchó toquidos en la puerta" Harry golpeo sus puños contra la ventana tres veces, una sonrisa maliciosa en su rostro.

"Pensando que era un viajero que se había quedado en la lluvia, el hombre fue para dejarlo entrar (la verdad, quien haría eso?). Pero cuando abrió la puerto no había nadie, el pasillo estaba desierto. Olvidándose de todo el asunto se regresó a su silla y abrió el periódico. Minutos después, el toquido volvió a escucharse" una vez mas, Harry golpeó la ventana.

"Y una vez mas, el hombre fue a la puerta para encontrarse con nadie. Se encogió de hombros y regreso a su silla, ahora estaba acariciando a su perro quien se había puesto a un lado de el. Segundos después, otros tres toquidos. Ignorándolos, creyendo que era parte de su imaginación el hombre se quedó en su lugar. Mas toquidos, pero sentado se quedo."

"Los toquidos se hicieron mas fuertes y rápidos hasta que el perro estaba aullando y el hombre se cubría los oídos. Y luego...todo paro!" Para ese entonces Hermione ya estaba agarrando a Harry por la túnica, sus ojos cafés abiertos en terror.

"Y lentamente...lentamente...otros tres toquidos." Toc toc toc. Harry volteó a ver a Hermione con sorpresa "Es mi trabajo dar los toquidos, Mione"

"Yo no toque" contesto Hermione temblando. Toc toc toc. Hermione grito y Harry se puso enfrente de ella, su mano aferrada a su varita.

"Señor Potter, señorita Granger? están ahí? abran la puerta!" demandó la voz de la profesora McGonagall.

"Es solo McGonagall!" respiro Harry, cruzando rápidamente el cuarto para abrirle la puerta.

"Por fin!" dijo la profesora " no me escucharon que estaba tocando?"

"N-nosotros" exclamó Hermione, tratando de controlar su respiración. "Pero porque Leviculus no le abrió la puerta?" pregunto, mientras McGonagall le pasaba una vela a Harry.

"Todos los retratos están muertos, la tormenta quito la energía que usaban para funcionar...la peor tormenta desde hace cincuenta años según el profesor Dumbledore!"

"Vino para ver si estábamos bien?" cuestiono Harry, con su cara de 'una tormenta no me hace nada a mi'

"Si, y también vine por la señorita Granger. Como prefecta debe ayudarme y a los otros revivir a los otros retratos poniéndole energía a cada uno. Y por mientras señor Potter, no encienda la chimenea...el profesor Dumbledore tiene miedo que las llamas entren a las habitaciones. Señorita Granger, sígame"

"Pero, y Draco?" chilló Hermione, dando una mirada nerviosa a la habitación de Draco "No lo puedo dejar aquí!"

"Estoy segura que el señor Potter es mas que capaz de cuidarlo por unas horas"

"Solo esperemos que no se despierte" susurro Hermione, Harry asintió. Con una ultima mirada triste a la habitación de Draco, Hermione siguió McGonagall, Harry estaba parado en medio de la habitación en silencio.

Otro estruendo sonó por toda la habitación. "Tengo la sensación de que no me va gustar esta noche" murmuró, caminando a su habitación.

Cambiándose a un par de pijamas rojas con dorado, Harry se metió entre las sabanas de su cama, un suspiro escapando de sus labios. Todo lo que quería hacer era dormir...

De repente se paro de la cama. Debería checar a Draco, eso es lo que haría Hermione. Se puso sus pantuflas y salio de su habitación en dirección de la de Draco. Abriendo la puerta, Harry se alegró de ver al niño hecho bola en la cama, volteándose para irse, vio que los hombros de Draco se sacudían un poco y se podían escuchar suaves sollozos por encime de los rayos.

"Draco?" dijo Harry lo mas suave que podía, acercándose mas a la cama del Slytherin. Como respuesta, Draco se encogió más en bolita y se tapo con las sabanas. "Que tienes?" pregunto Harry.

Fue cuando el Gryffindor se dio cuenta que la cascada también se había apagado. La única luz que entraba en la habitación era la de los rayos.

"Quiero a Hermione!" chilló, viendo a Harry con sus ojos grises abiertos en terror. Volvió a llorar.

"Ya ya, todo esta bien" confortó Harry, sentándose en la cama de Draco, puso su mano en el pequeño hombro del rubio.

Draco chillo y se abrazo mas fuerte a las sabanas. Harry quito su mano. De repente Draco se acordó de algo.

"De verdad que si les importas, Draco, que no se te olvide eso."

"También Harry?"

"También Harry" contesto Ginny "Los dos harían cualquier cosa para que tu estés feliz mientras estés aquí. Nadie te hará daño, entiendes?"

Con un último sollozo, Draco abrazo a Harry, los ojos del moreno se abrieron en sorpresa, pero Harry le devolvió el abrazo, dándole palmaditas en la espalda.

"No me gustan los truenos" murmuró, hundiendo su cabeza en el pecho de Harry "ni la oscuridad...nunca la oscuridad"

"Todo esta bien" murmuró Harry, poniendo su barbilla sobre la cabeza de Draco. "A mi también me daban miedo las tormentas...pero no te pueden lastimar...solo estaba ahí para hacer mucho ruido"

"No me dejes aquí" lloró Draco. "No quiero estar solo!"

"No iré a ningún lado" le aseguró Harry "Me quedare aquí hasta que te duermas"

"Pero no me quiero dormir, si me quedo dormido me muero!"

"Porque dices eso?"

"Porque Voldemort vendrá y me matara cuando cierre los ojos" lloró Draco.

Harry se sorprendió escuchar al rubio decir el nombre. "Que quieres decir, Draco?" dijo, escalofríos corrieron por su espalda.

"Padre dice que si me porto mal, cuando me duerma, vendrá y me matara" lloro el pequeño. "Dice que Voldemort solo quiere que gente fuerte trabaje para el...si lloro no soy fuerte...y cuando hay una tormenta y llueve o cuando estoy en la oscuridad...lloro...no quiero hacerlo...solo tengo miedo"

"Pues Voldemort no te matara mientras yo este aquí, no dejare que te haga algo"

"Lo siento, Harry" dijo Draco suavemente, apenas audible.

"Porque?"

"Pensé que me golpearías" susurro a la camisa de Harry. "Ginny me dijo que te importaba...y que bueno que le hice caso."

Harry sintió que sus ojos se humedecían, parpadeo varias veces para no dejar caer una lagrima. "Y Ginny tiene toda la razón, me importas mucho, nunca te haré daño, ni haré que te sientas incomodo, ok? Y si lo hago te doy permiso para que me pegues, tenemos un acuerdo?"

"Pero no te quiero pegar"

"Es solo precaución" aseguró Harry "Si te hace sentir mejor, le puedes decir a Hermione que me pegue por ti"

Draco se mordió su labio inferior antes de asentir. "Que te parece si vamos a mi cuarto?" sugirió "La ventana no esta tan grande ahí y no veras tanto la tormenta"

El Slytherin murmuro un 'si' y Harry lo cogio entre sus brazos como había visto que Hermione hacia en reiteradas ocasiones. Ahora ya sabia porque a su amiga le gustaba tanto cargar al pequeño, el rubio se sentía calido, y la forma en que se sujetaba de la túnica lo hacia sentir bien.

Harry se subió a su cama, Draco en brazos y lo acostó entre las sabanas. La vela que McGonagall les había dado estaba en uno de los tocadores, para alivio de Draco, la vela alumbraba un poco la oscura habitación.

"Todavía no me quiero dormir" dijo Draco tercamente "Quiero a Hermione."

"Ella no esta aquí ahorita" replicó Harry "Al rato regresa."

"Porque, a donde fue?"

"Tenia que ayudar con unas cosas en el castillo"

"Me puedo quedar despierto hasta que regrese? Por favor?"

Harry suspiro, "Esta bien"

Draco sonrió tímidamente y Harry le devolvió la sonrisa. "Podemos leer un cuento, no quiero escuchar los rayos" Draco fue al librero de Harry de donde saco un libro. "Vi a Hermione poner el libro ahí ayer" dijo, cuando vio a Harry levantar una ceja al encontrar un libro para niños en su cuarto.

"Caperucita Roja" dijo leyendo la portada, "Listo?" Draco se acercó mas como respuesta. Harry a duras penas pudo leer el cuento ya que a cada rato Draco le interrumpía con preguntas que no venían en el cuento. Harry se dio cuenta que Draco se había quedado dormido ya que no había vuelto a interrumpir. Dándole un beso en la frente, Harry se quito sus lentes, puso el libro y sus lentes en la mesita de noche y se metió entre las sabanas.

Dos horas después entro una Hermione muy cansada a la sala común. "Retratos estupidos" gruño, dirigiéndose a su cuarto. "No se pueden arreglar solos..." De repente se detuvo "Debería checar si Draco esta bien" camino al cuarto del pequeño, su varita alumbrando el camino.

Entro en pánico cuando vio la cama del niño vacía. Saliendo del cuarto, entro rápidamente al de Harry, deteniéndose abruptamente.

Harry estaba hecho bola, con un brazo colgándole de la orilla de cama y el otro brazo lo tenía alrededor del cuerpecito de Draco. El rubio estaba junto a Harry, agarrado de su camisa con una sonrisa en su rostro. Aunque la castaña estaba cansada, agarro la cámara del librero de Harry y tomo una foto, una sonrisa en su cara.

"No creo que llegue a mi cama" dijo con un bostezo. Con cuidado movió a Draco más cerca de Harry y a Harry mas cerca de la orilla, se acostó y segundos después se quedo dormida.

Cuando Draco se despertó en la mañana, se encontró hecho un sándwich entre los dos Gryffindors, no se podía mover. Todavía se podía escuchar la tormenta de afuera.

No es que le molestara la posición en la que estaba, estaba más bien alegre. Se sentía seguro entre sus dos guardianes. La respiración de Hermione le hacia cosquillas en la cara y Harry todavía lo tenia agarrado.

La vela en el tocador todavía estaba encendida, aunque ya estaba en el último centímetro. "Que no se apague, que no se apague" rezo Draco. Sabía que de todos modos tendría miedo aunque estuvieran ahí sus dos guardianes.

"Draco?" murmuró una muy soñolienta Hermione. "Que tienes?"

En ese segundo la vela se apago y Draco dio un chillido de terror antes de sentir los brazos de Hermione agarrarlo y ponerlo en su regazo mientras ella se sentaba.

"Tiene miedo a la oscuridad" dijo la voz ronca de Harry seguido por un 'lumos'. "Y con la tormenta de noche, todo se oscureció.". Harry no se había percatado de que Hermione estaba en su cama. "Que estas haciendo aquí?" preguntó sospechosamente.

"Los encontré a los dos aquí anoche, así que me quede" dijo Hermoine encogiéndose de hombros. "La profesora McGonagall me dijo que cuando nos despertemos fuéramos al Gran Comedor. Dumbledore encanto el techo para que pareciera un día de verano."

"Pues entonces ya vamonos" Harry se desperezó y corrió a Hermione de su cuarto para que se pudiera cambiar. Hermione llevo a Draco a su habitación. Minutos después los tres se reunieron en la sala común. Draco en la cintura de Hermione, agarrado de la túnica de Hermione. Las dos varitas iluminaban el camino al Gran Comedor.

Cuando entraron al Gran Comedor, Draco dio un suspiro de alivio. Tal como había dicho Hermoine, el techo del Gran Comedor lucia como si fuese un día de verano, nubes blancas flotaban por un cielo azul. Se escuchaban las pláticas de los demás estudiantes quienes comían sus desayunos.

"Hasta que llegan" saludó Ginny, caminando hacia el trío "Que clima tan terrible verdad?"

"Y tu porque estas tan alegre" gruño Harry, quien de repente se sintió de mal humor.

"Me encantan las tormentas!" rió la Weasley. "Aparte, con el clima así y la luz que se va constantemente, es básicamente imposible tener clases! Porque no van y desayunan, se ven hambrientos!"

Hermione miro con enfado la mesa en la que estaba toda la comida, donde los estudiantes se estaban empujando y haciendo un desastre. "Podrías cuidar a Draco mientras Harry y yo agarramos algo de comer, no quiero que lo golpeen"

"Claro" acordó Ginny, agarrando a Draco. Llevo al rubio a una esquina en una de las mesas y lo sentó a un lado de ella. Pero Draco se paro y se sentó en el regazo de Ginny, una sonrisa en su cara.

"Tenias razón, Ginny" murmuró "Harry es agradable"

"Te dije" sonrió

"Es por eso que te gusta?"

"No me gusta!" exclamo, ruborizándose un poco "Harry es un amigo, solo un amigo."

"Eso fue lo que dijiste ayer" observo el rubio "Entonces quien te gusta?"

"Nadie" dijo rápidamente, evitando los ojos del pequeño.

"Porque no te gusta Harry?" persistió Draco, no queriendo cambiar el tema.

"Si me gusta Harry!" grito en exasperación, "pero no en la forma que quieres que lo quiera!"

"Que fue lo primero que dijiste?" cuestiono el niño con una sonrisa maliciosa.

"ME GUSTA HARRY!" grito, todo el Comedor cayó en silencio. "Acabo de gritar eso?" susurro, su rostro tomando el color de su pelo. "Por favor dime que no acabo de decir eso"

"Vaya que si lo hiciste...pero si no te gusta no debe de molestarte, verdad?"

"Que alguien me mate" murmuro mientras la gente se le quedaba viendo.

"De verdad te quieres morir!" cuestionó Draco algo alarmado.

"Si"

"No lo dices en serio"

"Si"

"No"

"Si"

"Si"

"No"

"Te cache!" rió Draco "Ahh mira, ahí vienen Harry y Hermione!"

Ginny gruño y se cubrió la cara. "Que acabo de hacer?"

"Ginny?" pregunto Harry, sentándose a un lado de la pelirroja. "Ginny?"

"Le gustas" informó Draco, completamente serio.

"Como amigo" susurro Ginny, viendo el piso.

"A que no" contesto Draco "Te GUSTA"

Harry vio con confusión como el rubio y la pelirroja empezar a discutir con 'no's y si's'.

"No deberías echar mentiras, Ginny!" regaño Draco, apuntándole con el dedo "No es cortés!"

"Esta bien, esto contesta tu pregunta?", gruño la pelirroja, empujando al rubio de su regazo. La sonrisa de Draco se hizo mas grande cuando Ginny tomo a Harry por la corbata.

Tomando aire, apretó los labios contra los de el, Draco reía satisfecho.

Notas de Traductora:

Después de doce dias y…12 reviews (ejem ejem) aquí esta el capitulo 'namber cven'

Ven la relación?…poquitos reviews más días. Mas reviews poquitos días xDD. Bueno espero que mi mensaje haya sido claro. Espero que les haya 'agradado' el capitulo. A mi personalmente me gusta el final xD.

Nos vemos en el próximo cap.