Hola a todos! nn Sii, estoy super hiper archi feliz de haber podido finalizar por fin este capítulo. Lo admito, es largo, pero a mi me encanto escribirlo, me divertí mucho, y se me hace que merece la pena (creo) leerlo P. Obviamente 899999 THANKS a toos los que me dejaron r/r ¡¡LOS REEEEEE QUIEROOOOOO!

Alejandra: No, no lo iba a dejar de escribir, solo es que tardé un poquito en hacerlo nn jejeje

As Black: Continuación subida! Espero que te guste )

BGM(Dagak): jajaja yo también quiero maaaas y maaaaaaaas de Draco y Harry! Creo que es adictivo ;)

Danybel: Bueno, por lo menos yo no asesino a mis personajes... bueno, salvo en SdS... mejor cierro la boca P jajaja pobre tu amiga! Háblale pues y luego lee P Estoy feliz de que te haya gustado nn!

Cerdo Volador: Aquí esta la continuación y... y algo más, ya lo verán P ¡Gracias!

Xtreme Mamba: Fiel seguidor de H-D ¡me pone re feliz que te haya gustado! Jejeje, lo de la sangre... bueno, a mi también me gusto nn y me pareció muy buena la idea de hacer algo así. Mas sangre y sexo para ti en este capi!

Kanna Asakura: ¡Gracias! Si, es algo cruel, pero es como me imagino una relación H-D, no me gusta deformar demasiado a los personajes y llegar a hacer un Draco Malfoy "tierno"... Draco Malfoy es como es y así lo adoramos xP

DeeZ: Ídola de mi vida, gracias por dejarme tu r/r! A todos los que lean esto ¡POS SE ME PEGAN YA UNA VUELTA Y LEEN LOS FICS DE ESTA TIA QUE ESTAN GENIALES! (No soy de España P pero me gusta eso de decir "tio" y "tia" jejeje). Gracias x 100000! Me parece genial que te haya gustado, en realidad me emociona saberlo! Se que es de tu gusto, si eres mi maestra nn ¿Soy demasiado empalagosa con mis halagos, no? Jejeje ¡Espero q te guste este capi!

¡GRAX A TOOS!

Atte: Yo… Draconiger.

PD: Notaciones al final. No la lean hasta no haber leído el capi, para no llevarse sorpresas.

CAPITULO 3

ENTRE ANGELES Y DEMONIOS

No. No podía. No podía admitirlo aunque el grito le salía del pecho.

Intentó ahogar las lágrimas que se le confundieron con las gotas que caían de la ducha. Pero el Slytherin lo volteó hacia él, y lo empujó lentamente hasta que su espalda tocó la helada pared de piedra. Ambos salieron del contacto con el agua. Y se odió. Ya que en ese momento, dos lágrimas se le escaparon de los ojos.

¿Por qué siempre vuelves?

Malfoy acercó su cuerpo al del cohibido y resentido moreno, y secó una de las lágrimas con el pulgar. Y lentamente se la llevó a la boca.

Volvió la vista a él.

-¿He tragado algo que me era dedicado, Potter?- preguntó mirándolo a los ojos. El joven de las esmeraldas no respondió.

¿Qué quieres que te diga? ¿Qué he llorado por ti?

-No te importa- indicó secamente. Y dando media vuelta, empujándolo quizás, se separó del contacto de su adorado enemigo.

Desnudo y empapado como estaba, caminó hasta la pila que era su ropa y cogió su camisa.

-¿Por qué te me escapas si me necesitas?- preguntó el Slytherin a sus espaldas. Él se volvió, mirándolo con una seriedad que no le había dirigido desde la pelea en que comenzó su derrota.

Pero no. Esta vez ÉL vencería.

-Déjame en paz- ordenó metiendo las mangas en la camisa. No. No podía hablar. Si lo hacía, explotaría en llantos y se rebajaría. Y no. Esta vez Malfoy sería quien terminase sufriendo.

Si es que tu corazón de hielo te permite sentir algo...

Pero Malfoy, por su parte, creía entender aquella última táctica con la que le arremetía el moreno. Y sí. Se dio cuenta de que aquello que por su mente estaba pasando sería la mejor forma de que el Gryffindor quebrara en llantos. Que admitiese aquello que tanto deseaba oír de sus labios...

Pues no era que lo necesitaba oír. Mas bien era porque deseaba que lo hiciese, para sentir a aquel ser tan dependiente de él como del aire para respirar.

-¿Sabes qué, Potter?- inquirió entonces sentándose en una banqueta mientras cruzaba los brazos- Eres excitante estando desnudo- Harry lo miró por el rabillo, al tiempo que soltaba un bufido- Nunca vi tu cuerpo así, por completo- aclaró sonriendo malvadamente- Siempre me preocupaba más que aquél amigo que tienes ahí se inserte en mi...- la sangre del moreno se congeló de repente- ... o que tu lengua recorra el mío...- quería que se calle- A decir verdad, Potter...- "Has silencio"-... creo que eran las dos únicas partes de tu cuerpo que realmente...- "No lo digas"- ... me preocuparon alguna vez...

Se volteó en una fracción de segundo y caminó con paso firme hacia el Slytherin.

El rostro del rubio volteó hacia un costado.

Su labio sangraba.

-Maldito hijo de perra...- musitó el moreno teniendo aún apretado el puño derecho. Pero Draco se enderezó sin miramientos y volvió a sentarse. Las frías manos treparon por la parte trasera le los muslos desnudos del Gryffindor hasta llegar a las firmes nalgas. Su rostro adornado por un hilo rojo permanecía muy cerca del aun calmado miembro. Elevó la mirada y le sonrió...

-Sangre...- musitó, y su lengua recorrió el sector del labios que permanecía teñido de rojo- ¿a ti te gusta, no Potter?

-Si sale de tu cuerpo mientras mueres desangrado... me encanta- terminó el moreno separándose de aquel tentador lugar en el que el placer estaba golpeando la puerta.

Demonios. Quizás el pequeño Harry no era tan débil como él creía.

Pero luego de tanto pesar que parecía tener el moreno cuando lo vio sollozar bajo el agua, cuando lo oyó gritar aquel "¿Por qué?"... todo ello le daba más fuerzas para seguir luchando por tirar abajo a aquel joven de hipnotizantes esmeraldas.

Quizás solo debía intercambiar aquel rol.

Harry era intrigante.

Y eso lo seducía.

El Gryffindor caminó hasta donde sus prendas descansaban y cogió los boxers. Se disponía a ponérselos cuando sintió dos manos acariciarle la espalda...

-No seas así...- pidió rozándolo levemente con su cuerpo. El Gryffindor soltó una maldición- Oh, vamos, está bien...- admitió poniéndose delante de él- no fue exactamente lo "único" que me importó- Harry lo miró- Pero no me reclames que te pida perdón ¿ok?

Aquellas esmeraldas mas frías que un témpano...

-No pienso reclamarte nada, Draco. No nos debemos nada- terminó- Olvídalo, simplemente- se encogió y se puso los boxers, sintiendo la vista del rubio clavada en él. Entonces se irguió, y volvió a mirarlo a los ojos- Muy poco te intereso yo ¿no, Malfoy? Solo vives por el placer y la lujuria, lo se. Tienes pues medio Hogwarts con quien revolcarte. Harry Potter no será nuevamente tu carnada.

Terminó de vestirse en silencio. El odio le impedía llorar. Malfoy, en cambio, quedó a su lado, rumiando aquello que el moreno le había dicho.

Quizás el pequeño Harry no era tan débil...

-Adiós, Draco Malfoy. Fue un placer coincidir en esta vida.

Un silencio sumió la habitación, oyéndose apenas el coro de gotas de lluvia de la ducha aun encendida...

Dio media vuelta y caminó hacia la salida.

-Potter- no se volvió- Potter, espera...

¿Merecía aquel Slytherin una última mirada suya?

-Potter- le dijo tomándolo de los brazos, interponiéndose entre él y la puerta.

-¿Acaso te duele perderme?- inquirió con suficiencia. Si. Quizás se estaba volviendo muy parecido a Malfoy.

Éste no respondió.

Simplemente se acercó y acarició su rostro...

Debo ser fuerte... solo por una vez...

La cara del Gryffindor se volteó, evitando los suaves labios que desearon unírsele. Pues sabía que la unión a esos belfos implicaría su definitiva caída. Malfoy intentó un nuevo encuentro, pero el moreno dio un paso hacia atrás, alejándose de él.

-¿Me necesitas?

Eran frases que salían de su garganta sin ser pensadas. Frases heladas que ahogaban aquel embelesamiento continuo, reemplazándolo por una frialdad impertinente.

Frases que alguna vez me dijiste...

Quería pagarle con la misma moneda. Y todo le estaba saliendo a la perfección. Aunque temía que aquel límite del que él era dueño y controlador se le fuera de las manos... como una serpiente...

Sintió las manos de Draco, quien se le había acercado de nuevo, acariciarle el pecho, y sus profundos ojos grises contemplarlo con una mirada cautivadora. Por un momento casi perdió la cordura. Pero dándose finalmente cuenta de lo que estaba ocurriendo, aferró ambas muñecas con fuerza y dos llamaradas parecieron refulgir en sus ojos.

-He dicho "olvídalo"- aclaró.

Maldito y delicioso silencio en que parecimos volver a ser como antes: eternos enemigos...

-De acuerdo, Potter- terció Malfoy dando unos pasos hacia atrás- Tu te lo pierdes.

Le dio la espalda, hurgando en su mente alguna otra táctica con la que pudiese apoderarse del moreno de las esmeraldas. Pero algo le impedía pensar con claridad. Algo que le latía en el pecho y se le marcaba en la vena de la cien.

Resentimiento.

Humillación.

Por primera vez se sentía humillado.

De repente, algo explotó dentro suyo...

-¡NO TE IRAS!- gritó a toda voz, al tiempo en que su varita se alzaba y apuntaba con furia al moreno.

El tiempo se detuvo.

Un arrebato de ira... había destruido todo su plan... su calmada forma de ser...

Pero no iba a perder.

Un Malfoy jamás perdía.

Harry se volvió y lo miró a los ojos. No llevaba la varita consigo, y el rubio lo apuntaba con intimidación. Sus labios se fruncían en una muestra de odio desmedido y la mano con la que sostenía su arma temblaba.

-Cálmate.

-No, Potter- terció Malfoy- Tendrás que admitirlo primero.

-¿Admitir qué?

-Sabes de qué hablo. Sabes que te estas mintiendo a ti mismo. Sabes que me necesitas.

El Gryffindor sonrió. Lo había logrado. Solo faltaban tres palabras para que el Slytherin sufriera solo un poco de lo que le hizo sufrir a él.

-No lo hago.

Cada letra desfiguró un poco más el rostro de Draco Malfoy...

-¡¡¡EXPELLIARMUS!

El cuerpo del ojiverde voló por los aires hasta estrellarse contra un porta escobas de hierro, y se desplomó en el helado suelo haciendo un ruido seco. Un ardor atroz le surcaba la espalda.

Malfoy caminó hacia el moreno y lo tomó del rostro. Los párpados se abrieron para él, mostrándole dos apagadas esmeraldas.

-Eres un maldito hijo de...

-No me dejaste otra opción- terció el rubio, embutiendo la lengua en la boca enemiga.

No lo hagas... no quiero caer...

Harry supo que aquello que había creído se estaba cumpliendo. A pesar de haber sido herido por el Slytherin, la unión de belfos se le imponía intentando obviar todo aquello.

Igual forzó para escaparse, pero Malfoy prácticamente estaba acostado sobre él.

El Slytherin se separó un poco del Gryffindor para tomar aire, y lo miró a los ojos. El sudor del rostro de ambos, causa de los tirones a los que se habían batido, se confundía con las gotas de agua que caían desde los aún húmedos cabellos. Harry jadeaba, y no separaba su resentida vista de él...

Volvió a arrojarse con bravura sobre el moreno, quien por unos segundos se creyó liberado de las cadenas de su enemigo, y acometió el sonrosado cuello, hurgando con los labios por debajo de la camisa, humedeciéndolo. Harry soltó un gemido, sintiendo el pubis del Slytherin rozar contra el de él. Intentaba excitarlo, a como dé lugar. Y lo sabía.

¿Pero y si aquélla era la única forma que tenía Malfoy de demostrar lo que sentía por él?

Dio una embestida mitad conciente y mitad inconsciente al mismo tiempo en que el rubio hizo presión contra su miembro. Y ambas gargantas soltaron un gemido ahogado.

Entre besos, Draco Malfoy sonrió.

Un Malfoy jamás perdía.

Se enderezó sin previo aviso, dejando al moreno acostado en el suelo de piedra. Éste lo miró a los ojos desconcertado. Y entonces el Slytherin tendió una mano hacia él. La mano izquierda. Harry pudo ver la cicatriz de su primer unión.

Era un pacto.

Y ninguno podía romperlo.

La cogió y con su ayuda se puso de pie. El Slytherin volvió a mostrar su cicatriz, esta vez con marcada intención...

-¿Recuerdas?

Harry solo asintió con la cabeza...

Con la misma mano acarició el rostro del ojiverde, a quien los párpados se le cayeron levemente por el embelesamiento de aquella sutil caricia. Y los labios del rubio se le acercaron, pacíficos, y se unieron a él. Las lenguas se enredaron en una danza poco típica, mientras los dedos del joven de los ojos grises se confundieron con el azabache cabello. Y continuaron bajando, acariciándole el rostro, el cuello, el pecho...

Se separaron, simplemente para mirarse a los ojos. Todavía había una pizca de rudeza en los del moreno. Draco sospechaba que no había ablandado completamente todavía su rencor, borrado aquella ofensa...

Y le mantuvo la mirada mientras volvía a desnudar a su moreno. Sí. Era suyo, y lo sabía. Pues sabía que ningún otro había tocado aquella piel suave ni había sentido aquellos embriagadores labios.

Sí.

Potter era su trofeo.

Y aquello le encantaba.

Harry intentó llevar sus manos a la corbata verde y blanca rayada, pero el Slytherin lo detuvo cogiendo las manos con las suyas. Las retiró de su contacto lentamente, y optó por desatarla él mismo. Se acercó entonces al confundido joven de las esmeraldas rozándolo con su cuerpo...

-No- le susurró al oído, al tiempo que sus manos lo rodeaban, llevando las del Gryffindor a sus espaldas- Hoy no harás nada- aclaró enredando su propia corbata entre las muñecas del moreno, quien sumiso, las dejó allí sin forcejear ni un poco- Hoy tu serás el agasajado- y humedeció con sus belfos el suave cuello- Te lo mereces, Potter.

Los sonrosados labios Slytherin se dispusieron solo para él y no dudó en acercar su rostro un poco más para unirlos a los suyos. Sintió el sabor enemigo en sus papilas, y una corriente eléctrica pareció viajar por su cuerpo. Con las manos aprisionadas en las espaldas y el torso desnudo, Harry aceptó ser bocado de aquella serpiente.

Una vez mas.

Solo una vez más...

Malfoy le acarició los hombros y deslizó sus manos por los brazos, terminando por hacer un recorrido hacia arriba por el sector lumbar, mientras sus labios permanecían jugando con los del moreno. Se separó de él casi sin aire y volvió a mirarlo a los ojos unos segundos, para finalmente atacar aquel cuello. Acarició el suave pecho y su mano cayó por el delgado abdomen, y siguió bajando aún más.

Su lengua subió humedeciendo el cuello hasta el lóbulo de la oreja, al tiempo que su mano ejercía una presión sobre las entrepiernas del Gryffindor. Harry ahogó un gemido.

-¿Alguna vez te preguntaste...- inquirió el rubio al oído del ojiverde, mientras sus dedos desataban el botón del pantalón y bajaban la cremallera- ... qué hubiera sido de ti si yo no hubiese aparecido aquella noche?

Harry guardó silencio unos momentos, intentando pensar mientras sentía la tela deslizarse suavemente por sus piernas. Desenredó el pantalón caído a sus pies y lo pateó con el talón, haciéndolo volar a sus espaldas.

-Claro que lo hice- admitió volviendo levemente la cabeza para acariciar con su mejilla la del Slytherin, que acometía a besos nuevamente el sonrosado cuello.

-¿Y qué... hubiese ocurrido entonces?- preguntó el rubio besándolo juguetonamente en los labios, confundiendo su juego con una característica mirada seria.

El moreno prefirió guardar silencio, y ser presa de las vehementes caricias de su captor. En verdad, la llegada de Malfoy aquella noche cambió por completo su vida. Los demás seguían sin importarle, y hasta a veces se olvidaba de preocuparse en sí mismo. En verdad, vivía desde aquel día para Draco Malfoy. Existía para tocar su piel, para ser presa de sus besos, de su cuerpo, para entregarse a sus manos y a sus labios. Subsistía solo para ver el brillo tornasolado que despedían las hebras rubias a la luz de candelabros con velas por acabarse, mientras su tez húmeda vibraba en gemidos ante él. Así es. Prefirió no responderle, porque simplemente, se mantenía con vida gracias a él.

El sufrimiento no importa siempre que vuelvas a mi algún día...

El muchacho de ojos grises terminó su ritual de desvestir al moreno entre besos, caricias, lengüetazos, gemidos, risas y traviesos apretones. Entonces, admiró su trabajo, dando un paso hacia atrás, mirando a aquel león listo para ser devorado.

Harry Potter era perfecto.

Y eso lo excitaba.

Lo cogió del rostro y unió sus labios a los suyos, para dar inicio a un acto que deseaba más que nadie.

Era una contrastante imagen, ver al Gryffindor totalmente desnudo y al Slytherin completamente vestido. Pero era así. Era así como Draco Malfoy lo quería tener. Solo para él. Marcando una vez mas territorio sobre su hermosa piel.

Unido a él, acarició el pecho y el abdomen, recorrió los brazos y las nalgas, rozándolo con un frenesí constante, demostrándole que nada se comparaba a su forma de seducir y excitar. Arrastró el divino cuerpo entre caricias a aquel lugar donde lo había hallado. Mordió su cuello al tiempo que se detenían un instante a unos pasos de la ducha abierta, y un gemido mezclado entre dolor y placer escapó de los labios del moreno.

Las manos inmovilizadas comenzaban a ser un punto de desesperación para el joven Potter. Trataba de acometer con sus labios cuento podía, pero necesitaba de sus dedos para tantear las delicias de su compañero. Pero a su vez, le excitaba horrores ser la presa. En fin, entendió que siempre lo había sido, de una manera quizás indirecta. Siempre había sido presa de Draco Malfoy.

-Ah!...- gimió entonces quitando al instante la porción de la espalda del contacto con las caricias del Slytherin.

-¿Qué...?- preguntó caminando hasta ponerse en la espalda del moreno- Oh, demonios, Potter...- se lamentó frunciendo un poco el rostro, viendo el corte de unos diez centímetros que trazaba su piel en el borde superior del omóplato derecho.

-Fue contra el portaescobas, no tiene importancia.

Solo continúa, es lo único que me interesa...

Una sonrisa de satisfacción colmó sus labios al sentir la lengua del Slytherin recorriendo la herida, intentando limpiarla así como lo hacen los animales con sus cachorros. Pero muy diferente era lo que hizo el rubio, quien amén de eso, rodeó el abdomen enemigo y lo acarició, amenazando bajar hasta aquel miembro que lo esperaba con ansias al tiempo que sus labios trepaban hasta el hombro y comenzaban a arremeterlo.

-Me vas a volver sediento a tu sangre si sigues así, Potter...- le susurró al oído, al tiempo que su mano derecha bajaba lentamente hasta su sector púbico.

-Tengo... mhh...- soltó, sintiendo como su miembro era aprisionado entre los pálidos dedos- ... litros de ella si... así lo quieres.

Malfoy sonrió.

Harry, cuando quería, tenían palabras dignas de un Slytherin.

Una serie de gemidos salían despedidos de la garganta del Gryffindor al tiempo que la mano del rubio acariciaban en su extensión el erguido miembro. Su pálido cuerpo lo empujó levemente, solo unos pasos, y las gotas de agua chocaron el pecho del moreno. Y se deslizaron hasta aquel lugar en donde los dedos enemigos domaban su existencia.

-Mal... f-foy!...- la humedad comenzó a hacer insoportables aquellas caricias, y acrecentaron aún más la dosis de gemidos que pegaban directamente en el oído del Slytherin- ... si... sigue... mhh...

Entonces sintió que sus manos, atadas tras él, podían hacer algo útil: estaban a la misma altura que el miembro de su rubio enemigo.

-Ah!... Potter...- quizás el apretón fue algo fuerte y por ello mortificante para el Slytherin, pero el estado de excitación del moreno le impedía hacer las cosas lentamente- Buena... mhh... pasada...- Harry intentó imitar el ritmo del masajeo de su camarada, pero los gemidos de éste en sus oídos descontrolaba su cordura, y hacían que la sangre se le acumule con mayor rapidez en las mejillas y aumente la fuerza en sus impulsos- Pero...

Draco Malfoy lo cogió de los hombros y volteó su empapado cuerpo hacia si.

Potter lo miró desconcertado...

-¿Qué...?

El Slytherin llevó su dedo índice a los labios enrojecidos entre las mordidas ajenas y propias y lo posó sobre éstos, haciéndolo callar.

-Te he dicho...- aclaró mirándolo a los ojos entrecubiertos por las hebras de cabello azabache, y su cuerpo se desplomó cayendo de rodillas- ... que hoy...- aclaró tomándolo de las caderas. Harry pasó su lengua por los labios con ansias-... serías el agasajado.

Sus dedos rodearon el miembro y su boca succionó suavemente la punta. El Gryffindor soltó una exhalación al tiempo en que su cabeza se doblaba hacia atrás, haciendo darle el agua en el rostro y deslizarse como en cataratas por su cuello, y apoyó su cuerpo contra la pared para no perder la estabilidad.

-Mhh!... Draco...

El Slytherin movía lenta y tortuosamente sus dedos aferrando el erguido miembro, y su lengua formaba dibujos entre succiones en la punta.

-Eres... mhh... exquisito... Potter...

-Ah!... tu m-me... enloq... nhh... queses...

Se detuvo principalmente en no separar sus labios de la glande, y comenzó a succionar cada vez con mas fuerza, respirando entrecortadamente bajo el agua que caía sobre su cuerpo. Su cabeza se movía atrás y adelante, marcando un ritmo mortificante para el moreno. Y si. Su miembro bajo el pantalón rogaba por acción. Sin separarse del joven Potter, cuyos gemidos colmaban cada milímetro de los vestuarios y lo excitaba horrores, bajó las manos, lo desató, bajó la cremallera y, subiendo la mano derecha, aferró al mismo tiempo ambos miembros, el suyo y el ajeno.

-Agh... vamos... m-más...

-Silen... Ah!... cio... P-Potter… alguien... nhh!... puede...

-Oir... nos?... no me... mhh!... importa... AH!...

Draco sonrió entre gemidos.

Y sus succiones acrecentaron notablemente.

-Mhh!... Draco... AH!... n-sí... más... nhh!...

La sangre le latía en los oídos. Le era insoportable mantenerse de pie. Las rodillas le temblaban. La espalda se le arqueaba y su cabeza realizaba bruscos movimientos intentando mantenerse conciente. Pero aquello se volvía cada vez más difícil...

Sus piernas flaquearon y cayó de rodillas en el mojado suelo de piedra. Draco lo miró y soltó una carcajada, y él rió también, sintiendo vergüenza de si mismo.

-¿Tan bueno en esto soy, Potter?- inquirió alzando las cejas.

-Continúa- solo pidió el Gryffindor, sonriéndole con lujuria. El rubio de los ojos grises se agacho y cogió nuevamente el miembro, lo besó unas cuantas veces, y finalmente continuó con las crecientes succiones. Harry ahogó sus gemidos cuanto pudo, pero le era imposible bajo el poder del Slytherin. Sus caderas se movían tratando de seguir el ritmo que el Malfoy le regalaba, pero una fuerte succión izo que su labio inferior, aprisionado entre los dientes, soltase un hilo de sangre.

Draco alzó la vista al oír su fuerte gemido, mezcla de dolor y placer, y se enderezó, acariciando los hombros del excitado moreno. Lo empujó entonces lentamente hacia un costado, hasta dejarlo acostado en el suelo, entre grandes charcos de agua, y despojó sus piernas del oscuro pantalón, sin separar la vista del delicioso Gryffindor. Con el cuerpo desnudo desde las caderas hacia abajo y la camisa blanca pegada a la piel por la humedad, transparentando su perfecta figura, el Slytherin se subió sobre el divino ojiverde...

-Maldición, Potter...- susurró acercándose a su rostro- ¿mas sangre?

-Recíbela o recházala, Malfoy- aclaró el moreno mirándolo a los ojos. El muchacho de ojos grises sacó la lengua de su boca entonces y, rozando ambos miembros con vehemencia, lamió los labios del Gryffindor como si estos fuesen un manjar.

-Agh!... Draco...

El Slytherin silenció sus gemidos con un beso en sus labios. Sintiendo el agua caer desde la porción lumbar de su espalda hasta un poco más debajo de sus nalgas, adorando el rozar de ambos miembros, las constantes arremetidas del moreno que le hacían soltar inquebrantables gemidos, y enloqueciendo bajo el sabor de aquellos labios, Draco Malfoy se volteó hasta el oído de Harry y susurró...

-Tú eliges hoy... ¿quién será la víctima, Potter? ¿Tú...- sin contenerse en las ganas de hacerlo soltar un gemido lamió juguetonamente el lóbulo de la oreja- ... o yo?

-Suéltame- pidió Harry volviéndose hacia él.

-¿Yo?

-Pero quiero que me sueltes... sino no me da gusto...

-Cualquier cosa que venga de mi te da gusto, Potter...- advirtió el rubio desatándolo de sus ataduras- ... deja de mentirte de una buena vez.

-Cállate- le ordenó tirándose sobre él, y al instante unió sus voraces labios a los del Slytherin, rozando ambas lenguas con frenesí.

Harry Potter, una vez pasado el estado de cordura, cuando la sangre pegaba en sus mejillas y el calor garrafal agolpaba su cuerpo, se trasegaba de lujuria.

Y eso enloquecía a Draco Malfoy.

Subió un poco la empapada camisa y besó, sintiendo el agua caer desde su cabeza hasta su rostro, el contraído abdomen. El Slytherin gemía débilmente sin que aun Harry haya bajado hasta su miembro, cosa que no tardó demasiado tiempo.

-Ah... POTTER!

Fue gracioso rozar con los dientes la punta del miembro en una de las succiones. Más aún sentir el grito de excitación de Malfoy.

-Mhh... sigue... ahh... más...

Harry aumentaba el énfasis de sus bocanadas, ocupando en intervalos los dientes para rasparlo suavemente. El rubio movía las caderas mientras presionaba la cabeza de su enemigo contra su pubis, aferrando con fuerza los azabaches cabellos.

-P-Potter... si... sigue... más... AH!... vamos...

Intentó meter el miembro del rubio completo dentro de su boca, e hizo la succión tan potente que le dolieron los músculos faciales.

-AH!... maldición... nhh!... ya... AGH!... no... ahh!...

Un ahogado gemido salió de la garganta del Slytherin que, con el pubis sonrosado y los músculos fuertemente contraídos, llegó al estado máximo de excitación.

Potter se elevó y lo miró a los ojos, y al instante se lanzó sobre él y lo besó. A Draco no le importó sentir el sabor del Gryffindor confundido con el de su propio semen, menos aún cuando el muchacho lo volteó mientras le susurraba al oído "Ya sabes que hacer".

Apoyó codos y rodillas en el suelo y miró por sobre el hombro al moreno, que lo aferró de caderas y comenzó a meter lentamente el miembro en el húmedo orificio. Malfoy soltó un gemido de dolor. Pero bajo el agua todo parecía mucho menos doloroso que otras veces.

Potter acometió lentamente las primeras veces, haciendo dilatar un poco el orificio de su adorado enemigo. Era estrecho. Demasiado. Enloquecedoramente estrecho...

-Mhh... Malfoy...

-Sigue P-Potter... más... AH!... sí... así... nhh!... mas... ah!... profundo...

-Cierra la... nhh... la boca... Agh!...

-Tu n-no... mhh... podías... Ah, Potter!... guardar... silencio...

Solamente con él. Solamente con Draco Malfoy podía discutir y al mismo tiempo retorcerse en placer.

-AH! Si... Potter... más... ahh!... fuerte...

-Mhh... es que... ah!... ya... n-sí... AH!... nhh!

Ningún gemido era callado en los vestuarios de Gryffindor. El sudor era fácilmente despojado de ambos cuerpos gracias al agua que caía sobre ellos. Pero ambos sentían ese calor interno, agobiante, que los hacían presa de la lujuria...

-Si, Harry!... AH!...- las arremetidas del moreno tocaban fondo. Eran exquisitas. Únicas. Y mas aún la mano de éste que aferraba su miembro y lo movía al compás de sus embestidas.

-Mhh... Malfoy... AH!... n-sí... ya... AH!... no...

Entre movimientos frenéticos y gemidos profundos, una nube nubló los ojos del moreno, quien apretó los párpados y cortó la respiración sintiendo que aquel orgasmo lo dominaba como nunca antes. Pocos segundos después, el Slytherin sufrió lo mismo y arqueando la espalda, lanzó en un fuerte gemido una maldición hacia el ojiverde.

Harry se enderezó y cayó con las rodillas dobladas sentado en el suelo. Jadeaba inconteniblemente, mientras el agua lo recorría por completo. Draco volvió la vista hacia él, quedando acostado boca arriba en el suelo, y le acarició la pierna.

-Bien, Potter- susurró entre la entrecortada respiración- Tienes permiso de ir...

-Cállate- lo silenció el moreno- No me dirás cuando deba irme, Malfoy. Me iré cuando quiera- aclaró poniéndose de pie- Igualmente...- finalizó cogiendo el jabón y pasándolo por su suave cuerpo- ... entendí con esto que eres tú quien siempre termina buscándome.

El Slytherin se puso de pie de un salto y lo acorraló contra la pared.

-Es mentira, Potter- dijo mirándolo a los ojos- Y tu lo sabes.

-Hoy ni siquiera duraste media hora sin mi- sonrió el moreno desafiante.

La frenética acometida de unos labios silenciaron con odio al joven de las esmeraldas. Draco lo besó con ímpetu, intentando demostrar quien era el jefe en aquella relación.

Pero ¿quién lo era en realidad?

¿Quién buscaba a quien al final?

¿Quién era el que caía?

¿Ángel o demonio?

-Esta bien- aceptó el Slytherin mirando al moreno a los ojos. No. No iba a decírselo- Pero no te ilusiones... las cosas siempre tienen un fin... y nunca se sabe si éste será malo...- besó sus labios al tiempo que aferraba sus nalgas y lo hacia trepar hasta su cintura. El ojiverde enredó sus piernas tras él- ... o bueno...- terminó uniendo sus labios a él. El niño que sobrevivió soltó un gemido dentro de la boca del rubio en cuando sintió una fuerte penetración- ... muy... nhh... bueno...

Harry abrazó con fuerza a su captor, sintiendo sus profundos movimientos excitarlo a más no poder. Besaba el pálido cuello para evitar soltar gemidos demasiado altos. Y éste se volvía cada vez más sonrosado, debido a las fuertes succiones.

Draco gemía incontrolablemente. No había cosa más exquisita que ser dueño del moreno de las esmeraldas. Sintió sus dedos clavársele en la espalda, tal como lo había hecho la primera vez, con esa potencia desgarradora de ser la victima de sus sabrosas acometidas.

En tanto, el frenesí con el que se rozaban ambos cuerpos hacían un constante contacto entre el miembro del Gryffindor y el abdomen del rubio, haciéndolo estremecer.

Potter buscó la boca enemiga entre cabeceadas de éxtasis, y bajo los fuertes y secos movimientos, mordió el labio de su amo en cuanto sintió que éste llegaba a lo mas profundo de su ser. El Slytherin soltó un gemido de dolor entre los otros tantos de deleite que lo agobiaban, pero fue silenciado con un nuevo beso, en el que el moreno sintió el salado sabor de la sangre.

No duraron demasiado tiempo así, regocijándose con el cuerpo ajeno, hasta que los orgasmos invadieron como corriente eléctrica los transpirados cuerpos.

-Ahh... Potter...

-Draco...- soltó el Gryffindor en una exhalación en cuanto bajaba del rubio. Y al mismo tiempo, ambos cuerpos, sin fuerzas, se desplomaron en el suelo, uno frente a otro.

Guardaron silencio, mirándose de vez en cuando, hasta que sus respiraciones volvieron a la normalidad. Entonces Harry, cansado de aquel silencio al final de cada acto en el que siempre esperaba una palabra de aquel Slytherin de hermosa sangre pura, se puso de pie para marcharse. Y entonces algo lo detuvo...

-Potter...- lo llamó Draco Malfoy, de pie tras él, cogiéndolo de la muñeca. Éste se volvió al rubio de ojos grises y recibió con sorpresa a los enrojecidos labios.

Quizás por última vez...

-No te entiendo, Draco- susurró en cuanto se separaron- Nunca te entendí.

-Hay cosas que no debes entender, Harry- se explicó el rubio acariciándole los hombros- Hay cosas mucho mas allá del entendimiento.

Y eso es lo que somos... o pretendemos ser...

...FIN...

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Siiiiiiii, finalizadoooooo! Si, no es lo mejor del mundo, ni siquiera creo que es lo mejor del continente... eso si, seguro es el mejor entre las dos que dormimos en mi habitación (mi hermanita y yo) P ¡Dios quiera que a ustedes les haya gustado!

NOTAS:

1º Agregué mas sangre porque vi la repercusión que tuvo en el capítulo anterior. Está bien que en este no es tan directo como "me corto el brazo y bebes mi sangre" pero bueno... de que hay líquido rojo deslizándose por los cuerpos, eso seguro D No quise empalagarlos con ella ni darles asco, mucho menos. A mi la sangre no me da asco, y creo que le da un toque... oscuro al fic nn

2º Cualquier posición, acto y/o liquido/secrecion dentro de la boca ajena no es mi culpa nn ¡Ellos me obligaron a hacerlo!

3º El final es abierto, no pidan, por favor, explicaciones. En fin, creo que es relativamente abierto, porque al final, si se piensa un poquillo, uno se da cuanta que quieren significar las últimas palabras.

4º No hay mas notas P

Desde ya, 400000556633738382823990000... y muchos mas ceros a toos los que leyeron este fic, otos millones de ceros mas para los que publicaron sus r/r y centenares de ceros más para los que dijeron que era lindo nn

Los quiero!

Atte: Draconiger