¡LO QUE ME FALTABA!

La luna llena, imponente en el cielo, más grande que nunca estaba teniendo sus repercusiones en el pobre licántropo. De pronto, el cuerpo del muchacho empezó a cambiar, de forma muy dolorosa, mientras el pobre chico sentía que todos los huesos le dolían por dentro. Un grito ahogado de Anna resonó en la noche que empezaba a recaer sobre ellos. De forma instintiva, Sirius y James se adelantaron. Susan y Anna retrocedieron también, pero Lily no lo hizo. Observó al animal, con una mezcla de miedo y de incredulidad. Claro que vio allí la oportunidad perfecta para demostrar que ella no era una niñita consentida y mimada, que no sabía hacer nada por sí misma. Estaba decidida a hacer cambiar la opinión de James sobre ella.

- ¡Alejaros, corred- les indicó James, con un tono de gravedad que incluso hizo dudar a Lily. Pero no, ¿Qué podían hacer él y Sirius frente a un hombre lobo transformado? No, ella iba a demostrar que podía contra todo lo que le echaran.

- ¡Lily- gritó Susan, pues Anna parecía estar todavía en shock, pero su amiga no se movía, con el semblante decidido a actuar. Susan era la única que sabía que Sirius tenía un arma contra el hombre lobo, su forma animaga, aunque ignoraba que James también pudiera transformarse, sabía que lo que estaban haciendo tenía algún sentido.

- ¡Evans, deja de hacer el tonto, apártate- exclamó Sirius, poniéndose de los nervios: Demasiado tarde, la transformación de Remus ya era completa.

El descomunal lobo rugía ante los humanos. Susan tiró de Anna lo más lejos posible del animal, mientras James y Sirius cerraban los ojos a la vez, y donde antes habían estado ellos, ahora se encontraban un gran ciervo con una descomunal cornamenta y un perro negro tan grande como un oso, que agitaba alegremente la cola, como si de un juego se tratase tratar con un hombre lobo.

Por supuesto, la atención del hombre lobo no se centró en aquellos animales a los que estaba tan acostumbrado a ver, sino a tres humanas que no tardó en detectar, principalmente, porque una de ellas estaba demasiado cerca de él. Se volvió hacia ella, y con un aullido, saltó sobre la chica, que gritó, cerrando los ojos y espero el impacto, incapaz de reaccionar desde que había visto la transformación de James y Sirius.

Pero el impacto nunca llegó. Lily se atrevió a abrir un ojo y vio como el ciervo había embestido al hombre lobo, que había chocado por el impacto contra un árbol, concretamente contra el árbol tras el que hasta entonces Susan y Anna se refugiaban. Las dos se apresuraron a correr hacia el otro lado, y, de camino, Susan agarró a Lily de la túnica, que aún no había conseguido reaccionar y la arrastró lo más lejos de allí posible, tendrían que dejar la tarea de entretener a Remus a los merodeadores.

Las tres chicas corrieron lo más rápido que le permitieron sus piernas, hasta encontrarse con un gran... ¿mar? ¡No podía ser, habían seguido el camino indicado por el mapa! Se miraron unas a otras. Todavía no estaban lo suficientemente lejos de los merodeadores, allí aún corrían peligro. ¿Qué podían hacer? Se miraron unas a otras, sintiendo que las palabras en ese momento estaban de más. Tenían que actuar y ya.

Mientras tanto, un majestuoso ciervo y un gran perro estaban intentando que un enorme lobo que era su amigo no saliera en busca de las chicas que habían huido. Un poco lioso, pero eso mismo era lo que estaban haciendo, intentando retener al descomunal animal.

Remus gruñía y en incontables ocasiones intentó escaparse de los dos animales que lo retenían, aunque no consiguió mucho éxito. Sentía curiosidad por las tres humanas que había visto antes, y quería llegar hasta ellas. Y sabía que la noche era muy larga, y, tarde o temprano, el ciervo o el perro bajarían la guardia.

- ¿A dónde vamos- preguntó Susan, al borde de un ataque de histeria. La noche ya era cerrada y la visibilidad era escasa. No había a la vista ningún lugar dónde esconderse y refugiarse del hombre lobo-. ¡Al árbol- gritó y empezó a escalar precipitadamente el tronco de un árbol más cercano.

- No sé... ¿Cómo cruzamos el mar- Lily también estaba muy nerviosa y miraba de vez en cuando para atrás, como esperando que de pronto el lobo apareciese allí y las atacara- ¡Susan, anda deja de hacer el idiota y baja de ahí! ¡Anna, piensa en algo- pero Anna parecía no escucharlas, miraba al mar con ojos vidriosos y ensimismada consigo misma.

- ¡Anna, no es momento de perder el tiempo- chilló Susan, cada vez más impaciente, mientras se bajaba del árbol, con cara enfurruñada. Anna se volvió hacia ella, con expresión indefinida, y, en medio de su trance, cogió su varita y conjuró un muro invisible. Así estarían a salvo.

- ¡Claro! ¿Cómo no se me ocurrió- preguntó Lily tontamente, sacando su varita también y conjurando una cabaña donde refugiarse-. No es gran cosa, pero creo que esta noche no podemos avanzar nada. Mañana ya veremos que hacemos...- suspiró, mirando al horizonte donde no se veía más que agua.

Susan miró atrás, al oír un aullido a sus espaldas que le produjo un escalofrío. Anna entró en la cabaña conjurada por Lily, sin mediar ni una palabra y cerrando la puerta de un portazo. Lily y Susan se miraron, algo sorprendidas por su reacción. Pero no lo dudaron más y entraron, para encontrarse con una cabaña perfectamente amueblada, con un recibidor cálido y acogedor, donde había un cómodo sofá en frente de una chimenea que daba calor a la casa. Al fondo había tres puertas, una que daba al cuarto de baño, otra a la cocina y una última que daba a un dormitorio con tres camas perfectamente alineadas y que tenía pinta de ser muy cómodas. Una de ellas ya estaba deshecha y Anna se encontraba acurrucada en ella, tapada hasta arriba con las mantas, y el hecho de estar de espaldas impidió que sus dos amigas vieran unas finas lágrimas que resbalaban por sus mejillas.

Sin pensárselo dos veces, el hombre lobo aprovechó la primera oportunidad que tuvo: como el ciervo apenas había dormido en los últimos días, se encontraba muy cansado y bajó la guardia en un momento, mientras que daba un pequeño bostezo, un ciervo bostezando, eso era para salir en un documental de los de la dos.

El hombre lobo, oliendo el rastro de las tres chicas que había abandonado el lugar, empezó a correr hacia el lugar que antes habían tomado las tres chicas. El ciervo, reaccionando a tiempo corrió hacia el mismo lugar, siendo seguido muy de cerca por el perro, que movía la cola alegremente tras ellos.

De pronto, el lobo, que estaba ganando velocidad al oler cada vez con mayor intensidad a Lily, Susan y a Anna, se llevó un golpe tremendo contra una especie de cristal enorme, dándose un fuerte golpe en su hocico, que empezó a sangrar. El lobo, herido, empezó a aullar a la luna, molesto. El ciervo y el perro se detuvieron, comprendiendo que la cabaña que se encontraba más adelante se escondían sus tres compañeras y que ellas mismas habían hecho un campo de fuerza para impedir que Remus las atacase. Ahora la pregunta que estaba en el aire era... ¿Cómo reaccionarían ellas a la mañana siguiente? Habría que esperar...

A la mañana siguiente, Lily fue la primera en despertarse. Digo que fue la primera en despertarse porque realmente Anna nunca se llegó a dormir y ya estaba despierta. Claro, que, mirando fijamente al techo de la habitación, pensando en varias cosas que se le pasaban por la cabeza. Como, por ejemplo, cierto licántropo... Hablando de licántropos, ahora que ella lo recordaba, el campo de fuerza no permitiría a ninguno de los tres chicos entrar. Y claro, debían de estar muy cansados ahora... Sería mejor salir y deshacer el campo de fuerza...

- ¿Anna- preguntó la voz de Lily, cuando la castaña se decidió por salir de la cama, donde hasta entonces había estado oculta bajo las mantas-. ¿Estas despierta?

- No, soy un zombi- comentó, sarcástica Anna, poniendo los ojos en blanco, algo fastidiada. Lily a observó, con una sonrisa entrañable, como si fuera lo más normal del mundo que su amiga le contestara así.

- Alguien no se ha levantado de buen humor hoy- comentó Susan, que acababa de levantarse en ese momento, al escuchar las voces de sus amigas.

- Da igual- Anna empezó a vestirse y prepararse rápidamente, agradeciendo que no se le notasen mucho las marcas de que había estado llorando casi toda la noche, y si se le legasen a notar, sus amigas la acribillarían con preguntas-. Va a ser mejor que salga, porque los chicos no podrán pasar.

- Vale, ¿a esta qué le pasa ahora- preguntó Lily cuando su amiga salió de la cabaña. Susan sonrió, con una sonrisa enigmática.

- ¿No me digas que no te has dado cuenta- preguntó con incredulidad, mirándola con algo de sorpresa. Lily alzó una ceja, sin comprender a qué se refería su mejor amiga-. A Anna le gusta Remus, Lily, y creo que le gusta mucho- añadió.

- ¡Ah, era eso- exclamó más tranquila Lily, pues ya se había puesto en lo peor. Aquello no era tan malo, después de todo, Remus era el merodeador que mejor le caía.

Mientras tanto, fuera, Anna se encaminó hacia el campo de fuerza, para encontrarse fuera con una escena entrañable. Allí estaban los tres merodeadores, dormidos en el suelo. Pero la atención de Anna se centró en el merodeador al que habían llamado el merodeador de los ojos dorados. Estaba apoyado en un árbol, profundamente dormido y con una herida muy fea en la nariz. Sin siquiera quitar el campo de fuerza, Anna hizo aparecer un botiquín de primeros auxilios, para encargarse ella misma de las heridas que tenía el chico.

Con un movimiento de varita, el campo de fuerza desapareció y ella se acercó al chico, agradeciendo su procedencia muggles y su experiencia para curar heridas. En poco tiempo, las heridas del joven fueron curadas, y sin mediar ninguna palabra más, Anna se levantó, dándole un tímido beso en la frente. Después volvió a la cabaña, con una sonrisa tonta dibujada en la cara.

Poco después, Remus se despertó. De forma instintiva, se llevó la mano a la frente, sintiendo un cosquilleo en el medio de la frente. De pronto, las imágenes de lo ocurrido ayer pasaron por su mente y esa sensación placentera se esfumó tan rápido como había llegado. ¿Qué pensarían ahora las tres chicas de él?

Despertó a sus dos amigos. Tardó un buen rato en despertar a James, pues el chico estaba que no podía con el sueño que tenía. ¡Tres noches seguidas sin dormir y ahora apenas había dormido un poco! ¡Aquello era demasiado para él!

- Chicos...- Remus estaba cada vez más nervioso.

- ¿Qué- preguntó James, bostezando. Sirius miró a sus dos amigos, sin comprender muy bien qué hacían allí. Vio el mar que se extendía más adelante, lo que lo desconcertó más.

- ¡Ellas lo saben! ¡Lo han visto! ¡Saben que soy un licántropo- Remus parecía a punto de ir a un debate en el que no tenía argumentos a su favor y estaba montando una escenita parecida a las que montaba Bush antes de un debate.

- Bueno... no creo que sea tan malo... de todas formas, mientras estemos aquí, malo será que te transformes otra vez, ¿no- intentó ser optimista Sirius, aunque no muy convencido con sus palabras. Sabía que las tres chicas tenían personalidades un poco raras y no estaba muy seguro de cual podría ser su reacción.

De pronto, cuando Sirius acabó aquella frase, las tres chicas salieron de la cabaña, con una sonrisa dibujada en sus caras. Los tres chicos las miraron, inseguros, como si pensasen que de repente se fueran a transformar en víboras asesinas y los fueran a atacar por lo ocurrido el día anterior.

- No es por nada, pero creo que tenemos que emprender la marcha ya- empezó Lily, en tono casual, sin comentar nada de lo que había pasado el día anterior. Los tres chicos se miraron entre ellos, inseguros.

- Eh... esto...- James se removía nervioso, sin saber muy bien qué debía de decir-. Pues, en fin... ¿Cómo atravesamos el mar- preguntó, no muy convencido de que su pregunta tuviera coherencia.

- Potter, ¿qué pasa, se te ha quemado la única neurona operativa que tenían en tu cerebro- preguntó Lily, mirándolo cómo si estuviera loco e ignorando el hecho de que ella misma había hecho esa pregunta la noche anterior.

- Bueno, dejémonos de idioteces y pasemos a la acción- decidió Susan, tomando las riendas de la situación. Sacó su varita, y murmuró un hechizo que ninguno de los presentes conocía. De pronto, en la orilla del mar apareció una embarcación de lujo, muy elegante y todos se quedaron viendo a la campesina, muy sorprendidos-. ¿Qué? ¡Aprendí ese hechizo en un libro de mi casa- se justificó, incómoda.

- Bueno... será mejor que vayamos ya, ¿no- preguntó Sirius, nervioso, mirando con desconfianza el barco, a lo que él denominó como "artefacto muggle extraño"-. Una pregunta... ¿Alguien sabe cómo se maneja este trasto- se miraron unos a otros, con nerviosismo.

- Bueno...- Anna no parecía muy convencida-. Yo en la playa monté en unos patinetes que había que pedalear y girar el timón para el lado contrario de dónde quisieras ir- comentó, no muy seguro de que sirviera de algo, sin embargo, el resto decidió que ella era la que más sabía de aparatos de navegación y ella y Remus, por su sentido de la orientación, fueron elegidos capitanes del barco.

Lily caminaba nerviosa, de un lado de la cubierta a otro. Seguía sin poder sacarse a James de la cabeza. ¡Qué horror! Y para colmo, él la consideraba una niñita mal criada caprichosa y egoísta. Tenía que demostrarle que se equivocaba... Pero... ¿cómo? Tenía que hacer algo, demostrarle algo... ¡Esto era mucho más difícil de lo que parecía! De pronto, escuchó una voz a su espalda. Se volvió, algo enfadada por esa voz:

- ¿Qué, Evans, pensando en mi- preguntó con su habitual arrogancia James Potter, desde la cubierta superior del barco, que estaba empezando a zarpar de una manera que hacía temblar todo.

- Más quisieras, Potter- mintió a la perfección Lily, sin inmutarse. Lo cierto es que no comprendía cómo la podía llamar niña mal criada caprichosa y egoísta, cuando él también lo era. Claro, él siempre la hablaba con ese tono egocéntrico que tanto odiaba, siempre con esa postura que la desconcentraba, con esa sonrisa que la encantaba y esa mirada que la envolvía... ¡Mierda, otra vez no!

- La verdad es que me estaba preguntando- dijo James, bajando ágilmente a la cubierta donde estaba Lily, con una sonrisa traviesa-. ¿Por qué no nos dejasteis entrar anoche en la cabaña?

- Potter, sabes de sobra que fue un encantamiento de campo de fuerza, supongo que el día que lo explicaron estabas castigado, ¿no- preguntó, como quien no quiere la cosa, mientras se incomodaba por que el chico cada vez estaba más y más cerca.

- Me apuesto lo que quieras a que en el momento de la explicación estaba pensando en ti- susurró James, llegando a escasos centímetros de su boca, y antes de que ella se atreviese a protestar ni a decir nada, eliminó la poca distancia que quedaban entre ellos con un apasionado beso.

CONTINUARÁ...

Bien, solo digo q James tiene un motivo pa acer lo q akba d acer, asi q no seais impacients i esperar pa el proximo chapi. Un beso, les pongo adelantos.

- ¿conseguiran no undirse?

- ¡a donde llegaran?

- 2 personas seran tragadas x una ballena

- Susan y Sirius, una nueva actitud

ivita black: weno,spro q l kpi t aya gustado tanta como el anterior, est s un poco + corto, pro weno, a vr q pasa aora q nuestros protas se an "embarkdo" Nunk mjor dixo, en una nueva i disparatada aventura... xDD Musas asias, pos Remus se a comportao... por como klqer lobito en luna llena... En fin, musas besos, intentar actualizar antes!

Kristin: Jejeje, muxas asias... xDD si, lo dl nmbr d los crdo a mi tb m aco bastant gracia... sq soi un poco rara con los nombrs, solo m saln kndo stoi inspirada... n st kpi un lo estuv muxo, pro weno, tu diras como a qedao, ok? Intentar, no promto nada, no tardarm tanto en actualizar... aunq a lo mjor s m ac difícil, ahora stoi n examns... en fin, muxos besos, wapa!

Trini: Jejeje, wapa, ia vist lo q paso... dond ai un wen encantamiento escudo, no ai pligro, nop? Aunq abra q vr xq Anna staba tan rara... n eso d sr ngativa sals a mi... xDD Weno, ia lo e dixo, ahora stoi n examns i a lo mjor m dmoro un poco al ponr l siguient kpi... Asi q paciencia... xDD (d eso io no tngo) Muxos besos, wapa!

Cristie: Olas, preciosa! XDD, sip, io qeria un Sirius d regalo x Navidad, pro ia ves, no m lo trjaron... :( I tc fui mui mala... weno, un poqito... xDD L pobr d Remus... siempr l tok lo por... m da musa pnita... Sip, sq son una cukda nuestros xikos... jejeje weno, abra q averiguar si los merodeadrs estan basados n prsonajs reales... xq si es asi, m mudo a Inglaterra a averiguar n qen sta basado Siri i si s necesario, lo scuestro para mi... xDD (Risa sadik) Sip, s q stoi lok... pro naci asi! Muxos besos, wapa!

Hermy: X fortuna no ai q lamentar ningun daño con el lobito... pro abra q vr xq Anna s comporta asi... weno, os djo con la intriga... Q mala soi... xDD Muxos besos, intentar no dmorarm tanto la prox vz, cuidat wapa!

Náyades: Olaaa! Musas asias x djar review, m alegra muxo q t gust mi ff! Weno, s q m dmor bastant, prdon! Sq taba mui liada... ahora stoi n examns i m saq un pqño ueco pa actualizar... spro q l kpi un t aya defraudado, muxos besos, wapixima!

Dejar rr!

AnnaBlack