LA TROPA AL RESCATE
A la mañana siguiente, Susan recibió la carta de Lily. Susan March era una campesina en el reino vecino al de Lily, el reino de Godric. Su familia era muy honrada y trabajadora, y ella, cuando no se hallaba en Hogwarts, tenía que trabajar muy duro. Pero, al contrario de su amiga, su familia era lo denominado sangre limpia, es decir, que su familia era enteramente de magos. Cuando terminó de leerla, en la primera en la que pensó fue en Anna, pero recordó que su amiga, hija de un famoso comerciante, estaba de viaje. ¿A quién podría pedirle ayuda?
Entonces, escuchó la voz de su madre, diciéndole que tendría que ir a palacio a entregar la cosecha que habían recolectado en su huerta. Y eso le hizo a Susan darse cuenta de quien era la única persona que podría ayudar a Lily en ese momento: James Potter.
James Potter era caballero de la corte de aquel reino, Godric. Pero como los reyes no tenían descendientes, él era el heredero del trono. James Potter también acudía a Hogwarts, y su familia, al igual que la de Susan, era de magos. Y a decir verdad, era un engreído prepotente, que no caía muy bien a Lily, que digamos. Pero lo cierto es que a él le gustaba Lily. A decir verdad nuevamente, Lily le gustaba mucho. Pero Lily apenas lo podía soportar. Susan estaba segura de que él aceptaría con gusto ayudar a rescatar a Lily, así que sin pensárselo dos veces, se encaminó con la cosecha hacia palacio.
Una vez que la hubo dejado en su correspondiente sitio, se encaminó hacia la guardia que permitía el paso a los aposentos de James, pero una voz a sus espaldas la retuvo.
- ¡Hey March!- le llamó una voz a sus espaldas. Susan se volvió-. ¿Cómo tú por aquí?- era Sirius Black, hijo de un tirano conde dueño de muchas tierras e inseparable amigo de James. Él también iba a Hogwarts, por supuesto. Él nunca aceptó que su padre pudiera ser discriminatorio respecto a los sangre sucia (Sirius era sangre limpia), y como él jamás lo quiso, al igual que su madre, y nunca lo trataron bien, se había fugado de su casa con 16 años.
- Black, no tengo ganas de perder mi valioso tiempo contigo- le espetó Susan. Ella nunca se había llevado bien con el chico-. ¿Dónde está el "príncipe" Potter?- preguntó sarcásticamente. En el castillo había que llamarlo así, pero en el colegio nadie lo hacía, excepto los Slytherins, para burlarse de él, lo llamaban "el principito".
- ¿James?- preguntó. Él nunca lo llamaba así, por deseo expreso del muchacho-. Está abajo, creo que está hablando con Remusín por ese artefacto muggle... ¿Cómo se llama? Felótono. ¿Para qué lo buscas?- añadió.
- Tengo que hablar con él- contestó, cada vez más molesta, Susan.
- Pues mientras esperas, yo te hago compañía- exclamó, emocionado, Sirius (N.A: ¡Qué mono!)
- Si no hay más remedio- suspiró Susan, pero, gracias a Dios, James apareció en ese momento allí, al parecer de buen humor, pero no vio a Susan.
- Canuto, Lunático me ha dicho que en Rusia hay bombas fétidas con efecto retardado, y que nos iba a traer un paquete...- James fue interrumpido por Sirius.
- March está aquí- anunció, como si estuviera diciendo un mensaje de alta importancia. James se volvió, sorprendido.
- ¿Y a qué debo tu visita?- preguntó, sorprendido.
- Tenemos que hablar- contestó, tranquilamente, Susan, pensando que como no se dejaran de rodeos, jamás llegarían a salvar a Lily.
- ¿Tema?
- Lily.
- Mejor vamos a mi habitación.
Los tres se dirigieron a la habitación de James, que era enorme y estaba adornada de posters de estrellas de quidditch, cantantes magos y que poseía utensilios que una habitación muggle no tendría.
- ¿Qué pasa?- preguntó James, preocupado, pues no todos los días la mejor amiga de la chica que le volvía loco iba a su castillo para hablarle de ella.
- Petunia, la hermana tirana mayor muggle de Lily, la ha encerrado en el castillo (lo domina hasta que Lily cumpla 18) y pretende no dejarla ir a Hogwarts ni dejar que tome el trono- explicó rápidamente Susan.
- ¿Y qué?- preguntó Sirius, como si lo que acabase de decir fuera una tontería, pero se calló ante la fulminante mirada de Susan, que miró después a James.
- Bien, creo que tendremos que hacer un pequeño viaje- dijo tras una pausa James, a lo que Susan sonrió. Los hombres eran tan previsibles, estaba segura de que diría que sí.
- Pero hay un pequeño problema- comentó Susan, mientras Sirius se empezaba a emocionar-. ¿Cómo vamos a llegar hasta allí? Esta un poco lejos y eso...
- Iremos en mi moto- decidió Sirius con orgullo.
- ¿Moto?- preguntó, perpleja Susan, que al ser de origen mágico no sabía lo que era-. ¿Qué es una moto?- preguntó, confusa.
- Un artefacto muggle que vuela- explicó Sirius, como si la considerase una ignorante.
- No, no vuela- le contradijo James-. Tú le echaste un hechizo para que volara- le recordó.
Después de que James se excusara diciendo que iba a hacer un viaje de alto secreto, Susan le dejara una carta a su madre y Sirius se despidiera de la chica del servicio con la que se había liado, los tres chicos montaron en la gigantesca moto de Sirius, que se hallaba en la azotea.
Tras volvernos completamente invisibles, Sirius arrancó la moto. James insistió para que Susan se pusiera en medio, y a su pesar, tuvo que agarrarse a la cintura de Sirius. La moto iba a una gran velocidad (unos 180 Km. /h), y Susan sentía el viento en sus mejillas. No sabía si había sido una buena idea llevar a dos merodeadores para ayudar a rescatar a Lily, pero tampoco veía a quién más podría haberle pedido ayuda. Sabía que a Lily no le haría mucha gracia que hubiera traído a James, pero de todo modos, tenía una extraña corazonada, como pensando que lo que había hecho iba a marcar un antes y un después en la vida de su amiga.
Hacia el anochecer, llegaron al castillo de la familia Evans. Pero se toparon con un problema: No podían entrar, pues unos gorilas custodiaban la entrada. ¿Cómo diablos iban a entrar?
- ¿Alguna idea?- preguntó un desanimado James.
- Si, yo voy, le pego unos cuantos puñetazos al de la derecha, Cornamenta, tú al de la izquierda y pasamos- decidió Sirius, que estaba empezando a tener frío y se lamentó de no haber traído ropa más de abrigo.
- Ni de broma- negó Susan-. Si haces eso, alertarán a otros soldados y antes de que siquiera lleguemos a la habitación de Lily, estaremos todos en las mazmorras. Creo que deberíamos trepar a la habitación de Lily...
- ¿Y de dónde vamos a sacar unas escaleras?- preguntó un molesto Sirius.
- No me refería a con escaleras- dijo misteriosamente Susan, y tras indicar a los dos chicos que la siguieran, llegaron a una torre, desde donde había una única ventana, de donde salía luz-. Tenemos suerte, está en su habitación.
Ante la perplejidad de los chicos, Susan cogió una piedra, y lanzándola con excepcional puntería, le dio en la ventana de Lily.
La pelirroja, alarmada por el ruido, salió a la ventana, y lo que vio, no la pudo dejar más sorprendida. Susan estaba allí, pero no venía sola. James Potter, la persona menos agradable para Lily en el mundo y Sirius Black, el chico más mujeriego que podría existir, venían con ella. Susan hizo extrañas señas a su amiga, y ésta le entendió. Cogió su pelo (era tan largo que llegaba al suelo, haciendo una especie de cola de unos cuatro metros) y lo extendió hacia abajo, para dejarlo a un metro aproximadamente del suelo.
Susan se aseguró de su resistencia, y empezó a subir por él. Más tarde, Sirius la imitó, y por último, James. Nada más que todos estuvieron en la gran habitación de Lily, la pelirroja le lanzó una mirada asesina a su amiga, que pasó olímpicamente de ella.
- Bien, Lily ¿tienes alguna idea de cómo vamos a salir?- preguntó después de un incómodo silencio Susan.
- Todas las salidas están vigiladas- empezó-. Petunia viene cada poco tiempo para asegurarse que no hago nada raro- al decir esto, los tres visitantes se alarmaron-, pero acaba de venir hace muy poco- les tranquilizó-. Creo que venís algo cansados- observó-. Podréis dormir en la habitación de al lado, Petunia nunca entra- aseguró.
Ahora fue Susan quien miró amenazante a Lily, así que la chica añadió:
- Susan, tu puedes dormir en la habitación de mi madre- un asomo de tristeza surcó el rostro de la chica-. Ahora ella está en la enfermería de palacio y no la usa- su voz se quebró, y sonrió de una manera muy forzada-. Mañana podremos pensar mejor. Tened cuidado de que mi hermana o su novio no os vean, o iréis a parar a las mazmorras. Su habitación está en el ala opuesta del castillo, pero ya os dije que viene con regularidad a vigilarme.
Después de unas cuantas recomendaciones más de la chica, todos se fueron a dormir.
- Esto va a ser más difícil de lo que creía- murmuró James, antes de quedarse profundamente dormido.
CONTINUARÁ....
Olas!! Espero q asta aqi os aya gustado, ep? No os preocupeis si asta ahora os ha parecido un poko soso, prometo que en proximo chap habra mas emocion... Antes de nada, contexto al review...
Lauranamalfoyrin: Olas!! Q tal, mi ninia? Spero q b, ep? No importa q no ayas tnido muxo tiempo, la intencion s lo q cuanta, ep? Un ferte abrazo, mi ninia. Besitos!!
