Hola, aqui esta la tercera parte ¿no me tarde mucho verdad? aunque creo que nadie lo lee uu pero en fin espero que quien lo lea me deje un review para que asi sepa que le esta gustando y lo continue.

Mi queridad Lily gracias por tu review, como te dije eres la primera, me diste muchos animos

Todo lo que ya conozcan no es de mi propiedad


La humanidad es enorme, tan grande que no hay una persona igual a otra en todo el mundo, sin embargo, existen personas que utilizan un mismo patrón de carácter y personalidad, es el caso de nosotros los Slytherin. La vida me mostró que hay seres únicos, pero yo descubrí que todas las personas son únicas, aun cuando aparentan ser igual a los demás.


Todo parecía volver a la normalidad, para mi era un gran alivio que mis compañeros ya no situaran su atención sobre mi, ahora podía ir a todas partes sin sus miradas de burla.

¡Longbottom! Fíjate bien en lo que haces, porque si cometes un solo error te castigare toda la semana.

- Si profesor – contesto el agachando la cabeza

La clase de pociones no era una de mis favoritas, pero por lo menos era entretenida, sobre todo porque Longbottom siempre le daba un toque de diversión y el profesor Snape siempre se lo quitaba.

- Señorita¿se puede saber por qué no esta preparando su poción? – pregunto mirándome fijamente.

Mire al profesor por un momento y después mire mi caldero, estaba tan entretenida mirando lo que Longbottom hacia que no percate de ya todos habían comenzado con su poción.

- Es que…creo que no puse atención.

Baje un poco mi rostro para que no se notara el rojo de mis mejillas, como era posible que ni siquiera hubiera puesto atención. El profesor me dirigió una mirada penetrante, podía sentirla sobre mi cabeza.

Por suerte la clase estaba apunto de terminarse, tal vez, con un poco de suerte lograría salvarme de esa incómoda situación.

- Es todo por hoy, quiero sus muestras en mi escritorio.

Guarde todas mis cosas y me prepare para irme, pero al levantarme del asiento sonó la frívola voz del profesor Snape otra vez y que al parecer se dirigía a mi.

- Usted, se queda.

- Si profesor.

Mire como todos salían de la mazmorra, tan alegres como siempre, Malfoy antes de salir sonrió burlándose de mi. El profesor camino hasta su escritorio y se sentó, lo cual me confundió.

- Acérquese – ordeno sin mirarme

Me acerqué sin protestar, pero dudando de lo que pudiera decirme u obligarme a hacer.

- Siéntese.

Obedecí al instante y acerqué una silla al escritorio para poder sentarme, ahora si que estaba confundida.

¿Por qué estaba tan distraída? – pregunto con cierta curiosidad

¿Qué¿acaso no va a castigarme?

- Yo decido eso, ahora conteste.

- Bueno, es que… me distraje... viendo lo que Longbottom hacia, pensé que seria divertido ver que su poción reaccionara como la de la semana pasada.

- Vaya pensé que era por lo de sus padres.

- No, no era por eso.

- Bien, ahora quiero que me conteste algo¿ha visto algo raro a su alrededor últimamente?

¿Raro?… creo que no, todo ha estado normal – asegure después de pensarlo un poco.

Su actitud era un tanto sospechosa¿Qué clase de pregunta era esa¿Qué pretendía¿En que estaría pensando?

- Bien, siendo usted de mi casa, por esta ocasión no le bajare puntos, ni la castigare, pero no quiero que esto vuelva a ocurrir.

- Si profesor.

- Puede retirarse.

Me levante de la silla tome mis cosas y salí del lugar, no era muy común que el profesor Snape no castigara a alguien, incluso si era un Slytherin, pero por suerte me había salvado de un buen castigo.

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Después de la ultima clase me dirigí a la biblioteca, tenia algunos deberes que terminar y así podría aprovechar para leer algún libro o usar ese tiempo para dormir, pero era mas productivo lo del libro.

Por suerte la biblioteca estaba completamente vacía, bueno solo había alguien ahí, Hermione Granger, quien tenia a su lado una "pequeña" torre de libros. Fui hasta las estanterías y tome algunos que necesitaba, los lleve hasta mi lugar y comencé con los deberes. Por suerte no eran tan complicados como pensé que serían por lo cual terminé rápidamente e inicie un libro que aun no había leído.

¿Vas a ocupar ese libro?

Levante la vista, Granger me miraba con fastidio, al parecer no le era muy agradable mi presencia y sinceramente yo pensaba lo mismo de ella.

- No.

- Bien.

Tomo el libro y volvió a su lugar¿Acaso no tenia suficiente con ese montón de libros¿O solo lo había hecho para fastidiarme? Volví a mi libro y trate de concentrarme en la lectura. Las horas pasaron y justo cuando estaba en la parte más interesante una frívola voz se dejo oír.

¿Qué tenemos aquí? El pequeño ratón de biblioteca alimentándose¿Por qué no te quedas a vivir aquí Granger? – dijo Malfoy frívolamente.

- No seria mala idea, aunque no es necesario, porque por lo menos tengo mucho mas cerebro que tu – contesto ella con aires de grandeza.

No pude evitar reírme tras el comentario de Granger, lamentablemente eso hizo que Malfoy y sus acompañantes se dieran cuenta de mi presencia.

- Ah, No me digas que tú también te volviste un ratón de biblioteca. ¿O es que te gusta convivir con los sangre sucia?

- No estoy tan loca como para mezclarme con los muggles, solo trato de incrementar mi intelecto, algo que tu nunca podrás hacer Malfoy.

- No te metas con un Malfoy por que te puedes arrepentir.

- No te tengo miedo.

Guarde todas mis cosas y me prepare para irme, no tenia sentido seguir discutiendo con ese tonto.

¿Te vas¿Y dices que no tienes miedo? – pregunto colocándose frente a mi.

- No tiene caso discutir con alguien sin cerebro.

Sin esperarlo Malfoy me arrebato todas mis cosas tirándolas al suelo y provocando un gran desastre.

¿Qué demonios te pasa?

Estaba a punto de golpear a Malfoy cuando Zabini me tomo del brazo y lo demás sucedió tan rápido que cuando menos me di cuenta estaba en el suelo. Malfoy me miraba con sorpresa¿acaso intentaba hacerme creer que el no había tenido nada que ver?

- Personas como tu no deberían mezclarse con gente como nosotros – comento Zabini

- Ya vámonos, tengo hambre – dijo Goyle.

- Yo también – apoyo Crabbe.

- No pueden pensar en otra cosa que no sea comida – intervino Malfoy

- Creo que no pueden evitarlo Draco, anda vamos, adiós ratoncitos –dijo Zabini.

Los cuatro pasaron a mi lado riendo fuertemente, las palabras de Zabini me llenaron de rabia, estaba apunto de llorar, pero Granger estaba ahí y no podía darme ese lujo. Me levante y tome mis cosas, trataba de contener la rabia, pero simplemente ya no podía mas.

- Esta me la pagan.

Di media vuelta y salí del lugar casi corriendo. Camine lo más rápido que pude y por fin los vi, estaban a unos cuantos metros de distancia; saque mi varita y apunte hacia ellos sin importar a quien le daría.

¡Evetic Static!

El hechizo fue directo a Malfoy, quien salió volando dando contra la pared, los otros tres corrieron en su ayuda; él se levanto notablemente furioso, pero no mas que yo; saco su varita y apunto hacia mi.

¡Expelliarmus!

Mi varita salió disparada hacia atrás sin que yo pudiera hacer nada, lo único que quería en ese momento era desquitarme de lo que me habían hecho.

¿Te atreves a atacarme por la espalda¡Eres una cobarde! – dijo Malfoy con furia.

¡Y tu eres un poco hombre¡Ni siquiera pudiste hacerlo solo! – conteste de la misma forma.

Estaba a unos segundos de lanzarme otro hechizo cuando, detrás de ellos apareció el profesor Snape.

¿Qué esta pasando aquí? – mirándonos a ambos

Ni él ni yo miramos al profesor, los dos estábamos furiosos y ninguno iba a bajar la guardia.

- Quiero verlos en mi despacho.

- Yo no tengo porque hacerlo.

- Usted no esta en posición de decidir señor Malfoy… ¿acaso no escucharon? Quiero que vayan para allÂ?Ahora!

Los dos obedecimos y caminamos juntos, pero a una distancia prudente, hasta el despacho del profesor; al parecer nos esperaba una larga charla con Snape.

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El despacho de Snape no era nada acogedor, mas bien, tétrico; llevábamos horas ahí, el cielo se había oscurecido totalmente, incluso note que llovía.

Malfoy estaba cerca de la ventana en un extremo del despacho, mientras yo me encontraba cerca de la puerta, en el otro extremo, de vez en cuando el me miraba de reojo, al igual que yo, pero, para ese momento la espera se había vuelto demasiado aburrida.

La puerta del despacho se abrió para dar paso al profesor Snape, quien al parece no estaba muy contento, aunque nunca lo estaba.

- Tomen asiento – ordeno sin dejar de mirarnos.

- Yo estoy bien aquí

- Como quiera señorita.

- Tienen suerte de que el profesor Dumbledore haya salido del Colegio, no tienen idea de lo grabe que es usar magia sin autorización… ahora ¿Cuál fue el motivo de su pelea? – pregunto pasando la mirada de uno a otro.

Snape nos miro esperando la respuesta, Malfoy ni siquiera le tomo importancia y yo no quería hablar e incite a Malfoy para que él lo hiciera.

¿Por qué no se lo dices Malfoy? – pregunte con resentimiento

¿Por qué no mejor cierras la boca?

- Tienes miedo ¿no es cierto, no te atreves a decirlo – dije mirándolo de reojo.

- Jóvenes guarden silencio, los dos tendrán que explicármelo, así que será mejor que empiecen de una buena vez.

- Entonces yo se lo explicare, mire, el problema comenzó en la biblioteca, mis amigos y yo quisimos entablar una conversación con mi compañera, desde luego ella se rehusó, incluso se enfado tanto que quiso salir de ahí, pero, cuando ella se levanto, uno de mis amigos me empujo por accidente, choque con ella y cayo al suelo, creyendo que yo lo había hecho a propósito, después de que nosotros salimos de la biblioteca, ella nos dio alcance y simplemente me ataco, yo desde luego tuve que defenderme, pero solo utilice un hechizo de desarme para…

- No lo creo… ¡eres un maldito mentiroso! – dije apretando los puños

- Señorita contrólese.

¡Como puedes decir eso¿Y me llamas cobarde¡Eres un…

¡Basta! Usted no esta aquí para insultar a nadie, así que deje al señor Malfoy terminar; y será mejor que tome asiento o tendré que castigarla por desobediencia – amenazo el profesor.

Sin muchas ganas de hacerlo, me senté al lado de Malfoy y fije mi vista en un punto opuesto a el.

- Como le decía, utilice un hechizo de desarme para no lastimarla, pero no satisfecha con atacarme comenzó a insultarme, no entiendo como dejan entrar aquí a personas como ella – comento Malfoy mirándome de arriba a bajo.

Su comentario me hizo girar la vista hacia el, me miraba con cierto aire de grandeza, que realmente no iba con el.

¿Te molesta que diga eso?... No lo creo, bueno lo digo porque tus padres no era un gran ejemplo, por lo que sé, eran lo peor de lo peor entre los servidores del señor oscuro y no me sorprende que hayan tenido una hija como tu.

¡No te permito que hables así de mis padres!

- Jóvenes tranquilícense.

Ahora no solo estaba enfadada, estaba colérica, tenía ganas de matarlo en ese instante, sin embargo, esa cólera no solo era provocada por los insultos hacia mis padres, había algo más, algo que me detenía para no ahorcarlo en ese momento.

Ante mi impotencia, me levante y salí corriendo de ahí lo mas rápido que pude; sin importarme la lluvia, salí del castillo rumbo al campo de Quidditch, ese lugar se había convertido en mi segundo refugio, me acerqué a las gradas y me senté echando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos para que el agua cayera directamente en mi rostro. A pesar de ser primavera la lluvia estaba helada, era como si el clima hubiera cambiado de acuerdo a mi estado de ánimo y todas esas gotas de lluvia fueran las lágrimas que para ese momento había dejado de contener.