Ave Suiris:

Aiakos Contesta:

¿Realmente te quieres morir sólo por venir a importunarnos a nosotros? Vaya -

Rune: De que te extraña, las mortales están locas de remate - Por cierto, a mí no me da un infarto ver a esa tonta niña vestida como para ir a una cena de gala. "Espectro ofuscado a más no poder"

Orfeo: ¡Hey! Que a mí no me interesa otra mujer que no sea mi preciosa Eurídice, sólo la ayudé porque me dio pena tan metida hasta el cuello de problemas la pobre.

Aiakos: Yare, yare, ¿Ya terminaron de aclarar las cosas? Bien. No sabemos en que líos nos meterán las hermanitas Malabuena, de todas maneras, Gracias por tu review.

Firts-ayanami:

Contesta Shura

La verdad es que la mayoría de nosotros consideramos que escribir sobre estos imbéciles es perder el tiempo "Goddess haciendo crujir los nudillos" Si a Goddess le gusta perder el tiempo, está perfecto para mí y muchas gracias por tu review "Le sonríe a la autora de forma apaciguadora"

Anita:

Contesta Aldebarán

¿Otra adicta? Vaya, creo que a ustedes chicas les encanta ver como nos hacen sufrir, pero no me molesta ver sufrir a mis otros compañeros de armas -

Aioria: Ah, claro, muy gracioso, eso es porque aún no te agarró de juguete a ti -

Aldebarán: No, gracias a los dioses, no. Bueno, gracias por tu review y.. "lee papel mandado por Goddess" Ah, sí, sigue leyendo el fic y que te aproveche el cap. -

Elena:

Contesta Camus

¿Y yo por qué otra vez? "Goddess le tira un papel para que lo lea y sigue en lo suyo" Ah, claro, la chica quiere que yo le conteste de ahora en más - Oh, bien. Bueno, para empezar, no van a patear a un Espectro por traer la chica equivocada, lo que es una verdadera lástima, por cierto que esa hermana gemela es peor que Saga en uno de sus ataques de esquizofrénico, pero bueno, por suerte no somos nosotros los que tenemos que lidiar on más mujeres locas de las que ya tenemos - . Mercy pour toi review.

Abby Lockhart1:

Contesta Afrodita

Se resiste porque prefiere ver la luz del día, y no la culpo, te aseguro que ese inmundo lugar en horroroso, tanta oscuridad arruina tu piel después de un tiempo - dímelo a mí "Se sigue limando las uñas con tranquilidad" MM no está tan loco, lo que pasa es que nadie le entiende.

Aioria: Pues esa es TU opinión,

Afrodita: ¿Y tú que haces aquí? Shuu, shuu, que estoy respondiendo yo.

Aioria: -

Afrodita: Bueno, en que estábamos... ah, sí, Hades es guapo según algunas... pero la verdad que prefiero otro tipo de hombres - Gracias por tu review.

Core BloodDrinker

Contesta... Bueno, ya sabemos que Saga.

Bueno, sigue golpeándome, pero la perdono si me hace algo rico de comer, ya que tengo realmente hambre.

Aioria: Que fácil que te rindes -

Saga: Mira quien habla, si te dan el dulce de leche ya capitulas como gatito mimado.

Aioria: Ja, ja, que gracioso, para tu información, sólo si tengo ganas de comer algo dulce voy a capitular. -

Rune: Santos dorados, que estúpida raza. Por suerte tengo otro látigo de repuesto. "abre enorme ropero con toda clase de látigos" Gracias por romper mi látigo, Core-san -

Saga: Si, sí, ya sé, gracias por tu review. "Goddess guarda enorme martillo de vuelta en el armario"

alexXiel1

"Goddess trae a Kanon y le saca las cadenas... por un rato"

Contesta Kanon

Mi idiótico hermano me tenía encerrado de vuelta en Cabo Sunion y sólo porque me comí el resto de helado que había - por cierto, gracias por pedir mi recate, esa autora puede ser tirana cuando quiere... aunque no peor que Atena, ella no tiene igual -

Saga: ¡Que yo no te encadené! - fue esta chica AleXiel, torpe, ¿cómo puede ser que seas mi hermano?

Kanon:... Errr... gracias por tu review "sale corriendo para salvar el pellejo"

Capítulo 04

"In the sheltering shade of the forest

Calling calming silence

Accompanied only by the full moon

The howling of a night wolf

And the path under my bare feet

The way to my heart..."

Shery fue llevada hacia el salón en donde se suponía iba a conocer, o re-encontrarse, según Queen, con su alguna vez en el mito, esposo. No era que estuviera encantada de encontrarse con el dios del más allá, la verdad que aunque no lo admitiera, estaba muerta de miedo... afirmación un poco redundante, ya que estaba en el Averno. Cuando llegó, Rune estaba con Aiakos y dos sujetos que Queen le informó eran los otros dos jueces, Minos y Radamantys, este último le dio escalofríos a Shery, tenía una mirada helada, y ella que pensaba eso mismo acerca de Rune, él comparado con el otro era un dulce niño de cinco años.

"No te preocupes, Hades-sama estará muy feliz de verte, en cuanto lo veas estoy segura de que lo recordarás" Le susurró Queen, que ahora llevaba su armadura, ya que era ocasión formal, Shery asintió, le temblaban las manos un poco, sólo un milagro la salvaría de esto.

Un hombre estaba sentado en un enorme trono, su capa era larga y tan negra como el resto de su armadura, que de lejos era la más imponente que Sheryl hubiera visto en su vida. Cuando le miró, ella sintió como si el corazón se le fuera a salir por la boca, estaba demasiado asustada... hasta que vio la mirada de Rune, ese sujeto podía sentir su miedo, ella lo sabía, y estaba segura que estaba disfrutando enormemente con eso, lo que hizo que Shery juntara valor de no sabía donde y diera un paso adelante. Tres personajes singulares rodeaban al dios del inframundo, una niña, una mujer de mediana edad y una anciana. Shery supuso que serían las Parcas, ellas decidían sobre la suerte de los mortales.

"Perséfone, amada mía, no temas, no te lastimaré" Dijo Hades, acercándose a Shery, pero ella no atinó a moverse, menos cuando él le tomó la mano y le dio un suave beso en la palma.

"¿No me recuerdas?" Le preguntó él, Shery sintió pena por él, ya que parecía realmente dolido por su falta de memoria, realmente debía amar mucho a su mujer.

"L-lo siento, pero creo que se equivocaron de persona... yo no soy Perséfone, no recuerdo mi vida aquí, ni a usted" Dijo Shery, tratando de sonar lo más amable que sus nervios le permitían, Hades frunció el ceño, preocupado, luego miró a las Parcas, que seguían hilando, aún no habían dicho una palabra. Hades suspiró, si él no preguntaba, de seguro que ellas no dirían nada.

"¿Y bien?" Preguntó exasperado, las Parcas no dejaron de hilar, sin embargo Cloto, la niña, le miró y sonriendo le dijo "La reina está aquí" Hades miró a Shery otra vez, pero ella miraba a Rune, que decidió tomar parte en el asunto.

"Hades-sama, creo que llevará algo de tiempo hasta que recuerde... las campanillas florecieron esta mañana" Le dijo Rune, Hades asintió, decidió que Rune podía tener razón y que no debía presionar a Perséfone.

"Esta bien" Dijo y se acercó a Shery, tomándole la mano.

"No te preocupes, ya te acordarás de mí" le dijo, e inesperadamente la abrazó, lo que nadie se esperó fue que una sombra viniera por detrás de Hades y... ¡CRASH! El pobre dios del más allá soltó lentamente a Shery y se masajeó su pobre cabeza, alguien le había roto un jarrón en la cabeza... con agua y flores y todo.

"¡Pervertido, quítale las manos de encima a mi hermana!" Gritó Lilika, Shery se sorprendió de ver quien venía en su rescate, la última persona a la que esperaba ver.

"¡Lili!" Exclamó Shery y se lanzó a sus brazos, Lili la abrazó con fuerza, por fin estaba reunida con Shery, y ese malvado pagaría haberla secuestrado.

"¿Estás bien? No sabes lo que me costó encontrarte" Dijo Lili, Shery asintió, estaba llorando de la emoción, aunque luego de echarle un vistazo a su hermana, toda sucia y desaliñada, con el cabello revuelto y con un casco en la cabeza, toda la ropa destruida, casi dudó que fuera su hermana.

"¿Qué te pasó? ¿Cómo me encontraste?" Dijo Shery, secándose las lágrimas, Lili resopló, por donde podía empezar.

"Bien, encontré tu bolso en un parque y seguí las huellas hasta un agujero, por el cual me metí, error, no sé cuanto estuve cayendo hasta que llegué cerca de un río, cuando me acerqué, una mano me agarró del tobillo y me hizo caer, pero yo me pude zafar, después un viejo gruñón no me quería llevar al otro lado... así que lo empujé y remé yo sola" Todos se quedaron helados, ¿esa chica había hecho tragar el polvo a Caronte? Guau " Eso no fue lo peor, cuando iba caminando me metí en un bosque muy horrible y oscuro donde unas asquerosas criaturas me empezaron a seguir, yo me defendí de varios con una gruesa rama, por suerte no eran muy inteligentes, cuando pensé que no podía más, divisé este castillo y me lancé a caminar de nuevo, para encontrarme con una ciénaga en donde casi me ahogan, luego casi me matan unos guerreros zombis, por lo que llevo el casco puesto, ese sujeto me salvó y me trajo hasta aquí, creo que se llama Orfeo" Concluyó Lili, Hades la miraba como si le hubieran crecido orejas de burro ¿esa insignificante mortal había podido pasar por el Bosque de las Almas Perdidas, La Ciénaga de la Perdición Eterna y el Infierno de Los Santos Caídos y aún estaba viva? Vaya, era de temer, encima de todo había tenido el coraje de romperle un jarrón en la cabeza.

"¿Tú eres la hermana gemela de Sheryl?" Preguntó Rune, siendo él único que parecía haber recuperado el habla, ya que los demás estaban demasiado perplejos y Orfeo trataba de aguantarse la risa delante de Hades-sama.

"Sí, ¿algún problema? Ahora ¿quién de estos te secuestró?" Le preguntó Lili a su hermana, por un momento pensó en decirle que no lo sabía, pero una idea más malvada tomó forma en su cabeza, mirando con malicia a Rune, le apuntó con un dedo.

"Él fue, no sabes como me maltrató, es un malvado" Dijo Shery, escondiendo el rostro entre las manos y fingiendo sollozar, Rune no creía lo buena actriz que era... pero ahora tenía que defender su inocencia en el caso. Lili lo miró muy amenazante, tanto que Rune tragó con fuerza y miró enojado a Sheryl, que le dedicó una dulce sonrisa a espaldas de Lilika.

"No es cierto, yo no la secuestré ni maltraté, sólo la custodié hasta que Hades-sama decidiera que podía verla" Dijo Rune, pegándose contra una de las columnas, esa muchacha le provocaba un terror instintivo, ni Sheryl, siendo supuestamente Perséfone, lograba eso en lo más mínimo.

"Si eso es cierto, ¿por qué retrocedes? Mi hermana no mentiría" Dijo Lili.

"Claro que sí, ya que me detesta, sino pregúntale a Aiakos" Dijo Rune, Aiakos tragó saliva cuando la mirada de Lilika se dirigió a él, logrando asentir de todas formas.

"No, no, él único culpable soy yo, no metas a mis Espectros en esto" Dijo Hades para sorpresa de todos.

"¡Yo no soy Perséfone! Lili no les creas, el porque él no puede entender eso va más allá de mi razonamiento" Dijo Shery, poniendo los brazos en jarra. Hades vio que ambas hermanas eran muy parecidas... bueno, sacando el hecho que Lilika estaba desarreglada a más no poder. Lili miró desafiante a ese hombre alto y de cabellos negros, no la intimidaba que fuera muy guapo y tuviera una armadura muy importante, además tenía unos ojos de un gris acerado que la escudriñaban sin piedad, por primera vez desde que había llegado, Lili sintió la necesidad imperante de ponerse tan hermosa como siempre, por alguna razón, detestaba que ese sujeto la viera en esas fachas.

"Bien, ya veremos después eso, lo primero que sí te voy a pedir es algo de comer antes de que regresemos a casa, muero de hambre" Dijo Lili, todos se quedaron sorprendidos por la forma en que Lilika había dejado el tema, bien, lo menos que podían hacer por ella era darle algo para llenar su estómago.

"Será un placer tenerlas a ambas aquí, si me permites, te ofreceré un baño y ropas limpias, además me sentiría honrado de tenerlas a ambas para cenar" Dijo Hades, haciendo una galante reverencia, Lili le sonrió altiva y aceptó graciosamente.

"Pues aceptaremos. ¡Shery, vámonos!" Contestó Lili y se dejó guiar por Queen y su hermana, todos se quedaron perplejos, esto prometía ponerse bueno.

"Rune" Llamó Hades, el Espectro se le acercó a paso tranquilo.

"Sí, mi señor"

"Quiero que te quedes en el castillo, por lo visto a mi esposa le divierte ponerte en aprietos, además quiero que vigiles a su hermana de cerca" Ordenó Hades, Rune asintió. Aiakos suspiró, algo le decía que esa chica Lilika les iba a traer más de un dolor de cabeza.

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"Oye, Shery, te ves bien con ese atuendo" Comentó Lili, ya en una tina de agua bien caliente con aceites de lavanda, se sentía en el paraíso.

"Bueno, gracias, pero creo que luciría mejor en ti" Dijo Shery, estaba muy contenta de tener a Lili con ella, al menos a su hermana la respetarían.

"No me gusta el negro, prefiero colores más brillantes" Dijo, levantándose de la bañera y envolviéndose con una toalla, ahora sí que estaba de mucho mejor ánimo.

"Ese sujeto, um... ¿cómo se llama?"

"Hades"

"Sí, él, nos tendrá que dejar ir, tenemos responsabilidades en casa"

"¿Y desde cuándo a ti te preocupa eso?" Dijo Shery, escéptica.

"Desde que llegué aquí, claro. ¿Por qué culpaste a ese chico guapo de cabello rubio claro, eh? Parece el más normal de todos" Preguntó Lili, Shery resopló.

"Es un idiota, maniático obseso con el silencio, insoportable testarudo hijo del inframundo que me tuvo prisionera, lo detesto" Dijo ofuscada Shery, Lili la miró extrañada, su hermana nunca se había expresado así de ningún hombre, por mucho que le desagradara.

"Pues a mí me parece que te gusta" Le contestó sonriendo Lili, mientras se cepillaba su largo cabello.

"¡Él gustarme! ¡Ja! ¡El día que el can Cerbero se eche de panza para que yo le acaricie!" Exclamó ofuscada Shery, Lili sonrió, eso se podría lograr y Shery se tendría que comer sus palabras.

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Lilika y Sheryl, escoltadas por Queen, se presentaron en el enorme comedor en el que iban a cenar con el dios del más allá, Shery no estaba exactamente alucinada con la idea, en cambio, su hermana parecía bastante satisfecha, a Lili le gustaban las cosas lujosas y caras... y convengamos que todo el castillo era muy lujoso, Shery siempre se imaginó que Lili no se casaría exactamente por amor, si no con el mejor postor, y esa idea se le estaba afianzando cada vez más. Para vestir, Lili se había decidido por un vestido púrpura brillante con un escote en ve muy pronunciado, dejando poco para la imaginación, no tenía mangas sino unas tiras hechas de finas cadenas de oro con un broche en cada una de rubíes, un cinturón que caía desde su cintura hasta el piso por delante hecho también de oro y rubíes. Shery se preguntaba como era que Lilika aún podía caminar con todo eso puesto.

"Bienvenidas, espero que la comida sea de su agrado" Dijo Hades cortésmente y les arrimó la silla a cada una, todo un caballero. Shery se veía nerviosa, en cambio Lili parecía muy a gusto.

"Dime, ¿realmente piensas que mi hermana puede ser tu esposa Perséfone?" Preguntó Lili con toda inocencia, lo que le valió una dura mirada por parte de Shery, por qué tenía que preguntar justo eso. Hades miró a Shery, que miraba a Lili como si la fuera a ahorcar, y regresó su mirada a Lilika.

"Las Parcas dijeron que es ella, pero aún no me recuerda" Dijo él, tratando de disfrazar un poco su preocupación, pero no engañó a Lili, Shery miraba la comida de su plato sin acotar nada.

"Bueno, pues podrían estar equivocadas, quizás sea otra chica con características parecidas a Shery" Dijo ella, tratando de consolar un poco a Hades, él le sonrió débilmente y volvió a mirar a 'esposa' otra vez.

"Puede que tengas razón" Dijo Hades, lo que hizo que Shery le mirara expectante "pero eso no quita que ella fue la señalada por las Parcas, ellas no suelen equivocarse" Eso logró un suspiro exasperado por parte de Shery, que comió algo más de la comida, Lili también comía, pues tenía hambre, aunque se podría decir que el aire se cortaba con cuchillo allí, un ambiente no muy propicio para la buena digestión. Por lo que Lili tomó las riendas del asunto, sabía como ser una invitada divertida.

Shery agradeció que su hermana mantuviera tan interesado a Hades en sus relatos, ya que los hacía divertidos, el dios del inframundo casi no había tocado la comida, ya por escuchar a Lili, ya por tener el apetito colmado vaya uno a saber porque... bueno, Shery se podía imaginar el por qué, pero prefería no pensar mucho en el asunto.

"Disculpen, estoy algo cansada, creo que me retiraré a mi habitación" Dijo cortésmente Shery y se retiró, Lili resopló, su hermana no iba a llegar a ningún lado con esa actitud. La muchacha vio que Hades seguía con la mirada la espalda de Sheryl, en su mirada había una mezcla de ansiedad y tristeza, debía sentirse muy solo sin su Perséfone, más sabiendo que su reencarnación no le daba ni la hora, pobre Hades. Lili sintió una profunda pena por él, y un enojo incipiente con su hermana, ¿por qué tenía que ser tan cruel y fría con él? Tendría que hablar seriamente con ella.

"No te preocupes, si ella es quien tú dices, bueno, en algún momento recordará, pero sino..."

"¿Pero sino qué?" Le preguntó él, quizás Lilika pudiera ayudarlo.

"Sino tendrás que dejarnos ir o encontrar alguna manera de probar que ella es Perséfone" Le propuso Lili.

"La prueba es que las campanillas florecieron, ¿qué otra cosa puedo hacer? No me deja acercarme ni un milímetro a ella, además, creo que prefiere discutir con Rune que hablar conmigo" Dijo él, bastante ofuscado, Lili casi sonrió al verle el semblante a Hades, parecía un niño al que no le dejaran comer galletas antes de la cena.

"Hagamos un trato; yo te ayudaré a ver si mi hermana es quien dice ser, mientras tú haces todo lo posible por interesarla o como tú dices, hacerle recordar quien es, pero si pasa un mes y Shery aún no da señales, nos dejarás volver" propuso Lili, Hades la miró, sopesando sus palabras, si obtenía la ayuda de Lili, quizás Sheryl se acordara, pero eso tenía un precio.

"¿Y que pasa si no acepto y las retengo aquí el tiempo que me plazca?" Preguntó Hades, desconfiando.

"Bueno, en ese caso, puedes olvidarte de mi ayuda, es más, Sheryl te hará la vida más miserable que ahora, y yo no te la haré fácil tampoco" Dijo ella, cruzándose de brazos, Hades tuvo que admitir que la mortal tenía agallas, además de ser realmente hermosa, y lo último que quería era tener a ambas hermanas en su contra.

"Muy bien, tú ganas, acepto, pero debes procurar que ella recuerde, yo te prometo hacer lo posible por captar su atención, además seguiré importunando a las Parcas sobre el asunto" Dijo él, extendiéndole una mano para cerrar el trato, Lili le sonrió deslumbrantemente y estrechó su mano.

"Trato hecho"

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Lilika iba en camino a su habitación, que estaba pegada a la de Shery, estaba pensando en el trato con Hades, no sería nada fácil eso, lo primero que tenía que hacer era ver hasta que punto Shery estaba decidida a no recordar, para eso era necesario, como le había advertido a Hades, que ella no supiera nada del trato, conociendo a su hermana, ella haría lo imposible por pasarse el mes sin hablar con él. Tendría que ver si hablaba con ella mañana por la mañana.

Al día siguiente, Shery se levantó de la cama antes de que Queen entrara a despertarla, se lavó la cara y se sentó en el banquillo de su tocador, tenía todo el cabello revuelto, había dado muchas vueltas para dormir la noche anterior, no había tenido tantos problemas para dormir en el castillo de Rune... ¿bueno y a ella que le importaba ese demonio engreído? Shery tomó el cepillo y empezó a cepillarse con enojo, no era agradable acordarse de un enemigo primera cosa en la mañana. Queen tocó a la puerta y entró, trayendo un vestido diferente.

"Buenos días, Shery ¿Has dormido bien?" Preguntó alegremente la muchacha, Shery soltó el cepillo y la miró un poco ofuscada.

"Pues la verdad no, quisiera irme a casa de una vez ¿cuándo se convencerá Hades de que no soy Perséfone?" Se quejó la chica, Queen suspiró, allí iban otra vez.

"Hades-sama es muy testarudo, no te dejará ir tan fácilmente, podrías tratar de recordar algo, así al menos estaría más seguro de quien eres" le aconsejó Queen, dejando el vestido sobre la cama, Shery resopló, no quería acordarse, quería irse. Pero bueno, se levantó del banquillo y fue a inspeccionar con curiosidad el vestido, era de una tela más resistente que la seda suave y el satén, tenía un color verde botella muy agradable, Shery se preguntó para que sería.

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Shery averiguó, para su completo horror, para que era el vestido, era para montar a caballo, Hades la esperaba, junto a Lilika, en el enorme patio trasero. Shery miró a Queen en gesto interrogante, pero ella sólo le sonrió. Hades entonces se le acercó montado en una enorme bestia de color negro brillante y crines blancas, Lili montaba una yegua roana fresa y la miraba con ansias, la yegua para Shery era blanca como la nieve, pero estaba bastante inquieta.

"Sheryl, me gustaría mucho que me acompañaras a recorrer el inframundo, no todos los lugares son aterradores" le dijo Hades, sonriéndole, pero Shery miraba con horror a los caballos, les tenía pánico, del miedo no podía hablar, así que sólo atinó a mover la cabeza de forma negativa, Hades frunció el ceño ¿ahora cual era el problema?

"¿Qué pasa?" Dijo Hades bajando de su montura, Lili acercó su yagua a su hermana, tirando de la brida desde su propia yegua, Shery dio unos hacia atrás, no quería que le acercaran ese animal, quería volver adentro, lugar seguro fuera del alcance de esos temibles cascos.

"Odio los caballos, les tengo terror, no cabalgaría en uno de esos monstruos ni que de eso dependiera mi vida" Le respondió Shery a Hades, que puso los ojos en blanco, esto no podía estar pasándole a él, su esposa amaba los caballos, es más, siempre lo había acompañado a todas partes con su yegua, que era la que estaba siendo ofrecida a Shery ahora, pero el animal se mostraba nervioso ante la proximidad de Sheryl, en cambio, se tranquilizó cuando Lili desmontó de su propia cabalgadura y le acarició el hocico para tranquilizarla.

"Bien, como quieras" Dijo finalmente el dios del inframundo, Lili miró enojada a su hermana, Shery no cooperaría, pero era verdad que temía a los caballos. Suspiró, dirigiendo su mirada a Hades, que volvía a montar, deseó poder hacer algo para alegrarlo un poco.

"¿Quieres venir tú, Lilika? No me molestaría" Le ofreció él, Lili asintió, sonriendo, se montó en la yegua que iba a ser para Shery y ambos salieron al paso del castillo. Shery suspiró aliviada al verlos alejarse, mejor que su hermana lo entretuviera a ver si así le sacaba la idea de la cabeza de que ella era su reina. Pero la calma no le duró mucho...