Riza amaba el helado. Podía ser de cualquier sabor y en cualquier momento. Ya sea de día o de noche, invierno o verano, podía estar lloviendo o nevando; para Riza todo momento era momento perfecto para un helado.

Y fue por eso q cuando el coronel Roy Mustang la invito a tomar un helado, ella simplemente no se pudo negar.

Mas tarde, cuando estuvieron sentados uno junto a otro en una heladería sin decir nada por casi 10 minutos, Riza lamento haber sido tan débil. Claro que cualquier sentimiento de tristeza desapareció automáticamente cuando le trajeron la torre de helado y chocolate q había pedido. Después de todo, Roy iba a pagar, no?

La teniente había llegado a la mitad del helado cuando sintió a Roy reírse al lado suyo. Riza se detuvo con la cuchara en el aire para voltear y ver a Roy, mirándola fijamente y tratando con todas sus ganas de contener la risa.

-¿qué?- pregunto tratando de sonar molesta, pero fallando al tener la boca llena de helado.

-no, no es nada…-pero apenas había acabado de hablar cuando comenzó a reírse de nuevo. Riza le dirigió una mirada q hizo q Roy se apresurara a continuar- es q, te vez como un niño con un nuevo juguete. Nunca te había visto sonreír así-

Riza se sonrojo ante su respuesta y bajo la mirada. Sintió como sus mejillas ardían de vergüenza y sintió deseos de salir de ahí.

-no, no, no, no! No lo dije de esa manera!- Riza subió la mirada para verlo sonreír. No su sonrisa diabólica ni su sonrisa de playboy, sino una sonrisa de verdad –nunca te había visto sonreír así, pero me gusta este lado tuyo. Te ves hermosa cuando sonríes- Riza se sonrojo, pero esta vez no bajo la mirada, sino que le sonrió. Roy le sonrió de regreso, pero un momento después una carcajada escapo sus labios.

-¿Y ahora q?- pregunto entre divertida y exasperada. ¿La había invitado para reírse de ella?

-no, no, es sólo q…- se rió de nuevo-lo siento, pero tienes helado por toda la cara –Riza lo miro un segundo antes de entender lo q había dicho. Si antes se había sonrojado no era nada comparado con lo de ahora. Estiro la mano para coger una servilleta, pero una mano sobre la suya lo detuvo.

-Dejame a mi- Riza lo miro en shock mientras q Roy estiraba una mano y suavemente la rozaba contra su mejilla. Una vez satisfecho se llevo la mano a la boca y procedio a lamer en helado de sus dedos. Riza no pudo evitar quedársele mirando, así como tampoco pudo evitar el leve sonrojo de sus mejillas. Al ver como lo estaba mirando el también se sonrojo y rápidamente Riza volvio su atención al helado.

-Entonces¿Qué tengo q hacer para verte sonreír así más seguido?- pregunto después de unos minutos de (incómodo) silencio

-Podías llevarme a comer helado más seguido- Riza le sonrió y Roy no pudo evitar la sonrisa que se formo en su cara.