Parte 2: "El reencuentro esperado"
"Me escribió, me escribió" decía Sora mientras saltaba con una gran sonrisa en el rostro.
Yuri la vio y sonrió al mismo tiempo que fruncía el entrecejo. Le agradaba ver a Sora tan feliz… pero el motivo era que alguien le había escrito. Esperaba que no sean uno de ellos dos.
"¿Quién te escribió preciosa?"
"¡Luca!"
Maldición. Ya le parecía que ese moreno no se iba a dar por vencido solo porque Sora se había apartado de su lado. Pasó tanto tiempo que el creyó que se había olvidado de ella. Por lo visto cuando el moreno tenía interés por algo iba tras ello hasta conseguirlo. Esta noticia cortaba con las esperanzad de Yuri. Bueno… él sabía muy bien que Sora no era alguien fácil de olvidar. Eso tenía que reconocerlo.
"¿Y que dice?" dijo con lo que fue una imitación de una sonrisa.
"Dice que quiere verme y que pronto va a poder estar conmigo" expresó contentísima de que así fuera.
"En serio… -dijo fingiendo interés- ¿Y cuando va a ser eso?"
"No se. Solo dice que pronto –lo miró luego de leer algo en el papel que traía en la mano- ¿Quieres leerlo? Lo imprimí para tenerlo como recuerdo" (Le había escrito por mail ¡eh!)
Yuri asintió y agarro el papel. El mail decía esto:
"Amor de mis amores:
Eh descubierto que has despertado en mi otro sentimiento aparte de los celos, y es la añoranza. Te extraño mucho, no tanto como imagino que me extrañas vos, pero la verdad es que casi no puedo dormir de tanto que pienso en los momentos que pasamos juntos. En tus besos, tus sonrisitas, tu cuerpo…
En fin, estoy volviendo loco a mi jefe para apresurar todo acá y viajar a reencontrarme con mi amorcito lo antes posible.
Por cierto que tuve que remover cielo y tierra, hacerla de detective y otras prácticas poco legales para saber donde demonios te escondió ese rubio posesivo que dice ser tu amigo. Me costo mucho, pero por suerte pude conseguir tu dirección de mail.
Hace mucho que quería comunicarme con vos pero por todos estoy inconvenientes no pude. Debes de sugerirle al rubio que tú no eres de su propiedad y que aunque te esconda en el último rincón del mundo te voy a encontrar. Porque aunque él no quiera aceptarlo estamos conectados.
Bueno te deseo todo lo mejor y antes de que enloquezcas de ganas de verme voy a estar a tu lado.
Te quiere y te extraña GIANLUCA FERRO.
Yuri miró a Sora con el entrecejo más fruncido que antes. A su vez ella lo miraba con una sonrisita picara.
"¿Lo leíste todo?"
"No, ya termino" volvió sus ojos al mail que tenia dos líneas más.
"PD: Seguro que ese rubio va a leer esto, por eso esta escrito así. Hagas lo que hagas no vas a poder separarme de ella rubio"
Yuri tuvo que aguantarse las ganas de no hacer un bollo con el papel y arrojarlo lejos.
Volvió a levantar la vista hacia Sora y vio que ella estaba aguantándose las ganas de reír. Le había dado apropósito el mail para enojarlo. Esta nueva Sora tenía un humor muy pesado. Con mucha delicadeza plegó el papel y se lo devolvió a su dueña.
"Supongo que estarás contenta" dijo en tono cortante.
"Sip… y Yuri…"
"¿Qué?" dijo con aspereza.
"¿No vas a hacer un drama de esto no?"
"¿Por qué debería de hacerlo?" preguntó fingiendo sorpresa.
Ella suspiró.
"Te conozco Yuri, se que no aguantas a Luca y te molesta que quiera verme"
"Te equivocas, lo que haga ese moreno me tiene sin cuidado" dijo desviando la vista.
Como ella bufó el volvió a mirarla.
"¿A que viene eso? ¿Acaso no me crees?" dijo levantando ambas cejas.
"No –levantó las manos como gesto de exasperación- si ni quiera lo llamas por su nombre. Te referís a él como "el moreno". Y cada vez que hablo de él pones esa cara –el estaba frunciendo el entrecejo- y cuando hablan entre ustedes pareciera que se quisieran sacar los ojos"
"Él y yo nunca nos pelamos preciosa, siempre nos hablamos con cortesía" dijo cruzando los brazos.
"Cualquiera que no los conociera pensaría eso. Pero yo noto el sarcasmo, la ironía y las palabras escondidas que llevan sus diálogos" dijo ella cruzando los brazos también.
Yuri suspiró resignado, esta nueva Sora era muy testaruda (mira quien habla ¬¬) y cuando creía que tenia razón el algo no daba marcha atrás en la discusión. Y como esta vez si tenía la razón él se dio por vencido.
"Esta bien preciosa… intentaré llevarme bien con el moreno –como Sora enarcó una ceja e hizo una mueca él se corrigió- con… Luca, cuando lo volvamos a ver"
"Me parece muy bien" y sonriente y contenta por haber ganado esta batalla salió de la habitación. No sabía que le pasaba pero desde hace tiempo se sentía extrovertida y… medio descarada que antes. A veces, cuando lo pensaba, no podía creer sus reacciones o sus palabras frente a determinadas situaciones. Simplemente no se podía contener. Tampoco sentía remordimientos sobre lo que hacía o decía. Se sentía libre y que como nada en el mundo pudiera lastimarla. Sobre todo le extrañaba que al pensar en León solo le causara indiferencia, ni dolor ni alegría, solo era una persona más del montón.
Sonrió al mirarse al espejo, estar embarazada la había cambiado mucho. Estaba bien y pronto volvería a ver a su hermoso amigo italiano. Se dijo que cuando se reencontrara se divertiría mucho viendo él y yuri se diputaban su amor. Si… ahora también era perversa. (ñ.ñ)
Sora estaba sentada en una pequeña cafetería en el aeropuerto de Israel –comiendo denuevo- mientras Yuri buscaba las valijas. Habían dejado el Cairo para visitar los históricos lugares cristianos de Jerusalén. Estaba leyendo el menú con la intención de pedir otra porción de torta –esa de limón le había dado nauseas- cuando sintió que alguien se paró detrás de ella.
"Debo haber muerto en el avión y ahora estoy en el cielo, porque creo que es un ángel lo que veo enfrente mío" dijo una voz seductora a su oído.
Sobresaltada y con una amplia sonrisa se levantó de un salto de la silla y exclamó:
"¡Luca!"
Sonriente el extendió sus brazos para abrazarla. Ella movió rápidamente la cara para que el beso que tenía un destino sabido acabara en su mejilla y no donde él hubiese querido. Frunciendo el entrecejo lo estrechó más contra su cuerpo ¿De donde había sacado ella ese reflejo para esquivarlo?
Relajó el ceño y sonrió al sentir la calidez de Sora. ¡Como la había extrañado! Hostigó tanto a su jefe para que lo dejara tomar estas repentinas vacaciones que estuvo a punto de ser despedido. Y él estaba seguro que, si no fuera porque él era el acróbata principal de su escenario, lo hubiese hecho. Una vez obtenido el OK de su jefe se puso en campaña para encontrar a su bambina. Entonces… maldijo su poco tacto al no preguntarle a ella como podría hacer para localizarla y también maldijo a ese rubio desgraciado por esconder a su amorcito.
Le costó un esfuerzo terrible encontrarla, justo cuando esta por "casi" tirar la toalla encontró a alguien que sabía el correo electrónico de Sora. Casi había enloquecido cuando llamo al escenario Kaleido y le dijeron que ella no estaba y que no regresaría en un largo tiempo. No sabia porque, pero estaba seguro que el rubio tenia algo que ver en esto.
Justo cuando estaba dispuesto a viajar a USA para exigir respuestas le llegó esta pista. Desde allí todo fue más fácil. Al escribirle a Sora supo que luego de Egipto visitarían Israel. Solo tuvo que cobrarse un favor de un amigo aduanero para saber que avión tomarían ella y el rubio. Y como sus tiempos coincidían decidió alcanzarlos aquí.
Por suerte compró un boleto con el que llegaría dos horas antes que ellos a Jerusalén, ya que su maldito avión se retrasó.
Asustado e irritado por llegar tarde y con la posibilidad de no encontrarlos, buscó desesperadamente por todo el aeropuerto. No supo describir la infinidad de sensaciones que sintió al ver una cabellera bastante conocida en la cafetería.
¡Allí estaba todavía su bambina! Se olvido de su equipaje y corrió a saludarla (y besarla y abrazarla de paso). Esa sonrisa que ella le dedico al verlo solo reafirmo lo que sentía por ella. Y también percibió un brillo especial en sus hermosos ojos marrones. No podía creerlo pero ese brillo y algo que vio en su carita la hicieron verse más hermosa de lo que era y, en verdad, parecía un ángel.
La alejo un poco para contemplarla.
"¿Por qué lloras mi dulce bambina?" preguntó él secándole las lágrimas con una mano.
"Porque estoy feliz de verte –se sonó los mocos- te extrañe mucho" dijo en un sollozo.
El sonrió y le pareció que Sora estaba más tierna de lo que recordaba.
"Me alegra escuchar eso. Yo también te extrañe, lloraría… pero eso no es cosa de hombres"
Ella lo miró mientras tocaba la mejilla derecha de Luca.
"Pero si tu también estas llorando" dijo secándole una lágrima.
Consternado Luca advirtió que tenía casi nublada la vista por las lágrimas.
Al notar su actitud ambos rieron alegremente y se volvieron a abrazar. Pero el momento fue interrumpido cuando Yuri, cargado de valijas, dijo:
"esta mañana cuando desperté sentía que algo malo iba a pasar… ahora veo que era" dijo mirando fríamente a Luca.
Sonriendo Luca aparto a Sora (no sin antes secarse las lágrimas) y se dio vuelta para mirar a Yuri y comentar:
"Yo sin embargo me desperté sabiendo que hoy vería a mi amorcito" dijo estrechando a Sora contra su cuerpo.
El dardo dio en el blanco. Porque si bien Yuri sabía que pronto tendría que volver a ver al moreno, lo sorprendió que fuera justo hoy y lo agarró desprevenido.
"¿Cómo estas Luca?" masculló yuri con el entrecejo fruncido mientras veía como Luca abrazaba a Sora. Y después decía que él era posesivo.
Al escuchar que Yuri lo llamaba por su apodo y no por "moreno" el italiano levantó ambas cejas sorprendido.
"Muy bien Yuri ¿Y tu?"
"Estaba muy bien… hasta que te vi" dijo fingiendo una sonrisa.
"Hay…-dijo fingiendo pesar- lamento mucho ser la causa de tus malestares"
"Oh… que considerado" dijo fingiendo agradecimiento.
Sora frunció el entrecejo mientras pellizcaba a Luca para que la suelte. Estaban haciéndolo denuevo. Dialogando de manera "civilizada" pero tirándose dardos ocultos. La antigua Sora hubiese guardado silencio y apaciguado a las partes, pero ella no era esa Sora. Así que sin importarle que Luca la mirara con extrañeza, por la forma en que se deshizo del abrazo, le dijo a Yuri en tono de advertencia:
"Yuri… me lo prometiste"
Yuri hizo una mueca y suspiró.
"Si. Lo siento, no volverá a ocurrir" dijo con una media sonrisa. Se lo había prometido y tendría que cumplirlo. Pero si el moreno lo provocaba ella tendría que entender. Por el momento dejaría las cosas así.
Luca volvió a levantar ambas cejas sorprendido.
"¿Perdón? ¿Me perdí de algo?" dijo en tono inocente.
"Yuri me prometió que mientras estuvieras con nosotros te toleraría y que se comportaría bien contigo" dijo ella sonriente.
Luca le sonrió triunfal a Yuri mientras que este solo pudo fulminarlo con la mirada.
"… pero… eso también va para ti Luca" dijo con firmeza.
Luca se puso serio. ¿Qué le pasaba a Sora? Ahora veía lo que advirtió en su primera vista de ella. Parecía más segura de si misma y eso se le reflejaba en la cara.
"¿E? ¿A que te refieres con que para mi también?" preguntó confundido.
"Sabes a lo que me refiero –dijo enojada- quiero que ambos se comporten –lo miró a uno y luego a otro- si no se toleran simplemente ignórense y no se hablen. ¿Queda claro?"
Dejó tan sorprendido a Luca que este solo pudo balbucear:
"Si, si… te lo prometo"
"Bien –le dio una palmadita a cada uno- me voy al baño. Espérenme"
Yuri la vio irse con gesto de diversión en la cara. Y Luca con el entrecejo fruncido (Dios… estos se van a arrugar pronto si fruncen tanto el entrecejo) preguntó:
"¿El embarazo la puso así?"
Sorprendió completamente a Yuri. Volteó para preguntar:
"¿Cómo lo sabes?"
"Bueno –sonrió- como no sabía donde diablos la habías metido tuve que preguntar por todos lados si alguien sabia algo de uds. En Francia, la preciosa hija del portero de tu edificio, me dijo que había visto al Doctor Nicolás no-se-que visitarlos. Ella me dio su dirección y lo busqué. Tu amigo –que por cierto es muy chismoso- me lo contó todo –Yuri suspiró… ya se las iba a pagar ese traidor- No te pongas así… tuve que mentirle para que me diera toda la información"
"¿Y no te importa?" preguntó mirándolo a los ojos.
(NdA: como dato chistoso me imagino esta escena de estos hermosos hombres parados allí hablando y cada mujer que pasa: o se queda un momento a mirarlos, o al pasar abren la boca y se chocan con quien este enfrente o imagino a los típicos turistas chinos sacándoles fotos. Es que en realidad son un espectáculo para los ojos. Si fueran reales…)
Luca enarcó una ceja y sonrió.
"¿Qué? ¿Qué este embarazada? –como Yuri asintió Luca se encogió de hombros- me sorprendió bastante… -rió al recordar que hasta ese momento todavía no sabia si Sora era virgen o no- pero mientras que preparaba todo para poder encontrarme con ella y la anterior desesperación que sentí mientras la buscaba me hicieron darme cuenta de que la quiero y mucho. Así que no me importa que este esperando un hijo de otro. La quiero a ella y todo lo que venga con ella, tanto me gusta la condenada que no me importaría que tuviera doce hijos esperándola en Estados Unidos"
Yuri lo miró sorprendido y ambos rieron por ese comentario.
"¿No los tiene verdad?" preguntó enarcando una ceja.
Yuri, que todavía no se recuperaba de la repentina carcajada por el comentario solo puso negar con la cabeza.
"Ah… que bueno. Creo que podría manejar uno, no creo poder manejar trece" ese comentario trajo más risas.
"Bueno, bueno… parece que me hicieron caso y se están llevando mejor" comentó Sora al verlos reír.
"Por mi bambina sería capaz hasta de dejar el cigarrillo" dijo dándole un beso en la frente.
Ella sonrió angelicalmente.
"¿Es en serio?"
"Aja –asintió- hace un mes que no veo un cigarrillo. Pero no me pidas que deje la bebida. Eso ni por salvar mi alma del infierno dejaría"
Sora hizo una mueca y sonrió.
"No te preocupes, con el cigarrillo me basta"
"bien –suspiró- sabía que me entenderías" dijo y luego le besó la mano.
"Es hora de irnos" dijo Yuri cansado de tanto galanteo italiano.
"Tenías que meter tu cuchara rubio –dijo frunciendo el ceño mirando en dirección a donde había dejado sus valijas- espero que todavía estén donde las deje –murmuró- Enseguida vengo, espérenme" dicho esto beso en la mejilla a Sora y asintió en dirección a Yuri.
Mientras los dos lo observaban irse Yuri preguntó:
"¿Pedimos un helado mientras esperamos a que regrese? –como ella lo miró sorprendida el agregó:- Supongo que se va a alojar en el mismo hotel que nosotros así que…" no terminó la frase y solo se encogió de hombros.
Contenta Sora sonrió y asintió. ¿En verdad le iban a hacer caso y estaban dispuestos a tolerarse?
Yuri tomo esa actitud porque no le quedó otra que admitir que Luca parecía sincero en sus sentimientos. Por lo que el moreno le había dicho parecía que, en verdad, quería a Sora y que ella no era ni un capricho ni otra conquista más para él. Luca prácticamente pensaba lo mismo que él con respecto a Sora y su embarazo: que como la amaban tanto estaban dispuestos a aceptar la situación y a hacerse cargo en caso de llegar a algo con ella. Claro, como siempre, el moreno lo había dicho a modo de burla, pero Yuri noto firmeza y desición en su actitud.
Por todo esto el moreno que venía acercándose a ellos (con una enorme cantidad de valijas) iba a ser un rival a tener en cuenta. Y debería tener mucho cuidado ahora que pasarían un tiempo juntos.
"¿Eso es todo?" no pudo dejar de preguntar Yuri en tono irónico. Luca no parecía que había salido de vacaciones, sino que se mudaba de su casa.
Luca detectó la ironía.
"Veras rubio, soy un símbolo sexual; y para mantener esa imagen tengo que poner cuidado en lo que visto. No puedo andar repitiendo un vestuario. Por eso… traigo variedad" dijo palmeando una de sus valijas.
"A mi me parece lógico" dijo Sora mientras lamía su helado de vainilla con chocolate.
Luca sonrió triunfal y Yuri suspiró.
"Bueno vámonos que quiero descansar" dijo el rubio.
"Te acompaño en el sentimiento amigo" dijo el moreno.
"Hay… uds. son un par de abuelos" dijo la pelirosada adelantándose con su helado y si siquiera llevar una valijita.
Yuri y Luca la observaron irse con una ceja levantada ante el comentario implícito sobre su edad.
Adelante Sora sonreía detrás de su helado. Tuvo razón cuando pensó que se divertiría una vez que Luca viniera a visitarla.
