Wolas! Lo sé, lo sé, me he tardado tantísimo tiempo pero no ha era mi intención, tenía pensado actualizar enseguida pero vamos que ha quedado claro que no ha podido ser y como premio de conosolación...
¡HE TERMINADO EL FIC!
Si, como lo habéis oído este capi es el capi final del fic, pero tranquilos, habrá más, ya lo veréis, a bajo os cuento. Ahora lo miraba y no sé si eso es bueno o malo. Porqué me da mucha pena que este fic llegue a su fin, snif.
No os entretengo más, pido mil disculpas por mi retraso, además, decir que lo he hecho ylo he publicado así que no he revisado las faltas de ortografía etc, etc, así queno me culpéis ( ¿y a quién tenéis que culpar sino? Yo nuxe)
Espero que el capi sea de vuestro agrado
Nos vemos a bajo
-Yo puedo ayudaros – sentenció la joven Shibahime. Todos los de la habitación se giraron hacia ella
-¿Cómo? – preguntó Eriol, Korin giró su vista hacia Kaede pidiéndola ayuda para explicarlo
-Hace años – empezó lentamente Kaede – El poder de Korin se descontroló y…
-Si, lo sabemos, no hace falta repetir ese accidente – dijo Eriol cansado que su "amiga" estuviera, quisiera o no, atada a ese terrible accidente. Korin sonrió y sin que nadie lo viera entrelazo su mano con la del joven inglés
-Por eso vinimos a Japón – ahora fue Korin la que habló – Tenia que aprender a controlarlo
-No sé si todos sabéis el porqué de la existencia de la cartas de Clow o sus guardianes
-Pues porqué Clow Reed se aburría el solito ¿no? – sonrió Meiling y Sakura asintió a su amiga
-No exactamente – respondieron los hermanos Shibahime – En realidad…
-Fue para controlar su poder – susurró Eriol
-Exactamente, vinimos a Japón porqué ahí habían las dos personas que pudieron utilizar esta técnica
-¿Dos? – preguntó Sakura
-La razón por la que te pase las cartas, por la que te hice cambiar las cartas de Clow a cartas de Sakura fue porqué sino tu poder te habría destruido – dijo Eriol. Sakura lo miraba atontita
-¿Por qué…
-Nunca te dije nada porqué tampoco era necesario
-Y por eso el mago Clow se vio en la obligación de crear otros guardianes y otras cartas – Eriol asintió a la afirmación hecha por Shaoran
-¿Y entonces que sugieres Korin? – preguntó Meiling
-Utilizar mi poder para crear cartas y guardianes
-No – se negó Eriol soltándose, a desgana, de la mano pequeña y frágil de la muchacha
-¿No? – preguntaron Sakura y Kaede
-¿Cómo sé que tu poder es lo suficientemente grande para hacer unas cartas, unos guardianes y quedarte con suficiente energía vital?
-No lo es – admitió Korin – Por eso necesito vuestra ayuda – se giró hacia Eriol, Sakura y Shaoran – Solo puede hacer las cartas
-Dirás solo quieres hacer
-Esta bien, solo quiero hacer las cartas – rectificó Korin
-¿Por qué?
-No necesito los guardianes, tengo suficiente con las cartas para ayudar a Tomoyo y ayudarme a mi
-¿Y quien vigilará las cartas? – preguntó Sakura
-Un simple hechizo – aseguró Kaede
-¿Qué decís? – preguntó la joven Shibahime esperanzada. Shaoran y Sakura asintieron - ¿Eriol? – susurró cerca del chico, Meiling sonrió levemente y sin que la pareja lo viera se llevó a Shaoran, Sakura y Kaede de la habitación
-No lo sé Korin… es peligroso – el voz de Eriol cortó el silencio que se había apoderado de la sala durante dos minutos
-El viaje a Inglaterra también lo es y no por eso dejo de ir – Korin alargó sus brazos y se abrazó al cuerpo de Eriol
-¿Estás segura? Aún pedes hacerte atrás – susurró abrazando a la chica por la cintura
-Voy a ir a Inglaterra y voy a ayudar a Tomoyo pero para las dos cosas Eriol… necesito tu ayuda – la voz clara y sincera de Korin, sin pizca de frialdad, hizo que, sin que el joven inglés de diera cuenta, cogiera a la muchacha de la barbilla, le levantará la cabeza y con lentitud y extrema delicadeza besará sus labios.
Sonomi miró a Touya Kinomoto, una y otra vez, repitiéndose que eso era mentira, que ELLA no podía haber vuelto a caer en las manos de ÉL.
Tomoyo quiso decir algo, llamar a su madre, a Touya pero… ningún sonido salió de su garganta.
-Salga – susurró la voz de Sonomi
-Señora…
-¡Salga! – Touya bajó la vista, quizá tuviera que dejar tiempo para que la señora Daidouji se lo pensara, su mirada se cruzó con la azul de Tomoyo
-Volveré Tomoyo – susurró solo para que ella lo oyera.
Sonomi se quedó de pie, observando a su hija con lágrimas a los ojos. A pasos inciertos se acercó a su hija y la abrazó fuertemente.
-No voy a dejar que se te lleve – Tomoyo no dijo nada aunque le hubiera gustado gritarle a los cuatro vientos que amaba a Touya Kinomoto
-¿Estaréis bien? – preguntó Meiling a su primo
-Claro, no te preocupes – sonrió Shaoran
-No te preocupes, no te preocupes pero… ¡yo no podré estar ahí! – se quejó la chica china
-Meiling, tranquila, de verdad, todo saldrá bien – Shaoran la abrazó sorpresivamente – Nunca te lo dije antes pero… te quiero mucho Meiling – la chica se relajó entre los brazos de su primo
-Ya lo sé – Meiling correspondió al abrazo de Shaoran – Yo también te quiero
-Bueno ¿qué hacemos parejita? – Meiling sonrió contra el pecho de Shaoran al sentir la voz celosa de Kaede
-Cuídate porqué sino a parte de mi, Sakura se va poner muy triste ¿sips?
-Sakura también entrará – Meiling frunció el entrecejo – Pero tranquila, todo irá bien
-¡Ejem!
-Ya está Kaede, eres demasiado celoso
-Yo no soy celoso – y para muestra de lo anteriormente dicho cogió posesivamente a Meiling de la cintura
-Bien, ya está, hemos hecho el círculo – informó Eriol saliendo de una puerta que había en la izquierda
-Cuanto antes mejor – ahora fue Sakura quien habló.
-Bien, vamos – Kaede dio un corto beso a Meiling en los labios y junto a Shaoran, Sakura y Eriol entraron en la habitación donde Korin ya los esperaba arrodillada y vestida con un precioso kimono violeta oscuro con dibujos elegantes de lunas de color plateado. Su largo pelo azabache estaba recogido en un elegante moño y sus facciones estaban mucho más serias de lo habitual. Tenía los ojos cerrados y los abrió cuando la puerta se cerró.
-Empezamos – susurró suavemente
-¿Qué vas a hacer hijo? – Fujitaka dedicó a su hijo una mirada preocupada. Sus ojos castaños demostraban tristeza
-No lo sé – Touya puso sus manos en la cabeza apretándosela como si con eso gesto una magnífica idea surgiera
-Tienes que ir a hablar con Sonomi y con Tomoyo
-Hablar – dijo Touya con tono irónico – No sé si te has dado cuenta pero Tomoyo no puede hablar – le dijo rudamente a su padre. Segundos de silencio – Lo siento
-Tranquilo – su padre apoyó su mano en el hombro de su hijo – Te entiendo
-Papá… ¿Qué voy hacer¿Qué tengo que hacer? – la voz de Touya sonó desesperada, casi sin aliento
-Hola Tomoyo – la voz alegre de Nakuru sonó en la amplia sala haciendo que Sonomi se despertará apresuradamente de su sueño intranquilo
-Nakuru, deja de gritar – la voz de Yukito terminó de despertar a Tomoyo y Sonomi se mantuvo quieta, mirando como la joven pareja se acercaba a Tomoyo
-¿Cómo estás? – preguntó Nakuru esta vez más suavemente sentándose en la orilla de la cama de la joven Daidouji. Tomoyo cogió la libreta que tenia encima de una mesita de noche "Bien. ¿Y tu y los niños?"
-Yo estoy bien, Yukito me consiente demasiado, dice que no puede hacer esfuerzos por mi embarazo doble – Tomoyo sonrió con alegría al ver como Yukito se sonrojaba – Me parece que Touya le ha enganchado algo de su sobre protectorismo. Por cierto… ¿dónde está Touya? Tenía entendido que se quedaba contigo en las noches – Tomoyo bajo la vista tristemente
-El señor Kinomoto ya no vendrá más – Nakuru dio un respingo al sentir la voz de Sonomi
-Señora Daidouji no la había visto – sonrió Yukito aunque percibió algo en la voz de Sonomi que no le gusto nada
-Estaba dormida – informó ella - ¿Supongo que sois los señores Yukishiro?
-OH no – Nakuru negó con la cabeza – Yo soy la señorita Nakuru Akizuki y él es…
-Yukito Yukishiro, pero si, estamos juntos si eso es lo que quería decir – sonrió el chico viendo de lejos que la mujer no estaba dispuesta a hablar en esos momentos con una embarazada de mellizos y el tipo que la embarazó sin estar casados – Vinimos a ver a Tomoyo, nos tuvo muy preocupados
-Y no solo a nosotros. Kaho llamó ayer des de Hawai, Yuki, recuérdame que yo quiero ir – Yukito sonrió – Y Korin y Kaede también estaban muy preocupados al igual que To…
-Ya lo sabemos señorita Akizuki – cortó Sonomi – Lamentó ser grosera pero el médico vendrá a hacer un chequeo de Tomoyo y…
-OH tranquila – se adelantó Yukito
-Nos vemos Tomoyo. Cuídate, volveremos pronto – Nakuru la abrazó – Por cierto – la joven mujer se giró casi cuando iba a salir – Serás la madrina de uno de mis mellizos – Tomoyo no pudo evitar sonreír de felicidad y que una lágrima cruzará su rostro. Sonomi observó lentamente como la puerta se cerraba
-Tomoyo – la mujer se giró hacia su hija – Tengo algo que decirte
-Que mujer más antipática – decía Nakuru mientras se alejaban por el pasillo directos a ginecología
-Creo… que se ha enterado – Nakuru se giró hacia Yukito
-¿De qué?
-De Touya y Tomoyo – Nakuru abrió la boca y utilizó su mano para tapar su sorpresa
-Pero entonces… entonces…
-Touya debe estar destrozado
-Y que lo digas, con esa suegra yo también lo estaría – Nakuru se cruzó de brazos con un gesto infantil – Te imaginas, vamos a visitar a su hija y casi nos hecha a patadas. Espero que al novio de nuestra hija no le hagas lo mismo – Yukito sonrió aún no acostumbrado al hecho de ser padre y sin poder evitarlo bajo la vista apenado
-Yukito… - Nakuru lo cogió de la mano reclamando su atención - ¿Te pasa algo? – Nakuru se puso delante del chico para poder observar su rostro
-Nada…
-¡Como aún te sigas culpando te la cargas! – Yukito miró a la chica a los ojos
-Es que…
-Ya lo hablamos
-Pero…
-No sabías que estaba embarazada y mucho menos fuiste consciente cuando… paso – Yukito cogió suavemente la mano de la chica y la besó con suavidad – Tampoco tienes que casarte conmigo – Yukito volvió a mirarla sorprendido – Me importa bien poco lo que la otra gente piense de mi, que soy una fresca, una madre soltera, una "mala guarra" (n/a: es una palabra inventada por mi y mis amigas, no sabría explicarla sin utilizar palabras mayores)
-A mi si me importa y me molesta que te insulten a ti cuando toda la culpa fue mía
-Es la sociedad que es muy machista – Yukito frunció en entrecejo – Si, incluso tu y Touya sois machista. Touya no tiene la necesidad de proteger a Tomoyo ¿contra qué? Y tu… me tratas como si no pudiera hacer nada Yukito – aunque su voz era seria sonrió como a una niña que le dieran un caramelo – Y a mi me encanta que me trates así pero… ¡por dios! Traer niños al mundo es lo más natural del mundo
-Lo sé pero… para mi sois lo más importante del mundo – Yukito abrazó a Nakuru, hundiendo su rostro en el cabello largo de la chica – E intentaré no tratarte ni como a una invalida ni como a una enferma
-Bien, eso me gusta más – sonrió la chica contra el hombro del hombre – Y si te digo por salir de fiesta ¿también me dejarás?
-No se pase señorita Akizuki, no se pase – Nakuru soltó una carcajada para después hundirse en un beso con SU chico
Touya dio la vuelta en la cama por enésima vez, intuía, no, sabía que algo no iba bien. Notaba esa sensación en el cuerpo. Se levantó de la cama por quinta vez, se dirigió hacia la cocina. Tomó un baso de agua y estuvo ahí, de pie, mirando la nada.
Da dos pasos a tientas y se dirige hacia la estantería donde hay todas las fotografías de la gente más importante para él.
Su madre.
Su padre y Sakura.
Yukito, Nakuru y… Tomoyo.
Tomoyo.
¡Santo cielo! Ni cuando él se había separado de ella voluntariamente había sufrido tanto como durante estos cinco días solo, en ese piso vacío. Había pedido baja en el colegio, la verdad es que no le costó mucho ya que la directora estaba encantada con él. Más de una vez Tomoyo frunció el entrecejo cuando se la encontraban cuando los dos salían del colegio y la señora se inventaba cualquier pretexto para quedar con él.
Touya sonrió al recordar las primeras veces que Tomoyo sintió celos, aunque claro, esos celos que ella había sentido por él y la directora, él también los había sentido. Cuando estaban en clase de educación física y ella hacía un ejercicio, como los chicos (a excepción de Eriol, el tal Yamazaki y el estúpido niño chino) la miraban con ojos obscenos y repasan su cuerpo una y otra vez y el joven profesor tenía que morderse la lengua y apretar los puños para que no miraran de esa forma a su pequeña.
El teléfono sonó. Se quedó quieto en el puesto, mirando la fotografía de ella, vestida con el vestido de la boda de Kaho. Con Yukito a un lado y Nakuru a otro. Con la mirada feliz.
El teléfono volvió a sonar.
¡Mierda! Se levantó con mala gana y mal humor. Había roto su tortura diaria de pensamientos en Tomoyo.
-¿Touya? – la voz de su padre sonó cautelosa
-Si papá soy yo
-Es él Sakura – Touya escuchó como el teléfono pasaba de manos y se quedó quieto esperando una explicación
-Touya
-Ya le he dicho a papá que soy yo
-¡Deja de ser sarcástico Touya y sé por una vez serio! – Touya calló al ver a su hermana tan enfadada – Tienes que venir al hospital
-¿Tomoyo está bien? – preguntó alarmado haciendo que esa sensación de que algo no iba bien saliera a flote
-Tomoyo está bien, está perfecta pero…
-¿Entonces¿Por qué llamas!
-¡Porqué Tomoyo se va! – Touya se quedó quieto y dejó de escuchar a su hermana – La madre de Tomoyo se la lleva a Francia, con unos médicos y ella no puede hacer nada además que Korin…
Touya dejó caer el teléfono y salió a toda prisa del piso mientras su hermana estaba hablando sola por el teléfono.
Korin se movió inquieta en la cama. Eriol la miró mientras sujetaba su mano.
-Estará bien – la mano fuerte de Kaede posándose en su hombro le hizo despertar
-¿Tú crees?
-Siento su energía vital, privilegios de hermano – sonrió el chico – Y si, creo que incluso está a punto de despertar – y como si Korin lo hubiera sentido abrió lentamente sus ojos, escudriñando la habitación y parándose en los azules de Eriol
-¿Qué ha pasado?
-Has estado dos días dormida recuperando fuerzas después de fabricar las cartas
-¿Salió bien? – Korin se reincorporó.
-Si, claro que salió bien
-¿Qué pasó exactamente?
-No lo recuerdas – Korin negó con la cabeza a la pregunta formulada por Eriol
------------------------ Flash Back ------------------------
-Empezamos – susurró suavemente Korin
Los cuatro chicos se dirigieron a los lados de Korin. Ella estaba en el centro de un círculo dibujado con un color plateado-dorado, dentro del más grande había otro de más pequeño con pequeñas puntas y adornos. Había un cojín colocado en cada uno de los cuatro extremos y se podía adivinar que significaban los puntos cardinales.
Korin estaba sentada mirando hacia el norte y Sakura se sentó delante de ella. En el lado del este (el derecho) se sentó Kaede y en el lado oeste Eriol (el izquierdo). Shaoran se sentó en el único que quedaba libre, el sud.
Como si todos ya supieran que tenían que hacer Eriol cogió una mano de la chica y Kaede la otra.
Lentamente, la chica empezó a recitar un conjuro en japonés, después en chino y finalmente en latín.
Como si de un pequeño tornado se tratara un fuerte viento empezó a azotar la habitación cerrada por fuera gracias a Meiling.
Del cuerpo de Korin empezó a salir una luz violeta claro.
-No rompas el circulo Shaoran – susurró Eriol, ya que todos tenían una mano tocando un circulo más pequeño, el heredero del clan Li por culpa de la fuerza del tornado se había desequilibrado un poco
-Tranquilo – la voz de Korin pareció tranquilizar, no solo a Shaoran sino a Sakura, a Kaede y a Eriol
De repente el viento paró y la luz se hizo más fuerte y tal como había empezado terminó todo, de golpe.
Korin cayó hacia el lado de Eriol y Shaoran se levantó para ir a ver el estado de Sakura ya que está respiraba con dificultad.
Mientras Kaede veía como Eriol cargaba a su hermana en brazos él se dirigió al centro del círculo donde Korin había estado sentada y ahí se encontraba un libro, con las tapas de un azul claro y con adornos dorados, plateados y azul oscuros.
Pronunció el hechizo de protección de las cartas, el que actuaría como los guardianes, y, con cuidado, recogió el libro.
------------------------ Fin Flash Back ------------------------
-Vaya… entonces si que salió bien
-Más que bien, incluso Sakura y Shaoran, los cuales hacia mucho tiempo que no practicaban una magia tan intensa quedaron exhaustos – sonrió Eriol
-¡Eriol! – Meiling entró atropelladamente a la habitación - ¡Korin despertaste! – sonrió la chica china y abrazó a la hermana de su novio con cariño – Me alegró que estés bien, me asustaste cuando saliste desmayada en brazos de Eriol – la pareja de los nombrados enrojeció
-Meiling ¿por qué entraste como una desesperada gritando "Eriol" – Kaede se encargó de hacer sonar el nombre del chico con voz afeminada, gritona y pija – sin llamar a la puerta?
-Lo siento señor Machote – Meiling agravó la voz provocando que Eriol dejará ir una carcajada y Korin no pudiera disimular la sonrisa – Pero si…
-Meiling – la cortó Kaede
-¡Eriol! – se giró hacia el chico dando por hecho que su novio no quería escucharla - ¡Sakura acaba de llamar!
-Me alegro, si, sinceramente me alegro – sonrió Eriol con una sonrisa estúpida y una gotita de sudor detrás de su cabeza
-A veces pienso que tendríamos que hacerle ver las cosas más importantes y menos importantes – Meiling miró a los dos chicos con el ceño fruncido – Porqué Meiling, que Sakura haya llamado no es importante
-¡Si que lo es¡Porqué me ha dicho que Tomoyo se va!
-¡Qué con qué le pasa a mi Tomoyo-chan? – gritó Kaede casi histérico provocando otra carcajada de Eriol y ahora de Korin
-Que se va – sonrió Meiling intentando ahogar la risa
-Y que hacemos aquí, tenemos que ir al hospital a ayudar a Tomoyo a recuperar la voz
-Pero no estás recuperada Korin – intentó hacerla razonar Eriol
-Por supuesto que lo estoy – y sin más la chica se levantó.
En menos de cinco minutos Korin ya estaba en el salón del piso compartido con Nakuru y Yukito, donde Meiling, Kaede y Eriol la esperaban.
-Bien, nos vamos al hospital – antes que nadie pudiera hacer nada la chica había transformado su pequeño colgante en una gran barra con una media luna en el extremo
-¿Cómo vamos a ir?
-Con un carta – Korin abrió por primera vez el libro y cogió la carta que buscaba, después cogió todas las otras y se las guardó en el bolsillo de su chaqueta
-¿Y es seguro? – preguntó Kaede
-¿Vienes o no? – preguntó Meiling la cual ya estaba junto a Korin y Eriol
-Gracias por preguntarme la opinión – sonrió el hermano Shibahime
Touya aparcó precipitadamente su coche en el aparcamiento del hospital, nadie le dijo nada, debía ser un hombre a punto de ser padre.
Subió rápidamente hacia la recepción y preguntó por la señorita Daidouji. La recepcionista, un poco sonrojada, respondió que la señora Daidouji había dado instrucciones de no informar a nadie de donde y como estaba su hija.
-Vengo de parte de la señorita Kinomoto, soy su hermano – la enfermera-recepcionista rebuscó en sus informes
-La señorita Daidouji aún no ha abandonado el edificio está en la misma habitaci… - antes que la chica pudiera responder Touya ya había desaparecido por las escaleras - ¡Pero no podrá estarse mucho tiempo!
Touya se dirigió a los ascensores pasando de largo las escaleras, quería tener todo el aliento disponible para gritarle a la señora Daidouji que a Tomoyo nada ni nadie la apartaba de su lado. El ascensor se abrió y pulsó el botón, cuando las puertas se cerraban Touya sonrió para si mismo, si él estaba en el ascensor no podrían bajar a Tomoyo por él.
Salió como si lo hubieran empujado del ascensor una vez se abrieron las puertas y sin ni siquiera mirar, ni llamar, abrió la puerta de la habitación.
-¡Tomoyo! – el hombre se sorprendió al encontrarse a si mismo recuperando aire
-¡Señor Kinomoto! – gritó Sonomi.
-No voy a dejar que se lleve a Tomoyo
-¡Es mi hija! – Tomoyo, que hasta el momento había estado dentro del baño cambiándose salió al escuchar voces junto a Sakura también curiosa, su padre la había obligado a llamar a Touya pero nunca le reveló porqué. – Tomoyo, vuelve dentro – la chica miró a su madre con ojos suplicantes – Tomoyo – la voz de Sonomi sonó más exigente. Tomoyo abrió la boca
-"Time"
Touya miró a su alrededor y vio como en el medio de la habitación aparecían cuatro figuras, dos chicos y dos chicas.
-¡Ya llegamos! – sonrió Meiling
-¿Qué…
-La carta del tiempo – está vez fue Korin quien sonrió
-¿Y por qué no estoy paralizada? – preguntó otra vez Sakura
-Puedo evitarlo con la carta de "Protection" – informó Korin y con una mano señaló a Touya y Tomoyo que tampoco estaban paralizados
-¡Y por qué tú no estás agotada? – exigió Sakura, Korin volvió abrir la boca pero Eriol la cortó.
-Vamos Korin, no te entretengas
-Vamos allá. Kinomoto apártate
-Un momento – detuvo Touya, se acercó a Tomoyo, lentamente, le daba igual si había público, le daba igual si su hermana se enteraba, tenía que decirle eso a Tomoyo – Cariño… - la mano del hombre se posó en su mejilla, Tomoyo cerró los ojos al contacto – Tu madre me denunciará, yo iré a la cárcel por pervertido pero aún así… cuando consiga salir te buscaré, iré a buscarte, a saber si realmente eres feliz, si la persona que me sustituyó te hace feliz porqué sino de repente tu marido llegará con la cara destrozada – Tomoyo dejó ir una lágrima – Te buscaré para decirte que aún te amo, que no fue tu culpa, no es tu culpa pequeña – antes que Touya pudiera terminar pequeño discurso que llevaba dentro des de hacia tiempo, Tomoyo se tiró a su brazos
-Creo que es el momento – dijo Eriol con un susurró mientras Kaede intentaba reanimar a Sakura que se había quedado en estado de shock después de haber visto la escena romántica entre su hermano y su mejor amiga. Korin cogió su báculo con suma elegancia
-"Voice" "Song" – susurró a las cartas hechas a imitación de las Cartas Sakura. Un pequeño remolino envolvió a la pareja unida por un abrazo
-¿Crees que funcione? – preguntó Meiling
-Espero de todo corazón que sea así.
Touya dejó a Tomoyo suavemente en el suelo ya que la había elevado cuando ella se había abrazado a él por el cuello.
-Touya yo… - Tomoyo paró en seco. Miró al chico que tenía delante, él también la miraba confundida
-¡Funcionó! – el coro de victoria de los cinco chicos del fondo rompió su momento
-Ahora no hay tiempo para explicároslos – informó Korin – Solo...
-No dejes que se la lleven ¿vale? – sonrió Kaede y acto seguido desapareció junto a Eriol, Meiling, Korin y Sakura (la cual había decidido que eso ya había sido demasiado por un día)
-¡Tomoyo! – Sonomi se enfadó al ver su hija entre los brazos de Touya – Suéltela
-No voy hacerlo
-¡Voy a denunciarle y…
-¡No vas a hacerlo mamá! – la voz de Tomoyo sonó autoritaria
-¡Tomoyo¿Cuándo…
-En el baño, junto a Sakura, ella se ha ido para dejarnos intimidad – Touya sonrió para si mismo
-Me alegro cariño – sonrió Sonomi
-Así que ahora no tenemos que irnos a Francia – informó Tomoyo
-Tomoyo pero…
-Mamá... por favor…
-Tomoyo no pienso dejarte en manos de un pervertido como él – la señora Daidouji empezaba a estar enfadada – Y si Tomoyo voy a denunciarle
-Mamá dentro de seis meses hago los 18
-¿Me amenazas Tomoyo?
-Amó a Touya - a Sonomi se le rizaron los pelos de la espalda al sentir hablar con tanta sinceridad a su hija y aún más, al notar amor en la mirada de Touya Kinomoto.
-¡Es un capricho!
-Si fuera un capricho ya me hubiera alejado de él cuando él me dejó – Sonomi miró a su hija – Si mamá, Touya me dejó, por todas las razones que ahora pasan por tu cabeza
-Y entonces…
-Porqué la amo señora – Touya alargó su brazo y con delicadeza rodeó la cintura de Tomoyo la cual había hecho dos pasos en dirección a su madre
-Usted lo que es, es un pervertido
-Yo también lo quiero mamá, con todo mi corazón
-No voy a permitir que él se vuelva a quedar contigo
-Mamá…
-Primero Nadeshiko y después tu Tomoyo – la señora Daidouji empezó a llorar
-Mamá… - Tomoyo se deshizo de los brazos de Touya y se acercó a su madre
-¡Tomoyo! – las dos mujeres se abrazaron – No quiero que seas infeliz no quiero…
-No voy a serlo mamá, Touya me ama y yo a él
-Pero yo también te quiero y… si nos vamos…
-Volvería por él – aseguró Tomoyo
Dos semanas más tarde Sonomi retiró la denuncia contra Touya Kinomoto impidiendo de esa forma que ni la escuela ni la prensa supiera nada sobre su relación con la pequeña de la gran e importante familia Daidouji.
Ya está! Tenga varias cosas que decir del capi.
Primera observación: El abrazo entre Shaoran y Meiling, tenía que ponerlo, quería ponerlo, quería poner una escena donde se notará que se querían como primos, que la obseción de Meiling por el chico había pasado por completo y que él pues, ya tenía todo eso olvidado.
Segunda observación: La actitud de Sonomi hacia Nakuru y Yukito, es normal, la pobre mujer estaba shoqueada, acababa de saber que su hija tenia novio ¿y quien era su novio? El mejor amigo del hombre que ha dejado embarazada a una mujer antes de estar casados pues, claro, explotó con mal humor
Tercera observación: Los mangas y las series son machistas. Todos los chicos son protectores y posesivos, esto queda muy bien y parece muy bonito pero normalmente esos hombres son los que se vuelven maltractadores y violadores, desgraciados por decirlo rápidamente. Claro, los de las series son muy bonitos y tal pero en la vida real no lo son así de bonitos, la gente que me conoce sabe que soy feminista hasta el extremo pero... ¡también creo en el amor y que habrá un chico perfecto para mi! Nada, que quería que eso quedará claro, un chico posesivo, celoso y protector como lo es Touya en la vida real quizá no sea tan bonito (y tan tio bueno) como nuestro Kinomoto ( Aya-Mery se soba las babas en pensar en el mazizo hermano de Sakura, xD)
Cuarta observación: A ver, la creación de las cartas, no tenía ni tiempo, ni ganas ni inspiración para crear un conjuro y tampoco tenía los medios para pasarlo a tres idiomas. No sé si os lo imaginabáis así pero bueno...
Quinta observación: Fujitaka se enteró de lo de Touya y Tomoyo porqué el chico fue a pedirle consejo, no lo puse porqué tampoco había espacio pero os lo aclaró. Sakura ha quedado bastante shoqueada pero lo aceptará, tranquilos, xD.
Sexta observación: Sonomi cedió, no sé si muy deprisa o muy despacio pero... ¡no sabía que hacerle decir a la pobre mujer! Creo que por mucho que quiera a Tomoyo y odiéa Touya si ve en los ojos y las palabras de Tomoyo sinceridad pues... lo entenderá, al igual que pasa con Touya.
Séptima observación¡Tendrá epílogo! Si señores, un fic mío no es mío sino tiene epílogo así que ya os podéis preparar, xD.
Ahora mismo estamos en el review 91. ¡Quiero llegar al 100!. Tengo el epílogo pensado solo falta escribirlo. Así que cuando lleguemos a los 98 reviews empezaré a escribir y una vez lleguemos a los 100 publicaré. ¡Así que ya sabéis¡100 REVIEWS! Sino, no hay epílogo.
Muchas gracias a sonia, NadeshikoLuna, Reika Navi-san, Aike, shie-san, Isis Temptation y Reijin, muchas gracias por vuestro reviews.
Nada más que decir que espero los 100 REVIEWS (si estoy pesada pero sin ellos no hay epílogo) y que espero que os haya gustado el capi
Independientemente de actualizar o no, si tenéis algo que decirme, alguna duda o crítica constructiva hacedlo que siempre me viene bien para mejor y hacer las cosas más claras.
Muchso besos y nos vemos en el próximo capi
Se despide con un abrazo
Aya-Mery
