TITULO: Proud Love

Capitulo: Primer encuentro

Serie: Martín Mystery

Pairings: M/OCC

Category: Slash/Yaoi. Angs, Drama, Romance, Humor.

Raiting: R

Disclaimer: Yo no poseo a los personajes de Martin Mystery pertenecen a sus creadores y respectivos socios comerciales. Esta solo es una historia escrita de fan para fans, sin fines lucrativos.

Lo único mío es la historia y OCC (Personajes originales).

De todas maneras si te gusta la historia y quieres publicarla, te pediría que antes lo consultes conmigo.

CAMPAÑA No permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Entre más luchemos, más saldremos adelante.

Tiempo: En calidad de Universo Alterno.

FEEDBACK: Cielos, bueno, aquí voy entonces con esto.

Aclarece una cosa, me encanta Martín Mystery, pero jamás me imaginé escribiendo algo de él y mucho menos que fuera Yaoi, así que esto lo hago exclusivamente y dedicado a mi querido "Miguel", quien sin él, sus ideas, aportaciones (que fueron muchas) jamás habría hecho esto. Así que mi querido amigo, aquí voy. Esperando de todo corazón que esto te guste en verdad.

Su amiga:

KLF

-¡Martin, vuelve aquí en seguida!.

El grito retumbó en toda el área, dejando ver entonces una que otra cabeza saliendo de sus habitaciones. Las cuales asombradas o ya acostumbradas, miraban el remolino de polvo que había sido la huida del mismo muchacho infantil y desastroso de siempre.

Martín Mystery, mejor conocido como….en realidad el muchacho rubio y de afición incalculable para los misterios y obsesión marcada por lo místico, era llamado de muchas maneras. Sin embargo cuerdo y apacible no era una de ellas.

-¡Martín, te dije que volvieras aquí!.

Diana volvió a gritar, esta vez exasperada y persiguiendo a su molesto hermano, quien de nuevo había vuelto a envolver a la castaña en un nuevo dilema.

-Oh, vamos Diana. No es para que te molestes. Refutó el rubio, corriendo aun a toda velocidad en busca de un sitio a salvo en dónde ocultarse.

-¿QUÉ NO ES PARA QUE ME MOLESTE!.

-No.

-¡ERES UN INSOPORTABLE!. Gritó con aun más furor la muchacha, provocando que varios chicos a su paso taparan sus oídos ante semejante escandalera.

El rubio rió, encontrando al final del pasillo a quien lo libraría del castigo de su molesta hermana.

-¡Java, ayúdame!.

Pidió el muchacho, ocultándose tras el enorme hombre que llevaba entre las manos un par de sillas pesadas.

-Java ayudar a Martín. Anunció el cavernario, dejando el par de asientos para mirar hacia su amigo.

-Gracias. Suspiró el chico, sintiéndose autosuficiente y capaz de enfrentarlo todo. Incluso a su furiosa hermana quien al fin lo había alcanzado.

-¿Qué ocurrir?. Cuestionó el enorme hombre tras ver el rostro enfadado de la bonita muchacha.

-Ocurre…ocurre…ocurre que por culpa de este monstruo, volvieron a castigarme cuando no lo merecía.

Martín rió mientras Java enarcaba una ceja, señal de no haber entendido.

-Lo que sucede es que tú no sabes disfrutar una broma, Di.

-¡CLARO QUE SI!. Recalcó la muchacha, encendiendo nuevamente su faz.

-No, no sabes. Solo sabes estudiar y creerte la preferida del profesor.

La muchacha friccionó sus manos en puño mientras la pequeña vena de su sien taladraba con fuerza.

-No voy a discutir eso contigo.

-Java no entender porque Diana enfadada con Martín.

La chica gruñó ante la señal de victoria que su hermano realizó tras el inmenso cuerpo del cavernario. Sin embargo relató su historia.

-Estábamos en clase de biología cuando Martín tuvo la "genial" idea de hacer la "danza de las ratas".

-¿Danza de las ratas?". Repitió Java sin comprender aun, mirando la carcajada que el rubio había lanzado.

-Si. Al genio este se le ocurrió bailar frente a las ratas que el profesor utilizaría para el experimento. Lo único que consiguió fue que la clase entera se riera de él.

-¿Y por qué Diana enojada?.

-¡PORQUE EL TONTO DE MARTIN ME ECHÓ LA CULPA DE SER YO QUIEN ALTERARA A LAS RATAS!.

Martín rió aun con más fuerza, ganándose un nuevo gruñido por parte de su hermana y un suspiro de incomprensión por parte del cavernícola.

Aquello era cosa de todos los días, o al menos la manera más eficaz de comenzar un día en la prestigiosa academia Torrinton.

Sin embargo todo siempre regía el mismo orden, por lo que inmediatamente después de que Diana volviera a perseguir a Martín, su reloj lanzó un pequeño "bib", señal inequívoca de lo que era su usual y común vida.

-El centro. Espetó el rubio cuando la castaña chocó contra él.-Vaya, hasta que se dignan en llamarnos.

-No te quejes y busca la puerta.

-No me digas lo que tengo que hacer, Diana.

-Deja de quejarte y haz algo más productivo.

-¿Cómo qué?.

-Meterte en el retrete y jalar la cuerda suena lógico.

La risita de la chica solo hizo gruñir al rubio, sin embargo Java habló fuerte y claro interrumpiendo cualquier renovado deseo de pelea.

-Java encontrar portal.

-Oh, perfecto. Musitó enfadado el muchacho cuando arribó a donde su amigo.-Los del centro deberían de tener mucha más consideración con nosotros.

-¿Cuándo dejarás de quejarte y actuaras, Martín?.

-El día en que tú dejes de molestarme.

La muchacha se reservó su comentario por ello entrando al baño de chicas se movió en él como si de su casa se tratara.

-Vamos¿qué esperan?.

Java señaló el letrero en la puerta y Diana solo bufó exasperada.

-Vamos Martín¿ahora vas a decirme que tienes pena de entrar al baño de las chicas?.

Diana estaba mirando su oportunidad de vengarse de su hermano pues este se miraba seriamente consternado entre pasar o no a aquella habitación.

-Martín tiene miedo. Se mofó Diana riendo abiertamente de la expresión de su hermano.

-¡CLARO QUE NO!. Martín Mystery jamás le teme a nada.

Sin embargo y antes de poner un pie adentro de aquella habitación el muchacho miró en derredor suyo, esperando que nadie fuera a mirarlo. Después y cuando se sintió seguro miró a su hermana con expresión triunfadora y avanzó hasta donde Diana le esperaba con sonrisa socarrona en los labios.

-Oh, al fin el gran "Martín" se atrevió a poner un pie en el baño de las chicas. ¿Ahora me dirás que tu fantasía está cumplida?

-Cállate Diana. ¿En dónde esta el portal?.

Java entonces señaló uno de los cubículos a su derecha y mientras Diana reía a carcajadas hasta el punto de caer en el piso y sujetar su estómago, el muchacho rubio suspiraba de manera derrotada, imaginando las millones de risas que sus "admiradoras" seguramente tendrían si lo miraran a él hacer lo que estaba a punto de realizar.

-Oh Martín, ojalá tuviera una cámara fotográfica. Este momento es histórico.

Por toda respuesta el chico solo gruñó apresurándose a hacer las cosas rápida y certeramente.

Así pues se paró frente al retrete de donde la luz brillante del portal hacia el centro había sido abierta.

-Esto me lo pagaras, Billy. Masculló antes de introducirse penosamente dentro del retrete.

-¿Diana no venir?. Indagó Java quien tuvo dificultades para entrar por el reducido espacio.

-Si, si, ahora voy. Déjame...déjame disfrutar de esto.

El cavernícola sintió bajar por su sien una gota enorme, sin embargo se introdujo en el portal no sin antes llevarse el "papel higiénico" entre las enormes manos.

Al final y cuando Diana controló su risa se introdujo por el reducido espacio y desapareció, siguiendo a sus compañeros de aventuras.

Ya dentro del centro de investigación Paranormal una barra eléctrica deslizaba con toda confianza y naturalidad a los tres integrantes del grupo "consentido" de Mom.

O eso se solía decir entre los que trabajan en la primera planta.

Martín Mysrtery había resultado un excelente elemento, a pesar de sus ideas extrañas y hasta infantiles.

Sin embargo Mom, la jefa y encargada de toda aquella enorme organización jamás había desmentido los rumores que dentro de los trabajadores se formaba para darle a su día un poco más de movimiento.

-¿Quieres callarte?. Me estas poniendo en ridículo.

-Es que no puedo. Susurró Diana sin poder detener sus estridentes carcajadas.

-¿Y me dices infantil?.

El muchacho rubio había sentido verdadera pena al haberse introducido por aquel incómodo portal, mucho más por haber sido su hermana quien a escasos momentos del suceso lo embromara mordazmente con su comentario.

Sin embargo ya todo había pasado y Billy, el pequeño y singular extraterrestre encargado de los portales, tendría que escuchar una larga y entretenida "charla" acerca de los lugares mas propios e impropios de abrir puertas interdimencionales.

Al final la barra los guió, como siempre, hasta el scanner, en donde cada agente era identificado para comprobar sus accesos y vetos a la institución.

-Martín Mystery...Acceso Autorizado.

-Diana Lombard...Acceso Autorizado.

-Java el cavernícola...Acceso Autorizado.

Y tras una pequeño escaneo los tres agentes se reunieron como siempre en el "lobby" de la institución.

-Hola chicos.

La voz graciosa y hasta rítmica del pequeño extraterreste se escuchó con dificultad sobre las aun risas de la única integrante femenina del grupo.

-¿Por qué tanta alegría?.

-Por nada importante. Masculló el rubio tratando de avanzar hacia el despacho más que conocido en donde la mismísima Mom en persona les daría su misión.

-Te vez enojado Martín. ¿Sucede algo?. Indagó el hombrecito verde. Martín era su héroe y no podía dejar de preocuparse por él.

-No es nada.

-Martín tuvo mal día. Añadió Java mirando de reojo a Diana quien intentaba apagar sus risas como fuera.

-Pues a mi no me lo parece. Prosiguió Billy, mirando la venita latir en la sien de su ídolo.

-Lo que sucede es que Martín acaba de tener un encuentro cercano con el retrete. Masculló la castaña entre risas, lo que provocó que su hermano realmente se molestara.

-¿Hablas del portal?.

-Si Billy, ella habla del portal que por "accidente" TÚ, accionaste en un retrete. Asintió el rubio mientras el ascensor los llevaba al piso cinco.

-Lo siento mucho. Se apenó el marciano.-Lo que sucede es que el sistema de control no ha estado funcionando muy bien. Ya hemos tenido varios altercados con los portales.

-Mgh. Fue el gruñido que el rubio lanzó, sin embargo al arribar al despacho de Mom el inquieto Martín volvió a resurgir de entre sus cenizas.

-Oh¿qué es eso Mom?. Interrogó tras acercarse furtivamente a donde la mujer de cabello negro y reacio carácter se encontraba parada.

-Es un espécimen de Tritón Bélico. Traído por el centro desde Noruega. Accidentalmente calló en las redes de unos pescadores dañándose la aleta. Señaló la mujer sin despegar la vista del aparato entre sus manos.

-¿Y para que sirve eso?. Señaló el inquieto muchacho dejando de lado los oscuros y fríos ojos de aquel espécimen guerrillero por naturaleza.

-Regula el agua del tanque y simula su habitad natural.

Sin embargo y antes de que Mom pudiera hacer algo, Martín presionó uno de los botones que el inmenso tanque con agua tenía a un costado, provocando al instante que una densa nebrina cubriera el acuario.

El resultado final y tras toser un poco fue encontrar al recién expuesto espécimen de Tritón en un estado de congelamiento crítico.

-Upss, lo siento. Se excusó el chico mirando el enfado en el rostro de su jefa.

-No te preocupes Mom, yo lo llevo al laboratorio. Musitó Billy que sin tardanza salía siempre al rescate de su curioso héroe.

-Agente Mystery. Agregó la mujer de traje blanco.-La próxima vez dígale a sus manos que se mantengan lo más alejadas posibles de lo que no conozca.

-Pero yo…

-Pasemos a otras cosas.

Mom sabía que era inútil discutir con su tal vez más curioso agente, sin embargo y a pesar de los millones de desastres que un solo hombre podía llegar a hacer dentro del centro, debía aceptar que Martín era muy competente y excelente en su trabajo.

Solo por eso era que no lo sacaba a patadas de la organización.

Así pues respirando varias veces recordando sus clases dobles de Yoga se sentó tras su escritorio y miró a sus "hombres" con ese particular estilo suyo que tenía para imponer.

-¿Y para que nos llamaste?. ¿Se trata de alguna misión dónde requieras de mis espectaculares capacidades como agente?. Se alabó el chico y a pesar del gruñido de la jefa él no se inmutó.

-Lamento denegarle el privilegio de volvernos a mostrar sus "habilidades", agente Mystery.

-¿Entonces?. Preguntó perplejo el rubio. Era extraño que los llamaran si no había misiones de por medio.

-En realidad esta vez a mi no me corresponde hablar, agente.

Con perplejidad el rubio miró a su hermana quien sonriendo autosuficientemente caminaba hasta posarse al lado de la jefa quien entrelazando los dedos bajo su mentón aguardó a que la "charla" comenzara.

-En realidad soy yo la que tiene que decirte algo, Martín.

-¿TÚ!. ¿No me digas que te promovieron?. Bufó el chico, sabiendo que no soportaría una noticia como tal.

-Me alegra saber que eso te emociona. Agregó la castaña con ironía.-Sin embargo no es eso.

En el acto Billy volvió a ingresar en la habitación conduciendo un pequeño montacargas que llevaba, si el rubio mal no miraba, unas cuantas valijas que fueron colocadas frente a la castaña.

-¿Te vas de viaje Mom?.

-Para su alivio personal déjeme comunicarle que no soy yo la que se va de viaje, agente.

-¿Entonces tú Billy?.

-No Martín. Yo tampoco. Explicó el hombrecito sonriendo con algo de complicidad.

El rubio entonces frunció el entrecejo y miró a los que compartían con él aquella habitación.

Era poco probable que fuera Java quien viajara. El cavernícola procedía de la prehistoria por lo que dudaba que algún ancestro suyo viviera en la actualidad.

Así pues meditando las cosas tal y como solía hacer estando en misión, terminó por resolver aquel misterio

-Ah. Entonces es el Tritón.

La gotita de sudor que bajó por cada sien fue la manera perfecta que Diana tuvo para salirse de sus casillas. Otra vez.

-¡MARTÍN ERES UN IDIOTA!. Gruñó la castaña tras fruncir el entrecejo debido a la risita de Billy.

-Pero si no es el Tritón entonces no encuentro a nadie que…

-¡YO MARTÍN, YO ME VOY!.

El comunicado o mejor dicho, el grito fue lo suficientemente impactante como para que el rubio por primera vez en su vida riera por nada en específico.

-¿Tú?. Si, que buena broma Di. Tú no tienes absolutamente nada que…

-En eso te equivocas. Añadió la chica moviendo un dedo de lado a lado.-Si tengo porque irme.

Martín enarcó la ceja convencido de que aquello era demasiado importante como para ser solamente una broma.

-¿Y a dónde se supone que vas señorita "yo lo se todo"?.

-Ah, pensé que nunca lo preguntarías. Sonriendo y sacando de una de las valijas un sombrero de ala ancha y unas gafas de sol es como volvió a enfrentarse a su aturdido hermano.-Me voy al Caribe.

Y la bomba explotó.

-¿QUÉ!. ¿AL CARIBE!. Pero…pero…tú no puedes…

-Oh si, si puedo Martín y voy a hacerlo porque me gané un crucero.

El rubio miró inmediatamente a la mujer de blanco tras el escritorio, la cual denegó toda responsabilidad en el asunto.

-Si no fue Mom quien te dio ese viaje¿entonces cómo…?.

-Con algo que tú jamás harás ni aunque de eso dependiera tú vida, hermanito. Me gané un boleto en crucero gracias a que estudio y al examen Nacional que hice en Washington el mes pasado.

Salí ganadora de entre mas de mil alumnos. ¿Puedes creerlo?.

La boca del rubio llegó al piso y sin embargo bufó ante la risita ya histérica de Billy.

-Pero tú no puedes irte. Reclamó cuando la chica tomaba sus valijas y el marciano accionaba un portal.

-¿Y por qué no?. Estoy en todo mi derecho de divertirme y lo mejor de todo es que tú no irás. ¿No es maravillosa la vida?.

-No. Bufó el chico interponiéndose entre el portal y su hermana.-Tú no puedes irte porque se supone que este grupo es de tres y si te vas entonces…

-De eso me encargaré yo, agente Mystery. Agregó Mom sin moverse un ápice de su posición.

-Oh Martín, no sabía que ibas a extrañarme tanto. Se mofó la chica.

-No es por eso. Es…es…¿por qué no me avisaste hasta ahora?.

-Porque si te lo hubiera dicho antes habrías armado un escándalo para conseguir un boleto e ir conmigo.

-Yo…yo…

-Te conozco lo suficiente como para saberlo, así pues de esta manera tú no harás nada. Sonrió en una venganza mayor a la que jamás hubiera imaginado.-Bueno, me voy. El Caribe me llama.

-Le deseo suerte, agente Lombard.

-Gracias Mom. Sonrió Diana al mirarse "libre".

-Java extrañar Diana.

-Y yo a ti grandulón. Pero prometo traerte muchos recuerdos.

Billy apremió a la castaña y tras este despedirse de la chica esta caminó dentro del portal.

-Adiós Martín, no llores por mí. Te prometo permanecer en contacto contigo. Se despidió agitando la mano para después desaparecer tras la puerta cerrarse.

Java suspiró largamente. Diana era una persona importante y aunque sabía se merecía el viaje, si que iba a extrañarla.

-No estés triste Martín. Consoló Billy tras mirar el abatimiento de su héroe.-Ella regresará pronto y…

Sin embargo el chico agachó la cabeza y suspiró hondamente.

-No es eso Billy.

-¿Entonces?.

-Es que…¡ME VOY A PERDER DE VER A TODAS ESAS CHICAS EN BIKINI!. NO ES JUSTO. Lloriqueó cual niño haciendo reír al marciano.

-La vida no muchas veces es justa, agente Mystery y dado que la agente Lombard nos abandona por algunas semanas, proseguiré entonces a indicarle algunas cosas.

Y la diversión se había esfumado. La astuta Mom entraba en acción.

-¿Qué puede ser más terrible que el hecho de que voy a perderme del espectáculo más grande de mi vida?.

Billy rió estruendosamente mientras la mujer de blanco lo miraba con seriedad total.

-Java no enteder.

Argumentó el cavernícola al mirarse confuso repentinamente.

-Si, el grandote tiene razón. No entiendo nada de lo que ocurre.

-Si cerrara la boca y escuchara, podría entonces indicarle lo que ocurre, agente.

El ceño fruncido de la jefa le reveló a Martín que era mejor guardar silencio o enfrentarse al carácter explosivo de la mujer.

Así pues con un poco de abatimiento escuchó lo que Mom tenía que decirle.

-Debido a los acontecimientos recientes y a que, no voy a negarlo, son un equipo...excepcional...

Los labios del rubio efectuaron una sonrisa de triunfo y orgullo ante aquellas palabras, sin embargo al escuchar las siguientes todo rastro de confianza se esfumó.

-Más, no puedo permanecer tranquila sabiéndolos a ustedes dos a cargo de misiones en las cuales puedan meterse en problemas.

-¿Nos estas llamando incompetentes?.

-Yo solo digo que necesito proteger la integridad de...

-Oh, que considerada eres Mom. Te preocupas por nosotros. Los castaños ojos del rubio brillaron con emoción al escuchar que la jefa máxima se preocupaba realmente por su integridad, sin embargo había vuelto a hablar demasiado aprisa.

-No me refería a ustedes, agente Mystery. Yo me preocupo por la integridad del centro. Estando en sus manos cualquier misión, todos correríamos un grave peligro.

Aquello era lo más inhumano que alguien le había dicho alguna vez.

Incluso su padre, escéptico por naturaleza jamás se habría atrevido a hablarle de aquella manera.

-¿Estás diciendo que no confías en mi?. Inquirió el muchacho con el entrecejo fruncido y tanto Java como el extraterrestre tragaron con dificultad.

-No es para que se moleste, agente. Entienda que como autoridad debo preocuparme por la estabilidad de mi equipo, además seamos realistas. La agente Lombard es quien mantiene bajo control sus impulsivas ideas.

Si, eso dolía y sin embargo supo que no podría hacer nada.

Solo dos cosas: renunciar o soportar y la primera en realidad no había estado jamás presente en sus pensamientos.

-Así pues y aclarados ciertos puntos decidí que en ausencia de la agente Lombard es conveniente tener a alguien con al menos sus mismos criterios de observación y objetividad.

A cada palabra Martín sentía una bomba estallar en su estómago. Él no necesitaba de nadie para vigilarlo ni mucho menos hacer el trabajo de Diana.

Él solo podía con cualquier cosa que le asignaran.

Más no mencionó palabra alguna, friccionar los puños resultó ser una mejor idea por el momento.

-¿Mom querer decir que habrá otro en el equipo?

-Así es Java.

El cavernícola bufó bajito. No le agradaba la idea de compartir aventuras con un o una extraña. Sin embargo si la mujer de blanco así lo había previsto, así se haría entonces.

-¿Tiene algo que aportar, agente Mystery?.

El aludido tardó un poco en responder debido a su enfado, sin embargo cuando lo hizo trató de no explotar.

-¿Contaría mi opinión?.

La mirada calculadora de la mujer lo dijo todo, por ello Martín giró y caminó hacia la salida.

-Espere mi llamado, agente. En cualquier momento su próxima misión y compañero les serán presentados.

Java se despidió de Billy y Mom para después seguir a su amigo rubio quien por primera vez en su vida no salía del centro con cara de felicidad.

-¿Estás segura de que lo que haces servirá de algo?. Indagó el pequeño marciano tras asegurase de que los agentes se habían marchado.

-Créeme. Jamás he estado más convencida en mi vida de que esto es lo mejor para todos.

Billy suspiró. Conocía a Mom desde hacía mucho tiempo y podía decirse que ambos habían fraguado una linda amistad que muchas veces caía en complicería.

Sin embargo él confiaba en la mujer pese a que en muchas ocasiones sus ideas no fueran las más acertadas del universo.

En esa ocasión así era y solo esperaba que en verdad la mujer no fuera a equivocarse esa vez.

Mientras tanto y de regreso a Torrinton un furioso Martín caminaba por los corredores del instituto.

Aun las palabras de Mom le taladraban los pensamientos haciéndolo enfurecer y sentirse humillado.

¿Qué a caso Mom jamás había confiado en él?

¿Era necesario que un "mirón" estuviera supervisando su trabajo?.

¿A caso no era él quien muchas veces no solo había salvado al centro sino también al mundo?.

Al parecer la jefa no recordaba nada de eso y se había limitado a exponerle todas aquellas pequeñas cosas que lo hacían ser quien era.

-Esto es el colmo. Remilgó sin importarle que lo miraran. Su indignación había volado a Urano y no regresaría tan prontamente.

Más tal y como eran las cosas de la vida, algo lo hizo enfocarse en la realidad más rápido de lo que esperaba.

-Hey, fíjate por dónde vas.

Martín había caído al piso tras golpear con algo, sin embargo al incorporarse observó que ese algo era en realidad un muchacho quien lo miraba con algo mezcla superioridad y burla.

-Deberías de ser tú quien se fije por dónde camina. ¿A caso tienes los ojos en los pies o es la gomina quien afecta tú cerebro?.

A Martín jamás le había gustado que se burlaran de lo suyo, mucho menos de su peinado tan "original".

-Oye tú, no te permito que...

Sin embargo el muchacho tomó con fuerza la muñeca del rubio para halarlo bastante cerca de su rostro.

A pesar del súbito cambio de planes, el de ojos castaños pudo darse cuenta de que aquel sujeto jamás lo había visto dentro del instituto. Sin embargo eso no le restaba fuerza, decisión ni frialdad en su gris mirada.

-Escúchame bien porque no lo repetiré dos veces: mantén alejado todo lo que signifique Tú, de mi camino. ¿Entendiste?.

Sin esperar respuesta el chico dejó libre el brazo del rubio para después caminar corredor adentro.

Martín ciertamente no era de los que se inmutaban con nada, mucho menos con una amenaza. Sin embargo algo en ese chico lo había impactado bastante y no eran sus ojos que parecían destilar el frío de Alaska. Tampoco su atractiva faz que combinaba con el ébano pelaje. O el atlético cuerpo e imponente fuerza que proporcionaban una mejor visión a la espectacular anatomía masculina.

Había sido esa impactante estoicidad que el muchacho destilaba por cada poro de su cuerpo.

Había sido ese tono helado que le había hecho temblar cual gelatina y que habría podido enfriarle la sangre si el otro no lo hubiera soltado.

¿Quién era ese sujeto tan extraño?.

-Un loco idiota. Bufó indignado para retomar su camino a sus habitaciones.

Sin embargo aquel muchacho extraño no quedó solamente dentro de la mente del rubio. Al paso de la semana Martín se dio cuenta de que aquel chico imponía presencia, chismes y murmullos en donde quiera que pisara.

-Hey, hola Martín. Saludó Jenny, la mejor amiga de su hermana.

-Ah, hola. Saludó sin mucho entusiasmo.

-¿Por qué tan desanimado?. ¿A caso hoy no vas a pedirme que salga contigo?.

La risita burlona de la chica solo hizo gruñir al rubio.

-Está bien, no haré más bromas.

-Gracias.

-¿Ya supiste algo de tú hermana?.

-No, desde que se fue que no se nada de ella. Comunicó, recordando que hacía más o menos cinco días que la chica se había ido.

-Qué suerte la de ella¿no crees?. Ganar un crucero por el caribe. Broncearte, rodearte de chicos atractivos. Que vida la suya. Suspiró la muchacha, secundada por el bufido exasperado del rubio.

Sin embargo sus pasos los llevaron hasta el área deportiva dónde un enorme grupo se congregaba junto a una de las canchas de básquet ball.

-¿Qué ocurre ahí?. Quiso saber el rubio, halando a Jenny quien lo siguió de mala gana.

Más al hacerse un poco de espacio entre la concurrida multitud, Martín pudo darse cuenta de lo que sucedía.

Ahí, en medio de la cancha, dibriando y sudando se encontraba aquel sujeto de los ojos grises quien sostenía un entretenidísimo partido con los cinco mejores integrantes del equipo de Torrinton.

-No puedo creerlo. Murmuró Jenny cuando se situó al lado de Martín.-Ese sujeto está jugando solo contra ellos.

-Si. Hasta ahora no ha habido nadie que pueda contra el equipo. Sonrió burlón el rubio.

-Martín no ver marcador.

La voz gruesa de Java regresó a la realidad al muchacho quien miró hacia dónde el dedo grande del cavernícola señalaba.

-¿QUÉ!. Gritó el de ojos castaños cuando miró la puntuación.-No puedo creerlo.

-65-30. ¡ES UN RECORD IMPACTANTE!.

Pero era verdad. El individuo ese estaba ganando por mucho al espectacular equipo del instituto el cual había ganado bastantes reconocimientos como tal.

-Oh¿ya se cansaron?. Que mal. Añadió el de ojos grises al mirar el visible cansancio de los jugadores.-De acuerdo, si ustedes desean terminaremos este "calentamiento" .

Y ante la humillación del equipo el chico extraño les dedicó un último tiro de tres puntos, el cual entró de manera limpia a la canasta.

-Deberían de entrenar más. Su condición física es horrible.

La mofa en la voz solo hizo enfurecer al capitán quien fue detenido por los cuatro chicos restantes del equipo.

-Una revancha. Gritó el capitán por encima de los murmullos.

-No, gracias. Mejor ve a que te revisen el corazón.

Martín se hizo a un lado cuando el de ojos grises pasó.

De un momento a otro la sonrisa burlona e irónica había dado paso a la seriedad completa.

En verdad que ese chico era extraño.

-¿Miraron lo atractivo que es?. Gritó al fondo una chica y al instante un chillido de felicidad por parte de un grupo se escuchó de repente.

-Además dicen que retó al equipo mientras estos entrenaban.

-Si, uno contra cinco y en media hora les ganó rotundamente.

-Esto jamás había pasado.

-Qué tipo tan extraño.

Y los rumores continuaron provocándole al rubio bastante repulsión.

-¿Te vas?.

-Si. No me gusta escuchar idioteces.

-Oh Martín, parece que estás de mal humor. Indicó Jenny tras seguir al muchacho.

-No, solo que gente como él me enferma.

-Pues a mi me ha fascinado. Está en mi clase de química, es muy listo y la verdad es que tiene tras él a medio instituto. ¿Miraste cómo su camisa corta se pegaba a su musculoso torso?. Es para morirse.

Jenny chilló al recordar la descripción, sin embargo a Martín solo le pareció una bobería más.

En su opinión ese muchacho era un engreído, idiota y presumido que necesitaba un escarmiento y nuevos modales.

-Idiota. Susurró, sabiendo que desde el día en que se topara con él su mal humor había ido en ascenso.

Pero al doblar una esquina, dejando a la escandalosa Jenny tras de él, un pequeño "bib" fue quien lo exaltó un poco.

-Del centro. Susurró esperando que nadie hubiera escuchado el sonido.

Verificando entonces que ojos indebidos no le siguieran, se apresuró a encontrar a Java el cual entraba en el ala después de haber dejado la cancha.

-Nos llaman grandote.

-Java esperando llamada. Java comenzar a aburrirse.

-Lo sé amigo, se a lo que te refieres. Palmeó el rubio el enorme hombro del cavernícola, sin embargo su ánimo no mejoró cuando detrás de la vitrina de trofeos encontraron el portal hacia el centro.

-Martín triste.

-Lo estoy. Asintió el chico mientras caminaban por la rampa eléctrica.-Lo que sucede es que...no sé que es lo que nos espera ahora.

-Martín no perder ánimo. Martín siempre ser fuerte y vencer.

El rubio sonrió un poco. Era increíble cómo con simples palabras Java lograba siempre reanimarlo hasta el grado de querer abrazarle como gesto de gratitud.

El cavernario era un amigo muy especial para él y le agradecía su estadía a su lado.

Con la confianza renovada y la sonrisa de siempre en el rostro, el escáner les dio acceso inmediato al centro dónde como siempre Billy les dio la bienvenida.

-Hola chicos¿qué hay?.

-Esperando a que Mom me dé mí sentencia.

-Martín, no pienses de esa manera. Sabes bien que Mom se preocupa por ti.

-Aja. Dirás que no me tiene confianza. Añadió el chico expresando su sentir.

-La tiene pero...

-Mejor déjalo así Billy. Ella me lo explicará en unos momentos.

El marciano asintió, volando en dirección al despacho de su jefa.

Ya todo estaba listo para esa esperada reunión.

-Es bueno verle de nuevo, agente Mystery.

Martín solo movió la cabeza. Su enfado había regresado y no le apetecía ser cortés.

-Veo que sigue molesto.

-No lo estaría si confiaras en mí.

-Y lo hago, agente. Aclaró Mom tras reclinarse en su silla.-Pero debe comprender que busco lo mejor para todos.

El rubio bufó y cruzó los brazos. No le quedaba más que aceptar las cosas y esperar su veredicto.

-Cómo veo que están ansiosos de conocer a su nuevo compañero de equipo, apresuraré las cosas. Billy.

-En seguida Mom.

Y el hombrecito verde salió de inmediato hacia ningún lugar en específico.

-La agente Lombard llamó esta mañana. Le dejó un número de móvil por si le apetece comunicarse con ella. Se encontraba en mitad del Caribe disfrutando de una tranquila tarde de sol.

Mom extendió una hoja blanca doblada en cuyo interior y con perfecta caligrafía se encontraba un número bastante largo que hizo pensar al rubio en si su hermana no se encontraba realmente en la Patagonia.

-Se que es difícil para usted, agente Mystery, adaptarse a todo esto. Sin embargo los cambios son benéficos y estoy segura que logrará acoplarse perfectamente bien al ritmo de trabajo de su nuevo colega.

-Esperemos entonces que se acople al mío también.

Java movió la cabeza de lado a lado. Martín podía ser muy juguetón y bromista, pero también terco y orgulloso y estas dos "cualidades" rebasaban cualquier concepto benigno que pudiera girar en torno al rubio.

Segundos más tarde Billy regresó, llevando entre sus manos una carpeta blanca que cedió a Mom con cortesía.

-Bien equipo. Dicho y visto todo déjenme presentarles al que será su compañero de misiones mientras la señorita Lombard regresa.

Enfurruñado, el rubio miró hacia la puerta por donde se suponía estaba haciendo su entrada triunfal el nuevo miembro del equipo.

Sin embargo sus facciones cambiaron a sorpresa-espanto y enojo cuando miró a quien sería su nuevo compañero.

-¿ÉL!. Indagó con voz potente, señalando al muchacho que había hecho acto de presencia en la sala.

-Él, agente Mistery. Asintió Mom ocultando la diminuta sonrisa que surcó por sus labios.

-Pero...pero...

-Nos volvemos a encontrar, molestia.

El saludo "grato" del chico enfadó completamente a Martín quien de inmediato explotó.

-¿POR QUÉ ESTÁS AQUÍ?. ¿POR QUÉ ÉL?. ¿POR QUÉ NO LARA LA MUCHACHA DEL QUINTO PISO ENCARGADA DEL MANTENIMIENTO DEL SISTEMA?. ¿POR QUÉ PRECISAMENTE ESTE TIPO QUE TIENE HIELO EN LAS VENAS Y QUE SE LA PASA MOFÁNDOSE DE CUANTAS PERSONA SE LE PONE ENFRENTE?.

Su gritó bien se escuchó hasta el sótano, sin embargo Mom tomó las cosas con calma. Tal y cual ella lo hacía.

-Porque él es el indicado, agente Mystery.

Aquella no era una respuesta y su visible enfado así se lo hizo saber a la mujer de blanco quien le pidió a Billy cerrara la puerta.

-Martín tranquilizarse. No bueno exaltarse. Indicó Java de buena fe.

-Hazle caso al grandote, molestia. De lo contrario terminarás infartado en un quirófano.

Aquella mofa fue un insulto para el rubio que sin embargo no dejó de notar las heladas dagas que eran las pupilas grises de aquel pelinegro que caminó hasta Mom para situarse a su lado.

-Si me permite hablar, agente, voy a presentarle a Víktor Shand. Él es agente del centro transferido desde Finlandia y estará compartiendo su equipo hasta que sea necesario.

Ahora Martín ya conocía el nombre de aquel individuo.

Jamás se habría imaginado siquiera que ese chico compartiría equipo con él.

Había pensado en muchos, hasta en Marvin, su primo idiota. Sin embargo nunca en un sujeto que más parecía hielera que ser humano.

-Pero Mom, yo puedo hacerme cargo de...

-Creí que eso ya había sido expuesto y solucionado agente. Así pues solo me resta desearles suerte y que sus misiones resulten todo un éxito, como hasta ahora.

-Pero...pero...

-Por el momento es todo. Se les mantendrá alerta para una futura misión. Mientras tanto les recomiendo que traten de ajustarse a su modo de trabajo.

-¿Ajustarse?. Tartamudeó el rubio que estaba sintiéndose incompetente y relegado.

-El agente Shand trabaja solo, agente Mystery. Por ello probablemente se le dificulte el trabajo en equipo.

-A mi no me parece sensato que...

-Sin no hay nada más que agregar me gustaría hablar a solas con el agente.

Entendiendo la indirecta Java haló por la camisa a Martín quien deseaba continuar discutiendo los puntos que a su parecer no debían existir dentro de aquella renovada obra. Dicho en otras palabras: No quería al Finlandés con él.

Víktor despidió al rubio con una sonrisa entre irónica y burlona, haciendo enfadar aun más a su nuevo compañero.

-Idiota incompetente. Esto no es justo. Gritó cuando el cavernícola y él se hallaban fuera del centro.-¿Cómo pretende Mom que trabaje con ese sujeto que es...es...?

-¿Diferente?. Indagó Java.

-NO. UNA MOLESTIA TOTAL.

Fue el grito que terminó por sacar de sus casillas al rubio y encaminarlo hacia algún sitio donde pudiera desahogarse.

Java deseó comprender mejor a Martín, sin embargo su desarrollado instinto le indicó que algo, probablemente benéfico para su mejor amigo, sucedería en ese tiempo.

De las cosas malas siempre había buenas. Solo restaba descubrirlas.

Continuará...

Bueno, primera entrega de algunos pocos capítulos. Tomándome un "braque" de Dreams jeje.

Espero les haya gustado y sobre todo a ti amigo mío Migue que de verdad me estoy comiendo las uñas del nerviosismo que tengo (léase mucho) para saber tu veredicto.

Así que tu comentario y el de todos es importante. Cuídense y espero verlos pronto, su amiga.

KLF