剣心 no es mío.
Capítulo 8
Día 7 (más tarde)
El teléfono sonaba incesantemente en la habitación 230. Ni Enishi, ni Blanca se animaban a contestar. La mañana había estado muy agitada para ellos dos y ahora en la calidez de la cama, con sus cuerpos desnudos, cansados y sudorosos, no había ánimo para nada… Ni siquiera para contestar el teléfono.
- Enishi- le dijo Blanca por fin, abrazando mi torso, con un contacto tibio y suave - Enishi, deben ser tus amigos… Mejor contestas.
- Mejor que me llamen después, ahora es mi tiempo contigo- le dije respondiendo su abrazo y jugando con su brazo desnudo- Además me has dejado muy cansado.
Era la verdad. Nunca habría esperado semejante fierecilla al llegar a la habitación. No había culpas. Aunque le gustaba disfrutar mis caricias, las iniciativas las tomaba ella y eso era dulce, casi como si lo hubiera estado buscando o deseando. Era la mujer perfecta para mí… Me pregunto si se querrá venir conmigo y completar mis viajes junto a mí. No puedo dejarla ir y no lo digo por la cama, lo digo porque realmente… Amo a esta mujer.
El teléfono volvió a sonar. Les había dicho que estaría aquí durante la mañana, así es que conociéndolos, en especial a Sanosuke, era mejor contestar y acabar con esto de una buena vez. Alargué mi mano hasta dar con el teléfono.
- ¿Diga?… Hola Sanosuke… ¿Ir a almorzar todos juntos dices?… Bueno, conozco un lugar con excelente comida japonesa y muy bien atendido… Que lleve a Blanca… ¡Hombre, no sería de otra manera, claro que se viene conmigo… ¿En 20 más?… ¿No puede ser en media hora mejor?… Es que estoy un poco ocupado ahora… Sabía que entenderías… Nos vemos.
- ¿Quién era, Enishi?- me preguntó Blanca toda remolona.
- Sanosuke. Nos han invitado a almorzar y tenemos media hora. Mejor nos levantamos.
- Buena idea- la muchacha se paró para ir al baño. Su cuerpo era una delicia. Una verdadera obra de arte para mirar. No lo podía comparar con nada que hubiese visto antes…
- Eres hermosa¿lo sabías?- ella sólo sonrió y entró al baño. Fue ahí cuando tuve la idea y decidí seguirla… Una ducha juntos. No añadiré nada más, excepto que es un placer del cual no deberían privarse cuando se trata del ser amado.
Media hora después (llegamos a tiempo a pesar de todo), nos reuníamos con los chicos en el lobby.
- ¿Todos listos?- preguntó Sanosuke con impaciencia- Me muero de hambre.
- Siempre te mueres de hambre- le dijo el chico nuevo a Sanosuke. Eso me hizo recordar que Soujiro no estaba ahí.
Me acerqué a Kenshin y decidí que lo mejor era preguntar…
- Kenshin… No he visto a Soujiro…¿Se fue de la banda?- era una pregunta normal, al fin y al cabo, muchas veces ocurría, pero el show debía continuar. Sin embargo, cuando vi el rostro de Kenshin, me imaginé que no era algo que se hubiera planeado así.
Ya habíamos empezado a caminar al restorán, cuando Kenshin decidió contestar a mi pregunta.
- Ocurrió un mes después de que te fuiste Enishi. ¿Recuerdas que Soujiro tenía un taller mecánico en su casa? Era su pasión paralela a la música.
- Sí- mentí. Cuando tomé a los Jazz Affair como manager, en realidad poco y nada me importaba lo que hacían.
- Bueno, el consiguió trasladar su taller a Tokyo e instalarlo en un galpón que había arrendado con el dinero que nos reportaba el disco. Estaba muy feliz porque podía seguir trabajando en sus dos pasiones. Contrató a un ayudante para cuando el no estuviera o estuviéramos en gira… Así es que todo estaba bien. Al menos lo que duró…- su mirada se tornó sombría en este punto. Intuía en lo que terminaría esta historia, pero la realidad me golpeó más duro aún.
- ¿Kenshin… Qué pasó con Soujiro?- de verdad me sentía mal de ver a mi re encontrado amigo así. En ese momento Aoshi se unía a nosotros y al ver de lo que hablábamos tomó la palabra.
- Fue una de esas tantas mañanas libres que teníamos. Soujiro, como siempre fue a su taller a trabajar. Pero algo salió mal. Parece que uno de los tornos o algo así estaba en mal estado… El asunto es que… El asunto es que explotó- dijo al fin- y Soujiro perdió un brazo en esa explosión.
- Cuando nos llamaron para avisarnos- prosiguió Kenshin, antes de que pudiera reaccionar- ninguno de nosotros quería creer que era verdad. Soujiro había sido nuestro amigo y compañero durante muchos años y ahora…. ¡Fue horrible!- su mirada, que siempre había tenido ese color indefinido se tornó negra. Realmente le dolía lo que le había ocurrido a su amigo, pero pronto descubrí que no era todo.
- En el hospital- siguió Aoshi, al ver que Kenshin ya no podía hablar- nos dijeron que nada se podía hacer y que Soujiro había perdido el brazo para siempre y que era un milagro que estuviera vivo, porque la sangre que perdió hasta que lo encontraron había sido realmente mucho. De hecho, todos donamos sangre ese día…. Y esperamos y rezamos para que volviera a despertar.
- Chicos- les dije yo cuando pude reaccionar y digerir todo lo que me estaban contando- No es necesario que sigan. Ya entiendo por qué está este niño acá con ustedes.
- El show tenía que continuar, Enishi…- me dijo de pronto Megumi- Yahiko entró a la banda porque habían fechas que cumplir y porque Soujiro jamás se recuperaría… De hecho, aunque sus heridas están sanando, su corazón nunca podrá recobrarse de ese golpe. Ya no puede hacer más música… Nunca más- las lágrimas asomaban con tristeza de sus ojos. Era comprensible, incluso yo me sentía golpeado por un camión.
- Así es que este niño, Yahiko lo consiguió el sello.
- No… Es un amigo de un hermano de Sanosuke- dijo Kenshin- Fuimos bien claros cuando dijimos que no queríamos un músico de sesión, sino alguien de nuestra confianza.
- Entiendo- la verdad comprendía el sentir de los chicos. Cuando murió Tomoe en ese accidente, yo simplemente no quería seguir adelante y aunque Aoshi intentó convencerme de que había que refundar la banda, comenzar de cero, no lo escuché. Era una acción muy valiente la de ellos. Tenían que seguir a pesar de que habían perdido a Soujiro.
- ¿Qué pasa, Enishi?- me preguntó Blanca, cuando llegábamos al restorán- No tienes buena cara.
- No, nada, Blanca. No te preocupes. Te lo contaré más tarde… Ahora es mejor ponerse alegres¿no?- le dije. Ella había estado conversando con Kaoru, por lo que, no había escuchado nada de lo de Soujiro, era mejor así, al menos por ahora. Para qué entristecerla. Además, parece que congeniaba muy bien con la novia de Kenshin.
- Sean bienvenidos. Soy Tsubame y hoy los atenderé. Pasen por acá- dijo la muchacha cuando llegamos. De pronto ella miró el grupo que éramos y se alegró de vernos… Pero, su visión se turbó cuando miró de frente a Yahiko. Parecía que se le había olvidado el mundo. Todos lo notamos… Yahiko le correspondió con una sonrisa, pero ella no podía quitarle los ojos de encima.
- Hola… Soy Tsubame- dijo ella dirigiéndose expresamente al muchacho.
- Yo me llamo Yahiko¿Trabajas acá?
- Hai.
El flechazo había sido instantáneo.
Fue un capítulo un poco terrible, pero espero que haya disipado las dudas respecto de Soujiro... Al menos el final es bonito¿ne?
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Notas de la Autora #8:
Bueno, les puedo adelantar que queda muy poco para terminar esta historia. Espero que lo hayan pasado bien mientras la leían y perdonen el atraso de un día, pero ayer llegué muy tarde a mi casa y no tenía fuerzas para escribir.
Por mientras, les puedo contar que salí en un diario local de Viña del Mar... Lo que pasa es que fumo pipa y me fotografiaron en una reunión... Fue muy ridículo, pero un poquín de fama no le hace mal a nadie. (Jajajaja)
Mucha suerte!
パウリナ キツネ
