Los buenos y malos momentos forman parte del destino de cada persona y ni unos ni otros se pueden evitar, lo único que yo pude hacer fue recibirlos, sin alegría y sin desprecio.
El viaje parecía eterno, no veía la hora de llegada. Cuando al fin llegamos, baje lentamente sin muchas ganas de hacerlo, busque con la mirada a mi supuesta familia, aunque no tuve que esforzarme mucho, porque una pareja, un poco mas joven que mis padres, se acercó a mi.
Hola.
Hola – conteste sin ánimos.
Quieres que nos vayamos ya o quieres despedirte de tus amigos.
¡Ja¿amigos? Se nota que no me conocen.
Parecían personas amables, pero era difícil predecir si los podría considerar como mi familia.
Bueno, entonces vamonos.
Mire hacia atrás y vi a Pansy con sus padres, ella echo un vistazo hacia todos lados y después levanto la mano agitándola en signo de despedida, yo sonreí e hice lo mismo.
Camine detrás de "mis padres"; frente a mi se encontraba Malfoy con su familia, el me miro, pero yo seguí de largo ignorándolo, me había traicionado por lo tanto nuestra tregua se había acabado.
º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º
La casa era grande, no tanto como la mía, pero tenía lo suyo. Revisé hasta el mas mínimo detalle; tendría que vivir allí todo el verano, así que tenía que acostumbrarme.
No hablaba mucho con la pareja pero, a decir verdad, eran amigables. Normalmente pasaba todo el día sola en mi habitación, aunque era aburrido, no podía hacer otra cosa. Llamaron a la puerta.
Pase.
¿Estas ocupada?
No¿Por qué?
Quisiera que bajaras un momento a la sala.
Voy en un minuto.
Ellos eran tan amables y yo tan grosera, que a veces me despreciaba a mi misma. Baje arrastrando los pies, nunca tenia ánimos para nada.
Bien, aquí estoy.
Bueno, solo queríamos darte esto.
Me entregaron un paquete grande, tenía un olor extraño y además se movía.
¿Qué es esto?
¿Por qué no lo descubres tu misma?
Lo abrí lentamente, no tenia la certeza de que, lo que hubiera dentro, no fuera peligroso; estaba apunto de abrirlo totalmente cuando algo peludo salto sobre mi lamiéndome la cara.
¿Un perro?
Creímos que seria buena idea.
Bueno es… un regalo… original.
Tu nos dijiste que no tenias muchos amigos, así que, quisimos regalarte uno ¿Verdad querido?
Si, es cierto.
Pues supongo que… esta bien.
Sabes estábamos pensando que deberías salir un poco, no puedes quedarte aquí encerrada todo el verano.
Bien, ya que ustedes lo dicen, saldré ahora.
¡Perfecto! y de paso podrías pasear a tu nuevo amigo.
Claro.
Salí de la casa rápidamente, realmente ya no soportaba el encierro. Camine durante un rato por las calles, mi pequeña mascota me seguía de cerca moviendo la cola, de pronto corrió, ladrando, hacia un callejón.
¡Oye¿A dónde vas¡vuelve aquí!
Corrí tras de él, cuando lo alcance lo tome entre mis manos mirándolo con enojo, había corrido un buen tramo por lo que decidí sentarme en el suelo.
No vuelvas a hacerme algo así ¿entendiste?
El cachorro bajo las orejas en modo de arrepentimiento, sonreí ante su tierna carita.
Es cierto, tengo que ponerte un nombre, veamos como podrías llamarte.
Lo pensé un instante, nunca le había puesto nombre a algo, por lo que me costaba un poco de trabajo.
¿Por qué no me pones nombre a mi linda?
Frente a mi se encontraba un chico rubio y muy robusto, demasiado diría yo, tenia carece tonto y ni siquiera se notaba que tuviera cintura, detrás de el había otros dos chicos muy parecidos a el.
No es mi culpa que no tengas identidad.
Vamos, no quieres venir con nosotros, te prometo que te la pasaras bien.
¿Estaba de moda molestarme o que? Primero los dos tontos del colegio y ahora estos tres idiotas. Me levante y camine dejándolos atrás, cuando sentí que uno de ellos me tomaba del brazo.
¿No sabes que es de mala educación rechazar una invitación de esta manera?
Déjame en paz – dije en voz baja.
¡Hey Big D¿Por qué no la llevamos a la fuerza?
Tienes razón.
El chico comenzó a jalarme del brazo, tenía mucha fuerza e inútilmente intente safarme.
¡Hey Dudley!
Mire hacia atrás y los otros tres hicieron lo mismo, sentí tanta alegría al ver a la persona que estaba detrás, que de haber estado libre, hubiera corrido a abrazarlo.
¿Qué haces aquí Harry? – cuestiono el chico mirando a Potter con resentimiento.
Dando un paseo – contesto el tranquilamente.
Estos son mis territorios así que vete – aclaro el chico.
Si yo fuera tu la soltaría – amenazo Potter.
¿Crees que voy a hacerte caso?
Lo digo por tu propia seguridad Dudley – dijo Potter cruzando los brazos.
¿De que demonios estaba hablando¿Acaso yo era peligrosa? Eso no tenia sentido.
No digas tonterías.
¿Sabias que ella va en el mismo colegio que yo?
¿Q… qué? No es cierto, estas mintiendo – tartamudeo el chico.
Si no me crees puedes preguntarle a ella – señalándome con la cabeza.
El chico me miro aterrorizado, sus manos temblaban y ya no tenía el mismo semblante rudo de antes, ese Potter si que sabía controlarlo.
Potter, deja de decir tonterías y dile que me suelte – dije un poco molesta.
¿T…tu lo co… conoces? – pregunto el chico tartamudeando de nuevo.
¿No escuchaste que vamos en el mismo colegio?
Al decir eso, el chico me soltó y salio corriendo con sus dos amigos tras él, realmente no había entendido nada.
¿Lo conoces? – pregunte mirando por donde el chico se había ido.
Si, es mi primo Dudley.
Pues no se parece en nada a ti.
Creeme que me alegro mucho de eso.
¿Y por qué se asusto tanto?
Digamos que tiene cierto problema con la magia.
Vaya
No sabía que vivías aquí – aclaro.
Estoy aquí en contra de mi voluntad, Dumbledore me impuso un hogar adoptivo.
Es cierto.
Esto si que era una sorpresa, nunca me hubiera imaginado encontrar a Potter en ese mundo. Mi pequeño cachorro se sentó a un lado de mí moviendo la cola.
Me había olvidado de ti.
Tome al canino entre mis brazos y lo acaricie con cariño, parecía tan indefenso que me provocaba ternura.
¿Es tuyo?
Evidentemente.
¿Cómo se llama?
En eso estaba cuando tu primo me interrumpió.
¿Pero pensaste en algún nombre?
No, aun no.
Bien que te parece si te invito un helado y de paso te ayudo a pensar en un nombre.
Esta bien, supongo que me lo merezco después de la agresión de tu primo.
Entonces vamos.
º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º
Todos los lugares de ese mundo me parecían extraños, tantos aparatos y cosas por todos lados, parecía que su vida era un poco difícil.
Toma.
¿Dos¿Por qué dos?
Uno es para él – dijo señalando a mi mascota.
Tenia una sonrisa en el rostro, se veía muy contento en ese momento, en el colegio siempre estaba serio o preocupado, tome los helados y le di uno al cachorro.
Te noto muy alegre – comente mirándolo fijamente.
Es que… en los veranos nunca hablo con nadie y si lo hago no puedo hablar de lo que me gusta – dijo sentándose en una de las sillas.
Magia ¿no?
Exacto
Debe ser horrible.
Y que lo digas¿Ya pensaste en un nombre?
No
Yo tengo uno¿Qué te parece Dug?
¿Dug?
Si, bueno no es muy común pero a mi me gusta.
Creo que esta bien¿A ti que te parece pequeño? – pregunte a mi mascota.
El cachorro ladro en forma de afirmación y movía la cola insistentemente, era realmente tierno.
Bien, entonces serás Dug – afirme tomándolo entre mis brazos
Se nota que le agrado el nombre – dijo Potter sonriendo.
Si – asentí.
¿Lo llevaras al colegio?
¿Se puede? – trate de investigar.
Creo que si, aunque si no es posible que este en el castillo, puede quedarse con Hagrid, el lo cuidara bien.
Tienes razón.
Platicamos durante varias horas, no sabia que había tantos temas de que hablar, nunca habíamos platicado, pero parecía que nos conocíamos desde siempre.
Será mejor que vaya a casa – dije levantándome.
Si, yo también lo haré, mis tíos deben estar furiosos – haciendo lo mismo.
¿Por qué habrían de estarlo?
Dudley debió haberles contado ya.
Entiendo – afirme mirando a Dug – He notado que no les tienes mucho afecto.
No, ellos dicen que la gente con nuestras habilidades son anomarles, raros o monstruos.
¡Eso es ridículo!- exclame con indignación.
Lo sé, pero ellos no lo entienden, incluso por ser diferente me tratan peor que a un elfo domestico.
No lo creo, el gran Harry Potter realizando quehaceres domésticos, eso si que es toda una revelación – me burle.
Gracias por burlarte – dijo sonriendo.
De nada- conteste con una leve sonrisa.
Bien, me voy a casa.
Yo tam…
Tenia que ir a casa, pero ¿Cómo? Todo este mundo era desconocido para mi, había venido caminando desde aya pero ni siquiera sabía el camino de regreso.
¿Pasa algo?
Es que…no se como regresar a casa.
¿Qué? – pregunto divertido.
Sabes bien que no conozco nada de este mundo – dije enfadada.
Es cierto, pero, sabes la dirección ¿no?
¿Dirección?
Si, el nombre de la calle, el número, etc., etc.
Ellos me dieron esto, no se si sirva.
Le entregue un pedazo de pergamino con algo escrito, que sinceramente yo no entendía, me sentía como un pez fuera del agua.
Si, esta es la dirección, puedo mostrarte por donde debes ir.
Creo que no tienes otra opción.
Entonces vamonos.
Si, vamos Dug.
Caminamos por varios lugares, dimos vueltas por calles muy grandes, pasamos por largas veredas y poco a poco me fatigaba¿Cómo había caminado tanto sin darme cuenta?
¡Oye¿Estas seguro de que sabes por donde ir? – pregunte inquieta.
Claro, solo que tu casa esta muy lejos.
No puedo creerlo.
Después de más de media hora caminando llegamos a la que ahora era mi casa, por lo menos ya podía descansar.
Por fin, pensé que nunca llegaríamos.
Pero llegamos.
¿Estas cansado?
Un poco.
Y ¿Por qué no te sientas?
Buena idea.
Los dos nos sentamos en el jardín para descansar, estábamos realmente agotados. Antes de todo eso, no pensaba que la ciudad fuera tan grande.
¿Qué haces durante todo el verano? – curioseé dentro de su vida.
Lo mismo que hice hoy, salir para molestar a Dudley.
¿Por que no mejor haces tus deberes? –le reclame.
Mis tíos me tienen prohibido hacer cualquier cosa que tenga que ver con la magia.
Ya veo, y ¿Tampoco practicas Quidditch?
Mis tíos se morirían si lo hiciera.
Pues tus tíos no saben apreciar el buen deporte – dije con irritación.
¿Te gusta el Quidditch?
Si.
¿Sabes jugar?
Si.
Y ¿Por qué no entraste al equipo de tu casa? – pregunto extrañado.
Digamos que tengo cierto… problema.
¿Le tienes miedo a las alturas?
Eso no te importa.
Eso quiere decir que si.
Lo mire pensando "¿Por qué no cierras la boca?", era agradable pero muy entrometido.
Al fin llegas, pensamos que te habías perdido – interrumpieron mis padres adoptivos.
En realidad si me perdí, pero él me ayudo a volver.
Mis padres adoptivos lo miraron fijamente, parecían sorprendidos¿Qué acaso nunca lo habían visto?
¿Tu eres… Harry Potter? –pregunto mi "padre" intrigado.
Si señor – contesto Potter sin importancia.
No nos dijiste que conocías a Harry Potter.
En la escuela todos lo conocen. ¿Por qué no entramos? – dije levantándome y obligando a "mis padres" a entrar.
No le vas a agradecer su atención.
No es necesario señora.
Ya lo oyeron, ahora vamos adentro.
Los dos entraron y yo me quede en la entrada, mire a Potter quien me mostró una gran sonrisa y me dijo adiós con la mano.
¡Oye!
¿Si?
Gracias.
Sonrió de nuevo y se fue, mientras yo entraba a la casa. Había sido un día muy divertido, después de todo ese mundo no era tan malo.
º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º
Tres semanas después de estar viviendo en el mundo muggle logré convencer a mis padres adoptivos de mudarnos al mundo mágico, por fin iba a recuperar mi reputación, aunque ya no me interesaba mucho.
Se sentía bien regresar al mundo en donde nací, ver magia por doquier, ver magos y brujas, era genial. Estaba en mi habitación, sentada sobre la cama terminando mis deberes, cuando por la ventana entraron dos lechuzas, tome las cartas que traían; una era de Pansy y la otra no tenia remitente.
Abrí la carta de Pansy y decía:
Hola querida amiga:
Espero que estés pasando bien el verano, por lo menos mejor que yo.
Mis padres dicen que ahora que vives en el mundo mágico podremos volver a ser amigas¿no es genial?
Quise enviarte esta carta, porque voy a salir de viaje y no podré escribirte, seguramente mis padres me tendrán ocupada todo el tiempo con sus asuntos, realmente espero no volverme loca.
Cuídate y nos vemos en el colegio y diviértete por mis ¿si, claro, si puedes. Besos.
◘•Pansy•◘
Todo comenzaba a ser como antes, por lo menos Pansy y yo ya no tendríamos que escondernos para poder hablar. Abrí la otra carta y comencé a leer.
Hola linda:
¿Cómo has estado? Yo he pensado mucho en ti, se que debes estar enfadada por lo que te hice, pero no era mi intención lastimarte, tu y yo comenzábamos a llevarnos bien cuando paso ese incidente, solo espero que puedas perdonarme.
¿Sabes? Te extraño mucho, no he podido dejar de pensar en ti, deseo tanto volver a verte, lo único que quiero ahora es mirar esos ojos tan lindos, abrazarte de nuevo, tocar tu cabello, sé que por ahora es imposible, pero cuando volvamos a vernos, veras que todo será mucho mejor.
Termine totalmente sonrojada¿Acaso lo que había dicho Pansy de tener un admirador era cierto? Pero ¿Quién podría ser? Analizando los hechos con el único que estaba realmente enfadada era con Draco, pero… el nunca se atrevería a decirme esas cosas o ¿si? No, seguramente era una de sus bromas pesadas, rompí la carta y la eché al basurero.
Después, entro otra lechuza que traía consigo la carta de Hogwarts, por lo menos esa si la esperaba.
