Parte 4: "Sentimiento de seguridad"

Sea lo que sea que pasó esa noche, sirvió para algo. Dolido Luca se dio cuenta de que Sora nunca llegaría a marlo. Si bien él estaba seguro de que podría convencer a la bambina de que sea su novia, él no la quería bajo esas condiciones. No quería ser el único que aportara el amor en la relación. Ahora sabía que ella seguía amando locamente al tal León, pero ella en el mundo de ensoñaciones en el que se encontraba gracias a su embarazo había reprimido el sentimiento. Y era mejor así porque si lo notaba ella lo iba a pasar mal.

Aunque esto cortaba con las esperanzas de Luca de poder amar y ser correspondido, había ganado algo. Una cosa que ni las más fértiles de las mentes hubiesen podido creer que un hombre como Gianluca Ferro pudiera tener… ¡Una amiga! ¡Una verdadera amiga! ¡Y mujer!

Por su parte Sora también experimentaba lo mismo. Después de esa noche había ganado un gran amigo. Y si bien ella si tenía una gran cantidad de amigos, con Luca tenía un cariño diferente. Sentía que si tenía algún problema, por pequeño que sea, si lo hablaba con Luca se le resolverían. Que Ken se lo perdone… pero ahora Luca era su mejor amigo, su hermano.

Ninguno de los dos podía expresar que era lo que sentían. Ni como había llegado a la conclusión que su relación estaba más allá del amor conyugal o la amistad. Si relación era indescifrable, estaban unidos por un sentimiento muy íntimo y bonito.

Al Luca le costaría sacarla de su corazón ya que la bambina era su primer amor. La que le hizo conocer lo que eran los celos, la posesividad por una persona y la añoranza de tenerla cerca. Le costaría… pero ahora que sus sentimientos se habían aclarado sería más fácil.

Para Sora sería más sencillo. Claro… siempre sentiría esa atracción al estar cerca de un hombre tan hermoso como Luca (No era tonta la chica). Pero como nunca lo amo de "esa" manera no tenía porque preocuparse por sufrir. Él ahora era su amigo y eso la llenaba de alegría. Y bueno… le gustaba que las demás mujeres le vean del brazo con Luca. ¿No le hacía mal a nadie levantando un poco la envidia de los demás verdad?

Ellos estaban en un pequeño parque cerca de su hotel sentados en un banco, Luca tenía abrazada a Sora por la cintura y ella recostaba su cabeza en el pecho duro del moreno. Ella había protestado por lo íntimo de la posición, pero él le aclaro que los amigos podían estar así sin que se les incendiase los sentidos –una vez más convencida ella acepto- sabía que para él sería difícil dejar de amarla. Así que ella no quería ponerse fría con él; eso no lo ayudaría a olvidarla y lo haría sufrir. Era consiente de que le había roto el corazón a pesar de que ella nunca le dijo alguna palabra que lo desalentara.

"Yuri me llamó y me dijo que regresa mañana" comentó Sora mientras ambos veían pasar a unos nenitos jugando con un perro.

"¿Te llamo? Que raro…" dijo fingiendo sorpresa.

Ella suspiró. A pesar de que después de aquella noche habían quedado como amigos Luca declaró que su actitud con Yuri sería la misma. Él le había dicho:

"Ahora que me hago a un lado no voy a facilitarle las cosas al rubio. Como tu mejor amigo debo velar por ti y por mi sobrino"

Ella rió por el comentario… el seguiría siendo posesivo en otro sentido.

"No empieces Luca…" dijo en tono cansado y se apartó de él.

"Bien –hizo un mueca- ¿Te dijo que lo retrasó tanto?"

Ella desvió la mirada.

"¿Acaso tiene algo que ver con "El rey de la selva"?"

Ella sonrió y volvió a mirarlo.

"Me dijo que León se negaba a seguir trabajando con May, una amiga, porque ella no se acomodaba a sus exigencias"

"Osea que en otras palabras quiere que regreses" reflexiono Luca.

Sora sonrió. Ella había pensado que entraría en shock si Luca llegaba a hablar en serio sobre algún tema pero estos últimos días él y ella habían conversado sobre muchos temas muy en serio. No entro en shock… pero se sorprendió mucho. Aunque él siempre incluía algunas de sus bromas en la conversación.

"Así parece" dijo ella casi en un susurro.

"¿Y que piensas hacer?"

Ella levantó la cabeza con altivez y respondió serie y con voz decidida.

"No voy a regresar. No le voy a facilitar las cosas. Él me lastimo y no deseo verlo… por el momento"

"Bien dicho –dijo chasqueando los dedos- esa es la bambina que me gusta" luego la abrazó y se puso serio. Ella seguía reprimiendo su amor por el tal León. Al parecer para defenderse del dolor su cabecita había bloqueado ese sentimiento. En su mente ella no lo amaba pero su corazón decía lo contrario. Decidió que él no se lo haría notar, mejor sería dejar que ella sola se diera cuenta por su bien y por el del futuro bebé.

"En fin… -dijo ella en un suspiro- le costo convencerlo al final él acepto lo que le propusieron y seguirá trabajando con May"

"Mucho ruido y pocas nueces entonces"

Ella volvió a sonreír. Ahí estaban otras de sus bromas.

"Parece que van a conseguir a otra acróbata principal hasta que yo pueda unirme al elenco"

"¿Cómo? ¿Te van a sacar tu puesto?" preguntó sorprendido.

"No –gritó con fuerza- solo será un reemplazo temporal"

"Ah… si es así esta bien" dijo sonriendo.

"Luca…" dijo con tristeza.

"¿Qué pasa?" dijo él preocupado.

"Tengo hambre"

Riendo Luca la llevó al restaurante más cercano.

Diez días luego de su partida regresó Yuri. Enseguida noto el cambio de actitud de ambos. Ninguno quiso decirle nada. Sora solo le informo:

"Ahora somos amigos" y por su tono de voz no iba a dar más explicaciones.

Sea lo que sea que pasó fue para el bien de Yuri. No creía que el moreno se haya dando por vencido tan fácilmente… pero así parecía ser. Claro, su actitud con él no había cambiado, pero con ella sí. Ellos parecían más unidos que antes pero se notaba una diferencia. Luca ya no buscaba robarle besos a Sora, la mirada soñadora con la que la observaba había cambiado por una de resignación y ahora volteaba a ver a otras mujeres que pasaban junto a él. Algunas cosas no variaron porque él seguía llamándola "mi amorcito", todavía la celada… entre otras cosas irritantes. Por supuesto que Yuri sabía que sería difícil olvidarla y dejar de amarla como mujer.

Estuvieron otros 5 días en Israel y luego Luca sugirió hacer un laaargo viaje a Australia. Y Sora, encantada, concordó con él. Allí estuvieron los tres juntos 10 días más hasta que Luca triste les dijo que debería volver al trabajo.

Con lágrimas en los ojos se despidieron en el aeropuerto (lágrimas por parte de Sora y Luca porque… Yuri estaba feliz) Luca juró a Sora que la volvería a buscar.

"Con más razón ahora que eres mi única y mejor amiga. Te volveré a ver prontito y además que quiero conocer a mi sobrino" le había dicho.

Ella no pudo articular palabra por el nudo que tenía en la garganta de tanto llorar. Se abrazaron y ella dejó que él le diera un tierno beso en la boca antes de partir. Con un fuerte apretón de mano se despidió de Yuri. Ya se llevaban mucho mejor, aunque nunca perdía la oportunidad de acicatearse con bromas poco digeribles. Y como ellos parecían divertirse así con resignación Sora los dejaba. Para ella no tenía ningún sentido pero así parecía ser.

Luca también le había dicho otra cosa después del beso:

"Mi mente jamás podrá olvidarte Sora… pero la distancia hará que mi corazón deje de amarte"

Tiempo después…

Ya pasaron tres meses desde que vieron a Luca por última vez en Australia y ahora estaban en Grecia (Al parecer el dinero de Yuri era interminable) Sora ya tenía 24 semanas de embarazo y ya se le notaba una ligera pancita (¡No, que tierno!) su cabello había crecido hasta un poco más debajo de la mitad de la espalda.

Hace poco le había mandado una foto a Luca estando ella de perfil.

"Así estamos tu sobrino y yo ahora" le había escrito y Luca le respondió:

"Eres la gordita más bonita que jamás eh visto" enojada Sora apagó la computadora y se fue. Cuando yuri le preguntó que le pasaba, indignada ella exclamó:

"Luca es un tonto y no sabe como tratar a las mujeres"

Yuri rió ante el comentario furioso de Sora porque si bien el sabía que, desde luego, Luca era un tonto; también sabía que su especialidad era saber como tratar a una mujer. Pensó que seguramente el moreno le había hecho unas de sus bromas pesadas para ponerla así.

Al otro día, decidida a escribirle todo lo que pensaba sobre su persona, Sora termino de leer el mail. Que continuaba diciéndole lo feliz y orgulloso que estaba de que ella se haya dejado crecer el cabello por él.

"Es lo más tierno que alguien hizo por mi" comentaba logrando que ella lo perdonara enseguida por haberla llamado gorda. Pero aún así le escribió que jamás volviera a llamarla así y también algunas cosas que pensaba de él, pero no tan crueles como había pensado (Ya sabemos que la actual Sora no iba a dejarle pasar así como así un comentario como ese ¿no?)

"Yuri… ¿A que fecha estamos hoy?" preguntó Sora quien se estaba acordonado mejor en la cama y con cuidado de no tirar las papas fritas de la bolsa que sostenía en la mano.

Yuri, que estaba tipeando algo en la computadora, frunció la frente como gesto calculador.

"Estamos… ah… 2 de diciembre" dijo por encima del hombro.

"Mmmhhh" masculló Sora.

Estaban durmiendo en la misma habitación porque Sora estaba en esa etapa de inseguridad del embarazo (Esta autora no sabe si en realidad excite esa etapa pero la invento para este fic ñ.ñ) y le había pedido a Yuri que pida una habitación con dos camas porque tenía miedo de estar sola. Yuri quiso protestar –eso no le iba a hacer nada bien a su integridad física y mental- pero ella se veía tan apresumbrada que tuvo que aceptar. Aún con las camas separadas tener a Sora tan cerca lo estaba volviendo loco.

"¿Me lo preguntaste por alguna razón en especial?" preguntó él cerrando la computadora portátil.

"Estoy pensado que quiero regresa a América para la Navidad" dijo masticando una papita.

"¿Lo dices en serio?" dijo levantando ambas cejas sorprendido.

"Aja –asintió ella mientras metía más papas a su boca- cuando hable con mis padres me dijeron que querían ir a USA para pasar las fiestas conmigo"

"¿Pero… estas segura? Tus padres no saben que estás embarazada"

Ella se encogió de hombros.

"En algún momento tendré que decírselo ¿y que mejor ocasión que en la época de paz y amor de las fiestas navideñas?" dijo pícaramente.

"sea la fecha que sea la noticia no les va a caer en gracias preciosa" dijo cruzando los dedos de las manos.

"¡Lo se! Tampoco les va a gustar que mi situación con León este así. Madre soltera… ya me imagino todo lo que me van a decir. Y no solo ellos…" (Obviamente sus amigos también tendrían que comentar algo al respecto)

Yuri se levantó de si silla y se sentó en la cama junto a Sora. Ella encogió sus piernas para dejarle espacio.

"Preciosa… -dijo mirándola con ternura- en todo este tiempo no volví a mencionarlo para no poderte nerviosa. Pero una vez te dije que con gusto aceptaría compartir mi vida contigo y con tu hijo"

"¿No es eso lo que estás haciendo ahora?" dijo en tono inocente.

"Sabes a lo que me refiero preciosa –la reprendió levemente- me refiero a ser una pareja"

Ella suspiró largamente y lo miró.

"Entiendo muy bien lo que tratas de decirme Yuri. Y eh estado pensando en ello todo este tiempo –tomo entre sus manos una de las de Yuri- y llegué a la conclusión de que no quiero afrontar sola todo lo que se viene"

"Estoy aquí para darte mi apoyo preciosa"

"Si –sonrió- y si hay alguien que me puede ayudar a sacarme a León de la cabeza del todo estoy segura de que puedes ser tu. Siento muchos deseos de volver a amar y sentirme amada –dijo empezando a llorar- El dicho dice "Un clavo saca otro clavo" –lo miró y sonrió levemente- Y si estas dispuesto quiero que ese clavo seas tu"

Yuri pensó que ese dicho esta bien utilizado en esta situación pero que no le gustaba que lo comparan con un clavo. Desechó ese pensamiento, ella le estaba diciendo lo que estuvo esperando escuchar por meses.

"¿Estas segura?" dijo apretando sus manos.

Ella sacó una de sus manos del apretón y tocando una mejilla de Yuri preguntó con una media sonrisa:

"¿Por qué siempre que te digo algo me preguntas si estoy segura?"

Él sonrió. Y beso la mano que tenía agarrada entre las suyas.

"Supongo que es mi forma de ser. No suelo aceptar nada si no estoy seguro de que me hablan con la verdad"

Ella revoleó los ojos. ¿Porque justo ahora tenía que salir con sus cinismos? Sora pensó que, a su manera, Yuri era igual a Luca. Uno bromeaba en medio de una conversación seria y el otro mostraba su cinismo. Suspiró para serenarse y le dirigió una cálida sonrisa:

"Estoy muy segura rubio". Ella no iba a perdonarle que utilizara su cinismo justo ahora. Así que utilizó el apodo que él más odiaba (solo porque Luca se lo había puesto)

"Entonces…-dijo acercándose más al rostro de Sora- ¿Quieres ser mi novia preciosa?"

"Sip, quiero ser tu novia"

Dicho esto se besaron y se abrazaron.

A Yume: la verdad que tus reviews tienen algo de cierto, pero lastimosamente me llegaron tarde y ya lo tengo terminado al fic y no planeo cambiarlo. Pero si lo seguís leyendo ¿es porque esta un poco bueno no? En fin muchas gracias por los comentarios. En serio.

A los demás: mil gracias… sus comentarios me levantan la autoestima. Es por eso que me inspiré y ya termine la historia.

También quería decirles que comencé nuevos fics… sobre Saint Seiya y Orphen, pero todavía esta fresco. Pero si le gustan estas series y la manera como la que escribo, más adelante les voy a decir cuando las voy a subir.

Bueno… un beso y Arigato!

Utena-Puchikonyu