Elena:

Contesta Camus:

"Empujan a Camus hacia delante" ¡Bueno, ya! No me apresuren. Ejem, ante todo, gracias por elegirme Elena-san... Ahora, Goddess dijo que a ella le causó gracia también esa parte del bote... en mi opinión personal, ese estúpido Espectro se lo merecía "La autora le lanza uno de sus tantos libros a Camus, que lo congela antes de que lo golpeé" ¡Bueno que, para colmo de que tenemos que hacer TÚ trabajo debemos decir que esos sujetos son algo bueno... no, está bien, no me lances más cosas, ya entendí - Otra cosa, la pobre chica llamada Sheryl no se va a dejar convencer tan fácil... pues por mí que utilize en contra de ese dios bueno para nada el látigo de ese otro Espectro bueno para nada... "Goddess saca su propio látigo de nueve colas" Err, creo que mejor me callo. Mercy pour toi review!

Abby Lockhart1

Contesta Mu

Vaya, otra vez yo, bueno, no importa u-u. No te preocupes, nadie puede terminar tan loco como MM, te lo digo por experiencia.

MM: ¡Oigan, dejen de ponerme como punto de comparación idiotas!

Aioria: Bueno, es que nadie logra ser tan desgraciado y maquiavélico como tú.

MM: ...

Mu: ¿Pueden callarse y dejarme terminar? Gracias. Goddess dice que está feliz de que te guste hasta ahora y gracias por tus fieles reviews -

Ave Suiris

Contesta Rune

"sigh" Está bien, sólo por expreso pedido de Goddess me salgo de mi trabajo para contestarte Ave Suiris-san, Goddess dice que más o menos el fic va a ser el largo común de la mayoría de sus fics... no tomes en cuenta el de Dark Guardian, ese es una excepción... gracias a los dioses. Por cierto que realmente espero que no lo haga interminable, porque al que más tortura es a MÍ por si no lo notaste -

Goddess: ¿te han dicho que te enojas por cualquier cosa últimamente?

Rune: Con la carga que me pusiste para menos - Oh, bien, por cierto... ¡A mí no me gusta esa niña malcriada que por desgracia es la reencarnación de Perséfone! Ejem, Gracias por tu review. "Agarra su caballo y se va lo más rápido posible"

Core BloodDrinker

Contesta el vapuleado Saga

No, no, no. Yo ya no le contesto más, siempre me pega cada vez que abro la boca -

Rune: Que ruidosos, parece que las mujeres lo hicieran a propósito -

Goddess: Como no - dejen de quejarse! Te aprecio la review muuucho, ya que últimamente son pocos los que me dejan alguna -

Goddess: "sigh" Con lo que tengo que lidiar todos los días. En fin. Gracias por las reviews!

Capítulo 03

"Trees have dropped their leaves,

Clouds their waters

All this burden is killing me..."

Shery comió despacio la comida, ya que sino podría hacerle mal, estaba pensando en las palabras del demonio ese, no se creía que fuera Perséfone, tampoco quería serlo, ser reina no era su estilo, menos de un lugar tan lúgubre. Rune entró cuando ella terminó de comer, y para total sorpresa de ella, trajo una silla consigo, sentándose enfrente de la chica.

"Me alegro que lo hayas reconsiderado" Dijo él, refiriéndose a la comida. Shery le miró con desconfianza.

"¿Por qué estás tan amable de repente? Ahh... ya entiendo, no te conviene estar enemistado con la futura reina ¿verdad?" Dijo Shery, complacida, el hecho de tener poder sobre ese demonio de cabello rubio platinado le hizo sentir muy bien, lo torturaría un buen tiempo con eso; aunque no planeaba ser reina, sino escapar.

"No te temo, si eso crees, pero admito que empezamos con el pie equivocado, eres una mortal lo suficientemente interesante como para que te dedique algo de tiempo" Dijo como si nada Rune, Shery no se dejó intimidar, que superior se creía, pero ya vería.

"¡Feh! Cuando sea reina, serás al primero que envíe a hacerle compañía a Sísifo, pero cargando una piedra dos veces más grande ¿O quizás atarte a una rueda como Ixión?" Le respondió con sarcasmo ella, Rune ocultó su rostro con su largo cabello, otra vez estaba por reírse de ella, que ingenua, ella no sabía que él no podía ser removido de su puesto, era como querer reemplazar al viejo Caronte ¿quién trasladaría las almas sino? Cuando la miró, estaba serio otra vez, no permitiría que ella le viera mostrar algún signo de emoción.

"Por mí ponme junto a Prometeo, no me importa, de aquí a que Hades-sama te escuche, es otra cosa. Veo que me sigues demostrando que conoces de dramas griegos, bastante de las historias del inframundo son alegóricas, no reales"

"¿Me dices eso justo a mí? Por favor, sé mucho de las referencias históricas o los significados de cada mito para que tú me lo vengas a decir" Contestó Shery, ese sujeto no se inmutaba con nada. Decidió que no quería seguir hablando por hoy.

"Quiero estar sola, así que vete" Rune asintió con la cabeza, la verdad que hasta le daba un poco de lástima que fuera Perséfone, ya que no se aburría para nada con ella, y cuando fuera reina, no podría hablar con ella tan sueltamente.

"Buenas noches" Dijo él y se retiró.

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Lilika se encontraba caminado sin sentido, ese lugar era deprimente y horriblemente enorme, se sentó bajo un horrendo árbol negro y retorcido, hacía horas que caminaba, estaba hambrienta, cansada, desaliñada y sucia, un verdadero suplicio. Cerró los ojos por un momento y dormitó un raro. Pero el descanso no le duró mucho, un horrible y gutural quejido provino de cerca, demasiado para ella. Se levantó de un salto, justo un segundo antes de que una mano descarnada la atrapara. Un horrible Ghoul apareció de detrás del árbol, Lili abrió los ojos desmesuradamente.

"¡¡¡KYAAAAAAAAAAAAAAAA!" Gritó ella, y salió corriendo para el lado opuesto, pero oh maravillosa casualidad, otro horroroso bicho salió a atajarla, pero Lili no se dejó agarrar, de sólo pensar en que algo como esas descarnadas y deformes figuras la tocaran hacía que corriera como si el diablo la persiguiera...cosa que a su entender era algo parecido a esto. Se detuvo a tomar algo de aire, apoyándose en otro negro y retorcido árbol ¿qué aquí no había una flora más normal? Ni hablar de la fauna, los ghouls le seguían el rastro con torpeza, Lili agarró una rama que parecía filosa, como una estaca y siguió adelante, algún día llegaría a alguna parte, bueno, al menos tenía aún esperanza de no morir en el intento.

"Shery ¿dónde demonios estás?" Se quejó la rubia muchacha, dándole a otro Ghoul con el palo en la cabeza.

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Shery se sintió inquieta por un segundo, había sentido un escalofrío en su columna, esperaba que Lili estuviera bien, la última vez que había sentido algo parecido tenían seis años y Lilika había regresado a casa con un ojo morado, o sea, había dejado fuera de combate a unas niñas que detestaba, obviamente el sentimiento había sido mutuo.

Se paseó inquieta por la habitación, hasta que no aguantó más y salió afuera, allí estaba Markino barriendo, le dedicó una mirada aburrida a la chica y siguió con lo suyo, Shery le sacó la lengua cuando él le dio la espalda y siguió camino hacia el enorme hall, donde de seguro hallaría a Rune.

"Oye, si no me vas a dejar salir, ¿al menos me acompañarías fuera? Estoy harta de este lugar" Dijo Shery, tratando de parecer un poco cortés, aunque no le salía demasiado bien. Rune alzó la vista con una mirada neutra y asintió, era preferible que él la acompañara a que intentara escapar.

Rune se levantó de su asiento y dejó a Markino a cargo, de todas formas, Hades-sama pronto la reclamaría, así que esto no se iba a hacer costumbre. Rune la guió hacia la parte de atrás de su castillo, en donde había un jardín muy agradable, Shery lo miró como si fuera la cosa más linda del mundo, nunca hubiera imaginado que algo tan común en su hogar le fuera a parecer tan extraordinario en un lugar tan oscuro y desolado como era el Averno. Enseguida ella se acercó a un frondoso árbol, aunque nada tenía flores, era precioso. Rune frunció el ceño, las campanillas aún no habían florecido, estaba escrito que cuando la reina regresara, todas las flores del inframundo se abrirían, empezando por esa.

"Que bonito, lástima que todas las flores sólo sean pimpollos ¿cuándo florecerán?" Preguntó Shery, mirando a su guardián. Rune pareció salir de un ensimismamiento momentáneo, parpadeando un par de veces.

"Ya deberían haber florecido, ya que la reina del inframundo es la única que puede lograr eso... aunque podría ser que, como aún no aceptaste ni recordaste quien eres, las flores aún no respondan" Explicó Rune, Shery lo miró pensativa, si eso era cierto, entonces cabría la posibilidad de que ella no fuera Perséfone después de todo, eso le levantó un poco el ánimo.

"¿A sí? Entonces Hades entenderá que se equivocó de persona. Por cierto ¿cuándo lo veré? Deseo regresar a mi hogar lo antes posible" Dijo Shery, Rune se llevó la mano a su frente, luego terminó por pasarse los dedos por el cabello, esa chica era insistente, a Hades-sama no se lo podía presionar.

"Por enésima vez, no lo sé. Tendrás que ser paciente" Aconsejó él, Shery, que estaba observando las campanillas aún cerradas, se dio vuelta bruscamente y le enfrentó, estaba enfadada otra vez. De seguro que él sí sabía, sólo que no la consideraba aún lo suficientemente valiosa como para dignarse a decirle, lo que estaba lejos de la realidad, por supuesto.

"¡Claro que sabes, sólo que no quieres decirme! ¡Pues mira, demonio, si no me llevas tú, iré yo!" Le dijo lo más cerca que podía de su rostro, ya que él era alto y ella no. Rune la miró, frunciendo el ceño, para colmo lo acusaba de embustero, a él, que no tendría problemas en dársela a Hades-sama y deshacerse de ella cuanto antes.

"Primero, no miento, segundo, mi nombre es Rune; no 'demonio' u 'oye tú', así que cuando me llames hazlo por mi nombre" Dijo él, dándose media vuelta y retirándose. Sheryl resopló, ya se las pagaría caro. De repente, una pequeña campanilla se empezó a abrir, Sheryl la miró fascinada, no se creía que fuera por ella.

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Lilika estaba agotada, se sentó otra vez bajo un árbol, no tan macabro esta vez, le llamó la atención una enredadera de campanillas que estaba adherida a la corteza del árbol, era la primera planta normal que veía, sonrió muy a su pesar, lástima que estuviera cerrada, de repente, la campanilla empezó a desplegar sus pétalos, era una hermosa flor de color blanco con el centro amarillo. Lili vio maravillada como todas las flores se abrían al mismo tiempo, las había fucsias, violeta oscuro, azules. Lili tomó la blanca y se la enhebró en el pelo, al menos era algo.

Luego siguió caminado un rato más hasta que consiguió salir del bosque sin ningún otro problema. Se preguntó si habría alguien normal para preguntar referencias, pero no, nadie a la vista. Se encaramó a unas rocas bastante altas, trepando hasta arriba, desde allí tuvo un panorama más amplio del lugar. No muy lejos se veía un castillo imponente, Lili casi se puso a llorar de la emoción, de seguro allí tendrían a su hermana, era mejor ponerse en camino ya.

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Más tarde, un mensajero se presentó junto con uno de los tres jueces del infierno, Aiakos, para llevarse a su reina, Hades la quería ver. Rune se les acercó, seguido de cerca por Markino.

"Aiakos, ¿vienes por ella?" Preguntó Rune.

"Sí, Hades-sama desea verla, confía en que ya haya recordado algo, ya que las campanillas florecieron hace una hora" Le informó Aiakos, Rune se sorprendió, eso confirmaba que Sheryl era Perséfone, eso alegraría a su señor... aunque si ella seguía en su hostil temática...

"Te advierto que no es muy, um... ¿dócil? Está muy enojada con todos aquí, ella dice que no es Perséfone" Le dijo Rune, Aiakos arqueó una ceja, era raro ver a Rune preocupado, quizás tendría que tomar en cuenta su consejo.

"Tráela" Dijo Aiakos, Rune asintió y fue en su búsqueda. La encontró en el jardín, aún estaba allí.

"Sheryl, te han venido a buscar, Hades-sama desea verte" Dijo el Espectro, Shery aún estaba enfadada, pero de pronto se sintió rara al escucharle decir su nombre por primera vez, se sonrojó un poco y asintió. No admitiría ni en un millón de años el hecho de que le había gustado la forma en que Rune había pronunciado su nombre. Eso equivaldría a aceptar que no le caía tan mal ese demonio. Ella le siguió y vio a ese otro demonio, tenía largo cabello azul oscuro y medio rebelde por lo que se veía, nada que ver con el lacio y ordenado cabello de Rune, además tenía una mirada muy penetrante, sus ojos eran de color púrpura brillante. Cuando la vio, primero miró a Rune en forma interrogante, luego le hizo, junto con el otro guardia, una profunda reverencia.

"Mi lady, nos alegramos de tenerla de vuelta con nosotros. Esperamos que el tiempo que tardamos en reunirnos con usted no la haya incomodado mucho" Dijo Aiakos muy respetuosamente, Sheryl miró al apuesto Espectro y suspiró.

"Yo no s... ¡ouch!" Empezó a decir Shery, pero Rune le había apretado el brazo para que se callara, ella lo miró ofuscada, pero él no la miraba a ella, sino a Aiakos.

"¿Te molesta si los acompaño? Me temo que me he acostumbrado a sus hábitos y sería bueno poder decirle de ellos a Hades-sama" Dijo Rune, Aiakos asintió, no le molestaba por cierto, parecía que Rune tenía una relación bastante difícil con su señora.

Shery lo miró enfurruñada ¿hábitos? Ya verían todos lo que sus 'hábitos' podían hacerle a los nervios de Hades.

Shery fue puesta es un carro enorme y de negro brillante, tirado de unos caballos tan negro como el transporte, se parecían un poco al de Rune, pero eran más robustos, el del Espectro parecía ser más atlético y versátil, cualidades necesarias para esa extraña región. Por cierto que Rune los siguió en su propio caballo, a la par del carromato, Shery lo observaba enojada, pero en el fondo, muy en el fondo, estaba agradecida que los acompañara, era bueno tener un rostro conocido entre muchos extraños. Rune giró a verla una vez, al sentir las pupilas de Shery clavadas en él, sólo inclinó la cabeza a modo de saludo, a lo que Shery respondió cerrando las cortinas, ese sujeto era insoportablemente engreído.

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Lilika iba caminado con rumbo fijo hacia ese castillo, presentía que allí encontraría a Shery, iba tan concentrada en llegar, más bien, en obligar a sus pies a caminar, que no se dio cuenta que había entrado en una especie de pantano sin árboles, sólo piedras lisas entre medio, dio un paso en falso que casi la hace caer, pero no, mantuvo un precario equilibrio. Empezó a ver por donde podía pasar para no mojarse, el agua no era turbia, al contrario, parecía bastante transparente. Había hecho más o menos medio camino, cuando tropezó con una saliente que Lili juraba no había estado allí hacía un segundo, de todas formas se dio un buen chapuzón en el agua.

"¡Brrrrrrrr! ¡Que frío! Que agua tan rara, al principio se siente congelada, pero después parece empezar a entibiarse" Pensó ella, tratando de levantarse, tuvo la mala idea de ver un poco en la profundidad, había cadáveres que parecían recién muertos, tenían los ojos cerrados, pero los abrieron y trataron de agarrar a Lili, ella no se dejo intimidar y a uno le dio tremenda patada, así salió fuera, jadeando un poco. Genial, ahora además de sucia, estaba mojada. Se frotó los brazos con fuerza y siguió caminando, empezaba a hacer frío.

Llegó a un lugar que no parecía muy extenso, pero estaba congelado. Lili miró muerta de frío como pasar, no quería más muertos vivientes. Había lo que parecían restos de armaduras por doquier, un cementerio de chatarra, según la chica, que tomó un caso y se lo encasquetó, mejor si pasaba inadvertida. No caminó dos pasos que un sujeto demacrado, con una armadura muy destruida se levantó de su helada tumba.

"Vete de aquí" Le dijo con una voz gutural, Lili no se amedrentó, al menos este era el primero que no la atacaba.

"No puedo, debo hallar a mi hermana Sheryl ¿la has visto?" Aprovechó a preguntar, el sujeto la miró con sus ojos hundidos.

"Vete o te mataran" Volvió a repetir él, Lili, viendo que no conseguiría nada, pasó por al lado de él y siguió camino. Pero cuanto más se adentraba, más sujetos extraños la rodeaban, pero estos estaban armados con lanzas y otras armas extrañas, parecían esperar el momento de atacarla. Lili pensó que debería haber hecho lo que el amigable le había advertido. Pero no pudo pensar mucho, se ajustó el casco en la cabeza y echó a correr. La empezaron a seguir, estos no eran los estúpidos Ghouls, saltaban y corrían con velocidad, la tuvieron rodeada en cuestión de segundos.

"Rayos, ahora sí que estoy frita" Pensó Lili, cerrando los ojos para no ver el momento en que la mataran. Pero eso no ocurrió, una dulce melodía de lira se esparció por el lugar, los sujetos se retiraron asustados y la dejaron en paz, Lili abrió los ojos y agradeció a los cielos. El sujeto que estaba tocando se bajó de unas altas piedras y se le acercó. Lili no se movió, era mejor esperar a ver que era lo que iba a hacer.

"No te haré daño, muchacha. Pero me gustaría saber porqué estás aquí, en el infierno de los santos caídos" Dijo el sujeto, que era rubio y de ojos café. Parecía agradable, tenía una bonita voz.

"Vengo por mi hermana ¿Las haz visto? Se llama Sheryl y es muy parecida a mí, es mi hermana gemela" Dijo Lili.

"Lo siento, no creo haber visto a alguien como tú aquí. Por cierto, mi nombre es Orfeo" Le contestó él, Lili trató de hacer memoria, conocía ese nombre... debería haberle prestado más atención a Sheryl cuando hablaba.

"Mi nombre es Lilika, deseo llegar a ese enorme castillo de allá, estoy segura que quienes secuestraron a Sheryl están allí, yo sólo quiero regresar con ella a casa" Explicó la chica. Orfeo sopesó sus palabras, no quería meterse en líos por nada, pero esa chica allí parada parecía estar muy decidida es su búsqueda.

"Bueno, está bien, te llevaré y preguntarás allí por ella, pero si no está, te aconsejo que regreses al mundo de los mortales, el Averno no es lugar para una criatura tan delicada como tú"

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Shery sintió que el carromato se detuvo, el Espectro que se hacía llamar Aiakos, le sostuvo la puerta para que bajara, ella salió sola, sin aceptar la mano de Aiakos, quien miró extrañado a Rune, que sólo se encogió de hombros, como diciendo 'te lo dije'

La muchacha fue escoltada hacia el interior del enorme castillo, si ella pensaba que el de Rune era magnífico, este lo superaba con creces. Había cortinados enormes de terciopelo púrpura oscuro, y también los había azules. Había esculturas, cuadro y enormes jarrones, algunos más pequeños, que ya contenían las flores que se podían encontrar en ese sitio. Los techos eran altísimos, con forma de arcos con miles de formas talladas en ellos. Todo estaba impecable, como si el polvo temiera posarse en esas espléndidas cosas. Shery fue llevada hasta una joven de pelo corto y color castaño y expresivos ojos color almendra que le sonrió amablemente.

"Hola, mi nombre es Queen, la llevaré hasta su alcoba, Su alteza" Dijo ella, mirando a Aiakos por permiso, el otro asintió y ambas chicas desaparecieron por un corredor.

"Mi nombre es Sheryl, espero poder irme pronto, ya que no soy Perséfone como todos dicen, y no me llames Su alteza, sólo Shery" Le dijo ella, Queen la miró sorprendida, Shery era muy amable con ella, lo que era un honor, ¿pero negar ser Perséfone? Eso sí que era nuevo.

"Como quieras entonces, pero cuando veas a Hades-sama, recordarás quien eres y deberé llamarte su alteza, por ahora creo que te prepararé un buen baño y las ropas que vas a lucir. ¿Quieres que te traiga algo de comer?" Preguntó solícita Queen, a Shery ya le caía bien la linda y dulce chica.

"Bueno, ¿unos duraznos si no sería mucha molestia?" Pidió amablemente Shery, Queen sonrió deslumbrante, cualquier cosa por su reina.

"¡Enseguida!" Dijo y, después de dejarla en la lujosa habitación, fue en busca del precioso pedido. Shery sonrió, al menos alguien amable para variar. Miró con curiosidad la hermosa habitación, a diferencia del resto del castillo, era mucho más alegre, con enormes cortinas de seda blanca, el dosel de la cama, que era de dos plazas, era de color amarillo pastel, tenían un leve estampado con pequeñas flores naranjas. Un jarrón con hermosas rosas rojas estaba apoyado en un precioso y gracioso banquillo, su tocador contenía finos peines y cepillos con mango de plata, varios frascos con cremas y cosméticos, todo pulcramente ordenado, hasta el espejo era hermoso, ovalado en su forma y decorado con incrustaciones de madera caoba con pequeños toques de flores plateadas. Flores por donde viera, definitivamente este lugar debía pertenecer a Perséfone.

Queen regresó y le puso delante una enorme fuente de plata maciza conteniendo unos jugosos duraznos, al lado traía un par de cuchillos también.

"Ups, creo que son demasiados... ¿quieres comer conmigo, Queen?" Ofreció Shery, con ese simple gesto, se había ganado la devoción eterna de la joven.

"Si crees que es mucho para ti sola..." Dijo, y se sentó en otra silla al lado de Shery, Queen ni le dejó pelar su propia fruta. Shery sonrió, no le molestaba que alguien se ocupara de ella tanto, ya que había estado en calidad de prisionera con ese demonio de Rune... lo cual no era tan cierto, ya que él le había ofrecido su propia habitación y deliciosa comida.

Después de algunos duraznos, Queen se dedicó a producir a Shery, después de un buen baño con aceites y sales, la empezó a vestir con un hermoso vestido negro con dos capas de seda, tenía tajos a los costados que dejaban apreciar las capas inferiores, arriba estaba escotado en ve y carecía de mangas, tenía sujetadores de seda a los lados de sus brazos, que tenía pequeños zafiros azules incrustados, y uno más grande en donde terminaba el escote. Luego, Queen le puso una gargantilla de finos eslabones de plata, tenía de vez en cuando un pequeño diamante, los aros hacían juego, lo mismo las dos ajorcas en sus brazos. Queen peinó su cabello dejándolo reluciente a la luz de las velas que iluminaban el lugar, había enhebrado en el una suerte de joya con forma de pequeñas flores, se enganchaban en las sienes de Shery y caían un poco para perderse en su abundante pelo. Shery no podía creer que ese reflejo fuera el de ella, nunca en la vida se había parecido tanto a Lilika, se veía hermosa. Ya vería Rune si ahora la llamaría niña. Shery se sacudió esos pensamientos ¿ a ella que rayos le importaba lo que ese descarado Espectro pensara? Nada, por supuesto.

"Dime, Queen ¿hay muchos más Espectro de Hades?" Preguntó Shery.

"Pues son 108, Aiakos, Minos y Radamantys son los jueces aquí, después de Thanatos e Hypnos, los que tiene más poder, luego sigue Rune y todos los de su clase, yo entro en ella" Dijo muy contenta, Shery se sorprendió de que alguien que parecía tan delicada fuera un Espectro.

"Vaya, no me esperaba que tú también fueras uno. Ese Aiakos no parece mal sujeto, en cambio ese demonio de Rune..." Dijo Sheryl, entre dientes la última parte. Queen se extrañó del enojo de su reina con Rune, si era uno de los pocos que no causaba problemas, es más, era él único que quizás se dignara a ayudar a algún mortal perdido.

"Rune es muy bueno, sé que no da esa apariencia, pero él prefiere que sea así, sino, no lo dejarían en paz. Y Aiakos-sama... él es increíble" Dijo con ojos soñadores la chica, Shery se dio vuelta a mirarla, ¿era ella o a Queen le gustaba Aiakos? Realmente parecía estar loca por él.

"Te gusta ¿no? No te culpo, es guapo y amable" Le dijo Shery, eso sacó de su ensimismamiento a Queen.

"Si, lo es... pero no le vayas a decir nada de esto a él ¿sí? Sé muy bien que él sólo me ve como un Espectro más..." Dijo algo desanimada Queen, Shery suspiró, sabía lo que se sentía no ser correspondida, hacía dos años, ella se había enamorado de un muchacho de otra escuela, siempre que podía lo iba a ver salir, pero lo peor fue cuando vio a la preciosa chica que se había convertido en su novia, según los rumores, hacía poco tiempo, eso la había descorazonado y nunca regresó a verlo, así era mejor, chicos como esos se fijaban en chicas como Lili, no como Shery.

"No importa, mientras no tenga novia, siempre tienes una oportunidad" La animó Shery, guiñándole un ojo, Queen asintió, forzando una sonrisa, ese tema estaba fuera de discusión.

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