HOLA HOLA!
QUE CONTENTA ME HAN DEJADO, CASI UN RECORD DE REVIEWS EN EL CAPI ANTERIOR! Mi esfuerzo dio resultados y es todo gracias a ustedes!
Al final del capi, el rincón para mis reviewers ok?
Y espero más comentarios, a veces si me tranco y no me viene la inspiración los comentarios me ayudan a tomar una desición de cómo seguir-
BUENO LOS DEJO CON EL CAPI (vieron que rápido que actualicé? Hada-chan me tiró de la oreja)
Ikijigoku: El infierno en la tierra
Capítulo 7: La visita del lobo
Ojos dorados miraban intensamente a los ojos violetas, pero esta vez no era a causa de un duelo a muerte, esta vez, era una cosa de hombre a hombre, incluso tal vez de padre a padre.
Kenshin no pudo evitar imaginarse un bebé con la cara de Saito y con un pucho en la boca, el pensamiento le estremeció la columna y sacudió la cabeza. El hombre que tenía delante estaba esperando una respuesta.
"Y cómo exactamente sucedió eso? Como llegó Shishio a tu hijo?" Kenshin esperó pacientemente por las palabras de Saito.
El policía hubiera deseado tener su preciado cigarro en la mano, en cambio, para distraerse, se pasó una mano por el cabello, alisando aún más su engominado peinado. Finalmente las palabras salieron de su boca "Mi hijo es agente secreto del gobierno... hace unos meses, cuando se empezaron a investigar los extraños hechos que tu ya conoces decidió moverse en una misión"
"Agente?" interrumpió Kenshin "Qué edad tiene tu hijo?".
Saito hizo un pequeño hump con la garganta, no le gustaba ser interrumpido, pero respondió pacientemente "veinte, mi hijo tiene veinte años, es agente desde hace tres".
Kenshin asintió con la cabeza para que el hombre que tenía frente suyo siguiera hablando.
"Bien, continuando, mi hijo Toshio, incluso contra mi voluntad, fue por su cuenta a investigar, el muy estúpido cayó presa de Shishio casi de inmediato".
Kenshin hizo una mueca, Saito no era blando con nadie, ni siquiera con su hijo, para que lo llamara estúpido de esa manera.
"Shishio es una persona impredecible Saito, seguramente no le fue tan fácil apresar a tu hijo... si te conozco un poco diría que tu hijo conoce todas y cada una de las técnicas que tu dominas."
Saito sonrió una de sus muecas, "Soy tan obvio?" dijo.
"sólo conmigo" respondió Kenshin con una sonrisa. Saito seguía nervioso por no poder encender el cigarro y sus manos no sabían en donde descansar, casi sin darse cuenta toma la taza de te en frente suyo, por suerte para él, reaccionó en el último momento, y las manos decidieron descansar en su regazo.
"Para dificultar el caso" comenzó el policía "Las últimas investigaciones me dicen que mi hijo está en la cabecera de la organización de esa maldita momia, quiere decir que el muchacho ha sido poseído, como muchos otros" al terminar de hablar el hombre cerró los ojos un momento.
Kenshin se quedó en silencio por unos segundos, digiriendo lo que acababa de escuchar.
"Iría a rescatarle yo mismo pero..." comenzó Saito.
"Pero tus técnicas están echas para matar... y un enfrentamiento con tu hijo no lo traería de regreso" terminó Kenshin por él.
"Exactamente" Aunque nunca lo admitiría, a Saito le agradaba la forma de pensar de su ex enemigo, nunca tenía que explicarle demasiado las cosas.
Kenshin mientras tanto estaba tomando una decisión, aunque no disfrutaba de la compañía de Saito, debía reconocer que el ex shinsengumi le había ayudado en el pasado, sobre todo en el episodio del Jinchuu de Enishi, gracias a él pudieron saber dónde estaba la isla donde Kaoru estaba secuestrada, y aún más, Saito había peleado por su causa. Le debía a este hombre... y aunque no lo hiciera... su lado rurouni, sus deseos de redención y su instinto de padre no le permitirían quedarse sentado ante una situación así.
Kenshin suspiró "Muy bien... de todas formas... Shishio necesita ser detenido..." el pelirrojo suspiró denuevo "Kaoru tendrá mi cabeza por esto" susurró.
"Te doy una semana battousai, después de todo, tienes que recuperarte de la lucha de ayer, no hay apuro, ya que el cuerpo de mi hijo esta relativamente seguro"
"Me estas llamando viejo?" dijo Kenshin, sus ojos pacíficos cambiando a un estado un poco más agresivo.
"Iie, pero sé como son las esposas... CREEME..." susurrando el hombre alto agregó "parte de la razón por la que estoy humillándome aquí"
Kenshin sonrió su sonrisa de rurouni, entendiendo exactamente que quería decir el hombre que tenía frente suyo.
Mientras tanto, fuera de la reunión, en el resto del dojo.
Las clases acababan de terminar, cansados y satisfechos por el intenso ejercicio, los alumnos del dojo salían del dojo, vaciando el lugar rápidamente.
Cansada, Kaoru salió de su clase, mientras Yahiko se entretenía con un par de estudiantes que tenían unas preguntas que hacerle.
Rápidamente la mujer buscó la figura de su esposo en el predio, que para estas alturas suponía ella que la estaba esperando sentado en alguno de los balcones de madera. No lo encontró e hizo una mueca desilusionada, suspirando, se dirigió hacia la parte posterior de su hogar de toda la vida, allí encontró a su hijo sentado pensativo, su sakabatou apoyada cerca de él, como de costumbre.
"Okaa-san" reconoció el muchacho cuando vio a la mujer, "El baño está preparado" dijo.
"Así que ahí es donde está Kenshin?" dijo la mujer, contenta pensando en el prospecto de un relajante baño. Su hijo levantó la mirada
"Iie, el baño lo preparé yo... Otou-san está ocupado... hablando con alguien"
Kaoru estaba feliz de escuchar que su hijo le había preparado el agua caliente, el muchacho era muy considerado y siempre ayudaba en lo que podía, pero se preguntaba quien podía estar hablando con Kenshin, Kaoru tenía la sensación de que no podía ser nada bueno.
"Gracias por preparar el ofuro... Sabes con quien está?" dijo ella rápidamente.
"Hajime Saito-san"
Al escuchar el nombre el corazón de Kaoru se paralizó, que quería ese hombre después de tantos años?
"Cuánto llevan reunidos?" dijo ella, tono levemente preocupado.
"Al menos una hora, Kiriko les sirvió té y me dijo que los dos tenían expresiones muy serias".
Kaoru asintió con la cabeza, decidió que lo mejor era aprovechar el baño que su hijo le había preparado, el clima cálido y húmedo que continuaba del día anterior combinado con el intenso ejercicio de toda la mañana le habían dejado en un estado que pocas damas desearían.
"Yo Kenji!" se escuchó una voz masculina hacer eco en el dojo. Pronto la figura de Sanosuke con su hijo Souzou en brazos se hicieron presentes.
"Qué paso, Megumi-san te volvió a echar de casa?" dijo bromeando Kaoru.
Sano hizo una mueca molesta pero riendo dijo "Iie, la Kitsune está intentando salvarle la pierna a uno de los hombres del ataque de ayer. Es una cirugía muy complicada y no cree que termine hasta la noche. Por eso me traje a Souzou, así no la molestamos".
Tanto Kenji como su madre asintieron, entendiendo el punto que su amigo explicaba. Kaoru se excusó y se dirigió al baño.
"COMO QUE SAITO ESTA AQUI!" el grito de Sano estremeció el dojo cuando escuchó la historia de Kenji. Souzou que estaba distraído jugando con una pelota de papel levantó la mirada pero no se asustó, su padre tenía esos arrebatos de vez en cuando y estaba acostumbrado.
Mientras tanto dentro del recibidor.
"Ohh por kami Battousai" dijo Saito cerrando los ojos en exasperación cuando detecto un ki que le era familiar "Uno pensaría que en quince años encontrarías mejor compañía que ese Ahou"
Kenshin sonrió "Sano es el mejor amigo que se pueda pedir, aunque un poco ruidoso a veces".
Un trueno hizo eco fuera del dojo, y poco después se pudo escuchar la lluvia golpeando el techo y el patio. Finalmente el clima pesado había resultado en una fuerte tormenta de otoño.
"Bien, creo que es hora que me retire, pasaré por ti en una semana" dijo Saito levantándose.
Kenshin asintió con la cabeza, Kyoto, otra vez Kyoto, en el curso de la reunión con su ex enemigo el hombre le había explicado que Shishio había elegido la ciudad nuevamente como base de operaciones. Kenshin suponía que Shishio lo veía como una suerte de revancha, utilizando los mismos escenarios que antes pero esta vez, seguramente mucho mejor preparado.
Kenshin abrió el shoji del lado del patio, y se podía ver la lluvia golpeando el piso furiosamente, salir en este clima era una locura.
Saito y él se pararon en el balcón de madera impecablemente lustrada.
Pronto apareció la figura de Kaoru, vestida en un kimono lila con bordados en amarillo, su obi azul igual que el gi de Kenshin, a manera de costumbre ya que estaban casados.
"Saito-san" dijo la mujer inclinando la cabeza. "Espero que no quiera retirarse ya con este horrible clima"
"Kamiya-san" dijo con tono educado y formal.
"No desde hace quince años" dijo Kaoru, sonriendo.
Saito hizo una de sus pseudo sonrisas y dijo "Es verdad, Himura-san es, verdad?" Kaoru sonrió en orgullo, siempre le gustaba que le reconocieran como la esposa DE Kenshin.
"En efecto Saito-san" dijo la mujer con una sonrisa.
Kenshin sonrió en orgullo, el también era feliz que Kaoru fuera SU esposa. Saito tomó un paso al frente, mostrando su intención de retirarse.
"Confío en que no se irá con este clima?" dijo Kaoru buscando la mirada del hombre, agregó "Con gusto lo recibiremos en nuestro hogar hasta que deje de llover". Cuando lo conoció, los sentimientos de Kaoru hacia este particular policía eran más que nada hostiles, luego el hombre probó su honor luchando con su propia vida contra Shishio, y más tarde ayudó a Kenshin a rescatarla de la isla de Enishi. Aunque no fuera el más amable de los invitados, ella haría todo lo posible por ser una buena anfitriona.
"No quisiera imponer" Saito estaba caminando hacia donde había dejado sus zapatos, para colocárselos nuevamente y así poder dejar la propiedad.
"No es imposición alguna... verdad Kenshin?" dijo Kaoru mirando a su marido. El pelirrojo no se veía nada feliz.
"Maa Kaoru" dijo él levantando las manos "Estoy seguro que la señora Saito lo está esperando en casa muy preocupada, ne Saito?" dijo Kenshin rezándole a kami para librarse del molesto lobo de Mibu.
Saito vio la oportunidad para mortificar a Battousai, que parecía ser uno de sus hobbies favoritos, "En realidad Battousai, mi casa está en Kyoto, me estoy quedando en un hospedaje, no hay nadie esperándome allí".
"Más razón aún para quedarse con nosotros, ne?" dijo Kaoru con una amplia sonrisa de lado a lado. Desde su posición detrás de Saito Kenshin le tiró una mirada molesta a su mujer, no era un look battousai, era más bien una narisita arrugada con cejas arqueadas, parecía un niño a punto de hacer un berrinche.
Saito sonrió "Muy bien, si insistes"
En ese momento apareció Kiriko doblando la esquina del balcón, pequeños pies envueltos en blancos tabis haciendo suaves ecos en la madera, la muchacha había escuchado el final de la conversación.
"Estaré más que honrada en preparar la cena a nuestro invitado entonces?" dijo ella mirando a Saito con mirada inocente.
Saito le tiró una mirada que hubiera echo correr a los más bravos hombres del Ishin Shishi en la época de la revolución. Ojos violetas le devolvieron la mirada en silente duelo. Interrumpió la voz melódica del pelirrojo "Maa Kiriko-chan, creo que hoy era el turno de Kenji y mío de preparar la cena"
Kiriko casi le tira una mirada dura a su 'querido padre' (sarcásticamente hablando) pero encontró firmes ojos violetas, en una mirada tan parecida a la suya pero de alguna manera mil veces más intimidante. Kenshin no reprendería a su hija por la broma hacia Saito, pero había un límite en que tan descortés se podía hacer, si estaba en su poder, Saito recibiría una cena decente en su hogar, incluso aunque prefiriera que el lobo se empapara bajo la lluvia.
"Oh, si, lo había olvidado" dijo ella con una sonrisa.
"Bien, faltan unas horas para la cena todavía..." dijo Kaoru intentando aliviar la pausa que había reinado al grupo.
Otra vez pasos, pero esta vez más firmes y con menos gracia se pudieron escuchar en la madera, apareció Sanosuke con Souzou en brazos. El hombre cargaba a su hijo como si fuera un pequeño saco de papas.
"Acabas de comprobarme, que la naturaleza NO es sabia" dijo Saito con una sonrisa y finalmente llevándose un cigarro a la boca. No había forma que Battousai lo detuviera ahora que estaba fuera.
A Sano le tomó unos segundos descifrar la malicia del comentario y exasperado dijo "YO TAMBIEN ME ALEGRO DE VERTE" parecía un perro rabioso mostrando los dientes.
"Seguro que es tuyo?... porque no se parece" dijo apuntando una mano enguantada hacia el morocho de tres años que colgaba del hombro de Sano. El kenki del exgangster se disparó dramáticamente, gastada bandana roja flameando alrededor de su cabello que seguía largo pasando sus orejas por unos tres o cuatro centímetros y en la nuca unos tantos más.
"Maa maa. Entremos, el clima se está poniendo algo frío" dijo Kenshin deslizando el shoji abierto e invitando a todos a pasar.
Increíblemente para todos, la tarde pasó tranquila, con Sano jugando al Jogi (ajedrez Japonés) con Saito, y perdiendo miserablemente.
Las maldiciones que salían de la boca del hombre de pelo castaño decorando el ambiente.
Kenshin se mantuvo largo rato discutiendo en privado con Kaoru, probablemente contándole los detalles de los eventos por venir.
Una hora antes que se pusiera el sol, Kenji y Kiriko aparecieron vestidos en sus hakamas celestes y gis blancos, uniformes del dojo. Afortunadamente, la casa estaba completamente comunicada de una forma u otra, y era posible llegar al dojo caminando dentro de los entechados balcones de madera.
Saito levantó la mirada "Que es la conmoción?" le dijo al ex Tori Atama
"Práctica de la tarde... nunca vi niños tan ritualistas con su entrenamiento... no pierden ni uno desde que los conozco". Sano aprovechó a hacer otro movimiento, lo que provocó que con una mueca divertida el policía le tomara otra de sus fichas. La cara de Sanosuke se desformó en incredibilidad. Souzou dormía a unos pocos metros de allí, una pequeña sabana protegiéndolo del aire que estaba un poco frío.
"Bien, parece que haremos un cambio de escenario, ya me está enfermando ganarte tanto"
dijo Saito levantándose y siguiendo la trayectoria que habían tomado los dos pelirrojos momentos antes.
Dentro de la habitación de Kenshin y Kaoru el humor era más que sombrío. Kaoru intentaba contener las lágrimas, realmente lo hacía, pero finalmente se derrumbó y se encontraba llorando furiosamente en el hombro de su marido. Kenshin tenía una cara más allá de culpable, le acariciaba el cabello mientras le susurraba cosas para confortarla.
"La última vez Kenshin... la última vez volviste a mí casi muerto..."
la voz de la mujer se ahogaba en emoción. "Y ahora ya no eres tan joven como antes... esta vez..."
"Lo sé" suspiró Kenshin.
"Quédate! Que Saito arregle sus propios asuntos!" dijo ella levantando la mirada, ojos rojos e hinchados buscando los ojos de Kenshin.
El pelirrojo se sobresaltó al escuchar esas palabras, no era normal en Kaoru ser así de... desinteresada por los demás, por así decirlo.
"Kaoru... yo..." comenzó él. Kaoru bajó la mirada y sonrió.
"Lo sé... estoy mal en cuestionarte... es que... es que...yo quiero que te quedes con nosotros!"
Kenshin la abrazó con fuerza, hundiendo la cabeza de la mujer en su pecho "y yo también Kaoru... yo también... demo, es mi deber como heredero del Hiten Mitzurugi... y parte de mi redención... de la pena que debo cargar por las personas que asesiné..." pausó unos momentos, luego continuó "Estos años... los mejores de mi vida, no puedo ni comenzar a explicar la felicidad que he sentido... demo... para proteger esa felicidad y esa nueva era... incluso si me cuesta la vida Kaoru..."
el llanto de Kaoru se intensificó.
"...Shishio debe ser detenido" terminó solemnemente el pelirrojo.
"Hai" suspiró ella "Iré contigo a Kyoto..."
"IIE DE GOZARU" dijo él firmemente, buscando la mirada de su esposa "Si tu vas a Kyoto, Kenji y Kiriko irán también... no los pondré en la mira de Shishio... esta es mi batalla... Shishio seguramente quiera una revancha conmigo..."
"Quieres que me quede aquí sentada? Esperando a recibir una carta que seguramente me informe de tu honorable muerte! ESO QUIERES?" Kaoru levantó la voz. En quince años de matrimonio, eran muy pocas las peleas que la pareja había tenido, y la mayoría de ellas habían sido triviales.
"Ya he visto a mucha gente querida morir frente a mi... no dejaré que eso pase con nuestros hijos" dijo Kenshin mirándola a los ojos.
"Iie, demo, sabes que no podrás detenerlos" dijo Kaoru apartándose de los brazos de él.
"Si no saben lo que sucede... no tendrán que involucrarse, es por eso que iré solo a Kyoto"
SPLAT!
"Baka! Creí que habías aprendido la lección" dijo ella levantándose y golpeando el shoji cuando desapareció de la habitación. El simplemente se quedó sentado allí, tomándose la mejilla, más que dolor real, el dolor emocional era peor.
"Kenshin no baka... no aprendiste todavía que no estas solo?" suspiró ella mientras se alejaba. Ojos llenos de lágrimas.
Sin muchos lugares a dónde ir dentro del dojo, y sin poder salir del mismo debido a la intensa lluvia, Kaoru simplemente se dedicó a lavarse la cara y colocando una falsa sonrisa entró al dojo a ver la práctica vespertina de sus hijos.
Se sorprendió al ver a Saito y Sanosuke sentados con piernas cruzadas mirándo el interactuar de los jóvenes Himura.
En el minuto que Kaoru entró todos los ocupantes de la habitación podían decir que la mujer estaba mal, su usualmente radiante kenki mostraba signos de estrés y tristeza, incluso si su rostro intentaba poner una fachada feliz. Se sentó al lado de los dos hombres y comenzó a mirar la práctica de Kamiya Kasshin, corrigiendo algún que otro detalle. Saito había esperado ver un entrenamiento de Hiten Mitzurugi pero estaba decepcionado viendo el estilo que a simple vista era más apropiado para el interior de un dojo que para un combate en batalla real.
De todas maneras, debía reconocer el talento de los jóvenes Himura, que se conocían tan bien que parecían danzar en el piso de madera, sus pies tocando ligeramente, parecían caminar en el aire.
"Joujou está dos pasos detrás de la velocidad divina..." susurró Sanosuke colocando su puño a forma de sostén de su cabeza, una pajilla de quien sabe donde había encontrado refugio en su boca y se asomaba colgando hacia delante.
"Hai..." dijo Kaoru, voz monótona "dos años atrás... dos pasos atrás... seguramente a la edad de Kenji lo alcance"
Saito asintió, viendo la pelea sabía que si el muchacho utilizaba cualquier técnica especial probablemente superaría a su hermana, pero en lo que comprendía sólo a Kamiya Kasshin estaban muy parejos.
Y la tarde se pasó así, la lluvia seguía golpeando furiosamente los techos del hogar...
Llegó la noche y Saito hizo una mueca ante la imagen que tenía enfrente. El hogar del battousai era realmente extraño, observaba con una mueca casi curiosa a padre e hijo cocinar. Silenciosamente se divertía cada vez que escuchaba a Kenshin.
"Maa Kenji no tanto!" sonidos de comida friéndose y otros ruidos estridentes se podían escuchar desde la cocina.
"ORORORORO!" la voz del pelirrojo grande se escuchó sobre el "AHH!" sobresaltado de su hijo.
Desde el recibidor donde estaban todos reunidos Kiriko rodaba los ojos, siempre era lo mismo cuando era el turno de Kenji en la cocina. Cómo podía manejar ser tan habilidoso aprendiendo cosas nuevas y complejas pero tan terrible en la cocina escapaba de la lógica de la joven.
Sanosuke y Souzou estaban distraídos jugando con una pelota de papel en rincón, las risas inocentes del infante de pelo morocho y lacio decorando el ambiente, pero sin lograr levantar el animo.
Frente a Saito estaba Kaoru, mirada retraída, ojos triztes, la mujer apenas mantenía conversación. Kiriko estaba en su propio mundo y de vez en cuando le tiraba al policía una mirada asesina, Saito ni se inmutaba, incluso le parecía divertido.
Afortunadamente los dos pelirrojos aparecieron poco después, Kenji tenía venditas en algunos dedos y Kenshin parecía tener algunos cabellos chamuscados. Si lo notaron, nadie comentó sobre eso.
La cena se pasó en silencio incómodo, y casi sin tocar su comida Kaoru se excusó y se retiró por la noche. Sanosuke tenía una idea clara de lo que estaba pasando, seguramente tenía que ver con Saito... seguramente tenía que ver con Shishio, no había que ser tan inteligente para darse cuenta de esto.
Finalmente la lluvia había amainado, y Kenshin se encontró en el balcón fuera del dojo, observando la única estrella que se había atrevido a aparecer, el aire frío le decía que entrara y se acostara a dormir... pero seguramente su futon estuviera aún más frío que la noche en la intemperie...
Susupiró y luego sintió un kenki, que muchos años atrás le hubiera erizado el cabello de la nuca. Percibió la presencia del otro hombre sentarse junto a él.
"No me has atormentado lo suficiente por un día?" suspiró el pelirrojo sin mirar a su acompañante.
"hump" fue la simple respuesta, el ruido de un encendedor hizo clic en la noche silenciosa.
Tomó una pitada y dijo "como si no fuera tormento suficiente haber pasado el día contigo"
Kenshin dio vuelta el rostro y lo miró fríamente "nadie te obligó a quedarte" dijo secamente.
"Hay algo que se llama cortesía Battousai, y afortunadamente tu esposa la tiene... dicen que las parejas se complementan" tomo otra dulce pitada, sonriendo en victoria ante su comentario.
"Entonces tu mujer debe ser un verdadero encanto" dijo Kenshin con sonrisa desentendida 'TOUCHE SAITO' pensó.
El morocho casi se traga el cigarro de la sorpresa, quince años atrás el battousai nunca le hubiera contestado una de sus bromas... mucho menos devolvérsela, simplemente lo miraba como para matarlo.
Saito se dio cuenta, que a diferencia del pasado, en que cada palabra dura era acompañada con una mano rápidamente viajando a sus respectivas katanas... ahora no había tal deseo de pelea.
La única forma que quedaba era verbal... y hasta ahora battousai no era un mal contendiente...
'interesante' pensó el singular policía.
"Así que la mujer no está feliz con nuestro planes?"
Kenshin le levantó una ceja "Tu que crees?" fue su simple respuesta.
"Creo que deberías aprovechar el tiempo que te queda... míralo de esta forma battousai, si vamos a morir, que sea mientras nuestros cuerpos aún tienen algo de esa antigua gloria".
Kenshin abrió los ojos en sorpresa... Saito... preparado para morir? Admitiendo que la edad le afectaba? El pelirrojo debía reconocer que esta vez había leído mal a su ex enemigo. El hombre evidentemente amaba a su hijo... y como Kenshin estaba dispuesto a pelear con Shishio aunque le costara la vida.
"Si te hace sentir mejor... mi esposa tampoco está feliz, lo único que puedo hacer por ella es regresarle a Toshio con vida"
Un silencio largo e incómodo siguió a las palabras... Saito se aclaró la garganta "No me malinterpretes Battousai, si está en mi poder pienso sobrevivir... pienso hacer lo posible para ello... incluso si tengo que mover a toda la policía de japón para detener a Shishio. No caeré sin una batalla"
"Y entonces... cuantas esposas, madres y hermanas quedarán sin su familia?" dijo Kenshin mirando a la nada, ojos desenfocados.
"Hump..." Saito tiró la colilla del cigarrillo a la tierra del patio "Siempre tan noble, ne?" dijo en tono de burla.
Kenshin simplemente le tiró una mirada dura.
"No eres divertido battousai, me gustaba más cuando amenazabas con desenfundar a cada comentario que te molestaba" Saito se levantó y desapareció dentro del dojo, cerrando el shoji detrás de él.
Mientras tanto en la habitación de Kenji
"Dije que te des vuelta" dijo nuevamente Kiriko mirando a su hermano enfurecida. La rabia hacia Saito era ahora más grande porque le había tenido que ceder la habitación a Sanosuke y Souzou. Saito se quedaría en el cuarto de huéspedes que Sano usualmente ocupaba cuando se quedaba (o Megumi lo echaba de casa por llegar oliendo a sake).
Kenji cumplió y le dio la espalda mientras su hermana se colocaba la Yukata "QUIEN QUISIERA VERTE A TI CAMBIÁNDOSE! TIENES CUERPO DE NIÑO DE TODAS FORMAS" dijo cruzándose de brazos
"que dijiste?" susurró ella, mejillas enfurecidas.
"Que tienes cuerpo de niño... con todo el Kendo que practicas ya tienes más músculos que cualquier niño de tu edad".
"No me importa" dijo ella en tono bajo... no le importaba ser una machona, pero le gustaba cuando se ponía un lindo kimono y la gente susurraba lo hermosa que era. El comentario de Kenji le había herido más de lo usual, Kiriko estaba pasando por una etapa difícil, a los doce años ya no era una niña, ni tampoco una mujercita. Estos cambios a veces la confundían un poco.
Se metio en el futon y se tapó hasta la cabeza, escuchando como su hermano se cambiaba y también se acostaba.
"Porqué crees que se hayan peleado ka-chan y otou-chan?" dijo suavemente ella mientras miraba el techo oscurecido.
Kenji respiró hondo, el estaba teniendo pensamientos similares "seguramente tenga que ver con Saito-san... y las posesiones... y las extrañas peleas..." la voz de Kenji era un suspiró, pero su hermana le entendió.
"Otou-chan debe de haber dicho algo estúpido" dijo Kiriko.
"Iie" interrumpió Kenji "Si hubiera sido hacía se arreglaba con un boken en la cabeza y un ORO"
Kiriko rió "Es verdad" dijo.
"Esto es mucho más serio... mamá estaba realmente perturbada... Creo que otou-san se irá" terminó Kenji seriamente, encontró los ojos de su hermana, que brillaban incluso en la oscuridad del cuarto.
"Bueno, es normal que otou-san se vaya en algunas misiones... es su trabajo después de todo" en su mente Kiriko sabía que lo que decía no era verdad, pero inconscientemente intentó engañarse.
"Iie Kiriko... si fuera una misión normal kaa-san no estaría así... creo que con lo que ha estado pasando... mi única conclusión es que otou-san planea irse... y no sabe si volverá"
Kiriko instantáneamente se sentó en su futon "IIE!" dijo alarmada "No haría eso"
"Recuerdas las historia de Makoto Shishio?" dijo Kenji. Su hermana asintió "Escuché a Yahiko hablando con Sano el otro día... estaban hablando de la gran pelea entre Shishio y otou-san... y como casi no la supera"
"Hai, eso ya lo sé" la pelea con Shishio era la historia que habían escuchado más veces y de más gente distinta en sus vidas.
"Si... pero lo que no sabes es que de alguna forma... así como el lunático de Jineh... Shishio está aquí" terminó Kenji, pensativo.
La joven se llevó la mano a la boca en horror, las historias de Shishio le habían dado alguna que otra pesadilla cuando era más pequeña (sólo a Yahiko se le ocurriría contarle a una nenita de cinco años la historia de la momia que mordió a su papi y lo atravesó con una katana).
"Otou-chan es muy fuerte... seguramente..."
"Kiriko" dijo Kenji secamente.
"Hai... lo sé..." una lágrima amenazó con caer de su rostro, si Kenshin apenas había podido con la momia quince años atrás... "además... ahora creo que entendí lo que decía Megumi-san... otou-san no puede ser herido como aquella vez..."
"Hai..." suspiró Kenji. "Pero Kiriko-chan... Shishio no cuenta con nosotros, ne? Va, conmigo en realidad, MOI genialidad dejará paralizada a esa mo" TRUACK, la almohada lo golpeó en el medio del rostro. El cometido de Kenji había sido logrado y el humor se levantó cuando los dos adolescentes comenzaron a rodar en el futon golpeándose con almohadas. Pronto se acordaron que las paredes eran finas y no buenas aislantes del ruido. Se sentaron en sus camas.
"Crees que nos deje ir?" dijo Kiriko.
"Iie... por eso mamá se veía tan mal, creo que quiere que se quede aquí".
Kiriko asintió... Kenji era MUY bueno para leer a su padre.
"Baka-tou-chan" dijo Kiriko cruzándose de brazos.
"Hai" dijo Kenji haciendo el mismo gesto "baka" susurró Kenji...
x x x
ATCHOU!
ATCHOU!
Kenshin se frotó la nariz... pensó que el frío le estaba afectando, y no se acordó del famoso dicho que reza que si estornudas dos veces es que alguien está hablando mal de ti...
Pesadamente se dirigió a su habitación, Kaoru estaba ya acostada con la espalda dirigida hacia él y sobre el borde más lejano que el futon le permitía.
Kenshin sonrió a pesar de esto y tomó una manta de un cajón, el clima estaba algo frío, con cuidado para no despertarla le colocó el abrigo extra y el pelirrojo se sobresaltó cuando los labios de su esposa comenzaron a moverse.
"kenshi...baka..." susurró en su sueño.
Kenshin no pudo evitar sonreírse a pesar de la situación actual, se acostó junto a ella, y reaccionando como de costumbre, el cuerpo de Kaoru le buscó en la cama. Él la abrazó y con una sonrisa triste inhaló el familiar aroma a jazmín de su cabello, una lágrima humedeció los sedosos mechones negros.
"Ai Shiteru Kaoru-koishii" susurró...
x xx
WUAW
Nunca antes describir una sola tarde me había llevado todo un capi.
PERO SAITO ES UN PERSONAJE TAN INTENSO!
Si en algún momento mis personajes parecen un poco OOC (fuera de personaje por así decirlo) tengan en cuenta que han pasado 15 años desde el anime. La gente cambia, evoluciona, aprende, gana nuevas mañas, etc. No podemos esperar que en quince años Kaoru no sepa ni hacer arroz, o que Yahiko le siga mordiendo la cabeza a Sanosuke...etc. Pero en lo posible, me esfuerzo en mantener a los personajes DENTRO de personaje
RINCON DE REVIEWERS!
Hada-chan: WOW que review! Por donde empiezo? Tu idea de Kiriko convirtiéndose en mujer... bueno si, es tentadora y lo había pensado. Pero mucho ya esta pasando en este fic, veré si puedo mecharlo. Los niños... si son una mezcla. Cuando escribo, toman su propia personalidad, no se como explicarlo. Son una mezcla por el simple echo que nadie es IGUAl a sus padres, tenemos actitudes adquiridas de ellos y lecciones que nos hacen actuar de una manera u otra. Creo que ellos son así. Kiriko tiende a ser tranqui y pensativa como kenshin, pero explota con su hermano.
(la relación de kenji y kiriko la basé en la mia con mi hermano que es cuatro años mas joven). Kenji es mas Kaoru explosivo. Jeje, y no le ayuda haber pasado tiempo con su ojii-san, HOHOHOHO
Como hago con los ataques? Mirá... por eso el capi pasado me llevó tantos días, sorry, pero me gusta describir bien las cosas. RK es una serie con mucha acción y siento que en este fic en particular es importante cuidar ese detalle. A veces me veo un capi para inspiración (la idea de la caida de kiriko salió del capi 42 o 43 cuando Kenshin entrena con Hiko). BUENO, creo que respondí, JE JE! QUE LARGO SE HIZO un beso grande Hada-chan, nos vemos.
AoMe Hisoshima: Como estas? Te juro que tengo la pagina pero soy tan densa con el tema del diseño que nada me conforma y al final no termino nunca. Voy a ver si por lo menos puedo subir las fotos a alguna galeria así las muestro! Muchas gracias por el review otra vez
Selene silverymoon: OH! Que conttenta me haz dejado, Pensé que muchos lectores del fic anterior no les había gustado este, Sniff (creo que el anterior lo voy a rescribir ahora que me estoy confiando con esto de la escritura). El anterior lo saqué muy rápido y ahora me arrepiento, pero bueno, Como dicen, la práctica hace a Shessha
Muchas gracias por tu atento review!
Gabyhyatt: Saito es tan divertido de escribir! El mismo me va tirando los diálogos mientras escribo (ORO! Shessha no esta loca, en serio!)
cooki fruti: Es una pena que no tengas tiempo, yo antes estaba así y no es nada lindo. Aquí va otro capi y muchas gracias por tu review.
Kala: Hola Kala, te agregué a mi msn pero no te he encontrado, Sniff. El vinculo que me pedis te lo doy después por mail, porque el FF punto net no te deja colocar direcciones url. Muchas gracias por tu review y nos vemos por msn con suerte!
Kaoken: A mi tambien! Un beso y gracias
BUENO, ORO SON CASI LAS CINCO DE LA MAÑANA!SHESSHA TIENE QUE IR A DORMIR PORQUE SHESSHA TIENE QUE TRABAJAR!
LOS VEO EN EL PROXIMO CAPI
UN BESOTE GRANDE Y ESPERO SUS COMENTARIOS
Myks
