Hola a todos!
Vieron?

No me demoré, jeje.- Aqui va... la última parte. ahora si, el último capítulo, espero les guste... y por favor,
lean con el corazón abierto...


Ikijigoku: El infierno en la Tierra
Capítulo 15 parte 2: Final que solo un comienzo
por Myks

En la madrugada del cuarto día llegó Megumi, órbitas aterradas impulsando a un cuerpo que no había dormido en las últimas 24 horas. Con la decisión de alguien que sabe exactamente lo que hace se metió dentro de la habitación, directamente a trabajar, tomando el control de todo.

Su rostro no escondió la felicidad que sintió al ver a Kenshin vivo, cuando el pelirrojo partió de Tokio la doctora pensó seriamente que esa sería la última vez que lo vería.

Tampoco pudo esconder la felicidad de ver a su marido, y luego de reprenderlo por volver a destrozar su mano rápidamente volvió a modo de "trabajo" y se dispuso a atender a los pelirrojos.

Lo que se encontró eran malas noticias, por supuesto.

Luego de un arduo día de trabajo, cansada y con una cara totalmente triste la doctora salió de la habitación, donde toda la 'familia' esperaba.

"Y bien?" preguntó Misao ansiosa, vociferando la pregunta que todos los presentes querían decir.

"Kenji... está combatiendo la infección... y estoy segura que su cuerpo va a ganar, ese muchacho quiere vivir, creo que se pondrá bien..."

y las palabras de Megumi le retorcieron el estómago a todo el mundo, porque se sabía, por la manera de hablar de la doctora, que venía el temido y espantoso 'pero'.

"...pero Kiriko... Kiriko no está peleando esa niña... simplemente se está apagando, lentamente, médicamente no hay nada más que hacer... lo siento! He fallado... he..."

las rodillas se le aflojaron y antes que pudiera caer al piso Sanosuke la atrajo hacia su pecho, donde la orgullosa doctora, no tuvo como contenerse de las lágrimas que le caían.

Kaoru temblaba en los brazos de Kenshin, quien inmóvil no hacía más que abrazarla, mientras Misao junto a ella le acariciaba la espalda susurrando palabras de aliento.

"Megumi-san!" dijo Misao levantando la vista, la doctora salió de su Shock y miró a la ninja con ojos rojos y cansados "Megumi-san... no hay que rendirse... no hasta el final, ne?"

Sonriendo débilmente la doctora asintió "No... tienes razón Misao.. no me rendiré..." pero lo que no vociferó, es que aparentemente, su paciente si.

x x x x

Kenji no se podía mover, sus ojos se sentían muy pesados como para abrirse, pero sentía claramente una mano sujetando la suya propia, y una voz, una voz cálida y conocida... y pronto pudo distinguir las palabras que le susurraba su padre.

"...y tu madre nunca se enteró que lo que en realidad quería era retorcerle el cuello a ese pintor, eso es... como se atreve a dibujarla mientras ella estaba tomando un baño? Pero en esa época todavía tenía miedo... miedo de ensuciar con mis pecados a una persona tan pura como ella...

pero me estoy desviando, eso es, como decía, fue muy gracioso como Sanosuke lo envió a golpearme con el Shinai de Yahiko para ganar la mano de Kaoru. Ahh... pero debo admitir que el pobre hombre era valiente, eso es, intentar atacarme aún sabiendo que yo... había sido... podía sentirlo venir a veinte metros! Fue muy gracioso, no me había divertido tanto en mucho tiempo, ohh, pero volviendo a la historia, eso es, finalmente se dio por vencido, y el día que se iba del hospedaje.. le regaló un cuadro a Kaoru... no podía dejar de estar un poco celoso, pero mientras desapareciera de nuestras vidas, estaba bien"

Kenshin pausó un poco, pues le pareció que la respiración de su hijo había cambiado levemente. Sonriendo muy levemente continuó el relato que parecía tener un efecto positivo "pero cuando Kaoru vio el cuadro... no recuerdo haber reído tanto, esa no era ella! Era un cuadro totalmente horrible... y aunque tu madre dice que lo quemó... yo sé que lo tiene guardado en el desván, oculto..."

Kenshin seguía narrándole la historia a su hijo cuando de pronto sintió un movimiento en su mano. Las órbitas celestes se abrieron unos milímetros y una voz débil pero clara pudo escucharse.

"...otou-san...cuando volvamos a Tokio...muéstrame ese cuadro"

A Kenshin se le llenaron los ojos de lágrimas, y apretó la mano del muchacho entre las suyas.

"Hai" susurró "ahora descansa..." sin poder evitarlo le acarició la frente. Y levantó la vista buscando a Kaoru.

Estas eran buenas noticias, muy buenas. La fiebre del muchacho había parado y ahora, lo único que necesitaba era descanso, ya no corría peligro su vida.

Kaoru estaba dormida junto a Kiriko, sentada, con la cabeza apoyada en la cama y sus brazos como una almohada improvisada, pero había levantado la cabeza en cuanto escuchó la voz de su hijo. Se aproximó a la cama con lágrimas en los ojos, y acarició con sus labios la frente del muchacho.

"Okaa-san..." susurró Kenji despertando nuevamente "Kiriko..." preguntó. Kaoru ahogó el llanto, en el estado en el que estaba Kenji no podía decirle la verdad "esta bien... ahora descansa, si?"

Kenji sonrió levemente y volvió a cerrar los ojos "me alegro..." susurró.

x x x x

"Que haces tu aquí" Sanosuke se levantó del suelo, sentado contra la pared era su posición habitual afuera del cuarto de los jóvenes Himura.

Pero ahora estaba parado frente Saito, quien, violando todas las políticas, tenía su cigarro encendido dentro del precinto hospitalario.

"Preparando un informe" dijo simplemente.

Misao levanto una ceja, y acercándose a Saito con una mano en la boca le susurró (lo suficientemente alto para que todos escuchasen) "Asi que el lobo sin corazón está preocupado por los jóvenes Himura, ne?"

"Hmp" espetó Saito. Luego de aclararse la garganta preguntó "Ya que estoy aquí, es conveniente saber la condición en la que se encuentran"

"Pues Kenji despertó y se esta recuperando... pero la niña sigue en lo que llaman coma" dijo Aoshi.

Al escuchar la voz de Sanosuke levantarse Kenshin se había asomado a la puerta de la habitación.

"Battousai" anunció Saito. Kenshin hizo una mueca pero no dijo nada.

"Haciendo un recuento de los hechos... hay algo que no me cierra..."

"Y eso que podría ser?" preguntó el pelirrojo cansadamente. Tenía bolsas bajo los ojos, todo su aspecto indicaba que había dormido poco (o nada).

"En el momento que el desgraciado lacayo de Shishio se lanzó hacia ti, los muchachos hicieron lo mismo. Porqué? No me lo explico"

Sanosuke asintió, recordando los hechos de días pasados.

"Es verdad"

"Ahora que lo dices..." se escuchó la voz de Yahiko desde el final del corredor. El muchacho venía con Megumi y la estaba ayudando a cargar una gran maleta con medicinas.

"Creo que todos vimos lo mismo" dijo Aoshi "el minuto en que la vida de Battousai estuvo en peligro, Kenji y Kiriko saltaron hacia él..."

Kenshin abrió los ojos grandes, poco recordaba de esos últimos segundos, estaba demasiado golpeado, demasiado cansado, y hacer el ougi le había drenado totalmente.

"ppero...porqué?" susurró Kenshin.

Hubo una larga pausa en la que todos se quedaron pensando.

"porque... te...escucharon..a ti y a Megumi" anunció Kaoru apareciendo desde la puerta de la habitación.

"Me lo acaba de decir Kenji... esta escuchando todo lo que sucede aquí" digamos que el Kenshin-gumi no era un grupo silencioso.

Megumi se llevó una mano a la boca... recordando claramente la conversación.

x x x x

Shock era poco lo que sentía el grupo al escuchar esto. Pocos sabían la verdadera condición de Kenshin. Solo Kaoru, Sanosuke y Megumi.

Ni siquiera Yahiko estaba al tanto.

Antes de que Kenshin pudiera sumirse en un mal de culpa, Hiko lo llevó a parte y le dijo que le partiría la cabeza como un melón si se le ocurría seguir culpándose de todo, y pensando que era un mal padre.

Si sus hijos habían hecho ese sacrificio voluntariamente... entonces era justamente lo contrario.

x x x x

Oscuridad... frío... eso era lo único que sentía Kiriko, pero ya no le importaba, estaba muy cansada como para levantarse y lo único que le quedaba era llorar en miseria.

"sumanai...sumanai otou-san...sumanai okaa-san" no dejaba de susurrar, se abrazaba a si misma, con su cabeza entre medio de las rodillas, ocultando un rostro donde las lágrimas brotaban libremente.

Lo había traicionado todo, todo lo que sus padres le habían confiado. Kamiya Kasshin, la espada que protege y revitaliza... Hiten Mitsurugi, la espada que protege al débil y al inocente... y sobre todo... el voto de no matar de su padre.

Por años, sus perceptivos ojos habían captado esa tristeza que Kenshin aún llevaba en sus órbitas lilas, esa culpa que no se iría jamás...

Las palabras de su padre, contándole acerca de su tiempo como Hitokiri Battousai y de su voto de no matar.

Y qué había hecho ella? Justo lo que se prometió que nunca haría, intentar asesinar a alguien.

Pero lo que más miedo le daba... no era eso...

Sino la sensación de satisfacción que había sentido al ver a Shishio retorcerse...

La rabia, el odio... todas esas sensaciones nuevas le daban miedo...

No... Kiriko no podía volver... no podía mirar a su madre o padre a la cara otra vez, no después de lo que había hecho.

Era una deshonra para su familia.

Ocasionalmente, podía sentir la voz de su padre llamarla desde lo lejano de la oscuridad

Kenshin le pedía por favor que no se fuera...

Había escuchado a su madre también... el llanto de Kaoru solo intensificó el suyo propio.

"Sumanai Okaa-san... sumanai otou-san..." volvió a susurrar.

'Kenji cuidará de ustedes... estoy segura...' Kenji... Kenji había sido tan valiente! Y no había caído en la rabia y la locura que ella había experimentado... su hermano era digno de llamarse sucesor de Kamiya Kasshin... y también del voto e ideales de su padre.

Ella, era una falla... y a su manera de ver no merecía vivir.

De pronto, una luz frente a ella iluminó su rostro, y sintió un calor que le invadía, levantó la vista, y lentamente vio como una mujer de blanco se materializaba frente a ella.

"...he muerto verdad? Vienes a buscarme" susurró la pelirroja con una sonrisa amarga.

La mujer frente a ella, ahora totalmente sólida, sonrió una vaga sonrisa, algo amarga también.

"Iie... he venido a reprenderte" dijo con tono monótono.

"reprenderme?" la pelirroja levantó la mirada y observaba a esta mujer morocha con curiosidad.

"Hai, todos están preocupados por ti, y lo único que haces es sentarte y dejar que la culpa te invada... me recuerdas a alguien"

Kiriko abrió la boca sorprendida, se suponía que los ángeles le hablaran así a uno?

"Eres un ángel?"

la mujer sonrió "Algo así"

Kiriko arrugó las cejas, no le gustaban las respuestas ambiguas.

"Y bien?" dijo la mujer con la colita de pelo baja, los mechones enmarcando su rostro embelleciéndolo.

"y bien... que?"

"Te quedarás ahí sentada ahogándote en culpa? La única manera en la que decepcionarías a tus padres es si te rindes ahora"

Kiriko abrió la boca en sorpresa... "crees que...podrán perdonarme?"

La mujer sonrió "Seriamente crees que no?"

Kiriko se limpió una lágrima con el reverso de la mano, rió un poco "Es verdad, ya he estado demasiado aquí"

Se levantó con energía renovada y miró a la mujer frente a ella con sus ahora vivaces órbitas lilas.

"Realmente eres como él" le susurró la mujer.
"Conoces a mi padre?"
"Claro que si," dijo la mujer de blanco con una sonrisa y sin poder evitarlo estiró una mano y acarició los mechones de la niña frente a ella.
"Ahora ve... rápido, te están esperando... si no vas ahora, será demasiado tarde"

"MATTE! No me has dicho quien eres!" dijo la niña gritando, pero la imagen de la mujer se desvanecía junto a ella y pronto todo fue oscuridad...

x x x x

"Oh no... o no por kami, no por favor" susurró Megumi mientras con rostro de horror atendía a su paciente.
Uno de los médicos locales del hospital le asistía mientras ella escuchaba con un estetoscopio los latidos de la niña a su cuidado.

"Cállense por favor!"

el entero grupo, toda la familia estaba pendiente de lo que sucedía, Kenji estaba despierto sentado a la cama y Kaoru lo abrazaba aferrándose a él.

Todo había comenzado apenas unos minutos antes, en la tarde del sexto día de hospital. Kenshin estaba junto a Kiriko, cuando notó que la respiración de la niña se hacía dificultosa, sus pecho haciendo un extraño sonido cuando inhalaba, como si el aire no alcanzara.

Asustado corrió en busca de Megumi, que entró en estado de pánico cuando escuchó el corazón de la niña.

Y así estaba todo el grupo ahora, se habían colado todos dentro de la habitación y miraban temerosos la acción.

Kenshin estaba desesperado pero inmóvil, paralizado, increíble como una persona no siente miedo al enfrentarse a un escuadrón de temerosos espadachines, pero en cambio el pánico mas profundo cuando un ser amado corre peligro de vida...

"Qué escuchas?" preguntó el médico que asistía a Megumi.

"Arritmia, nada bueno, si sigue así su corazón podría fallar en cualquier momento..."

Pero en esa época, en ese tiempo, por más talentosa como doctora que fuera Megumi, había poco que pudiera hacer...

De pronto la mujer soltó el estetoscopio y se llevó una mano a la boca, ahogando un grito angustiado...

"dios no..."

"no..." susurró Misao...

Con ojos abiertos e incrédulos Kaoru miraba la escena y de pronto Kenji pareció comprender. Hundiéndose en el pecho de su madre se lanzó a llorar libremente.

"Iie..IIE!" en cuanto Kenshin se movió Sanosuke le detuvo. Megumi todavía estaba intentando revivir a la pequeña, pero no había mucho que pudiera hacer.

Empujando a Sanosuke Kenshin se abrió paso y corrió hacia su hija "Kiriko!" le gritó desesperado.

x x x x

La mujer le dijo que regresara, pero no sabía como. Estaba todo oscuro y por más que corría no llegaba a ningún lado.

De pronto una luz cegadora se abrió frente a ella, y sintió una profunda paz. No lo pensó dos veces y se decidió a caminar hacia ese lugar tan cálido.

"KIRIKO!" escuchó la voz desesperada de su padre. Venía de la dirección contraria a la luz...

"otouchan?"

miró con sus ojos grandes hacia la oscuridad... pero de pronto la luz le parecía mas cercana, mas invitante.

Se dio vuelta nuevamente hacia la luz...

"NO KIRIKO.. NO ONEGAI!"

x x x x

Sanosuke nunca había visto a Kenshin así, con la cabeza en el pecho de su hija, destrozado y llorando, pidiéndole por favor que volviera. Todo el grupo lloraba ahora (al menos aquellos que no estaban pateando cosas, como Sanosuke o Yahiko). Aoshi se había marchado pues no soportaba estar allí. Y Hiko, ese hombre sabía enmascarar muy bien lo que sentía. Misao había caído al piso de rodillas dejando caer las lágrimas libremente.

X x x x

Kiriko se detuvo otra vez

"Otouchan... donde estas?"

seguía escuchando las suplicas y se dio cuenta que su padre no estaba en dirección de la luz.

Le costó armarse de mucho valor, pero corrió a la oscuridad, corrió y corrió hasta que las piernas le dolieron y pronto, volvió a sentir la calidez...

x x x x

Le dolía todo, pero pudo sentir su pecho mojarse con lo que sabía eran lágrimas. Podía escuchar la voz de su padre nuevamente, la voz de toda la familia a su alrededor...

Intentó hablar pero las palabras no salían de su boca...

Intentó abrir los ojos pero sus párpados pesaban demasiado...

Finalmente, cuando no aguantaba más los llantos de todos hizo acopio de todas sus fuerzas, y aunque su voz no saliera fuerte y clara como lo hubiera querido todos pudieron escuchar la frase que salió de sus labios.

"Ta..daima..."

Levantando la cabeza, agradeciendo a todos los kamis por el milagro, Kenshin pudo observar las apenas abiertas pero vivas órbitas lilas... ahogado en emoción, lo único que pudo contestar fue..

"okaeri..nasai...aijou..."

Fin.-


Nota/ Aijou : Amada hija mia

POR KAMI!
Que este fic ha sido tremendo!

Me alegra haber concluido la parte dramática y espero no haberlos decepcionado.
Les prometo que el epilogo (o digamos LOS epilogos, jeje) serán mas felices, si?

Es como una suerte de mini continuación de la historia.
Espero que les haya gustado, y espero seguir escuchado de ustedes

Las aventuras de Kenji y Kiriko no terminaron. Por ahora, solo quiza me tome un descanso pero seguro que le seguiré.

MUCHAS GRACIAS A TODOS POR SEGUIRME; por aguantar mis suplicas para que dejen review, POR DEJAR REVIEW! Por aguantar mi ultimo lapsus de falta de inspiración.

De verdad, en especial gracias a Kaoru-Ryu, Hada-chan, Kala, Gabyhyatt, Ashehisoshima, CookiFruit, Kaoru Luna y tantos tantos otros que me han seguido, no tengo palabras, de verdad.

Este fic lo he terminado gracias a todos ustedes que me siguieron y me apoyaron.

Por favor les pido que le den una oportunidad a mi nuevo fic.
Bakumatsu no Hikari
Que de verdad, prometo tiene una historia nueva, distinta y una gran gran sorpresa, solo tienen que leerlo para enterarse. Pues en definitiva.. es una historia de amor, que les gustará mucho, ya verán.

Bueno, por mas que me de pena, debo dejarles por ahora, estas notas de autor ya estan re largas (aunque no QUIERO, no quiero subir este ultimo capi, buaaaa)

Un beso grande, gracias
Nos leemos pronto!
Myks