Y llegamos al último capítulo. Siempre hace mucha ilusión terminar una historia, sobre todo esta, que he disfrutado tanto escribiendo y que tanto éxito ha tenido (es mi récord de reviews en español, ya sé que no son muchas pero...)

Gracias a todas. Nunca me canso de decirlo. Especialmente a Tina, a Isis y a LadyRocket que sois las que más habéis seguido este fanfic. Que sigáis escribiendo mucho más para que yo pueda leeros. Sois un gran apoyo e inspiración. De verdad.

Ha sido un reto llegar hasta aquí, no estaba muy segura de si dedicarle un capítulo a Gallant pero Tina (y por esto este capítulo en concreto está más dedicado a ella que a nadie) me convenció con muy buenos argumentos y me ayudó a decidirme.

Y sin nada más que añadir, espero que os guste este último capítulo. Muchos besos y nos leemos. ¡Ah, y siento extenderme tanto siempre en estas notas!

5. Gallant. (podríamos llamarlo también "El día después del día después" XD)

Se acabó.

Esta mañana he llegado al hospital y me he encontrado que la revolución de ayer empezaba a calmarse. Todos estaban un poco más susceptibles que de costumbre, lo cual es ya mucho decir, pero al parecer ya ha terminado. La normalidad, si se puede llamar normalidad a este ritmo loco y frenético que tenemos diariamente en el County, ha regresado.

Estoy seguro (bueno, tal vez no al cien por cien, dejémoslo en un noventa y nueve) de que todo esto tenía que ver con el curso de acoso sexual, o como quiera que se llamara aquello. Allí hubo algo sexual, pero no fue precisamente la causa que nos había llevado al curso. Eran miles de sentimientos escondidos, reprimidos o ignorados que acabaron saliendo a la luz, como es inevitable cuando encierras a cinco personas en una habitación y les pones a esperar a alguien que no llega. Todo salió a la luz. Pasaron muchísimas cosas delante de mis ojos, y yo no podía hacer otra cosa que mirar alucinado. Intentando analizar objetivamente lo que vi, porque supongo que es la única manera de no traumatizarse (sí, en cierto modo fue traumático, había momentos en que ya no sabía qué decir o adónde mirar) es afrontarlo, he sacado la conclusión de que lo que ocurrió allí es básicamente que cada uno acabó por exteriorizar lo que llevaba dentro: Kovac su añoranza de Abby, Carter sus celos hacia Susan y Abby por haber pasado cada una la noche con alguien que no era él, Susan su resentimiento hacia Carter por no creerla y algo más que no pude descifrar, Abby sus dudas sobre sus sentimientos entre los dos hombres que había en la sala (evidentemente, yo no cuento). Así de simple. Por eso digo que es fácil coger un trauma, ¿no?

Sobre mí... no puedo decir que me pasara nada en especial. Tal vez me divertí viendo que ellos también son seres humanos, o al menos me sorprendí con ello. Es bonito descubrir que ellos también tienen sentimientos, aunque también bastante desconcertante. No tendría por qué, por supuesto que tienen una vida privada fuera de su trabajo, eso ya lo sé, lo que me sorprende es lo ligada que está esta vida personal a la laboral. Supongo que trabajar en el County no es tanto un empleo como un estilo de vida, ocupa todo tu pensamiento... en fin, no sé definirlo pero creo que a mí está empezando a pasarme también.

Supongo que por eso lamentaría mucho tener que marcharme. Empiezo a apreciar mucho a todos, y a nuestro ritmo desenfrenado, y más ahora que he visto en vivo y en directo su cara más humana, que para ser sinceros es muy humana. La conversación sobre los reality-shows y sobre todo el duelo con espadas fueron totalmente irreales, no sé, jamás esperaba verles haciendo eso... Y pensar que dentro de unos años yo estaré igual...

No me puedo quejar. En el fondo son buenas personas, aunque también tengan sus defectos, nadie es perfecto. Pero por otro lado tienen un lío tremendo en la cabeza, y sobre todo un lío sentimental. Supongo que es imposible afrontar tu pasado, tus problemas, seguir adelante y además llevar bien tu vida amorosa, combinándola con turnos de doce horas y al parecer incluso las dos cosas a la vez. Pero insisto en que fue bonito. Me lo pasé bien. Con mis momentos de tensión, de dudas, de vergüenza ajena, pero me lo pasé bien de todas formas. Pensaba que iba a desperdiciar un día haciendo un cursillo sin sentido, en el que no iba a aprender nada que no hubiera visto antes en las clases de educación sexual del instituto, pero no fue así. He aprendido mucho sobre las personas con las que me toca convivir y trabajar. Y sobre todo he aprendido que nunca debo dejar que mis sentimientos me confundan tanto como les ocurre a ellos.

En fin, esto último era una broma, aunque en cierto modo lo piense de verdad. Ojalá terminen de aclararse de una vez. Seguro que nos vendría muy bien a todos.

De todas formas... nunca se puede decir "de este agua no beberé".

¿Quién me asegura a mí que dentro de un par de años no estaré en la misma situación?

FIN