Holis n.n… una vez más traigo un fic nuevo, aparte de INFIDELIDAD e INSOMNIO, trigo este de nombre "Los ángeles caen del cielo"… en realidad gustó mucho el titulo, haber que les parece a ustedes n0n

Dedicado a: mi fan numer one Evadne, las locas de Musaga, Clio, Sailor Saga y Blue Marriot, y Cattu Shaka que me insistió mucho para realizar un fic de Shaka x Mu xD

Kisses y gracias por leerme n0n

Puro Corazón

¿Cómo olvidar esos hermosos zafiros color azul celeste, esa piel tal tan suave y blanca teñida de un delicado carmín, y esos cabellos dorados haciendo aún mayor contraste con su hermosa personalidad?

Sencillamente no comprendía el motivo por el cual no dejaba de pensar en él, y es que aquella sensación tan rara y tan gratificante, no le dejaba en paz. Lo había conocido hacia tan solo un par de días y desde entonces su solo recuerdo esta ahí en su mente… sin abandonarle un momento siquiera…

Ahora se preguntaba si ese mágico y electrizante encuentro, solo le había cautivado a él o también le pasaba lo mismo, a aquél bello ángel que un día cayó del cielo…

-:-:- Flash Back -:-:-

Shaka era el nombre de aquél espléndido ángel, que en esos momentos se encontraba sentado a la orilla de una de las fuentes de la escuela donde estudiaba. Su rostro en aquellos momentos, irradiaba una alegría infinita por el simple hecho de estar hablando con su querido Milo –el otro que estaba sentado a su lado-

-"Te lo digo enserio"- Decía Shaka con una sonrisa en sus labios –"Ese baile de primavera, es una excelente idea; incluso me atrevería a decir que es la oportunidad perfecta para reconciliarte con Camus"- El más alto sintió sus mejillas comenzar a calentarse con la mención de ese nombre, obteniendo como resultado que su rostro se viera levemente rojo; sin embargo, se cruzo de brazos en un ademán de molestia e incomodidad para mirar a cualquier otro que pasara en esos momentos y fulminarlo si era posible, con la mirada

-"Me niego a ir con ese cabezota"- Respondió en un que denotaba fácilmente enojo

-"Jajajajaja"- Una risa fue el resultado de ese comentario, pareciéndole de lo más graciosa la forma en la que Milo se expresaba de su –quizá- antiguo novio –"Primo, estas que no puedes vivir sin él…"

-"Ni con él…"- Murmuró casi de mal humor, aunque sabía que su comentario no era cierto

-"Jajajajajaja"- De nuevo rió el rubio más bajo rubio, tapándose la sonrisa con la mano, a causa de la mirada amenazante de su primo –"Bueno, cuando salgamos de la escuela podrás casarte con él"- Comentó con inocencia, como si aquél tema fuera cosa simple que se pueda hacer de un día para otro. Milo al oír aquello, sintió su rostro enrojecer completamente, incluso algo en el estomago que le impulsó a levantarse de un brinco para mirar a su familiar como si de pronto se hubiera vuelto loco

-"¡SHAKA!"- Gritó bastante escandalizado, aunque cuando notó que el tono en que había dicho aquél nombre fue bastante alto, tuvo que sentarse más apenado como nunca en su vida pudo haberse sentido. Cuando el rubio más bajo vio a su primo lo bastante calmado para proseguir su conversación, se puso en pie con una sonrisa

-"Caminemos un poco"- Dijo. Milo asintió y se puso de pie.

Ambos se querían demasiado, y aunque les parecía que la graduación los separaría por mucho, también sabían que sería imposible por el lazo de sangre que compartían. Y mientras iban caminando en silencio por el sendero de grandes árboles que se encontraba en el interior de la preparatoria a la que asistían, un suspiro escapó de los labios de Milo

–"Enserio, te quiero como a un hermano"- Rompió el silencio con ese breve comentario, Shaka; a lo cuál, el rubio más alto agradeció con una bella sonrisa, siendo correspondido por un guiño de Shaka y un comentario que sabía lo sacaría breves instantes de sus casillas –"Así que ya muero de ganas porque Camus sea mi cuñado"- Milo estuvo a punto de asentir; pero recordó el pequeño "pleito" –por así decirlo- con él

-"¡Yo con ese no voy ni a la esquina, fíjate!"- Respondió con indignación, frunciendo la nariz y los labios en un gesto de niño ofendido. Shaka rió una vez más y detuvo su paso para colocar una mano en el hombro del más alto

-"Vamos Milo, Camus trató una y mil veces más de explicarte; pero tú no le permitiste ni una sola palabra… tú simplemente querías ir a la fiesta"

-"¡Oh, Claro!"- Exclamó en un tono casi sarcástico mientras levantaba sus dos manos al cielo en signo de desesperación –"Ahora yo tengo la culpa"

-"No Milo, solo que Camus quizá tenía otros planes para ustedes dos esa noche… no sé, tal vez quería hacer algo diferente…"- El más alto le miró confundido, permitiendo que su frente se arrugara ligeramente; pero algo en la mirada celeste de su primo, le reveló enseguida la respuesta

-"¿Acaso insinúas que…"- Cerró levemente sus parpados, inquiriendo así por una respuesta de parte del otro rubio. Shaka embozó una sonrisa que no le gustó mucho a su primo, permitiendo que sus ojos brillaran con destello de ¿Malicia?

-"¿Por qué no? Ustedes son novios desde primer año, tal vez Camus estaba listo para dar un paso más ¿No crees?"- La cara de Milo se lleno de un color sonrosado, que dieron a su rostro adulto, un toque muy tierno de un muchachito tímido; al pensar en la simple y sola idea de que por la mente de su pelirrojo novio, cosquilleara esa opción en vez de ir a la fiesta.

El rubio más alto se sacudió la cabeza provocando que su primo se llavera una mano a la boca y evitar no la risa, sino la sonora carcajada burlona que iba a escapar de sus labios ante el comportamiento de su querido familiar.

Ambos siguieron caminando por el sendero de árboles, percatándose enseguida, del extraño sonido más parecido a un pitido débil, que un silbido.

-"¿Qué será eso?"- Preguntó Shaka sumamente extrañado, tratando de encontrar con la mirada lo que provocaba dicho ruido, y de poner un poco de atención para tratar de saber lo que era

-"No sé"- Contestó Milo con fastidio, mirando a diestra y siniestra, sin encontrar una respuesta posible o sensata para el pequeño –aunque bastante molesto- ruido que se oía. El rubio más bajo caminó algunos pasos con cuido por el pasto, alrededor de unos cuantos árboles por donde se hacia cada vez más fuerte… encontrando el motivo por el cual se oía semejante ruido, un tanto exasperante para su primo

-"Milo"- Le llamó Shaka inclinándose hacia el suelo para ponerse en cuclillas, y tomar entre sus manos –con sumo cuidado- un pequeño pajarito que había caído de un nido en la cima del árbol –"Encontré el problema"- El rubio más alto se acercó hacia su primo con algo de preocupación, escuchando el alarido de la pequeña ave indefensa, sostenida y mostrada en la mano de su primo

-"Pobrecito"- Exclamó Milo sintiendo pena por el ave. Shaka acarició la cabecita del pajarillo con la yema de uno de sus dedos, luego miró hacia el cielo –más que nada las copas y ramas de los árboles- buscando el nido del pequeño recién caído –"¿En qué piensas primo?"- Le preguntó el rubio mayor con extrañeza, notando como su entrecejo se fruncía a ratos y luego sonreía

-"En que debemos subirlo a su nido"- Respondió con una radiante sonrisa, señalando con su mano libre la rama donde estaba el hogar del ave

-"¡Estas loco!"- La sonrisa del rubio más bajo se deshizo con esa exclamación –"Ni aunque mi vida dependiera de ello lo haría"- Shaka le miró con el entrecejo fruncido

-"No lo dejaremos en el piso expuesto ser comido, pisado o cualquier otra cosa que quieran hacerle… tenemos que llevarlo"- Milo negó con la cabeza, cruzándose de brazos y haciendo con la cara de nuevo un gesto infantil, frunciendo los labios y arrugando la nariz

-"No, no tenemos…"- Se negó de nuevo con la cabeza, provocando que los rizos de su cabello se movieran también

-"Milo…"

-"NO lo subiré"- Shaka quería una explicación a tal comportamiento, sabiendo que su primo no era de esos que no se conmovían ni que fueran desinteresados. El rubio más alto se sintió incómodo por aquella mirada y solo alcanzó a musitar –"Me puedo ensuciar el uniforme"- El dueño de los zafiros celestes comprendió todo. Milo desde niño le tenía miedo a subir a los árboles, porque cuando tenía ocho años, se rompió un brazo al caer de uno por tratar de bajar a su gato pelusa

-"De acuerdo"- Suspiró dedicándole una tímida sonrisa en forma de comprensión. Le dio la espalda y se dirigió al árbol dispuesto a treparlo

-"Vas a caerte Shaka"- Dijo preocupado el rubio más alto

-"No me pasará nada primo"- Respondió girando su rostro para sonreírle con ternura, cerrando los ojos y marcando en su faz un aspecto de ángel. Volvió a mirar el árbol, ahora con algo de duda y determinación después, trepando con cuidado para no resbalar, astillarse o lastimar al pobre pajarito que yacía en la palma de su mano.

-"Ten cuidado"- Le decía un preocupado Milo desde el piso, alejándose unos seis pasos del árbol donde su primo estaba trepado, para mirarle mejor

Shaka siguió trepando el árbol, sintiendo como sus dedos, manos y piernas temblaban a causa del miedo. En parte se sentía culpable del accidente que su primo había tenido cuando era niño, por hacerle una maldad a pelusa y obligarlo a subir al árbol… vaya que ahora recordaba lo mal que ambos rubios se llevaban; pero que después de ese día su relación cambio, por que Shaka se preocupó demasiado por él… Y ahora que tragaba saliva con tal dificultad, por aquél nudo que se hacia en su garganta; deseaba dejar de recordar todo eso, en una señal como quien no quiere ver pasar toda su vida ante sus ojos antes de morir…

Cuando su cabeza estuvo bajo el nido, suspiró meramente aliviado; recargando una de sus manos para trepar en una rama cercana, e impulsar su cuerpo hacia arriba para acomodar el resto de sus piernas en una posición mejor, para ver el nido de cerca.

Un montón de ramas y hojas secas, componían el hogar del pequeño pájaro, donde había dos pequeños más dando leves –pero un poco molestos- graznidos-

-"Aquí estarás a salvo"- Dijo Shaka dejando al pequeño pájaro, que comenzó a revolotear por todos lados; y el rubio no sabía si eso era un "gracias"; pero de todos formas sonrío bastante complacido por su buena acción

-"Ya baja de ahí"- Escuchó la voz aún asustada y preocupada de su primo. El bello ángel siguió contemplando a las cuatro pequeñas aves, antes de decidir bajar al suelo; cuando escuchó algo crujir y tambalearse unos segundos bajo él, para luego no sentir nada y caer hacia el suelo…

Milo se cubrió los ojos, horrorizado. Shaka simplemente gritó –aunque era difícil saber si lo hacia por las imágenes de toda su vida que ahora pasaban delante de sus ojos, o por lo rápido que distinguía cada vez más próximo el suelo… cerrando los ojos para esperar recibir el golpe fatal…

Sin embargo su caída fue amortiguada por algo cálido y no tan duro como esperaba que fuera, tampoco fue tan terrible al lograr percibir un aroma tan… ¿Agradable?... Era una sensación tan extraña y tan hermosa, que no pudo evitar levantar un poco de la cabeza y abrir los ojos… sin estar listo para lo que encontraría a continuación…

Una faz tan blanca como la nieve y dos esmeraldas por ojos, fue la visión que sus celestes le regalaron… perteneciendo al semblante de su salvador

-:-:- Continuará… -:-:-

Espero que fuera de su agrado n.nU… aunque no me centre mucho en la pareja, es más que nada como una intro o algo así ...

De antemano agradezco sus comentarios y que me lean aunque no posteen n.n… besos y saludos a los lectores ánimos D