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Abrió los ojos lentamente, le dolían los parpados y sentía calor y frío a la vez. Se movió hacia un lado pero había algo peludo. Lo miró intentando enfocar...era una cabeza...rubia...Malfoy...se apartó bruscamente y la cabeza se levantó.
-¡Despertaste! ¡Por fin!-gritó con júbilo un voz de chica.
-¿...dónde estoy..?-preguntó medio asustado. No veía bien al haber mantenido los ojos cerrados tanto tiempo.
-en mi habitación. En la habitación de sexto año de Gryffindor.
Se levantó de un salto.-KATIUSHA-gritó. Alguien entró en la habitación.-LUPIN-volvió a gritar y por el segundo grito, salió de detrás de las cortinas otra persona...-¡GRANGER!
-Severus, que bien que ya despertaste, has estado inconsciente unos...16 días...Nadezhda te encontró y te curó.-al oír lo último se levantó la camisa azul cielo y miró sorprendido que no tenía ni cicatrices.
-¿cómo...?-empezó a preguntar él
-ni pregunte, total, soy una fracasada en pociones ¿no?-salió de la habitación dando un portazo.
-pobrecilla, tantos días estresada porque pensaba que no despertaría y al final ha explotado...-le dijo Remus mirando la puerta con tristeza.
-¿me ha curado ella?-preguntó el hombre sorprendido.
-si, y no sólo las heridas...-le dijo Hermione acercándole un espejo de Lavender. El hombre se quedó en shock, no se fijó ni en el pelo.
-...mi nariz...me ha arreglado la nariz...el maleficio...-balbuceó pasándose uno de sus largos dedos por la nariz.- se habrá quedado sin fuerzas ¿no?...
-no lo sabemos, no lo demostró en todo caso.-dejó de fijarse en la nariz y miró...
-¡Por merlín! ¡Mi pelo! Está...limpio...
-si ¡Ah! Y le compró una túnica nueva para cuando despertara.-sacaron del baúl de la chica una túnica azul oscura de capa negra.
-creo que ya descansaste bastante así que lo mejor será que te prepares, ya es casi la hora de la cena. Tu varita está encima del escritorio. Adiós.-Remus iba a salir pero se giró por última vez-e intenta que no te vean...estás en un cuarto de chicas.
Cuando la puerta del comedor se abrió, todo el mundo se giró sorprendido. Un guapo y elegante hombre de pelo negro ondulado y ojos como la pez avanzaba hacia la mesa de profesores.
-¡¡Severus!-dijo Albus casi gritando. Todos absolutamente, dejaron caer la mandíbula de la impresión.¿ese era el profesor más odiado? Los profesores se levantaron para abrazarle y preguntarle que le había pasado, como estaba, etc. E inesperadamente Draco se levantó y empezó a aplaudir, siguiéndolo toda la mesa Slytherin y después todo el comedor.
-¡Estábamos mejor sin ti! Ojalá y se hubiera muerto...-dijo un chico de Hufflepuff. Los profesores iban a decir algo cuando alguien se levantó de Gryffindor y le pegó un puñetazo en la cara, todos se callaron.
-¡Maldito Hijo de puta! ¡MUÉRETE TU!-se oyó por todo el comedor una voz de chica, y entonces la pudieron identificar...era Nadezhda Katiusha-si vuelves a hablar así de Snape...el que morirá serás tú...-le susurró en la oreja.
-¿Es una amenaza?-dijo temblando ligeramente al ver que los ojos de la chica se estaban poniendo liláceos, el pelo se le estaba rizando sólo y empezaba a verse negro.
-Si-dijo con voz fuerte, inhumana, produciendo escalofríos a todos los que la oyeron.
-señorita Katiusha 15 puntos menos por faltarle al respeto a un compañero. Señor Novak, 40 puntos menos por su intervención infundada que, por cierto, fue de muy mal gusto dadas las circunstancias en que nos encontramos.-habló el director con enfado. Snape aún miraba a la chica con la boca ligeramente abierta y los ojos de par en par.
Esa chica...lo acababa de defender delante de todo el mundo...acababa de pegarle un puñetazo a un compañero mayor que ella...porque lo habían insultado...
Salió de sus pensamientos para mirarla bien. Ahora estaba con la cara entre las manos y Granger le pasaba un brazo por los hombros mientras le susurraba algo a la oreja.
-Severus...habla con ella...por el bien de los dos.
Hoy, al nacer el día he
mirado al cielo, y he podido ver
Aquella luz tan intensa y clara,
q anhelaba mi alma, extrañándote
Y tú, q por
fin también la sientes, has dejado q nos llene con su magia
inmortal
Y ahora, esa luz constante permanecerá en ti, y en
mí...
Busco un sueño, una nueva ilusión
Que
me devuelva las ganas de vivir y la confianza en mi ser
Esa luz q
un día acarició mis sentidos, q borre la tristeza q hoy
siento en el alma
Y q vuelva para ser parte de mí
Oh
luz...
-¿Yo?¿por qué?-se quejó.
-¿qué por qué? ¡te acaba de defender delante de todo el mundo! Está colada por ti, o al menos te admira mucho...déjale en claro que es lo que sientes...o lo que no sientes por ella, pero le estás haciendo daño...lo mínimo que deberías hacer es tratarla mejor.-le dijo Remus empezando a enfadarse.
Esa chica...lo más probable es que estuviera enamorada de él. Esa chica era preciosa y estaba enamorada de él... Al pensar en eso, como miles de mariposas revolotearon en su estomago. No podía ser...Tenía que averiguarlo.
Se levantó de la mesa y se plantó delante de ella.
-Katiusha, sígame.-dijo con su habitual tono de desprecio cuando se dirigía a ella. Los demás lo miraron con cara de odio, la había hecho llorar.
Sin esperarla siquiera, marchó por la puerta principal. Esperó un momento hasta oír las pisadas tras él y entró en una sala con ella detrás.
-cierre la puerta.-ella le hizo caso y se sentó en una silla. Él se sentó delante suyo, en una de las mesas y suspiró con cansancio.-¿por qué lo ha hecho?
-...-ella ni siquiera subió la mirada del suelo pero Snape pudo ver perfectamente como lágrimas se deslizaban por sus dulces mejillas hasta el suelo.
-¿por qué me ha defendido señorita Katiusha?-dijo empezando a desesperarse. No le gustaba que lloraran delante suyo, no sabía desenvolverse.
-yo...no lo se...-no supo porqué aquella contestación le dolió en lo más profundo de alma. Que egoísta había sido al pensar que una chica tan bonita podría fijarse en alguien como...él.
-lo que me faltaba...ahora, la señorita yo-lo-se-todo, no sabe porqué coño ha defendido al profesor que detesta.-dijo en el tono más hiriente posible. Ella se encogió en su asiento.-pues si no tiene una muy buena razón que yo crea aceptable, déjame que le diga cuatro cosas...¡A mi no me defiende nadie como si no supiera defenderme! Y usted acaba de cometer un muy grave error...¡me acaba de intentar dejar en ridículo Katiusha! Y no se lo voy a perdonar...-dijo girándose hacia la puerta pero una honda de energía lo hizo girarse sorprendido.
-es usted...asqueroso...y NO, ¡YO NO HE INTENTADO DEJARLO EN RIDÍCULO, SNAPE! LO ÚNICO QUE HE HECHO HA SIDO DEFENDERLO PORQUE LO AMO...¡si profesor, has escuchado bien, LO AMO! ...y me ha hecho daño...mucho daño...y no se lo voy a perdonar...-sollozó una criatura de largo pelo rizado negro y violeta, ojos liláceos, nariz puntiaguda y grandes alas de mariposa negra y plateada. Era más delgada que Nadezhda pero se veía que era ella.
Las lágrimas brillaban con luz propia en su cara.
No le dio tiempo a reaccionar, que Nadezhda echó a correr por el corredor dejándolo en estado de shock.
