¡Hola!

Ya veo que os gustó el primer capítulo jejejeje ¡me ha encantado ver todos vuestros reviews!

Como ya dije, el capítulo 2 ya lo tenía escrito, pero no he podido subirlo antes, sorry. El capítulo 3 aún no lo tengo, es que tengo exámenes T.T pero está todo en mi cabeza muajajajajaja así que en cuanto pueda me pongo como loca a escribir.

Ya habéis visto que se me fue la olla con este ff, pero cuando leáis este capítulo… no se si me mataréis por escribir cosas tan absurdas jejejeje. Advierto que escribir lemmon en plan coña es tarea muy difícil ;-D

Ya os cuento más cositas al final del capítulo cuando lo hayáis leido ;-D

Y algo que me hace gracia, resulta que tengo 11 reviews en el primer capítulo y resulta también que, sorprendentemente, es la media de reviews en mis one shot! (sólo era una curiosidad, pero ¿a que es una coincidencia muy curiosa?)

CAPITULO 2

Momentos antes, Bellatrix alcanzaba a Lucius al final de la escalera. Su futuro cuñado había subido con la stripper para pagarle los honorarios de su espectáculo.

- Aquí tienes.- dijo entregándole una bolsa de galeones- guardaré la tarjeta por si otro día necesitamos un striptease.

- Vale, yo encantada.- dijo Lily disponiéndose a marcharse.

Ambos notaron que alguien les estaba observando y, al girar la vista, encontraron a Bellatrix. Lily no se sorprendió de que Bellatrix estuviera allí, había trabajado en demasiadas fiestas Slytherins como para saber que cualquier cosa era posible, incluso que hubiera mujeres en el striptease. Con un gesto de la mano se despidió, y caminó hasta las escaleras contando la bolsa con el dinero que Lucius le acababa de dar.

Lucius saludó a Bellatrix con una sonrisa pícara, inmediatamente la condujo dentro de una de las habitaciones.

- Creía que no ibas a venir, no te he visto en toda la noche.- dijo Lucius cerrando cuidadosamente la puerta.

- No soy tan estúpida como para dejarme ver por los demás.

- Has hecho bien, habrías levantado sospechas o quien sabe, puede que te hubieran acosado para que hicieras un striptease.

- Yo sólo hago striptease a mis elegidos.- dijo Bellatrix rozándose sensualmente contra Lucius.- Aunque en realidad, sí que me ha visto alguien. No he podido evitar la tentación de cruzar unas palabras con mi primo Sirius. Ya sabes, para recordar viejos tiempos.

Lucius se separó de ella, mirándola con cara extraña.

- ¿Tu primo Sirius?

- No tienes que preocuparte, me las he arreglado muy bien para quitármelo de encima.- sonrió Bellatrix, satisfecha porque su plan hubiera dado resultado.

- No entiendo de qué me estás hablando. ¿Cuándo te has encontrado con Sirius?

- Joder Lucius, estás un poco lento hoy. ¿Dónde quieres que me lo encuentre? Pues aquí en tu casa. Por si no lo sabías, no frecuentamos los mismos sitios.

Lucius tenía el ceño fruncido, meditando.

- No sé qué coño hacía Sirius en mi casa, yo no lo he invitado. Maldito entrometido…- murmuró Lucius apretando los puños.

Bellatrix pareció inicialmente sorprendida, pero luego miró a Lucius con una mirada de suficiencia, como si ella supiese cosas que él no sabía.

- Me pareció muy extraño que lo invitases, pero te aseguro que recibió una invitación. Me contó lo de la maldición.- explicó Bellatrix.

- Seguro que fue tu madre quien lo invitó. Se le va la olla demasiado a menudo.- comentó Lucius con voz de reproche.

- No creo. Mi madre odia a Sirius y no lo invitaría ni aunque estuviera delirando. Tampoco creo que haya sido Narcisa, así que… ¡Y qué más da! Según tenía entendido, tú y yo teníamos un asunto pendiente…- dijo Bellatrix rodeando el cuello de Lucius con sus brazos.

- Y vaya asunto…- dijo Lucius, tomando a Bellatrix en brazos y llevándola hasta la cama.

Se había inclinado sobre ella, besándola febrilmente por el cuello, cuando Bellatrix le apartó de un empujón.

- ¿Qué pasa?- preguntó Lucius contrariado ante tal reacción tan poco apasionada.

- ¿No olvidas algo?- dijo Bellatrix intentando levantarse, pero Lucius la empujó de nuevo a la cama.

- Creo que no. ¡Ah, ya sé!- Lucius abrió la mesita de noche y sacó un preservativo.- ¿Te refieres a esto? Los tengo de colores también¿qué color te gusta más? O si prefieres tengo unos nuevos con sabor a zumo de calabaza.

- Agg, zumo de calabaza… qué poco erótico.- protestó Bellatrix.

- Entonces ¿qué color prefieres? Hice especial hincapié en recabar un montón de color verde, aunque si quieres tengo de otros colores…- dijo Lucius sacando un puñado de preservativos verdes.- ¡Ah, mira! Tengo uno rosa… mmm no me gusta el rosa…

Lucius encontró uno de color rojo y se giró para ver si ese era del agrado de Bellatrix, pero la mujer le miraba con cara de desesperación.

- No me refería a los condones, imbécil.- dijo Bellatrix levantándose hasta la puerta, donde había dejado la varita, para después hacer un hechizo que bloqueara la entrada.

- Ah, era eso.- dijo Lucius sintiéndose un poco absurdo.- Dudo mucho que venga alguien, éstos estarán abajo de borrachera así que…

- Por si acaso, no está mal prevenir.- dijo Bellatrix volviendo a la cama.

- Y hablando de prevenir… ¿te gusta el rojo entonces?

- Cualquiera menos rojo Gryffindor, por favor.- dijo Bellatrix con voz de aburrimiento.- ¿No los tienes verdes y plateados?

Claramente, Bellatrix lo decía por fastidiar, para reírse con sutileza de Lucius y su preocupación por los colores de los preservativos.

- Oh, claro, qué tonto. Tengo una caja del modelo Slytherin, ya sabes, verdes con serpientitas plateadas, lo tenía expresamente guardado para mañana, la noche de bodas, pero bueno, si quieres los estrenamos hoy…

La cara de Bellatrix reflejaba la sorpresa de descubrir que existiera alguien tan tonto como para inventar preservativos modelo "Slytherin" y alguien aún más idiota que los comprara.

- Mira, Lucius, me da igual¿vale?- dijo Bellatrix pensando en que mejor empezaba a desnudarse ya o no acabarían nunca.

- Los compré porque quería sorprender a Narcisa mañana, creí que sería un detalle que le gustaría.- dijo Lucius, sacando uno del modelo Slytherin.

- Conociéndola, me parece que le gustaría más el rosa…

- ¿Ah, si¿tú crees?

La respuesta de Bellatrix fue más bien un gruñido de impaciencia.

- ¿Crees que estando aquí el día antes de tu boda para acostarme contigo, me importa mucho lo que hagas o dejes de hacer con mi hermana en tu noche de bodas?- explotó Bellatrix.- Como sigas así de coñazo me voy a mi casa.

- No, no, no, no te vayas, ya no hablo más de Narcisa, en serio. ¿Entonces el modelo Slytherin?

- El que te salga de la punta del…- Bellatrix decidió cambiar de frase para no tener que explicar a Lucius el significado de aquello.- El que más rabia te de¿vale?

- Ah, el que más rabia me da… entonces el rojo Gryffindor… grrr, no debí comprar este color…

- ¡Joder, Lucius! Te he dicho que el rojo no.

- Ah bueno, pues entonces el modelo Slytherin.

Bellatrix cogió el preservativo de la mano de Lucius, dando por finalizada la discusión antes de que Lucius descubriera otro color que le hiciera sentir indeciso. A esas alturas de la cita, se empezaba a preguntar cómo demonios había llegado a pensar que acostarse con Lucius podría ser algo divertido.

Sin perder tiempo, se desnudó completamente y se colocó sentada sobre Lucius, que le miraba con cara extrañada.

- Siempre he pensado que eras muy dominante, pero creía que en asuntos amorosos serías más delicada.- dijo Lucius sorprendido por la iniciativa de Bellatrix.

- Tú a callar.- dijo Bellatrix conjurando una mordaza en la boca de Lucius que le impidiera opinar.- Es sólo que no me apetece tardar media hora en discutir cada uno de los movimientos, sólo de pensar en lo que tardarías en decidir la postura para hacerlo me da aburrimiento. Así que… mejor decido yo.

Mientras tanto, Bellatrix se acariciaba sensualmente los pechos para luego coger la mano de Lucius, incitándole a que él siguiera.

- La verdad es que yo no llamaría a esto un "asunto amoroso" sino más bien "folleteo de una noche" así que la delicadeza está de más. ¿Te gustaría probar algo fuerte?- propuso Bellatrix con un destello malicioso en la mirada.

Lucius dejó de tocarla y, aunque no podía decir nada por la mordaza, se le notaba en los ojos que temía cualquier cosa que Bellatrix pudiera calificar como "fuerte" y negaba compulsivamente con la cabeza.

- Anda, no seas soso, es una oportunidad única en la vida, porque no creas que esto se volverá a repetir. Considéralo un regalito de bodas "made in Bellatrix."

Antes de que pudiera reaccionar, la camisa de Lucius había sido desgarrada de un tirón. La frente del hombre empezaba a sudar de forma escandalosa, temiendo lo que pudiera venir a continuación. Ya tenía experiencia con Narcisa. Su prometida, bajo su apariencia de no haber roto un plato nunca, se transformaba en una auténtica pantera cuando estaban en la cama, a veces incluso era demasiado violenta para su gusto. Y ahora se arrepentía de haber sucumbido a los encantos de Bellatrix, por lo que había visto lo de Narcisa no era nada comparado con lo que le esperaba.

Bellatrix se había deshecho del cinturón del pantalón, y ahora lo sostenía en la mano como si fuera un látigo, sonriéndole. Al sudor se le unió la respiración agitada, tenía miedo, mucho miedo. Aquella sonrisita de Bellatrix no podía significar nada más que algo muy doloroso. Pero aunque todo su cuerpo se encontraba paralizado por el terror, cierta parte masculina parecía tener vida propia. No podía culparse por ello ya que el cuerpo que tenía delante era de infarto.

Cerró los ojos, apretándolos mucho, y mordió la mordaza, anteponiéndose al dolor que le esperaba. Sentía las manos de Bellatrix trabajar sobre su pantalón, y temía el momento en que consiguiera quitárselos. No quería mirar y, cuando sintió que los pantalones se deslizaban por sus piernas, apretó aún más los ojos. Aunque sin verlo, notó que Bellatrix se había puesto de pie sobre el colchón. Inevitablemente, trató de abrir con disimulo uno de los ojos para no perderse la maravillosa perspectiva que se le ofrecía del cuerpo desnudo de la mujer, pero no le dio tiempo a ver nada.

¡Chas!

Bellatrix había encontrado un nuevo entretenimiento en el uso del cinturón a modo de látigo, y Lucius, como acto reflejo, cerró los ojos de nuevo y se encogió para reducir la probabilidad de que alguno de los latigazos, que golpeaban a su alrededor, le diera en cualquier parte de su cuerpo.

- Vaya, me ha molado esto del látigo. ¡Chas¡chas!- dijo Bellatrix observando el cinturón como niño con juguete nuevo.

Lanzó un latigazo hacia uno de los postes de la cama adoselada, y el cinturón se quedó agarrado, cosa que ella aprovechó para acercarse al poste y frotarse contra él como si fuera una barra de striptease. Aquello le pareció a Lucius bastante más inofensivo y se arriesgó a abrir los ojos.

- Te veo algo coartado, Lucius.- dijo Bellatrix entrelazando las piernas en el poste.- No tengas miedo, no voy a dejarte marcas. No quiero crearte problemas con Narcisa.

Imperceptiblemente, Lucius tragó saliva, asustado. No sabía qué le asustaba más, si la idea de que Bellatrix se hubiera dado cuenta de que tenía miedo, si la idea de cómo Bellatrix no iba a dejarle marcas o que Narcisa descubriera que había tenido una sesión de sado sin ella.

- ¿Preparado para la gran sorpresa?- dijo Bellatrix, rozándose contra el poste de arriba abajo. Le miraba de forma viciosa mientras pasaba su lengua a lo largo de la madera.- Te advierto que nadie ha sido capaz de resistirse a esto…

Lucius se debatía contra su erección. Volvía a sudar de pánico, pero lo que Bellatrix le hacía al poste de la cama con la lengua se veía tan sugerente…

Bellatrix se bajó de la cama con la varita en la mano. Lucius volvió a cerrar los ojos esperando lo peor, pero cuando los abrió se encontró con algo totalmente inesperado.

Bellatrix, o lo que al menos parecía ser ella, estaba de espaldas a la cama. Frente a él, una especie de pantalla mostraba a unas chicas japonesas con un micrófono en la mano, y entonces comenzó una musiquilla. En la pantalla comenzaron a salir unas letras que iban iluminándose. (Lucius no sabía que aquel invento muggle se llamaba karaoke). Y Bellatrix se dio la vuelta. Imponente.

La mujer, que un rato antes parecía amenzarle con la más extraña de las torturas, se encontraba vestida con un minúsculo uniforme de Slytherin, minúsculo pero muy sexy. Unos pompones verdes adornaban dos coletas altas y un enorme chupa chups aclamaba ser lamido de un momento a otro. Bellatrix tenía razón, era imposible resistirse a eso, la imagen de colegiada pervertida era demasiado atrayente. Pero no quedaba ahí la cosa, cuando parecía que nada podía ir a mejor, Bellatrix comenzó a bailar y cantar al son del karaoke.

- Oh baby, baby how was I supposed to know that something wasn't right here. Oh baby, baby I shouldn't have let you go and now you're out of sight, yeah. Show me how want it to be, tell me baby 'cause I need to know now, oh because…

Si no hubiera estado tan impactado por lo que estaba viendo, y si no fuera porque la excitación estaba a punto de matarle de placer, se hubiera levantado para acompañarle en la coreografía. Era incomprensible cómo una mujer como Bellatrix era capaz de parecer una colegiala necesitada y, menos comprensible, cómo era capaz de bailar de aquella forma tan rematadamente erótica. Los pasos perfectamente ensayados, el caramelo dejaba de parecer un caramelo para parecer un objeto de vicio, el escote de la escueta camisa a punto de explotar, con la grata presencia de la serpiente de Slytherin sobre uno de sus pechos, la mini falda enseñando lo justo cada vez que se agachaba.

- My loneliness is killing me.- Bellatrix ponía cara de adolescente virginal para después devorar el enorme caramelo por completo.- I must confess I still believe when I'm not with you I lose my mind. Give me a sign.- ahora miraba a la abultada entrepierna de Lucius con gesto lascivo, desde luego era la señal que esperaba.- Hit me baby one more time.

Se acercó a la cama, levantándose la falda para que Lucius le diera un cachete en el culo. Con aquellas delicadas braguitas de encaje la tentación era aún mayor. No sólo le dio el merecido cachete por niña mala, sino que se llevó de un tirón las braguitas de encaje.

- Te dije que nadie es capaz de resistirse.- dijo Bellatrix, sentándose sobre Lucius y liberándolo por fin de la presión de los boxers de seda verde con juguetonas serpientes de colorines al estilo manga.

Lucius clamaba sin voz que también le liberara de la mordaza, para poder gritar cuanta guarrería se le ocurriera a aquella colegiala traviesa, pero Bellatrix creyó oportuno seguir manteniendo el control de la situación. Otro toque de varita, y los ojos de Lucius parecían salírsele de las orbitas a la vez que un escalofrío premonitorio le sacudió el cuerpo entero. Su miembro parecía un pastel de cumpleaños cubierto de sirope de fresa, trocitos de chocolate de colores y una ridícula, pero excitante, guinda roja en la punta. La mirada de Bellatrix desbordaba glotonería mientras se relamía los labios.

Lucius era incapaz de pensar cuando, poco a poco, todo aquel empalagamiento de dulces iba desapareciendo. Entre el éxtasis, los únicos pensamientos que le venían a la mente era que Narcisa debería dejar a un lado su traje de cuero negro y sus grilletes para ponerse más a menudo el antiguo uniforme de Hogwarts, a ser posible el que usaba cuando estaba en primer o segundo curso, y por otro lado, observando el vertiginoso cuerpo de Bellatrix (las pocas veces que era capaz de abrir los ojos) se preguntaba cómo era posible que no hubiera engordado comiendo tantos dulces si le hacía ese numerito a Rodolphus todas las noches.

Sabiendo bien cuando dar por finalizado el tema, Bellatrix se retiró ante la mirada disgustada de Lucius. Sus labios tentadores con algunos rastros de sirope de fresa. Eliminó el hechizo mordaza para inclinarse sobre Lucius, quien no tuvo reparo en hacer desaparecer el resto de sirope de sus labios carnosos. Se besaban, y sin que se diera cuenta, Bellatrix se desprendió de la camisa del uniforme. Lucius recorría sus labios y su cuello, y al descubrir que no sabía cómo la camisa había desaparecido, descendió hasta el pecho.

- Sorpresa. Es ropa interior comestible. Creo que me volveré a poner las bragas ¿no?- guiñó Bellatrix.

Como no recibió ninguna queja ante la idea de volver a ponerse las bragas comestibles, las recogió y al momento de entrar en contacto con la piel, se convirtieron en una lámina de caramelo adherida al cuerpo, al igual que el sujetador que Lucius devoraba para su satisfacción.

El caramelo desapareció de sus pechos, dejándoselos húmedos y muy duros, pero Bellatrix aún pensaba que lo mejor estaba por llegar. Efectivamente, Lucius bajó hasta donde las bragas comestibles relucían tentadoras. Entre jadeos y escalofríos, su cuerpo quedó limpio de sustancias dulces.

- No sabía que existiera ropa interior comestible. ¿También hay para hombre?- preguntó Lucius muy interesado por poner en su vida el toque picante de la ropa interior comestible.- ¿Hay de más sabores?

- Desde luego no con sabor a zumo de calabaza.- dijo Bellatrix haciendo alusión al poco atractivo sabor de los condones que Lucius le había ofrecido antes.- Te sorprendería saber quien me habló de la ropa interior comestible…

- ¿Ah, si?- preguntó Lucius muy curioso por saber a qué otra mente pervertida, aparte de la de Bellatrix, le gustaba usar ropa interior comestible.

- El Señor Tenebroso.- respondió Bellatrix haciéndose la interesante.

- ¿Cómo es que el Señor Tenebroso te habló de la ropa interior comestible?- Lucius estaba demasiado en shock con todas las imágenes que se le agolpaban de repente.- ¿Él usa ropa interior comestible? Pero… ¿para quién¿por qué él te habla de esas cosas y a mí no? Se supone que soy uno de sus más fieles mortífagos, creía que tenía suficiente confianza conmigo para hablar de sexo…

Bellatrix se reía, sin intención de responder hasta que Lucius diera unas cuantas suposiciones más.

- ¿Cómo descubrió él que existía la ropa interior comestible? No me lo imagino entrando en las tiendas esas de Sex-Shop del callejón Knockturn…

- A ver, Lucius… El Señor Tenebroso no usa ropa interior comestible, usa tanga, y para ser exactos, tanga de piel de dragón.- Bellatrix hizo una pausa para la consiguiente pregunta de Lucius.

- Auch, eso tiene que raspar un montón.- comentó Lucius con cara de asco y sorpresa- ¿Y tú cómo sabes eso?

- Una noche con él fue lo que me regaló para mi boda.- dijo Bellatrix con una sonrisita pícara que despertó la envidia de Lucius.- Vamos¡no me mires así, o tendré que creer que querías pasar una noche con él como regalo de bodas.

- ¡No es eso! Joder, me estoy dando cuenta de que te estima más a ti que a mí.- dijo Lucius poniendo carita de perrito abandonado.

- ¿Es que acaso lo dudabas?- preguntó Bellatrix muy orgullosa, para ahondar en la herida.

Lucius decidió callar, intentando asumir que Bellatrix le llevaba una gran ventaja frente al Señor Tenebroso. En seguida, observando el cuerpo perfecto de su futura cuñada, se le desvanecieron las dudas. Con un cuerpo así, era lógico que hasta el Señor Tenebroso hubiera caído en la tentación. Se intentaba autoconvencer de que, a pesar de lo que Bellatrix opinara al respecto, todo había sido una artimaña del Señor Tenebroso para beneficiársela.

- No te dejes engañar por las apariencias, el Señor Tenebroso es un amante fuera de lo común.- dijo Bellatrix recordando con ojos soñadores para dar más envidia a Lucius.

- Mejor dejamos de hablar de él si no quieres que nuestra noche de sexo quede inconclusa.- dijo Lucius mirándose la entrepierna.- La idea del Señor Tenebroso desnudo no me da ningún morbo.

- Eso es porque no lo has visto.- dijo Bellatrix mordiéndose el labio inferior con deseo.- Pero bueno, como quiero que acabemos lo que hemos empezado, dejaré de hablar de él. Aunque antes te revelaré un secreto. El Señor Tenebroso es un gran emprendedor y creó ésta marca de ropa interior comestible para invertir su dinero.

Lucius se quedó muy sorprendido al oírlo. Creía que el Señor Tenebroso invertiría su dinero en cosas más letales y útiles para su causa, no en artilugios eróticos. Aunque su duda ahora cobraba más sentido. Se había preguntado a qué mente pervertida, aparte de Bellatrix, le gustaba la ropa interior comestible. Ahí la respuesta. ¿Había alguna mente más pervertida, en todos los sentidos, que la del Señor Tenebroso?

- Volviendo al tema que nos ocupa…- dijo Bellatrix deslizando su mano por el pecho de Lucius.- ¿No tendrás una "valadora", verdad?

- ¿Una qué?- preguntó Lucius, intentando imaginar qué clase de juguete sexual sería una "valadora".

- Va-la-do-ra.- dijo Bellatrix especificando claramente las sílabas.- Imagino que no, qué lástima, porque es un invento genial, todas las parejas del mundo mágico deberían tener una en casa. Creo que os regalaré una a Narcisa y a ti. Seguro que a ella le encantará.

- ¿Qué es eso?- preguntó Lucius, nuevamente asustado. La referencia a que a Narcisa podría gustarle le hacía pensar en algún tipo de objeto punzante y doloroso.

Bellatrix se incorporó en la cama, mirándolo con ojos destelleantes de la emoción, para explicarle el funcionamiento del artefacto.

- Me da un poco de vergüenza admitirlo pero es un invento muggle. Cuando acabemos nuestra lucha por exterminarlos deberíamos dejar unos cuantos de los más listos para que sigan inventando algunas cosas como ésta. Oh, creo que podré hacer aparecer una ¿quieres probarla?

- ¿Duele?- dijo Lucius, temeroso.

- No, qué va, todo lo contrario. Es uno de los mejores accesorios sexuales que he visto, aunque no entiendo por qué no lo venden en los sex shop.

Aquella explicación no tranquilizó mucho a Lucius pero decidió confiar en las palabras de Bellatrix al afirmar que no dolería. Después de lo que había visto esa noche, podía confirmar que en comparación con Narcisa y su vena sado, Bellatrix era mucho más inofensiva. Con un toque de varita, una caja blanca bastante grande apareció en medio de la habitación.

- Un momento, tengo que apañarla un poco para que no necesite electricidad ni agua. Aún no he conseguido averiguar para qué utiliza el agua este chisme.- dijo Bellatrix afanándose con el aparato.

- ¿Cómo funciona eso?- preguntó Lucius, que veía la "valadora" como un objeto muy poco llamativo para ser un juguete erótico.

- Ahora lo vas a ver.- dijo Bellatrix sonriente.

Se sentó sobre la "valadora", abriendo las piernas incitantemente. Con aquella visión, la líbido de Lucius volvió a resurgir de forma instantánea. Se acercó a ella, aunque con un poco de reparo por no saber el funcionamiento de aquella cosa. Bellatrix enroscó las piernas alrededor de la cintura de Lucius y éste hizo lo que tenía que hacer. El ritmo, al principio suave, fue aumentando poco a poco, los dos gemían y Lucius ya se había olvidado que en algún momento la valadora tendría que entrar en el juego. Cuando ya llevaban un buen rato y el ritmo se iba volviendo cada vez más acelerado, Bellatrix hizo la proposición.

- ¡Ahora! Dale al botón de la derecha, el que pone centrifugado.- alcanzó a decir entre jadeos y gemidos.

Lucius no tenía ni idea de lo que significaba el botón de centrifugado, pero estaba tan excitado que no podía pararse a pensar, así que obedeció la orden de Bellatrix y apretó el botón. En seguida, la caja empezó a dar sacudidas, vibrando, y Bellatrix parecía estar volviéndose loca entre las embestidas de Lucius y el movimiento vibratorio del aparato sobre el que estaba sentada. Consiguieron acabar justo cuando la "valadora" se paró.

- ¿Qué te ha parecido? Genial¿verdad?- dijo Bellatrix empapada de sudor.

- Tienes razón, todas las parejas del mundo mágico deberían tener una en casa.- dijo Lucius gratamente sorprendido por la experiencia.

- Yo propondría que las hicieran más pequeñas, no sé para qué tanto trasto, aunque supongo que la altura es la ideal. Algún día tengo que averiguar para qué sirve esta puerta.- dijo Bellatrix señalando una puerta circular que había en la parte frontal.

Ambos se encontraban bastante cansados y decidieron descansar un poco en la cama antes de que Bellatrix se marchara a su casa junto a su marido.

- ¿Te apetece un cigarrillo?- invitó Bellatrix haciendo aparecer una cajetilla.

- ¿Tú fumas?- preguntó Lucius sorprendido.- ¿Acaso no sabes que es malo?

- No suelo fumar, pero tienes que admitir que el "cigarrito de después" es todo un clásico.

Lucius, más que nada por no llevarle la contraria, aceptó el cigarro.

- Además, tengo que confesarte que ésta marca precisamente es inofensiva para los sangre limpia.- explicó Bellatrix poniendo cara interesante para que Lucius sintiera curiosidad.

- ¿Cómo es posible eso? El tabaco es malo para todo el mundo.

- ¿No recuerdas que el Señor Tenebroso estaba ideando una forma discreta de eliminar muggles y sangres sucia?- Bellatrix mostró la cajetilla donde venía escrita la marca del tabaco "Marvolo".- ¡Pues aquí la tienes! Lleva un hechizo que los hace inofensivo a los sangre limpia¿no es una idea magnífica? Muajajajajajajajaja.

- Sí, es genial, muajajajajajaja.

- ¡MUAJAJAJAJAJAJAJA…!- la risa maquiavélica de Bellatrix se vio interrumpida por un destello que irrumpió en medio de la habitación y de la que apareció una figura.- ¿Sirius?

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Más o menos media hora antes, Sirius y Lily se encaminaban a abrir alguna de las puertas donde Sirius le contara detalladamente las sospechas de su estado bajo maldición.

- Alohomora.- dijo Lily apuntando con la varita a la primera puerta que encontraron.

Pero, sorprendentemente, la puerta permaneció cerrada aún utilizando el hechizo.

- ¿Ves como no era tan fácil?- dijo Sirius haciéndose el listillo y Lily le miró arqueando una ceja.

- No intentes engañarme, sé muy bien que antes ni siquiera intentaste usar la varita.- dijo Lily.- Lo raro es que si está cerrada con otro tipo de hechizo debe ser por algo…

Hubo unos segundos de silencio entre los cuales Lily observaba la puerta con aire detectivesco.

- Tampoco se oye nada…- Lily seguía examinando la puerta con el oído pegado.

- ¡Y qué más da! Pues buscamos otra y punto, te recuerdo que estoy tratando de que me ayudes a descubrir qué maldición ha recaído sobre mí, no a cotillear las casas ajenas.- protestó Sirius, tirando del brazo de Lily para acercarse a la puerta siguiente.

- Empiezo a creer que realmente tienes una maldición, es imposible que seas tan tonto.- comentó Lily, a lo que recibió una mirada enfadada por parte de Sirius- A ver, estamos en casa de los Malfoy ¿no? Los Malfoy son una familia Slytherin partidaria de Quien-no-debe-ser-nombrado, hay una puerta cerrada con un hechizo extraño ¿No crees que aquí detrás podría haber algo delatador?

- Con ese cerebro aún me pregunto por qué trabajas como stripper y no como Ministra de Magia.- dijo Sirius haciendo gala de su ironía.

- Ya te he dicho que pagan bien.- respondió Lily pasando de hacerse la ofendida.

- ¡Ja! Acabo de acordarme de algo…

- Shhh, no me dejas pensar.- Lily se había agachado examinando cuidadosamente cada centímetro de la puerta.

- Sí, sí, sí, es que no te conviene escuchar lo que tengo que preguntarte por eso me cambias de tema.

- Podrías ayudarme a encontrar un hechizo para abrir la puerta en lugar de hacer el payaso.

- ¿Por qué Quejicus sabía que eras tú la stripper?- preguntó Sirius con cara maliciosa.- ¿Eh? Porque vaya proposición indecente que te hizo. ¿Has trabajado para él? Como se entere James, fijo que anula la boda.

Lily dejó de mirar la puerta para darse la vuelta y encarar a Sirius con total serenidad.

- ¿Eh¿eh¿eh?- insistía Sirius como si hubiera dado con el punto débil de Lily.

- Qué lástima, si es que el pobre no da para más. Qué voy a hacer, habrá que quererlo igual.- murmuró Lily.

- ¿Qué estás mascullando?- dijo Sirius mirándola con los ojos entornados- No te atreves a confesar ¿verdad?

- Mira, Sirius, si tú y James no os hubiérais pasado todos los años de Hogwarts mirándoos al espejo os habríais dado cuenta que desde siempre Snape estuvo enamorado de mi. Me repasaba de arriba abajo cada vez que me veía¡sería capaz de reconocerme incluso dentro de un saco!

- Vaya, me estoy dando cuenta de que soy poco observador.

- Más bien yo diría que nada observador. Y ahora, si no te importa, no me voy a ir de aquí sin descubrir qué hay detrás de esa puerta.- dijo Lily apostándose sentada delante de la puerta como si estuviera haciendo huelga de hambre.

- Sí, eso, tú pierde el tiempo mientras la maldición puede estar matándome por dentro.- dijo Sirius muy resentido.

- No seas exagerado, ni siquiera estás seguro de que tengas una maldición.

Al cabo de unos minutos escasos en los que Lily no dejaba de observar la puerta y Sirius resoplaba dando vueltas a su alrededor intentando impacientarla, por fin Lily pareció encontrar la solución para satisfacer su curiosidad.

- ¡Ya lo tengo!

- Por fin.- exclamó Sirius con aburrimiento- Como alguien nos pille cotilleando se nos va a caer el pelo.

- Anda ya, se supone que la fiesta aún no ha terminado, por lo que se puede escuchar desde aquí los invitados aún siguen abajo. Ahora mira, si estás interesado, claro.

- Qué remedio, ya me pica la curiosidad.- dijo Sirius encogiéndose de hombros y colocándose al lado de Lily.

- Revelio.-dijo Lily susurrando y apuntando con la varita a la puerta.

La puerta de la habitación se transformó en una lámina transparente, como si fuera un cristal. De momento, ninguno de los dos fue capaz de decir nada sobre lo que ocurría al otro lado. Sirius hizo el ademán de apartarse del cristal, temiendo que desde el interior pudieran verles.

- Tranquilo, no nos pueden ver, por dentro sigue siendo una puerta. Tampoco nos pueden oír, si te has dado cuenta no podemos escuchar nada, deben haber hecho un hechizo de impasibilidad.- comentó Lily cuando se había recuperado de la sorpresa.

Habían interrumpido justo cuando Lucius saboreaba la ropa interior comestible de Bellatrix. Lily, aunque sorprendida por la extraña pareja, se sintió algo decepcionada por no encontrar algo realmente interesante. Pensando que ya había visto suficiente, se apartó de la puerta. Sirius permanecía con la cara pegada al cristal sin intención de abandonar el espectáculo y un codazo de Lily le despertó de su éxtasis.

- ¡Sirius!- regañó Lily- ¿es que piensas quedarte ahí todo el día?

- Sólo un poquito más.- dijo Sirius, volviendo a fijar la vista para no perderse detalle.- ¿Pero tú has visto qué pedazo de tetas? Y… ¡vaya culo, por Merlín! Y ya ni te digo el…

- ¡Ya basta! Por si no te has dado cuenta no estoy nada interesada en la anatomía de tu primita.- dijo Lily mirándole con los ojos entrecerrados.

Lily, con mirada vengativa, apuntó a la puerta para hacer desaparecer el hechizo espejo. Al instante la puerta volvía a ser opaca. Sirius se volvió hacia ella con cara de desaprobación.

- ¿Pero qué haces? Dame eso.- dijo intentando quitarle la varita a Lily.

- Como parece que ya se te ha ido la preocupación por la maldición que está a punto de quitarte la vida, mejor me vuelvo a casa.- amenazó Lily.

La mujer echó a andar de vuelta a las escaleras. Después de unos metros, y percatándose de que Sirius no la estaba siguiendo, se giró hacia él con los ojos en blanco, como si estuviera ante una causa perdida. Tal y como había imaginado, Sirius seguía plantando delante de la puerta, aunque, para su sorpresa, no estaba tratando de volver a hacer el hechizo sino que se le veía pensativo y con una extraña expresión de remordimiento.

- ¿Se puede saber qué te pasa ahora? Yo me voy, si quieres venir, pues ven, pero no me voy a quedar aquí esperando a que te decidas.- dijo Lily con los brazos cruzados y golpeando el suelo con el pie de forma impaciente.

- Creo que la investigación sobre mi maldición podrá esperar un poco. Siento la urgente necesidad de hacer el bien.- declaró Sirius con tono solemne.

Lily se descojonaba de risa por lo que acababa de oír.

- Espero que no necesites mi ayuda para tu reciente ilusión por salvar al mundo.- dijo Lily en tono mordaz- Yo creo que te haría falta un traje de superhéroe para meterte en el papel.

- Pues mira, no estaría mal, y luego, cuando tengas un hijo se lo regalaré para que siga los pasos de su querido padrino.- dijo Sirius siguiéndole la broma.

- Ja¿quién te ha dicho que vayas a ser padrino de nadie?- dijo Lily para picarle- mejor deja a mi futuro hijo tranquilo, no creo que le haga ilusión ser el superhéroe de turno. Pero ya fuera de bromas¿qué quieres decir con que sientes necesidad de hacer el bien?

- Tía, es obvio ¿no? Mi prima Narcisa se casa mañana y acabo de pillar a su prometido demasiado entretenido con su hermana. ¡Es demasiado fuerte! Pobrecilla, por muy engreída que sea creo que se merece saberlo.

- Yo en tu lugar me quedaría mejor calladito. ¿Qué más te da? Juraría que no es la primera ni última vez que Lucius le pone los cuernos a tu prima. ¿Quién te dice que Narcisa no se los pone a él también?

Aunque estuviera de acuerdo con Lily en que todo estaría mejor si no se inmiscuía en el tema, algo en el fondo de su corazoncito le decía a Sirius que tenía que intervenir. Seguramente, en otras condiciones, ni se habría molestado en pensar en la pobre e ignorante Narcisa. Sospechaba que esa repentina vena altruista se debía a la maldición que pesaba sobre él y no sabía por qué era incapaz de pasar del asunto.

- Voy a ir a avisar a Narcisa, todavía está a tiempo de anular la boda.- dijo Sirius con gesto decidido.

- ¿Y cómo piensas entrar en su fiesta?- preguntó Lily, intentando que Sirius recapacitara y se dejara de tonterías.- Si la boda se anula por tu culpa, no quiero ni pensar en lo que te ocurrirá, puede que incluso tengas que exiliarte, hacerte la cirugía para cambiar de aspecto y ser irreconocible…- Lily había jugado su última baza sabiendo lo mucho que Sirius apreciaba su físico.

- Bah, ya me odian de todas formas, una cosa más me da igual. Pero eso sí, soy Gryffindor, valiente, nada de cirugías estéticas ¿eh? Estoy demasiado perfecto como para empeorarme voluntariamente. Tú tranquila, es algo que debo hacer yo sólo, me lo dice mi conciencia. Ya hablaremos mañana sobre mi maldición.- expuso Sirius completamente decidido.

- Bueno, allá tú y tu conciencia. Sólo te diré que tengas suerte.- dijo Lily, ligeramente temerosa por las consecuencias de las locuras de Sirius.

Los dos bajaron las escaleras. En el salón, los invitados parecían haber tomado demasiadas copas de más, habían dejado de perseguir a Snape y se entretenían vertiendo recuerdos por turnos sobre un pensadero. A juzgar por lo poco que se podía entender de las exclamaciones y lo borrachos que estaban, los recuerdos debían ser muy interesantes. La diversión era tal que ninguno se dio cuenta de que Lily y Sirius cruzaron de puntillas hacia la salida.

Fuera del terreno de la mansión Malfoy, Lily y Sirius se despidieron para tomar caminos opuestos.

Bueno, espero que os haya gustado tanto como el primer capítulo XD.

A ver, cositas… No he podido evitar meter más Sirius-Lily, es que me resulta una pareja cómica muy divertida ¡qué gran descubrimiento! En este capítulo he querido dar un giro a lo que normalmente pensamos de Bella y Narcisa, siempre es Bella la que aparece medio sado jejejeje, pero aquí he querido que sea Narcisa la que tiene su lado oscuro, y bueno, Bella con su actuación de colegiala pervertida cantando Britney Spears pues… es algo, como ella misma advertía, muy fuerte XD. Luego la referencia al tabaco "Marvolo" jijijiji, que conste que con esto no estoy induciendo a nadie al hábito de fumar ¿eh? Pero es que se me ocurrió y me hizo mucha gracia. Por si alguien no lo ha pillado, Marvolo es en la versión inglesa el nombre de Sorvolo (Tom Sorvolo Ryddle), pero claro, en la versión española Sorvolo no tenía la misma gracia jejejejeje. Tampoco he podido evitar la alusión a Harry como futuro héroe jijiji (qué malvada soy).

En el siguiente capítulo veremos como Sirius se lo cuenta a Narcisa jijijiji, y no se si necesitaré un capítulo extra para un epílogo, porque quizás sea demasiado largo para explicar muchas cosas. En todo caso el epílogo sería cortito. Ups, si al final acabará dando el ff para 4 capítulos ¬¬

Ahora os cuento que he estado haciendo investigaciones. Como he visto que os gustó lo de "Gran Canuto" pues me he puesto a buscar el ff donde aparecía lo de "Pequeño Dragón" y bueno, resulta que la chica que lo escribió ha borrado todos sus ff, así que no os puedo decir donde leerlo.

Otra averiguación que he hecho es que en ningún sitio los de esta página dicen que está prohibido contestar reviews, se pueden poner breves notas de autor en los capítulos (¿breves? XD) pero lo que no se puede hacer es ocupar un capítulo enteramente con notas de autor o contestaciones de reviews. Yo les sugeriría que si les molesta que contestemos reviews, hagan como tienen las de Slasheaven, que la autora contesta en el propio review sin ocupar sitio en el texto.

¡Ah! Se me olvidaba. No os conté que gané el concurso al que me presenté (organizado por Story Weavers y Potter y Cía (sede de la Orden siriusana). Me hizo mucha ilusión, porque me costó horrores acabar el ff a tiempo de subirlo y además era una idea rara que tenía por ahí merodeando y decidí adaptarla para el ff. Si queréis leerlo está en mi profile como Killing me softly. Y ahora a ver si puedo leer el resto de ff que se presentaron al concurso, que seguro fueron geniales.

Ahora sí¡contesto reviews!

Danybel: ¡Qué rápida, chica! Fuiste la primera jejeje. Me alegro que te haya gustado y a ver si este te gusta también. Ya pronto podremos hablar por el msn y me contarás si subiste el Lily/Sirius/James que me prometiste. ¡Besitos!

April Potter: XD ¡fuiste la primera en leer algo de este ff! Me alegro que te gustara, y ya ves, muy en nuestro estilo erótico-festivo-absurdo jejejeje. ¡Tienes que subir tu ff! Y ánimo si quieres escribir otro ¡tienes talento para la comedia, creo que ya te dije que me inspiró mucho leer tu ff jejejejeje. Ey¡ya estamos en septiembre! Ya puedes leerlo. ¡Besitos!

Samantha Bellatrix Evans: ¡Hola! Qué bien encontrarte por este ff también. Aún no me he pasado por el foro, pero ya me han contado que borraron dos fics míos allí T.T De todas formas yo los subo todos aquí así que… ¡tendréis que aguantarme mientras queráis seguir leyéndome! (espero que sea mucho tiempo jejejeje) Muchas gracias por pasarte y me alegro que te haya gustado. ¿No te esperabas que fuera Lily? XD ¡de eso se trataba! Besitos.

Black Berries Fairy: Veo que lo de Lily causó sensación jejejejeje. Me alegra que te gustara y que me dejaras review¡y que te pases por mis ff! Ya me contarás que te ha parecido este capítulo. ¡Besitos!

Carly McKinnon: ¡eh, my little sis! El ff de "Pequeño Dragón" era de Marbius en Slasheaven (sí, la misma de cadaver exquisito jejeje, y era sobre un piercing ¿no te suena?) ¿Te gustó la aparición de Sev? Jejeje, es que siempre es bienvenido, aunque no sé, a mi no me pareció que estuviera sexy… (bah, Sev siempre está sexy!) y claro, tenía que aprovechar para meter el Sev/Lily que tanto me gusta jejejeje. Ya me dirás cuando leas este capítulo si Bellatrix no es cómica XD (es que Bella es cómica de cualquier forma, aunque no haga nada gracioso, me resulta igualmente divertida) ¡espero verte pronto! Besitos.

Vedda: Yo no he estado nunca en una despedida de solteros, pero imagino que debe ser algo parecido jejejeje. Me alegra que te haya gustado y me alegra ver gente nueva por mis ff ¡besitos!

Agus y Moony: Ay chicas, me alegro que os gustara. No sabía si os iba a gustar que tomara el ff por el terreno cómico. Uff, menos mal que os gustó jejejeje. Acabo de llegar hoy mismo y aún no he podido leer ff, pero el vuestro está entre los primeros, os lo prometo. En seguidita tendréis mi review. ¡Besos, chicas!

Joanne Distte: ¡wow vaya macro review! Veo que te gustó jejejejeje. Ya ves, es que Sirius en humor absurdo es lo mejor jejeje (ya verás cuando escriba "tío, me aburro" XD) ¡Ay, tu me comprendes! Sólo fanáticas de Bella somos capaces de encontrar a Bellita graciosa jejejeje, como le decía a Carly, que Bella es igualmente divertida aunque no haga nada gracioso, la tía es un puntazo jejejeje. Ya me contarás que te parece éste jejeje¡aquí Bella se nos desmadra! Ya te aviso cuando me conecte al msn, es que creo que hoy (dia 5) voy a estar un poco liada, pero mañana seguro que si puedo. ¡Besitos!

Pink Mushroom: ¡Otra nueva lectora! Me alegra que te haya gustado ;-D ¿así que te gusta Sirius? Yo al final, tanto escribir de él me he acabado enamorando (blush). Si te gustan los Bella/Sirius tengo unos cuantos ;-D, y si te gusta el humor, tengo Behind the magic donde próximamente habrá sección especial dedicada a Sirius. ¡Besitos!

Dream- Kat: ¡Holitas! Me alegra que te gustara. Chica, tengo que pasarme por tu ff ¿tu ganaste el tercer premio del concurso, verdad? Poquito a poco me iré poniendo al día de todos los miles de millones de ff atrasados que tengo por leer. Espero que leas este capítulo también y que te guste. ¡Besitos!

Ilu McWarry: ¡Otra nueva lectora! Wow, esto es genial. Espero que leas este capítulo y te haga tanta gracia como el anterior. Es un gustazo leer vuestros reviews y ver que os lo habéis pasado bien con mi paranoia XD. ¡Besitos!