Author: K-tra
Email: wesleymarsters (ARROBA) The Dark Lord – Voldieyes (http/ www. / snoldemort y en http/ www.fanfiction. net/u /888368/
PARTE 7 – Lo que la profetiza no vió.
Un par de horas mas tarde Harry se había dirigido a la biblioteca en su diario trabajo de aprender – hallar y destruir los Horcruxes restantes. Ya llevaba varias horas ahí encerrado, Dobby le había llevado el almuerzo hasta la biblioteca a mucho pesar de Winky que consideraba que ningún amo que mereciera un poco de respeto comería en otro lugar que no fuera el comedor o en raras excepciones la cocina.
Gracias a la Profesora y ahora Directora, Minerva McGonagall, la biblioteca de la casa de los Black había crecido valiosamente. Verdad era que ni la Directora o nadie mas de la Orden sabía a que se dedicaba Harry por esos días, pero si sabían que el joven cumplía con las últimas secretas órdenes del antiguo Director de Hogwarts. Y solo por eso debían ayudarlo en todo lo posible para que cumpliera su misión.
Hermione y Ginny estaban en preparativos para una corta expedición al Callejón Diagon, esperando poder encontrar un nuevo libro que a Hermione le interesaba.
"Viviendo aún Muerto" era su título, que hasta donde ellas sabían, se trataba sobre zombis, su existencia, creación y manejo. Prometía ser una muy interesante pieza para la renovada biblioteca y muy útil también, teniendo en cuenta que aquel-que-no-debe-ser-nombrado planeaba, si es que ya no lo había llevado a cabo, formar un ejercito de esos seres.
Con las chicas fuera de la casa, su amigo estudiando y los elfos... quien sabe donde y haciendo que, Ron se había quedado en la planta baja preparando el lugar para la próxima reunión de la Orden, que se daría esa misma tarde. Iba a ser una reunión muy importante ya que por primera vez Hermione, Harry y él mismo, podrían asistir. Ron no sabía quiénes en total iban a venir, pero si sabía que la Directora Minerva McGonagall llegaría primero, alrededor de las 5 de la tarde, porque ella era ahora quien presidía las reuniones.
Mirando el reloj de la cocina el pelirrojo vio que le quedaba poco mas de media hora para preparar todo antes de que empezaran todos a llegar.
Y de seguro Alastor Moody sería uno de los primeros en presentarse; también sabía que Lupín vendría ya que había avisado por lechuza unas horas antes que le comunicara a McGonagall que se presentaría talvez un poco mas tarde pero con suerte con algunas novedades.
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La biblioteca donde Harry se encontraba era mediana de forma rectangular y contenía en su mayoría libros dedicados a las Artes Oscuras. En el medio de la habitación había dos sillones viejos y raídos de color verde aceituna. La única mesa que había se encontraba enfrente a la puerta de entrada, cerca de una de las paredes, contra la única ventana que daba a la calle. La pieza era fría, aunque se cerrara la ventana, no había ninguna estufa, simplemente no había lugar para colocar una.
Como todos los días desde que se mudó a esta casa, Harry invadía la pequeña mesa y se sentaba en la silla de la derecha, en la única que no chirriaba, quedando de perfil a la ventana.
Y al igual que los días anteriores Fawkes había llegado temprano por la ventana y se quedaba a veces hasta que anochecía acompañando a Harry. Nadie sabía adonde iba el Fénix, ni dónde dormía, pero como siempre volvía nadie se preocupaba del asunto.
Esa tarde no era diferente, al entrar Harry a la biblioteca enseguida vio al ave de espaldas esperándolo en su lugar de siempre, parado en el respaldar de la silla del medio, mirando a la ventana.
Fawkes le hacia recordar a Dumbledore y eso ponía al joven en un estado de ánimo mixto. Le gustaba recordar al viejo Profesor, pero también le venían imágenes de su partida, y ahora sumaba el recuerdo de un fénix abandonando el castillo, dejando su hogar, su vida pasada atrás, y talvez en busca de un nuevo comienzo.
Tal como él mismo había hecho un par de semanas atrás. Parecería que esa noche marcó el final y el principio de muchas cosas.
Hola amigo – le dijo al fénix mientras se acercaba para acariciarle el lomo – ¿qué hay ahí afuera, esperas visita? – y Harry miró por la ventana, no había nada.
Estaba a punto de sentarse cuando el fénix comenzó a batir las alas y emitía un nuevo canto, al voltear la cabeza Harry vio un cuervo aterrizando en su mesa frente a él.
Fawkes cambió el canto por un chillido agudo y espantoso.
Fawkes, tranquilízate,... ya se que es un cuervo malo, ya sé – le decía como si le
hablara a un niño pequeño a la vez que levantaba las manos intentando tranquilizarlo.
Malo, cuervo malo; ya le desato la carta y se irá, ya verás -
Pero el fénix se silenció solito al ver que Harry ya sostenía la carta en sus manos, mientras el cuervo escapaba rápidamente por la ventana.
Aun con la carta en su mano Harry se llevó un buen susto cuando a su izquierda sonó una pequeña detonación.
Qué fue eso? – pensó Harry que inmediatamente reconoció – Alguien aparató! -
Con grandes ojos él recorrió toda la habitación sin moverse de su lugar, buscando al intruso, no había nadie nuevo, pero si faltaba alguien.
Fawkes! -
Harry asombrado recordó que ya había visto al ave aparatar antes, en la cámara secreta, posiblemente fuera la única especie no humana que podía hacerlo, pensó.
Pero siempre creyó que era bajo las órdenes del Director.
Parece que me ve como un amigo y no como su amo, porque no le di permiso de irse y encima terrible susto me dio.
Al fin logrando sentarse en su silla comenzó a abrir la carta. Pero esta estaba en blanco.
Y para mayor sorpresa sintió que algo lo jalaba desde su ombligo y toda se ponía borroso. Lo primero que pensó Harry al caer sentado sobre pastos húmedos fue – la carta... un ¿trasladador.?-
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O es un parque, o es un jardín – se dijo Harry a si mismo al tocar tierra y caer sentado después del corto viaje y haber empezado a tratar de reconocer el lugar. -
El lago... Hogwarts.-
Harry automáticamente giró en su lugar buscando lo que ya sabía que encontraría, la tumba blanca, la tumba de Dumbledore.
Pero encontró algo mas también.
Fawkes! -
El fénix estaba sobre la tumba, observándolo. Harry se puso de pie y mirando a su alrededor comprobó que estaba sólo en las afueras del castillo, Hogwarts seguía vacío, abandonado.
Talvez Flinch y la Señora Norris aun seguían viviendo ahí – pensó Harry, acercándose hasta donde estaba Fawkes. Recién se daba cuenta que nadie se preocupo por el Señor Flinch. Hogwarts era su hogar, hasta donde sabía.
Pobre Flinch , nunca me acordé de él. Talvez aún siga aquí, solo con su gata aún vigilando el castillo, con compañía de los fantasmas y los elfos.
Los Elfos, seguirían en el castillo? O estarán abandonados en la calle buscando un nuevo amo a quien servir.?- se preguntaba Harry. –Y si aún están aquí, ya no queda ningún mago en Hogwarts, que podrían estar haciendo una centena de elfos domésticos aquí ahora?. –
Fawkes, aburrido empezó a empujar el brazo de Harry con su pico, pero Harry seguía en sus pensamientos en la espera de que algo ocurriera y pronto.
Lord Voldemort supuestamente me ha trasladado hasta aquí, pero no hay nadie.- se decía Harry mientras con la vista buscaba sombras entre los árboles.
Harry introdujo su mano dentro de un de los bolsillos de su campera canguro buscando su varita, ahí estaba, lentamente la sacó sosteniéndola fuertemente.
Harry se quedo junto al ave y empezó a hablarle.
Muy bien, Voldemort me trajo pero no aparece, así que, o está escondido en algún lado y me esta viendo, o, su intención era alejarme de la casa donde Ron ha quedado solo, ...pero eso no tiene sentido, verdad?. Para que querría Voldemort a Ron.
O Voldemort no tiene nada que ver con esto y la culpa es de otro. Peor aún. Podría ser Snape. O... una broma de Fred y George... no, no creo que sea eso. –
Harry estaba de pie junto a la tumba y a Fawkes, concentrado, hasta que se dio cuenta de algo.
¿Que haces aquí Fawkes¿Cómo supiste a dónde venir...?-
El fénix lo miraba, y Harry empezó a sentir miedo, sin saber por que.
Sin quitar la vista de Fawkes, Harry empezó a alejarse de la tumba y del ave.
Y ésta saltó al suelo. Harry se detuvo, estaba a un par de metros del fénix, y éste inclinando la cabeza a un lado mientras lo miraba, lanzo un débil chillido.
¡Fawkes!- llamaba Harry, no sabía si levantar su varita o no.
Y en ese momento un montón de tela apareció, y la figura del fénix se distorsionó dejando a Harry con la boca abierta y un ácido sabor en ella.
¡Hola!-
Nooo!-
Creo haber dicho 'Hola'. ¿No me vas a contestar, niño.-
"Es mi fin. Como pudo ser?. No estoy listo... no estoy listo".
Y mostrando una falsa valentía contestó – No soy un niño!-
Si que lo eres. Eres un niñito mimado de Dumbledore. Bueno... no puede mimarte mucho ahora, verdad..., -(y sonriendo agrego) -pero también me han dicho que eres un niño egoísta,- (y haciendo como que contaba con los dedos) – y mal educado, eso ya lo comprobé yo mismo, y que mas...-
¡Cállese¡no tiene derecho de hablar de Dumbledore! O de mi.
Muy mal educado... y...-
Y supongo que todo eso se lo ha dicho Snape.!-
Mi Querido Severus...-
Harry levantó su varita, pero un simple movimiento de muñeca de Lord Voldemort hizo que la varita saliera volando por el aire, cayendo al lago.
Tal vez esté equivocado, pero.. no eres tu quien va a derrotarme?-
Harry temblaba de rabia y miedo, pero no iba a demostrar ninguna de la dos. Trató de mantener una apariencia tranquila, talvez esperando desconcertar al Lord.
Niño, no estas preparado. Y creo que ya te has dado cuenta.-
Máteme!-
-¿Porque?-
¿Porque, lo ha intentado durante años.- Trataba de razonar Harry.
- Aquí me tiene.- se ofrecía abriendo los brazos.
¿Yo-o?... ¿Porque? Tan poco aprecias tu vida que la entregas tan fácilmente.-
Yo no tengo porque escuchar sus burlas. Ya ganó. Estoy desarmado y sin apoyo y seguro estamos rodeados de Mortifagos, así que de nada me serviría correr, tengo razón o no?.-
Mhh, no..., me había olvidado, Severus me dijo que tu siempre creías saberlo todo. Y aún no has aprendido de ese error.
Escúchame bien, niño, porque no tengo tiempo para perder contigo. No he traído mi gente y no voy a tener un duelo aquí y mucho menos con un niño como tú. Creo que con una vez ya fue suficiente.-
Harry no guardaba esperanzas de salir con vida de ahí, pero tampoco iba a quedarse parado escuchando al asesino de sus padres. Tomo aire y recordó una de las lecciones del mas inolvidable profesor que haya tenido, (como olvidarlo después de lo que hizo sin contar lo sexy que es...); conjuros silenciosos. Mientras Voldemort hablaba, Harry intentaba llamar a su varita mentalmente. Que otra cosa podría hacer?.
Me retiro.-
Harry estaba tan concentrado convocando su varita que casi no oye lo que Voldemort dijo... casi...
¿Que.. qué?-
El Lord sostenía media sonrisa e inclinando la cabeza como lo hacía Fawkes, repitió – Me retiro.-
Voldemort lo había sorprendido por segunda vez en esos minutos. Con el ceño fruncido Harry lo miró como si tuviera enfrente a una serpiente de dos cabezas.
¡No se burle de mi!-
Voldemort comenzó a reírse.
Comprendo, si yo estuviera en tu lugar creo que reaccionaría igual.
Estuviera o no tratando de convocar mi varita.- y volvió a reírse, esta vez a carcajadas.
"Maldito desgraciado." pensó Harry.
En serio. No te voy a explicar detalle alguno. No mereces tanto de mi tiempo y no estás a mi altura para que te de explicaciones de nada.
Pero sentí que merecías que te dijera esto en persona. Aunque al principio pensaba hacértelo saber por lechuza o cuervo.-
Qué hizo con Fawkes?-
Voldemort quedo callado, y ahora era su turno de quedar con la boca abierta.
Ehh, me escuchaste?.Vengo aquí a declarar mi retiro, mi renuncia y tu me preguntas por la mascota de Dumbledore?.-
Harry no dijo nada, pero su mirada seguía firme.
Con un gesto que claramente decía "Estoy perdiendo mi tiempo con un tarado." Voldemort dijo:
A Fawkes ya no lo verás mas.-
Pero..- susurro Harry
Creías que el mago más poderoso del mundo no sabría como ser un animago?.-
Pero...-
Veo que tendré que perder mas tiempo contigo del que calculaba. Muy bien, te explicaré.-
Para sorpresa de Harry, Voldemort sostuvo su capa contra si mismo y se sentó en el pasto, y con su varita hizo que Harry cayera de golpe en el suelo obligándolo a sentarse frente a él.
Y Profesor Riddle comenzó con su clase..
Las aves Fénix son eternas, porque al cumplir su ciclo de vida y fallecer de viejas, auto combustiónan, quedando convertidas en polvo, para luego de ese polvo renacer como pichones.-
Eso ya lo sabía.- gruño Harry.
Bien, me alegra ver que aun aprenden algo en esta escuela. La única forma de hacer que un Fénix no renazca es matándolo antes de que llegue a la edad de convertirse en llamas.-
Y supongo que usted se encargo de eso.- dijo Harry.
No. Los fénix son animales muy raros y están casi extintos. No ganaría nada con matarlo, cuando podía encerrarlo.
¿Sabías que Dumbledore lo dejaba salir a veces en misiones para la Orden.?
En uno de sus viajes tuve la suerte de encontrarme con él y quien regreso al castillo fui yo.
¿Quedo lo bastante claro ahora para ti?-
Como Dumbledore no se dio cuenta?-
Aunque no lo creas, tu adorado director casi nunca le prestaba atención a Fawkes. Salvo cuando lo necesitaba para algún mensaje o buscar a alguien. Lo mismo que hizo contigo todos estos años. Entiendes?.
Quienes lo alimentaban y aseaban eran los elfos, y el resto del día era como un adorno mas de la oficina. Nunca notó la diferencia.
Y tu tampoco.-
Donde esta Fawkes!.- grito Harry con la cara roja de rabia.
Si tanto lo quieres te lo envío hoy mismo. A mi ya no me sirve de nada.- Y con eso se levantó del suelo y camino alrededor de la tumba de Dumbledore a la ves que Harry notaba que lo había liberado del hechizo que lo mantenía en el suelo.
Niño, escúchame, porque no voy a repetir esto. He visto el futuro que nos espera a ambos, eh visto el final de la guerra, y te aseguro que ni a ti ni a mi nos gustará. Y también he visto que no hay forma de escapar.
Pero por suerte pasé interminables horas en el despacho del anciano, y gracias a eso pude escuchar una conversación entre él y tu, en donde él te decía como evitar todo este desastre que se avecina.
No creas que he renunciado a mis ideas o que te tengo miedo o a la Orden. Simplemente me retiro porque he visto, he estado ahí, y no me gustó lo que vi. Y he pasado ya bastante tiempo buscando una alternativa o una forma de cambiar el resultado pero de nada sirve.
Esta escrito.
La única forma es que nunca nos enfrentemos en duelo. La última vez hace casi tres años atrás, tuvimos suerte.-
¿Como que ha visto lo que sucederá?.-
No tengo mas tiempo para perder contigo.- pero antes de irse Voldemort recuerda algo mas.
Antes de irme, quiero que sepas esto, se del Lobo, hoy él les llevará una información muy importante a la Orden del Fénix.
Es real y con esto te muestro que mis palabras anteriores también han sido sinceras. No me busques, y el mundo mágico estará bien. Además de nosotros dos.-
Y caminando como si paseara por un parque, el Lord se despide:
Hasta nunca Harry Potter.-
Pero Harry insistió - ¿Que es lo que no le gustó de lo que vio¿Que yo ganaba?-
Voldemort comenzó a alejarse del lugar caminando mientras un aura de un dorado suave lo empezaba a envolver a la vez que comenzaba a desaparecer.
Que nadie gana, todos, todos moríamos..., incluso tu y yo.-
