Titulo: Como un Fénix I

Author: K-tra

Email: wesleymarsters (ARROBA) The Dark Lord – Voldieyes (http/ www. / snoldemort y en http/ www.fanfiction. net/u /888368/

PARTE 6 – La sorpresa del Lobo

A Severus no le habían permitido asistir a las últimas dos reuniones, y la de hoy, según sus cálculos estaría por comenzar si ya no comenzó.

Por alguna razón su Lord había decidido mantenerlo aislado del resto de sus compañeros.

Pero esto ya era demasiado.

El sótano de la casa estaba completamente a oscuras y no tenía como medir el pasar del tiempo. Sabía algunos conjuros que podían ayudarlo en eso pero estaba sin su varita. Tampoco sabía en que parte del sótano estaba ya que éste estaba dividido en varias piezas aparentemente.

La noche anterior, o la anterior de esa –no estaba seguro- había decidido retirarse temprano y no hacía mas de unos minutos después que un pequeño grupo de Mortifagos que él nunca antes había visto, aparecieron en su habitación.

Severus supone que fue bajo un Petrificus Totalis o un Inmóbilus Corpus que lo sacaron de la cama y lo arrastraron por lo que a él le pareció toda la casa un par de veces, pero obviamente no había sido tanto; para luego arrojarlo por la escalera hasta el sótano golpeándose la cabeza varias veces contra el muro mientras bajaba, unos segundos después Severus sintió como dos pares de mano lo tomaban de los antebrazos y lo arrastraban boca abajo pasando por varias puertas y lo encerraban.

"ES una pena que no me quebrara el cuello en esa escalera" pensaba Severus "hubiese arruinado cualquier plan que el Lord tenga para mi. Y esos dos o tres tarados que me trajeron estarían en graves problemas."

El ex –profesor estaba sentado en el suelo de una de las vacías piezas del sótano. El piso estaba cubierto de una tierra gris, seca y muerta, tierra y polvo que se había adherido a gran parte de su piel a ese momento.

Viéndose en el estado que estaba, Severus se arrepentía enormemente de su nueva costumbre de dormir desnudo. Cuando estaba en Hogwarts era necesario para él usar alguna clase de prenda al dormir por si alguna situación con algún estudiante lo obligaba a levantarse y acudir inmediatamente. Por lo que tenía que estar siempre presentable.

Pero viviendo ahora aquí, podía descansar tranquilo sin preocupaciones de que lo vieran desnudo. ¿Quien lo iba a ver?. El Lord?.. no, no tiene tanta suerte.

Además del frío y la total oscuridad, tenía que enfrentarse al hambre de ya mas de un día, y al muy necesitado aseo.

Severus no quería ni pensar en la humillación que le esperaba al salir de ahí, además de las torturas y quien sabe que otras locas ideas tengan reservadas para él a mano de sus compañeros o de su propio Lord.

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En el salón mayor que había sido expandido mágicamente, era el lugar de la celebración de la última reunión de Lord Voldemort y su gente. Y realmente sería la última reunión aunque sólo Voldemort lo sabía.

Severus Snape seguía en el sótano algo que ya era de conocimiento de todos en la casa a esa hora.

Luego de casi cuarenta y cinco minutos ya se habían aclarado todos los puntos a tratar en la organización para el próximo gran -y creían todos- final ataque al Ministerio, el Lord deseaba borrar por completo uno de los puntos mas fuerte de sus oponentes y para eso necesitaba a todos sus grupos de seguidores en esa reunión, todos exactamente todos, incluyendo los licántropos.

Con todo su ejercito contra el Ministerio de la Magia sin importar que sería en territorio enemigo, no había forma de fallar.

Nadie ponía en duda el gran estratega que era Voldemort, por lo que todos estaban seguros desde ya de su triunfo, incluyendo un nervioso lobo.

Pero el tema que mas se hablaba en susurros era otro, Severus Snape. ¿Porqué estaba encerrado si era el favorito, uno de los mas fieles y mejores entre los seguidores del Señor Oscuro.? El episodio 'Dumbledore' era prueba de ello.

Remus Lupín se había echo un auto hechizo memorizador exclusivamente para esta reunión, la cual se le había informado a la manada de lobos unos minutos antes de llegar al lugar - por medio de trasladadores ilegales.

Este sería el mejor informe que daría de toda su carrera como espía, pasada y futura.

No sólo ahora sabía el paradero del Innombrable, sino que también él había descubierto caras insospechadas de ser Mortifagos; también el saber el paradero y posible destino final el asesino de su amado amigo Albus, y por encima sabía hasta el último detalle de lo que sería el mas grande ataque del Señor Oscuro contra la comunidad mágica. Lo sabía todo. Sólo esperaba salir ileso y con vida de ese caserón y correr a Grimmauld Place a tiempo para encontrar a Minerva o a Ojoloco Moody esa tarde.

Pero la reunión continuaba.

Minutos mas tarde el Lord se pone de pie y automáticamente reinó el silencio en la sala.

Veo que ha muchos de ustedes les interesa otro tema en esta reunión que el que acabamos de tratar, (dijo un serio Lord) y como hoy me encuentro de excelente ánimo los voy a premiar con cierta información que realmente no es de la incumbencia de ninguno de ustedes, pero...-

Bajando la vista a su mesa y comenzando a formar pequeños círculos con sus dedos jugando con el poco de vino derramado, guardó silencio por un minuto.

- Hoy será un día mortalmente doloroso para uno de ustedes.- Levantando la vista hacia sus fieles continuó. - Mi mano derecha, Severus.-

Por haberme traicionado por mas de una década, estarán de acuerdo con mi decisión de que merece un castigo especial, por eso me he tomado mi tiempo. Admito que lo he premiado estos últimos meses con su vida y.. otros juguetes, además de haberlo ascendido.-

Lord Voldemort, ya alejándose de su mesa, la rodea y se detiene, y se apoya frente a ella, frente a todos, cruza sus brazos y continúa:

Todo fue por su brillante actuación ante el caso 'Albus Dumbledore', que ya todos conocen. Él logró lo que ninguno de ustedes, ni siquiera .. su Lord... pudo lograr un año atrás. Eliminarlo. Así que no podía pasar tal regalo de él hacia mí y mi Orden por alto. Pero tampoco puedo perdonar su anterior traición, u olvidarla.

Se que él ha vuelto a nosotros, no me cabe duda. Pero como ya se imaginarán debo poner un ejemplo para que esta situación no se llegue a repetir en un futuro.-

Así que perderé a uno de mis mejores soldados en una hora.

He decidido que debido a su cargo y teniendo en cuenta su últimas acciones, merece una atención especial de mi parte.

Su ejecución estará exclusivamente bajo mi mano.

Se que algunos de ustedes estarán mas que dispuestos para ofrecerse en esta tarea, pero deben respetar Orden de cargos y el al ser mi segundo se encuentra por encima de todos ustedes. Pero no de mi.-

Por unos momentos el silencio volvió a dominar el salón, y Voldemort fijó su vista en uno de los presentes.

Mi leal Bellatrix, tienes razón, pero eso no te da permiso de poner un dedo sobre él. Tú eres un excelente soldado comparado con el resto (con una mano señalando a toda la sala), pero Severus sigue siendo mi segundo.-

Y volviendo a pararse detrás de la mesa, miró a todos nuevamente y se retiró a grandes pasos por una de las puertas de la izquierda. Dejando claro que la reunión había terminado.

Algunos de los presentes decidieron quedarse por si su Lord les permitía ser testigos del final del traidor y de que posible nueva y original forma de castigo usaría Lord Voldemort en él. Su talento y creatividad en el arte de infligir dolor, a veces parecía no tener límites y siempre se podía aprender algo nuevo.

Remus Lupín pidió permiso al líder de su manada para quedarse junto al pequeño grupo y presenciar la ejecución si fuera posible, permiso que consiguió inmediatamente y le fue entregado con una amplia sonrisa. Lupín nunca olvida que su líder-lobo es un sádico sin límites y encantado deja que sus cachorros aprendan 'juegos' nuevos.

Lord Voldemort se había encerrado en su querida oficina, haciendo un poco de tiempo y repasando sus planes.

"No podían fallar."

Él ya había previsto que al final de la reunión quedaran algunos curiosos para ver el show. Por ahora todo estaba sucediendo como lo había planeado, pero aún faltaba lo más difícil.

En uno minutos mas enviaría un par de guardias por Snape.

Debía tener todo listo.

Y luego se reuniría con su Némesis.

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Mi Lord. He estado equivocado por muchos años, pero ya e vuelto... Si solo.. me escuchara.

Si me diera unos minutos para explicarle. El vería que estoy siendo sincero.

Me equivoque, pero, ahora veo todo mas claro.

Como pude traicionarte.

Si solo pudiéramos hablar, si solo .. yo ...

Miedo talvez, o inexperiencia debido a mi edad, fue lo que me llevó a cometer tantos errores, a no ver las cosas con claridad.

Pero no puedo decirte, me matarías antes de escucharme, lo sé.

Tus ideas son correctas, pero tus decisiones y acciones son de una mente desequilibrada.

Pero ahora es muy tarde.

Ya nada importa. En unas décadas más ya no habrá mas brujas ni magos. No sirve de nada pelear, la gente no entiende. No entienden que si siguen dejando que sus hijos se reproduzcan con gente no mágica estarán llevándonos a la extinción. Hijos de muggle, reproduciéndose con otros muggles...diluyendo nuestra sangre mágica con la sangre de muggles. Terminaremos siendo todos squibs hasta que no quede ningún brujo mas.

Ya somos pocos, solo seis mil en un país de mas de veinte millones de personas.

¿Cuántas décadas más seguiremos aquí para luego desaparecer, extinguirnos?

Ya no nos queda mucho tiempo. Es una suerte que Albus no vea el final de nuestro mundo.

Por mas que amara a los muggles, el viejo nunca vio el verdadero peligro en ello.

Y a su edad sería muy fuerte para él el descubrir lo equivocado que estaba.

Si solo mi Lord hubiera tomado otras opciones en esta crisis social.

Ese fue su error, el comenzar a matar a todo aquel que no estuviera de acuerdo.

Por eso me fui.

Creo que la gente tiene derecho a decidir por si misma, pero en esta situación, antes de matar se hubiese podido enseñar. Informarle a nuestra población de las consecuencias de nuestras acciones al dejar a nuestros hijos elegir libremente con quien engendrar.

Ese es el error.

Pero esa otra solución también es peligrosa. Y el propio Lord debería saberlo. Su propia familia se encerró tanto en la idea de mantenerse pura que terminaron cometiendo incesto, abusando de su propia descendencia.

De ahí la locura de los Riddle.

Es una guerra perdida.

No existe solución alguna, mas que esperar que todo termine, con el final de nuestra raza.-

Severus Snape estaba tan encerrado en sus pensamientos que no había notado que un Mortifago estaba parado frente a él con lo que parecía una montón de ropas viejas.

"Ropas muggles?" pensó Severus.

¿y esto..?- preguntó señalando con un dedo a las ropas.

Esto es lo que te vas a poner.- dijo el Mortifago, tirándole las ropas a la cara
– Ordenes de nuestro Señor.-

Si fueran otros tiempos, Severus ya estaría haciendo que ese 'inferior' se comiera las telas centímetro a centímetro. Pero estando desarmado y desnudo era mejor seguir las ordenes.

Lo que faltaba, un mísero soldadito dándome ordenes - murmuró Severus mientras revisaba las prendas.

El 'soldadito' ni se movió, se ve que el Lord no les había dado permiso de atacarlo físicamente.

Las prendas resultaron ser un par de viejos, agujereados y descoloridos jeans celestes y una camiseta rojo oscuro que tenía un par de agujeros al frente.

La cara de asco que puso Snape lo decía todo.

No sabía que le molestaba más, si el estado en que estaban las prendas o lo coloridas que estas eran.

Resignado se vistió y cuando volvió a ver al frente otro guardia del Lord aparecía con un par de zapatos marrones, que Severus no sabia como nombrarlos, pero conociendo un poco las ropas muggle entendió que no eran botas, porque estos no tenían tanto cuello, pero tampoco eran zapatos porque si tenían un poco de cuello. O sea algo entre botas y zapatos. Mirándolos con curiosidad trato de recordar como funcionaban las tiritas que colgaban de ellos. "Talvez son lo que los muggles llaman mocasines, o serán zapatillas (championes)..."

Después de unos minutos recordó como se manejaban los 'cordones' aunque no recordaba que así se llamaban y salió caminando junto a los guardias, en lo que él creía eran 'sapatillas'.

En la cima de las escaleras habían dos Mortifagos más, entre los cuatro lo rodearon y comenzaron a conducirlo por los pasillos hacia el salón principal donde Snape sabía se había celebrado la última reunión.

Un poco exagerado el enviarlos a ustedes cuatro, considerando que no tengo varita en este momento. -

Ninguno le respondió.

Sin saber adonde lo llevaban ni que le esperaba, Snape camino hasta encontrarse con una pequeña multitud de compañeros que lo miraban atentamente y se silenciaron en cuanto lo vieron entrar al salón.

Algunos sonreían, otros mas al fondo estaban quietos y callados.

Él ya se imaginaba para que estaba esa gente ahí, y al ver al joven Malfoy junto a su madre encontró que estaba en lo cierto.

Draco tenía una mirada angustiada mientras se mordía el labio inferior sin dejar de observarlo. Su madre por otro lado era un ejemplo de calma total, aunque sus ojos la traicionaban.

Severus comprendió y no pudiendo hacer nada decidió darle una media sonrisa a Draco, agradeciendo su muestra de preocupación e interés por el joven hacia él.

Draco le devolvió la sonrisa, pero el profesor ya había pasado y mas adelante se encontraba con una cara que no esperaba ver y no quería volver a ver.

Remulus Lupín estaba firme de pie, al frente de todos, y su mirada hablaba por casi todos los presentes, aunque sus motivos eran diferentes. El odio que irradiaban esos ojos lo golpeaba fuertemente, y Severus no pudo evitar sentir vergüenza y tristeza. Nunca se llevo bien con el lobo, pero sabía que Lupin era un ejemplo de lo que toda la Orden del Fénix pensaría y sentiría ahora de él, y aunque no quería admitírselo, le dolía.

Una puerta se había dejado abierta frente a él, llevándolo por un corto pasillo a otra mas grande que aún se mantenía cerrada. Uno de los guardias se adelantó y golpeó para luego abrirla y esperar a que el profesor pasara.

Severus entro sólo a la habitación mientras la puerta se volvía a cerrar detrás de él.

Él no sabía que sucedería pero de algo estaba seguro y era de que sería muy doloroso y posiblemente mortal.

Que equivocado estaba.