Wolas! Si lo sé, sé que hacia muchísimo tiempo que no actualizaba, o al menos me lo parece a mi, pero es que ahora estoy de fiestas del pueblo y no salgo de una fiesta que me meto en otra, además que mi ritmo de vida se ha desmarchado, en resumen, que vuelvo a las quinientas pero tampoco duermo mucho.

No sé que deciros, solo perdón por el retraso y por posibles restrasos futuros, gomen.

En este capi utilizo una canción de la Oreja de Van Gogh (uno de mis grupos favoritos) que se llama "Nadie Como Tú", es muy bonita si alguién quiere bajársela se la recomiendo y por supuesto no es mía así que no me denunciéis.

No me enrollo más porqué seguro que tenéis ganas de leer el capi.

Besos

Y nos vemos a bajo


Después de que todos los vestidos estuvieran arreglados Tomoyo se subió al coche de Eriol junto a Meiling y Shaoran. Detrás de ellos iban Yukito con Nakuru y los hermanos Shibahime. Su madre la había llamado informándole que ella, junto al señor Kinomoto, iban hacia el templo donde se celebraría el enlace.

Touya demoró más en salir junto a Kaho y Sakura.

Cuando Tomoyo llegó al templo y bajó del coche vio que había muchos invitados por parte del futuro marido. Aunque en un principio él dijo que nadie de su lado asistiría, Kaho llamó a amigos de la universidad diciéndoles que su gran amigo Akira Fujimiya se casaba no tardaron en venir.

Tomoyo se abrió paso entre los invitados, muchos de los cuales la miraban al ver una belleza japonesa, y fue hacia donde se encontraba el novio vestido con un esmoquin

-Señor Fujimiya – se disculpó Tomoyo

-Daidouji-san – saludó él despidiéndose de un par de invitados - ¿Kaho está bien?

-Si, claro que si. Está en camino junto a los hermanos Kinomoto – el hombre asintió – Respire hondo

-¿Cómo?

-Es algo que hacia yo antes de los conciertos – sonrió ella – Respire hondo y piense que solo serán cinco minutos

-Será media hora

-En realidad solo serán cinco minutos, cuando tenga que decir que acepta, lo demás es solo paja – sonrió Tomoyo provocando que el señor Fujimiya se relajará aunque fuera por cinco segundos

-Bien, creo… que lo superaré – sonrió el chico mientras sudaba

-Secase el sudor – Tomoyo le ofreció un pañuelo – Ahora… primero entrará la señorita que lleva el vestido rojo – dijo señalando la entrada – Junto a Eriol, que es quién lleva la rosa roja – el asintió – Después lo hará Nakuru, que lleva el vestido violeta oscuro – dijo indicando como Nakuru era rodeada por Yukito y evitar ciertos… "pretendientes". La chica iba realmente hermosa, llevaba un vestido de color violeta oscuro, de tirantes y cuello de barco. Su falda caía hacia un poco más de las caderas donde hacia un forma de triangulo provocando un pico en el medio pero lo que más llamaba la atención del vestido era el motivo de luna, en su vientre y cogiendo su ombligo había un agujero en forma de media luna que hacía que se viese parte de la piel de la chica. Iba con botas altas de color negro y su pelo recogido en un par de trenzas bajas. – Con Yukito, el de la flor violeta, después entraré yo junto con el mayor de los Kinomoto, que llevará una flor azul y para terminar será Sakura junto al chico que lleva la rara rosa de color azul verdosa

-De acuerdo, y entonces Kaho

-Exactamente, lo ensayamos muchas veces

-Bien

-Tranquilícese, respire hondo y tranquilo porqué cuando esto terminé estará casado con la señorita Mitzuki – Se dieron dos besos en la mejilla en señal de agradecimiento y Tomoyo se fue a la entrada


Tal y como Tomoyo había dicho Akira Fujimiya, la ceremonia pasó muy deprisa, incluso para los novios. Cuando finalmente se dieron el beso final, Nakuru y Sakura estallaron en lágrimas.

Tomoyo notó como inconscientemente Touya la agarraba de la mano, no sé lo prohibió, Meiling sonreía entusiasmada des de su lado mientras Kaede solo decía que eso del matrimonio era una tontería a Korin, esta solo asentía de manera que su hermano cada vez hablaba menos. También divisó a su madre que se secaba una lagrimita mientras Fujitaka Kinomoto sonreía satisfecho.

Después de salir del templo los invitados fueron hacia el restaurante que ya los esperaba.

Antes de empezar el banquete un amigo de Fujimiya hizo un pequeño discurso como buen padrino.

En una misma mesa estaban todas las damas de honores con sus respectivas parejas, aunque Kaede se había decepcionado mucho al no poder sentarse entre su Tomoyo-chan y Meiling.

-¿Y quiénes serán los próximos? – preguntó Eriol con picardía

-Bueno… puede ser Touya que ya le tocaría encontrar una chica decente – sonrió Sakura

-No creo que tenga mucha prisa, sobretodo con la suegra – añadió Eriol con malicia provocando que Nakuru y Yukito rieran sin parar

-¿Suegra? – preguntaron Sakura y Shaoran a la vez

-Tranquila Sakura, yo tampoco lo entiendo – mintió descaradamente Tomoyo y sintió como Touya gruñía furioso

-Ya que hablamos de posibles novios… ¿quién es tu admirador Tomoyo? – Touya se atragantó con la bebida

-Yo diría que es Kaede – esta vez fue el turno de Meiling en atragantarse

-¿Por qué dices eso Shaoran? – preguntó Yukito divertido por las diferentes reacciones

-Todo el día preguntando por Tomoyo-chan pues…

-Eso lo dice solo para hacerse notar – dijo Tomoyo restándole importancia – Con permiso – se levantó y se dirigió hacia la mesa de su madre para saludarla y hablar con ella un rato

-Podríamos hacer que Tomoyo cantara – dijo Sakura

-Sakura, no creo que sea lo mejor – intentó Touya pero para su hermana todo fue inútil ya que fue donde Kaho y le contó la idea de que al final de la fiesta Tomoyo les dedicara una canción

Dos horas después la música empezó a sonar en el recinto. Los recién casados fueron los encargados de iniciar el baile y pronto la pista fue ocupada por los demás invitados.

Tomoyo sonrió al ver como Eriol arrastraba a Korin a bailar y, aunque ella se negaba en un principio, después se lo pasaba la mar de bien.

-¿Bailas? – la voz masculina de Touya Kinomoto susurrándole en el oído hizo que se le rizaran todos los pelos de la espalda

-¿No será peligroso?

-Me da igual – Tomoyo entendió perfectamente, hacia demasiado tiempo que aguantaban esa situación y habían llegado a un punto que ya no querían esconderse, más bien no podían hacerlo. Con el brazo en la cintura de ella la llevó hasta el centro de la pista y empezaron a bailar la lenta que había puesto


-Vamos báilala conmigo – dijo Eriol con carita de perrito abandonado mientras miraba a los ojos violeta de su acompañante

-Es que… no sé bailar – se disculpó Korin con un pequeño rubor en las mejillas. Eriol la miró y solo sonrió, la besó suavemente en la frente

-Yo te enseñó.

-Pero… - Eriol la volvió a mirar a los ojos… ¡por dios! Esos ojos violetas le perdían, aunque claro, él no sabía que Korin había apartado los ojos por la misma razón que él, sin decir nada más cogió la mano del chico y se encaminó hacia el centro de la pista

-Es muy fácil cuando coges el truco – sonrió Eriol mientras la cogía de la cintura y la acercaba a su cuerpo – Korin… - la chica levantó la vista – Volveré a Inglaterra, quiero hacer la carrera de económicas

-¿Económicas? – preguntó Korin con diversión

-Así es. ¿Por qué te burlas?

-No me burlo. ¿Cuándo te marchas?

-Al final del curso

-Ya

-¿Quisieras venir conmigo? – Korin enrojeció del todo

-¿Y qué haría yo ahí?

-Estar conmigo

-No he terminado los estudios

-Puedes terminarlos ahí.

-No sé el idioma

-Yo te enseñaré.

-¿En serio me pides que vaya contigo?

-Si – dijo mientras se rascaba nerviosamente la cabeza, aún no sabía de donde había sacado toda la iniciativa pero ahora que estaba puesto no podía echarse hacia atrás

-Eriol… Yo… no estoy preparada para… empezar algo nuevo

-¿Algo nuevo?

-¿Te gusto verdad? – Korin bajo la cara para que no viera su sonrojo.

-Bueno… - Korin lo miró a los ojos y Eriol no pudo evitar bajar la mirada - ¿Tengo que serte totalmente sincero? – dijo en tono divertido

-Pues si señor Hiragisawa, esa sería la idea – respondió Korin en el mismo tono de diversión – En serio Eriol – ahora el tono de la chica se había vuelto del mismo tono frío que siempre

-Si, he de decirte que haces que me pique la curiosidad – Korin lo miró con lágrimas en los ojos

-Yo… Eriol…

-Sé que murió tu prometido y que… quizá no haya pasado el suficiente tiempo

-Tres años es más que suficiente – dijo la chica – Pero… no es por eso Eriol… a lo mejor yo no puedollegar a enamorarme de ti

-Yo aún no lo estoy por eso quiero saber si puedo contar contigo antes de enamorarme perdidamente de tus ojos violetas

-¿Podrías controlar mi poder?

-Podría enseñarte tantas cosas Korin

-Entonces enséñame – dijo suavemente mientras apoyaba la cabeza en el pecho del chico y se unían a la melodía


-¡Bien! – Meiling saltó contenta al lado de Kaede

-¿Bien qué? – preguntó el chico mientras bebía un poco más de la copa

-¡Mira a tu hermana y a Eriol! – dijo mientras juntaba las manos emocionada

-¿Qué? – el chico los buscó con la mirada y los encontró, en medio de la pista bailaba juntos, la chica tenía la cabeza apoyada en el pecho de él y Eriol rodeaba su cintura manteniéndola cerca de su cuerpo - ¡CÓMO¡Eso va a terminarse! – dejó la copa y se dirigió a grandes pasos hasta la pareja, hasta que se dio cuenta que un cuerpo pequeño cogido de su brazo evitaba que se desplazará – Meiling suéltame

-No voy a hacerlo – contestó testaruda mientras volvían al sitio de antes – Tienes que dejarles privacidad

-¡Privacidad¡Ja! – dijo el indignado cruzándose de brazos y buscando alguna distracción para Meiling

-Eriol va a pedirle que Korin lo acompañé a Inglaterra

-¿Qué? Estoy alucinando en colores – dijo el incrédulo - ¿Seguro que no me pusiste nada en la bebida? – la chica negó con la cabeza - ¡Inglaterra¡Una mierda! – volvió a alejarse pero Meiling se lo volvió a impedir

-Quizá sea lo mejor para tu hermana, comenzar de nuevo con alguien a quien aprecia

-No aprecia a Hiragisawa

-Lo hace

-No

-Si. ¿Por qué Korin no hubiera mandado ya a paseo a Eriol? – preguntó – Sobretodo después de que él le haya hecho la propuesta

-¿En serio se ira a Inglaterra?

-Nunca se sabe – sonrió Meiling – Aunque entonces estaremos aún más lejos

-¿Por qué?

-Me vuelvo a Hong Kong

-¿Por qué?

-¿Sólo sabes repetir por qué? – Kaede sonrió – La verdad es que pensaba irme a Inglaterra con Eriol pero… no quiero abandonar a mis padres por tanto tiempo, además, tengo nuevo primo

-Ya – Kaede miró a su hermana mientras sonreía, por primera vez, sinceramente a Eriol y esté la besaba suavemente en la frente – Meiling…

-¿Dime? – la chica estaba mirando como Touya y Tomoyo bailaban juntos pero de pronto su visión fue tapada por Kaede, lo miró interrogante y él no esperó para inclinarse y besarla apasionadamente, Meiling tubo que apoyarse en la mesa que había detrás y en el cuerpo de chico para no caer ya que sus rodillas habían decidido dejar de trabajar. Se separaron, Meiling no pudo evitar el reflejo de lamerse los labios lo que provocó que Kaede volviera a besarla para comprobar que lo que habían sentido no había sido una imaginación – No… me sueltes – susurró la chica mientras recuperaba el aire

-¿Por? – preguntó Kaede divertido mientras apoyaba su frente con la de ella

-Porqué si me sueltas voy a caerme – lo dijo tan seria que no pudo evitar que Kaede empezará a reír y a Meiling se le contagió la risa

-Bueno, tranquila, si es por eso yo estoy muy a gusto al no dejarte – Meiling se sonrojó pero también se relajó.

-¿Y eso a qué ha venido? – Kaede se rascó nerviosamente la nuca y se tiró su flequillo hacia atrás, cosa que duro poco

-Me aterró la idea de no verte – Meiling se puso de puntillas y volvió a besar a Kaede, esta vez, con más calma


Shaoran y Sakura estaban sentados mientras veían a otros bailar, Sakura sonrió satisfactoriamente al ver a Kaede y a Meiling besarse, aunque estaba muy extrañada con que su hermano y Tomoyo bailaran juntos y muy bien avenidos.

-¿Os lo estáis pasando bien? – preguntó Kaho cerca de ellos, los chicos dejaron de inmediato el juego de manos que tenían

-Si, claro – sonrió Sakura sonrojada

-Tranquila, yo no soy como tu hermano, no voy a matar a Shaoran – el chico sonrió agradecido

-Es que a veces Kinomoto puede volverse muy…

-Pesado – añadió Sakura a la explicación de Shaoran antes de que dijera algo más… fuerte. Kaho sonrió – Voy a llamar a Tomoyo para que canté.

-No sé como estará su voz pero… - Sakura recapacitó la verdad era que Tomoyo tenía la operación dentro de poco

-Pues ya es tarde – la recién señora Fujimiya e indicó como un dedo como Akira se había acercado al escenario y había pedido un micro

-Señoras, señoritas, señoritos y señores ¿no me dejo a nadie verdad? – mucho rieron – Está boda ha sido organizada principalmente por una persona, la señorita Tomoyo Daidouji – muchas cabezas giraron hacia donde estaba la chica que tuvo que separarse de Touya – Y quisiera pedirle un último favor, que cante

-¿Cantar? – preguntó Tomoyo

-Vamos Tomoyo – Akira bajo del escenario y cogiéndola de la mano la llevo hacia arriba del escenario – Solo una canción

-Pero… - Tomoyo pudo ver entre el público la mirada preocupada de Touya – Solo una ¿vale?

-De acuerdo – dijo el rubio levantando el pulgar en señal de aprobación. Tomoyo se giró hacia la orquestra y pidió una canción

-Bueno me parece que está canción traerá recuerdos a muchos – dijo Tomoyo sonriendo inocentemente provocando que varios solteros suspiraran embobados.

La música empezó a sonar, Touya sonrió entre recuerdos, por supuesto que recordaba la canción y también entendía, ahora, la frase de Tomoyo.

Nadie como tú para hacerme reír.
Nadie como tú sabe tanto de mí.
Nadie como tú es capaz de compartir
mis penas, mi tristeza, mis ganas de vivir.
Tienes ese don de dar tranquilidad,
de saber escuchar, de envolverme en paz.
Tienes la virtud de hacerme olvidar
el miedo que me da mirar la oscuridad.
Solamente tú lo puedes entender
y solamente tú te lo podrás creer.

En silencio y sin cruzar una palabra.
Solamente una mirada es suficiente para hablar.

Ya son más de veinte años de momentos congelados
en recuerdos que jamás se olvidarán.

Nadie como tú para pedir perdón.
Nadie como tú valora esta canción.
Nadie como tú me da su protección,
me ayuda a caminar, me aparta del dolor.
Tienes ese don de dar tranquilidad,
de saber escuchar, de envolverme en paz.
Tienes la virtud de hacerme olvidar
el miedo que me da mirar la oscuridad.
Solamente tú lo puedes entender
y Solamente tú te lo podrás creer.

Touya miró a Tomoyo, estaba con los ojos cerrados escuchando la música de los instrumentos y cantando juntos a ella. El chico sintió como una corriente eléctrica recorría su cuerpo, la misma corriente que le recorría cuando tocaba, abrazaba o besaba a la pequeña Daidouji.

Había "conocido" a Tomoyo gracias a esa canción.

Esa era la canción que Tomoyo tendría que haber cantando en el concurso pero ahora… esa canción…

Esa era su canción.

La suya y la de Tomoyo.

La de él y la de ella.

Solo suya.

En silencio y sin cruzar una palabra.
Solamente una mirada es suficiente para hablar.
Ya son más de veinte años de momentos congelados
en recuerdos que jamás se olvidarán.

Y pasarán los años y siempre estarás buscando un plan
para que se hagan realidad los sueños que
soñábamos antes de ayer al dormir
hablando del tiempo que nos quedará por vivir.

En silencio y sin cruzar una palabra.
Solamente una mirada es suficiente para hablar.
Ya son más de veinte años de momentos congelados
en recuerdos que jamás se olvidarán.

Y sin hablar.

Sólo al mirar sabremos llegar a entender…

Touya miró extrañado a la chica que se había parado, sabía que aún no había terminado, quedaba una frase, lo sabía porqué se sabía esa canción de memoria

Él mismo la había cantado en silencio escuchando a la chica.

Él mismo sabía cuando, en los ensayos, la chica perdía alguna nota.

¡El lo sabía! Y también sabía que ahora había algo que no iba bien.

Tomoyo había vuelto a abrir la boca, todos estaban ansiosos para saber como terminaba, Touya se acercó al escenario rápidamente.

No estaba cantando, estaba cogiendo aire.

-¡Maldita sea! – maldijo a escasos metros del escenario

-Touya… - fue lo único que pronunciaron los labios de la chica antes de desplomarse

-¡Tomoyo! – Touya subió al escenario rápidamente, como alma que lleva al diablo y cogió a la chica en brazos - ¡Tomoyo! – todos miraban al joven intentando reanimarla - ¡Tomoyo!

-¡Llamad a una ambulancia! – la voz de aterrada de Meiling que también había subido al escenario junto a Sakura y el llanto desesperado de Sonomi mientras corría hacia su hija rompió el silencio sepulcral que se había formado cuando Tomoyo Daidouji se había desplomado

-…que jamás ni nada ni nadie en la vida nos separará – susurró Nakuru mientras escondía su rostro en el pecho de Yukito


Bueno, bueno, bueno (parece el anuncio ese de aceite). ¡Me encanta el capi! La verdad es que fue muy difícil escribirlo para mi, pero vamos por partes.

Eriol y Korin, era una pareja complicada de tratar, casi no había dicho nada de ella pero se veía a mil leguas que los dos sentían curiosidad por el otro, quería que Eriol le pedise a Korin que lo acompañase pero... quizá a sido prematuro, no lo sé, la cuestión es que me gustó mucho como quedó.

Kaede y Meiling, era inevitable, eso tenía que caer ya, pero ya, aún no se han declarado el amor pero me parece que ese beso lo dejó todo lo suficientemente claro. ¿A qué si?

Touya y Tomoyo, bueno, yo creo que ha llegado un momento que la pasión que guardan en ellos tiene que salir ya y no saben como hacerlo, además que deben de mantener su relación en secreto.

Y finalmente ¡el desmayo de Tomoyo! Esto estaba decidido des del principio del ficy es por eso que hice pasar dos meses con tanta rapidez, porqué la boda tenía que llegar para poder poner esto y me gustó.

El tema de los reviews sigue igual, pero os digo (aunque a lo mejor rompa otra regla) que si queréis me dejáis vuestro mail y yo misma os lo respondo, como querais. Aún así no me puedo negar a dar las gracias a Aiko, akirachinty, shie-san y Reiko Navi-san (espero que te sirva la alternativa). Muchas gracias a todos.

Ya sabéis, por alguna cosa, duda, suggerencia, felicitación y/o crítica constructiva por favor, dejadme un review que siempre van muy bien.

Muchos besos

Se despide con un abrazo

Aya-Mery