Holaaaasss! Si, sé que están igual de felices que yo al ver que continué este bendito fic (o eso espero P). La verdad costó bastante, y es algo larguito, pero vale la pena D

Doy gracias todos los que lo leyeron y me dejaron reviews ¡¡los amo! (a ustedes y a sus r/r jeje P) Asi que por un record de reviews en el primer capi P les responderé uno por uno:

Danybel: ¡¡Gracias, amiguita! Pero ¿todos buenísimos? Naaa... se intenta hacer lo mejorcito nomas P . Espero que te guste este cap!

Haruko FLCL: jajaja siii, las frases en cursiva me caracterizan P Gracias por la recomendación de los reviews ¡la verdad es que no me había dado cuenta! XP

Kiyomipr: Que suerte que te gustó D Aquí tienes la actualización, espero que te guste!

Nabychan: Ok, ok, aquí esta lo que sigue! P

SAGA-CHAN: Los epílogos no me salen muy bien XP Es por eso que preferí explicar las cosas bien jejeje. Hope you like this chapter! (toy por rendir ingles P)

As Black: Jajaja la verdad es que ni yo me lo había preguntado. Aquí están las respuestas a todo! P

Ana: Te digo lo mismo a ti de los epílogos ¡los míos son un fisco! Espero que este cap responda tus preguntas! Salu2! )

Isobo: Incoherente? Naa como vas a sonar incoherente? O el incoherente era mi fic? P Quizás, no? Jajaja aquí esta el resultado de tu votación! Besotes!

Keyg: jejeje siento haberte cortado la inspiración! P jejeje es cosa común en mi, no quieran matarme por esto. Y veo que esto ha dejado de ser un one-shot al final P pero bueno, valió la pena la continuación (o eso creo yo). Espero que la disfrutes!

luzy snape: Graxias! nn Ojalá te guste como sigue esta cosita jejeje Besos!

Xtreme Mamba: Tian de mi vidaaaaa! Graxias por pasarte por aquí! Ok, ok, Harry/Draco for ever (yo no me opongo jajaja). Bueno, este capi viene medio picante pero... en fin, espero que te guste tanto como el anterior nn Besitos!

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CAPÍTULO 2:

EL PASADO DE NUESTRO PRESENTE

CÓMO LLEGUÉ A CAER

FLASHBACK

¿Y que importaban todos ya? La vida había sido muy injusta con él. Sin Sirius ni Dumbledore. Sin sus padres. Sumido en una fama que solo se la daba aquella marca que tenía en su frente ¿Y luego que? Ron y Hermione, desde que se habían puesto de novios, no le prestaban atención como antes. Y él tampoco quería molestarlos. Pero a veces le parecía egoísta su actitud.

Sin nadie. Todos lo señalaban con el dedo. Siempre lo habían hecho, pero ahora lo sentía mucho más. Quizás se preocupaba mucho más por eso que antes. Y se sentía horrible.

Sin Nadie. Y con el peso de tener que derrotar al Señor de las Tinieblas o morir. Ambas cosas eran horrendas. Pues ya estaba cansado de buscarlo. Si. La búsqueda Harry-Voldemort siempre fue mutua. Se dio cuenta que siempre lo buscó, para destruirlo. Para vengarse, sí, pero lo buscó.

Pues ahora estaba cansado de tanta fama, de tantos ojos pegados en él, de tantas luchas y corridas, de tantas amenazas. Y sobre todo, de tanta presión. El mundo se le estaba ciñendo hasta ahogarlo. Y sentía que le quedaban muy pocas fuerzas para mantener su respiración.

Pasó los dedos desparramando aún más las hebras de su cabello y lanzó un suspiro. Dejó la varita a un lado de él y escarbó el suelo con la misma mano. Entre todas, cogió una piedrita del suelo y la tiró al lago. Tres picadas. Tres choques que destrozaron el reflejo de la luna llena.

Los pensamientos se le agolpaban en la mente y se confundían. Se había ido hasta allí tan tarde para disiparse, pues el aroma de su sala común lo llenaba de recuerdos. Y odiaba recordar.

Sus dientes se apretaban con fuerza, marcando notablemente aquella ira agolpada en su pecho.

Y entonces encontró entre todas una que le dio una idea. Cogió la piedrita. La observó. Parecía estar pulida, marcando un filo indiscutible. Quedó mirándola. No iba a animarse...

¿O quizás sí?

Odio se Harry Potter, siempre lo odié...

Se desprendió la manga de la camisa y la arremangó, dejando el pálido brazo a la luz de la luna. Colocó su arma sobre esta, mirando como sus venas se notaban azuladas en la noche. Respiró hondo...

Odio ser Harry Potter...

-Ahhh!- apretó el puño y un hilo de sangre se le deslizó por el brazo. No le era suficiente...

Odio ser Harry Potter, odio a todos...

-Bien, unas cuatro mas y dejarás de gemir como niña.

Las palabras le helaron la sangre. Se volteó, y lo miró a los ojos.

¿Qué hacia él allí, justo en ese momento?

-Vete al demonio, Malfoy.

Volvió a mirar al lago. No quería verlo. Era al último que deseaba ver. A él lo odiaba más que a nadie.

-¿Y quien lo dice?- preguntó el joven de ojos grises con esa característica pizca de superioridad que colmaba sus palabras- ¿Tú?

No me busques, que me encontrarás...

Guardó silencio. Intentó mantener la cordura. Contener la ira.

-¿Por qué no respondes, Potter?- el rubio, manteniendo las manos hundidas en los bolsillos, pegó una patada al suelo que hizo levantar en el aire un montón de piedritas y éstas dieron en la espalda del moreno- ¿Te comió la lengua el dementor?

Si sigues molestando podría cometer un homicidio.

-Cállate.

Malfoy río. Si, disfrutaba al molestar a Potter. Siempre lo hizo. Siempre prefirió molestarlo a él antes que a nadie. Harry era definitivamente diferente.

-Vamos, cuéntame tus desgracias- ofreció conservando aun la sonrisa en los labios- ¿se te quebró un palito de la escoba? ¿Se te rompieron los anteojos? ¿Acaso se te dobló una uña?

Harry se volvió e él. De sus esmeraldas salían llamas. La ira lo estaba dominando. Y apretando las mandíbulas del odio balbuceó...

-Cierra... la maldita... boca... y vete de aquí!

-¿Y quien me obligará?- objetó Malfoy cruzándose de brazos- ¿Tú, leoncito cobarde? ¿Tú que te andas arrepintiendo de la vida, intentando borrarte recuerdos derramando tu propia sangre?

Draco Malfoy solo pudo ver como Potter se ponía de pie, pues antes de percatarse, el moreno lo hizo trastabillar de un puñetazo en el estómago.

Ojos grises y verdes se cruzaron, estableciendo un ardor mutuo. Quizás un odio irrefrenable. Ese odio recíproco que los caracterizó a ambos desde que se vieron por primera vez.

Hace seis años...

Nada había cambiado.

Los dos embistieron al enemigo. El Slytherin esquivó un golpe y al volverse el moreno, aprovechó para darle vuelta la cara de una trompada. Los anteojos cayeron al suelo. Harry se sostuvo la mandíbula, intentando soportar el noqueo. Malfoy corrió hacia él entonces para voltearlo. El Gryffindor trastabilló, pero evitó al otro joven dando media vuelta. Éste resbaló, y sus pies se sumergieron en el agua del lago. Y entonces sintió las manos del moreno aferrársele al cuello.

Aprisionó las muñecas intentando alejarlo. Pero el joven Potter apretaba con fuerza justo en la base de su garganta. Las esmeraldas lo observaban enardecidas. Poseídas. Soltó un carraspeo ahogado. Le ardían los ojos. Le faltaba el aire...

La escena se congeló unos segundos.

El moreno se tambaleó sosteniéndose el estómago, y su cuerpo se desplomó cayendo en el agua.

El Slytherin se lanzó sobre él cuando éste intentaba enderezarse.

-¡Maldito idiota!- insultó proporcionándole un segundo golpe en la mandíbula que lo atontó e hizo que su cuerpo empapado se desparrame mirando el cielo en la orilla del lago. Malfoy se puso de pie observándolo con odio y lanzó un bufido, alejándose de su vencido enemigo– Puedes irte al infierno, Potter.

-Tú entrarás antes que yo, estoy seguro- terminó el moreno mientras clavaba nuevamente sus esmeraldas en el estrellado abismo.

-¡Intentaste matarme!- recriminó el rubio volviéndose con ira. Caminó hasta el moreno y, clavando las rodillas a cada lado de éste, lo atajó con su mano izquierda del cuello, y con la otra sacó la varita de su bolsillo y apuntó con aborrecimiento al moreno- Intentaste... matarme- repitió clavando la varita en el pecho enemigo.

Harry sonrió.

No supo por qué exactamente. Quizás sea que aquello comenzaba a serle entretenido. Él quería pelear, descargarse con alguien. Y el Slytherin parecía dispuesto a seguir con la batalla. Y a pesar de sentirse desarmado (pues su varita había quedado tirada un poco más allá en el suelo) tenía una leve sensación de placer.

-Pues mátame- le ordenó al rubio enemigo, manteniendo aquella sonrisa- Cobra venganza.

Malfoy bufó...

-No voy a hacerlo, Potter, aunque quisiera. Si te aniquilo, voy a Azkaban...- acercó su rostro al del Gryffindor, sin separar sus fríos ojos de las vacías esmeraldas- Si te dejo con vida... yo seré libre y tú... tú te verás condenado a seguir sufriendo por tu estúpida fama ¿qué crees que prefiero?- sonrió con suficiencia ante el silencio que le dedicó el joven...

Fue como una arremetida en contra de la moral. Pero a un Slytherin nunca le importaba la moral...

El moreno le dio un empujón que lo hizo caer de lado en el agua y al instante se limpió los labios con la camisa empapada.

-¡¿Qué demonios crees que haces!- le gritó indignado, sintiendo aun el sabor enemigo en su boca.

-Haciéndote dar cuenta de que todo puede ser peor...- avisó el rubio enderezándose- ... siempre.

El pálido cuerpo cayó sobre el del moreno. Éste intentó separarse de aquel contacto. Mas las manos del Slytherin lo aferraron de la nuca y la cálida lengua entró nuevamente en su boca casi por sorpresa. Las aguas vibraron entre forcejeos. Pero las luchas por el escape eran vanas.

O eso intentó imponerse él en la mente. Para no culparse.

Pues quizás aquello no estaba tan mal.

¿Qué puede ser peor que lo que ya he vivido?

Aun confundido, correspondió la unión de belfos a Malfoy, aferrándole de la cabeza, hundiendo sus dedos entre las finas hebras de platinado cabello. Las lenguas se enredaron entonces, compartiendo una batalla en que ninguno parecía ser vencedor...

Solo será un juego...

Draco se deslizó por su cuello haciéndolo estremecer. Acarició el cuerpo enemigo, tratando de reconocer el camino por transitar. Ya no lo aferraba con fuerza, pues él se había dejado estar, como dando permiso a lo insospechable.

Solo era un juego...

El ojiverde era víctima de raudas manos que recorrían por su cuerpo. Y lo peor... lo peor era que comenzaba a gustarle aquello.

-No tienes por que negarte tanto, Potter- lo ridiculizó el rubio acariciando sagazmente su sumergida entrepierna. El Gryffindor mordió sus labios ahogado un gemido- Debes saberlo...- advirtió en un susurro mientras le bajaba la cremallera. Hizo una pausa en la que su lengua terminó recorriendo aquel lóbulo y finalmente agregó- ... entre el odio y el sexo hay un solo paso.

Una presión acompañada de vaivén martirizante excitó aun más el endurecido miembro del joven de las esmeraldas. Soltó un gemido involuntario.

Solo un juego...

Un gemido que excitó al propio Malfoy...

El rubio metió la mano en el agua y, escabulléndose entre los boxers, cogió entre sus dedos el miembro enemigo, volviendo a su vez a los labios de éste. Por un momento Harry quiso negarse, escaparse. Pero unos movimientos que arremetieron a su sumergido sector púbico lo hizieron cambiar de opinión.

Cegado por la lujuria, cogió la mano de Malfoy y presionó los dedos, ciñéndola más al miembro, haciéndola mover con mayor celeridad. El Slytherin aceptó la invitación, al tiempo que con una mano desataba bruscamente aquella camisa empapada, haciendo salir algunos botones. Entre gotas de agua besó su abdomen, acercando sus labios a aquella zona de enajenación...

-Mhh!... Draco...

-¿Lo ves... Potter...?- susurró Malfoy moviéndose al ritmo que le marcaba el Gryffindor- Seguro que nunca pensante que gemirías mi nombre.

El agua se enturbiaba cerca del pubis del moreno, en donde el Slytherin sumergía y emergía la mano, recorriendo todo el miembro enemigo. Sus labios demostraban una amenaza constante, amenazando con recibir entre ellos al miembro del niño que sobrevivió.

Solo un juego...

-Ahh!...

Malfoy humedeció sus labios en la glande del joven de las esmeraldas, que emergía levemente de la superficie del agua y la succionó sutilmente...

-M-Malfoy!

-¿Si?- preguntó éste enderezándose.

No. Harry no iba a pedírselo. No podía. Sería rebajarse por él.

-Continúa...- gimió el Gryffindor mirándolo con las esmeraldas entrecubiertas mientras aferraba el platinado cabello.

Saliendo de una sonrisa de superación, la lengua del Slytherin se amoldó a la punta del miembro y nuevamente sus labios la rodearon succionándola. Debajo de esa demarcación, los pálidos dedos subían y bajaban lentamente.

-Mhh... n-sí... ahh! ... sigue... más!...

Aquellos gemidos. No podía ser que después de toda la fama que poseía, ni siquiera aquello fuese un defecto. Aquellos gemidos... enloquecieron a tal punto los límites de cordura del rubio que, sumergiendo su rostro en el agua, aguantando la respiración, metió dentro de su boca toda la longitud del miembro enemigo.

-Augh... sí... sigue... AH!... más... nhh!... rápido...

Los gemidos incontenidos del moreno eran un coro constante con el chapoteo que daba el rostro de Draco al entrar y salir del agua.

-Mal... ah!... foy... ya... AH!... no... mhhh... puedo... ¡¡MALDICIÓN!

Una nueve azul cubrió las esmeraldas. Un cosquilleo terrible lo recorrió por completo. Soltó un grito ahogado en el aire de la costa del lago...

Con el rostro empapado, el rubio tapó los belfos del joven Potter con los suyos...

-Mhh...- Malfoy se separó de él cuando vio que la respiración jadeante se le escapaba al Gryffindor por entre los labios. Lo miró a los ojos, y éste le devolvió la mirada.

Era él... era Draco Malfoy...

Quizás no estaba tan solo.

Él era suyo en ese momento.

Lo cogió de la camisa y lo hizo sentarse entre el agua que los rodeaba. Se arrodilló frente a él, y comenzó a besarlo, sin saber por donde ir o qué hacer. Besó el lóbulo de la oreja derecha, se deslizó por el ardiente y húmedo cuello, sintiendo los gemidos del rubio pegándole en los oídos, mientras sus propias manos se despojaban de su pantalón y del boxer y, finalmente, de la camisa. Quedó con el cuerpo desnudo iluminado las finas gotas que lo recorrían por la luz de luna.

Malfoy solo se atrevía a disfrutar de aquel despertar de lujuria que tuvo su presa, regocijándose con las manos apoyadas en el suelo bajo el agua, de las caricias y besos enloquecidos del joven Gryffindor.

Entonces sintió las manos nerviosas de éste desatarle el cinturón, y bajarle con frenesí la cremallera...

-¿Por fin te dignaste a liberarlo, Pott...?- pero el moreno lo cayó sosteniéndole el rostro con fuerza al tiempo en que introducía con ansias la lengua en la boca de su deseado enemigo.

Malfoy disfrutó del movimiento que realizó el ojiverde con las caderas, rozando vehementemente ambos miembros en consecuentes momentos, mientras los belfos se fundían en una nueva batalla.

Aquello ya no era un juego... aquello era un deseo irrefrenable de sentirse aceptado por sus logros personales... no por tener una cicatriz en la frente...

-Nhh... Potter...

El Slytherin tiró la cabeza hacia atrás en cuanto el moreno deslizó la lengua desde la nuez de Adan hasta su mentón, acariciando bajo el agua con sus caderas los dos excitados miembros.

Harry respiró hondo. El placer de aquellos movimientos era irrefrenable. Pero sabía que era lo que Draco quería...

Lo que él también quería.

Lo rodeo con los brazos, y se fundió él, enredándosele como una serpiente...

-Ahhh!... Potter!

Soltó un gemido de dolor en el oído enemigo a medida en que comenzó bajar lentamente, al ritmo que le permitía su cuerpo, sintiendo aquel rígido miembro dentro suyo.

Dejó de morderse el puño detrás del hombro de Malfoy en cuanto llegó al tope, y entonces todo pareció mucho más fácil. El dolor no era tan estremecedor.

-P-Potter... hazlo más… ah!… r-rápido...

No dudó en aceptar las ordenes de su actual amo, y comenzó a mover las caderas, succionando el cuello del maldito Slytherin en cada acometida. Mas el constante roce de su miembro con el abdomen de su antiguo enemigo lo excitaba horrores. Y aun mas lo hacían los gemidos que escapaban de sus labios.

-Mhh... déjame... ah!...

-Ah! Potter... más... sí!... ahh... vamos...

Cogió las nalgas del Gryffindor y presionó con fuerza para acrecentar la rapidez de la penetración, al tiempo de que su garganta emitía un gemido ahogado. El moreno continuaba complacido con aquel movimiento, antes doloroso, ahora excitante.

Luego del sufrimiento todo parecía más placentero.

¿O acaso era que el sufrimiento continuaba, y era eso lo que él disfrutaba?

-AH!... M-Malfoy... mhh... sí…

-No te... mhhh... detengas... AH! ... P-Potter..

Ajustó los músculos en una se las penetraciones y la hizo extremadamente adictiva. Malfoy soltó un gemido profundo, y hundió sus dedos en la espalda desnuda del joven Gryffindor, tanto que si hubiese tenido uñas le traspasarían la piel.

-Sí... ahh!...

-Agh... más... P-Potter... más... fuerte...

-Mhh... déjame... n-sí!... AH!...

-Ya... ya no... ahh!... puedo... nhh!… P-Potter!… más…

-Tampoco... AH!... YO!...

Aferró el platinado cabello entrando en el máximo estado de éxtasis, mientras que de su garganta salía el segundo y penetrante grito ahogado que denotaba su orgasmo. Y casi al mismo instante sintió la eyaculación del Slytherin dentro suyo, los dedos de éste clavados hasta dolerle en la espalda, regalándole a él, al niño que vivió, la serie de más excitados gemidos que jamás había oído.

El rubio aflojó los brazos y cayó de espaldas, hundiendo parcialmente su cuerpo en el agua; y el joven Potter se desplomó sobre él.

Se mantuvieron así, en silencio, por unos segundos, intentando regular su respiración.

No había sido un juego...

Harry se enderezó y se puso de pié, calcando su desnuda silueta en el contorno del reflejo de luna. Dio media vuelta, caminó en silencio hasta que el agua le dio hasta la cintura, y zambulló allí todo su cuerpo.

Se sentía diferente...

¿Quién eres, Draco Malfoy?

Rompió la superficie y sacudió con los dedos el cabello para secarlo, al tiempo que las esmeraldas brillaban sin demostrar qué ocupaba los pensamientos de su portador.

¿Quién eres tú ahora, Harry Potter?

Oyó un chapoteo. Se volvió a un costado. Malfoy estaba allí, desnudo como él, limpiándose las marcas de la lujuria de la piel.

Y él no dijo nada. Ni siquiera lo miró.

Sin entenderlo, Harry sintió un vacío en su pecho.

Salieron del agua casi al mismo tiempo y se vistieron con la empapada ropa. El joven Gryffindor no quiso hablarle. Todavía no entendía muy bien qué había ocurrido. En silencio, comenzó a caminar hacia el castillo...

-Olvidas algo- dijo una voz a sus espaldas. Se volvió, y el muchacho que había hablado cogió su mano y colocó en ella sus lentes. Los había olvidado.

Estaba tan consternado que no se dio cuenta de que no podía ver bien.

-Gracias...

Malfoy se acercó a él hasta casi unirse con sus labios y acarició su húmedo pecho...

-Fue un placer, Potter- le susurró.

Y entonces Harry sintió que él cogía su mano izquierda de los lados de la muñeca y la alzaba hasta su rostro. El Slytherin observó la herida aun ligeramente sangrante, y volvió la vista a las arrepentidas esmeraldas. El joven Potter no respondió a aquella inquisitiva mirada.

Entonces Draco Malfoy llevó aquella piel brillante surcada de una línea roja a los labios y la besó, manchando sus belfos con sangre enemiga.

Y finalmente volvió a clavar los fríos ojos grises en los del Gryffindor y, extendiendo su brazo izquierdo hacia delante, ubicó la misma piedra filosa con que él se había lastimado sobre este y raspó la piel en un corte seco. Una línea se descubrió y de ella brotaron finos hilos de sangre.

Miró al moreno y sonrió, al tiempo que doblaba su antebrazo, apuntando la mano hacia el cielo, demostrándole la herida.

Harry entendía...

Se acercó a él, lo tomó y unió sus labios a la herida, besándola ente el salado sabor. Y se volvió al Slytherin, limpiando con la lengua los restos de sangre fresca que quedaron en sus belfos.

No era masoquismo.

Era un pacto.

Harry comprendió.

FIN DEL FLASHBACK

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FIIIIIN... del capítulo P

Finalmente y como última cosita: pido disculpas por la sangre derramada...

Atte: Draconiget