Titulo: Como un Fénix I

Author: K-tra

Email: wesleymarsters (ARROBA) The Dark Lord – Voldieyes (http/ www. / snoldemort y en http/ www.fanfiction. net/u /888368/

PARTE 5 – Potter Confundido

Harry había leído la carta varias veces ya. Y lo mismo seguía en su cabeza.. "Voldemort me escribió?. Pero no dice para cuando? Que espera, que le envíe una lechuza proponiendo fechas y horas.?

La chochera avanza sin descanso en ciertas personas.- Murmuraba Harry, y mirando a Fawkes le dijo -Lo que me faltaba para que mi vida fuera mas extraña, que ahora me cartee con Voldemort.-

"Aunque, es mas posible que esta sea una tonta broma de Fred y George."
El Fénix que no había dejado de mirarlo desde su arribo, inclinó su cabeza hacia el joven y siguió mirándolo fijamente.

Potter – Privado!

Exijo una entrevista en Privado en los jardines del Colegio Hogwarts.

Sé que será de su máximo interés.

Le advierto que si confía este pergamino a alguien, puedo cambiar de decisión.

Lord Voldemort.

No temas, mi intención no es un duelo.

Si claro, no es un duelo y el tonto de mi te cree. Viejo senil- murmuraba Harry.

'No temas', que creído!.-

Harry que no podía ocultar su alegría por volver a ver a la mascota de su director, se levantó y con ambas manos se puso a acariciarlo en la cabeza y en las alas, cuando de repente se dio cuenta de algo.

Cómo supo dónde estoy?-

Fawkes no parecía disfrutar mucho de las caricias pero Harry no lo notaba, estaba pensando y ahí recordó:

Ahh, claro .. el sucio de Snape.- Y enseguida Harry sintió un fuerte dolor en el dedo.

Ok, ok, no me piques ya entendí no te gusta mucho cariño, verdad, Disculpa, fue la emoción, (y con una amplia sonrisa agregó) aunque no lo creas, te extrañé.-

Harry volvió a la mesa y doblo el pergamino guardándolo en un bolsillo de su pantalón.

En cuanto encuentre a esos dos que me iban a ayudar- y abriendo la puerta de la biblioteca invitó a Fawkes a que lo siguiera y juntos bajaron a buscar a los elfos para hablar de la cena.

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Dobby y Winky están encantados de estar aquí, de Dobby era de esperarse supongo, pero Winky me ah sorprendido, cuándo les dije que podían mudarse a mi nueva casa me la imaginé llorando por algún motivo u otro, pero no.
Parece bastante contenta.
Por supuesto que Hermione me vigila de que no les dé mucha tareas, pero no es necesario, sólo con que preparen las comidas me basta.

Kreacher brilla por su ausencia. Lleva varios días ya escondido en alguna parte de la casa, no se donde, no me importa, cuanto menos lo vea mejor.
Dobby me ha dicho que Kreacher ha estado robando comida de la cocina, y yo le dije que no se preocupara. Que no lo soporte actualmente no significa que quiero matarlo de hambre.

Y aquí estamos cenando en la cocina, todos, Ron, Hermione, Ginny y yo, mas respectivas mascotas las que no quiero volando libremente por la casa, cosa en la que Hermione me apoya porque sería darles mas trabajo a los elfos.

Pero Ginny no escucha, pasa todo el día con Pig en la mano y o suelto.
Pero ese no es mi principal problema, ni siquiera debería perder tiempo pensando en eso.

El pergamino; ...aún no he hablado con mis amigos sobre él, en parte porque me arriesgo a que todo sea una broma y quedar en ridículo y por otra parte, por si resulta verídica y arriesgo a mis amigos o les agrego mas preocupaciones a sus vidas al enterarse de su contenido.
Hay posibilidades de que reciba otro.

Sigo pensando que nada de esto tiene sentido. ¿Voldemort exigiendo una entrevista?

Esto es muy raro, tal ves, si se la mostrara sólo a Hermione...

Harry veía que Fawkes no dejaba de mirarlo mientras Hermione le daba trocitos de su cena. Nadie sabía lo que realmente un Fénix comía, pero Hermione estaba dispuesta a descubrirlo.

Sus amigos lo habían arrinconado a preguntas cuando lo encontraron en su dormitorio con el ave.

¿Dónde lo encontraste?-

¿Cuándo llegó?-

¿Que vas a hacer con él?-

¿Porqué regresó?-

¿Cómo supo a dónde venir?-

Harry no se molesto en contestarlas por que no tenía respuestas para la mayoría de ellas. Excepto una.

Qué voy a hacer con él?. Conservarlo por supuesto, si él quiere claro.

Dumbledore no querría que quedara solo y abandonado por ahí. Va a ser una linda compañía para Hedwig. Además no olvidé que me salvó la vida una vez.
Fawkes es oficialmente nuestro ahora. –

Decía Harry mientras Ron acariciaba las alas del fénix.

Es tan bonito, espero que Hedwig y Pig no sientan celos.- Decía Ginny.

En la cocina, Hermione ya había probado darle de todo a comer y Fawkes había rechazado muy pocas cosas. Alimentarlo no iba a ser un problema.

Ginny había traído a Pig con ella hasta la cocina para que conociera al fénix. Pero este muy altivo apenas le prestó unos segundos de atención a la pequeña lechuza, volviendo inmediatamente a Hermione y su comida.

Terminada la cena sus dos amigos se despidieron y se retiraron a descansar, era casi medianoche.

Quedamos solos...- dijo Harry suavemente.

Dame un segundo- dijo Ginny antes de salir corriendo de la cocina tras sus amigos, y regresar de igual forma a su asiento.

Listo, dejé a Pig con Ron. Que me decías.-

Levantando una ceja Harry la miraba, - Que hemos quedado a solas.. tu y yo... solitos... nadie mas...-

Con una sonrisa digna de un depredador Ginny lo miraba de arriba abajo, -Y... que con eso.-

Nada - poniendo carita de perrito perdido mientras jugaba a repasar con un dedo el nudo de una de las tablas de la mesa - yo creía que... me extrañabas...-

Pobrecito...-

Haciendo puchero Harry insistió -No me extrañaste?-

No. – Una muy divertida Ginny respondía, moviendo la cabeza de un lado al otro.

Pobeyito -

Esta es la primera vez desde que llegaste que quedamos solos...- le recordaba Harry.

Y no te creas que te me escapas.-
Ginny caminó hasta donde estaba Harry y se sentó en sus piernas. Inclinando su cabeza un poco, para ver en sus verdes ojos el bailar de las velas.

La noche era fría pero la estufa de la cocina hacía olvidar que estaba en otoño por eso nadie en la casa vestía demasiada ropa, algo que Harry apreciaba montones en ese momento.

Él llevaba jeans y una camiseta celeste, mientras que Ginebra también en jeans, llevaba una blusa corta y justa, color bronce.

Te quiero.- le dijo ella de repente y Harry sonrió.

"Por Merlín, como quiero a esta mujer".- pensó Harry mientras con uno de sus brazos la rodeaba por la cintura y con su otra mano rodeaba su cuello. - Ginny..., te quiero tanto mi amor.- le dijo y capturo los labios de ella en fuerte beso.

Cuando se separaron , se miraron a los ojos, mientras la mano que Harry tenía en el cuello de ella comenzó a deslizarse suavemente por su blusa buscando botones, abriéndolos para deslizarse luego por su piel, entre sus pechos, lentamente y tomando con fuerza del medio del brazier que sostenía sus suaves senos, tiró hacia el obligándola a encontrarse con su boca nuevamente. En ese momento ella comenzó a tirar de su camiseta hacia arriba tratando de quitársela lo que los separó por solo unos segundos.

Cubriendo su boca con la de ella nuevamente, deslizó su lengua por entre sus labios mientras una de sus manos peleaba con el broche del brazier.

Ginny deja de besarlo y se levantaba un poco para cambiar su posición y separando sus piernas vuelve a sentarse en las de él, ahora de frente y más cómoda por el momento, agarró el borde de su blusa y tirando hacia arriba se la quita, dejándola caer sin fijarse donde.

Sentada ahí sobre sus piernas, Harry mueve su mano hasta el hombro de ella y lentamente vuelve a recorrerla por su cuerpo sintiendo cada una de sus curvas. Con su otra mano nuevamente en la cintura de ella, la acerca hacia él y vuelve a besarla, cuando se da cuenta de que no están solos.

He.. Ginny - dice Harry y la abraza fuertemente mientras se levanta de la silla

pon tus piernas alrededor de mi cintura, nos vamos de aquí - y comienza a salir de la cocina.

¿Porque..?- pregunta ella confundida.

No puedo con Fawkes de voyeur.- mientras hacia un gesto con la cabeza indicando donde estaba el ave. Ginny comenzó a reírse – pobre Fawkes, es que esto debe ser nuevo para él, toda su vida en la oficina del director...-

Shhh, o Ron y Mione nos oirán.- Harry ya subía por las escaleras hacia su cuarto lo mas rápido y sigilosamente posible aún con Ginny en sus brazos.

No seas tonto Harry, ellos deben estar mas entretenidos que nosotros en este momento. Aunque entrara el-que-no-debe-ser-nombrado a esta casa, ellos no se darían cuenta de n. a. d. a, nada. Es mas nosotros deberíamos estar haciendo lo mismo.-

Ya llegamos - decía un agitado Harry, por la subida de la escalera, no por lo que Ginny quisiera.

La cama era chica, 1 plaza, pero eso no era nada, ya estaban acostumbrados, igual que en el Colegio.

Ginny se sentó en la cama y con un gesto de su mano palmeando las sábanas le invitó a sentarse junto a ella. Harry cerró y trancó la puerta y se sentó en la cama junto a ella, puso su mano en su cara deslizándola hacia atrás, agarrando de su cabello y empujándola hacia él para un beso.

Se besaron como si hubiesen estado separados toda una eternidad, o lo fueran a estarlo.

Él se recostó en la cama sin separar sus labios, empujándola hasta dejarla sobre él y giró en la cama quedando de rodillas, dejando a la pelirroja ahora bajo él, deslizando sus manos por sus pechos hacia abajo hasta el comienzo de sus jeans.

Harry bajo su cabeza y comenzó a besar y mordisquear alrededor de su ombligo mientras desabrochaba los jeans de ella.

Alejándose de la cama Harry se para y toma de los bordes del jeans y comienza a quitárselos lentamente, memorizando cada centímetro de la piel de ella que queda descubierta. Refrescando su memoria.

Tomando su varita Harry enciende la estufa y vuelve su vista a su amante.

Ginny estaba tendida en la cama, su blanca casi rosada piel parecía brillar con el reflejo de las llamas, él notó que ella estaba usando sus bragas y brazier favoritos, rojos con pequeños calados a los costados decorándolos.

Era lo más bello que sus ojos han visto, Su luz en su oscuridad, Su ángel, la adoraba con tal pasión que a veces temía que todo fuera un sueño.

Harry desabrochó sus jeans y los dejó caer al suelo. Sosteniendo una de las piernas de ella en sus manos, comenzó a besar su tobillo y lentamente fue subiendo por su cuerpo besando cada parte que sus manos encontraban, pasando por sus bragas hasta su brazier.

Gentilmente lo deslizó por sus hombros descubriéndola, besándola, bajando su cabeza hacia su seno derecho, lamiendo alrededor del pequeño pezón en pequeños círculos.
Ginny enredaba sus dedos en el medio-largo cabello de Harry guiándolo arriba y abajo, obligándolo a dar igual atención a ambos pechos, endureciendo aun mas sus pezones con cada movimiento de esa lengua, sintiendo que cada roce de esa boca en sus aureolas le daba como un pequeño roce en su ya engordado clítoris.

El aliento caliente de Harry sobre su piel y el contraste del frió de la habitación la excitaba aún más dejándola tan húmeda por dentro que sus bragas estaban empapadas.

Luego el tomo el seno izquierdo en su boca y apretó con sus labios, usando solo la punta de su lengua para lamer y chupar, mientras con su otra mano le pellizcaba acariciaba su otro seno para luego comenzar a deslizar su mano por el costado de la pelirroja, pasando por su cadera y enroscar un dedo en un lado de su bragas y comenzar a quitárselas.
Nuevamente de rodillas Harry levanta las pequeñas piernas y apoya los pies de ella en su pecho juntándolos para deslizar sus bragas por toda su piel hasta llegar a sus pies, quitándolas y tirándolas al suelo por encima de su hombro.

Ginny lo agarra de la nuca y lo empuja hacia ella para otro beso y abre sus piernas invitándolo a entrar.

Colocando la punta de su pene contra su abertura, rozándolo contra su clítoris y hacia mas abajo, unas cuantas veces, haciendo que más mojada ella se pusiera.

Ya estaba lo suficiente húmeda como para recibirlo entero. Harry necesitó de toda sus fuerzas para no dejarse llevar y metérsela con todas sus fuerzas.

Dejando entrar solo la punta de su miembro, siendo este besado por esos dulces y resbalosos labios, Harry comenzó a moverse lentamente, penetrándola un poco mas profundo cada vez que se deslizaba dentro y fuera de ella. Cada vez más mojada, parecía que lo succionaba hacia adentro.

Ginny gemía en puro éxtasis.

Con una de sus manos en las espaldas de él y la otra fuertemente en una de sus nalgas, levantaba sus caderas para empujarlo aun mas dentro de ella, y acoplar sus movimientos.

Harry besaba su cuello mientras Ginny comenzaba a recorrer su espalda ahora con ambas manos, sintiendo sus músculos moverse.

Él volvía a prestar atención a uno de sus senos con su mano mientras recorría su cara de besos hasta llegar a sus labios y sus cuerpos comenzaban a moverse con mas fuerza. El miedo a ser oídos ya no afectaba a Harry y quería que para ella fuera igual. El sabía lo que ella quería.

Quiero oírte.- Le susurraba Harry al oído. -Quiero oír si lo sientes. Dímelo.-

Ginny se dejó llevar por los susurros de su amante y gritó su nombre, y sintió como dentro de ella Harry vibró. Envolviendo sus piernas en la cintura de él, oyendo el sonido de sus cuerpos, la cama crujir; sintiendo su lengua golpear contra su pezón, su miembro llenándola, el cuerpo de él envolviendo el de ella.

Harry volvía a su oído a susurrarle –Ginny, Ginny-, moviéndose con mas fuerza, sintiendo como ella se acercaba al orgasmo y temblaba debajo de él, todos sus músculos, sus paredes internas se contrajeron, su cuerpo quedo tenso.

Emitiendo cortos y apagados gemidos, llego al clímax. Mientras Harry se perdía dentro de ella.

Ambos se quedaron juntos, abrazándose uno al otro.

Eres mi luz, mi ángel de fuego.-

Ginevra lo abrazó con mas fuerza, dejando algunos besos en su cuello.

Harry no quería abrir los ojos, temía que fuera un sueño, pero sabía que no lo era.

Con uno de sus brazos busco las mantas que habían caído y las volvió a la cama, envolviéndose a si mismo y a su adorada pelirroja en ellas.

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En los pocos días que llevaba en su nueva casa, la de su padrino, Harry ya se había acostumbrado a ser el amo del lugar. Manejando a los elfos, disponer de las necesidades de esta, atender a sus amigos.

Aunque el no consideraba sus amigos como visita, para el eran integrantes de su familia y sinceramente estaría muy contento de que ellos decidieran mudarse definitivamente hacia ahí. Pero sabía que eso era muy difícil que sucediera, y tarde o temprano él terminaría quedando sólo en ese enorme lugar.
Sin desearlo, él se convertiría con el tiempo en su padrino. Guardando el lugar para las reuniones de la Orden.
No era lo que quería y además sabía que su papel en dicha Orden era de mucha importancia, mayor que la que su padrino tuvo. Pero su vida sería prácticamente igual. Tendría que esconderse de Lord Voldemort hasta el momento exacto.

"La antigua y majestuosa casa de los Black, en algún lado leí eso" – pensaba Harry – "Ginny y Ron me habían dicho que debería cambiarle el nombre ya que no existía ningún Black sobreviviente dentro o fuera de la casa.

Ron hasta había llegado a hacer una pequeña lista de posibles nombres, pero a todos le dije que no.

Algunos eran bastantes ridículos como 'La casa del elegido' o 'La casa del Potter'.
Si Hermione se hubiese enterado de esa lista seguro que estarían peleados hasta ahora.
Esta casa, es la casa de Sirius, les dije, yo solo la estoy cuidando.

Desde un principio nunca la quise, pero mi padrino la dejo a mi cuidado.

Se que legalmente soy el propietario, pero... prefiero pensar que solo la cuido.
No es que esté guardando esperanzas de que mi padrino vuelva algún día, simplemente estoy mas cómodo viendo las cosas así.
Eso fue lo que les dije. Aunque no puedo negar que cada día conciente o inconscientemente la veo más mía."

Harry había decidido conservar su antiguo dormitorio, pero ahora su cama era la única ahí. La casa es grande y dejó que sus amigos eligieran sus habitaciones.

Levantándose de su cama, camino hasta la ventana y la abrió para dejar entrar a su lechuza de su caza nocturna y al igual que los últimos dos días Harry se quedaba un ratito en su ventana observando el cielo y la calle con sus valientes madrugadores que peleaban contra el temprano viento del Otoño, nadie diría que realmente estaba ahí buscando lo que podría ser un cuervo en el cielo o algo parecido.

Harry no quería admitírselo, pero ansiaba volver a ver esa ave. Aunque tenía la seguridad de que nada relacionado con ella o su carta sería bueno para él o la Orden.
El joven seguía indeciso en si debía compartir la carta con sus amigos y los demás o seguir callado. El remitente de la carta, un supuesto Voldemort le pedía silencio... No!. Le ordenaba silencio. Pero no era por eso que Harry se callaba, era por su propia decisión. Por que si todo era verdadero se convertía en una preciosa oportunidad de eliminar a su Némesis. Y no sería bueno que Ginny, Hermione o Ron supieran, por que estaría poniendo a sus vidas en riesgo, porque sabía que ellos tratarían de intervenir y ayudarlo.
Él tenía que enfrentarlo sólo. Así lo decía la profecía, él es el elegido, no sus amigos.