Titulo: Como un Fénix I

Author: K-tra

Email: wesleymarsters (ARROBA) The Dark Lord – Voldieyes (http/ www. / snoldemort y en http/ www.fanfiction. net/u /888368/

PARTE 4 – Recuerdos II

( 28 años atrás; 1977)

Tom Marvolo Riddle se encontraba en una taberna de un pequeño y sucio pueblito de muggles al norte de Inglaterra.
Completamente desconocido por los habitantes y visitantes, se sentía lo bastante seguro como para tomarse su tiempo en esperar ahí sentado en una de las mesas del fondo, mezclado entre una pequeña multitud de pueblerinos y algunos pocos turistas que en total llenaban el lugar.
El local estaba bastante iluminado pero demasiado descuidado en su limpieza.

Seguro que aquí hay mas bacterias sueltas, que en cualquier laboratorio del país - murmuraba un aburrido Tom.

Había sido una elección extraña el reunirse ahí con uno de sus mas jóvenes seguidores para que le introdujera a un par de amigos que irían a unirse a su Orden. Pero también era el lugar mas insospechado.

En ese momento ve la platinada cabellera pasando por la puerta. El joven Malfoy estaba en sus 18 años -creía Riddle- y ya había demostrado que excelente adquisición había sido para su grupo.
El lugar estaba tan lleno de gente charlando y algunos riendo a viva voz, sentados y de pie, que él apenas lograba ver parte del cabello del joven. Lord Voldemort no iba a molestarse en llamarles la atención con burdas señas indicándoles donde estaba, es trabajo de ellos buscarlo.

Un par de jóvenes mujeres se habían detenido frente a ellos y les estaban hablando. Malfoy aún no había visto a su Lord, y se estaba tomando su tiempo hablando con ellas, pero Tom entendía, cualquiera que lleve el apellido Malfoy tiene ese efecto en el sexo opuesto, en cualquier sexo.

Ahora ellas reían y parecía que trataban de arrastrarlos hasta una de las mesas al otro lado del bullicioso lugar mientras Tom iba agregando un cruciatus por cada minuto que pasaba a la ya larga lista de castigos que le esperaba al joven Lucius.

El joven y otro al parecer de su misma edad seguían charlando con las chicas, Tom esperaba que Lucius lo viera ya que él estaba no muy lejos, a su derecha, para ver la expresión del joven al ver que su Lord lo había descubierto haciéndole perder el tiempo. No es que realmente estuviera perdiendo tiempo porque en si tenía todo el día libre. Pero el joven Malfoy no tenía porque saberlo.
Tom ya estaba de pie con una muy grave expresión en su cara cuando las chicas empezaron a dirigirlos a una mesa, menos una de ellas que estaba frente a Tom; ésta da unos pasos en dirección al mostrador, y Tom pudo ver detrás de ella. Alto, casi tan alto como él mismo, estaba un hombre que Tom nunca había visto antes, delgado y pálido, con sus brazos cruzados a la altura de su pecho, el blanco grisáceo de su piel resaltaba junto a lo oscuras de sus ropas, y una larga y brillante cabellera negra que llegaba hasta su cintura enmarcaba una delgada cara que apenas se dejaba ver.

Era uno de los invitados de Malfoy. Debería tener la misma edad, pero su energía y la fuerza de aquellos negros y profundos ojos eran algo que Malfoy jamás llegaría a tener.

"Ese será un mago poderoso" pensó Tom y sonrió.

El joven estaba bastante desubicado en ese lugar, aunque vestía ropas muggles.
Girando su cabeza recorriendo todo el lugar con su vista, se detuvo en dirección a Malfoy y su otro amigo, luego miró a la chica que aún estaba en el mostrador y volvió a mirar a Tom.
Ignorando completamente el llamado de aquella chica, el joven descruzo sus brazos y se quedó observándolo, pero unos segundos después comenzó a dar largos pasos hacia Tom deteniéndose frente a él.

Buenos días, mi nombre es Severus Snape – y luego de hacer una pequeña reverencia con la cabeza para no llamar la atención de los demás clientes del lugar, miró fijamente en los ojos de Tom.

Tom miró en dirección a Malfoy y su grupo de admiradoras, "el idiota estaba embelesado con la atención que recibe y no parece dejarlas muy pronto, exhibiéndose para esas muggles. ¿Como alguien puede ser tan pedante e inmaduro? Ahh, pero ya pagara por su irrespetuosos modales hacia su Lord" pensaba Tom.
Y volviendo a mirar el joven que tenía enfrente pensó, "Snape, dijo llamarse. No recuerdo ninguna familia pura con ese nombre. Estoy seguro, las antiguas familias son pocas en la actualidad.

Snape no es y nunca fue una de ellas, y Joven Malfoy no me introduciría a un sangre mestiza. No puede ser tan estúpido.

Esperare hasta revisar la genealogía de las familias. Talvez olvidé alguna. O talvez su familia no es de las Islas."

Y mirando esos fríos ojos Tom respondió - Haz reconocido a tu Lord entre toda esta gente. -

Su fuerza mágica es sorprendente, mi Lord, más aún de lo que Lucius me informó. Sería imposible no verlo. – Respondió un sincero futuro Mortifago.

"Definitivamente será un excelente miembro de Mi orden."

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El murmullo era bastante alto en el local. Severus esperaba que Lucius terminara pronto con esas muggles.

Se suponía que habían venido a encontrarse y ser presentados al nuevo Señor Oscuro, pero como ya era un clásico, su amigo se había distraído con la primera pollera que se le había cruzado.

Pero Severus no había venido desde tan lejos para perder el tiempo, así que Lucius y Dave podían quedarse con las muggles, que él iría a buscar al Lord por si mismo.

Para su horror el local estaba repleto de gente, todos hablando a la vez, lleno de humo y perfumes.

Era sabido ya que Severus Snape odiaba muchas cosas en su vida, una de ellas era un lugar como en el que se encontraba ahora, rodeado de gente.

Nunca fue sociable, odiaba el estar tan cerca de otras personas.

Siempre le ha dado la impresión de que todos lo observan y se siente como juzgado.

No es que le importe lo que opinen los demás de él y mucho menos un montón de muggles, pero era algo que no podía evitar y llegaba al punto de sentir ganas de salir corriendo y esconderse; como no podía hacerlo sentía que todo lo molestaba y odiaba a todo y a todos.

Otras veces sentía como si se ahogara al estar bajo la mirada de mas de una persona, como si una gran mano se enroscara en su cuello y apretara, y apretara.

Este era uno de esos momentos, pero no podía escapar, no iba a escapar de toda esa gente que ya lo comenzaba a mirar como si fuera un bicho raro. No!; se quedaría.

Voló hasta aquí para ser presentado ante el Lord y lo iba a ver!.

Aunque no se sentía muy valiente como para presentarse sólo ante el Señor, y aunque, (mirando a Malfoy) talvez sea mejor que el Lord lo conociera solo."

"Muy bien, está decidido. Me presentaré solo, ...si lo encuentro.

Bárbaro, ni siquiera se como es su apariencia.

Lindos 'amigos' se dicen ser estos dos, o mejor dicho conocidos compañeros de clases." Pensaba Severus, ya que el consideraba que no existía tal cosa llamada 'amigos'.

Para él las personas que se veían con frecuencia se las podía clasificar en tres bien definidas categorías.

Conocidos –clase A- aquellos que son útiles casi a diario por alguna razón u otra. Ejemplo Lucius Malfoy.

Luego están los conocidos –clase B- que son aquellas personas que puede o no verse a diario y su utilidad ya es mas escasa, tipo, protección o información. Entiéndase por un Crabble o un Goyle.

Y los conocidos –clase C- que son aquellos que ocupan un lugar en el espacio, sin utilidad alguna pero uno no puede evitar verlos cada tanto. lo que sería un Pettigrew cualquiera. Pero a veces estos llegan a ser útiles en alguna situación que otra. Como escudo por ejemplo. Siempre es bueno tener un 'Pettigrew' al lado a la hora de un duelo o enfrentamiento cualquiera.

A veces Severus llegaba a preguntarse "¿qué seré yo para ellos?"

"¿en que categoría me tendrán?" "bah.. obvio, en ninguna. Hasta que se acerque algún examen y vengan corriendo a mi por ayuda. Exceptuando a Lucius como siempre."

Saliendo de sus pensamientos ve que Dave Gore y Malfoy aún están con las chicas y se habían alejado de él hasta una de las mesas. Ya no tenía mas opción que buscar al Lord solo.

Después de escanear el lugar con la vista, y no ver mas que montones de cabezas bajo nubes de humo y risas, siente una onda cálida que lo estremece, y sus ojos se dirigen a uno de los rincones del local.

El hombre frente a él estaba en una zona oscura de la taberna. Largos y delgados dedos sostenían un cigarrillo, en la oscuridad un lento y espirado hilo de humo subía hacia el techo desde su extremo.

Era magnífico.

Su piel parecía ser de un blanco nieve, y Severus estaba seguro que sería como seda al tacto.

Esa palidez era interrumpida por un par de marrones cejas, unos carnosos casi femeninos labios y unas espesas pestañas oscuras.

Severus nunca había visto a nadie tan atractivo.

Vestía ropas muggle, que no ocultaban el cuerpo como una ropa de mago.

Bastante alto con fuertes y bien marcadas líneas, solo músculo y hueso, perfectamente diseñado.

Mientras se acercaba a el extraño, Severus descubría que sus ojos eran azules.

Unos brillantes azules llenos de vida.

Severus se acercaba a quien debía ser el Lord, de castaños y ondulados cabellos y filosos pómulos.

El joven mago descubrió que ese hombre sabía que era extremadamente atractivo, se notaba en su confianza en si mismo, en sus ojos, en la forma en que miraba.

- "¡Merlín!" – pensó el joven mago al sentir como su miembro comenzaba a endurecerse.

"Como si ya no estuviera bastante nervioso, ahora esto."

Buenos días, mi nombre es Severus Snape –

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(setiembre, 1997)

Severus...

Tan lleno de vida en su oscura alma reflejada en esos dos negros ojos que nunca mostraron temor ante mi. Con su furia interna y su inagotable deseo de venganza.
Talentoso, inteligente, insaciable, orgulloso... un misterio vestido en negro.

Severus.

Frío, calculador, ambicioso,... elegante, mi mas orgulloso Slytherin.
¿Cómo el mejor de mis Mortifagos llegó a traicionarme?
¿Porqué?

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Lord Voldemort lo esperaba en su escritorio con una sonrisa, tenía un gordo cuervo negro brilloso como charol sobre su brazo.

Severus no se engaño por la sonrisa, y notó que sus ojos reflejaban preocupación y cansancio. Y con una pequeña reverencia dijo - Mi Lord, disculpe mi tardanza, estaba... -

Calla. – Dijo Voldemort mientras recorría con su vista a Severus de cabeza a pies voy a estar ausente por unas horas así que, Severus, tu quedas a cargo.-

Y volviendo a mirarlo a los ojos agrego con una pequeña sonrisa - Justo como imagine.-

"Como imagino que?" pensaba Severus "No puede estar refiriéndose a la túnica." Severus veía como el Lord preparaba a el cuervo atando un pequeño pergamino a una de sus patas y como se acercaba y le susurraba algo.

Pensando dos veces si su pregunta valdría un imperdonable, decidió que no, pero igual preguntó..

Quiero agradecerle nuevamente por su generosidad- llevando una mano al pecho en clara indicación a que se refería -pero me parece que las medidas no son del todo exactas.-

Voldemort se había concentrado en su nueva mascota y sus suaves plumas, al oír a Severus giró y volvió a mirar al ex profesor, de pies a cabeza, algo que ya estaba cansando a Severus pero el Lord parecía no notar y dijo - Ya era hora de que dejaras de esconderte bajo tantas telas, las medidas están correctas. Ahora puedes irte. -

Y movió su mano con un gesto de impaciencia mientras acercaba su mascota a la ventana.

Bajando la cabeza y mirando al suelo en señal de respeto, Severus siguió diciendo - Pero mi Lord, esta tarde habrá una reunión y yo no creo poseer los adecuados conocimientos de los temas a tratar para dirigirla.-

Voldemort volvió a mirarlo –Ya sé que no estás al tanto de los movimientos de mi Orden. Y así es como lo quiero.-

Perdone mi Lord, pero me duele pensar que Usted aún guarda desconfianza hacia mi persona; creía que ya le había dado mi mayor muestra de lealtad hace tres meses atrás en Hogwarts.- Y arriesgándose, Severus levantó la vista para espiar la reacción que darían sus palabras.

Voldemort lo miraba seriamente, - No te he dado permiso para pensar o creer. No tienes conocimiento alguno sobre mis decisiones.- Y alzando la voz con cada palabra –Y no tienes conocimiento alguno sobre mí. Si me has dado pruebas de tu lealtad, SOY YO quien las juzgará, NO TU.! –

"Idiota yo, lo he hecho enojar" pensaba Severus mientras el Lord seguía.

¡MALDITO DESGRACIADO, ME TRAICIONAS UNA Y OTRA VEZ Y AUN TE ATREVES A EXIGIR CONFIANZA EN MI PRESENCIA.!-

A esta altura de la charla, (o griterío sería mas correcto decir), Severus se preguntaba "porqué no me ha lanzado un Cruciatus o un Aveda..., es mas su estilo, es lo que yo hubiese hecho en su lugar ante mi estupidez." Mientras, Voldemort cerró sus ojos, cerró los puños fuertemente y todo su cuerpo quedó rígido. Se quedó inmóvil donde estaba.
Severus ya no se animaba a mirar a su Lord, había vuelto a mirar como encantado la punta de sus zapatos. No es que fuera un cobarde, pero el sabía lo que el Señor podría llegar a hacerle, ya lo había visto antes en otros.

Como aquella vez en que acorralaron a un 'sangre sucia' bajo un Imperius y como el Lord estaba 'aburrido' decidió divertirse exclusivamente con él.

¡Imperius!..- grito uno de los Mortifagos a un sangre-sucia que trataba de huir corriendo hacia los árboles.

Ya bajo el efecto del hechizo, recibe su primer orden.

Ven acá...-

Pero Lord Voldemort viendo la situación se acerca y con un gesto de su mano indica al Mortifago que se detenga.

Déjalo a tu Señor.-

Y mirando a su futura víctima le dice -No te haré nada, pero tu lo harás por mi.-

Bien, quiero ver dolor, quiero saber si aún soy original.-

Muéstrame como hundes tus dedos en tus ojos-

trata de sacar alguno..-

Sin gritar.., en silencio.-

No lo dejes colgando.., córtalas..., usa las uñas, puedes cortarlas, es solo venas y ...bien...

Ahora... ponlo en tu boca... no lo mastiques... trágalo...si, así entero-

¿No puedes tragarlo?... es muy grande?.. como un gran caramelo tal vez? ...Ahógate con el.-

Mhhhh..., bien.-

Voldemort se volteó para ver a sus leales seguidores y sonriendo dijo - ah que no se esperaran que fuera a usar un método tan muggle... suicidio por asfixia... jajajaj...- y volvió a mirar al 'suicida' sin esperar respuesta alguna de los Mortifagos.

"¡Estoy completamente loco!" - pensaba Severus –"como puedo ser tan estúpido como para elevar su ira en mi persona, conociéndolo. Obviamente desconfía de mí.
No tengo a donde ir y esconderme y él es el único que puede y me quiere dar albergue, y lo mejor que se me puede ocurrir es hacerle perder el control. Estoy tan muerto. Ahora sí no me salvo." El ex –profesor trataba de disimular su nerviosismo controlando su respiración; nunca era bueno mostrarle al Lord debilidades tales como miedo o terror. Cosas que a él le gustaba ver en sus futuras víctimas y seguidores.

Severus seguía perdido en su cabeza –"Si decide lanzarme un Aveda.. tendré suerte, muerte rápida, instantánea, sin dolor; pero cuando e tenido suerte yo?"

Lord Voldemort había abierto los párpados y estudiaba a el hombre frente a él. "Decisiones, decisiones,.. estos días en mi vida están llenos de decisiones y difíciles. Pero no puedo dejar que un momento de rabia y cansancio me quite lo mejor de mis planes."

Tomando un respiro profundo, el Lord susurró – Severus... mírame -. Completamente desprevenido a este cambio Severus levantó su vista inmediatamente fijándola en los sangrientos ojos.

Severus, eres uno de los pocos de tu generación de Mortifagos que aún vive y sigue sirviendo a mi lado. Y eras y eres el más fuerte en mente y el más valiente de todos ellos. Valiente porque no creo que muchos espías como tú se animaran a hacer lo que tu has logrado, en apariencia, de una sencilla manera.

Sé que no es fácil la carrera que elegiste,... o debo decir... Albus Dumbledore te eligió?- Voldemort lo miraba y en su cara se notaba una expresión de asco – cierto que eras una clase de espía ya desde el principio, pero ... ¿doble espía, Severus?-
Voldemort miró hacia las afueras de la ventana y allí pronunció lo último – Pero me alegra el saber que todo problema pronto terminará para ti, porque estas serán tus últimas órdenes.-

Severus vio negro. "No se la dejaré fácil" pensó.

Pero el Lord continuó. - Oh si, mi querido Severus, estas son Tus últimas Ordenes.- Ahora mirando al ex profesor y acercándose a cortos pasos, - No lo estropees y no hagas nada estúpido.- Y con una mueca en la boca, el Lord agregó, - Por tu culpa ahora tendré que apresurarme o llegaré tarde. Ahora vete!-

Y girando en sus talones se marcho rápidamente, dejando a un más pálido Mortifago.

"Si son mis Ultimas Ordenes que importa si lo estropeo, me va a eliminar de todas formas... no entiendo" –pensaba Snape mientras salía de la habitación.

Severus ya estaba acostumbrándose a que su Lord hiciera diligencias sin informarle a nadie de cuando sería su regreso, o de simplemente desaparecer sin previo aviso.
Esto lo inquietaba. Su viejo hábito de espiar y tratar de saber lo mas posible de todo lo que sucedía en torno al Señor Oscuro lo impulsaba a hacer cosas que ya no eran necesarias ni útiles en su caso. Tratar de escuchar conversaciones, vigilar los movimientos del Lord, nada de esto tendría que estar haciendo ya, pero no podía evitarlo.
Viejos hábitos...

Fueron los últimos pensamientos de Severus antes de entrar a su dormitorio, sacarse esa túnica y prepararse para la cena.