Hola Minna-chan

Unas cuantas notas y al final del fic el rincón de mis reviwers.
Mucha acción en este capi que demoró pero vino más largo y según mi humilde opinión, mejor que nunca (espero).

Esta vez quiero hacer unas notas aclaratorias por si no han quedado claros algunos elementos de este fic

Primero repasemos un poco que pasó con algunos miembros del Juppon Gatana luego de que Shishio fuera derrotado:

Anji: Fue a prisión durante 25 años, por lo tanto, en este fic todavía le quedan 10, además Anji ahora es buenito, conclusión, no aparece otra vez.

Soujirou: Debe andar en algún lugar de Japón y para esta altura ya terminó sus diez años de vagar por japón, cual será su conclusión? Estaba Kenshin en lo correcto O Shishio? Conclusión: No estoy segura de si vuelve en este fic, porque ya lo tengo bastante complicado, veremos como va.

Chou: Sigue siendo un subordinado de Saito y no creo que se anime a enfrentarse nuevamente al battousai. Tampoco va a ayudar en nada, es estúpido pero no tanto como para tirarse contra Shishio, prefiere pasar desapercibido. Conclusión: Tal vez aparezca en el fic, pero su rol no es importante

Kamatari: Es agente del gobierno, pero ama a Shishio más que nada en el mundo. Conclusión: Si se entera que Shishio está vivo probablemente este junto a él. Hehe

Iwambo: Hay... esta es larga de explicar: CUIDADO SPOILERS DEL FINAL DEL MANGA: aquí va: Iwanbo como algunos sabrán, resulta ser en realidad una especie de aparato mecánico manejado por GEIN,; y GEIN trabajaba para Enishi pero lo traicionaron y al final, lo terminó matando Aoshi. Bueno en definitiva, es probable que GEIN esté en el infierno, y si estaba en el infierno es probable que Shishio se haya encontrado con él y sus habilidades especiales (ahí les di una pista grande, eh?).

Henya: Ese trabaja para el gobierno sobrevolando la costa, le era leal a Shishio. Ya veremos si le es leal otra vez o no.

Usui: Usui era el ciego que mató Saito, se acuerdan? El que tenía los ojos vendados y se levantaba el vendaje para VER MEJOR? Nunca entendí eso, je je. De todas formas, Usui fue mandado al infierno por nuestro policía psicópata favorito, por lo tanto, se encontró con Shishio: Conclusión: Le sirve salir del infierno aunque sea como un subordinado de Shishio.

Hoji: El hombre más leal de Shishio. OBVIAMENTE tiene un papel en este fic.

Fuji el gigante y el Viejo pelado chiquito: Fuji se volvió bueno luego de combatir con Hiko. Dejen al pobre gigante en paz! Pensemos que vive una vida pacífica en algún campo de Japón. Pensemos eso, pero tal vez Shishio tenga otros planes. El viejo pelado, en realidad no tenía ninguna habilidad más que la de negociar. Como bien saben, trabajó para el gobierno Meiji, luego de quince años, murió de edad. No vuelve en este fic.-

Genkaku: Fue traicionado por Shishio que además lo consideraba escoria. Incluso en el infierno, no creo que ni Genkaku ni Shishio quieran saber nada el uno del otro.


Notas aclaratorias y resumen del fic: Como todos los que han llegado a este punto se habrán dado cuenta, el enemigo de este fic es Shishio.

Pero quiero explicar y aclarar bien como fue su retorno, si es que no quedó claro dentro del fic:
Recuerdan al final de la saga de Kyoto? Luego de que Chou cuenta que Hoji se suicidó? Nos muestran que Hoji despierta en el infierno, donde se encuentra con Shishio y Yumi.

Shishio le explica que va a saborear victoria de su lado y contentos se van a enfrentar al amo del infierno. Hoji feliz, le sigue. Eso es lo ultimo que vemos de ellos en el anime y manga.

PERO, en mi historia, Shishio toma control del infierno volviéndose el mismísimo diablo, por así decirlo, y luego de quince años logra escapar gracias al adorador del diablo del capitulo I.

Porqué tiene los vendajes como antes? Fácil, el adorador del infierno se quemó vivo cuando Shishio lo poseyó, dándole una apariencia muy similar al cuerpo del anterior Shishio-

En cuanto a Yumi, si recuerdan el anime ella no tenía ojos azules, por lo tanto es claro que le encontraron un nuevo cuerpo para poseer.

O sea, todos los que estaban muertos, tienen nuevos cuerpos, o caparazones como les llaman ellos.

Espero que haya podido aclarar posibles dudas!

ON con el capi!.-


Ikijigoku: el infierno en la tierra
Capítulo VI: Del pasado, no sólo enemigos

Las auras que le rodeaban eran abrumadoras. Kenshin estaba seguro que entre la multitud de hombres armados que ahora a su alrededor había muy buenos guerreros… y por la calidad de sus kenkis, no solo buenos guerreros sino también muy peligrosos. Auras asesinas como no sentía desde el bakumatzu invadieron sus sentidos.

Todo esto le pasaba por la cabeza mientras su cuerpo trabajaba en automático, movimientos rápidos y fluidos hacían que su amada sakabatou golpeara con estómagos y hombros, al tiempo que su vaina le protegía de posibles ataques. Aún así, mantuvo extrema cautela, estos no eran los bándalos comunes y corrientes que se podían derrotar en un par de pasadas. Oh no, esto era más como una declaración de guerra.

De pronto, de entre las auras malignas surgió algo que sólo podía describirlo como energías cálidas pero sin embargo fuertes. En el fondo de su mente se registró el hecho de que a su alrededor estaban las personas más preciadas de su vida, una nueva fuerza recorrió sus brazos, la necesidad de proteger superando el poder real de su cuerpo, kenki quemando no en rabia pero sí en feroz batalla, como un dragón protegiendo su nido.

Ni Kenji ni Kiriko subestimaban a su madre, pero al verla con tan sólo un boken decidieron mantenerse cerca, si algo llegara a suceder lo mejor era estar reunidos para poder saltar en ayuda el uno del otro.

Sanosuke se encontró pronto junto a su viejo amigo, y los dos se sonrieron en complicidad, justo como en los viejos tiempos, pensaron. Esquivando una katana que venía en su dirección, el alto hombre tomó con su gran mano la cabeza de su oponente y la estrelló contra otro que intentaba golpearle por detrás. Ambos enemigos cayeron al piso, posiblemente inconscientes.

"Oi Kenshin, yo llevó 3 caídos!" dijo el hombre mientras esquivaba un cadenazo que viajaba en su dirección.

"Sano, Yo llevó seis!" gritó Kenshin mientras con la gracia que lo caracteriza enterraba su vaina en el estómago de un ingenuo que creyó que podía escurrirse por detrás del ex hitokiri "digo, siete!"

Por supuesto, Yahiko también estaba junto a ellos, y el maestro de kendo no tenía nada que envidiar en sus habilidades. Utilizando lo que le había ganado el título de los dedos más rápidos de tokio, el muchacho paraba katanas con un simple movimiento de sus manos. Los enemigos quedaban atónitos al ver que el muchacho sostenía las armas con sus dedos descubiertos.

"CUATRO!" gritó Yahiko mirando a Sanosuke, ambos hombres desafiándose pero de manera amistosa.

Todos vieron un flash rojo pasar y mientras una figura roja danzaba en un tumulto de hombres se podía escuchar el grito de "TRES, CUATRO, CINCO!" vieron la figura saltar en el aire y caer a gran velocidad "RYU TSI ZEN!...SEIS!"

"Himura Kenji ha entrado en escena!" dijo el muchacho luego de que una pila de hombres quedara a su alrededor, expresión arrogante, katana apoyada casualmente en su hombro.

Atónitos Yahiko y Sano miraron al muchacho, 'yup' pensaron, definitivamente la sangre de Kenshin, pero lamentablemente la actitud de Hiko.

Kenshin apenas le miró de reojo, muy engrosado con un par de hombres con habilidades superiores a aquellos que había golpeado antes.

De pronto, los corazones de todos saltaron al ver una cadena volar hacia Kenji desde atrás, donde él ni siquiera la había visto venir. Otro flash rojo empujó al muchacho y rodando unos metros en el piso, el joven Himura se encontró con la figura de su hermana sobre él.

"Y…" dijo ella "Himura Kiriko le ha vuelto a salvar su arrogante trasero!" la joven se levantó rápidamente, seguida por su hermano.

"YA LA HABIA SENTIDO VENIR!" dijo el muchacho volviendo a forma defensiva mientras un nuevo grupo de enemigos se acomodaba alrededor de ellos. Kiriko tenía su katana levantada, protegiéndole mientras de reojo le echaba una mirada furiosa a su hermano "SIEMPRE DEJAS UNA APERTURA; ERES DEMASIADO PAGADO DE TI MISMO!"

"Y TU NO ERES MAS QUE UNA ENANA ENGREIDA!" dijo el chico mientras enterraba el lado sin filo de su katana en el hombro de un pobre hombre.

"Quien es el engreído! TU EGO LLEGA AL TECHO!" Kiriko golpeo el costado de un hombre que cayó dolorosamente al piso.

"MOU! Quieren dejar de pelearse en el medio de una batalla!" La voz de su madre aquietó la pelea de momento y ambos hermanos se concentraron. Kaoru volvió la mirada a la lucha en mano. Si bien no había derrotado a tantos como el resto del grupo, el conteo iba creciendo, en su mente, la posibilidad de que el boken que le protegía se rompiera en cualquier momento hacía que la mujer pusiera mucho cuidado en cada golpe que iba a proporcionar, no había lugar para errores.

Entre los policías que todavía estaban disparando, y el Kenshin-gumi, las filas de quienes estaban atacando el palacio comenzaron a decrecer dramáticamente.-

Uno de cada tantos hombres con los que peleaban poseían habilidades superiores, haciendo que el combate se volviera algo así como una lucha mano a mano, mientras el resto de los secuaces esperaban que sus compañeros lograran derribar al gumi. Sin efecto.

Todo iba muy bien, aunque la confusión de balas y personas corriendo de un lado a otro no permitía que los miembros del gumi se vieran constantemente los unos a los otros, lo cual para Kenshin era algo preocupante si se consideraba que el hombre quería proteger a su familia y amigos.

De pronto la voz desesperada de Kaoru llegó a los oídos de Kenshin. La mujer gritaba histéricamente por su hija. Levantando la mirada, el pelirrojo podía ver que su mujer estaba defendiéndose bastante bien de un enemigo al tiempo que sus ojos buscaban en la multitud.

"KIRIKO!" gritaba Kenji también. Pronto, el gumi se dio cuenta de la ausencia de su miembro más joven y frenéticos, mientras intentaban mantener las peleas en mano sin bajar la guardia, buscaban a la pequeña pelirroja con ojos desesperados.

"KIRIKO!" gritó Kenshin desesperadamente, brazos poderosos abatiendo la máxima cantidad de enemigos posibles sin dejar de buscar con ojos desesperados.

De pronto, a lo lejos y por debajo de la multitud de sonidos de gritos, disparos y golpes de metal con metal se pudo escuchar una voz joven y femenina.

"Aquí!"

buscando en dirección del sonido, el gumi con horror pudo contemplar a Kiriko muy a lo lejos. La joven había sido apartada del grupo por un hombre que debía medir al menos dos metros de altura. Complexión robusta y una cara dura, llevaba en sus manos guanteletes de metal. El piso explotaba en pedazos con cada golpe que el hombre apuntaba a la pequeña que parecía tener un tercio de su tamaño. La niña, con gran habilidad lograba ir dando saltos hacia atrás, esquivando a su vez cada ataque del peligroso enemigo.

La situación no era buena, y eso, cualquier miembro del gumi lo podía contemplar, desesperadamente intentaron hacerse camino hacia la muchacha. Con risas satifactorias varios miembros del enemigo se interpusieron entre ellos y su objetivo, de alguna manera disfrutando lo que podía llegar a ser la muerte de uno de sus rivales.

"KIRIKO!" desesperado Kenji empujaba a sus enemigos pero uno tras otro le bloqueaban. La situación era cada vez mas tensa, y ningún miembro de la familia (incluidos Sano y Yahiko) sacaban la mirada de la pequeña pelirroja.

Kiriko sabía que se encontraba en una situación difícil. A la fecha no conocía ningún ataque que le permitiera derribar a tan brutal hombre, y no ayudaba nada el hecho de que su enemigo la estuviera acorralando lentamente hacia la pared del palacio.

Para aumentar la desesperación y la tensión que sentía el grupo, truenos y relámpagos comenzaron a acompañar el clima angustiante de la situación.
Kiriko decidió atacar, con lo único que sabía que manejaba bien a la fecha. Saltando en el aire muy alto y con un grito feroz las palabras escaparon de su boca "RIU-TZI-ZEN!"

Bastó que el hombre levantara un puño para cubrir el ataque, el metal de la sakaba de Kiriko resonando en la defensa metálica de su enemigo. Con un movimiento de muñeca y una sonrisa del enorme hombre, Kiriko salió volando un par de metros hacia atrás. Cayó de espaldas, pero su arma no escapó de su mano, esa era una lección valiosa que había aprendido tanto de su madre como de su padre, ambos le habían inculcado el valor de nunca perder el arma, hacerlo, significaba una muerte segura.

La desesperación del gumi creció aún más, sin embargo varios hombres seguían bloqueando sus caminos. "Kiriko!" gritaban en distintos tonos y maneras, pero todos igual de asustados.

La joven sacudió su cabeza y rodó del camino al tiempo que un gran puño se estrellaba en el suelo, rocas y tierra volando en todas las direcciones. La pelirroja comenzó a correr, y con una sonrisa el hombre pensó que había logrado acobardar a su enemigo

"Que sucede conejita, asustada?" dijo él con una mueca divertida.

Kiriko ni le miró, ni le contestó, su mirada fija en el muro del palacio que se encontraba a un par de metros.

'BAKA; se ha dejado acorralar!' pensó Yahiko para sí al tiempo que desviaba otro ataque dirigido hacia él.

Pensamientos similares ocupaban al resto del grupo hasta...

El muro se encontraba a un par de metros, y resuelta, Kiriko hizo una pequeña plegaria para que su osado plan funcionara, de no hacerlo, era el fin y estaba segura de eso. Corriendo a la máxima velocidad que sus jóvenes piernas le permitían y con un grito dio un salto en dirección al muro, sus pies escalaron unos cuantos pasos sobre la superficie vertical, elevando su altura mucho más allá de la de su rival.

Con un piesito haciendo firme apoyo en la pared se lanzó en salto invertido en dirección a su estupefacto enemigo y con un grito y sakabatou apuntada las palabras salieron nuevamente de sus labios "RIU-TZI-ZEN INBAASU!" su figura hizo un arco en el aire, por arriba de la cabeza de su enemigo, y su katana finalmente impactó con la nuca de este, enviándolo con un fuerte golpe a parar contra la pared.

Tan preocupada estaba por dar un golpe efectivo, que cuando vio el piso aproximarse a su cara era muy tarde. Quedó inconsciente en el suelo luego del feroz impacto.

Apenas unos pocos segundos después su padre estaba junto a ella, terror escrito en sus ojos mientras examinaba a la niña, que a pesar de estar inconsciente no soltaba su katana.

Kenshin levantó la vista y pudo ver que el gumi finalmente estaba junto a él, el grupo hacía un semicírculo protegiendo a los dos preciados miembros.

"Baka Kiriko... baka...baka" murmuraba Kenji mientras en frustración golpeaba aún más fuerte a quienes tenían la desgracia de cruzarse con su katana. El joven durante un segundo había sentido un toque de celos cuando vio la genialidad que había puesto su hermanita en tan creativo ataque, y mentalmente estaba ploteando como superarla cuando la vio estrellarse con el piso. Ahora lo único que su mente quería era verla levantarse y sentir un par de insultos de su parte.

Kenshin estaba arrodillado en el piso, y en su regazo la cabeza de la pelirroja. Con cuidado tocó cada hueso de su delicado rostro y cabeza y con alivio vio que ninguno se había roto. Un pequeño chichón adornaba la región derecha de su frente, pero no había otro daño aparente. Kaoru seguía la acción de reojo, desesperada por saber como se encontraba su niña, pero inmóvil sabiendo que necesitaba detener a quienes estaban alrededor. La mujer podía sentir como su marido le susurraba palabras inentendibles al oído de su hija, esperando así reanimarla.

"ITAI!" gritó Kiriko cuando sus ojos violetas se abrieron repentinamente en el momento que su padre tocaba su nuevo chichón.

Su manito izquierda viajó automáticamente a su cabeza

"Shh Kiriko-chan, te golpeaste muy fuerte," Kenshin intentó mantenerla recostada colocando sus manos en los hombros de ella.

La joven luchó por incorporarse pero fue inútil.
Kaoru tenía lágrimas en los ojos cuando se dirigió hacia a ellos y casi derribando a su marido abrazó a la niña apretándola contra su pecho.

"Kaa-chan! ME ESTAS AFIXIANDO!" dijo ella con voz ahogada.

"No importa" dijo la mujer apretando todavía más fuerte, la voz de su hija era para ella, la cosa más hermosa que había escuchado "Kiriko-chan... no me asustes así otra vez!"

"Mhhh gente, no quiero arruinar la reunión familiar... PERO NECESITAMOS AYUDA" dijo Sano mientras su puño se hundía en un estómago.

"HAI" dijo Kaoru secándose las lágrimas con el reverso de la mano y levantándose. Kiriko hizo el gesto para levantarse pero las manos de su padre en los hombros se lo impidieron.

"Creo que ya fue suficiente Kiriko, si lo creo" dijo con tono firme. La niña abrió la boca para protestar pero los ojos brillantes y firmes de su padre le detuvieron. Asintió con la cabeza.

Kenshin se incorporó y evaluó la situación, el enemigo había disminuido considerablemente, pero todavía el número era muy superior, y los miembros del gumi se estaban cansando, él incluido. Miró a Kiriko una última vez "Quédate detrás de nosotros y ocúpate de defenderte" su hija asintió con la cabeza.

De pronto Kenji vio una cadena volando en dirección a Kaoru, y sin pensarlo, incluso antes de que Kenshin pudiera reaccionar se interpuso en el impacto, causando que la cadena se enredara alrededor de su cuerpo, inmovilizando sus brazos, katana todavía firmemente apretada en su mano derecha.

"KENJI!" gritó Kaoru.

Quien tenía a Kenji atrapado sacudió la cadena y sin dificultad arrastró al muchacho como si fuera una muñeca de trapo.

"NO TE PREOCUPES!" alcanzó a gritar Kenji a su madre, temiendo que ella hiciera algo arriesgado y se lastimara en el proceso.

El resto del gumi le miraba preocupado pero lo único que podían hacer era seguir defendiéndose de los múltiples ataques que estaban sufriendo.

Las cadenas eran tan pesadas que Kenji sentía como le cortaban la circulación y le oprimían el pecho. La mano que sostenía su katana estaba a cada segundo más débil y su oponente lo seguía arrastrando hacia él. De pronto Kenji decidió dejar de resistirse y quien tiraba de la cadena le sacudió levantándolo del piso, oportunidad que el adolescente no desaprovechó para saltar y en el aire girar, enterrando su pie en la quijada del oponente.

El golpe fue suficiente para que el hombre de estatura mediana pero complexión robusta perdiera momentáneamente el agarre de sus cadenas, lo que liberó el brazo de Kenji lo suficiente.

Al grito de "Ryu-Sho-Sen!" también conocido como golpe del dragón ascendente, colocado su brazo izquierdo extendido sosteniendo la katana en posición horizontal a la altura del pecho y dando un golpe en forma de uppercut hacia su enemigo, le dio un impacto tan brutal en la quijada que probablemente se la dislocó. El usuario de la cadena calló inconsciente al instante.

Con respiración dificultosa y elaborada Kenji se levantó, la hazaña le había costado mucha energía valiosa, sus piernas temblaban por el esfuerzo y la adrenalina que corría por su sangre.

De pronto miró la cadena y se le ocurrió una idea. Tomó un extremo y levantó la mirada "OTOU-SAN!" gritó buscando los ojos de Kenshin.

"HAI!" respondió él sin distraerse mientras su amada sakaba se disponía de otro inservible oponente.

En los ojos de su padre Kenji encontró la respuesta que buscaba, y sin necesitar más comunicación que esa le lanzó un extremo de la cadena. Kenshin la tomó en su brazo derecho luego de haber envainado su katana.

Y la 'masacre' comenzó, dos figuras que para los enemigos eran borrosas por la velocidad que se movían comenzaron a desplazarse por el campo de batalla. Cadena extendida entre ellos golpeando con fuerza a los oponentes que se interponían. El resto del gumi miraba con ojos grandes mientras Kenshin y su hijo literalmente barrían el campo de batalla.

De pronto la hazaña fue detenida abruptamente cuando el sonido metálico de la cadena reventándose hizo eco. Ambos pelirrojos se detuvieron y pudieron ver que un hombre calvo que sostenía una lanza de punta afilada y metálica era el causante.

"Battousai" dijo el hombre sonriendo. Kenshin le estudió un momento y vio que su nuevo adversario llevaba una caparazón de tortuga en su mano izquierda, a manera de escudo. Un ojo pintado sobre esta.

Reconoció el símbolo inmediatamente.

"Usui" susurró el pelirrojo más grande"

El hombre calvo de pequeños bigotes y estatura una cabeza más alta que Kenshin sonrió. "Tu reputación te precede, ya que puedes reconocerme aunque mi cuerpo sea otro" dijo Usui sonriendo de manera siniestra,

"Eres la única persona que utilizaría tan ridícula ropa" dijo Kenshin nada amablemente. Kenji aguantó una carcajada, él también estaba pensando en lo ridícula de la ropa de su adversario.

Mientras tanto la pelea había hecho una parada, todos, enemigos y amigos, miraban atentamente el duelo que obviamente iba a comenzar.

"Ríndete ahora Usui, no tengo intención de lastimarte, simplemente porque el cuerpo que estás secuestrando no lo merece" la voz de Kenshin era firme.

"Rendirme? Cuándo obviamente la batalla está en mi favor?" la sonrisa confidente.

"Usui, en el pasado no pudiste derrotar a Saito, que te hace creer que podrás conmigo?" La naturaleza de Kenshin no había cambiado con los años, si podía, evitaría una pelea innecesaria.

"Mi Shin-gan es mejor que nunca battousai, ahora que tengo mi vista para apoyarlo, la combinación será letal...
Puedo decir que estás cansado Battousai, aunque intentes disimularlo, mi Shin-gan me dice que estas preocupado por tu patética pequeña familia, y tus músculos están agotados, los años no vienen solos battousai"

La respuesta de Kenshin fue una leve sonrisa "Es eso lo único que te dice tu Shin-gan?" el pelirrojo se preparó para Battou-jutsu.

"Kenji, Kiriko" dijo el pelirrojo en tono serio.

"HAI!" respondieron los dos

"Presten atención" dijo su padre. Ambos jóvenes sonrieron abiertamente, sabían que Kenshin tenía un movimiento nuevo para mostrarles.

"Confidente eh!" dijo Usui "Hogen sogryoku riakan ryoran" gritó al tiempo que su lanza se levantaba en dirección del pelirrojo.

"Sou Ryu Sen!" respondió Kenshin, el golpe también conocido como doble dragón, desenvainó rápidamente la espada y golpeó a su oponente;

Usui sonrió por un segundo cuando sakabatou fue detenida por la caparazón de tortuga, pero en ese momento vino el segundo paso del ataque que es un golpe con la vaina...

Usui perdió el agarre de su lanza que salió volando, y su costado derecho pareció hundirse a causa del poderoso impacto.

El hombre cayó al piso de rodillas, su aliento elaborado y dificultoso.

Kenshin enderezó su cuerpo y miraba a Usui con ojos fríos, esperando que su enemigo dijese algo, en lo preferible, que retirara sus tropas.

La acción estaba congelada mientras Usui apretaba los dientes y se tomaba con la mano izquierda el costado que había sido golpeado, lo más probable es que tuviera una o dos costillas rotas.

"Y bien?" dijo Kenshin, paciencia cero.

"Maldito... pero yo no soy el único, hay muchos más como yo, esperando su turno" tosió un poco, y de su boca se escapó un líquido negro.

De pronto los ojos de Usui cambiaron y su mirada se transformó en una de pánico
"AYUDA POR FAVOR!" gritó mientras se agarraba la cabeza, comenzó a sacudirse en obvia agonía, el ki doble quemando salvajemente mientras el todos, enemigos y amigos, miraban con ojos grandes lo que estaba sucediendo.

De pronto los ojos del hombre volvieron a la 'normalidad' y Usui se incorporó "Esto no ha terminado... Sopho, nos vamos!" gritó. Un hombre alto y robusto le tomó por la cintura, y antes que nadie pudiera reaccionar una turba de enemigos se interpuso entre Usui y el Kenshin-gumi.

Silbatos podían escucharse a la distancia, y la figura de Yamagata montado a caballo encabezando un pequeño batallón pudo verse aproximándose a gran velocidad.

Muchos de los enemigos comenzaron a correr, saltando y desapareciendo, otros, heridos, se tuvieron que quedar para ser arrestados.

Yamagata finalmente se aproximó al cansado grupo de héroes. "Himura-san, nuestra deuda hacia ti y los tuyos crece cada día más" dijo.

"Sólo hacíamos lo correcto" dijo Kenshin sin darle importancia, se aproximó a Kaoru y suavemente le colocó una mano en el hombro.
"Vamos a casa Koishii" dijo sonriendo ampliamente.

"Hai" dijo Kaoru devolviendo la sonrisa. Mientras tanto Kenji había caminado hacia su hermana, con una mirada enfadada la observó fijamente, cara a cara.

"QUE!" dijo ella exasperada cuando su hermano no le decía palabra alguna, simplemente la miraba seriamente, como enojado.

De pronto, la joven hizo un pequeño chillido cuando sintió que su hermano la levantaba en un abrazo que la envolvió "eso fue..." susurró Kenji "lo más genialmente... ESTUPIDO QUE HE VISTO EN MI VIDA, no me vuelvas a asustar así".

Kiriko, estupefacta por la inusual muestra de afecto, en público además, simplemente susurró "Hai".

Kenji la soltó y se fue en dirección a su casa, sin esperar a los demás... Kenshin se dio cuenta, que en realidad el orgulloso adolescente no quería que el resto del gumi viera las lágrimas que adornaban sus ojos. Detrás de la arrogancia, la auto seguridad y los ataques de furia que le daban al muchacho de cuando en cuando, había un corazón que era sólo comparable al de Kaoru, según Kenshin, claro está.

Sanosuke con una mueca se acercó a Kiriko, la joven tenía un chichón púrpura adornándole la frente, pero parecía no importarle.

"Hey Joujou!" dijo Sano utilizando el apodo que utilizara con su sobrina postiza "Ese movimiento fue 100 Kenshin, bueno, excepto quizá el aterrizaje, ne?" le desordenó el cabello a la joven dándole una suerte de coscorrón-sacudida afectuosa.

Kiriko rió mientras decía "tio sano, el cabello!" escapó de Sanosuke riendo.

Kenshin se aproximó a su hija

"Hai Kenshin, tienes que mejorar los aterrizajes de busu-chan en el entrenamiento" dijo Yahiko con una mueca divertida. La intención del gumi era levantar el ánimo y olvidar lo cerca que estuvieron todos, de una situación de muerte.

"YAHIKO-CHAN! NO LE DIGAS BUSU A MI HIJA!" Kaoru tenía la cara deformada en rabia, pero cero energía para perseguir a su ex pupilo.

"QUIEN ES CHAN! Para tu información ya soy un hombre!" dijo el 'hombre' cruzándose de brazos.

Kenshin hizo contacto visual con Kiriko y la joven se ruborizó
"Siento haber preocupado a todos... fue estúpido de mi parte no pensar como iba a aterrizar" Kiriko bajó la cabeza y todos la miraron seriamente.

Kenshin sonrió y colocó su mano en la cabeza de Kiriko "Ahh, Kiriko-chan, apuesto a que te concentraste tanto en cómo ibas a golpear a ese gigante que olvidaste el resto, ne?" dijo Kenshin en tono casual.

"Hai" suspiró Kiriko, aún algo avergonzada, que ella, una estudiante de Mitzurugi Ryuu y maestra asistente de Kamiya Kasshin se olvidara algo tan básico le parecía horrible.

"Entonces Kiriko-chan...como dijo Sano... ese movimiento fue 100 Kenshin... caída incluida" Kenshin terminó de hablar con sonrisa de Rurouni.

Los ojos de todos se abrieron como platos "De verdad?" dijo Kiriko

"Hai, pregúntale a tu jii-san cuando le visites. Te contará la historia con gusto, sabes como disfruta atormentarme" dijo el pelirrojo.

Mientras la familia hablaba, Yamagata y los oficiales se disponían a atender a los heridos y arrestar a los hombres que habían quedado.

"Vamos a casa" dijo Kenshin, una brisa sacudiendo sus cortos cabellos pelirrojos, una sonrisa que analizada no era tan feliz como parecía.

Comenzaron a caminar lado a lado, pero Sanosuke se detuvo y miró hacia atrás. Kiriko estaba paralizada mirando la escena a unos metros del grupo.

"Joujou" susurró Sanosuke, esto llamó la atención de los demás miembros del grupo, que dirigieron la mirada hacia donde la pelirroja fijaba sus ojos.

Kiriko miraba la escena frente a ella y tuvo que combatir las lágrimas que amenazaban con escaparse de sus ojos. De los treinta policías que ella y Yahiko habían visto cuando llegaron a la escena sólo unos pocos quedaban en pie. Sangre y restos humanos esparcidos en una aterradora escena que le daría pesadillas en los días a seguir. En ese momento Kiriko vio la línea, una cosa era escuchar los relatos de la guerra e intentar comprender el sufrimiento y el caos que se debió sentir en esa época... y la otra era verlo con tus propios ojos, aunque fuera en menor escala.

Kenshin, Sanosuke, e incluso Yahiko, estaban más preparados mentalmente para ver tal escena, lo que no quería decir que no les afectara. Kaoru por su parte había intentado mantener la vista alejada, el escenario le recordaba al ataque de Shigure en la embajada Inglesa, tantos años atrás.

Kiriko miró sus delgadas manos, años de kendo habían cubierto sus palmas de callos y sus dedos eran fuertes, apretó sus puños y los nudillos se le pusieron blancos, 'esto' pensó 'esto es por lo que he entrenado tanto... para que estas cosas no pasen... y aún así'

"Salvamos a quienes pudimos" dijo Sanosuke poniéndole una mano en el hombro. El ex aventurero no pudo evitar pensar en lo parecida que era Kiriko a su padre, no sólo en apariencia, aquí estaba la pequeña frente a él, apenas doce años, y culpándose por no detener una masacre que nada tenía que ver con ella.

"Vamos a casa" dijo Sanosuke levantándola en un movimiento rápido, la joven protestó pero luego se dio cuenta de lo cansada que estaba, incluso el peso de su sakabatou se había vuelto molesto.

Kenshin miró a su viejo amigo, gratitud en sus ojos, hubiera deseado cargar a su hija el mismo, pero sus brazos y cuerpo estaban totalmente agotados. Sano le devolvió la mirada con una mueca divertida, era la única comunicación que necesitaban.

Cuando llegaron al dojo se encontraron con Kenji sentado en el balcón, Megumi atendiéndole algunos cortes y rasguños que el muchacho tenía esparcidos por todo el cuerpo.

"ITTAI!" se quejaba y sacudía el pelirrojo.

"Quédate quieto Ken-chan, kami, tu padre nunca se quejó tanto por un par de cortes" Megumi llevaba una mueca molesta mientras luchaba por atender a su paciente.

"Tadaima" susurró Kaoru al entrar seguida de Kenshin, Sanosuke y una Kiriko dormida en los brazos de su tío. Yahiko había ido directo a su casa, alegando que Tsubame iba a estar preocupada, Sanosuke le bromeó diciéndole que era un dominado, a lo cual Kenshin le dijo a Sano que mejor se reportara pronto con cierta kitsune, a lo cual, los dos, Yahiko y Sano, le gritaron al pelirrojo que no era quien para hablar de hombres dominados. El pobre Kenshin sólo pudo responder con un ORO!.

"Okaeri" dijo Kenji al ver a su familia ingresar al dojo. "El baño está caliente en caso de que alguien quiera utilizarlo" agregó el muchacho.

Megumi vio a Kiriko y corrió hacia su esposo "Qué le sucedió?" dijo, lo primero que hizo fue examinar la frente de la pequeña. Kenji seguía la acción de cerca.

"Está bien, sólo exhausta, se quedó dormida en el camino" dijo Sano con una sonrisa "Iré a colocarla en su cuarto"

"Nadie herido?" dijo Megumi observando a todos. Todos sacudieron la cabeza en negativa.

"Kaoru" susurró Kenshin

"Qué?" dijo ella con una sonrisa nerviosa.

"Koishii" Kenshin levantó una ceja,

"OKAY OKAY!" dijo la mujer levantando la amplia manga de su gi, una larga línea roja de un corte adornaba la parte posterior de su brazo, no era una herida para nada grave, pero había que desinfectarla y vendarla para que sanara sin dejar cicatriz.

"No se te escapa nada, ne?" dijo la mujer mirando a su marido.
"Iie" dijo él con una sonrisa desentendida.

Esa noche, apenas se discutieron los hechos del día, todos demasiado cansados. Kiriko ni siquiera se presentó a cenar y siguió durmiendo hasta la mañana siguiente. Aunque se merecieran el descanso, en la mente de todos estaba la preocupación del ataque y el horror de las muertes presenciadas... no fue una buena noche, para nadie.

xxx

La siguiente mañana era como si nada hubiera sucedido al menos en apariencia, Kenshin lavaba la ropa. Yahiko y Kaoru se ocupaban de un dojo hasta el tope de estudiantes.

Kenji y Kiriko practicaban su Mitzurugi Ryuu en el bosque de bambú a unos cientos de metros de su hogar, ambos fascinados con el doble battou que habían presenciado el día anterior.

"Ahh, y me olvidé de contarte!" dijo Kenji con una sonrisa amplia "Cuando otou-san peleó contra el lunático ese" bastaba con decir lunático para que Jineh se te viniera a la mente "utilizó este super cool movimiento, te juro que si parpadeaba me lo perdía!"

"De verdad?" dijo Kiriko,

"Hai, es un ataque que consiste en golpear los nueve puntos vitales a la vez..." comenzó Kenji.

"Kuzuriuzen" susurró Kiriko, su hermano abrió los ojos en sorpresa.

"Hai, cómo sabías?"

"Shishou-jii-san me explicó todas las técnicas del Hiten Mitzurugi" dijo la joven con una sonrisa de lado a lado.

"EH!" Kenji parecía furioso "El muy arrogante se negó a darme la lista completa de técnicas hasta que fuera menos baka! dijo!" el muchacho se cruzó de brazos, molesto.

"Ja ja ja... no me quiso decir a mi tampoco... pero le dije"

Kiriko hizo un gesto y sus ojos parecieron agrandarse cinco veces "pero jii-san" voz de nenita pequeña "que daño puede hacer que sepa más de lo que sé... tal vez es que no confías en mi lo suficiente"

Kiriko abandonó el acto y hablando en ojos normales dijo "Y cuando una lágrima casi cae, zaz, ahí se quebró y me explicó en detalle cada movimiento... je je... bueno, excepto el ougi".

"Realmente eres una maldita manipuladora del infierno" dijo Kenji con ojos grandes, recuerdos de cuando eran más pequeños y se ligaba todo el castigo por algo que los dos habían echo recorrían su mente.
"Cuántas veces tuve que pulir el piso del dojo por tu culpa?" dijo Kenji.

Kiriko se ruborizó "ahh, pero eso está en el pasado, ne?"

"EN EL PASADO!" dijo el muchacho, una vena apareció en su frente "SI MAL NO RECUERDO LA SEMANA PASADA CUANDO NOS INFILTRAMOS EN EL DOJO A PONERLE GRASA AL BOKEN DE NII-SAN Y NOS DESCUBRIERON ME ABANDONASTE HE HICISTE QUE ME CALLERA TODA LA CULPA!" el tono del muchacho era cada vez más fuerte. Kiriko se miraba las uñas, desinteresada.

"Si no tuvieras el trasero tan gordo hubieras podido escapar como yo" dijo ella, recordando con una sonrisa la graciosa situación.

Flashback

Kenji y ella habían acordado vengarse de Yahiko por obligarlos a pulir el dojo cinco veces sin razón aparente, aprovechando que él estaba a cargo mientras Kaoru y Kenshin estaban fuera por el día.

La idea era poner grasa en el boken que el maestro instructor utilizaba en sus clases matinales y hacerlo pasar ridículo cuando se le cayera delante de sus alumnos.

El plan marchaba perfecto hasta el morocho había aparecido antes de lo esperado. La única forma de escape una ventana pequeña y alta que había en la pared alejada del dojo.
Con la ayuda de su hermano Kiriko pasó con facilidad, pero Kenji quedó trancado a la mitad, justo en el momento en que Yahiko entraba en el lugar.

Desde su posición afuera del dojo, Kiriko le tiró un beso a su hermano y le deseó buena suerte. Utilizando su velocidad casi divina, se metió en su habitación y fingió estar pintando como una buena señorita.

Mientras tanto su pobre hermano tuvo que aguantar los gritos del embravecido instructor y su consecuente castigo. Sin mencionar el echo de que sus padres no tardaron en escuchar la historia.
Kaoru le gritó al joven Himura y le ordenó pulir el dojo toda la semana. Mientras que Kenshin simplemente le miró sin decir nada. Para el muchacho, el castigo de su padre era mil veces más severo que cualquier rato puliendo el dojo. Lo que Kenji no sabía, era que el pelirrojo pensaba que probablemente Yahiko se tenía la broma merecida, pero no le parecía correcto alentar a su hijo en ese tipo de conducta, por lo tanto, decidió no decir nada.

Yahiko tenía sus sospechas de la participación de Kiriko en el asunto, pero Kenji no había dicho nada, y la joven, hizo todo un acto mostrando su nueva creación mientras recibía elogios de sus padres.

Fin del Flashback

"TRASERO GORDO!" repitió Kenji en rabia "AHORA VAS A VER ENANA!"

el entrenamiento quedó olvidado, Kiriko corría como pollo sin cabeza mientras reía; su hermano le perseguía con su katana envainada en alto. No por primera vez en su vida, Kenji se preguntó si los deseos de estrangular a un hermano eran normales o no.

X x x

Kenshin lavaba la ropa pero su mente no estaba concentrada en eso, sus pensamientos seguían recurriendo al día anterior y a los motivos de Shishio.

'Porqué' pensaba el pelirrojo una y otra vez. Un ataque, en el medio del día 'tal vez para mostrar poderío? para asustar a la gente?'

Esa no era la forma en la que un hitokiri trabajaba. Esperaba que Shishio fuera más reservado en sus planes, el ataque debería haber ocurrido en la noche y nadie debía saber las intenciones de Shishio. Las cuales Kenshin suponía, era la captura del emperador Meiji, lo más probablemente para poseerlo con algún subordinado suyo y obtener control directo del país.

Pero porqué a la mitad del día, y porqué enviar tropas comunes?

Es verdad que entre los que habían peleado el día anterior se encontraban excepcionales guerreros, pero eran pocos, la mayoría de los soldados que allí estaban tenían kis normales. Probablemente gente que se haya vendido a la causa de Shishio, pensó el pelirrojo mientras castigaba una prenda.

'Tal vez era una distracción... o una prueba' los ojos de Kenshin se paralizaron, 'Una prueba? Para ver si yo tomaba acción? O si en tal caso, alguien tomaba acción?'

Probablemente ahora Shishio supiera acerca de sus hijos, y del resto del gumi. Kenshin apretó tanto el jabón que este se deshizo en sus manos, en rabia, tiró los restos al latón y agachó su cabeza, tupido cerquillo pelirrojo cubriendo sus ojos.

'Cuándo va a terminar?' pensó amargamente.

Xxx

Kenji y Kiriko caminaban por la ruta que les llevaría al dojo, luego de que hubieran terminado su entrenamiento, sus pensamientos fijados en el almuerzo que les esperaba y que con suerte, había preparado su padre. Kaoru no era tan mala con platos básicos, pero los platos de Kenshin eran mucho mejores.

De pronto Kenji paró en el camino y le colocó una mano en el hombro a su hermana. "Nos siguen" dijo.

Kiriko se alertó y efectivamente, detecto un kenki, pero no podía apuntarlo bien.

"Impresionante" se escuchó una voz tenor segura y firme, pertenecía a un hombre que acababa de aparecer desde detrás de un árbol. Uniforme de policía.

"Quién eres?" dijo Kiriko, viendo en los ojos dorados del hombre una mirada para nada amistosa, no era el típico policía a tu servicio, todo en su porte lo gritaba, incluso la katana llevada con seguridad en su cinto.

"No hablaba contigo sino con el chibi-battousai" dijo el hombre dirigiendo toda su atención a Kenji.

"Así que eres otro lunático más en busca de venganza contra mi padre?" dijo el muchacho de manera arrogante mano a un centímetro de la empuñadura de su sakabatou.

"Iie... simplemente estaba admirando tu habilidad, poca gente puede detectarme cuando mi ki esta deliberadamente oculto, pero supongo que es de esperarse de un crío de battousai" el hombre sacó un cigarro del bolsillo de su uniforme, con un movimiento practicado lo encendió y dio una dulce pitada.

Kiriko abrió los ojos, con razón ella no pudo sentirlo hasta que Kenji se lo anunció, por algún motivo este hombre le crispaba los nervios, y podía sentir su usualmente calmo temperamento levantarse.

"Entonces que quieres con mi padre? O acaso quieres probar que tan bueno es un crío del battousai, como tan delicadamente lo haz puesto?" Kenji aprontó su estancia.

El hombre frente a él simplemente sonrió "Humph... ojalá tu baka rurouni de padre hubiera sido tan enérgico en arrojarse en una pelea conmigo... pero bueno, tal vez eso fue lo que lo hizo sobrevivir asegurando que tu nacieras, deberías estar agradecido conmigo" dijo tomando otra pitada.

"EH?" dijo Kiriko "BAKA? AHORA VAS A VER! TU OPONENTE SOY YO!" Kiriko dio un paso delante de Kenji, mientras el muchacho estaba sorprendido, pocas eran las veces que alguien podía incitar a Kiriko a comenzar una batalla.

"Sigo sin hablar contigo chibi-tanuki" dijo el hombre morocho sin siquiera mirar a la muchacha "Y ten cuidado, no queremos que papi se ponga triste si te cortas con el juguetito que llevas en la cintura"

La cara de Kiriko no podía ponerse más feroz, su mano fue a la empuñadura de Sakabatou e iba a desenfundar cuando su hermano la agarró con un brazo, sonrisa de rurouni

"Ne, Kiriko-chan, creo que es mejor que te pases esta" dijo Kenji alejando a una rabiosa Kiriko que susurraba cosas en la línea de 'como se atreve a tratarme como una nenita indefensa', 'pagará por llamar baka a otou-chan' y un par de insultos más que una damita no debería saber, probablemente aprendidos del tío Sano.

Habiendo terminado su cigarro y sin cambiar su mirada el policía lo arrojó al piso, observando a los jóvenes con algo cercano a una sonrisa.

"Ahh, que bueno que detuviste a la chibi-tanuki, no queremos que se rompa una uña ne?" dijo,

Kenji le ofreció su mejor sonrisa, contento al fin de poder hablar con este hombre del que tanto había oído "Ahh, Saito-san, simplemente quiero evitar que tú salgas lastimado" dijo Kenji. Si Saito estaba sorprendido de que Kenji supiera de él, no lo demostró.

"Ah si? Crees que esa patética excusa de niña, pueda ponerme un dedo encima?" al escuchar esas palabras Kiriko casi se lanza de nuevo, Kenji la atrapó por su cola de caballo.

"Probablemente" dijo Kenji con una sonrisa tono casual y feliz imitando sin querer el mejor estilo rurouni de su padre "pero incluso si llegas a ganarle. Tendrás que lidiar conmigo... y yo" los ojos de Kenji cambiaron abruptamente, sus órbitas azules quemando con intensidad "en caso de que algo le suceda, lamentablemente no podré contenerme, cosa de hermanos, supongo que entenderás... entonces tendré que hacerte daño y no quiero hacerle eso a un ciudadano mayor".

Kiriko casi pierde los ojos cuando saltaron de sus órbitas ante las palabras de su hermano, sutil y con estilo, Hurray Kenji, pensó riéndose abiertamente porque trató al arrogante hombre de viejo.

Saito simplemente sonrió, mueca divertida "Veo que el sarcasmo es algo que pasa de generación en generación, pero dime, cómo sabes mi identidad"

"Estás bromeando, mi padre me ha hablado mucho de tí" dijo Kenji con una sonrisa, el ex capital del shinsen-gumi quedó genuinamente sorprendido al ver la expresión de Kenji. Podía ser que el muchacho le estuviera mirando con admiración? Pensó.

"Pero dinos Saito-san, qué hacías siguiéndonos" la mirada de Kenji perdió la sonrisa, hora de hablar de negocios.

"No les seguía, me dirigía al dojo donde el Battousai decidió hacer nido, cuando fui atraído por sus kenkis" Saito pausó y luego agregó susurrando "Asquerosamente puros y fuertes, me dan dolor de cabeza".

"O sea que quieres hablar con mi padre?" dijo Kenji, mientras tanto Kiriko seguía murmurando cosas nada amables y una mirada molesta adornaba sus lindas facciones.

"Hai, tengo un asunto que discutir con el battousai, espero que se encuentre en casa en este momento?" Saito comenzó a caminar en dirección del dojo sin agregar nada más ni esperar respuesta. Kenji y Kiriko le siguieron.

"Hai" dijo el adolescente. Los tres caminaron el trecho restante hacia el dojo sin agregar ninguna palabra más.

"Okaeri" dijo Kiriko entrando al dojo. La recibió su padre en el medio del patio, mirada feroz y sakabatou asegurada en la cinta de su hakama.

Detrás de Kiriko pronto aparecieron la figura de Kenji y del hombre alto que le acompañaba.

"Saito" susurró Kenshin, sus palabras prácticamente goteaban veneno.

"Battousai" los hombres se observaron durante largos momentos, y los dos jóvenes pelirrojos podían sentir la tensión en el aire.

"Te cortaste el pelo, bien, al menos pareces hombre ahora" dijo el policía. Kiriko y Kenji casi caen desmayados al mejor estilo anime. Si algo esperaban que los hombres se dijeran, no era eso.

"Tu cabello es más blanco que antes, es la edad? o decidiste parecerte más a tus amigos los lobos?" dijo Kenshin con tono serio. Otra vez, sus hijos casi caen de espalda al escuchar el comentario.

"Ah, siempre tan amable, pero esta no es la forma de recibir a un invitado, que no se te pegaron un par de modales con los años?" dijo Saito dando un par de pasos dentro de la propiedad, la figura de Kenshin se puso más rígida, si eso era posible.

"Te ofrecí un duelo para terminar lo nuestro hace ya muchos años Saito, y me dejaste plantado. Qué quieres ahora?" Ni a Kenji ni a Kiriko se les escapó el echo de que su generalmente muy respetuoso padre había olvidado el honorífico de su ex enemigo a propósito.

"Aunque disfrutaría enormemente barrer el suelo nuevamente con tu patética figura, tengo asuntos más importantes que discutir" finalmente Saito se acercó mas y ambos hombres hacían contacto visual directo.

Kenshin respiró hondo "Necesitas que te recuerde quien barrió el suelo con quién?" dijo Kenshin, mano a milímetros de la empuñadura de su sakaba.

"Hmmp, enserio Battousai, que tan denso puedes ser? he dicho que sólo vine a charlar un rato" Saito ignoró a Kenshin mientras se encendía un cigarro.

Kenshin se dio vuelta y dijo "Bien, sígueme, tenemos mucho de que hablar entonces".

Pasaron al recibidor cerrando el shoji detrás de ellos, ni Kiriko ni Kenji se animaron a seguirles, lo que sea que iban a discutir, obviamente era entre ellos. Kiriko se encogió de hombros y desapareció rumbo a su cuarto. Kenji sentía una enorme curiosidad por espiar la conversación de los adultos, pero se retuvo por el simple echo que le descubrirían por su ki.

Una vez cara a cara los dos ex enemigos del bakumatzu se observaron unos momentos, finalmente Kenshin no aguantó más la tensión y exasperadamente dijo "Y bien?"

"Veo que decidiste hacer nido aquí y quedarte con la tanuki" dijo el ex Shinsengumi con una mueca divertida.

"Ah" dijo Kenshin secamente, no le agradó para nada que el hombre se refiriera a su koiishii como una tanuki, pero no podía evitarlo, era inherente de Saito hacerle perder los estribos. El silencio continuó unos momentos más, el sonido del reloj de madera que adornaba la habitación hacía eco con cada segundo que pasaba.
Saito rompió el silencio repentinamente

"Tiene talento" exhaló las palabras como si le costara decirlas.

"Huh?" dijo Kenshin levantando una ceja, ni idea a que se refería su rival.

"Tu mocoso battousai, tiene talento" Saito odiaba repetirse a si mismo, aún más si estaba dando un elogio.

"emm gracias... supongo" mocoso? Sólo por eso Saito se merecía un golpe, pensó el pelirrojo, pero decidió mantener la calma y escuchar que tenía el viejo lobo para decir. Kenshin pensó unos momentos y sus ojos se ensancharon en realización "Ohh no Saito, no te llevarás a mi hijo en ninguna misión".

El morocho (sin contar las canas que adornaban cada costado de su cabeza) sonrío ampliamente, sus labios dos líneas finas y siniestras "No te preocupes Battousai... esto no se trata de tu hijo... por lo contrario".

Saito pausó, las palabras estaban formuladas en su cabeza pero su boca se rehusaba a decirlas, para el orgulloso miembro del shinsengumi esta era por lejos, la más humillante misión en la que se había metido en su vida.

"Entonces?" urgió Kenshin para que el hombre continuara.

Saito abrió la boca para hablar pero un golpe suave en la puerta deslizante les interrumpió.

"Adelante" dijo Kenshin. Apareció Kiriko, vestida en su kimono rosa, cabello cuidadosamente peinado y su característico moño azul resaltado entre el tupido cabello rojo intenso. Arrodillada junto al shoji que acababa de deslizar abierto, la joven tenía una bandeja con implementos para servir el té.

Con gracia practicada entró al lugar y se inclinó junto a los dos hombres, sonrió una sonrisa falsa ante Saito mientras luego de servirle té se inclinó en señal de respeto, como era la costumbre. El hombre retornó con una leve inclinación de cabeza. Kiriko repitió el acto con su padre, pero podía decirse que sus acciones eran menos frías.

Mientras Kiriko le daba la espalda Saito dijo "Ahh, Battousai, así deben ser las mujeres, no corriendo sudadas sacudiendo katanas como salvajes" el tono del hombre era suave y casual, como si no estuviera deliberadamente insultando a alguien.

Kenshin juró que un ojo de Kiriko parpadeaba a manera de tic, el ki de la joven se levantó a niveles descomunales.

La joven simplemente levantó la mirada y con una última reverencia y una sonrisa espantosamente falsa se excusó de la habitación, golpeando levemente el shoji cuando se fue. Kenshin quedó mirando la puerta unos segundos, suspiró, iba a decir algo para defender a su hija pero decidió que era mejor que la joven se acostumbrara a ese tipo de comentarios. En un mundo de hombres ser una mujer que dominaba el kendo no iba a ser una tarea fácil, mejor que aprendiera la lección desde temprano.

Saito se llevó la humeante infusión a la boca, el olor del té siempre lograba calmarle el espíritu. Sin pensarlo y en una acción rápida tomó un trago.

Se arrepintió en ese instante.

El sabor era horrible, amargo, sobre cargado y recalentado. El peor té que hubiera probado en toda su vida.

Kenshin tomó un sorbo de su brebaje y sonrió, el té le sabía bien, como siempre que lo preparaba Kiriko. Levantó la vista y vio la cara de Saito... de pronto la realización de lo que acaba de suceder le llegó a su cerebro.

Su hija no había dicho nada ante los comentarios de Saito...

Porque ya tenía un ataque pensado de antemano.
'Ohh Kiriko... a veces esa cabeza tuya da miedo' pensó Kenshin aguantando una carcajada que quería escapar al ver a Saito intentando mantenerse educado e intentando no escupir el asqueroso brebaje.

"Creo que te has ganado un enemigo, si lo creo" dijo Kenshin, su mejor sonrisa de rurouni adornando sus facciones juveniles.

"Ugh Battousai, debes manejar el temperamento de esa chiquilla o no la podrás casar ni con un santo" dijo Saito mientras depositaba su taza frente a él. Ni loco terminaría el resto del asqueroso líquido que quedaba en la fina creación de cerámica.

"Kiriko-chan no tiene un temperamento fuerte, usualmente" dijo Kenshin con una mirada inquisitiva "Pero supongo que debes de haberle dicho algo para molestarla tanto... ten cuidado Saito, las apariencias engañan".

El morocho hizo un gesto exasperado "Me tomas por estúpido Battousai, crees que no se leer un oponente? Doce años no son suficientes para hacer a alguien demasiado formidable, pero en unos años, esa niña podría llegar a ser muy peligrosa. Además, sabes que no estoy aquí sin mis averiguaciones previas, sé el potencial que ambos de tus hijos tienen. Se acerca de los campeonatos de kendo que han ganado, hasta sé que en la pelea de ayer, esa figmento de persona que tienes por hija derrotó a un hombre tres veces de su tamaño. Alguna vez consideraste tener más hijos battousai? Cinco o seis más como esos y podrías tomar japón sin mucha dificultad" Saito río. Kenshin abrió los ojos en sorpresa, Saito Hajime haciéndole una broma? Las burlas, Kenshin estaba acostumbrado, las bromas, eran nuevas.

"Iie, no más, dos esta bien" A Kenshin se le vinieron a la mente las horas que él, Kaoru y Yahiko habían pasado en los primeros años de vida de sus hijos persiguiendo a dos bebés pelirrojos hiperactivos que se metían en todo tipo de problemas. Desde treparse al techo del dojo, a los árboles, desaparecer debajo del balcón de la casa. Experiencias cercanas a la muerte en la bañera que preferiría olvidar.

Pequeños infantes correteando desnudos por un dojo lleno de estudiantes. Ohh no, no más, sus hijos eran lo más preciado de su vida, pero eso no quitaba que esos primeros años hubieran sido muy difíciles. Básicamente niños con mucha energía, demasiada, sin miedo a experimentar ninguna experiencia y con una inteligencia que les permitía meterse en situaciones peligrosas. El comportamiento y la energía de ambos se habían controlado una vez que tenían bokens en las manos, parecía que desde esa temprana edad, sus cuerpos les pedían a gritos aprender el arte.

"Ohh, ya entiendo" dijo Saito sonriendo "No tienes que avergonzarte si la fábrica ya no funciona, en serio, a muchos hombres de tu edad les sucede. No a mí, claro está" de alguna manera, lo que Saito intentaba que fuera una sonrisa siempre para sus espectadores se tornaba en una mueca siniestra.

Kenshin, que era un poco denso para los temas, del tipo, ejem, digamos biológicos no se dio cuenta de la remarca de su adversario y sus cejas se torcieron en confusión, Saito juraría que escuchó un ORO levemente sururrado.

Aunque denso, el pelirrojo no era estúpido y repasando las palabras del shinsengumi desenfundó tan rápido que Saito se vio frente a frente con ojos violetas intensos y una sakabatou en la garganta.

"no tengo NINGUN problema de ESE tipo, entendido!" veneno saliendo de cada palabra.

Saito sonrió una sonrisa 'simpática' la equivalente a la sonrisa de rurouni de Kenshin.

"Okay okay... Hmp Battousai, de haberlo sabido hace quince años, te hubiera hecho una broma acerca de ESO y no habría tenido que pasar por tantas molestias para traer a tu hitokiri"

Kenshin se sentó y enfundó su sakaba, aunque intentó calmarse parecía que una nube de mal humor le flotaba encima "podemos volver al motivo por el cual tengo que soportar tu compañía?" dijo.

"Yo tampoco estoy teniendo un día de campo" Saito se disponía a sacar otro cigarrillo.

"no me IMPORTA... y no fumes esa porquería en mi casa"

Saito hizo una mueca molesta y guardó el cigarro.

"Podemos por favor volver al tema que te trajo hasta aquí? En lo posible me gustaría pasar la tarde con mi esposa y definitivamente no contigo. Y por favor, no me digas que tengo que ir a Kyoto a asesinar a Shishio, esa sí sería una mala pasada del destino".

"Bien" dijo Saito, Kenshin se sorprendió al rastrear rastros de nerviosismo en su ki. "Lamentablemente, la razón por la que estoy aquí tiene que ver con Shishio..."

Kenshin rodó los ojos, de alguna manera SABIA que se venía eso. Antes que pudiera reflexionar más en el tema Saito continuó hablando

"pero Shishio no es mi principal preocupación en esta misión... sino..." Saito pausó.

Kenshin esperó con paciencia.

"Sino mi hijo..." terminó con tono susurrado el ex shinsengumi.

Kenshin le miró sorprendido

"Tu hijo? Qué tiene que ver con tu misión?" Kenshin demostró genuino interés.

Saito luchaba para encontrar las palabras "maltida sea Battousai, necesito tu maltida ayuda, Shishio tiene a mi hijo!"

ORO! Pensó Kenshin, esa sí que era nueva, Saito Hajime pidiéndole ayuda de esa manera y no demandándola? DOBLE ORO!

La habitación quedó en silencio y los dos hombres se miraron fijamente por lo que pareció una eternidad.

El reloj continuó haciendo tick tack...


FINALMENTE!
UFFF

Que largo capi pero que divertido de escribir!
Estuvo un poco complicado, pero me esforcé en aumentar la calidad de escritura, espero que se haya notado!

Por favor espero sus comentarios!
Sino, no se si mis esfuerzos sirven para algo!

Si les gusta o no, cualquier comentario sirve para mejorar, aunque sea solo un elogio!

Un beso a todos y nos vemos en el próximo capi
Myks


Ahhhh! ANTES QUE ME OLVIDE

El rincón de mis reviewers!

AoMe Hisoshima: Me encanta que te guste mi fic y no puedo esperar a subir la web que estoy haciendo para mostrar los muchos dibujos de kenshin con kiriko y kenji que hice y me encantaría mostrárselos a todos. No he tenido tiempo de subir la web. SNIFF OTRA VEZ GRACIAS POR SEGUIR MI FIC

Gabyhyatt: espero que te guste este capi. Te he esperado en el msn pero parece que nunca te conectas, contactame si lo deseas, con gusto te paso el capi.

Hada-chan: Qué te puedo decir? Je je Me encantan tus reviews, son super divertidos y me levantan el ánimo! Tus preguntas del juppon creo que las contesté al principio del capi, no?

Espero que te guste este, porque en verdad me esforcé pila

BUENO BESOS Y GRACIAS a todos!

y no sean tacaños ustedes que entran, leen y se van, que hacer un review lleva re poquito tiempo

Ja ne.-