Nota: Kenshin y compañía no me pertenecen TT (que lastima u.u)

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INDICACIONES:

Na: notas de la autora

(...): silencio del personaje o tardanza del personaje al hablar

" ": pensamiento del personaje

Nota: A todos aquellos que tengan la cancion de 1/3 no junjou na kanjou les recomiendo que la escuchen al final, cuando comienza a salir la cancion en el fic n.n (jeje tome tu idea Yumiki, arigatou)

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¿QUIEN AMA A QUIEN? Cáp.12 "Decisión"

Mientras tanto en el dojo una silueta se deslizaba por la noche con mucha cautela para no hacer ningún ruido y cuando puso un pie fuera del portón una voz la detuvo dándole un susto que hasta sintió un escalofrió recorrer su espalda…

- ¿A donde vas?-.

-Kenshin!-. Kaoru lo miraba sorprendida mientras este caminaba serio hacia ella.

-¿A donde piensas ir a estas horas?-.

-Bueno…yo, yo necesito ir a hablar con Megumi…Kenshin no podemos dejar que Sano se vaya-.

Kenshin solo suspiro, luego le extendió la mano a Kaoru sonriéndole.-Esta bien, ¿pero yo te acompañare de acuerdo?...además el clima se esta poniendo fresco…puede que llueva-.

Kaoru le sonrió tomo su mano enlazándola con la de ella para luego dirigirse a la casa de Megumi. Una vez ahí comenzaron a llamar a la puerta y minutos después era abierta por Megumi quien les murmuro un poco adormilada.- ¿Tienen idea de la hora que es?-.

Después de un rato los tres estaban bebiendo un poco de té que Megumi había preparado. Estaban en silencio hasta que Kaoru se decidió a hablar.- No puedes quedarte así!...tu lo quieres!...

-Lo siento…pero no hay nada que hacer-.

Kaoru se estaba desesperando por la actitud de Megumi. Tanto que con ambas manos golpeo la mesa sorprendiendo a la doctora y a Kenshin.

-Eres un tonta!...no se como dices que lo quieres y no haces nada por recuperarlo!..

Kenshin trato de tranquilizar a Kaoru. Esa no era la forma en la que lograrían hacer que Megumi pensara mejor las cosas.-Kaoru…jeje...cálmate-.

-Lo siento Kaoru pero...yo no puedo hacer nada-.

El sonido de una bofetada se dejo escuchar en la habitación. Kenshin con ojos desorbitados por la sorpresa miraba lo que había hecho su mujer. Mientras Megumi con una mano en su mejilla la cual estaba roja por el golpe miraba a Kaoru sin creérselo.

-¿Y eres tu la que me dijo cuando fui a Tokio a buscar a Kenshin que no me diera por vencida?... ¿así es como dices que amas a Sano?...piénsalo bien Megumi…Sano se va esta madrugada…

Las palabras de Kaoru resonaban en la mente de Megumi…pero las ultimas hicieron que su corazón se acelerara… ¿Sano se iba a ir?…otra vez se iba a quedar sin él…no, no quería… ¿pero que podía hacer?. Kenshin y Kaoru decidieron irse…para que Megumi pensara mejor las cosas. Kaoru salio, Kenshin que se quedo un poco atrás le murmuro algo a Megumi.

-Haz lo que tu corazón te dicte…al final...te sentirás realmente feliz al tener a la persona que amas a tu lado-.

Le dedico un sonrisa y luego salio de la habitación. Ambos se dirigieron al dojo. Estaban en silencio, pero Kenshin tenia fuertemente de la mano a Kaoru, quería que supiera que estaba con ella.-¿Crees que hice lo correcto?-.

-Claro que si, ahora solo depende de la srta. Megumi-. Kenshin sintió una gota caer sobre su rostro.-Ahora será mejor que nos demos prisa…no quiero que mi mujer se resfrié-.

Kaoru se sonrojo ante el comentario de Kenshin…este solo sonrió y la abrazo para así dirigirse a su hogar.

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Habían pasado unos minutos cuando llegaron Kenshin y Kaoru al dojo. Tuvieron suerte ya que luego la lluvia comenzó a apretar.

Pero no la misma para una chica que iba corriendo en medio de la lluvia. Solo se escuchaba el sonido del agua en su trayecto. Su rostro estaba cubierto por las lágrimas, las cuales se confundían con las gotas de agua que caían fuertemente. Su trayecto fue interrumpido al caerse, el suelo estaba lodoso por la fuerte lluvia. Eso no le importo y limpiando sus mejillas por las lágrimas y el agua, se levanto para seguir con su trayecto. La desesperación y frustración que sentía eran la fuerza que la ayudaban a seguir.

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Se asusto al escuchar como llamaban fuertemente a la puerta. Dejo de meter unas cosas a una bolsa para ir a abrir.-Ya…voy que escándalo-. Sus ojos se abrieron de sobremanera al ver a la persona tras la puerta. Completamente empapada y tiritando de frió.-Me…Megumi-.

Ella se abrazaba a si misma. Estaba congelándose, solo podía sentir la calidez de sus lagrimas sobre sus mejillas. Realmente estaba tan aliviada de verlo aun ahí. El hecho de que no lo alcanzara, hacia que su angustia aumentara. Pero no pudo contenerse por mas tiempo y comenzó a sollozar.-E…estas…aquí-.

Sanosuke reacciono de inmediato haciéndola entrar.-¿Estas loca!...estas congelada!-. Rápidamente cerro la puerta y le puso encima una manta mientras ella temblaba por el frió. Sanosuke preparaba algo de te, ella simplemente no decía nada. Se la había pasado callada con la mirada fija en el suelo.

-será mejor que te quites esa ropa mojada, en la bolsa que esta sobre el futon hay una yukata-. Sanosuke carraspeo un poco.-No te preocupes…no volteare-.

Megumi se sentía avergonzada, fue un impulso el irlo a buscar. Ahora estaba ahí y no podía retractarse. Se levanto y comenzó a desvestirse. Al terminar de ponerse la yukata se cubrió con otra manta que se encontraba a su mano y se sentó en el futon.

Sanosuke se acerco a ella para ofrecerle el té. Ella lo acepto tímidamente, bebió un poco. No quería levantar la vista. Sentía, sabia que la de él estaba fija en ella.-¿Por qué estas aquí?-.

Megumi se esperaba esa pregunta, pero no sabia que responderle. ¿Porque era tan difícil decir sus sentimientos?.-Yo…vine porque…-.

Sanosuke suspiro, luego le quito la taza de té a Megumi quien lo miraba confundida.-Te lo preguntare una vez mas mi kitsune, de ti depende de que me vaya o me quede-. Trago saliva y se decidió.-Te amo, ¿Quieres casarte conmigo?-.

El corazón de Megumi latía a mil por hora. Su mente era un desastre, el chico a quien más amaba le estaba pidiendo matrimonio. ¿Acaso se trataba de un sueño?. Los labios de la doctora comenzaron a temblar, sus ojos nuevamente se llenaron de lagrimas.-S…si-.

Fue casi inaudible, pero Sanosuke logro entenderlo perfectamente. La abrazo fuertemente como si en eso se le fuera la vida. Ella hizo lo mismo aforrándose al hombre que amaba y que no dejaría ir por nada del mundo. Sintió los labios de Sanosuke sobre una de sus mejillas.-¿Me amas?-.

Ella lo miro tiernamente, su felicidad era tanta que su inseguridad se esfumo por completo.-Te amo-.

Eso era lo único que necesitaba escuchar Sanosuke. Sus labios se unieron a los de ella suavemente, pero ese beso suave fue cobrando intensidad. Mientas Megumi pasaba sus brazos tras el cuello de Sanosuke…

Comienza el Lemon

La manta que tenia puesta Megumi resbalo por sus hombros. Sanosuke poso su mano en la mejilla de ella mientras comenzaba a entreabrir levemente sus labios. Ella entendió lo que el quería, así que le dio entrada en su boca. En unos instantes sentía la lengua de Sanosuke moverse sobre la de ella. Simplemente se dejo llevar por el sentimiento que él le hacia sentir. Lentamente Sanosuke fue recostándola en el futon, Megumi se estremeció al sentir el contacto de la mano de Sano sobre una de sus piernas. Sus labios se separaron lentamente, sus respiraciones comenzaban a agitarse. Sus miradas eran intensas.

-Sanosuke-.

-Déjame amarte, déjame demostrarte todo lo que siento por ti Megumi-.

Ella solo asintió, confiaba plenamente en él. Fue cuestión de segundos para que el castaño se acomodara sobre ella. Su mano se aventuro por dentro de la yukata. La piel de Megumi quemaba, el contacto de la mano de Sanosuke era demasiado. Mientras para él, el solo pensar que lo único que lo apartaba del cuerpo desnudo de Megumi era la yukata, su deseo por ella aumentaba.

Los besos, las caricias, las palabras llenas de amor y deseo, iban excitándolos cada vez más. Para esos instantes ambos ya estaban despojados de sus ropas. La mirada fija de ambos, ardiendo de deseo por consumar su unión. Sus alientos entremezclándose por la agitación.

Estaba nerviosa, sabia lo que seguía a continuación, sus piernas se tensaron al sentir aproximarse el miembro de Sanosuke a su entrada. Pero él quería que ese momento fuera especial. Comenzó a darle suaves y cortos besos en sus dulces labios, sus mejillas murmurándole cuanto la amaba. Esas palabras lograron tranquilizarla mas, llevo sus manos tras la espalda del chico. Sus piernas se relajaron y con la unión de sus labios le demostró que estaba lista.

Por su parte, el respondió el beso, mientras lentamente fue bajando sus caderas. Un gemido fue emitido por Megumi al sentir como era invadida por él. Se aferro a la espalda del chico cuando aquella barrera que les impedía unirse por completo fue traspasada. Sus labios se separaron ante el gemido de placer que ambos emitieron. Por fin estaba dentro de ella, por fin era completamente suya, se quedo quieto un instante para que ella se acostumbrara a esa nueva sensación. Pero no perdía de vista ningún gesto de ella.

-ahh…te amo Meg-.

-mm…te amo mas que nunca Sanosuke-.

Y así en un ritmo de mete y saca, se entregaron en cuerpo y alma por primera vez. La noche lluviosa podía camuflajear muy bien las exclamaciones y gemidos de placer dados por la pareja de amantes. Al llegar al momento cumbre, Megumi clavo las yemas de sus dedos en la espalda de su amante. Jamás había sentido una sensación así, esa sensación de sentir como ambos cuerpos explotaban de placer al mismo tiempo. Esa sensación de calidez al sentir como él se venia dentro de ella.

Por su parte, Sanosuke jamás había sentido placer igual. Es verdad que antes había tenido sexo, pero solo fue eso. Ahora estaba con la mujer que ama, ahora por primera vez, había hecho el amor. Y eso realmente lo había fascinado. Tanto que la pareja de amantes repitieron una y otra vez su entrega. Hasta que sus cuerpos transpirados y agotados quedaron dormidos uno junto al otro.

Fin del Lemon

Era una tarde muy amena. En el dojo festejaban el cumpleaños de Yahiko. Todos estaban ahí, Katsu platicaba tranquilamente con Sanosuke y Kenshin. Yahiko era atendido por Tsubame, al parecer ya había romance entre esos dos. Aunque por más que lo trataran de mantener en secreto, eso era imposible.

Otae se acerco con los chicos, traía en brazos a Keiko, la bebita de ella y Katsu, apenas tenia 8 meses de nacida.-Katsu podrías ayudarme, se acabaron las bebidas para los invitados, en el almacén dejamos mas-. Sanosuke se mofo de él, ya que desde que se caso se había convertido en el típico esposo que obedece a su esposa.

-Sanosuke, mejor ni digas nada, llevar 5 meses de matrimonio es poco, aun te falta saber lo que es bueno-. Le decía burlesco Katsu.

-que va!...yo nunca dejaría que pasara eso-.

-Con que esas tenemos Sanosuke Sagara-. Megumi estaba detrás de el con una venita en la sien.

El castaño sonrió nervioso, esta vez no había forma de que escapara. Kenshin y Katsu estaban riéndose por la situación de su amigo.

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En esos instantes, pero en otro lugar, Kyoto para ser exactos. Un chico se encontraba meditando en el templo, estaba muy concentrado con sus ojos cerrados. (NA: si con eso adivinan cierto:P). Arqueo su ceja un poco y murmuro sin cambiar su postura.-Ya te escuche-.

-No vale Aoshi!...nunca puedo tomarte desprevenido-. Decía de forma molesta la energética Misao. Aoshi apenas y si sonrió al escuchar el tono de su prometida. Así es, su prometida, puesto que estaban a dos semanas de casarse. Y justamente a esa loquita y prometida suya, cada día iba al templo a querer tomarlo desprevenido. Y cada día ella se quedaba a su lado, completamente en silencio para que el siguiera meditando. El hecho de tenerla cerca de él era tranquilizante. Podía hacer mejor su meditación.

Pero…todo puede cambiar, ¿verdad?. Porque esta vez, se extraño que su Misao no se sentara a su lado. Justo cuando iba a abrir sus ojos. Sintió la sensación más escalofriante y a la vez tan placentera que jamás haya sentido. Los brazos de Misao rodear su pecho, sentir el de ella pegado a su espalda, sentir su respiración en su cuello.

-Mi…Misao-.

La chica sonrió al escuchar el tono nervioso de su prometido. Pero quiso aventurarse un poco más, así que llevo su mano por dentro de la yukata de Aoshi mientras besaba su cuello. El hombre que parecía inmutable, el hombre que parecía de hielo. Ese hombre se desmorono por completo, sus mejillas se tornaron un poco rojas, su nerviosismo fue en aumento, pero con el poco autocontrol que le quedaba murmuro.

-Detente…Misao-.

-Muy bien!-.

Y así sin mas, la chica se separo de él, dejándolo casi boquiabierto. El verlo así era un deleite para su pupila, el poner en ese estado a Aoshi, realmente era algo que la hacia sentir tan bien.

Aoshi no sabia ni que decir, esa mujer, un momento, ¿Cuándo dejo de pensar en ella como su niña, para ahora pensarla como su mujer, si…realmente era toda una mujer. Tenia que aceptarlo, sabía como desequilibrarlo. Siempre se había auto controlado al estar con ella. Su relación no había pasado de besos, caricias, pero jamás a nada mas intimo.

Misao lo miro divertida, se acerco a él y lo beso suavemente. Luego le murmuro rozando sus labios contra los de él, haciéndose la inocente.-¿Pasa algo?-.

Misao esperaba cualquier reacción de Aoshi, excepto que la tomara de la cintura sentándola sobre sus piernas. Pero eso no fue la que la sorprendió más, sino el hecho que la besara de la misma forma que ella a él.-Si…me preguntaba si es que… tengo que esperar dos semanas-.

Misao le sonrió mientras paso sus brazos tras el cuello de ese hombre que amaba con locura.-Te amo y te amare siempre-. Después le sonrió divertida.-Y no,…no tienes que esperar dos semanas-.

-Te amo-. Fue lo último que le murmuro antes de besarla y tomarla en brazos para dirigirse a su habitación.

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Megumi miraba molesta a Sanosuke.-Ven, que necesito hablar contigo cabeza de pollo-.

-Hey ya te dije que no me llames así zorrita-.

Megumi lo tomo de la oreja y comenzó a jalarlo.-Y tú no me llames así, ahora ven-. Katsu se dirigió al almacén mientras se iba riendo de Sanosuke. Megumi miro a Kenshin.-Ah Kenshin, Kaoru te llama, esta en la cocina-. Luego se fue de ahí con su esposo de la oreja.

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Kaoru estaba acomodando unos panecillos que había preparado Otae. Cuando sintió unos brazos rodeándola.-Como esta la esposa mas bella del mundo?-.

Esa voz era inconfundible, su pelirrojo si que la mimaba mucho.-jeje muy bien, ¿y el esposo mas lindo y tierno del mundo?-.

-Feliz-.

Kenshin acariciaba el vientre un poco abultado de Kaoru, ya que tenía 4 meses de embarazo. Beso la mejilla de su esposa y le murmuro que la amaba cerca de su oído. Kaoru busco los labios de su esposo, el cual no se la puso nada difícil, sus labios se unieron suavemente y de la misma forma fueron separados.

-Me dijo Megumi que querías verme-.

-Ah es verdad, recibí esto-. Kaoru le mostró una carta a Kenshin.-Es una declaración de amor, pero no se de quien sea-. Decía de forma inocente, mientras la mirada de su esposo cambio drásticamente, se notaba que estaba celoso.

-¿Quién la mando?-.

-No te digo que no se, no tiene a quien va dirigida y tampoco remitente-.

-¿Entonces como sabes que es tuya?.-decía ya un desesperado Kenshin.

Kaoru ya no aguanto la risa, sorprendiendo al pelirrojo.-jaja..Es broma amor-.

La ceja de Kenshin se arqueo levemente.-Kaoru Kamiya tendré que castigarte por esto-. Realmente había sido un alivio para él, el solo pensar que a su mujer la pretendía otro tipo le hacia arder la sangre, pero al saber que todo era una broma de su esposa realmente lo tranquilizo. Pero no se iba a quedar así, le cobraría esta a Kaoru y con intereses. Sonrió picadamente a Kaoru quien se iba a separar de él. Pero claro esto lo impidió nuestro pelirrojo aforrándola a él, claro cuidando de no presionar mucho su vientre.

-jeje…Kenshin, ¿Qué haces?-.

Kenshin comenzó a darle varios besitos por toda la cara haciendo muchas cosquillas a Kaoru, quien no paraba de reír.-mm...cobrándome…lo que...mm…mi esposa…mm…me hizo…mm-.

-jaja…para…Kenshin!...jaja-.

Kenshin se detuvo y la miro tiernamente.-Te amo Kaoru, siempre te voy a amar-.

-Y yo a ti, mucho mucho mucho-. Decía sonriente ante la felicidad que sentía en esos momentos.

-Y dime, ¿que es ese sobre a fin de cuentas?-.

-Ahh…ya ves que fuimos a comprar los billetes para ir a Kyoto para estar en la boda de Misao y Aoshi, pero estaba cerrado. Le deje el dinero a Megumi y ella y Sano pasaron antes de venir para acá a comprarlos y acá los tengo-.

-mmm… ¿pero eso que tiene que ver conmigo amor?-.

-nada, solo quería que vinieras para verte-. Dijo espontáneamente provocando la risa de Kenshin.-No te burles!...sabes que me he vuelto muy sentimental y quiero que estés a mi lado-. Le dijo de forma mimada.

Realmente así era, desde hace un mes Kaoru estaba muy sentimental. A veces lloraba por la mínima cosa. Y Kenshin al adorar a su bella esposa, no hacia mas que consentirla (NA: ojala así fuera mi novio -…jaja ya se es mucho pedir :P).

-tontita-. Kenshin abrazo fuertemente a Kaoru, para demostrarle que jamás la dejaría sola, siempre estaría con ella, siempre seria su gran amor.

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Sanosuke levantaba en vilo a Megumi dando vueltas de felicidad…

kowareru hodo aishite mo
sanbun-no-ichi mo tsutawaranai
junjou na kanjou wa karamawari
I love you sae ienaide-iru my heart

nagaku nemurenai yoru ga
kimi e no omoi
"sore wa koi nan desu" to sasayaku yo
tomedonaku katari kakeru
yureru kodou wa
binetsu majiri no tameiki e to kawaru

Give me smile and shine days
kimi no smile de
itetsuku yoru no samusa mo good, koraerareru

kowareru hodo aishite mo
sanbun-no-ichi mo tsutawaranai
junjou na kanjou wa karamawari
I love you sae ienaide-iru my Herat


-Gracias Meg-. Estaba realmente feliz, iba a ser padre, tenia a su lado a la mujer mas maravillosa que se podía imaginar, ¿Qué mas podía pedir?


manatsu no ame no you ni
kawaita suhada
uruosu kimi no egao ga mabushikute

Give me smile and shine days
kyuu ni sumasanaide
donna ni konnan de nankan na kabe mo,
koeru kara

dore dake kimi wo aishitara
kono omoi todoku no darou
mitsumerareru to ienai
kotoba ga chuu ni mau

hanarereba hanareru hodo
itoshii hito da to kidzuku
motomereba motomeru hodo ni
setsunai kyori wo kanjite'ru my heart

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-¿Estas contenta?-.

-Si, hace tiempo que no miramos a nuestros amigos del dojo-.

-Estoy seguro que mas de uno se sorprenderá-.

Enishi abrazaba a su esposa mientras miraban al horizonte, el mar era hermoso. Shura recargo su cabeza sobre el pecho de su esposo, mañana llegarían al dojo.-Enishi-.

-¿Si?-.

-yo…-. Se sonrojo un poco, pero se armo de valor.-Yo quiero tener un bebé-.

Esto lo tomo por sorpresa, no se esperaba que le pidiera eso. Pero realmente también deseaba tener una familia con ella.-Deberíamos empezar, ¿no crees?-.

-jaja-. Realmente amaba a ese hombre, también amaba su buen humor.


Give me smile and shine days
Give me smile and nice days
moshimo kono ude de,
kimi to dakishime aeta nara

dore dake kimi wo aishitara
kono omoi todoku no darou
yume no naka de wa tashika ni
ieta hazu na no ni

kowareru hodo aishite mo
sanbun-no-ichi mo tsutawaranai
junjou na kanjou wa karamawari
I love you sae ienaide-iru my heart

My heart

El amor realmente existe, esta donde menos te lo esperas, se paciente y veras que llegara tu persona indicada.

-------------------------------- F I N-------------------------------

Gracias!...muchas gracias a todas las personas que me apoyaron, se que tarde muchísimo tiempo en actualizar. Pero aquí esta, el ultimo capitulo de ¿Quién ama a Quien?. Me divertí mucho escribiendo esta historia.

Me gusto mucho este final, espero sus opiniones, sus tomatazos, sus criticas, todo para saber ke tal kedo ¿si?.

También los invito a leer mi nuevo fic, Mi adorable pecado, el cual actualizare prontito .

De verdad Kaoruluz se los agradece!...dejen sus reviews!