Ady: Me encantaría que me mandaras la imagen, mi correo es: si quieres. Te mando las imágenes de Rune que tengo, pero te aviso que son fanarts.
Ave Suiris
Vibeke
Elena
Core BloodDrinker
Abby Lockhart1
alexXiel1: (Kanon corre a esconderse por las dudas)
Mil gracias por todas las reviews, perdón por no contestarlas directamente, lo haré en cuanto esté más tranquila
Capítulo 05
"Sometimes I just forget, say things I might
regret
It breaks my heart to see you crying
I don't want to
lose you
I could never make it alone"
La calma no le duró nada de nada, ya que Rune había visto el intercambio, y no le había gustado nada la actitud de Sheryl, la verdad era que no debería ser tan poco amable con Hades-sama, él sólo intentaba hacerle recordar, eso era todo. Realmente el Espectro de Balron se sentía molesto, y cuando algo lo molestaba, debía desquitarse o no podría concentrarse en su trabajo más tarde. Y el objeto de su enfado estaba parada muy tranquila, pero eso no le duraría, ya vería lo que le haría. Se acercó con su también enorme caballo negro a Shery, ella sintió el húmedo aliento del animal en su cuello, se puso pálida y empezó a voltear la mirada lentamente, allí estaba él, mirándola con frialdad... y montado en su monstruo que era peor.
"¿Q-qué quieres?" Dijo con un hilo de voz, helada de miedo por segunda vez en el día. Rune entrecerró los ojos e hizo retroceder a su caballo unos pasos.
"Debiste haber ido con Hades-sama, lo que hiciste fue desairarlo... por enésima vez desde que le viste" La interpeló él, con una voz que apenas si contenía el enojo que sentía, Sheryl tragó saliva, no le gustaba nada cuando ese demonio se enojaba, pero no tenía porque intimidarla tampoco.
"¡Pues a mí que me importa, si con eso logro que me regrese, bien! Además, detesto los caballos" Exclamó ella, ese hombre hacía que estallara a la menor provocación. Rune la miró un segundo con atención, luego una sonrisa bastante tenebrosa se dibujo en sus labios, Shery volvió a tragar saliva, cuando él sonreía no presagiaba nada bueno. Que acertada estaba Shery. Rune dio vuelta su montura para alejarse unos pasos, dándole la espalda a la muchacha, Shery soltó el aire que estaba conteniendo, no le haría nada por lo visto... pero Rune no se fue, sino que la encaró otra vez, taloneando a su caballo que salió a galope tendido, se acercó a ella y la tomó de la cintura, subiéndola con él.
"¡KYAAAAAAAAA!" Gritó Shery aterrorizada, viendo el piso desaparecer por la velocidad a la que iban, menos mal que no había querido desayunar más que una taza de té, sino ya estaría viendo su desayuno esparcido por el suelo. Rune la levantó en el aire y la puso a horcajadas del caballo, delante suyo, Shery manoteaba desesperada, quería que se detuviera.
"¡Detente por favoooooooor!" Gritó ella, pero Rune no le hizo caso, sino que aumentó la velocidad, si alguien los hubiera visto pasar, sólo habría distinguido una mancha negra alejándose a una velocidad vertiginosa. Shery se sentía terrible, él no se detendría hasta matarla de un ataque cardíaco.
"¡¡¡Por favor detente, te lo suplico! ¡¡Por favor, por favor!" Le suplicó Shery, tapándose la cara con las manos, sentía uno de los brazos de Rune en su cintura, la agarraba con fuerza, Shery volteó su rostro, escondiéndolo en el pecho de él, estaba llorando, Rune sentía los espasmos en la mano que la sostenía.
"Por favor Rune, detente" Dijo ella con una voz tan afligida que el Espectro detuvo su caballo a un mero paso, ella seguía sin mirarlo. El muchacho se estaba empezando a sentir culpable, no sabía que la iba a hacer llorar de esa manera, además era la primera vez que lo llamaba por su nombre, quizás por eso también decidió detenerse por completo. Shery seguía llorando, no quería ver si estaban muertos o no. Lentamente miró a su alrededor, viendo que el mundo había dejado de ser un borrón en el espacio, se secó las lágrimas con el dorso de su mano, aunque las lágrimas no dejaban de caer de sus grandes ojos azules. Rune suspiró suavemente, si quería hacerlo sentir miserable con esa actitud de niña desamparada, lo estaba consiguiendo.
Ella tragó saliva con fuerza, se sentía muy deprimida, quería ir a casa, ver a sus padres, volver a sentir el sonido de la campana de su escuela... ver el sol brillando otra vez. No lograba dejar de llorar, sin saber que Rune estaba por bajarlos a ambos del caballo a ver si dejaba de llorar, no sabía que decirle, no trataba con mujeres desconsoladas con frecuencia... a decir verdad, esta era la primera vez que conocía a una tan extraña como Shery, a veces parecía tener tantas agallas como para gritarle a Hades-sama mismo, y a veces parecía una niña solitaria y triste. Rune estaba realmente confundido.
"Llévame a casa, por favor" Logró articular ella con una voz quebrada por el llanto, Rune decidió regresar a su castillo, a ver como estaban las cosas, quizás allí Sheryl se sintiera mejor, al menos no era tan grande y amenazante como el de su señor. Shery no sabía si volvían o no, pero no dijo más, si él había querido torturarla y castigarla, pues lo había logrado, aunque se mantenía en un extraño silencio. Shery sentía que le dolía todo el cuerpo por la tensión por la que había pasado, en especial su espalda, pero la opción para relajarse era apoyarse en el pecho de Rune... y eso no era una opción que le apeteciera. Rune vio la rigidez de la espalda de su acompañante, de seguro ella no quería ni tocarlo, aunque de eso dependiera su comodidad.
"Sheryl, apóyate en mí, estarás más cómoda, no muerdo" Dijo él, su voz era suave y no intimidante como la de hacía un rato. Sheryl deseaba recostarse, pero no quería estar más cerca de Rune de lo que ya estaba, y dudaba sí ese demonio realmente no mordía. Rune subió el brazo desde la cintura de ella hasta los pequeños hombros, obligándola a recostarse. Shery se movió inquieta al principio, no pensaba dirigirle la palabra a ese sujeto, lo odiaba con todas sus fuerzas. Pero al fin cedió, no tenía energías para discutir sobre eso y se relajó después de un rato, cerrando sus ojos, ya no estaba asustada, ni enojada ni nada, se sentía simplemente cansada y débil.
Rune regresó su brazo a la cintura de Sheryl, viendo que ella ya estaba más tranquila, aunque su alma estaba sumida en una inquietud tan grande que hacía que Rune se sintiera extraño también, el pobre chico era demasiado sensible a los cambios en los ánimos de las personas, sabía exactamente que clase de alma tenía enfrente con sólo tener cerca a la persona, por lo que había sufrido enormemente, así que se había construido un muro de indiferencia y frialdad, así no lo molestarían más. Había funcionado bastante bien hasta que conoció a Sheryl, ella le había podido derrumbar su muy cuidada protección de una patada y eso no le gustaba nada al Espectro, por lo que trataba de mantener a raya esos sentimientos con enfado, aunque no le duraba mucho, ya que Shery a veces no tenía idea que se veía muy graciosa cuando deseaba mostrarse amenazante, lo que provocaba que le dieran ganas de reírse en vez de discutir. Shery se acomodó más en contra de él, estaba en un estado de ensueño, no dormía pero tampoco estaba despierta, ni se dio cuenta cuando llegaron al castillo de Rune, él la bajó con cuidado y la llevó al interior, donde Markino le esperaba, muy extrañado de la llegada de su señor con la chica en brazos, ovillada como un gatito desamparado.
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"Siento que mi hermana no viniera, realmente este lugar no se ve tan terrible como cuando vine por primera vez" Dijo Lili, tratando de romper el hielo, Hades estaba muy callado, no era que fuera el hombre más conversador del mundo, pero su silencio se le hacía pesado a Lili.
"Me alegro que a alguien al menos le guste" Dijo él, sin dejar de mirar hacia el frente, la chica se sopló el flequillo exasperada, parecía que esta vez sí que Sheryl había conseguido molestarlo, y él que parecía tan tranquilo.
"¿Hay algún lugar que tenga más flores? Me gustan mucho las flores" Dijo ella, tomando una campanillas de un violeta oscuro que estaba enredada en un árbol, Hades parpadeó un par de veces, parecía que por primera vez había despertado de su ensimismamiento desde que habían salido, no sabía si habían sido las palabras de esa muchacha mortal, o el gesto de ponerse tras la oreja una flor de campanilla, que se le hacía tan conocido.
"¿Más flores? Bueno, la verdad que hay muchas más... pero están en los campos Elíseos" Dijo Hades, esta vez fue el turno de Lili de quedarse de piedra ¿realmente existía un lugar así? Pues que pregunta, si había un infierno, debía de haber un paraíso también.
"Umm... ¿me llevarías a conocerlo?" Dijo ella, acercando su montura hacia él, la perspectiva era emocionante. Hades suspiró, no sabía si complacerla o no, aunque ganas de verla contenta y sonriendo no le faltaban.
"Bueno, no sé, no creo que sea correcto llevar a una mortal allí..." Dijo él, Lili se sintió desilusionada, realmente quería ver algo más alegre por una vez. Su desilusión de seguro que se reflejó en sus ojos, ya que Hades tragó saliva con fuerza, no le gustaba verla así.
"Oh, bueno, si crees que alguien como yo no debería entrar..." Dijo Lili, dando vuelta su yegua para seguir camino. Bingo. Había logrado que Hades realmente se sintiera mal ahora, por lo que el dios del inframundo se pasó una mano por su abundante cabello negro y miró la espalda de Lili, enseguida dijo algo por lo bajo y espoleó su caballo, poniéndose a la par de Lili, luego, sin decir nada, tomó las riendas de la yegua, logrando que se detuviera.
"Los campos Elíseos están para el otro lado" Dijo, Lili le sonrió deslumbrante y le dio un rápido beso en la mejilla. Hades le sonrió algo sorprendido por ese tierno gesto de parte de ella, enseguida ambos se pusieron en camino, al pobre dios se le estaba haciendo muy difícil resistirse a la hermana de su 'esposa' y eso no estaba nada bien.
Lili miraba sorprendida las enormes puertas que separaban el inframundo del paraíso, estaban forjadas de un acero tan fuerte que ni un misil podría dañarlas, es más, ni rayarlas hubiera podido. Hades se bajó del caballo y le ayudó a ella a desmontar, enseguida se acercó a la puerta y apoyó su palma en ella, de inmediato las puertas se empezaron a abrir, Lili miró con ansias hasta que se abrieron del todo. Lo que ella pudo contemplar era tan hermoso que no había palabras humanas para describirlo, los campos parecían interminables, hermosos árboles estaban repartidos por todas partes, además de toda clase de plantas y flores; había frutas en cantidad y el agua corría por ríos y arroyos con delicadas y pequeñas cascadas y saltos de agua. Había personas, sí, muchas, parecían felices de estar allí, aunque se vieran algo transparentes. Hades sonrió al ver la expresión de Lili, realmente estaba fascinada, le tomó la mano con suavidad y la invitó a entrar. Lili le volvió a sonreír y se dejó guiar hacia ese fabuloso lugar.
Hades se sentó debajo de un frondoso sauce, Lili siguió su ejemplo sentándose a su lado, la verdad es que nunca había disfrutado tanto la compañía de alguien como disfrutaba la de este hombre, y ella había salido con muchos muchachos en la Tierra, pero la verdad que los pobres palidecían ante este hermoso y poderoso dios.
"Es bellísimo, nunca me hubiera imaginado que existía algún lugar así" Dijo ella, Hades le sonrió, mirándola con tranquilidad.
"Hay muchas cosas y lugares que los mortales ignoran, o que piensan que algún loco describió sacándolo de su imaginación. Pero no todo el mito es simple ficción" Le explicó, Lili asintió, en ese momento, por segunda o tercera vez desde que había llegado, deseó haber escuchado a Shery un poco más. No le gustaba sentirse ignorante delante de él.
Hades estiró sus brazos y se recostó en el suave y mullido césped, poniendo sus brazos tras la nuca. Lili estiró sus esbeltas piernas hacia delante y apoyó los codos en el suelo, apoyándose en ellos, es cielo se veía tan azul, el sol brillaba y las aves cantaban... ¿Y Shery se había perdido todo esto? La verdad que debía estar loca.
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Shery fue recostada en la cama de Rune, el Espectro la miraba con tranquilidad ahora, se había quitado la armadura y sentado al borde de la enorme cama, Shery parecía tan dulce e indefensa cuando dormía, Rune le corrió un mechón de cabello de la frente, pero de repente se quedó inmóvil, sabía muy bien que no podía estar comportándose tan cariñosamente con la esposa de su señor, no estaba bien. Bueno, a decir verdad, no debería haberla asustado de muerte tampoco, por mucho que le hubiera molestado la forma en que había hecho enfadar a Hades-sama.
Rune se pasó la mano por su abundante y largo cabello, dejando correr sus dedos por este, no sabía muy bien que era exactamente lo que estaba sintiendo, de creer que detestaba la compañía de Sheryl, se veía a sí mismo buscándola constantemente, para colmo de males, Hades-sama le había pedido que la entretuviera y vigilara a Lilika, pero la otra hermana pasaba más tiempo con su señor que Shery, y Shery siempre se topaba con Rune donde quiera que fuera... las cosas estaban un poco invertidas para el gusto de Rune; pero tampoco podía ir a decirle a Hades lo que pensaba, el dios lo ahorcaría con su propio látigo si llegaba a sospechar algo raro.
Shery comenzó a despertar y lo primero que vio fue a Rune sentado a su lado, no la miraba, sino que parecía tener la mirada perdida en sus pensamientos. Shery parpadeó para quitarse el sueño del todo y se incorporó, fue su movimiento lo que sacó a Rune de su ensimismamiento.
"¿Qué pasó? ¿Dónde estamos?" Preguntó ella, sentándose del todo en la cama, Rune se extrañó que el tono de su voz fuera calmo y no enojado para con él.
"En mi castillo, más precisamente en mi habitación, te dormiste el trayecto que quedaba hasta aquí" Explicó el muchacho, Shery se corrió un mechón de pelo de su cara, otra vez había perdido su lazo, eso le estaba pasando muy seguido últimamente... mejor dicho, le pasaba cada vez que Rune la llevaba a caballo.
"¿Por qué no me llevaste de regreso al castillo de Hades? No creo que a él le guste que yo no esté allí para cuando regrese... pensándolo bien no me importa, no soy su esposa" Dijo con obstinación Shery, Rune movió la cabeza negativamente, ella nunca iba a querer recordar... pero el Espectro empezaba a tener serias dudas de que ella fuera en realidad Perséfone.
"Creí que, al estar un poco enfadada te sentirías mejor aquí que allí, ya que pasaste más tiempo en este castillo que en el otro" Dijo Rune, Shery le vio la lógica a eso, como siempre, Rune tenía una respuesta para casi todo; algún día le encontraría algo a lo que no pudiera responder, que bien, había encontrado otra manera de fastidiarlo, se le estaba haciendo costumbre eso.
"Gracias" Dijo ella para sorpresa del muchacho, él no se esperaba su gratitud, más bien su enojo.
"De nada" Contestó simplemente, Shery parpadeó un par de veces al verlo sonreír levemente, ese sí que era un gesto raro en él, al menos eso es lo que pensaba después del corto tiempo que había pasado con Rune.
Ambos se quedaron en silencio, pero no era un silencio tenso, más bien uno de entendimiento. Shery no se sentía enojada con él por haberla asustado de muerte, que era muy raro hasta para ella, quizás la razón fuera su actitud tan solícita cuando ella se había echado a llorar. La cosa es que no tenía ganas de gritarle o reñir como de costumbre, A Rune le pasaba algo parecido, estaba satisfecho con tan sólo permanecer en un tranquilo silencio. Shery suspiró, echaba mucho de menos a sus padres, y deseaba volver a sentir la luz del sol en su rostro, nunca se hubiera imaginado que extrañaría algo tan simple como eso. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que había sido secuestrada, una semana, dos, o quizás un mes entero?
"¿Qué te pasa? ¿Te sientes bien?" Preguntó él, observando la mirada triste de Shery, ella movió la cabeza de forma negativa, no, no se sentía bien.
"Quisiera regresar a casa, ver a mis padres que deben estar muertos de preocupación... ver el sol" Le dijo, Rune se rascó la nuca, él nunca había extrañado la luz solar, padres no tenía, así que le era difícil entender a Shery.
"Lo siento, pero no puedo hacer nada por ti" Dijo él, Shery asintió, sabía que Rune le debía obediencia a Hades antes que a nadie.
"Lo sé" Dijo ella, sentándose en el borde de la cama, muy cerca de él, Rune no se alejó, no deseaba hacerlo, como le gustaría hacer algo para que se sintiera mejor. Quizás si tomaba un poco de aire no estaría tan triste.
"Ven, vamos al jardín" Le dijo, tomando su mano en la de él, Shery se dejó llevar hasta allí, pero al llegar casi se infarta. Allí estaba esa enorme bestia negra mordisqueando con descuido algunas hojas del árbol más próximo, con un suave relincho reconoció a su amo, que soltando a Shery, se le acercó. Rune le miró con gran afecto, realmente amaba a su caballo, Shery nunca había visto esa clase de mirada de parte de él con nadie más. La chica se preguntaba el porque de esa extraña y desconfiada forma de ser de Rune.
"Acércate, no te va a comer" Le dijo él, aún de espaldas a ella, Shery rió nerviosamente, no estaba segura de eso.
"No, gracias, yo prefiero mirar de lejos" Le contestó, Rune acarició el suave hocico de su caballo, mirando a Shery.
"Te aseguro que tu miedo es infundado, no sé que te hayan hecho estas magníficas criaturas, pero no todos los animales tienen el mismo temperamento, Daredevil es muy manso, aunque no lo aparente" Dijo en defensa de su caballo, Shery siguió con la temática de estar alejada, por lo que Rune decidió llevar su caballo a ella en vez de que ella se acercara. Shery, viendo que Rune venía seguido de su monstruo, retrocedió.
"¡En serio que me asustan! ¡No lo acerques a mí!" Exclamó la asustada muchacha, pero él ni caso que le hizo, le ordenó a Daredevil que se detuviera y caminó él solo hasta ella, tomándole la mano, medio la arrastró hacia su mascota.
"¡No, Rune suéltame!" Siguió protestando Shery, pero no podía en contra del Espectro, que, ya cansado de tironear, optó por tomarla por detrás, aprisionando sus brazos en un abrazo y levantándola en el aire unos centímetros para un mejor desplazamiento.
"Mira, ¿ves que manso es?" Dijo él, poniendo la mano de Shery en la amplia frente del caballo, sin soltarla para que no saliera corriendo. Shery estaba pálida, cerró los ojos para no ver si el caballo le comía la mano... pero no, nada de eso había pasado, sino todo lo contrario, Daredevil se quedó pacientemente parado y quieto para que ella le acariciara, Shery miró a Rune, que le sonreía otra vez, de seguro se estaba divirtiendo mucho a sus costillas, pero la verdad era que el horrible monstruo no lo era tanto, y sin saberlo, ella siguió acariciando la quijada del caballo, sin notar que ya Rune la había soltado y él mismo acariciaba el poderoso cuello del animal.
"Te lo dije, no es tan terrible" Dijo él, Shery le miró con el ceño fruncido, que gracioso debía resultarle a él todo esto.
"Pues para tu información casi me da un infarto... cuando era más pequeña, unos seis años de edad más o menos, mi padre me llevó a cabalgar en ponie, todo iba bien hasta que el condenado animal se sentó y me lanzó al suelo, para luego levantarse y empezar a correrme, el miedo que pasé fue horrible, por lo que decidí que nunca querría tener nada que ver con caballos" Relató Shery, para sorpresa de Rune, ya que no se esperaba que ella compartiera el inicio de su temor hacia los caballos con él, pero la situación le causó mucha gracia, y para total asombro de Shery, él comenzó a reírse a carcajadas, hasta Daredevil lo miró de costado, no era normal verle reír de esa forma. Shery resopló, ese demonio se las pagaría caro.
"¡¡No era para que te rieras de mí!" Espetó la ofuscada chica, golpeando con sus pequeños puños en brazo de Rune, que tuvo que controlar su risa un poco para defenderse.
"Perdón, es que fue muy gracioso, sonabas tan indignada" Le dijo, sosteniéndole las manos para que dejara sus vanos intentos de acabar con él.
"¡Pues a mí no me lo pareció! Ya suéltame" Rune hizo lo que le pidió, aún sonriendo, pero Shery no sonreía, Daredevil le hociqueó el cabello reclamando atención, algo al menos, no era justo que su amo obtuviera el cien por ciento y él nada. Shery se volteó y por primera vez le sonrió, al menos al caballo no le había parecido gracioso, así que le recompensó con unas caricias en el afelpado hocico. Rune también le prodigó unas palmadas en el lomo, y tomando sus riendas, se lo llevó a su establo, con Shery a su lado.
"¿Qué le gusta comer?" Preguntó Shery, viendo a Rune cepillarle.
"Bueno, le doy de comer una jarra de avena por día si no tiene demasiada actividad física y sino dos, medio fardo de alfalfa y unas zanahorias. Le gustan mucho las manzanas y siente total adoración por los cereales con miel"
"¿Cereales? Puede que le gusten los que como en el desayuno ¿verdad que sí, Daredevil? ¿Quieres qué te traiga un poco?" Dijo ella, la última frase con dulzura para el caballo, a lo que este contestó con un leve relincho y asintiendo con su enorme cabeza.
"Ah, claro, ahora que no le tienes miedo, consientes al caballo y le hablas con cariño. ¿Puedo preguntar en dónde quedo yo?" Dijo en tono de fingido desaire Rune, Shery levantó una ceja preguntándose desde cuando tan confianzudo el demonio con ella.
"¿Perdón? Él merece mi cariño ahora, tú no, eres un malvado" Le espetó ella en también fingida indignación y le sacó la lengua para rematar. Rune, tomó un puñado de paja y se lo lanzó, Shery esquivó la mitad refugiándose detrás de Daredevil, que comenzó a masticar la paja con aburrimiento.
"¡Ja! Fallaste" Le dijo ella y tomó el balde de agua que tenía a su lado y se lo lanzó a un desprevenido Espectro, que quedó empapado hasta la médula, Shery se rió hasta casi doblarse y salió corriendo como pudo, la venganza sería terrible.
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Hades miró a Lili mientras ella unía varias flores en una corona, tarareando una melodía suave, se veía tan bonita... era mejor que dejara de pensar de esa forma o tendría graves problemas, pero no podía, era más fuerte que él, se sentía tan cómodo con ella... como con su esposa tanto tiempo atrás. Quizás debería dejar que Sheryl volviera al mundo de los humanos y quedarse con Lilika. Pero no podía hacer eso, las Parcas lo desollarían vivo si las desafiaba tan abiertamente, por muy dios que fuera, había cosas que debía respetar.
"¿Te gusta aquí?" Preguntó Hades, Lili le miró y le sonrió.
"Me encanta, es tan pacífico" Contestó la chica, deteniéndose un segundo en su labor.
"¿Te gustaría quedarte aquí, conmigo?" Esa pregunta descolocó a Lili por completo ¿ella quedarse? Era muy difícil de contestar, por un lado, estaba su familia y su entorno en el mundo de allá arriba, muchacho que quería, muchacho que obtenía... pero por el otro, aquí estaba rodeada de cosas hermosas y mucho lujo, además de la muy deseable compañía de Hades, ¿cómo era que Shery renegaba de él todo el tiempo? Lili se atrevería a decir que la envidiaba por ser Perséfone.
"Esa es una pregunta que no puedo contestarte"
"¿Por qué no? ¿Qué te detiene?" Inquirió Hades, sentándose, Lili le miró un poco consternada.
"Mi propio mundo, además, mi hermana es con quien debieras estar, no conmigo" Dijo bajando la mirada a su regazo, poniéndose a pensar más seriamente, siempre había conseguido lo que quería, pero esta vez lo que más deseaba no podía ser, ya que era de su hermana. Hades tomó su mano y se la llevó a los labios, Lili se sonrojó mucho, era el primer hombre que lograba eso.
"Tu hermana no desea mi compañía, tú sí" Le susurró él más cerca aún de ella, Lili tragó con fuerza, se estaba poniendo nerviosa como si nunca hubiera estado en esa posición con otros muchachos antes... creo que la diferencia radicaba que este no era un muchacho, sino un hombre. Hades acercó sus labios a los de ella con lentitud, no quería forzar nada, si Lili no quería, se retiraría, pero la chica no se movió.
"N-no creo que esto s-sea correcto" Fue el vano intento de detener las cosas, pero si vamos a ser realistas, no era serio. Hades terminó de cerrar el ínfimo espacio entre sus labios y los rosados y tentadores que tenía enfrente, Lili cerró los ojos y se dejó besar. Hades se tomó su tiempo, besándola con suavidad al principio, luego, viendo que ella le empezaba a responder, acercó más su cuerpo al de él, abrazándola con más fuerza, Lili le echó los brazos al cuello y le besó con verdadero gusto; nunca había sentido deseos de besar tanto a alguien como a este oscuro dios. Hades siguió besándola hasta que ambos se separaron buscando algo de aire, se miraron sorprendidos el uno al otro, Lili se sentía como en una nube, y escondió su rostro en el cuello de él. Hades le acarició el sedoso cabello rubio, también tratando de que su corazón regresara a su ritmo normal.
"Será mejor que regresemos" Le susurró Hades al oído a Lili, que asintió y se dejó ayudar a levantar por él. Ambos salieron de los campos Elíseos en busca de sus monturas.
Al llegar al castillo, Hades bajó a Lili de la montura y le tomó la mano, guiándola al interior de palacio hasta su habitación. Allí, Lili miró para todos lados y se colgó de cuello de él, dándole repetidos besos en los labios, que Hades aceptó gustoso.
"En una hora y media almorzaremos, avísale a tu hermana, que de seguro no va a querer hablar conmigo por lo de esta mañana" Le dijo Hades, Lili suspiró, Shery se ponía de muy mal humor después de tener cerca de un caballo.
"Esta bien, no te preocupes, yo la persuadiré de que no se moleste contigo" Le contestó ella, Hades le sonrió y bajó su cabeza para besarla otra vez, le gustaba demasiado hacerlo. Luego se retiró a su propia habitación, Lili entró primero en la de Shery, pero no la vio por ningún lado. Se encogió de hombros y fue en busca de alguien para preguntarle. No tardó mucho en encontrar a uno de los Espectros, era un sujeto alto y de cabellos dorados, sus ojos eran dorados también y parecía bastante afable.
"Um, disculpa ¿has visto a mi hermana Sheryl?" Dijo Lili, el sujeto la miró y le sonrió cortésmente.
"No, lo siento, no la he visto en todo el día, Srta. Lilika. Quizás el muchacho del establo sepa donde está" Le dijo, Lili asintió.
"Gracias, um... ¿cómo te llamas?"
"Hypnos, mi lady" Le contestó, ella le sonrió y le saludó, luego fue a buscar al chico de los establos.
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