Elena

Contesta Camus... como de costumbre

Err... (sonrojado) Bueno, si tú lo dices, pero considero preferible no meterme en esos temas... para más detalles pregúntale a Milo - Gracias por considerarme atractivo, me pareces una chica muy agradable también n-n

Goddess: Aquí tienes la entrada (le da entrada a Elena) ¡Alguien más quiere entrada para ver como patean a Radamantys! Pasar por caja -

Camus: (sigh) Realmente necesitas vacaciones... pronto - mercy pour toi review!

Abby Lockhart1

Contesta Milo

Vaya, al fin me dejan hablar, y eso que soy el santo que representa el signo de la autora (mira a Goddess enfadado) prefiere consentir a ese felino sobrealimentado, no sé que ve en él.

Aioria aka el felino sobrealimentado: Envidioso, yo soy mucho más agradable y guapo que tú, por eso me prefiere -

Milo: ¡Claro que no! Yo soy mucho más guapo e interesante que tú -

Aioria: ¡No me hagas reir, insecto!

Milo: ¡felino tarado!

Goddess: (sigh) es siempre lo mismo, oh, bien. Yo terminaré de contestar. De seguro que los helados deben ser un espectáculo, como te envidioooooo! Yo quiero ir a conocer Europa también! Gracias por tu review!

Ave Suiris

Contesta Rune

¿Enterarme de qué? (Goddess ríe nerviosa y lo empuja fuera, cerrando la puerta)

Aioria: No vas a lograr que ese estúpido Espectro se quede tranquilo por mucho tiempo -

Goddess: Chist! Cállate, no me lo pongas más complicado - (Aioria se encoge de hombros y sigue leyendo uno tomo de Inuyasha de Goddess) Err... ¿desde cuando sabes leer en inglés? (Aioria nada, sigue muy enfrascado leyendo) Oh, bueno, ya le preguntaré después.

Aiakos: ¿Alguien ha visto a Queen?

Goddess: err, no. bueno, gracias por tu review!

Ady

Contesta un Rune aún tratando de que Goddess lo deje pasar...

Bueno, gracias, sé que nosotros somos mucho más apuestos que esos buenos para nada de los santos dorados. ¿Verdad, Aiakos?

Aiakos: Ni se menciona... por cierto YO no me PAREZCO a ese idiotico santo de Atena -

Goddess: Estoy considerando retomar el asunto de las reviews yo sola - Esta guerra de santos y Espectros me está dando dolor de cabeza. Mil gracias por la imagen, me encantó, se la voy a pasar a Core Blooddrinker, ella es fan number one de Hades - Me alegro que te hayan llegado mis imágenes también. Gracias por tu review!

Nadesiko

Bueno, yo tengo algunas imàgenes si te interesa, dame tu mail y te las mando cuando pueda n-n

Aioria: O sea, el dìa del juicio final -

Goddess: ¡Tú cállate! -

Vibeke

Goddess: Bueno, otra entrada para ver como patean a Radamantys para ti (le da entrada)

Rune: Yo no estoy solo… tengo a Daredevil u-u

Goddess: No le prestes atención, se hace el duro pero todos sabemos que no le sale n-n gracias por tu review!

alexXiel1

Contesta Kanon

Que mala, yo no soy así u-u

Saga: Oh, claro que sí, te describieron perfectamente n-n

Kanon: ¡Que no soy lagartijaaaaaa!

Goddess: Err… Gracias por tu review!

Capítulo 08

"Give me a reason to believe

That you're gone,

I see your shadow so I know they're all wrong,

Moonlight on the soft brown earth,

It leads me to where you are

They took you away from me

But now I'm taking you home..."

Aiakos buscaba casi frenético por Queen, pero nada, hacía tres horas que miraba en todos los lugares en donde ella solía estar, luego buscó en el Bosque Negro, Thanatos buscaba con él, pero tampoco había dado con ninguna pista.

"¿Dónde está?" Se preguntaba Aiakos, con una clara mirada de desesperación, Thanatos no sabía que decirle, ya que él no tenía mucho contacto con Queen que digamos.

"No desesperes, ya aparecerá" Trataba de calmarlo el otro, pero Aiakos movía la cabeza de un lado al otro.

"No, no puede ser, ella nunca desaparece por tanto tiempo, algo le pasó, estoy seguro" Le contestó, Thanatos trababa de pensar en lugares que aún no hubiesen visitado, pero las opciones se estaban agotando a una velocidad vertiginosa. A lo lejos se empezó a ver a otro jinete que venía a toda carrera, al acercarse, Aiakos lo identificó, era Minos, que venía con otros Espectros por detrás.

"Minos ¿hallaste algo?" Preguntó esperanzado Aiakos, Minos no se animaba a mirarlo a los ojos, Aiakos se estaba preocupando.

"Aiakos... bueno, encontramos su caballo..." Dijo, Aiakos no lo veía, era extraño que no lo hubieran traído con ellos.

"¿Y bien?" Dijo ansioso el Espectro de Garuda, Minos se pasó una mano por su espesa cabellera y acercó su montura a la de su amigo.

"Será mejor que vengas conmigo" Dijo Minos, espoleando a su montura, Aiakos ya estaba al borde del ataque de nervios, Minos no era de andarse con vueltas.

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Rune se levantó sobresaltado cuando Markino le zarandó un hombro, el Espectro miró medio dormido a su sirviente por un momento, pero luego se despabiló del todo, algo debía haber ocurrido para que Markino lo levantara a esas horas de la madrugada.

"¿Qué sucede, Markino?" Preguntó.

"Thanatos-sama está aquí, parece que pasó algo" le informó el pequeño Espectro, Rune frunció el ceño, que Thanatos apareciera a esta hora, debía ser grave. Enseguida envió a Markino para que les avisara que estaría con ellos en un momento, se calzó su armadura y salió, tratando de hacer el menor ruido, no quería perturbar a Shery, lástima que no sabía aún que ella ya no podía ser molestada.

"¿Qué pasa, Thanatos?" Preguntó Rune, ya claramente preocupado. Thanatos se le acercó.

"Queen desapareció, Aiakos está frenético, estuvimos buscándola toda la noche, Minos encontró su caballo, pero por su cara no parecían buenas noticias, se llevó a Aiakos con él" Explicó brevemente Thanatos, Rune no dio muestras de preocupación, aunque de verdad que lo estaba, no era su estilo desesperar.

"¿Ya buscaron en los lugares habituales?" Thanatos asintió por toda respuesta, Rune suspiró, sería mejor que ayudara también, aunque más no fuera en intentar calmar a su amigo Aiakos. Así que se fue para el lado del establo.

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Aiakos parecía un fantasma de tan pálido que estaba, Minos lo había llevado hacia el lugar en donde se encontraba el caballo de Queen... totalmente destrozado, ni hacía falta describir el aspecto que presentaba el pobre animal. Aiakos miraba todo a su alrededor, no había signos de Queen, pero ella nunca dejaría que su caballo quedara en ese estado, ALGO le había matado dejándolo así.

"Por todos los dioses..." Fue lo único que pudo articular el pobre Espectro, Minos no sabía que rayos decirle, si Queen no aparecía viva y en una pieza... Hades tendría que encerrar o aniquilar a Aiakos, ya que este no podría superar la pérdida.

"Ya buscamos aquí y nada, mientras su cuerpo no aparezca, aún hay esperanzas" Dijo Minos, poniéndole una mano en el hombro a su compañero, Aiakos asintió, acercándose hacia el cadáver del pobre animal, el congelado río que comenzaba allí se veía más horrible que de costumbre. Aiakos miró hacia su larga extensión, algo se veía sobresaliendo de la congelada superficie, ya que ese río se descongelaba en la noche y se congelaba de vuelta en el día. Así que, como el día ya empezaba, el río trataba de volver a su firmeza casi natural. Aiakos caminó con cuidado por el hielo que se comenzaba a formar hasta que llegó a esa cosa... que resultó ser el caso de Queen...

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Rune miraba asombrado el lugar vacío en el que su caballo debería estar, buscó las riendas con la vista, no encontrándolas en su sitio, también faltaba una de las monturas más pequeñas. Rune no entendía nada, ¿quién podría sacar su caballo sin que el enorme animal se lo comiera en el intento? El muchacho encontró la respuesta en dos personas, una era Markino, pero el Espectro estaba con él, así que no... la otra era Sheryl, Rune no se creía que ella hubiera salido a dar un paseo en la negra noche. Así que apenas terminó de hilvanar sus hipótesis salió como tiro hacia en donde se suponía debía estar ella.

Thanatos le vio pasar corriendo, no entendía nada, sólo esperaba que no hubiera otro problema ya tan de temprano en la mañana. Rune casi derriba la puerta de su habitación, el lugar estaba como ayer... pero con una cosa faltando. Sheryl. El Espectro no se creía que ella no estuviera durmiendo pacíficamente, hasta revisó la cama obviamente vacía. Se acercó al tocador y vio la carta que estaba dirigida a él. La abrió presuroso, ya se temía lo que estaba allí escrito.

"Sé que cuando leas esta carta estaré en casa con mis padres, por lo que te pediré encarecidamente que no me busques, no me gusta destruir tus expectativas conmigo, pero debo ser sincera, nunca quise tener nada contigo, sólo te besé para ganar tu confianza y salir del Hades. Ya que Lilika deseaba quedarse con Hades, yo decidí que ya mis vacaciones habían durado mucho, ya que yo SI tengo una vida en el mundo de los humanos.

No soy Perséfone y nunca lo seré, siento haberte molestado, pero necesitaba decirte la verdad. Sheryl"

Rune miraba asombrado la carta, las palabras tan frías e indiferentes parecían ser muy difíciles de digerir y su cerebro tardó algún tiempo en procesarlas ¿Shery lo había engañado para escaparse? Por supuesto que sí, que podía esperar de una mujer mortal, para colmo se había llevado a Daredevil, que de seguro estaría regresando para esas horas. Rune sintió como su coraza empezaba a cerrarse, era el único mecanismo de defensa que lo protegía de golpes tan duros, dejó la carta con indiferencia, ya no sentía nada, ni dolor, ni enfado, ni tristeza, nada. Se levantó de la silla en donde se había sentado cuando leyó la carta y se fue a ver si su caballo, lo único realmente fiel que tenía, había regresado.

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Cuando Shery logró salir del Hades, vio que el sol estaba asomando, nunca en su vida había sentido esa necesidad imperiosa de verlo salir, de sentir sus cálidos rayos acariciar su rostro. Pero al mismo tiempo, su inmensa tristeza afloró con abundantes lágrimas, caminando hacia su hogar de memoria, ya que su cerebro se negaba a pensar en nada.

Su madre miraba por la ventana, esperando en vano que sus hijitas regresaran, pero cuando vio a Shery casi se desmaya de felicidad, corrió a la puerta, saliendo a la calle, Shery la vio venir y corrió hacia ella también, ambas se encontraron con un fuerte abrazo, ambas llorando como si no hubiera un mañana. Su padre se les unió en el abrazo, se le veía demacrado y enfermo, Shery se alegró de haber regresado. Más tarde, después de relatar que le había pasado y en donde estaba Lili, cosa que a sus padres se les hacía difícil digerir, y omitiendo a Rune, pudo Shery darse una ducha y ponerse su pijama. Su madre le preparó algo delicioso de comer, aunque Shery apenas si comía, tenía un nudo en la garganta.

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Aiakos sacó el casco del agua congelada, lo miraba como si fuera la misma Queen la que estaba congelada y muerta, Minos se apresuró a sacarlo de allí antes de que el río lo congelara. Más bien, lo arrastró de allí, Thanatos llegó al lugar, viendo apenado que Aiakos parecía tan muerto como el caballo de Queen, Rune, que venía montado en otro caballo, miró a su medio-muerto amigo y suspiró, no dejaba traslucir nada en su mirada, ya que parecía no sentir ni la pérdida de Queen ni nada, sólo ayudo a montar a Aiakos y todos enfilaron en triste procesión al castillo de Hades.

Lilika miraba ansiosa la ventana, Hades a su lado, ambos tomados fuertemente de la mano, en cuanto vieron regresar a los Espectros, Lili quiso correr a ver que noticias traía, pero Hades la sujeto, él sí había visto muy bien lo que Aiakos traía en las manos y la cara de su Espectro, ni hablar que la de Rune estaba demasiado fría y con un dejo de cinismo que delataba que algo estaba MUY mal.

Lili se contuvo a duras penas, quería preguntar, se moría de angustia por saber, tanto así que no reparó en la fría y desagradable mirada que le envió Rune, al Espectro se le hacía como difícil mirar un rostro tan parecido al de Sheryl sin sentir ganas de estrangularla.

"¿Qué noticias?" Preguntó Hades, a veces detestaba ser el jefe, no le gustaba tener que conservar la cabeza fría en esos temas. Minos se le acercó, ya que parecía ser el más tranquilo de los presentes, ya que Thanatos se había separado en busca de su hermano Hypnos.

"Queen no apareció, hallamos su caballo muerto y su casco en el río congelado del Este" Dijo Minos, Hades se pasó una mano por el cabello, luego se cubrió los ojos con la misma, no quería ver la expresión de Lili.

La chica estaba pálida, sabía lo que eso significaba y sintió que el hecho de que Queen estuviera muerta era su culpa, echó a correr a su habitación antes de romper a llorar, Hades puso las manos en su cintura, mirando hacia el techo en señal de súplica silenciosa, luego con un gesto de cabeza, ordenó a Rune y a Minos que se llevaran a Aiakos a descansar, él no tendría paz ese día con Lili de seguro llorando descorazonadamente. Rune se acercó a su señor y le susurró algo al oído, Hades le miró sorprendido y asintió, eso era lo único que le faltaba, Sheryl se había escapado al fin.

Hades entró a la habitación de Lili, que lloraba con verdadera angustia sobre su cama, él se acercó y se sentó a su lado, acariciando su espalda.

"Es mi culpa" Susurró Lili, que miró con enormes ojos llorosos a Hades.

"Claro que no, mi cielo, no sabemos que fue lo que le pasó a Queen, quizás aún esté con vida, no pierdas las esperanzas" Le dijo él, ella se incorporó y le abrazó, llorando en su hombro, Hades también la abrazó con fuerza, no tenía mucha experiencia en consolar a Perséfone.

"Sheryl también se escapó, espero que esté bien" Dijo él, Lili se calmó un poco y le miró, al menos su hermana era libre.

"Lo sé, yo la ayudé, mis padres deben estar muertos de preocupación, al menos ella podrá decirles que estoy bien" Dijo, secándose las lágrimas con su vestido, Hades le besó la sien y le acarició el húmedo cabello que se le había pegado al rostro.

"Umm, de todas formas, hace un rato les pregunté a las Parcas si tú podrías ser Perséfone en vez de Sheryl" Lili lo miró, dejando de llorar momentáneamente.

"¿Y?" Preguntó ella, ansiosa de saber, Hades le sonrió.

"Me dijeron que tú eras Perséfone desde siempre, y que mis Espectros se habían equivocado de hermana, por lo cual, habría enviado a Shery de regreso cuando ella quisiera" Contestó él, Lili le sonrió con algo de felicidad, al menos sabía que él era 'legalmente' suyo. Así que lo abrazó con más fuerza, Hades le sonrió y le devolvió el abrazo, él también se había sentido muy feliz de saberlo... si al menos lo hubiera sabido antes...

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Radamantys veía con satisfacción la cara de Aiakos, le encantaba verlo sufrir y echo pedazos, no servía de Juez si alguien tan insignificante como Queen podía manejarlo de esa forma, pero ella ya no molestaría por ahora. La cosa era arruinar a Rune ahora, su segundo más detestado, otro idiota que se dejaba llevar de las narices por una mujer, igual que Hades, que estúpidos eran todos. Pronto el mismo sería el único que valiera la pena para gobernar el infierno.

Rune, luego de informar a Hades acerca del escape de Sheryl, regresó hacia el caballo que le habían prestado, quería regresar a su castillo para poner sus pensamientos en orden, debía encontrar a Queen, ella era su amiga después de todo, además, su caballo debía de estar esperando a que le atendiera. En cuanto llegó, le dio el otro caballo a Markino y le preguntó si su caballo había regresado, el Espectro negó con la cabeza, Rune frunció el ceño, más le valía a esa mujer no haberle hecho daño a su caballo o la iría a buscar el mismo para estrangularla... ganas no le faltaban.

El Espectro de Balron empezó a caminar en la única dirección en la que ella podría haber escapado, llegó después de un largo rato de caminar a la cueva del Can Cerberus, encontrando al enorme perro panza arriba durmiendo la mona, ni que se hubiera bebido un tonel de whisky. Rune lo miró indiferente y siguió camino. Encontró a su caballo mirando hacia la costa opuesta, estaba muy interesado en algo.

"Daredevil ¿por qué no regresaste?" Le dijo Rune, acercándose, el caballo resopló, reconociendo a su amo. Rune le palmeó con afecto el cuello y tomó las riendas. Pero el caballo no se movió, Rune le miró extrañado, tirando con más fuerza, pero Daredevil se negaba a moverse.

"¿Pero qué rayos te pasa? ¡Muévete! ¡Ella no regresará, no le importamos!" Exclamó Rune, primera señal de emoción desde que había leído la fatídica carta, Daredevil no se movía, es más, cuando Rune soltó las riendas y le obligó a aceptar el freno otra vez, el caballo reculó enfadado, su amo no entendía nada. Rune ya se estaba enojando, así que de un salto se montó en el animal y trató de sacarlo de allí, lo que fue una lucha terrible, ya que el caballo quería ir hacia donde Sheryl había desaparecido. Ya sabemos quien ganó. Daredevil.

Rune se sopló el flequillo, frustrado, enfadado, dolido de que hasta su fiel caballo prefiriera a esa traidora. Se bajó de su montura y comenzó a alejarse, ya vendría cuando tuviera hambre. Daredevil lo vio alejarse y le tiró de la capa con los dientes, logrando detenerlo, Rune giró su cabeza para mirarlo enojado, pero había una súplica silenciosa en los ojos de su caballo. El Espectro suspiró, se le acercó y le acarició la frente.

"Perdóname, pero no puedo ir a buscarla, ella no quiere saber nada de mí, me lo hizo entender muy claramente..." Dijo con un hilo de voz, realmente se sentía morir de sólo acordarse, Sheryl no sabía lo mucho que había logrado hacer en el poco tiempo que había pasado con Rune, no sabía la magnitud del daño que le hacía, aunque ella misma estuviera muriendo de la misma manera, muriendo por sus propias palabras.

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Shery estaba mirando las cosas de su habitación como si fuera la primera vez que las veía, tocaba sus adorados libros pasando un dedo por ellos, hasta que reparó en uno en especial que estaba en su mesa de luz, Shery se acercó a este, tomándolo en sus manos, era el libro sobre el Inframundo. Por un momento lo miró con odio, sino hubiese sido porque la había atrapado tanto en la lectura, jamás la habrían raptado, nunca habría tenido que conocer a Rune...

"Shery, ¿estás bien? Te noto rara" Preguntó su madre, Shery dejó de mirar con furia el libro y lo dejó con descuido en el mismo lugar. Trató de sonreírle a su madre, pero fue un intento miserable.

"Nada, ma, estoy bien" Dijo la chica tratando de sonar convincente, pero su madre negó con la cabeza, conocía demasiado a su hija, sabía que algo la perturbaba, había venido muy cambiada del Inframundo como ella decía.

"No te creo, estás muy triste ¿extrañas a Lili?" Dijo la mujer, tratando de dar con el problema, Shery se encogió de hombros, Lili estaba muy feliz en donde estaba. La chica se sentó en la cama, su mamá se sentó a su lado pasándole un brazo por los hombros, Shery se tragó el nudo que se le había formado en la garganta, pero no pudo simular que 'todo estaba bien' y empezó a sollozar con el rostro escondido en sus manos. Su madre la abrazó con más fuerza, algo muy malo debía de haberle pasado para que su hija estuviera así. Shery abrazó a su madre y siguió llorando en su hombro. Ambas estuvieron así hasta que Shery paró un segundo para respirar, pero la verdad era que se quería morir.

"Yo nunca hubiera escrito algo así, pero no podía dejar que él me persiguiera, tenía que regresar, tenía que regresar..." Logró articular Shery entre sollozos, pero no podía no pensar en Rune y no llorar como obvia consecuencia. Su madre, que por lo poco que pudo descifrar, se olía que había algo que Shery no le había dicho.

"¿Conociste a alguien allí? ¿No terminaste muy bien con ese alguien?" Dijo su madre con suavidad, Shery negó con la cabeza, tragando con fuerza.

"Rune debe odiarme para estas horas, y me lo merezco por haberme metido con él, nunca debía haberme enamorado de él..." Seguía diciendo Shery, su madre suspiró, al fin entendiendo, por lo visto, sus DOS hijas habían encontrado a alguien especial en ese lugar, la diferencia era que Lili estaba con él y Shery no.

"Sí le importas algo no te odiará, supongo que le dijiste el porque de tu huida ¿verdad?" Shery miró a su madre de forma desconsolada. La mujer se llevó la mano a la frente, parecía que la cosa estaba peor de lo que pensaba.

Shery le contó, después de tomarse un té de tilo, quien era Rune, como lo había conocido y lo mejor; que le había escrito en la maldita carta. Su madre la miraba asombrada, no sabía que pensar, ella que estaba orgullosa de entender y conocer a sus dos hijas, se encontraba con una Lili totalmente entregada a UN hombre y a una Shery llorando desconsoladamente por otro que al final le había robado el corazón

"Ay, hija, no debiste poner algo tan cruel, con decirle la verdad hubría bastado, no creo que él pudiera salir sin permiso del Hades y arrastrarte de regreso... aunque creo que eso es exactamente lo que necesitas. Además, te mereces que él esté furioso contigo" Dijo la madre, Shery se la quedó mirando con asombro ¿hasta su madre se ponía en su contra?

"¡Ma! ¡Se supone que no le tenías que defender a él! Además... tienes razón, daría cualquier cosa porque me viniera a buscar... pero eso no va a suceder" Dijo muy apesadumbrada Shery, su madre sonrió y le dio un beso en la mejilla.

"Ten un poco más de fe en él, estoy segura que de tan enfadado que debe estar, vendrá a buscarte sólo por el hecho de molestarte" Esas fueron las últimas palabras de su madre antes de que dejara a Shery tranquila para que durmiera, Shery miró el libro sobre el Inframundo otra vez y siguiendo un impulso, lo abrazó en contra de su pecho y se arropó mejor con la frazada.

"Rune..." Susurró antes de quedarse dormida, exhausta de llorar.

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Radamantys no estaba muy feliz de enterarse que Sheryl había escapado, pero sólo con ver el aspecto tan frío de Rune, se dio cuenta que estaba en un estado parecido al de Aiakos, aunque nunca lo demostraría abiertamente. El Espectro de Wyvern sonrió maliciosamente, no sería difícil encontrar a Sheryl y traerla de regreso... claro, sin que Hades o algún otro Espectro se enterara.

Rune fue a ver a Aiakos apenas pudo convencer a Daredevil de regresar, su amigo parecía otra persona, se veía muy desmejorado. Minos cuidaba de él, aunque en vano había intentado hacerle tragar algo de comida. Rune negó con la cabeza, tenía alguna que otra sospecha de lo mucho que Aiakos quería a Queen, aunque no sabía que fuera para tanto.

"Aiakos, déjate de tonterías, si no te recuperas ¿cómo diablos pretendes encontrar a Queen?" Dijo ásperamente Rune, estaba por demás cansado también y su amigo no ayudaba en nada a alivianar esa situación. Aiakos lo miró con ojos opacos, de ser de un brillante carmesí, pasaron a ser casi negros por lo poco que parecían reflejar.

Minos miró a Rune encogiéndose de hombros y cediéndole el lugar junto al pobre Aiakos, Rune se sentó pesadamente dejando su mortífero látigo a un lado. Esta iba a ser una jornada muy larga.

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Shery caminaba como si fuera un zombi hacia su escuela, Carolyn corrió a recibirla apenas llegó, con un abrazo que casi la sofoca.

"¡¡Shery! ¡Qué gusto que estés bien!" Exclamó la feliz muchacha, Shery le sonrió como pudo, Caro la miró raro.

"Muy bien, desembucha ¿qué te pasó?" Shery suspiró, su amiga siempre tan perceptiva, decidió que sería bueno escuchar su opinión sobre el tema, así que le contó todo con lujo de detalles a la hora del almuerzo. Con decir que a Caro casi le da un síncope era poco.

"¡¡Qué hiciste qué! ¡Cómo pudiste decirle eso! ¡Es el primer chico que te gusta y para mejor, tú también le gustabas s a él!" Exclamó Caro, Shery se tapó los ojos con una mano, la mitad del curso las miraba con interés.

"SHHHHHHH, ¿qué acaso tiene que enterarse tooooooooooda la clase?" Chistó Shery, Caro la arrastró fuera hacia el patio, Shery sabía que su amiga lo decía porque quería lo mejor para ella... aunque a veces costara creerlo.

"Más te vale que me digas que vas a hacer algo para que te perdone" Shery la miró espantada ¿Ese demonio perdonarla? ¡¿A ella! Eso era tan posible como que las vacas volaran en aeroplanos de papel.

"Rune-me-odia. No hay nada que pueda hacer por mucho que lo deseara" Caro casi golpea a su amiga, nadie podía ser tan pesimista.

"Bueno, entonces piensa en algo... Je, ya sé" Dijo Caro, Shery tragó con fuerza, la mirada maquiavélica de su amiga no estaba ayudando a tranquilizarla.

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Lili miraba preocupada para todos lados, no era bueno que andara sola por ahí, aunque no era una criatura indefensa. Se había escabullido del castillo de su amor para ver con sus propios ojos el lugar en donde se suponía que estaba el caballo de Queen y en donde su casco había sido hallado. Por lo cual, tomó un caballo y se encaminó por medio del enorme bosque.

Cuando llegó, el lugar la espantó, ni hablar del animal, que aún seguía allí medio congelado. Lili se arrebujó en su cálida capa de un verde musgo con ribetes de piel blanca, muy abrigada, ya que el lugar era helado. Se bajó de su caballo y caminó tratando de imaginar lo que pudo haber atacado a la pobre chica, algo no le cerraba en este hecho. Caminó y caminó hasta haber rodeado toda la costa, que era extensa de por sí, una niebla que al principio había sido liviana, se estaba espesando a cada segundo, pero Lili siguió caminando, si Hades la viera, la estrangularía por arriesgarse así. Lili miró hacia arriba a la oscura y densa masa que oficiaba de cielo, ahora gris por la claridad del 'día' en el Inframundo, tan enfrascada estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta y piso en un lugar que no tenía piso... lo de caer en agujeros se le estaba haciendo costumbre.

"¡KYAAAA!" Gritaba mientras caía, hasta que llegó al fondo, que contenía tierra removida que amortiguó algo la caída, aunque no tanto, ya que cuando se quiso levantar, se dio cuenta que se había esguinzado el tobillo.

"Maldita sea, yo y mi maldita suerte" Protestaba la formalmente reina de los infiernos, tratando de ver como salir ahora de allí. Primero debía tener algo de luz, por lo que buscó en su pechera y encontró algunos fósforos, si, había algo tan común como fósforos en el Infierno. Prendió uno y pudo divisar una antorcha a su lado pegada en la pared, por lo que se apresuró a encenderla. Ese agujero daba a una caverna bastante bien formada aunque algo antigua. Decidió que, como otra salida no tenía, seguiría el túnel para ver hasta donde llegaba, una salida por lo pronto.

Caminó un buen trecho hasta que llegó a un lugar que tenía varias antorchas encendidas, dejó la suya en una de las agarraderas que había libre y se adentró, le dolía muchísimo el tobillo. Más grande fue su sorpresa al encontrar la armadura de Queen despedazada en el suelo... y a Queen muy mal herida y ensangrentada encadenada a la pared con horribles grilletes negros.

"Por Dios ¡Queen!" Exclamó y corrió como pudo a su lado, la chica yacía inconsciente, por lo que Lili buscó frenética ALGO de agua, no había a la vista, pero una gotera bastante pronunciada bajaba por la pared, Lili rasgó su vestido y lo mojó, luego pasó el pedazo de tela por el rostro de la chica. Queen entreabrió los ojos, estaba muy débil y eso le costaba un gran esfuerzo.

"Li... lika" Logró articular, Lili le acarició el cabello con ternura.

"Shhh, no hables, estás muy débil, te sacaré de aquí, no te preocupes" Queen cerró los ojos, le costaba mantenerse consciente, pero luchaba por la esperanza de salir de allí. Lili miraba con enfado los grilletes, sin llave no lograría nada y Queen no resistiría consciente por mucho tiempo.

"No, no te duermas, ya verás, cuando salgamos de aquí, te pondré en una cama con colchón de plumas y mejor aún, le diré a Aiakos que sea tu esclavo personal hasta que te recuperes... aunque pensándolo bien, no creo que vaya a necesitar ordenárselo, él sólo se encerrará contigo gustoso. No tienes idea de lo que está sufriendo por ti" Hablaba Lili, tratando de mantener a Queen con ella, la chica pareció reaccionar ante el nombre de Aiakos, y trató de sonreír al pensar en tenerlo para ella solamente, era un dulce sueño al cual aferrarse. Lili agarró una piedra del suelo y empezó a machacar el grillete tratando de no lastimar a Queen, la chica no parecía sentir nada ya.

"¿Quién te hizo esto?" Preguntó Lili, Queen trató de sobreponerse antes de contestar.

"Fue... Radamantys... debes irte, si él te atrapa... te matará... busca... ayuda" Lili dejó de golpear el grillete, no podía creer que hubiera un traidor así entre los tres Kyotos, Hades debía enterarse, pero no se animaba a dejar a Queen allí, podría morir, esa vacilación le costó caro a Lili.

"Vaya, vaya, parece que me están facilitando el trabajo últimamente" Dijo una siniestra voz, Lili miró con horror a Radamantys que parecía haberse materializado de la nada.

"No te saldrás con la tuya" Siseó Lili, no sabía si le temía o sí sentía deseos de matarlo. Radamantys sonrió fríamente.

"Ya lo creo que sí, mi querida reina..."