Wolas! Ya estoy aquí! Os lo dije, a los 100 reviews me plantó aquí con el epílogo y con el final del fic (¡no kiero k termine!)
Me parece que no tengo nada que decir solo que en el epílogo he intentado dar un poco de humor al fic, no sé como ha quedado a bajo comento un par de cosas
Dejar claro en mi último capi (como me duele decir esto) que Card Captor Sakura (como muchos habéis adivinado) no me pertenece sino que pertenece a las CLAMP. Si me perteneciera haría que Touya terminase con Tomoyo, xD.
Nos vemos a bajo. ¡Que disfrutéis!
-.20 años después.-
En un casa del centro de Tomoeda el domingo por la tarde llegó con mucha emoción, demasiada, según el padre de familia.
-Me voy
-Ve con cuidado
-Si mamá – una chica entró apresuradamente a la cocina para acercarse y coger un botellita de agua de la nevera – Llegaré tarde
-¿Ya lo sabe tu padre? – la joven frunció el ceño. Tenía el pelo largo atado en una cola alta de un color negro que daba la sensación de ser realmente suave. Sus ojos eran de color azul verdoso
-¿Si sé qué? – un hombre alto, muy alto por su nacionalidad japonesa entro en la cocina. Iba todo sudado y eso se debía a que acababa de regresar del gimnasio
-Nada – sonrieron las dos mujeres. Él las miró acusadoramente
-¿Cuándo llegan Nakuru y Yukito? – sonrió la mujer. Era una mujer que debía rondar los 38 años pero que tenía el especto de una de 30. Sus pelo largo y negro, con reflejos violetas no daban muestra alguna de canas y sus preciosos ojos azules-violetas desprendían felicidad
-Al parece ya están aquí. Acaban de llamar – dijo el hombre sentándose en la silla y recibiendo un vaso de agua de su hija
-Haces peste papá – sonrió la muchacha – Pero Aki hace aún más peste
-Quieres callarte – un chico un año mayor que la chica entró por la puerta y le arrojó la toalla sudada a la cara de su hermana. Era alto y de tez morena. Ojos y cabellos cafés oscuros, casi negros
-¡Eres un asqueroso! Ahora yo hago peste a tío
-Nadeshiko, por favor – la voz de su madre sonó autoritaria pero sin levantar la voz. Estaba claro que la chica era el vivo retrato de su madre mientras que el chico el de su padre.
-Lo siento. Me voy – ella tomó las cosas de encima la mesa y se dirigió hacia la salida
-¿Dónde vas Nadeshiko? Acabo de encontrarme a Yukiko y me ha dicho que hoy no saldría porqué tenía que estudiar
-¿Y quién te dijo que saldría con ella? – acto seguido la puerta de entrada se cerró. Los dos hombres de la casa giraron acusadoramente su vista hacia la única mujer que quedaba, lo hicieron con tanta rapidez que se escuchó el "crack" de los huesos petarse por la brutalidad del gesto.
-El que ponga un pie fuera de la casa se queda sin cenar.
-¿Así que no están aquí? – Nakuru Akizuki no pudo reprimir que en su voz saliera un tono de diversión
-¿De verás esperaste que Touya y Aki se quedasen quietos? – ahora la voz asombrada era de Yukito
-No, pero tenía que intentarlo
-Tomoyo – la voz del hombre sonó reconciliadora – Aki es igual que su padre y Touya…
-¿Qué excusas utilizaron? – se interesó Nakuru
-Aki me dijo que tenía que devolverle no sé que cosa a Yukiko, la cual acaba de llamarme para que le diga a Aki que si quería le devolvía el libro mañana en clase ya que hoy no lo vería y Touya me dijo que quería correr para mantener su estado físico para ser un buen profesor – Tomoyo sonrió melancólicamente
-Así que han ido a perseguir a Nadeshiko y a…
-Ni le digas a Touya que su hija está saliendo con Yue, porqué nos prohibirá la entrada Yuki – aseguró Nakuru y en pocos segundos Nakuru volvió su cara hacia Tomoyo con aire de maruja cotilla - ¿Y dices que tu hijo y la hija de Sakura están juntos? – tanto Yukito como Tomoyo suspiraron con una sonrisa en el rostro
-Aki no se encuentra – una chica de cabello café corto, por encima de los hombros, y ojos claros se sentó pesadamente en el sillón
-Debe haber salido cariño – Sakura miró tiernamente a su hija como ojeaba la revista
-Está mañana le he visto y me dijo que no saldría además que… - el teléfono sonó y a Yukiko Li le faltó tiempo para dirigirse velozmente hacia el aparato
-La familia Li al habla. ¡Nadeshiko que sorpresa!
-Yukiko, tengo un problema. Puedes llamar a mi madre y las tres nos encontramos en la cafetería del centro – se oyó como la voz de la pequeña de los Kinomoto
-Pero Nadeshiko… - Yukiko se quedó con la palabra en la boca mientras Sakura observaba el reloj esperando ansiosamente que llegaran a las 6 de la tarde cuando dos parejas más llegarían a Tomoeda.
Cuando Tomoyo Daidouji salió del hospital su madre había estado mucho más arisca que de costumbre, y no con ella, sino con Touya, el cual no se separaba de ella por miedo a que su "suegra" se la llevará a la primera de cambio.
Y es que Touya Kinomoto y Sonomi Daidouji tenían sus "cositas" y la verdad era que nunca dejarían de tenerlas.
Una vez Tomoyo estuvo instalada en su casa Touya tubo terminalmente prohibido visitarla durante el mes y medio de recuperación que el joven Kinomoto aguantó estoicamente, enviando cada miércoles a las siete de la tarde un ramo de flores variadas.
Respecto a la recuperación médica de Tomoyo los médicos alucinaban, aún no podían entender como una paciente que parecía que había perdido la voz la recuperará de la noche a la mañana, cosa que Tomoyo vio claramente después de haber hablado por primera vez frente su madre, pero lo que estaba hecho, hecho estaba. Así que Tomoyo, además de la heredera de las grandes industrias Daidouji, también se había convertido en un milagro de la medicina.
Korin Shibahime se vio obligada a crear a sus guardianes para poder guardar el libro, pero antes de que tuviera tiempo de ponerles nombres los cerró en el libro y el libro fue confiado a Eriol Hiragisawa.
Cinco meses después Nakuru dio a luz a sus mellizos, se avanzó un mes y como suele pasar fue cuando nadie estaba con ella. Sakura, Shaoran, Meiling y Kaede se encontraban en Hong Kong visitando a la gran familia Li. Mientras que Touya y Tomoyo había ido, junto a Sonomi (para desgracia del profesor) a Estados Unidos para hablar seriamente de las intenciones de Touya con Tomoyo, aunque Touya en ese momento no entendió para que necesitaban ir a Estados Unidos, un par de años más tarde sabría que era para dejarlo ahí a la menor oportunidad. Yukito se había trasladado a Osaka para presentar un diseño para un centro cultural y Korin estaba con fiebre en la cama. Total que la joven señorita Akizuki tuvo que hacerse ella misma la bolsa, llamar a un taxi y dirigirse al hospital. Una vez ahí la recepcionista se encargó de llamar a Yukito que cogió el primer avión hacia Tomoeda. Llegando al instante justo cuando el primer bebé, asomaba la cabeza. Al niño, como rápidamente todos adivinaron, los llamaron Yue, a la niña la llamaron Ray. Primero quisieron llamarla Rubby pero ni a Yukito ni a Nakuru les acabó de convencer así que optaron por el nombre de Ray, manteniendo la letra inicial. La gran curiosidad es que aunque Yukito quería, Nakuru nunca llegó a decir que si al matrimonio con él, no porqué no lo quisiera, sino porqué no quería sentirse atada a una persona solo por culpa de un papel.
Shaoran se trasladó a Hong Kong definitivamente a aprender todo lo que necesitaba saber para poder administrar y dirigir la familia Li, aunque claro, cada fin de semana iba y volvía todo, para poder ver a Sakura y una vez se casaron se instalaron en una casita cerca de la casa ocupada, anteriormente, por Fujitaka y sus hijos. Sakura empezó a estudiar periodismo.
Eriol empezó a estudiar Económicas en Japón esperando, pacientemente, que Korin terminara los dos años que le quedaban en el colegio (n/a: recordemos que Korin tiene 16 años). Aunque, a escondidas, la pequeña de los Shibahime iba a clases de inglés para poder adaptarse a Inglaterra sin ningún tipo de problema.
Kaede había optado por hacer la carrera de medicina, aunque tanto Korin como Meiling lo tacharon de idiota rematado, el por su duro morro fue sacándoselo poco apoco mientras la chica perteneciente a la casa Li estudió derecho.
Touya y Tomoyo se casaron el 11 de noviembre. Un mes, más o menos, después de que la chica cumpliera la mayoría de edad. Como era de suponer Sonomi puso el grito en el cielo pero ya nada se podía hacer porqué su hija lucía mucho más radiante des de que en su dedo anular lucía un precioso anillo de oro blanco delicado.
Touya continuó con su trabajo como profesor en el colegio donde años atrás había sido alumno. La verdad es que hubo un fuerte escándalo porqué un profesor se casará con su alumna pero todos esos rumores se callaban cuando los veían pasar sonrientes y felices.
Tomoyo empezó su carrera de diseño, tal y como ella había querido y todo iba bien hasta que un día su médico de cabecera le informó que estaba embarazada.
La pareja Kinomoto se mostró muy feliz con eso, más Touya aunque un poco decepcionado porqué su esposa, su mujer, tuviera que dejar sus estudios. A los seis meses de embarazo Tomoyo dejó la universidad y siguió sus estudios en casa.
Tomoyo dio a luz a su hijo Aki que resultó ser exactamente igual a su padre, tanto en carácter como en el físico. Justo cuando Tomoyo se encontró con las fuerzas necesarias para volver a la universidad y terminar el curso que le quedaba volvió a quedar embarazada. Está vez fue una niña a la que llamaron Nadeshiko, en honor a la difunta Nadeshiko Kinomoto, madre y esposa de Touya y Fijitaka, respectivamente.
Ese pequeño detalle fue capaz de hacer llorar a Sonomi Daidouji que a partir de entonces ya no atacaría con tanta maldad y frecuencia a Touya.
Cuando Aki contaba con dos años de edad Tomoyo fue capaz de terminar su carrera en la universidad, un par de años más tarde que todos sus amigos. Tomoyo empezó con diseños pequeños y finalmente y gracias al apoyo del renombre Daidouji fue conocida como una gran diseñadora además que llevaba ciertos temas de las empresas de juguetes Daidouji ya que su madre, aunque no quisiera admitirlo, empezaba a estar mayor.
Fujitaka Kinomoto se retiró a la pequeña casita de campo que se había comprado aunque cada fin de semana sus dos hijos iban a visitarlo con sus familias.
Y es que Sakura se había casado con Shaoran el mismo año en que Aki Kinomoto nació y antes de que alguien tuviese tiempo de darse cuenta Sakura quedó embarazada. Toda la familia Li esperaba con impaciencia ese momento y también esperaban que el único varón heredero tuviera un chico pero, como suele pasar, salió niña a la que dieron el hermoso nombre de Yukiko Li.
Kaede y Meiling se habían mudado a Tomoeda definitivamente en contra de lo que la madre y la familia de la chica pensasen, aunque al final y por orden el gran jefe, es decir, Shaoran, dejaron a la pareja en paz y un par de años después se casaron.
Eriol se había mudado a Inglaterra dejando a Korin en Japón. La chica ni siquiera se dio cuenta cuando él se había marchado haciendo el mismo mecanismo que Yukito. Una simple carta, pero claro, el señor Hiragisawa omitió el hecho de que la chica no estaba embarazada como Nakuru y que Korin no era como la explosiva de su "prima". Así que Korin cogió el primer avión hacia el Reino Unido, descubriendo que tenía vértigo, y se plantó delante de la mansión de la familia Hiragisawa. Y la chica tenía las cosas claras ya que le dio solo dos opciones. O se volvía con ella a Japón, lo cual era preferible porqué tenía claro que cada dos meses no subía a ese trasto llamado avión, aunque no lo obligaría y si querría quedarse en Inglaterra que se quedase pero ella se volvía a Japón y no quería ni volver a sentir mencionar su nombre. Después de que Eriol la tachará de egoísta por no querer quedarse en Inglaterra, Korin, sonrojada al máximo, explicó su problema con las alturas. Después de ver el precioso sonrojo de la pequeña Shibahime, Eriol se volvió a Japón junto a ella casándose dos meses después.
Y, como si fuesen coordinados, al mismo tiempo Meiling y Korin quedaron embarazadas y dieron a luz, en el mismo mes, a dos niños. Satoshi Hiragisawa y Daisuke Shibahime.
Yukito y Nakuru se mudaron a vivir a un pueblo de la costa porqué a Yukito le había salido un buen trabajo en un despacho de arquitectos en donde la hermana mayor de los Shibahime, Kyoko, era la jefa.
Cuando Ray cumplió los 16 le salió el primer pretendiente formal (porqué la chica llevaba de cabeza a la mitad masculina de su curso, mientras que la mitad femenina caía rendida a los pies de Yue), Kenji Miwa, y cual fue la sorpresa para Yukito saber que era hijo de una ex compañera suya de clase. Youko Nakagawa, la chica que una vez se declaró a Touya y salió malherida por culpa de la Carta de Clow "The Mist" (n/a¿os acordáis de ella?)
Cuando volvieron a Tomoeda, esta vez por capricho de Nakuru y para cambiar de aires, su hijo pequeño (ya que resultó que Ray fue la primera en nacer de los mellizos), Yue, se enamoró perdidamente de Nadeshiko Kinomoto pero claro, al conocer, no a su padre, sino a su hermano, el cual casi le rompe la cara por solo haber ayudado a la pequeña Kinomoto por llevar la compra pues se retiró un poco de la situación. Hasta que dio la casualidad que su padre y el padre del amor de su vida eran amigos íntimos y podía ir a visitarla siempre que quería, claro, el día que el hermano no estaba ahí porqué ese chico no había olvidado su cara. Aunque rápidamente vio el punto débil, tanto de Touya Kinomoto como del tal Aki. Para el primero era su esposa, la cual con una sola mirada (igual que su padre con su madre) lo hacía callar y para el segundo era la hija única del matrimonio Li, Yukiko. Al pobre Aki le pasaba lo mismo que a él cuando Nadeshiko le pedía algo.
Nadeshiko y Yukiko eran amigas íntimas, al igual que lo habían sido sus madres, y sus padres (aunque nunca lo reconocerían) estaban encantados de tener otro lazo con la otra familia.
Tomoyo aparcó el coche tranquilamente sospechándose lo que pasaba, a su lado iba Yukiko Li y detrás Sakura y Shaoran, los cuales con la broma habían decidido averiguar lo que pasaba.
Y no tuvieron que buscar mucho para saber lo que pasaba. Ahí, en medio de la calle estaban padre e hijo espiando "disimuladamente" dentro de una cafetería. Y decían "disimuladamente" porqué si lo que querían era pasar desapercibidos no lo hacían nada bien. Tomoyo se acercó a grandes zancadas a la cafetería y se apoyó en Touya para mirar hacia dentro del local y ahí estaban. Nadeshiko y Yue. El chico, ojos azules y pelo rubio. Miraba nervioso a los dos hombres y después a Nadeshiko, la cual estaba roja de la ira y la vergüenza.
Touya sintió como un cuerpo pequeño y delicado se apoyaba al suyo y supo que era su mujer. Tubo que aguantarse las ganas de girarse y besarla apasionadamente, ahora mismo tenía esa necesidad pero, como buen hombre, se aguantó las ganas y espero.
-¿Interesante? – a Touya se le rizaron los pelos de la espalda al sentir a Tomoyo hablar con tanta tranquilidad.
-Si mamá, mucho – respondió Aki e inmediatamente palideció, captando lo mismo que su padre
-¿Qué es interesante? – Yukiko se abrió espacio entre los dos hombres y observó a la pareja - ¡Por fin! – exclamó la joven Li sin darse cuenta que el rostro de Aki Kinomoto había dejado de ser blanco para ser rojo
-Ya vale ¿no? – dijeron las dos mujeres Kinomoto, Yue, demostrando ser chico inteligente, se quedó junto a Yukiko, protegido de esta manera de Aki
-¡No voy a dejar que te veas con un chico tres años mayor! – gritó su hermano, Touya asintió, dejando que su hijo hiciera el trabajo sucio
-¿Podemos hablar esto en privado? – preguntó Tomoyo, Nadeshiko admiró la tranquilidad de su madre, ya que esta la tenía cogida de la mano para impedir que saltará.
-Vamos, yo y Shaoran subiéramos con Touya y Aki – se ofreció Sakura
-¡Estás loca! – dijo su esposo – No voy a subir en el mismo coche que esos dos Kinomoto's enfurecidos
-Iremos Yukiko y yo ¿podéis llevar mi coche? – preguntó Tomoyo con una sonrisa alargando las llaves
-Claro – y es que Tomoyo nunca perdía la paciencia con su esposa y con su hijo, cosa que muchos ya habrían hecho.
Después de llegar a la casa de los Kinomoto, la que anteriormente fue ocupada por Fujitaka y sus hijos, todos se sentaron pacientemente en el comedor. Ahora Yukito y Nakuru (a petición de la última) se quedaron a ver el espectáculo.
Tomoyo junto con Sakura sirvieron té para todos, un sorbo y ahí Nadeshiko ya no se pudo controlar
-No pienso permitir otra cosa así – la voz de Nadeshiko era igual de suave que la de su madre, al igual que su progenitora, era una estrella en la canción y después de hacerse pruebas para no tener posibilidades de tener cáncer, ya que tanto su abuela como su madre lo habían tenido, había signado un contracto con una discográfica para hacer su carrera como cantante
-¡Yo tampoco! – saltó su padre
-¡No voy a dejar que ese idiota vuelva acercarse a ti!
-No voy a dejar de ver a Nadeshiko solo porqué tu me lo digas chaval – Yue había cogido la mano de la pequeña Kinomoto y ella le sonrió con confianza. Tomoyo dio otro sorbo del té.
-Aki no tienes derecho sobre la vida de tu hermana
-Pero mamá…
-¡Nada! Touya…
-A mi no me harás callar es mi hija y…
-Dime cuales son la razones cariño – Touya miró a los ojos de su mujer, azules, brillantes y relucientes
-La edad
-No es un factor que importe, tu y yo nos llevamos más años
-¡Él es mayor de edad!
-No es por meterme Touya – Nakuru salió a la defensa de su hijo – Pero cuando tu empezaste tu relación con Tomoyo también era me…
-¡Nakuru! – gritaron los dos Kinomoto's – No quiero hablar esto con tanta gente mirándome – Touya Kinomoto salió enfadado por la puerta
-Nos vemos está tarde en casa de Sakura ¿si? – preguntó Tomoyo, todos asintieron – Los dos a la habitación y no quiero ni una sola discusión – añadió cuando todos los invitados se habían ido
-Pero mamá… - empezó Nadeshiko
-Yo me encargó de tu padre y no quiero oírte Aki – el chico asintió cuando ya había empezado a subir las escaleras. Tomoyo se dirigió hacia la cocina donde sabía que Touya estaría buscando un zumo para tomar – No hay, Aki los terminó está mañana – Touya gimió.
-No me gusta – susurró él, Tomoyo abrazó al hombre por la cintura, pegando su cuerpo al del hombre, sintiendo su bien formada espalda gracias a las idas y vueltas del gimnasio
-Lo sé – Touya dio la vuelta y envolvió a su mujer entre sus brazos
-No hay hombre lo suficientemente bueno para mi hija – Tomoyo sonrió.
-Pero lo que no puedes hacer es encerrarla en casa
-Buena idea – dijo con burla pero por su voz se podía adivinar que ya no estaba enfadado – Es que se parece tantísimo a ti… - la estrechó más fuerte
-Touya… aún no hay hombre sobre la faz de la tierra lo suficientemente bueno para ella
-¿Entonces? Porqué no evitamos que Yue se alejé de ella y me importa un comino que sea hijo de Yukito y Nakuru
-Porqué al menos tenemos que dejar que escoja ella… ¿Te imaginas si… - Touya la calló con un beso, sabía lo que diría y no quería escucharlo
-No puedo concebir mi vida sin ti o sin nuestros hijos – Touya levantó a Tomoyo del suelo y la sentó en la mesa para besarla con más facilidad. Tomoyo revolvió el pelo del hombre. Touya recorrió la espalda de Tomoyo, aún se sorprendía como, 20 años después la pasión entre ellos no hubiera disminuido lo más mínimo. – Te amo – Tomoyo lo abrazó.
-Lo sé, yo te amo igual y es por eso que… por nuestra hija… tenemos que dejar que cometa ella misma los errores
-No pienso dejar que se la lleve fuera de marcha hasta que cumpla los 18 – Tomoyo sonrió.
-¿Aceptarás a Yue? – Touya gruñó – Haz un esfuerzo, el mismo que hiciste con Shaoran
-Que conste que ese mocoso chino aún no me gusta
-Me consta, y a Sakura también – La mujer dejó que Touya apoyara su cabeza entre los pecho de ella - ¿Y qué crees que hará Shaoran cuando se entere de que Aki y Yukiko están juntos? – Touya la miró sorprendido - ¡Touya¿Me dices que no te diste cuenta?
-Bueno, para ciertas cosas soy despistado – Tomoyo besó sus labios fugazmente
-Vamos a hablar con nuestro hijos
-Vale, voy con Aki y…
-No, yo voy con Aki y tu hablas con Nadeshiko
-¿Y qué le voy a decir? Esa niña está revolucionada
-Justamente, tu tienes que hablar con ella y no incitar a Aki para que mate a Yue
-Me lo pides porqué sabes que no te puedo negar nada – dijo como un niño pequeño
-Yue, entiendo que quieras a Nadeshiko pero…
-No voy alejarme de ella si eso es lo que quieres, papá.
-¡Claro que no! Touya es un cabeza dura cariño, ya verás como Tomoyo lo hace entrar en razón y que decir de Aki – Nakuru sonrió, los puntos débiles de Aki eran sus tres mujeres. Su madre, su hermana y su "chica". Si cualquiera de las tres pidiera la luna él se la llevaría y además, de regalo, hubiera cogido una estrella – Esta noche estoy seguro que podrás estar con ella libremente
-Si pasarse porqué no puedes tentar la suerte
-¡Ya estoy en casa! – una chica de 20 años, de pelo oscuro con reflejos violetas y ojos realmente llamativos de un preciosos color rojo oscuro entro en la sala
-¿Cómo está Kenji? – preguntó Nakuru, ese era el problema que tenía Yukito, el único, no se fiaba del novio de su hija, como cualquier padre.
-Bien, ha vuelto a la ciudad pero nos veremos en la universidad así que…
-Está noche vamos a casa de los Li, supongo que te acuerdas ¿verdad Ray?
-Si mamá – sonrió la chica - ¿Y a ti que te pasa?
-Nada
-Nada es igual a Nadeshiko y su hermano ¿a qué si? – Ray cogió del cuello a su hermano y le besó fugazmente la mejilla – Se le pasará, solo hace falta que vea a Yukiko con una minifalda
-Vamos Satoshi coge esa bolsa – ordenó Eriol mientras él se encargaba de coger dos bolsas más
-¿Por qué yo?
-Dame Satoshi, ya la cojo yo – Korin se acercó a su hijo. Era alto con el pelo oscuro y los ojos claros.
-Cariño – Eriol dejó las bolsas en el suelo y cogió a la mujer de la cintura evitando que esta cayera – Deja que Satoshi las coja, estás mareada – Korin asintió y su Satoshi decidió coger su bolsa más otra que llevaba su padre para que este pudiera guiar a su madre hacia el taxi que les esperaba – Sabes que los viajes en avión no te sientan bien
-No me hables de ellos, es culpa tuya por querer vivir en Inglaterra
-Pero si te encanta – Eriol besó su mejilla mientras Korin sonreía
-Solo porqué tu estás ahí – y sin más se acurrucó en el pecho de su marido mientras su hijo se encargaba de llamar a un taxi
Meiling salió disparada de su piso con el bolso en la mano y vestida con un kimono rojo oscuro.
-¡Meiling te caerás! – la avisó Kaede pero ya era demasiado tarde porqué la chica se había precipitado al suelo
-Mamá… pareces una adolescente – sonrió Daisuke. Un chico de 15 años con el pelo negro y ojos oscuros
-Daisuke no le digas eso – intentó decir Kaede entre risas
-¡Ya vale no! – la mujer entró en el coche sobándose el trasero
-Todo ha sido culpa tuya – se defensa Kaede
-Claro, si yo no me hubiera encargado dejamos al perro sin comida
-Ya tenía suficiente comida eres tu la que quieres más al perro que a nosotros – dijo su hijo entre indignado y divertido
-Daisuke… ¿alguna vez te dije que eres como tu padre a su edad?
-No – la sonrisa de los dos hombres se ensanchó y fue el padre quien dijo – Porqué tu a esa edad no me conocías – los dos estallaron en carcajadas
-¡Cállate Kaede! – dijo roja de vergüenza la joven mujer Shibahime tirando un pañuelo que había por ahí haciendo que Kaede se desviara por la carretera
-¡Cuidado papá! – gritó su hijo por encima del asiento
-¡Quieres estarte quieta Meiling! – la mujer hizo un puchero y se hundió en su asiento. Los dos Shibahime's se miraron
-Mamá…
-No te enojes preciosa – Mientras Daisuke le hacia un pequeño masaje Kaede cogía suavemente su mano
-Sois unos tramposos, os reís de mi y después, como sabéis que no puedo resistirme, me hacéis cariñitos para que deje de estar enfadada
-No nos reímos de ti Meiling
-Solo que eres muy fácil de picar mamá.
-Bien. Mañana os hacéis vosotros la comida – los dos miraron con horror a la mujer que estaba la mar de feliz indicando a Kaede hacia donde tenía que ir
La mansión Li de Japón estaba muy ajetreada y es que, después de varios años, estarían reunidos los amigos de la infancia para celebrar el año nuevo.
Sakura y Yukiko con un kimono muy elegante, el de la primera era de color verde con pequeñas flores de sakura bordadas en rosa pálido, la segunda llevaba uno de color verde oscuro, liso y con un obi de color negro con detalles dorados, ayudaban con los últimos preparativos.
La puerta de entrada sonó por primera vez y Yukiko corrió a abrir la puerta.
La familia Kinomoto al completo.
-Tía Tomoyo, tío Touya – la pequeña Li hizo una inclinación correspuesta por el matrimonio – Feliz año nuevo. Nadeshiko, Aki – sonrió con alegría provocando que la chica la abrazará deseando el año nuevo y el chico hiciera un movimiento con la cabeza
-¡Nadeshiko-chan! – un chico de unos 15 años llegó corriendo hacia ella.
-Daisuke ¡Cuánto tiempo! – y es que el hijo de Kaede había sacado la pequeña "obsesión" que este tenía con la madre de Nadeshiko
-¡Yukiko-chan! – otro chico, con rasgos occidentales besaba la mano de la chica Li. Era alto con el pelo oscuro y los ojos claros.
-Satoshi… que… alegría – sonrió la chica bastante sonrojada
-Oye chaval, un poco de respeto – Aki se puso al lado de Yukiko entremedio de los dos
-Kinomoto, ya decía yo donde estabas que no hacías de perro guardián, pero… tu hermana esta sola y…
-Satoshi ya basta. Deja a Yukiko – Korin apareció de la nada del brazo de Eriol
-Korin, feliz año nuevo – saludó la señora Kinomoto
-Tonterías, tonterías, un año más y un año más vieja – la verdad era que los años si que habían pasado por Korin, aún siendo más joven que Tomoyo parecía cinco años mayor.
-Ya sabes que a mi me encantan tus patas de gallo – sonrió Eriol cogiéndola de la cintura
-¡Solo faltaría que no te gustasen! Dejas a mi hermana y te mato Hiragisawa – la voz de Kaede sonó en broma – Además, a mi me encantan las de Meiling – la mujer se sonrojó.
-Ya veis como me trata, como a una vieja – sollozó falsamente. Todos rieron, todos menos Touya, pero este sonrió al ver a Tomoyo saludar con tanta emoción a sus viejos amigos. Él nunca se había hecho mucho con ellos, los respetaba (a excepción del estúpido niño chino, pero ese no contaba) y los ayudaba si estaban en problemas pero… sus amigos eran Nakuru y Yukito.
-¡Touya! – hablando de la reina de Roma, Nakuru se abalanzó sobre el cuello del hombre – Ya no estás de mal humor, diría que Tomoyo es mágica – Tomoyo sonrió al ver como Touya fruncía el entrecejo.
-¿Por qué no entráis? – preguntó Shaoran des de la puerta
-Buena idea – Yukito, junto a Tomoyo, ayudó a Touya a entrar ya que este estaba demasiado ocupado viendo como Yue saludaba con un corto beso a su hija
-Estará bien cariño – sonrió Tomoyo al sentir el brazo de Touya en su cintura
-Si, eso es lo que más me molesta - susurró en el oído de Tomoyo, su mujer, por fin, su esposa sin que nada ni nadie se interpusiera entre ellos.
Ya está¡Se terminó¡Buuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuaaaaaaaa¡No quiero, no quiero, no quiero!
Ya está, me pasó la paranoia.
¿Qué tal ha estado¿Bien¿Mal? Es un poco diferente al registro de mi fic y no sé si estará bien o no.
Tengo varias cosas que decir... ¡Me retiro! Pero momentaniamente, pero pasaran unos cuantos días has que no me veáis por aquí otra vez aunque cuando lo haga será con otra historia de Touya y Tomoyo eso que no os quepa duda (o de Nakuru y Yukito, quien sabe) La verdad es que las razones de mi retiro es que necesito tiempo para sanear mis ideas y eso lo haré una vez termine mis fics. Con este terminado tengo uno, ya que el otro que tengo ya tengo los capis terminados. Así que espero que entengáis mis razones
¡Gracias por los reviews! Muchísimas gracias a Barbuchis, sonia, Reiko Navi-san, Astrid Zureima Corpus Lopez, shie-san, Rukia, Diosa de Dioses, Aiko. ¡Hemos llegado a los 100!
Que decir más... ¡a si! Al ser mi último capi contestaré todos los reviews que me dejéis, aclarando cualquier cosa que querías decirme. Solo eso.
¡Y DEDICAROS EL CAPI! Si, os dedico el epílogo. ¡A MIS LECTORES! Por haber estado ahí, leyéndome y apoyándome que para una escritora es muy importante. Muchos besos y pensad que este epílogo lo he hecho especialmente para vosotros.
Espero que os haya gustado el fic y os habéis divertido. Es lo único que pido
Muchos besos y se despide con un fuerte abrazo
Aya-Mery
Fic Terminado el 25 de octubre del 2005
